8ª División

dirigiéndose aquel al que estaba en la puerta, le dijo: “aquí no podemos hacer nada, esto lo
tenemos que arreglar nosotros”, y en esto llegó un tercer individuo que después de cruzar unas
palabras con el que estaba a la puerta, éste dirigiéndose el que hablaba con el declarante le
manifestó que llegaba un camión de asalto, desapareciendo enseguida los tres individuos y
abandonando el sindicato algunos obreros que allí había y el dicente: Que no conoce a los dos
individuos que citó anteriormente, pues únicamente recuerda que el estaba dentro del sindicato
al ser nombrado por el de la puerta le llamaba Fasquias, y el de la puerta solo puede decir que
era de estatura regular, muy moreno, usaba gorra de visera y en aquel momento tenía una pipa
en la boca: Que al anochecer de ese mismo día llegaron de Bayona o de Sabarís otros dos
individuos, a pie, los cuales en la Plaza del Pueblo, preguntaron por el presidente del sindicato y
como allí se encontraba el declarante, se presentó a ellos, los cuales le dijeron que saliese a la
carretera por que venían individuos armados, como así lo hizo el que dice, encontrándolos a
poco en la carretera y haciéndole atravesar por dos filas de hombres armados que le exigieron
poner los brazos en alto, y al llegar al final de dichas dos filas, uno que parecía ser el jefe de
ellos y que estaba armado con una pistola, al observar que el declarante había bajado los brazos
le puso la pistola en el pecho, ordenándole que los levantase: Que entonces el que dice le
preguntó con que animo venían al pueblo, contestándole aquel individuo que venían a
bombardear la casa de Latino, que es el actual alcalde de Gondomar, y la del teniente alcalde, en
funciones entonces, Don Rogelio Lorenzo, por que el primero decían que tenía armas y bombas
y el segundo por haber puesto el Bando ordenando la recogida de armas: Que el dicente trató de
disuadirles de esta idea, por no merecer dichos señores el trato que querían darles, y como a
pesar de sus razonamientos no los convenciese, les dijo que esperasen un momento que iba a
buscar un amigo suyo que era arquitecto o mejor dicho estudiante de arquitectura que les podría
corroborar que tales personas eran muy amantes de los obreros, y, efectivamente, regresó a poco
con él y con sus razonamientos logró convencer a aquella gente, si bien con la condición de que
sus casas serían registradas: Que hicieron tal registro en la de Don Latino Salgueiro, sin saber el
declarante el resultado del mismo y se marcharon seguidamente en una camioneta que traían,
pero no sin dejar
14