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HARVARD DEUSTO BUSINESS REVIEW - EAN

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74 <strong>HARVARD</strong> <strong>DEUSTO</strong> <strong>BUSINESS</strong> <strong>REVIEW</strong>


La personalización<br />

de la gestión del riesgo:<br />

lecciones de la crisis<br />

de crédito<br />

Julian Birkinshaw<br />

Director de Investigación del Management<br />

Innovation Lab (www.managementlab.org).<br />

E<br />

n los esfuerzos realizados para tratar de comprender<br />

la implosión del sector de los servicios fi nancieros,<br />

el riesgo ocupa un lugar muy destacado en la<br />

agenda. Desde luego, el problema de la mala gestión del<br />

riesgo no se limita a la banca: sectores tan diferentes como<br />

el del gas y el petróleo, el farmacéutico y el de las telecomunicaciones<br />

han tenido que hacer frente a una serie<br />

de riesgos que han sido defi cientemente valorados.<br />

No obstante, el sector bancario, en general, y la crisis de<br />

crédito, en particular, ofrecen un profuso contexto para<br />

saber cuándo la gestión del riesgo no es correcta y cómo<br />

se puede mejorar.<br />

Durante los años que han dado lugar a la crisis de<br />

crédito, la mayoría de las empresas de servicios fi nancieros<br />

centraban su atención en la formalización de la<br />

gestión del riesgo, mediante el desarrollo de procedimientos<br />

en varias etapas, con diferentes signatarios autorizados,<br />

para evaluar y adjudicar qué riesgos merecía<br />

Huw Jenkins<br />

Executive in residence en la London Business School.<br />

Una de las fórmulas para evitar crisis como la actual es que los profesionales que<br />

toman decisiones sean los responsables de la evaluación y la valoración del riesgo.<br />

Para ello, deberán contar con una información de la mejor calidad posible y con una<br />

cultura corporativa que les sirva de apoyo.<br />

la pena asumir. También confi aban, en gran medida, en<br />

la externalización de la gestión del riesgo –el uso de los<br />

conocimientos técnicos y la autorización de agentes externos<br />

como auditores, reguladores y agencias de califi -<br />

cación crediticia–. La recomendación que hacen los autores<br />

de este artículo es que en el futuro se conceda más<br />

atención a la personalización de la gestión del riesgo.<br />

Esto requiere un grado de entendimiento de mayor<br />

calidad, una mayor responsabilidad personal y una cultura<br />

más sólida de apoyo a la gestión del riesgo. La personalización<br />

de ésta no pasa por descartar los sistemas<br />

tradicionales y las estructuras de apoyo, sino que supone<br />

un sutil cambio en el foco de atención, una transición<br />

desde la gestión de una cartera de riesgos a la adopción<br />

de decisiones de riesgos concretos. Además, este<br />

enfoque es aplicable en todos los sectores de la economía,<br />

no sólo en el mundo de las empresas de servicios<br />

fi nancieros.<br />

JUNIO 2009 75


LA PERSONALIZACIÓN DE LA GESTIÓN DEL RIESGO: LECCIONES DE LA CRISIS DE CRÉDITO<br />

¿Qué es la gestión del riesgo?<br />

El riesgo es la consecuencia potencialmente negativa<br />

derivada de un acontecimiento futuro. Se puede calcular<br />

como el producto de la probabilidad de que dicho<br />

acontecimiento se produzca en el futuro y la gravedad<br />

de la pérdida ligada a esa situación. Las empresas se enfrentan<br />

constantemente a múltiples riesgos de diversos<br />

tipos, de modo que la tarea de una organización consiste,<br />

más que en plantearse la eliminación del riesgo, en<br />

aprender a gestionarlo adecuadamente. De hecho, en el<br />

mundo de las fi nanzas huelga decir que las actividades<br />

más arriesgadas requieren tasas de rendimiento más<br />

elevadas para que merezca la pena la inversión, de modo<br />

que, en buena medida, las organizaciones que lleguen<br />

a tener gran capacidad para gestionar sus riesgos<br />

probablemente generen mayores rendimientos a lo largo<br />

del tiempo.<br />

La gestión del riesgo exige que las empresas encuentren<br />

un equilibrio entre dos tipos diferentes de riesgos:<br />

el riesgo de “error positivo”, ligado a la inversión en una<br />

oportunidad potencial que no se materializa, y el riesgo<br />

de “error negativo”, ligado a la pasividad de no actuar<br />

con respecto a una oportunidad que sí se materializa.<br />

Las consecuencias de los errores positivos y falsamente<br />

negativos son muy distintas, de modo que la gestión efi -<br />

caz consiste en evaluar las ventajas y los inconvenientes<br />

de estos dos tipos de errores y, en consecuencia, adaptar<br />

el proceso de toma de decisiones. Por ejemplo, si una<br />

Las empresas se enfrentan<br />

constantemente a múltiples<br />

riesgos de diversos tipos,<br />

de modo que la tarea de una<br />

organización consiste, más que<br />

en plantearse la eliminación<br />

del riesgo, en aprender<br />

a gestionarlo adecuadamente<br />

empresa dedicada al gas y el petróleo se muestra extraordinariamente<br />

cauta a la hora de invertir en nuevos campos<br />

petrolíferos, por lo general podrá evitar costosos<br />

errores positivos en forma de pozos secos, pero se arriesgará<br />

a que otros competidores aprovechen la oportunidad<br />

y le tomen la delantera.<br />

La ventaja de la burocracia<br />

Entonces, ¿cómo gestionan los riesgos las empresas?<br />

¿Cómo consiguen poner en juego el grado necesario de<br />

conocimiento y experiencia práctica necesario para<br />

adoptar las decisiones difíciles? ¿Y cómo se aseguran de<br />

que las personas actúan teniendo en cuenta el interés<br />

de la empresa y no el suyo propio? Históricamente, la<br />

respuesta a estas preguntas era el modelo conocido como<br />

burocracia: las normas y estructuras utilizadas para<br />

controlar la actividad. Aunque el término se utiliza muchas<br />

veces con carácter peyorativo, la burocracia ofrece<br />

muchas ventajas: promueve el desarrollo de normas y<br />

procedimientos formales que trascienden las idiosincrasias<br />

personales y las prácticas ortodoxas tradicionales.<br />

Sin embargo, la burocracia también tiene varios<br />

efectos secundarios no deseados: puede llegar a ser excesivamente<br />

rígida y especializada, promover el pensamiento<br />

de grupo y dar lugar a la despersonalización y a<br />

la falta de responsabilidad de los profesionales.<br />

Especialmente destacable resulta este último grupo<br />

de inconvenientes, los relativos a la despersonalización<br />

y a la pérdida de la responsabilidad de los empleados. A<br />

medida que las empresas crecen, deben crear sistemas<br />

formales para generar economías de escala y de alcance,<br />

pero también deben encontrar un equilibrio entre<br />

dichos sistemas y la agilidad, la responsabilidad personal<br />

y la libertad de expresión, propia de un entorno reducido<br />

y más emprendedor. Aunque este argumento se<br />

suele plantear en el contexto de la innovación y la creatividad,<br />

resulta igualmente válido en el contexto de la<br />

gestión del riesgo.<br />

Pensemos, por ejemplo, en los que han ganado y los<br />

que han perdido en la crisis de crédito. Aunque es indudable<br />

que se han producido algunos fracasos destacables<br />

entre los agentes de menores dimensiones, como<br />

los fondos de inversión alternativa, las principales<br />

pérdidas las han sufrido, de manera desproporcionada,<br />

los bancos de mayores dimensiones. Esto se ha debido,<br />

en parte, a que las empresas de servicios fi nancieros de<br />

pequeñas dimensiones no tenían las califi caciones crediticias<br />

o los balances que se necesitaban en relación<br />

con los tramos supersenior de las obligaciones de deuda<br />

colateral, que son las que han provocado problemas a<br />

los grandes bancos de inversión. También se ha debido,<br />

en parte, a que las personas encargadas de adoptar las<br />

decisiones estaban cerca de la acción, tenían grandes<br />

conocimientos y eran personalmente responsables de<br />

los resultados de sus decisiones. Como indicó uno de<br />

los directivos de un fondo de inversión alternativa líder,<br />

“tenemos robustos sistemas informales, nos comunica-<br />

76 <strong>HARVARD</strong> <strong>DEUSTO</strong> <strong>BUSINESS</strong> <strong>REVIEW</strong>


LA PERSONALIZACIÓN DE LA GESTIÓN DEL RIESGO: LECCIONES DE LA CRISIS DE CRÉDITO<br />

mos naturalmente y hemos desarrollado nuestras propias<br />

opiniones con respecto a los riesgos que debemos<br />

adoptar. Nuestra rentabilidad proviene de nuestra capacidad<br />

de juicio”. Es exactamente lo contrario de un sistema<br />

burocrático y se encuentra en las antípodas de las<br />

secciones de riesgo, compuestas por multitud de profesionales,<br />

que algunos de los grandes bancos de inversión<br />

habían creado durante los años de crecimiento explosivo.<br />

Dicho de otro modo, hay tres métodos complementarios<br />

para gestionar los riesgos en las grandes empre-<br />

La personalización supone<br />

trasladar la responsabilidad<br />

de evaluar y valorar el riesgo<br />

a las personas que adoptan<br />

las decisiones<br />

sas. Por un lado, la formalización, que entraña la utilización<br />

de procedimientos y reglas formales para evaluar<br />

y adjudicar los riesgos que merece la pena asumir. Por<br />

otro, la externalización, que supone hacer uso de la experiencia<br />

práctica y el sello de aprobación ofrecido por<br />

terceros, algunos exigidos por la ley (auditores y reguladores)<br />

y otros opcionales, aunque ampliamente utilizados<br />

(agencias de califi cación crediticia). Estos dos métodos<br />

son manifestaciones de la burocracia: el primero,<br />

controlado por la dirección de la empresa; el segundo,<br />

por terceros.<br />

El tercer método, la personalización, supone trasladar<br />

la responsabilidad de evaluar y valorar el riesgo a las<br />

personas que adoptan las decisiones. Aunque los tres<br />

son necesarios y se emplean de manera constante en<br />

diferente medida, los datos recientes en el sector bancario<br />

y en otros indican que es preciso reajustar el equilibrio<br />

a favor de la personalización, especialmente en el<br />

caso de las grandes empresas. Goldman Sachs, una de<br />

las empresas que mejores rendimientos han obtenido<br />

durante la crisis de crédito, suele ser considerada el paradigma<br />

de la personalización. Como señaló Gillian Tett<br />

en el Financial Times, “los empleados [de Goldman] por<br />

lo general consideran que deben fi delidad al banco, no<br />

a la línea de negocio. Además, existe un sólido carácter<br />

de responsabilidad compartida”. Sin embargo, esta empresa<br />

es la excepción que confi rma la regla: el resto del<br />

sector ha confi ado principalmente en los métodos bu-<br />

rocráticos para la gestión del riesgo y las estrategias de<br />

los agentes importantes han ido convergiendo poco a<br />

poco a lo largo del tiempo.<br />

Cómo personalizar la gestión del riesgo<br />

¿Qué signifi ca en la práctica la personalización de la gestión<br />

del riesgo? Muchas personas tienen problemas para<br />

hallar el equilibrio entre las necesidades de personalización<br />

y su combinación con los sistemas generales<br />

de control y gestión. Se proponen a continuación tres<br />

elementos necesarios y complementarios.<br />

Entendimiento de gran calidad<br />

Los responsables de tomar decisiones necesitan información<br />

de buena calidad, herramientas analíticas efi caces<br />

y capacidad para interpretar esa información. No<br />

obstante, es poco habitual que se den de forma conjunta<br />

los tres elementos. Lo más frecuente es que las decisiones<br />

se adopten con unas percepciones y un grado de<br />

entendimiento de escasa calidad procedente de fuentes<br />

interesadas, y que la información importante se encuentre<br />

fragmentada en diferentes partes de la empresa. Por<br />

ejemplo, un estudio académico ha demostrado que los<br />

préstamos hipotecarios titulizados y vendidos a entidades<br />

no bancarias a principios del siglo XXI registraban<br />

una probabilidad más elevada de impago que los vendidos<br />

a organizaciones fi liales de la entidad que los originaba.<br />

No es raro que los bancos que venden préstamos<br />

presten un grado de atención diferente a la probabilidad<br />

de impago en comparación con la que prestan quienes<br />

mantienen esos préstamos hasta el vencimiento. Lo que<br />

resulta más sorprendente es que los reguladores y los<br />

inversores no se preocuparan más de esta potencial predisposición.<br />

La personalización efi caz de la gestión del riesgo consiste,<br />

por tanto, en crear un sistema que ponga la información<br />

adecuada en manos de quienes toman las decisiones,<br />

y, posteriormente, transforman esa información<br />

en percepción y entendimiento gracias a su experiencia<br />

acumulada. He aquí un ejemplo de cómo funciona esto<br />

en una situación diferente. El cuerpo de policía del<br />

Reino Unido recoge a diario información sobre actividades<br />

delictivas, asuntos comunitarios, etc. Por lo general<br />

se ocupa rápidamente de estas cuestiones, sin mayores<br />

complicaciones, pero en ocasiones un incidente<br />

estalla y termina siendo realmente grave. Para estar más<br />

al tanto de los potenciales incidentes violentos, la fuerza<br />

policial ha instituido un método para incidentes importantes<br />

en virtud del cual cualquier empleado, sea cual<br />

sea su rango, puede convocar a un grupo multifuncio-<br />

78 <strong>HARVARD</strong> <strong>DEUSTO</strong> <strong>BUSINESS</strong> <strong>REVIEW</strong>


nal para poner en común toda la información disponible<br />

sobre un incidente, y adoptar una decisión sobre la<br />

forma de reaccionar. El método de incidentes graves se<br />

invoca muy ocasionalmente, pero es un mecanismo<br />

realmente efi caz para recopilar de forma rápida todas<br />

las opiniones diferentes sobre una cuestión y alcanzar<br />

una decisión bien refl exionada.<br />

Responsabilidad personal<br />

Tampoco es una sorpresa que la gestión del riesgo efi -<br />

caz requiera responsabilidad personal, pero la mayoría<br />

de las empresas tampoco interpretan correctamente esta<br />

cuestión. En ocasiones, son demasiadas las personas<br />

que adoptan las decisiones o la persona encargada de<br />

adoptar la decisión se encuentra demasiado alejada del<br />

lugar de la acción para sentir una verdadera responsabilidad.<br />

Además, muchas veces no existe conexión alguna<br />

entre las decisiones adoptadas y las recompensas<br />

concedidas. Por ejemplo, durante los últimos años los<br />

bancos negociaron con valores arriesgados para optimizar<br />

los benefi cios a corto plazo, sin prestar la debida<br />

atención al coste adecuado del capital o a la naturaleza<br />

a largo plazo de esos valores. Muchos expertos han afi rmado<br />

que un factor importante en la creación de la actual<br />

crisis fi nanciera ha sido este enfoque centrado en<br />

el benefi cio contable a corto plazo y los sistemas de retribución<br />

que lo acompañaban.<br />

En lugar de eso, es preciso construir un sistema en<br />

el cual se recompense la responsabilidad personal, en<br />

LA PERSONALIZACIÓN DE LA GESTIÓN DEL RIESGO: LECCIONES DE LA CRISIS DE CRÉDITO<br />

el que la persona o el equipo que cuente con mejor capacidad<br />

de penetración y entendimiento sea también<br />

quien adopte la decisión. Por ejemplo, uno de los principios<br />

básicos que conoce todo capitán de aeronave es<br />

el siguiente: las decisiones de riesgo se deben adoptar<br />

en el nivel adecuado. En este caso, adecuado se refi ere<br />

al nivel en el cual la persona cuenta con la experiencia<br />

y madurez necesarias para adoptar una buena decisión.<br />

Por ejemplo, el capitán puede delegar decisiones concretas<br />

a especialistas de ingeniería o a transportistas, pero<br />

la decisión de que el avión despegue o no depende<br />

de él, no de los deseos de los controladores del tráfi co<br />

aéreo o del consejero delegado de la compañía aérea.<br />

Este razonamiento tiene clara aplicación en el mundo<br />

empresarial. Algunas de las empresas que mejor rendimiento<br />

han obtenido durante la crisis de crédito, como,<br />

por ejemplo, JP Morgan y Goldman Sachs, eran famosas<br />

por sus procesos de decisión colegiados y de equipo,<br />

basados en un debate abierto, por su honradez intelectual<br />

y por su sufi ciente confi anza en sí mismas para<br />

adoptar decisiones contracorriente.<br />

Cultura que ofrezca apoyo<br />

Las normas informales de comportamiento en una empresa<br />

–su cultura– deberían fortalecer los principios<br />

básicos de entendimiento de gran calidad y responsabilidad<br />

personal. No obstante, es muy frecuente que<br />

estas normas informales terminen minando la efi cacia<br />

en la adopción de decisiones. Algunas empresas<br />

muestran una cultura del miedo, en la que las malas<br />

noticias son ocultadas a los máximos directivos; otras<br />

siguen una cultura de mercenario, donde todo el mun-<br />

No existe una manera sencilla<br />

de crear una cultura que<br />

ofrezca apoyo: se necesitan<br />

muchos años de mensajes<br />

y actuaciones congruentes<br />

del equipo de dirección<br />

do se preocupa de sí mismo y no de los demás; otras<br />

padecen una aversión crónica al riesgo, con una tolerancia<br />

cercana a cero con respecto a los errores falsamente<br />

positivos.<br />

Desde luego, no existe una manera sencilla de crear<br />

una cultura que ofrezca apoyo: se necesitan muchos<br />

JUNIO 2009 79


LA PERSONALIZACIÓN DE LA GESTIÓN DEL RIESGO: LECCIONES DE LA CRISIS DE CRÉDITO<br />

años de mensajes y actuaciones congruentes del equipo<br />

de dirección. Sin embargo, existen un par de principios<br />

básicos que resultan aplicables.<br />

El primero es la necesidad de transparencia de propósito.<br />

Por ejemplo, pensemos en una destacada empresa<br />

de minería que hace una década se comprometió<br />

a eliminar un tipo de riesgo: las lesiones de los emplea-<br />

Si el primer reto consiste en<br />

adoptar decisiones de la mayor<br />

calidad, el segundo consiste<br />

en saber adaptarlas para que<br />

se adecuen a los cambios que<br />

se produzcan en el mercado<br />

dos en el puesto de trabajo. Todos los líderes suscribieron<br />

este objetivo, se formó a todos los empleados en materia<br />

de estándares de seguridad de la empresa, se controlaron<br />

en todas las instalaciones las mediciones de lesiones<br />

que provocaban bajas y se vinculó la retribución<br />

de los directivos con la seguridad. En la actualidad, todas<br />

las reuniones, incluso las de ámbito administrativo,<br />

comienzan con la información actualizada sobre seguridad.<br />

La seguridad se encuentra absolutamente incorporada<br />

a la mente de las personas de toda la empresa.<br />

Como consecuencia de esto, el historial en materia de<br />

seguridad es impresionante. En otras palabras, la transformación<br />

cultural es posible cuando está conectada con<br />

un propósito muy claro que todo el mundo puede identifi<br />

car y cuando se refuerza mediante la congruencia en<br />

la actuación. Volviendo al ejemplo de la policía mencionado<br />

anteriormente, un rasgo esencial del modelo de<br />

“incidente grave” consiste en reconocer el esfuerzo de<br />

la persona que lo comunica, aun cuando resulte ser una<br />

falsa alarma.<br />

El segundo principio consiste en negarse a simplifi -<br />

car la imagen de conjunto. Se han llevado a cabo estudios<br />

académicos de plantas de energía nuclear y compañías<br />

aéreas de transporte en las que los errores pueden<br />

tener consecuencias catastrófi cas y han tratado de<br />

entender de qué forma funcionan estas organizaciones<br />

de “gran fi abilidad”. Resulta que uno de los rasgos esenciales<br />

es que se espera que cada uno de los profesionales<br />

que intervienen de forma individual, por ejemplo,<br />

en actividades rutinarias de mantenimiento, asuman la<br />

responsabilidad de comprender cómo encaja su trabajo<br />

en la imagen de conjunto. Por tanto, en lugar de compartimentar<br />

cada tarea, se anima a los empleados a mirar<br />

más allá y a comprender de qué modo el trabajo de<br />

cada uno de ellos tiene repercusiones en el del resto de<br />

sus compañeros. Este método tiene una evidente aplicación<br />

en el sector de los servicios fi nancieros. Como<br />

explicaba un directivo de un destacado hedge fund, “debemos<br />

continuar siendo humildes. Yo no afi rmo que<br />

conozco las respuestas; ésa es la regla básica. La fortaleza<br />

se convierte en debilidad en una dislocación. En los<br />

aspectos en los que nos atribuyen ser fuertes, es en los<br />

que cometemos los mayores errores”.<br />

La crisis de crédito se produjo por la acumulación de<br />

una gran cantidad de factores circunstanciales, pero, fi -<br />

nalmente, se agravó y se desencadenó por unas defi cientes<br />

decisiones de gestión del riesgo y estructuras, de muchas<br />

grandes empresas de servicios fi nancieros. Aunque,<br />

de aquí se extrae una importante advertencia. La<br />

buena adopción de decisiones en el mundo de los servicios<br />

fi nancieros consiste no sólo en tomar decisiones<br />

objetivamente correctas, sino también en hacerlo sin<br />

obviar el contexto en que se toman, que es el de unas<br />

condiciones de mercado que cambian rápidamente. Incluso,<br />

las mejores decisiones pueden parecer absurdas<br />

cuando se contemplan de forma retrospectiva si las fuerzas<br />

de mercado se modifi can sustancialmente. Por tanto,<br />

si el primer reto consiste en adoptar decisiones de la<br />

mayor calidad, el segundo consiste en saber adaptarlas<br />

para que se adecuen a los cambios que se produzcan en<br />

el mercado.<br />

«La personalización de la gestión del riesgo: lecciones de la crisis de crédito».<br />

© by the Management Lab at London Business School. Este artículo ha<br />

sido publicado anteriormente en Labnotes con el título “Personalising Risk<br />

Management: Lessons from the Credit Crisis”. Referencia n. O 3409.<br />

Si desea más información relacionada<br />

con este tema, introduzca el código 20844<br />

en www.e-deusto.com/buscadorempresarial<br />

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