09.05.2013 Views

el sacerdote que encontró a cristo.w.original - Cuadernos Bíblicos

el sacerdote que encontró a cristo.w.original - Cuadernos Bíblicos

el sacerdote que encontró a cristo.w.original - Cuadernos Bíblicos

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

EL SACERDOTE QUE<br />

ENCONTRÓ A CRISTO<br />

Joseph Zacch<strong>el</strong>lo<br />

EL TESTIMONIO DE MI CONVERSIÓN A JESÚS<br />

ALGUNAS FACETAS DE MI VIDA<br />

Nací en Venecia, al norte de Italia. A la edad de diez años fui enviado a un seminario católico<br />

romano, en Piacenza; y después de doce años de estudio, recibí la ordenación al sacerdocio.<br />

Dos meses después <strong>el</strong> Cardenal R. Rossi, mi superior, me envió a América como pastor<br />

asistente de la nueva iglesia italiana, La Santísima Madre Cabrini, en Chicago. Mi único apuro<br />

y ambición eran complacer al papa.<br />

Fue un domingo, cuando sintonicé un programa cristiano. Mi teología fue sacudida por un<br />

texto <strong>que</strong> oí. “Cree en <strong>el</strong> Señor Jesu<strong>cristo</strong> y serás salvo”(Hechos, 16:31).¡De manera <strong>que</strong> no es<br />

pecado contra <strong>el</strong> Espíritu Santo creer <strong>que</strong> uno es salvo!<br />

Todavía no estaba convertido a Cristo, pero mi mente estaba llena de dudas tocante a la<br />

r<strong>el</strong>igión romana. Comencé a preocuparme más por las enseñanzas de la Biblia <strong>que</strong> por los<br />

dogmas y bulas d<strong>el</strong> Papa. Personas pobres me pagaban cada día 5 a 30 dólares por 20<br />

minutos de Misa, por<strong>que</strong> prometía librarles las almas de sus familiares d<strong>el</strong> fuego d<strong>el</strong><br />

Purgatorio. Pero cada vez <strong>que</strong> yo veía <strong>el</strong> crucifijo grande sobre <strong>el</strong> altar, me parecía <strong>que</strong> Cristo<br />

me reprendía diciéndome: “Tú estás pidiendo dinero de gente pobre y trabajadora por medio<br />

de falsas promesas. Tú enseñas doctrinas en contra de mis enseñanzas”. Las almas de los<br />

<strong>que</strong> creen no van a un lugar de tormento, por<strong>que</strong> Yo he dicho “Bienaventurados los muertos<br />

<strong>que</strong> de aquí en ad<strong>el</strong>ante mueren en <strong>el</strong> Señor. Sí, dice <strong>el</strong> Espíritu, <strong>que</strong> descansarán de sus<br />

trabajos; por<strong>que</strong> sus obras con <strong>el</strong>los siguen” (Apoc. 14:13). Yo no necesito repeticiones d<strong>el</strong><br />

sacrificio de la cruz, por<strong>que</strong> mi sacrificio fue completo. Mi obra de salvación fue perfecta y<br />

Dios sancionó levantándome de entre los muertos. “Por<strong>que</strong> con una sola ofrenda hizo<br />

perfectos para siempre a los santificados” (Hebreos 10:14). Si vosotros los <strong>sacerdote</strong>s y <strong>el</strong><br />

Papa tenéis poder de libertar las almas d<strong>el</strong> purgatorio con misas e indulgencias, ¿por qué<br />

esperáis hasta recibir una ofrenda? Si veis a un animal <strong>que</strong>mándose en <strong>el</strong> fuego, no esperáis<br />

hasta <strong>que</strong> su dueño os traiga cinco dólares para sacarlo de allí” ¿Verdad? Ahora no podía<br />

enfrentándome con <strong>el</strong> Cristo en <strong>el</strong> altar.<br />

Cuando yo predicaba <strong>que</strong> <strong>el</strong> Papa es <strong>el</strong> vicario de Cristo, <strong>el</strong> sucesor de Pedro, la infalible<br />

roca sobre la cual Cristo edificó su Iglesia, una voz parecía reprenderme y decirme: “Tu viste


-2-<br />

al Papa en Roma; su enorme y riquísimo palacio; sus guardias; los hombres besándole <strong>el</strong> pie.<br />

¿Crees en verdad <strong>que</strong> él me representa? Yo vine a servir a la gente; yo lave los pies a los<br />

hombres; no tuve dónde reclinar mi cabeza. Mírame en la cruz. ¿Crees en verdad <strong>que</strong> Dios ha<br />

edificado su iglesia sobre un hombre, cuando la Biblia claramente dice <strong>que</strong> <strong>el</strong> vicario de Cristo<br />

sobre la tierra es <strong>el</strong> Espíritu Santo y no un hombre? (Juan 14:26). “Y está roca fue Cristo (1ª<br />

Co.10:4). Si la Iglesia Romana está edificada sobre un hombre (petra) no es MI iglesia”.<br />

Yo todavía predicaba <strong>que</strong> la Biblia no es suficiente regla de fe, y <strong>que</strong> nosotros necesitamos<br />

la tradición y los dogmas de la Iglesia para comprender las Escrituras. Pero entonces una vez<br />

más una voz dentro de mí me decía; “Tu predicas en contra de las enseñanzas de la Biblia; tú<br />

predicas necedades”. Si los cristianos necesitan un Papa para comprender las Escrituras,<br />

¿qué necesitan para comprender al Papa? Yo he condenado la tradición por<strong>que</strong> todos pueden<br />

comprender sin <strong>el</strong>la lo <strong>que</strong> es necesario para la salvación personal. “…Pues me dan un culto<br />

vano, enseñando doctrinas, <strong>que</strong> son preceptos humanos. Dejando de lado <strong>el</strong> precepto de Dios,<br />

os aferráis a la tradición humana… En verdad <strong>que</strong> donosamente abrogáis <strong>el</strong> precepto de Dios<br />

para guardar vuestra tradición” (Mr. 7:7-9).- Versión Católica. N. C.- “Estás empero son<br />

escritas para <strong>que</strong> creáis <strong>que</strong> Jesús es <strong>el</strong> Cristo, <strong>el</strong> Hijo de Dios; y para <strong>que</strong> creyendo, tengáis<br />

vida en su nombre” (Jn. 20:31).<br />

Yo le enseñaba a mi pueblo <strong>que</strong> fueran a María, a los santos, en lugar de ir directamente a<br />

Cristo. Pero una voz dentro de mí me preguntaba; “¿Quién sobre la cruz te salvó? ¿Quién<br />

pagó tus deudas derramando su sangre? ¿María, los santos, o Yo, Jesús? Tú y muchos otros<br />

<strong>sacerdote</strong>s, no creéis en los escapularios, novenas, rosarios, estatuas, v<strong>el</strong>as, pero continuáis<br />

teniéndolas en las iglesias por<strong>que</strong> decís <strong>que</strong> la gente simple necesita cosas simples para <strong>que</strong><br />

recuerden a Dios. Donde mis dudas verdaderamente me atormentaban fue dentro d<strong>el</strong><br />

confesionario. La gente venía a mí y se me arrodillaba, confesándome sus pecados. Y yo,<br />

con una señal de la cruz, les decía <strong>que</strong> tenía <strong>el</strong> poder para perdonarles sus pecados. Yo, un<br />

pecador, un hombre, me tomaba <strong>el</strong> lugar de Dios, y esta voz terrible me penetraba y me decía<br />

“Tú estás ocupando <strong>el</strong> lugar de la gloria de Dios”. Si los pecadores quieren obtener perdón de<br />

sus pecados, tienen <strong>que</strong> ir a Dios y no a ti, pues a El, deben hacer su confesión; a Dios<br />

únicamente deben orar para pedir perdón. Ningún hombre puede perdonar pecados, sino<br />

Jesús. “Llamarás su nombre JESÚS, por<strong>que</strong> él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mat.<br />

1:21)… “por<strong>que</strong> no hay otro nombre (Jesús) debajo d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o, dado a los hombres, en <strong>que</strong><br />

podamos ser salvos” (Hechos 4:12). “Por<strong>que</strong> hay un Dios, asimismo un mediador entre Dios y<br />

los hombres, Jesu<strong>cristo</strong> hombre” (1ªTim. 2:5).<br />

“No pude permanecer más en la Iglesia Romana<br />

por<strong>que</strong> no podía servir a dos maestros, al Papa y a<br />

Cristo”.<br />

No podía creer en dos enseñanzas contradictorias, la tradición y la Biblia. Tuve <strong>que</strong> escoger<br />

entre Cristo y <strong>el</strong> papa; entre la tradición y la Biblia. He escogido a Jesús y la Biblia. Dejé <strong>el</strong><br />

sacerdocio romano y la r<strong>el</strong>igión romana, y ahora he sido dirigido por <strong>el</strong> Espíritu Santo a evan-


-3-<br />

g<strong>el</strong>izar a los católicos romanos y a pedir a los cristianos <strong>que</strong> testifi<strong>que</strong>n sin temor <strong>el</strong> nombre<br />

de Cristo.<br />

Si deseas conocer a Dios, y tener la contestación a algunos de los textos bíblicos claves<br />

<strong>que</strong> parecen “supuestamente apoyar las doctrinas de Roma”, te aconsejamos leas o nos pidas<br />

gratuitamente los <strong>Cuadernos</strong> <strong>Bíblicos</strong> siguientes:<br />

DIOS NO ES SINÓNIMO DE RELIGIÓN<br />

¿QUÉ ES EL RELIGIONISMO?<br />

LA BIBLIA CATOLICA ENCAUZA LA RELIGIÓN<br />

¡No necesitas de los r<strong>el</strong>igionismos para conocer a Dios!<br />

(Estamos abiertos a preguntas, sugerencias o comentarios)<br />

¡No dudes en contactarnos!<br />

CUADERNOS BÍBLICOS PARA LA REFLEXIÓN<br />

www.cuadernosbiblicos.org e-mail:cuadernosbiblicos@yahoo.es

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!