GUÍA DE BUENAS PRACTICAS

economía mundial menos depredadora, menos lesiva de los derechos humanos,
más sostenible e incluyente y participativa.
Su objetivo, como hemos indicado, es fomentar el compromiso empresarial
de respeto a los derechos humanos en sus normas laborales y también la
defensa de un desarrollo sostenible, a través de los nueve principios expuestos,
más el décimo relativo a la corrupción. Se calcula que varios cientos de
empresas en el mundo ya lo han suscrito. Ernst Ligteringen, Director ejecutivo
del Global Reporting Initiative (GRI) estima que más 700 empresas en todo el
mundo se someten voluntariamente a la evaluación de este organismo
internacional. 22
El reto de la responsabilidad social empresarial radica en que es una
actitud y tener esa actitud o no es una acto voluntario de las empresas, la
evaluación formal es un trámite voluntario que incidirá a lo largo de los años, de
tal manera que sea el propio mercado, es decir los mercaderes (empresarios,
ciudadanos y consumidores) los que lentamente, debido a un incremento de la
conciencia social y ética, vayan decidiendo y seleccionando a aquellas empresas
que cumplen con sus responsabilidades sociales y rechazando a aquellas que
siguen violando los derechos humanos, esquilmando y destruyendo los recursos
de la tierra.
Aunque el aceptar voluntariamente ser auditado por el GRI no indica que no
se tenga un comportamiento social responsable, sin embargo, para hacernos
una idea del desafío al que nos enfrentamos, el número de empresas del mundo
puede superar la decena de millones, de las cuales sólo 700 han aceptado
expresamente revisar su gestión y actuación de acuerdo con los diez principios
de responsabilidad social empresarial.
Ante la pregunta de Geroge Kell de si las empresas son parte de la solución
o parte del problema, tenemos que afirmar que tienen necesariamente que ser
parte de la solución. Hasta ahora una gran cantidad de estas empresas son
parte del problema.
Ante este desafío de lograr a nivel planetario un desarrollo sostenible, la
Unión Europea lo define como:
“El desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin
comprometer la capacidad de las futuras generaciones para
satisfacer sus propias necesidades”. 23
La contribución de la empresa al desarrollo sostenible se queda, sin
embargo, en un estadio de voluntariedad, que va a depender de la actitud y de
los valores éticos y sociales del emprendedor. El “Libo Verde para la
responsabilidad social de las empresas” de la Unión Europea insiste en el
concepto de voluntariedad cuando dice que:
“La mayoría de las definiciones de la responsabilidad social de
las empresas entienden este concepto como la integración
voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones
22
Ernst Ligteringen: “El mercado valorará que una empresa audite su RSC”. Entrevista publica
en Cinco Días el 2 de octubre de 2006.
23
European Commission: Libro Verde “El espíritu empresarial en Europa”. COM (2003) 27,
enero de 2003.
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