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Cap.13 - Bicentenario

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CAP11'ULO XIII.<br />

EL CERRO DF: BARRABAS.<br />

Los interesantes sucesos en que hemos tenido que<br />

detenernos, aunque brevemerite, nos han hecho separarnos<br />

del héroe de nuestra relacion a quien volvernos<br />

a encontrar, si no con mâs brillantes espectati.<br />

vas que cuando lo dejarnos, al menos con uu mando<br />

mas extendido en costas insalubres y montafias desiertas,<br />

sin perder ninguna de sus esperanzas.<br />

Don Vicente Guerrero a fuerza de inultiplicar las<br />

maniobras de la poca gente de que disponia, pues no<br />

Ilegaban a ochocientos hombres, vnal armados, los que<br />

tenia muy extendidos en sus dilatados dorninios, habia<br />

logrado enervar la actividad de Armijo, quien a iiitimas<br />

fechas se conformaba con tenet expedito y bien<br />

cuidado ci camino hasta Acapulco para que no fueran<br />

interrumpidas las operaciones del comercio, descansando<br />

por semanas enteras en las poblaciones en<br />

-que encontraba mejor abrigo para sus tropas.


LEVENDAS IL1ST0)1CAS. 165<br />

1u6 necesario que recibera una riota apremianhisjma<br />

del virey, des.pues de seis ü ocho órdenes que<br />

habh logrado eludir, para ponerse nuevamente en<br />

campali COU sus brillantes elernentos.<br />

El plan que It comunicó Apodaca pusiera en eje .<br />

-cucion inmediatamente, so pena de sujetarlo a wi proceso<br />

Si volvia a opon'r re$i5tencias, fué el de ocupar<br />

la parte de la Costa Cfl que tenian sus fábricas de<br />

pôlvora los independientes y des'le donde se provejan<br />

de vivereS y algunos parciales, para en seguida<br />

venir limpiando las montaIias hasta que quedaran<br />

completa-fletite pacificados aquellos runbos, que era<br />

lo iinico que faltaba para poier comunicar al gobierno<br />

de EspaiIa de un mio oficial y solemne que ya<br />

estabt C)flC1Uida la revolucion. Mientras no cayeran<br />

Victoria en el Oriente y Guerrero en el Sur, pot<br />

mis qu' ya no hubiera enernigos en el interior, no<br />

seria pcsible rendir Un parte serio que no tuviera ci<br />

pligro aunque remoto de ser desmeutido. Por to<br />

inirno iniraba en ello ernpeiiacla la honra de su go_<br />

bier no.<br />

En esa virtud, Armijo qie ya se hbia vuelto algo<br />

indolente, contaudo co:rio contabi con un fuerte capital,<br />

se resolvió a acatar las disposiciones del señor<br />

Apod3ca 1 poricnio en canipañi todas las tropas que<br />

tenia bajo sus órdznes q'e eran las mejor organ izadas<br />

y las rnás aguerridas en el Ejército realista. Dejando<br />

cubiertas con buenas guarLIiciones Acapulco y las demas<br />

plazas que aseguraban Ia comunicacion y Cubriendo<br />

sus flancos con buenas tropas de caballerla,


LE%EDAs 1IISTORICAS<br />

se dirigió él con mil hombres de las tres armas pot<br />

las costas del Sur hasta Ilegar a Zcatula, que habia<br />

sido hasta entónces la ciudadela más impenetrable de<br />

los insurgentes, tanto por su situacion ventajosa co'o<br />

por su clima. Era una especie de presidio que mucho<br />

sirvió a Morelos para tener seguros a los prisione<br />

ros, enemigo como era del derramamiento de sangre.<br />

En ese rumbo estaban las maestranzas, las fundicio<br />

nes y los depósitos de armas, de municiones y de viveres,<br />

cuando los tenian los insurgentes. En Ia actualidad<br />

ya no era ni la, sombra de lo que habia sido<br />

en los afios anteriores, porque habian desaparecido<br />

los prisioneros, los fabricantes y ]as fundiciones de<br />

artillerla; pero el terreno era rico en sus cultivos y<br />

era un refugio seguro en las épocas calamitosas, porque<br />

sus pobladores cran todos amigos de Ia causa de<br />

la Independencia.<br />

Como se cornprende rnuy bien, Armijo no encontró<br />

grandes resistencias y pudo recorrer las costas sin<br />

encontrar a su paso mas que pequefias paridas que<br />

fácilmente pudo reclucir 6 dispersar, atemorizando a<br />

los habitantes pacIficos con la multiplicación de las<br />

ejecuciones. Fueran inocentes 6 no los que perecian,<br />

poco importaba, pues que el resultaclo práctico que<br />

se buscaba era destruir Ia raza, con la seguridad de<br />

que los pocos 6 muchos que quedaran habian de ser<br />

siempre enernigos, asi es que no se dió tregua ni descanso<br />

en eso de ejercer a su modo la justicia que le<br />

pareció rnás cómo.la y más ventajosa para su causa.<br />

Ya al Ilegar al mismo punto de Zacatula que consistia


LEYENDAS ILISTORICAS. 167<br />

en una peninsula fortificada y en pequeñas poblaciones<br />

en que habia sus grupos de gente armada, si tuvo<br />

que ernprender operaciones rnás forrnales, sosteniendo<br />

combates en que habia tarito de dar como de recibir,<br />

pero más de dar por sus superiorisimos elementos.<br />

En donde encontró Armijo una resistencia más sérja<br />

fué en Ia isla que se encoutraba fortificada y defendida<br />

por 200 hombres al mando del ifltimo de los<br />

Galeana y del coronel Montes de Oca que no quisieron<br />

rendirse a pesar de ]as intimaciones, ni acogerse<br />

a las proposiciofleS ventajosas de indulto que se les<br />

ofrecieron. Tenian órdenes precisas de Guerrero pa..<br />

ra sostenerse todo el tiernpo que les fuera posible<br />

miéntras él cala sobre otros destacarnentos aislados 6<br />

intentaba protegerlos, y cumperon heróicamente con<br />

aquellas instrucciones. Cuando ya no l's fué posible<br />

resistir sin peligro de ser envueltos al grado de que<br />

ni uno solo eScaparia, rompieron ci cerco que se les<br />

tenla puesto y fueron perseguidos cc'n tenacidad en<br />

veint leguas todavia en que continuaron defendiéndose<br />

palmo a pairno con pérdida de Ia tercera parte<br />

de su gente, pero causando tambien muchas bajas al<br />

enemigo.<br />

Cuando Guerrero bajó a la Costa COfl 300 hombrs<br />

montados, ya Armijo se habia hecho dueho de Zacatula,<br />

y se redujo a simples escaramuzas en la playa,<br />

viéndose obligado a regresar al seno de las rnontafias<br />

que le servian de cuartel general.<br />

Armijo no estuvo ocioso en los dias que permaneci6<br />

duefth de Zacatula, pues que despues de fusilar a


168<br />

LEVENDAS ITISTORICAS<br />

los pocos prisioflerOS que cayeron vivos en sus manos,<br />

inutilizó y enterró los cañones, derribó ]as trincheras,<br />

destruyó las fund iciones, pcgó fuego a las casas<br />

y arrasó las sementeras; "por manera, dijo en su<br />

parte al virrey, que es imposible se reparen durante<br />

la estación, en que no puede repetirse movirniento<br />

alguno en este pals."<br />

Aqul más que el enemigo el clima poco sano, fu&<br />

el que hizo grandes estragos en las tropas de Armijo,<br />

teniendo pot lo mismo que apresurarse a salir Ilevando<br />

una multitud de enfermos que se le fueron muriendo<br />

por ci camino.<br />

Habiéndose incorporado los dispersos de Zacatula<br />

con Guerrero, siguieron todos juntos hácia la costa<br />

de Coahuayutla, y en el camino, en un rancho en<br />

que se detuvieron a descansar un dia, estando ya<br />

bien lejos del enemigo, aquel gefe convocó a los principales<br />

de los suyos y les dijo:<br />

—Ya que hemos escpado de que el cotnandante<br />

de realistas, Marron, que venla a nuestros alcances<br />

nos cogiera por Ia espalda, segun el plan acordaclo<br />

pot Armijo para dejarnos sin saliJa, bueno es que<br />

pensemos en la manera de no caer en otra celada<br />

que se nos pona, uria vez que se tiene la idea de<br />

concltiir con nosotros a todo trance.<br />

—Hay dos medios, dijo Mon+es de Oca, si es que<br />

no querernos por el pronto piesentir cornbate.<br />

—Cuáles? pregunto Guerrero.<br />

—Uno es fraccionarnos en muchas partidas.


LEV EN ;)AS IIISTORICAS. 169<br />

—Va habia pensado en él y no me parece por ahora<br />

conveniente. Cuã1 es el otro?<br />

—Cansar a las tropas realistas hacléndolas subir a<br />

las montañaS.<br />

—Alguno de esos inedios adoptaremos, dijo Guerrero.<br />

Por ahora es necesario que ustedes sepan que<br />

lacampaflaque se ha abierto contra nosotros es enteramente<br />

formal y que no terminará mientras no nos acaben<br />

a todos. Ha cafdo en mi poder un pliego de Apodaca<br />

dirigido at cornandante Armijo en que le dice<br />

que vuelve a insistir en 13 necesidad que hay de destruir<br />

a los insurgent's del Sur que son ya los imnicos<br />

que ilaman la atencion del gobierno, siendo los demas.que<br />

hay en el Pais pequei'as partidas que no tienen<br />

importancia. Esto no es verdad, porque bien sabido<br />

es que no hay provincia alguna en que no haya<br />

independientes armados, Pero tales son los ardides del<br />

gobierno. Apodaca le dice a Armijo tambien, que en<br />

el caso de que no sean suficientes los cuatro mil hombres<br />

con que cuenta Para aniquilarnos, le maridará<br />

cuantos mas necesite y le da a entender que si se cOnsidera<br />

incapaz Para dar término a esta campaña, mandará<br />

otro gefe que lo sustituya. Con que ya verán<br />

ustedes, amigos mios, como ahora tenemos que des.<br />

plegar mas vigor y mas astucia para Sustraernos a los<br />

planes de Armijo que no dejará, picado en su amor<br />

propio, de hicer cuanto pueda Para salir airoso de su<br />

mis ion.<br />

—Todo eso no quiere decir que no hyan hecho<br />

22<br />

- -


170 LEYENDAS IIISTORICAS.<br />

Antes y siempre cuanto ban podido para destruirnos.<br />

dijo sencillarnente Galeana.<br />

—En efecto, lo han procurado, pero no con ci teson<br />

cjn que ahora se lo proponen.<br />

Entre los gefes p e estaban reunidos en aquella<br />

junta cle guerra, se encontraba un valiente italiano<br />

apellidado Chivilini, ci cual dijo:<br />

—La manera de hacer que la guerra se prolongue<br />

indefinidamente, dando tiempo a que la revolucion<br />

progrese por otras partes, es atacar los destacamentos<br />

siempre que podarnos, para hacernos de armas y municrones,<br />

sin presentar nunca en coinbate a todo el<br />

grueso de nuestras fuerzas.<br />

--Esa es tarnbien mi opinion, dijo a su vez Guerrero<br />

y voy a someterles ligeramente el plan que, he<br />

meditado. For ahora Armijo no podrá moverse en<br />

muchos dias por lo maltratada que debe haber quedado<br />

su gente en Zacatula, de donde estoy seguro no<br />

ha salido con la mitad de la que trajo, de modo que<br />

tenemos. un respiro de un rnes 6 dos para orginizar :1<br />

alguna tropa en la Costa de Coahuayutla para donde<br />

nos dirigimos, de lo cual se ocuparán con toda actividad<br />

nuestros comandantes, mientras yo voy a fortificar<br />

un cerro de los mas encurnbrados que sera' el que<br />

deba servirnos de cuartel general.<br />

Fuera por la coitumbre que existia de aprobar el<br />

parecer del gefe 6 porque este les pareciera bueno,<br />

todos estuvieron conforines con éI, protestando que<br />

secundarian a Guerrero con la misma decision que<br />

hasta alli para hacer que otra vez rnas se estrellaran


.<br />

- LEVENDAS HISTORICAS. 171<br />

LiPir<br />

Los realistas en aquellas montaflas que habian de servir<br />

a los insurgentes de iultimo baluarte.<br />

—Pues una vez que ustedes tienen Ia deferencia de<br />

aprobar mi plan, dijo Guerrero, el cual podrá seguir<br />

desarrolláfldOse segun las circunstancias, ahora comeremos<br />

juntos por la i'iltirna vez para separarnos en Seguida<br />

é ii- a cumplir nuestras respectivas comisiones.<br />

Yo me ire a buscar un punto ventajoso para nuevo<br />

depósito de nuestros elementos, inientras ustedes recorren<br />

estas costas organizando el mayor nücnero de<br />

gente que se pueda para lo cual les proporcionaré has-<br />

1•<br />

ta unoS trescientos fusiles que recibirán con toda opor-<br />

tunidad.<br />

— 1Trescientos lushes! exclamó Montes de Oca.<br />

—Si, son unos que tengo reservados para la t.i!tima<br />

extrernidad que es a la que considero que hemos liegado.<br />

La cornida fuC frugal como siempre, pero Ilena de<br />

animacion corno Si acabaran de alcanzar una gran victoria.<br />

Sc habló mucho de los elementos con que podia<br />

contar en aquella época Ia revoiucion, y como las noticias<br />

las recibian con mucho retraso, se figuraban que<br />

todavia existian algunos fuertes ocupados por los in<br />

dependientes y que andaban aun con las armas en la<br />

mano gefes quc ya habian muerto 6 se habian indultado.<br />

Se hicieron recuerdos de los gcncrilcs quc se encontraban<br />

prcsos en Mexico y se habló de las esperanzas<br />

que habia de salvlar!oi luego que pudieran es-


372 LEVENI)AS IIISTORICAS.<br />

tablecer un gobierno bien cirnentado y dar nuvo espiritu<br />

y comunicar nuevos ahentos a la revolucion,<br />

pues siemdre cuando los hombres tie nen mas motivos<br />

para abatirse es cuando abrigan mas grands esperanzas<br />

en uri cambio de situacion. ,I'or donde 'endna<br />

este? 1Quien sabe! Pero la reaccion tenia que esperarse,<br />

la sentian en la atmósfera y la presentian Como<br />

si se dibujara con toda claridad en lor.tinanza.<br />

De.pues de corner tornaron dos horas de reposo y<br />

A eso de las cinco de Ia tarde Guerrero mandó que<br />

nsilaran los de la, escolta que deLian acompaiar1o,<br />

cornpesti de ur1os veinticinco hombres que era tcdo<br />

to que necesitaba para la fácil comision que se habia<br />

encomenddo. Los demas tenian que moverse a la<br />

media noche para que quedara oculto el rnovimir to<br />

al enerngo si era que tenia cerca de ellos agunos<br />

exploradores.<br />

La despedida fué corta pero expresiva. Guerrero<br />

les recomendó a todos la mayor prudencia y que por<br />

nada hicieran frente al enemigo, sino era en ci caso<br />

de s-rprender un destacamcnt en que hubiera la evidencia<br />

de vencerlo para aoderarse de sus rfluniCiOnes<br />

que era por entonces lo que mas necesitaban. A<br />

mayor abundarniento todos juraron liclelidad a la santa<br />

causa que delendian pot la cual pertcerian antes<br />

clue rendirse, sin manifest-ir ci menor signo de fiaqueza.<br />

Guerrero no tuvo que andar mas quc unas cuatro<br />

ó cinco leguas, pernoctando al borde de un arroyo en<br />

donde habia suficiente pastura para los caballos. Per- -n


LEVENDAS EIISTORECAS. 173<br />

mitió que desensillara la mitad de la fuerza mientras<br />

la otra mitad estaba con brida en mano, y muy de<br />

mañana siguió su camino con direccion a lo mas espeso<br />

de las montañas.<br />

Cuando Guerrero propuso su plan y en consecuencia<br />

de 61 siguió aquella direccion, era porque ya sabia<br />

perlectamente cuál era el lugar que ofrecia más<br />

seguridades para hacer de él una fortaleza inexpugnable,<br />

asI es que sin vacilación se dirigió al grupo de<br />

ásperas montañas que rodean un cerro que Ileva pot<br />

nombre "Barrabás." Para ascender a la ciipide tenian<br />

que seguirse escarpados senderos, siendo impos.ible<br />

en muchos lugares subirlos a caballo, no solo<br />

por ]as grandes moles de piedras que los interrumplan,<br />

sino por los profundos abisnios que los cortaban.<br />

La primera subida fué verdaderame.nte fatigosa para<br />

la gente que aconpa?iaba a Guerrero, habiéndosele<br />

iricorporado en el camino más de trescientos hombres,<br />

en su mayor parte armados con fusiles viejos y<br />

lanzas; pero a los pocos dias empezaron a practicar<br />

veredas, que mas bien parecian para pájaros, incrustadas<br />

en las montañas.<br />

Una vez que fi.ié reconocido pot Guerrero el cerro<br />

de Barrabás, y que le eRcontr(S las ventajas que se<br />

proponia, mandó fortificar los puntos que consideró<br />

más convenientes, dejando en la cüspide una plaza<br />

bastante espaciosa para establecer fundiciones y fábricas<br />

necesarias para armas, monedas y municio .<br />

-nes.


174 LEVENDAS IIISTORICAS.<br />

Por supuesto que no fué tan fácil hacer todas aquehas<br />

coas entónces como decirlo ahora en que tarnbien<br />

se tendrian que vencer enormes dificutades pai-a<br />

repetirlas: todo tenia el caudillo del Sur que irselo<br />

proporcionando poco a poco y con grandes esfuerzos,<br />

desde ]as personas que tuvieran una mediana inteligencia<br />

para manejar los metales y saber dirigir Jos<br />

parapetos, hasta el plomo y ci azuire para construir<br />

l parque. Y sucedia que como entónces tanto los<br />

cartuchos de los realistas como los de los insurgentes<br />

estaban forrados de papel y se consumian grandes<br />

cantidades en los diarios encuentros, tenian que<br />

echarse mano hasta de los archivos, habiendo desaparecido<br />

asi los docurnentos más preciosos, tanto de<br />

aquella época corno de todas las anteriores.<br />

Tales dificultades hacen comprender que la fortificación<br />

del cerro de Barrabás no fué obra de un dia<br />

1-ii de una semana sino de variQ meses, durante los<br />

que se estuvieron acurnulando aill con tanto sigilo como<br />

paciencia cuantos vIveres pudieron recogerse en<br />

las Ilanuras, asI corno cuanto servia at objeto que se<br />

habian propuesto, que fué levantar una fortaleza arti-<br />

Ilada y con todos los elernentos de guerra que fuera<br />

posibie almacenar ailL supuesto que ésta debia ser el<br />

centro de las operaciones que iban a emprenderse y<br />

el cuartel general es to sucesivo de la revoluci6n, ci<br />

asiento del gobierno y del Congreso y tal vez el punto<br />

de partida para realizar mas tarde una invasion general<br />

at centro de la Nueva Espaia.<br />

Todo esto se flguró Guerrero luego que vió perso-


WIP-<br />

LEVENDAS 1!ISTORICAS. 175<br />

iialmerte las ventajas que ofrecia aquella posición,<br />

que Si bien le era conocida corno cada uno de los nncones<br />

del Sur, no habia Ilegado a fijarse bien en ella<br />

ni ménos a estudiarla para el objeto a que ahora era<br />

destinada. For ci lado de Ia Costa no podia ser atacada<br />

porque ]as tierras aquellas eran pantanosas y<br />

rnortfferas, y por el lado opuesto se encontraban hondos<br />

abismos y el rio Mescala que ponia un balladar<br />

infranqueable a todos los caminos.<br />

En el caso de que los realistas acometieran la temeraria<br />

empresa de querer apoderarse del cerro de<br />

Barrabás, cada peña seria un obstáculo para ellos y<br />

necesitarian de un poderoso ejército a.vesado a la gue.<br />

nra de montaflas que aun asi podia ser destruido, por<br />

2 6 300 hombres que defendieran la plaza, en la cual<br />

habia vIveres, agua y todo lo necesario para sostener<br />

un bloqueo de muchos méses.<br />

Cuando Guerrero estuvo un poco satislecho de su<br />

obra, que aunque no estaba aun concluida iba en ca<br />

mino de serb, cscribió a sus subalternos que operaban<br />

con buena suerte en Ia Costa de Coahuayutla, diciéndoles:<br />

"Por mi parte he cumplido con la rnisión<br />

que me inipuse, encontrando una posiciOn que considero<br />

inexpugnable y que puede servir de punto de apoyo<br />

a nuestras operaciones militares, se encuentra en<br />

Ia cordillera que separa de la costa al rio Mescala y<br />

para Ilegar a la cumbre que es fértil y de un clima saludable,<br />

hay que vencer muy grandes obstácubos. Ya<br />

tengo establecidas las fundiciones y todo cuanto se<br />

necesita para que podamos prepararnos a enipei'iar<br />

coinbates foriales con el enemigo."


176 LEVENDAS ItISTORICAS.<br />

Chivilini, Urbizo, Montes de Oca, Martinez y los<br />

demás capitanes de Guerrero que se habian esparcido<br />

por la Costa reclutando gente, reuniendo armas y<br />

haciéndose de toda clace de recursos, le contestaron<br />

aplaudiendo sus patrióticos esfuerzos y comunicándole<br />

10 que ellos por su parte habian avanzado en las<br />

delicadas comisiones que babian recibido; porque no<br />

era el trabajo principal entónces reunir gente sino saber<br />

coriservarla, evitando los encuentros desiguales<br />

que siempre eran desastrosos.<br />

Parecia, pues, que todo iba perfectamente, renacIendo<br />

en aquel grupo de valientes nuevas esperanzas;<br />

pero los realistas que no tenian pot- entónces otro<br />

punto de mira, azuzados por ci gobierno, comenzaron<br />

de nuevo con ma' s actividad sus operaciones, estrechando<br />

cada vez mas el gran cerco que les iban po.<br />

niendo hasta dejarlos limitados a la zona que ocupa-.<br />

ban en la que comenzaron de nuevo los combates, la<br />

mayor de las veces desventajosos para los independientes.<br />

Guerrero vió aquello no sin alguna alarma y se decidió<br />

a salir de su fortaleza con la gente mejor que<br />

tenla, dejando aili solo den hombres para resguardo<br />

de La posicion y de las inuniciones, é hizo un llamamiento<br />

a los que Ic obedecian para que. reuniéndose<br />

en un punto dado a las márgenes del Mescala obraran<br />

de concierto sobre ci coronel Marron, que con<br />

una brigada de 500 hombres era ci que más les acosaba.<br />

El caudillo del Sur habia echado sus câlcuios<br />

y creia reunir algo más de mil hombres, para con


Lcyendas<br />

1<br />

).-<br />

14depe udencla<br />

iv<br />

Al cerro d. Barrab.


LEYENDAS HISTOR1CAS.<br />

177<br />

.ellos dar un golpe que pudiera mejorar su situación y<br />

tat vez abrirle znás amplios horizontes.<br />

Llegó en el dia seüalado al punto que fijó, viendo<br />

con extrañeza que ninguno se habia presentado. Al<br />

otto dia fué cuando se le presentaron siete dispersos<br />

y entre ellos Un oficial.<br />

- Pues qué ha pasado? preguntó.<br />

._-Seuior, contestó ci oficial, que hemos caido en<br />

una emboscada del enemigo é ignoro la suerte de mis<br />

compaer05.<br />

Poco despues supo que los restos que habian sat.<br />

vado Chivilini y Araujo se habian dirigido con rumbo<br />

a Valladolid.<br />

—Al cerro de Barrabás! dijo a sus soldados.<br />

E inmediatamente se pusieron en marcha. Teniati<br />

que hacer tres dias para ilegar a aquella profunda<br />

montaia; pero se propusierOn ilegar en dos dobla'ndo<br />

las marchas.<br />

Vano<br />

intento! Al segundo dia se encontró ci ge-<br />

neral a uflOs dispersos que venian tambien de aquel<br />

puntO.<br />

—Qué hay? que ha sucedido? les preguntó Gue-.<br />

rrero.<br />

—Seuior, el cerro de Barrabás ha sido tornado por<br />

ci teniente coronel D. José Antonio Echauri.<br />

—Mala suerte tenemos, dijo Guerrero. pero no hay<br />

que desalentarse. Vamos ahora a comenzar de nuevo1

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