archivo de contenidos - Ecología Política
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parado, y regulada por una institución específica, el mercado,<br />
que sólo conoce el lenguaje <strong>de</strong> los precios y <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong><br />
compra y venta. Es sólo con la introducción <strong>de</strong>l libre mercado<br />
como entidad reguladora <strong>de</strong> la oikonomia (término que originariamente<br />
no se refería a la crematística —el arte <strong>de</strong> la acumulación<br />
mercantil— sino a la «administración y gestión <strong>de</strong>l<br />
hogar») y la capitalización <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> la biosfera (transformándose<br />
el espacio y las cosas en general en mercancías, en<br />
propieda<strong>de</strong>s privadas) que surge el «pobre» propiamente dicho;<br />
aquel que, al no tener dinero suficiente, no logra acce<strong>de</strong>r a los<br />
bienes y servicios necesarios para existir, ya que el mercado ha<br />
pasado a ser la fuente principal (i<strong>de</strong>almente, la única fuente) <strong>de</strong><br />
estos bienes y servicios.<br />
¿VENCER EL SUBDESARROLLO?<br />
Ahora bien, esta visión equivocada, en la que se confun<strong>de</strong> producción<br />
<strong>de</strong> mercancías con producción <strong>de</strong> riqueza, es la visión<br />
que domina hoy el discurso sobre el <strong>de</strong>sarrollo:<br />
Fue en el día 20 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1949 que el Presi<strong>de</strong>nte Harry<br />
Truman, en su discurso inaugural en el Congreso, llamando<br />
la atención <strong>de</strong> su audiencia sobre las condiciones en<br />
los países más pobres, <strong>de</strong>finió por primera vez a estas zonas<br />
como sub<strong>de</strong>sarrolladas. De repente, se establecía un<br />
concepto aparentemente in<strong>de</strong>leble, comprimiendo la inconmensurable<br />
diversidad <strong>de</strong>l Sur en una categoría única:<br />
los países sub<strong>de</strong>sarrollados. La creación <strong>de</strong> este nuevo término<br />
por Truman no fue un acci<strong>de</strong>nte, sino la expresión<br />
exacta <strong>de</strong> una visión <strong>de</strong>l mundo: para él todos los pueblos<br />
<strong>de</strong>l mundo caminaban en la misma pista, unos más rápido<br />
y otros más <strong>de</strong>spacio, pero todos en la misma dirección,<br />
con los países <strong>de</strong>l Norte —particularmente los<br />
EUA— por <strong>de</strong>lante y los <strong>de</strong>más, con su renta per capita<br />
absurdamente baja, muy por <strong>de</strong>trás. Una imagen que las<br />
socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mercado <strong>de</strong>l Norte habían adquirido paulatinamente<br />
<strong>de</strong> sí mismas fue, <strong>de</strong> este modo, proyectada<br />
sobre el resto <strong>de</strong>l mundo: el grado <strong>de</strong> civilización <strong>de</strong> una<br />
sociedad quedaba indicado por su nivel <strong>de</strong> producción (...)<br />
El imperativo <strong>de</strong> Truman para <strong>de</strong>sarrollarse significó que<br />
DEBATES AMBIENTALES<br />
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19/09/02, 10:19<br />
las socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Tercer Mundo ya no eran vistas como<br />
posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> vida humana distintas e incomparables,<br />
sino que eran clasificadas en una única y progresiva pista,<br />
consi<strong>de</strong>radas más o menos avanzadas según los criterios<br />
<strong>de</strong> las naciones industrializadas <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte (...) Los lí<strong>de</strong>res<br />
<strong>de</strong> las nuevas naciones —<strong>de</strong> Nehru a Nkrumah, <strong>de</strong><br />
Nasser a Sukarno— aceptaron la imagen que el Norte<br />
tenía <strong>de</strong>l Sur y la internalizaron como su autoimagen (...).<br />
La «pobreza» a escala mundial fue <strong>de</strong>scubierta <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
la Segunda Guerra Mundial. Antes <strong>de</strong> 1940 no se trataba<br />
esta cuestión. En uno <strong>de</strong> los primeros informes <strong>de</strong>l Banco<br />
Mundial, datado en 1948-1949, la «naturaleza <strong>de</strong>l problema»<br />
fue <strong>de</strong>limitada como sigue:<br />
Según la agencia <strong>de</strong> estadísticas <strong>de</strong> las Naciones Unidas, la<br />
renta per capita <strong>de</strong> los EUA en 1947 era <strong>de</strong> más <strong>de</strong><br />
1400 US$ (...). Sin embargo, para más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> la<br />
población <strong>de</strong>l mundo, la renta media era menos —y en<br />
algunos casos mucho menos— que 100 US$. La magnitud<br />
<strong>de</strong> la diferencia <strong>de</strong>muestra no sólo la necesidad urgente<br />
<strong>de</strong> aumentar el nivel <strong>de</strong> vida en los países sub<strong>de</strong>sarrollados,<br />
sino las enormes posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> hacerlo (...).<br />
Tan pronto la escala <strong>de</strong> renta quedó establecida, se impuso<br />
or<strong>de</strong>n en un globo confuso: mundos horizontalmente tan<br />
distintos como los pueblos zapotecas <strong>de</strong> México, los tuaregs<br />
<strong>de</strong>l norte <strong>de</strong> África o los rajasthanis <strong>de</strong> la India, podían ser<br />
clasificados juntos, mientras que una comparación vertical<br />
con los países «ricos» exigía relegarlos a una posición <strong>de</strong> inferioridad<br />
casi incalculable. De esta forma la «pobreza» fue<br />
empleada para <strong>de</strong>finir pueblos completos, no por lo que<br />
eran y <strong>de</strong>seaban ser, sino por lo que no tenían y por aquello<br />
en lo que tendrían que convertirse. El menosprecio económico<br />
sustituyó así a la soberbia colonial.<br />
A<strong>de</strong>más, este cambio conceptual justificaba la intervención:<br />
don<strong>de</strong>quiera que la renta baja fuera el problema, la<br />
única respuesta posible era el «<strong>de</strong>sarrollo económico». No<br />
se hacía mención a la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la pobreza pudiera ser<br />
consecuencia <strong>de</strong> la opresión, exigiendo la liberación, o que<br />
una cultura <strong>de</strong> suficiencia pudiera ser esencial para la supervivencia<br />
a largo término ni, aún menos, que una cultura<br />
pudiera dirigir sus energías hacia esferas distintas a la<br />
económica (...).<br />
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