El Fenómeno de Simulación en Adolescentes que Reportan Ser ...

INVESTIGACIÓN
[Año]
INTRODUCCIÓN
L
MACARENA PRADENAS REBOLLEDO **
a agresión sexual como materia de análisis y estudio nos lleva a
necesariamente a establecer cuándo se ha transgredido la intimidad
en la esfera de la sexualidad de una persona.
Sin duda, el sistema judicial –tras la denuncia– requiere comprobar
la veracidad de los dichos de una persona para lograr establecer que
existió delito; como resultado la ‘presunta víctima’ necesariamente debe
pasar por una serie de evaluadores (médicos, psicólogos, psiquiatras,
policías, profesores, inclusive) que lo único que promueven es una revictimización.
Aquí aparece la psicología forense, rama de la disciplina psicológica,
que surge como punto de convergencia entre el espacio privado y el
espacio público, cuyo quehacer contribuye a la confirmación o prueba
del delito y, por ende, ayuda a reparar en parte el daño. En este contexto,
con el fin de incrementar la eficacia de su labor, es que surge la
necesidad de estandarizar una metodología de evaluación. Este importante
objetivo se consigue con la utilización de una línea de
investigación alemana, cuyo principal exponente es Udo Undeutsch
* Resumen de una investigación presentada en el Congreso de Psicología Criminológica,
Jurídica y Forense, llevado a cabo en Acapulco, México, en octubre del año 2006.
** Psicóloga, Universidad La República. Magíster© en Psicología Clínica, Universidad de
Santiago de Chile. Profesional del Centro de Investigación y Desarrollo Policial
(CIDEPOL) de la Policía de Investigaciones de Chile.
Academia Superior de Estudios Policiales.

(1967, en Fabian 2001) quien fue el primero que explicitó la hipótesis
sobre diferencias cualitativas entre testimonios reales y aquellos basados
en hechos imaginarios (en Miotto, 200 ib). Así, son Steller y
Kohenken (1989, en Miotto, 2001) quienes proponen 19 criterios de
veracidad del relato (CBCA). Este método se enmarca en un sistema más
amplio que asegura la validez de la obtención de información (SVA),
usado por éste y permite establecer criterios de verosimilitud a partir de
los siguientes puntos:
1. Dichos creíbles, es decir, la observación clínica del peritopsicólogo
resulta concordante con lo relatado por la persona evaluada.
2. Dichos no creíbles, es decir, la observación clínica del peritopsicólogo
será discrepante con lo relatado por el evaluado.
Se establecen, además, instancias para señalar que los dichos son
medianamente creíbles o que faltan antecedentes para pronunciarse
respecto de los mismos.
Ahora bien, si los dichos de la presunta víctima cambian entre una
instancia de consulta y otra, podemos hipotetizar que estamos frente a
un fenómeno de retractación, pero si son similares en tiempos distintos
pero no son congruentes con la observación clínica del perito-psicólogo,
se está ante la presencia de una simulación.
Con el fin de aproximarse al fenómeno de simulación en delito
sexual, se realizó un estudio de casos evaluados con una metodología
clínica pericial en el Servicio Médico Legal, entre los años 2000-2003.
Para esto se utilizó un diseño exploratorio, retrospectivo de tipo cualitativo
cuyos objetivos fueron:
1. Determinar la proporción de casos de simulación con respecto a
los casos valorados como veraces.
2. Determinar la existencia de variables asociados en los casos periciados
que han dado como resultado simulación en delito
sexual.
Como consecuencia de esta investigación, en que se relacionaría el
acto de la simulación en delito sexual a la existencia de variables de tipo
familiar, surge la necesidad de profundizar en los resultados encontrados
y siguiendo en la búsqueda de la etiología de la simulación, de
acuerdo a la conclusión obtenida, es que surge la pregunta respecto a
Revista Estudio Policiales Nº 1, diciembre de 2007.

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qué caracterrísticas
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que simula uun
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Por otrra
parte, el de elito sexual ess
perpetrado en ausencia dde
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dar ccuenta
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y su víctimma.
La adollescencia
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conlleva caambios
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a la imperiosa neecesidad
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tiene la ca apacidad de elaborar juiccios
socio-moorales
y
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de su imputaación.
ANTECEDEENTES
El iniciio
de la Refor rma Procesal Penal conllevva
nuevas exiigencias,
en lo que reespecta
al trab bajo del psicóllogo
forense. “Es en este esscenario
donde cadaa
protagonista
representa su propio ppapel:
el acussado
de
acusado, el testigo de tes stigo, el peritoo
de perito...” ” (Romero, 19993).
De
Academia Supperior
de Estudioss
Policiales.

esta formaa
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RESULTAADOS
Revista Estudiio
Policiales Nº 1, diciembre d de 20077.

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Los resultados obtenidos apuntan a entender el fenómeno como la
emergencia de algo complejo, que sobrepasa un análisis superficial
tendiente a señalar a una adolescente histérica con deseos de libertad y
‘en situación desesperada’ cuya actuación surge como un acto premeditado.
En ese sentido, se postula a una familia tensionada a tal punto que
la emergencia de la simulación aparece como ‘natural’, desprendida de
los acontecimientos previos e infructuosos para reestablecer una armonía
relacional, y es en ese lugar donde la creencia de que la joven ha
sufrido una agresión sexual resulta homeostática para el sistema, o más
bien tendiente a reestablecer una homeostasis perdida en la rigidización
de una crisis familiar sin resolver.
Asimismo, en virtud de lo recién expuesto y volviendo a la pregunta
de ¿cuál es el límite de la conflictiva?, las consecuencias de la simulación,
con respecto a si se ha resuelto la conflictiva conyugal, se
desconoce, sin embargo, es posible postular la posibilidad de que no sea
así. En tal caso considerando que una simulación negativa, en sí misma
se constituye en un extremo- aparece la inquietud sobre qué existe, en el
intento de resolver un conflicto, luego de la demanda por abuso sexual,
en un momento donde se ha recurrido a todas las instancias y éstas no
han podido dar las respuestas que la pareja necesita —o que quiere oír-
dejando una sensación de impotencia e indefensión en ella.
Por otra parte, en el caso de simulación positiva, se observa la misma
problemática pero en sentido inverso. En un sistema donde el
maltrato alcanza niveles tan evidentes que resulta visible para la comunidad,
en una familia tendiente a la minimización del conflicto y donde
las instancias judiciales se instrumentalizan como reguladores de éste,
la agresión sexual de los menores no aparece como la peor alternativa.
De acuerdo a esto, surge la misma pregunta acerca de hasta qué
límite se llevará el conflicto y su tendencia a minimizar. En este caso, el
límite fue impuesto socialmente, toda vez que las jóvenes tendieron a
mostrar su “drama” ante pares o profesores.
En otro sentido y con respecto a la categoría de Simulación con
Desplazamiento de Autor, se distingue este fenómeno como totalmente
diferente en su etiología a las categorías antes mencionadas. Si bien
comparten las características de un menor de edad en situación de
desprotección dentro de su núcleo familiar, que por definición debiera
cumplir ese rol, su origen corresponde más bien a un tipo de familia
transgeneracionalmente perturbada, lo que imprime en esta categoría
una trama aún más compleja donde se incluyen urdimbres familiares
Academia Superior de Estudios Policiales.

que dan ccuenta
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Revista Estudiio
Policiales Nº 1, diciembre d de 20077.

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Del total de los nueve casos, el 52% relata haber sido víctima de un
delito sexual, no obstante, el perito-psicólogo no encuentra indicadores
de que esto haya ocurrido, a esta categoría se denominó simulación
negativa.
En un 22% de los casos el perito-psicólogo encuentra indicadores
de una agresión sexual y no existe un relato que vaya en ese sentido, a
esta categoría se le denominó como simulación positiva.
En el 11% restante, el perito-psicólogo evalúa la presencia de indicadores
de agresión sexual que concuerdan con el relato de la persona
evaluada, pero con respecto a la persona imputada no se encuentran
indicadores para valorar este aspecto del relato como veraz, a esta
categoría se le denominó simulación con desplazamiento de autor.
En la categoría de simulación negativa, la totalidad de los casos son
de sexo femenino y denuncian un episodio único.
Al momento de la devolución de los resultados de la pericia, lo que
implica indicarle a los adultos responsables (las madres) que no se han
encontrado indicadores de abuso sexual, éstos insisten en que el hecho
sí ha ocurrido y atribuyen la incongruencia entre la conclusión del
perito-psicólogo y lo relatado por sus hijas a incompetencia del perito o
bien a falta de información entregada por las menores (fallas de memoria),
es decir, no aceptan la devolución.
DISCUSIÓN
Como está dicho en el título de esta investigación, los casos que
componen la muestra de simulación en delito sexual, resultan ser adolescentes
(13 a 16 años), esto implica que están al cuidado de sus padres.
En ese sentido, el rol parental incluye, dentro de sus funciones de
crianza, la socialización, protección a los hijos, cuidado, educación,
entrega de participación en las decisiones familiares, entregar libertad
–de acuerdo a la edad– para investigar y crecer y adaptabilidad del
sistema a las distintas etapas de la vida de los hijos.
Si observamos que la simulación en delito sexual –positiva y negativa–
en sí constituye un límite de un conflicto de pareja, quiere decir
que han ocurrido intentos previos para zanjar las dificultades que enfrentan
los cónyuges. Así, los intentos previos también han fallado y la
pareja ha amplificado su conflictiva incluyendo terceros, los que no
Academia Superior de Estudios Policiales.

están tampoco capacitados para solucionar lo que la conyugalidad no ha
podido. En este escenario la adolescente no recibe la acogida necesaria
de parte de los adultos significativos, se confunde, externaliza la necesidad
de ser “vista” e irrumpe con una acusación de este tipo,
manteniendo la homeostasis del sistema disfuncional donde está inserta,
pero con consecuencias en ámbitos tan distales como ser atendida en
otros sistemas (el educacional por ejemplo). Obtiene atención, acogida,
se victimiza y logra respuesta inmediata a sus necesidades en tanto se
encuentra en la categoría de “vulnerable”; en sentido amplio siempre ha
estado en situación de vulnerabilidad, toda vez que antes no era vista,
pero en la inmediatez de ser una “víctima” es observada para quienes no
existía.
La situación es más compleja aún cuando se promueve la necesidad
de auxiliar a su madre, de una situación “amenazante” para esta figura,
siendo visualizada la progenitora como carente de capacidades de
autodefensa, dentro de un sistema disfuncional familiar que insta al
maltrato de parte de un sujeto agresivo, y que lleva a la joven adolescente
a “salvar” un escenario que vislumbra como de “salvación”, haciendo
una elección entre uno de sus progenitores y estableciendo una alianza,
como única forma de salida frente a agresiones.
Así, se utiliza la vulnerabilidad de una joven, que de acuerdo a sus
características de desarrollo, puede ser altamente influenciable, más
aún en un vínculo cercano que resulta ser tergiversado.
Según lo expuesto anteriormente, la mayor importancia de este
trabajo, radica en la conceptualización y descripción que se ha logrado
hacer acerca del fenómeno de la simulación, en cualquiera de sus categorías,
acreditando así la existencia de dicho fenómeno.
En otro sentido, se distingue como aporte de esta investigación, la
posibilidad que establece en fundamentar un dictamen cuya conclusión
resulte ser una simulación. En ese sentido, éste se constituye en un tema
de gran interés para la disciplina forense, puesto que nos situamos en
un contexto de cambio, donde aparece el Ministerio Público con una
mayor exigencia en el soporte del dictamen, donde en forma posterior,
la defensa ocurrirá en el escenario de un juicio oral.
Por otro lado, la presente investigación trasciende la disciplina forense
situándose igualmente en el campo de la psicología clínica, puesto
que las tres categorías de simulación implican daño emocional en los
menores, en cuya reparación será necesaria la intervención terapéutica.
Revista Estudio Policiales Nº 1, diciembre de 2007.

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Lo anterior no resulta novedoso para las categorías de Simulación
Positiva y con Desplazamiento de Autor; sin embargo, en la categoría de
Simulación Negativa, cuya expresión trasciende de la mera expresión
sintomatológica de la disfunción familiar, esta proposición constituye
un aporte.
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