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de recuperación de la demanda y aumento de los salarios<br />
reales, una nueva crisis comenzaba a gestarse. Los ciclos<br />
de stop and go presentaron esta dinámica hasta la década<br />
del setenta.<br />
A partir de la década del setenta y fundamentalmente<br />
en los noventa, los ciclos de stop and go continuaron<br />
pero con algunos cambios. El go (fase de crecimiento)<br />
que terminaba con la escasez de divisas producida por el<br />
déficit comercial, ahora podría prolongarse por medio del<br />
ingreso de capitales.<br />
De esta manera, el superávit de la cuenta financiera (ahorro<br />
externo) financiaba el déficit comercial retrasando el<br />
proceso de estrangulamiento externo. Bajo esta versión<br />
el stop no se produjo con una devaluación del tipo de<br />
cambio sino mediante el desempleo/recesión producto<br />
del atraso cambiario y por medio del endeudamiento externo.<br />
Un futuro diferente<br />
Durante los últimos años nuestro país presentó una marcada<br />
mejoría en sus términos de intercambio, principalmente<br />
a través del aumento de los precios de nuestras<br />
exportaciones pero también por la tendencia decreciente<br />
de los precios de los productos que importamos (hasta el<br />
2004). Este comportamiento fue muy marcado durante la<br />
década anterior y tiene como principal factor explicativo<br />
al dinamismo de las economías Asiáticas de desarrollo<br />
tardío.<br />
En este contexto, el período post-convertibilidad es inédito<br />
en las últimas décadas en cuanto a la coexistencia<br />
de un fuerte crecimiento económico y un superávit de<br />
cuenta corriente. Este proceso tuvo lugar por primera vez<br />
desde la posguerra. Durante este período, nuestra economía<br />
experimentó una prolongada marcha (go) gracias al<br />
excelente desempeño del sector exportador sin la escasez<br />
de divisas que generara una contramarcha (stop).<br />
El buen desempeño exportador se encuentra muy vinculado<br />
al complejo agroindustrial sojero. Argentina es el<br />
principal exportador de harina y aceita de soja a nivel<br />
mundial con un destino diversificado, y se ubica en la<br />
cima en cuanto a competitividad y eficiencia siendo el<br />
país con mayor capacidad diaria de procesamiento.<br />
Los fundamentos de estos buenos términos de intercambio<br />
no son transitorios. La incorporación de 3 mil millones<br />
de personas a las clases medias en las próximas dos<br />
décadas (85% en Asia - OECD) y sus implicancias en los<br />
cambios alimenticios, junto con el crecimiento de la producción<br />
agrícola por debajo del aumento de la demanda<br />
indicarían la no transitoriedad de los buenos términos de<br />
intercambio.<br />
En el mismo sentido, las últimas estimaciones del USDA<br />
proyectan un aumento del 51% en el consumo total de<br />
soja por parte de China en los próximos 10 años, lo que<br />
equivaldría a un incremento de más de 30 millones de<br />
toneladas en sus importaciones.<br />
Desafíos<br />
Este nuevo mundo le brinda a nuestro país la oportunidad<br />
de crecer los próximos años eludiendo la restricción<br />
externa de las décadas anteriores. Los buenos términos<br />
de intercambio continuarán aunque con alta volatilidad<br />
dada la coyuntura internacional. Además, como resultado<br />
de la reestructuración de la deuda y el fuerte crecimiento<br />
económico de los últimos años, la carga de intereses ya<br />
no forma parte de la restricción externa.<br />
El 2012 dejará nuevamente un superávit del balance comercial.<br />
El componente estructural que determinaba la<br />
escasez de divisas durante las décadas anteriores no<br />
tiene lugar en los últimos años. Sin embargo, la fuerte<br />
salida de capitales (ya sea a través del atesoramiento de<br />
dólares o por medio del giro de utilidades por parte de<br />
las empresas), absorbe cada vez una mayor proporción de<br />
las divisas generadas por el sector exportador. En 2011,<br />
el Banco Central perdió más de 5.000 millones de dólares<br />
de reservas para financiar dicha fuga.<br />
Nuestro país necesita aprovechar esta oportunidad y trabajar<br />
fuertemente para disminuir la salida de capitales y<br />
la demanda de dólares por parte del sector privado. La<br />
escasez de dólares ya no tiene un componente estructural<br />
como en el pasado, sería una picardía autogenerarnos<br />
una situación como esta y desaprovechar esta nueva<br />
oportunidad de dejar atrás los ciclos de stop and go.<br />
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