Número 6 - Año 2.009 - Colegio Reinado Corazón de Jesús

Estos días cerramos una etapa de nuestras
vidas. Durante muchos años nos
hemos estado preparando para esto, y
sin embargo ahora, no podemos dejar de tener
dos sentimientos encontrados.
Por un lado la alegría enorme de haber superado
nuestras metas, nuestras expectativas, por haber
logrado todo aquello por lo que hemos trabajado
y luchado durante casi 15 años; y sin embargo
junto a este orgullo no podemos evitar sentir la
tristeza que supone separarse de las personas
con las que hemos compartido tanto.
No se pueden olvidar tantos momentos, porque
al fin y al cabo, nos hemos visto crecer unos a
otros.
Desde que con tres o cinco años, llegamos con
carita de asustados a nuestras primeras clases,
aquella primaria y toda la E.S.O., hasta estos dos
últimos años de bachillerato. Y todos esos momentos
en clase, cada excursión, cada momento
con los compañeros, cada instante de todos esos
años en los que poco a poco hemos ido creciendo,
aprendiendo, hemos conocido nuevos
amigos y hemos vivido grandes cosas que hoy
al recordar no podemos evitar sonreír.
Por todo eso, tenemos que darle las gracias a la
Madre Sierra, a Teresa y a todos los profesores
que han estado a nuestro lado, exigiéndonos
mucho es verdad, pero a la vez apoyándonos
siempre que lo hemos necesitado, animándonos
a no rendirnos y algunos convirtiéndose en grandes
amigos.
Gracias, porque tenéis mucho que ver en lo que
hoy somos.
Pero no todo está en los libros, también en todos
estos años hemos aprendido unos de otros. A
convivir, a trabajar en equipo, a ayudarnos y
mosaico educativo
mosaico educativo
Despedida de 2º de Bachillerato
Amistad
06-
compartir, pues en el fondo, nosotros, los veintiuno,
llevamos toda una vida juntos en la que por
suerte, hemos llegado a comprender el verdadero
significado de la confianza, el compañerismo
y el respeto.
No sólo dejamos atrás el colegio Reinado Corazón
de Jesús, sino también todo lo que hemos
creado durante todo el tiempo que hemos estado
en él, amigos de verdad.
Tampoco podemos olvidarnos de la parte que corresponde
a nuestras familias, los que mejor nos
conocen, y que siempre han estado ahí guiándonos
hacia el camino correcto, intentando en
todo momento sacar lo mejor de nosotros y siempre
dándonos todo su apoyo y cariño. Porque sin
ellos nada de esto hubiera sido posible.
Y por último, ya sólo me queda felicitaros a cada
uno de vosotros por haber llegado a la meta, el
esfuerzo ha merecido la pena y nos hemos graduado,
comenzando una nueva etapa en la que
todo depende únicamente de nosotros.
Pero sé que lo haremos bien, durante toda nuestra
estancia aquí, nos han enseñado a ser grandes
profesionales, y lo que aún es más
importante, grandes personas.
El mundo nos espera, así que ánimo y mucha
suerte.
Hasta siempre
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Andrea Garrido