La adopción nacional

y maestros. Sin olvidarnos de que es importante ejercitar en los padres habilidades de solución
de conflictos, para que puedan educar de manera correcta a los menores.
Problemas y estrategias en la post-adopción
Centrándonos en la fase posterior al proceso de adopción, son muchas las necesidades que
adoptantes y adoptados presentan después del proceso. Las áreas de problemas más
frecuentes tienen que ver con temas jurídicos, de salud, de desarrollo, de problemas de
conducta, de dificultades en relación con el apego, de temas que tienen que ver con las
pérdidas, de comunicación sobre adopción y de búsqueda de orígenes. Mientras que, como es
lógico, los temas jurídicos son abordados por juristas y los temas de salud por pediatras, los
profesionales de la psicología tienen un protagonismo muy especial respecto a todos los
demás asuntos, en algunos de los cuales intervienen también los profesionales del trabajo
social (Palacios, J., 2009).
Asimismo, pueden aparecer problemas relaciones con el desajuste de emociones e
incongruencias en el proceso educativo con la pareja o hacia el menor, dando paso a un
sentimiento de “decepción” o tristeza en algunos padres. Los investigadores han bautizado
este fenómeno como “síndrome de depresión post adopción”, y puede ocurrir al cabo de unas
pocas semanas a partir de la finalización de la adopción. Las realidades de la paternidad,
incluyendo la rutina, la falta de sueño (para los padres de bebés o niños con problemas del
comportamiento o del sueño), y el peso de las responsabilidades paternas pueden ser
abrumadoras (Child Welfare Information Gateway, 2011). Esto podría conducir a dificultades a
la hora de formar lazos afectivos con el niño y podrían cuestionar sus habilidades de crianza.
En algunos casos, la depresión se resuelve por sí misma, a medida que el padre o la madre se
adapta adecuadamente a la nueva vida. Por el contrario, en caso de que la depresión dure más
de unas semanas o interfiera con la capacidad del individuo de criar a su hijo, sería
recomendable la ayuda profesional, así como el apoyo de sus más allegados. En esta situación,
deberían llevarse a cabo estrategias relacionadas con la mejora de autoestima y autoconfianza
para asumir de manera adecuada el papel de padre o madre. Todas estas dificultades pueden
crear en las familias problemas de autoestima o autovaloración. Puede ser que el hecho de no
superar el proceso cree, tanto en el posible padre o como en la posible madre, pensamientos
de incapacidad o de menosprecio hacia su propia persona, llegando incluso a no confiar en sí
mismo.
Para afrontar estos problemas es necesario el uso de diversas estrategias. En primer lugar, el
primer paso para superar los problemas de autoestima o autovaloración es la reestructuración
cognitiva, es decir, cambiar esos pensamientos negativos que tiene sobre sí mismos por
pensamientos positivos. Por ejemplo, si piensan que no voy a conseguir llevarme bien con mi
hijo es necesario cambiar este pensamiento por otro como aunque de momento no nos
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