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Preparémonos para la Guerra - PDF Archive

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que me causaron mucho dolor. Busqué al Señor<br />

fervorosamente, pero no me habló sino hasta después de que<br />

el problema se hubo resuelto. Yo no estaba siendo rebelde,<br />

pues más bien mi oración era: "Padre, hágase tu voluntad,<br />

que yo <strong>la</strong> acepto no importa cuál sea". Más tarde el Señor me<br />

mostró que mis emociones .eran tan intensas que no me<br />

dejaban escucharle. Y le pregunté: "¿Qué puedo hacer <strong>para</strong><br />

evitarlo?" Su respuesta fue: "No puedes hacer nada porque<br />

no puedes contro<strong>la</strong>r tus emociones. Lo único que quiero es<br />

que me lo pidas, y yo me encargaré de hacerlo por ti." ¡Qué<br />

respuesta más sencil<strong>la</strong>! Si usted está en medio de<br />

circunstancias emotivas y siente que no puede escuchar al<br />

Señor, quizás se debe a una de estas dos razones.<br />

C<strong>la</strong>ro que el Señor nos hab<strong>la</strong> más mientras más le<br />

hab<strong>la</strong>mos. Es como cualesquiera otras re<strong>la</strong>ciones: [al Señor le<br />

encanta que le hablemos! Hace varios años le pregunté al<br />

Señor qué podía yo, insignificante grano de polvo, hacer <strong>para</strong><br />

ayudarle de algunas manera. Le dije: "Padre, tus cargas son<br />

tan terribles. Tienes que ocuparte del mundo entero y sus<br />

problemas. ¿Es posible que yo haga algo que te proporcione<br />

p<strong>la</strong>cer, o que alivie tu corazón?"<br />

Su respuesta fue: "Sí, háb<strong>la</strong>me, hija mía. Conversa<br />

conmigo. La mayoría sólo me pide cosas. No están dispuestos<br />

a conversar conmigo y a hacerme parte de su diario vivir".<br />

Eso es lo que Dios desea. Dios desea nuestra amistad.<br />

Al realizar nuestras actividades cotidianas, uno<br />

normalmente piensa <strong>para</strong> uno mismo. Empiece en su lugar a<br />

pensar y a conversar con el Señor. Al Señor le interesan los<br />

más insignificantes detalles de nuestra vida y todo lo que<br />

hacemos. ¡No es maravilloso! Jamás le aburre lo que<br />

hacemos. Nunca piensa que lo que hacemos es demasiado<br />

insignificante <strong>para</strong> captar su atención. ¡Eso es más<br />

maravilloso todavía! Al Señor le interesan <strong>la</strong>s costuras de <strong>la</strong><br />

ama de casa. Le interesa que pueda hacer costuras rectas, y<br />

si el<strong>la</strong> no puede, está interesado en ayudar<strong>la</strong> a lograrlo. Dios<br />

nunca se aburre, y nada es demasiado pequeño <strong>para</strong> no<br />

captar su total atención.<br />

La naturaleza toda y <strong>la</strong> creación entera nos enseñan que<br />

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a nuestro Señor le interesan los detalles. Cuando uno se<br />

detiene a observar los increíblemente finos detalles de una<br />

brizna de hierba comprende que al Señor no le molestan los<br />

detalles. El no es como <strong>la</strong> mayoría de los seres humanos, que<br />

se cansan y se ponen impacientes cuando hay multitud de<br />

detalles. Tus <strong>la</strong>bores hogareñas de todos los días no lo<br />

aburren. Esto es muy interesante <strong>para</strong> mí. Una vez le<br />

pregunté a Jesucristo: "¿No te aburrías cuanto estabas en <strong>la</strong><br />

tierra? ¡Tú, el Dios del Universo, metido en un taller de<br />

carpintería haciendo trabajos manuales cuando hubiera<br />

bastado que dijeras una pa<strong>la</strong>bra <strong>para</strong> que aquello se hiciera<br />

instantáneamente!" Su respuesta fue: "¿Y por qué iba a estar<br />

aburrido? Nunca me he sentido aburrido mientras estoy<br />

creando algo. Es más, nunca he estado aburrido".<br />

No vemos el aspecto creativo de nuestro diario vivir. Las<br />

amas de casa ni se dan cuenta de esto. Cuando estás<br />

realizando tus tareas hogareñas estás siendo creativa. Estás<br />

creando un hogar y un ambiente en el que podrás criar<br />

siervos del Rey y en el cual puedes fortalecer a tu esposo <strong>para</strong><br />

que sea un mejor siervo del Rey.<br />

Esto es importante <strong>para</strong> el Señor. No importante cuán<br />

sin importancia parezca lo que hacemos, puede hacerse de tal<br />

manera que glorifique a nuestro Rey.<br />

Hay otra área que a menudo el pueblo de Dios pasa por<br />

alto. Debido a una enfermedad física reciente, mi cerebro no<br />

funciona tan bien como antes. Tengo dificultad <strong>para</strong> recordar.<br />

Casi siempre estoy de prisa y siempre estoy cansada y<br />

siempre tengo más cosas que hacer que <strong>la</strong>s que alcanzo a<br />

hacer. Por eso, he aprendido a depender cada vez más del<br />

Espíritu Santo. A lo <strong>la</strong>rgo del día, al ver <strong>la</strong>s cosas que tengo<br />

que recordar más tarde, simplemente le pido al Espíritu<br />

Santo que me <strong>la</strong>s recuerde. El es tan bueno que lo hace<br />

siempre. Ahora, cuando olvido algo, es culpa mía por no<br />

haberle pedido al Señor que me lo recuerde.<br />

¿No es maravilloso el Señor? Es que no hay otro "ser" en<br />

el universo entero que esté totalmente interesado en todos<br />

los detalles de nuestra vida. No hay un ser humano que esté<br />

interesado en los pormenores de tu vida; cada persona está<br />

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