SERVIDORES DEL PLAN DIVINO - Heliotropodeluz

persona común, parecerá que sólo se influencia el plano físico. Sin embargo, ésta es sólo
una parte del servicio total del Servidor, como cualquier buen clarividente testificará.
Las vidas temporalmente separadas (o los representantes fragmentados del alma-grupal)
procuran tomar la encarnación en un tiempo razonablemente corto de otros que han sido
asignados a la misma tarea grupal para que, como personalidades individuales, puedan
juntarse finalmente sobre el plano físico para trabajar juntos hacia ciertos fines del
grupo*. Estos grupos de Servidores comprometidos encarnan vida tras vida y atraviesan
experiencias preparatorias similares en preparación para la consumación final de su
trabajo colectivo extendido. Lazos de afinidad forjados entre almas-grupales (que
encarnan como personalidades múltiples) a lo largo de muchas vidas pueden unirse tan
fuertemente que serán incapaces de mal interpretarse o desconfiarse entre ellos cuando
las pruebas del trabajo mayor, su trabajo destinado, se les presenten en el futuro. El hecho
único e importante que los individuos reunidos son devotos en servicio al Plan Divino,
domina a todas las otras consideraciones, y el grupo de esta manera se magnetiza
conjuntamente para que pueda desempeñar aquel servicio sobre la Tierra como un sólo
cuerpo enfocado y unido.
* Hay varias permutaciones de este modo y orden de encarnación de almas-grupales que ha atravesado los
milenios y podría abarcar muchos planetas distintos y densidades como una parte integral de la tarea global
del grupo. Sin embargo, el método aquí descrito representa una tendencia general, y uno que es
particularmente aplicable durante la presente y culminante fase de la misión colectiva de los Servidores
sobre la Tierra.
La reunificación sobre el plano físico de las personalidades pertenecientes al alma-grupal
facilita la restauración de una conciencia unida la cual es tan completa y tan perfecta, que
los individuos no se ven unos a los otros meramente como amigos cercanos, ni siquiera
como hermanos y hermanas espirituales, sino como aspectos de una entidad
multifacética, una mente de servicio. Debido a su alineación colectiva con la Ley del
Amor y del propósito Inteligente, cada servidor individual coopera conscientemente con
todos los otros en el grupo para el beneficio del mundo. Viviendo en y para la Verdad y la
rectitud, todos los miembros habitan en franqueza absoluta, no condicionados por el
ambiente Terrenal usual del miedo, la desconfianza y el ensimismamiento, y se expresan
desde un lugar de contacto espiritual impasible, el cual impulsa naturalmente su
dedicación al bien del grupo así como al progreso espiritual de la humanidad. Tal
expiación grupal (en donde yace el secreto de la telepatía) crea una plataforma fuerte y
estable, desde la cual cada persona o grupo dentro de la comunidad puede servir a su
nivel y expresión preferida, así reteniendo su individualidad mientras simultáneamente es
capaz de absorber ligeramente la fuente colectiva del amor, del conocimiento y de la
vitalidad espiritual que apoya y consolida a cada miembro en su línea elegida del
servicio.
A medida que los servidores se reúnen una vez más en lo que es para ellos un espíritu
familiar de propósito unido, naturalmente comienzan a evocar fuerzas poderosas para la
bendición del mundo, y así demostrar algo del gran potencial espiritual que está
disponible actualmente a todos los grupos unificados que elijan servir al Plan Divino. Los
Servidores despiertos, como formación enfocada de grupo, tienen la habilidad de
canalizar las oraciones de la humanidad a través del corazón del grupo y hacia las esferas