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EN EL DESIERTO DE LA SOLEDAD - El Mural Mágico. Taniperla

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Lunes, 11 de abril, 3:35 de la madrugada, La Culebra (Municipio<br />

Autónomo Ricardo Flores Magón).<br />

La conversación con Ramón en el río me viene a la cabeza ahora<br />

una y otra vez. Ahora, que, después de que los priístas apedrearan<br />

los barracones, ahí fuera se siente una tensa calma y, no puedo verlos,<br />

pero noto la presencia de los soldados zapatistas, apostados en el<br />

monte, protegiéndonos, protegiendo a la comunidad —justo como en<br />

el mural de <strong>Taniperla</strong>—.<br />

De vez en cuando entra un “compa” al dormitorio, recoge su petate<br />

y sale sigilosamente.<br />

Fuera, en la pista de baloncesto, el baile se ha reanudado, pero<br />

alrededor de los barracones varios hombres armados con palos continúan<br />

vigilando.<br />

Todo ha empezado a medianoche.<br />

No, todo ha empezado mucho antes, por la tarde. No tengo que<br />

dejar que su violencia me arrebate, le arrebate a mi cuaderno de viaje<br />

la descripción de lo que importa, de aquello para lo que vinimos.<br />

Pero, tampoco, todo empezó, en realidad, cuando la gente de La<br />

Culebra, de <strong>Taniperla</strong>, de todo el territorio rebelde, dijo ¡ya basta! y se<br />

organizó, decidió ella misma cómo quería vivir. Y aquí siguen, le pese a<br />

quien le pese, aunque les apedreen, les desplacen, quemen las cañadas,<br />

les violen o asesinen… Aquí siguen, siete años después, y de nuevo con<br />

el mural presidiendo la Casa de los trabajos de las comunidades.<br />

Para eso vinimos. Para celebrarlo.<br />

A las seis de la tarde, hora solar y hora zapatista —porque el sol<br />

luce durante el día para todos, pero se acuesta junto a la estrella roja<br />

zapatista, tras los tableros de las pistas de baloncesto—, ha comenzado<br />

la ceremonia de conmemoración y el cambio de autoridades. De<br />

repente, todo el mundo a nuestro alrededor ha aparecido encapuchado<br />

o con el rostro cubierto por el paliacate (tal vez por ello, por fin nos<br />

han autorizado a fotografiar también a las personas). Se han izado las<br />

banderas y se han vuelto a entonar los himnos. Primero el de México,<br />

después el zapatista:<br />

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