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varanasi/perez sanz

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en un nutrido reservorio de su trabajo. Este repertorio temático resultó<br />

un campo de interés a partir del amoroso señalamiento de quienes lo<br />

rodeaban: adultos que le hacían prestar atención sobre las singularidades<br />

cromáticas producidas por brillos, iridiscencias y texturas de pétalos,<br />

plumas, cortezas y piedras. 25<br />

Luego de completar la educación secundaria, y en posesión de un riguroso<br />

conocimiento adquirido de profesores de la talla de Aída Carballo, Pérez<br />

Sanz cursó algunas materias en la Escuela de Bellas Artes “Prilidiano<br />

Pueyrredón”. Al mismo tiempo trabajó en Domus, conocido local de<br />

decoración de esos años, mientras absorbía todo lo que sucedía en las<br />

convulsionadas arterias que rodeaban al Di Tella, lugar obligado “porque<br />

muchos de los profesores hablaban de él, algunos bien y otros mal.” Eran<br />

grupos encontrados porque estaban “los que se horrorizaban de lo que<br />

ahí pasaba y los más progresistas, que nos hacían delirar con las cosas<br />

que nos mostraban.” Por supuesto que la Galería del Este fue un lugar<br />

visitado por el joven estudiante en reiteradas ocasiones. El clima festivo<br />

que allí se vivía propiciaba una experiencia de los sentidos: “siempre<br />

había mucho movimiento y resultaba embriagador el aroma de la gente<br />

con los perfumes de la época.” De esta manera, Pérez Sanz invocaba el<br />

visible afán de experimentar con la imagen personal, un hecho notorio<br />

tanto en las actitudes y comportamientos como en la extravagancia<br />

de los accesorios y vestimentas utilizados. Dentro del mismo espacio,<br />

Bijouterie X y Los picacobres eran dos locales dedicados a la venta de<br />

joyería contemporánea que fascinaban al incipiente creador por sus<br />

piezas “distintas a las ofrecidas en las joyerías convencionales”. 26<br />

En 1970, luego de trabajar en su primer taller con objetos que mostraban<br />

un preciso manejo de los metales, Pérez Sanz partió a España con el<br />

objetivo de perfeccionarse. En Madrid cursó estudios en el Real Colegio<br />

de San Fernando y diseñó accesorios para la prestigiosa y reconocida<br />

fi rma Loewe. Fueron dos colecciones compuestas de collares/<br />

gargantillas con guías de metal espiralado donde se engarzaban<br />

piedras y otros elementos como botones encontrados en El Rastro:<br />

“un lugar increíble porque había piezas muy buenas y de diferentes<br />

épocas: azabaches negros, tornasolados, blancos que eran fantásticos<br />

y que nunca más volví a ver.” 27 Luego de dos años retornó a Buenos<br />

Aires y siguió produciendo para diversas casas de decoración hasta<br />

que, en 1973, se trasladó a Rosario. Contratado como encargado del<br />

departamento de diseño de Borgia, importante casa de decoración<br />

de la época, se instaló en la ciudad y comenzó a trabajar en el taller<br />

25 Entrevista personal Julio Pérez Sanz, op. cit.<br />

26 Ibíd.<br />

27 Ibíd. Relato que coincide con la búsqueda de materiales antiguos realizada por Buraglio/Delgrosso<br />

para sus prendas, en sintonía con las miradas hacia el pasado con el fi n de inspirarse<br />

estéticamente.<br />

de diseño y en el montaje de las vidrieras. Tiempo después, se mudó<br />

a Brasil con su mujer –Adelaida Campra– y su pequeño hijo Luciano<br />

hasta que retornó defi nitivamente al país a comienzos de los años<br />

’80. De vuelta en Rosario, comenzó a desplegar en su producción una<br />

estética inconfundible, característica de su trabajo, que resultó el punto<br />

de partida de su consagración. A partir de ese momento, el local de calle<br />

Salta 1861 –el primero que abrió–, se convirtió en testigo del discurrir<br />

de hombres y mujeres fascinados por sus joyas, esculturas y objetos. 28<br />

Artistas y diseñadores<br />

Mariano Fortuny, Sonia Delaunay, Elsa Schiaparelli e Yves Saint Laurent,<br />

en el ámbito internacional y Fridl Loos, Cancela/Mesejeán, Mary Tapia<br />

y Puzzovio/Squirru en el país, son algunos de los ejemplos históricos<br />

que abordaron el campo de la creación de indumentaria y accesorios<br />

desde una visión interdisciplinaria. Los cruces establecidos articularon<br />

combinaciones de materiales novedosos y subversión de las formas,<br />

arriesgadas combinaciones de color y tejidos autóctonos o la inclusión<br />

de la serigrafía, el collage textil y la pintura para la creación de novedosas<br />

texturas y estampados. Frente a otras fi guras que desarrollaron sus<br />

producciones exclusivamente en la plástica o en la moda, se reconoció<br />

en estos creadores la singularidad con que abordaron diferentes objetos<br />

de diseño. El oscilar sin prejuicios entre ambos campos de la creación,<br />

les permitió cuestionar la idea de que la pertenencia exclusiva al ámbito<br />

de la plástica no defi ne, necesariamente, una experiencia estética. 29<br />

Al respecto, y teniendo en cuenta los elementos intrínsecos de la moda<br />

como una industria cultural, 30 debe decirse que la impronta compartida<br />

por Varanasi y Pérez Sanz se ha caracterizado por un abordaje plástico<br />

y espacial donde el cuerpo se considera un soporte estético más allá<br />

de estaciones y temporadas. La singular manera en que combinan<br />

materiales, formas y colores demuestra el conocimiento adquirido en<br />

carreras como Arquitectura y Bellas Artes y se trasluce en el devenir<br />

de sus trayectorias. Por ello, fueron tempranamente convocados por<br />

galerías y museos para exhibir sus creaciones en el marco de muestras<br />

y desfi les impactantes, ya sea de forma individual o conjuntamente. Sin<br />

28 En este lugar se encuentra actualmente Varanasi. Recorrer el local permite advertir el diálogo<br />

que se instauró siempre entre ambas fi rmas, por ejemplo, resulta muy sugestiva la interacción<br />

establecida entre la taracea geométrica de los pisos, realizada por Pérez Sanz a partir de la<br />

yuxtaposición de diferentes mármoles, y los planos constructivos de la molderías esbozadas<br />

por Buraglio/Delgrosso para sus prendas.<br />

29 MICHAUD, Yves, op. cit.<br />

30 “Para comprender la moda es necesario trascender el argumento de la estética pura, puesto<br />

que lo que se defi ne y reconoce como «moda» es el producto de una cadena de actividades,<br />

económicas y culturales, así como estéticas.” ENTWISTLE, Joanne, El cuerpo y la moda, Barcelona,<br />

Paidós, 2002, pág. 265.<br />

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