07.05.2013 Views

Santa Biblia

Santa Biblia

Santa Biblia

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

2 REYES 4:24–40<br />

hoy? No es luna nueva ni día de<br />

reposo. Y ella respondió: Paz.<br />

24 Después hizo ensillar el asna,<br />

y dijo al criado: Guía y adelante,<br />

y no te detengas en el camino por<br />

mí, sino cuando yo te lo diga.<br />

25 Se fue, pues, y llegó al hombre<br />

de Dios al monte Carmelo. Y<br />

aconteció que cuando el hombre<br />

de Dios la vio de lejos, dijo a su<br />

criado Giezi: He aquí, allá viene<br />

la sunamita.<br />

26 Te ruego que vayas ahora<br />

corriendo a recibirla y le digas:<br />

¿Te va bien? ¿Y a tu marido y a<br />

tu hijo? Y ella dijo: Bien.<br />

27 Y cuando llegó a donde estaba<br />

el hombre de Dios en el<br />

monte, se asió de sus pies. Y se<br />

acercó Giezi para quitarla; pero<br />

el hombre de Dios le dijo: Déjala,<br />

porque su alma está en amargura,<br />

y Jehová me ha a encubierto el motivo<br />

y no me lo ha revelado.<br />

28 Y ella dijo: ¿Acaso pedí yo<br />

hijo a mi señor? ¿No dije yo que<br />

no me engañases?<br />

29 Entonces dijo él a Giezi: Ciñe<br />

tus lomos, y toma mi vara en<br />

tu mano y ve; y si te encuentras<br />

con alguien, no lo saludes; y si<br />

alguien te saluda, no le respondas;<br />

y pon mi a vara sobre el rostro<br />

del niño.<br />

30 Y dijo la madre del niño: Vive<br />

Jehová y vive tu alma, que no me<br />

apartaré de ti. Él entonces se levantó<br />

y la siguió.<br />

31 Y Giezi había ido delante<br />

de ellos y había puesto la vara<br />

sobre el rostro del niño, pero<br />

no tenía voz ni reaccionaba; así<br />

que se regresó para encontrar<br />

a Eliseo y le dijo: El niño no<br />

despierta.<br />

32 Cuando llegó Eliseo a la casa,<br />

he aquí el niño estaba muerto,<br />

tendido sobre su cama.<br />

33 Entonces él entró, y cerró la<br />

puerta detrás de ambos y oró a<br />

Jehová.<br />

34 Después subió, y se tendió<br />

sobre el niño y puso su boca sobre<br />

la boca de él, y sus ojos sobre sus<br />

ojos, y sus manos sobre las manos<br />

de él; así a se tendió sobre él, y el<br />

calor volvió al cuerpo del niño.<br />

35 Entonces regresó y caminó<br />

por la casa de una parte a otra, y<br />

después subió y se tendió sobre<br />

él; y el niño estornudó siete veces<br />

y abrió sus ojos.<br />

36 Entonces llamó él a Giezi y le<br />

dijo: Llama a la sunamita. Y él la<br />

llamó. Y entrando ella, él le dijo:<br />

Toma tu hijo.<br />

37 Y ella entró, y cayó a sus pies<br />

y se postró en tierra; después<br />

tomó a su hijo y salió.<br />

38 Y Eliseo regresó a Gilgal. Había<br />

entonces gran hambre en la<br />

tierra. Y los hijos de los profetas<br />

estaban sentados ante él, y dijo a<br />

su criado: Pon una olla grande y<br />

prepara un potaje para los hijos<br />

de los profetas.<br />

39 Y salió uno al campo a recoger<br />

hierbas, y halló una viña<br />

silvestre y llenó su falda de calabazas<br />

silvestres; y regresó, y las<br />

cortó y las puso en la olla del potaje,<br />

aunque no sabía lo que era.<br />

40 Después sirvieron para que<br />

comieran los hombres, pero sucedió<br />

que cuando comieron ellos<br />

de aquel potaje, dieron voces,<br />

27 a DyC 6:16. 29 a Hech. 19:11–12. 34 a 1 Rey. 17:21–23.<br />

622

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!