SERVIDORES DEL PLAN DIVINO - Heliotropodeluz

exhiben hoy día un espíritu sintetizador, siendo capaces de unir la diversidad de opinión y
carácter, capaces de reunir a su alrededor los elementos más desemejantes y combinarlos
en un conjunto colectivo y funcional para el mayor bien posible.
El Velo del Olvido
CON LA RARA EXCEPCION DE ALMAS MUY AVANZADAS, los eventos de la
existencia prenatal de uno, son raramente recordados. El plano físico es el único plano del
olvido, y esto ha sido impuesto a través del tiempo sobre la conciencia de la tercera
densidad por aquellas condiciones inherentes a la “Caída”. La humanidad reencarnante,
por lo tanto, necesita madurar y crecer por medio de nuevas decisiones tomadas en cada
nueva encarnación sin recurrir a las experiencias reales de vidas pasadas. Decisiones
prudentes tomadas en la nueva encarnación, sin embargo, conducirán eventualmente a la
completa liberación de la necesidad de más experiencia en la tercera densidad. Tal
emancipación de la difícil pero necesaria y remunerante experiencia de vida del plano
físico ha sido denominada en el pasado por algunas escuelas espirituales como
“Liberación”, y denota un ascenso no obligatorio desde el denso mundo material y un
adelanto favorable en la corriente eterna del desarrollo espiritual.
Ahora, todos los Servidores que hayan elegido encarnar físicamente sobre la Tierra
(incluso aquéllos que se encuentran aquí por primera vez) deben adherirse a las leyes del
plan físico, y así durante las etapas tempranas de su encarnación corporal también están
sujetos al olvido. Esta es otra de las muchas cargas que los Servidores respetuosamente
aceptan como factor inherente en su descenso voluntario dentro de los campos vibratorios
de la existencia en tercera densidad. El velo del olvido está diseñado para enmascarar la
memoria de sus orígenes, el propósito en la Tierra, conciencia elevada, etc., hasta el
grado necesario para que ellos experimenten plenamente la típica condición humana.
También les depara el camuflaje necesario hasta que sea el momento del reconocimiento
público. Sin embargo, el velo no inhibe todas sus sensibilidades, y esta es la razón por la
cual la mayoría de los Servidores se sentirán alienados dentro de la sociedad hasta cierto
grado, porque ellos perciben que en la vida hay mucho más de lo que la humanidad está
consciente.
El velo personal impone ciertas restricciones sobre el alma que frecuentemente sirven
para evocar patrones comunes a lo largo de la vida de los Servidores. Este patrón incluye
a menudo pruebas y desafíos que podrían producir una fricción considerable y aflicción
para los Servidores, hasta que sus circunstancias sean mejor comprendidas, en cuanto
penetren el velo hasta cierto grado. Generalmente, las dificultades se repetirán hasta que
los Servidores hayan aprendido las lecciones necesarias por vía de su encarnación física y
así califiquen para que asistan a la humanidad compasivamente. Una de las distinciones