09.05.2013 Views

Presencia del pensamiento acalitense contemporáneo II

Presencia del pensamiento acalitense contemporáneo II

Presencia del pensamiento acalitense contemporáneo II

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Presencia</strong> <strong>del</strong> <strong>pensamiento</strong> <strong>acalitense</strong> <strong>contemporáneo</strong>, <strong>II</strong><br />

Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle: un historiador que, en busca de la historia, se<br />

hace historia<br />

I<br />

Para escribir la historia, hay que vivirla<br />

En el mundo hay una plétora de historiadores, pero todos ellos, de manera<br />

individual y conjunta, son pocos para reconstruir la historia; esa que nace en<br />

cualquier lugar donde hay alguien interesado en reconstruir el acaecer de los<br />

hechos humanos.<br />

Los historiadores se lanzan a la persecución de todo aquel enunciado, todo<br />

dato, toda descripción que le permita reconstruir un pasado cercano o lejano a<br />

él, pero –al fin y al cabo– parte de él.<br />

Sin embargo, el pasado obstaculiza al historiador, se le opone de manera<br />

constante, ya que la acción humana es tan fugaz que se requiere de un sinfín<br />

de artilugios para sumergirse en todos aquellos recovecos que le permitan<br />

1


vislumbrar un atisbo de realidad. Así, lo posible en la reconstrucción conceptual<br />

de la realidad se convierte en la tarea <strong>del</strong> historiador.<br />

Dicha labor, que se realiza en diversas partes <strong>del</strong> mundo por múltiples<br />

historiadores –con formación académica universitaria o simplemente por la<br />

pasión de reconstruir la historia–, la encontramos también, como es natural, en<br />

Aguascalientes. En esa zona geográfica, sus habitantes lucharon<br />

denodadamente en el siglo XIX por alcanzar un reconocimiento a su capacidad<br />

y calidad organizativa y administrativa, que diera muestras de su autonomía,<br />

de su ser y su hacer, mediante acciones oficiales y populares. Con ello fueron<br />

constituyendo los registros de la historia de su identidad, a lo que también<br />

contribuyó la amplia producción periodística decimonónica.<br />

Una buena parte de la recopilación y organización de esos registros y fuentes<br />

de información la hizo un hombre que se hizo historiador gracias a su pasión<br />

por la historia, iniciada en aquellos foros que le permitían cumplir la siempre<br />

modesta pero reconfortante labor docente. Y su historia es su visión universal<br />

de los acontecimientos sociales que, de una u otra manera, confluyen en la<br />

actividad de la sociedad hidrocálida.<br />

Así, Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle hace historia y también, poco a poco, se ha<br />

hecho parte de la historia, pues la aceptación de la responsabilidad para hacer<br />

la crónica de la sociedad hidrotermopolitana le ha permitido escudriñar y<br />

divulgar las minucias <strong>del</strong> ayer.<br />

Con su pasión por ese campo de estudio, profesó –en su responsabilidad<br />

académica de maestro normalista– su entendimiento <strong>del</strong> devenir humano y<br />

articuló, primero con una laxa ilación, la comprensión de la historia de<br />

2


Aguascalientes en sus entornos nacional y mundial.<br />

Pero su amor por la historia sólo podía ejercerlo si mantenía sus ingresos para<br />

poder cumplir con los compromisos familiares, por lo que hubo necesidad de<br />

dedicarle buen tiempo a actividades administrativas de distinta índole; y fue<br />

bajo esas circunstancias como se fue generando toda una producción<br />

bibliográfica ligada, de acuerdo con sus posibilidades y limitaciones, al<br />

desarrollo de su vida. Asimismo fue el creador de los lemas en latín que portan<br />

los Escudos Heráldicos o de Armas <strong>del</strong> Estado: "BONA TERRA, BONA GENS,<br />

AQUA CLARA Y CLARUM COELUM", (Tierra Buena, Gente Buena, Agua<br />

Clara y Cielo Claro, así como el lema de la Ciudad, "VIRTUS IN AQUIS<br />

FIDELITAS IN PECTORIBUS", (Virtudes o Propiedades Terapéuticas que se<br />

Atribuyen a las Aguas y la Fi<strong>del</strong>idad Proverbial de los Corazones<br />

Aguascalentenses), con los cuales describe la calidad de la gente y las<br />

características <strong>del</strong> ambiente ecológico de la entidad.<br />

Con esos elementos intentaremos articular la biobibliografía de Alejandro<br />

Topete <strong>del</strong> Valle, quien no sólo colabora entusiastamente en hacer una buena<br />

parte de la historia de Aguascalientes, sino que también, por su ser y su hacer,<br />

ha llegado a formar parte de ella.<br />

<strong>II</strong><br />

De cómo una historia se hace historia<br />

Su nacimiento se enmarca en una época plena de inestabilidad político-social<br />

en México: el 17 de julio de 1908 nace Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle en la ciudad<br />

3


de Aguascalientes, procreado por el doctor Zacarías Topete López, quien<br />

murió de una bronconeumonía cuando tenía cincuenta años y siete meses, y<br />

Dolores <strong>del</strong> Valle Azuela. A su progenitora, Alejandro la califica como una<br />

mujer abnegada, como todas las de aquella época, dedicada en cuerpo y alma<br />

a sus hijos; llena de virtudes y de belleza física y espiritual que, al quedar<br />

viuda, se dedicó a concluir la formación de sus hijos.<br />

En ese medio pasó sus primeros años placenteros, en un ambiente apacible<br />

donde no faltó nada, a pesar de las penurias de la época de la Revolución, ya<br />

que ésta no afectó en demasía a la entidad, amén de que el ejercicio de la<br />

profesión médica de su padre lo había convertido en una persona muy<br />

estimada en la localidad, puesto que, según nos cuenta don Alejandro, no le<br />

interesaba el beneficio económico sino el apoyo a las necesidades de quienes<br />

lo requerían, por lo que la familia siempre contó con la simpatía <strong>del</strong> medio<br />

social en que se encontraba.<br />

Alejandro, que fue el segundo de los hijos, pero el mayor de los hombres,<br />

tuvo la sensibilidad para entender algunos acontecimientos de su tiempo; la<br />

motivación para ello, encontrada después de haber escudriñado en su propio<br />

pasado, fue la muerte de su hermana Dolores, quien apenas contaba con dos<br />

años de edad.<br />

Pero además se topó con acontecimientos trascendentes de la historia<br />

nacional; como ejemplo nos narra que algunos <strong>del</strong>egados a la Convención de<br />

Aguascalientes se hospedaron en el domicilio paterno, y ello sirvió para que<br />

posteriormente se estimulara la curiosidad <strong>del</strong> historiador.<br />

Esa formación estuvo avalada por toda una secuencia <strong>del</strong> proceso académico<br />

4


que recorrió. Los párvulos y los inicios de la primaria lo hizo en el Colegio<br />

"Alcalá"; posteriormente continuó en la escuela oficial "Francisco de Rivero y<br />

Gutiérrez" y luego el quinto y sexto grado los terminó en la "Melquíades<br />

Moreno".<br />

Los estudios de secundaria y gran parte <strong>del</strong> bachillerato los cursó en la<br />

Escuela Preparatoria y de Comercio <strong>del</strong> estado (que posteriormente sería el<br />

Instituto Autónomo de Ciencias y luego la Universidad Autónoma de<br />

Aguascalientes, que mantiene bajo su tutela desde la enseñanza secundaria<br />

hasta la superior), donde llevó materias sueltas, puesto que su padre quería<br />

que estudiara comercio.<br />

Finalmente, luego de varios años, sus inquietudes académicas las canalizó<br />

hacia los estudios profesionales impartidos por la Escuela Normal y de<br />

Bachillerato <strong>del</strong> estado de Aguascalientes, donde se graduó como maestro de<br />

Educación Primaria, y recibió posteriormente el reconocimiento <strong>del</strong> maestro<br />

Francisco Güel Jiménez, quien había sido su alumno.<br />

En ese periodo, la reestabilización de las condiciones político-sociales en el<br />

país tomó nuevamente su cauce, y en el pequeño estado se había celebrado la<br />

Convención que dio el nuevo carácter jurídico a la sociedad mexicana. Con esa<br />

nueva esperanza de paz y prosperidad para el país, Alejando Topete se<br />

dedicó, desde 1925, a sus labores como maestro. Siendo todavía estudiante,<br />

se incorporó a la "Escuela Nocturna-Pro-Alfabeto".<br />

Pero la dedicación exclusiva a la actividad docente duró poco tiempo, pues<br />

desde 1926 desempeñó diferentes cargos públicos, entre los que destacan los<br />

de oficial archivero; oficial mayor <strong>del</strong> Gobierno <strong>del</strong> estado; secretario particular<br />

5


de los gobernadores Alberto <strong>del</strong> Valle, Manuel Carpio y Luis Ortega Douglas;<br />

secretario <strong>del</strong> H. Ayuntamiento y Presidencia Municipal de Aguascalientes;<br />

oficial mayor <strong>del</strong> H. Congreso <strong>del</strong> estado; secretario de la Escuela Preparatoria<br />

estatal; <strong>del</strong>egado federal y director estatal de Turismo; director <strong>del</strong> Archivo<br />

Histórico de Aguascalientes, y otras muchas funciones.<br />

Aunque muchas de esas responsabilidades le impedían estar cercano a las<br />

actividades de educación en la entidad, eso no limitó para tener cargos<br />

relacionados con esa función; ejemplo de esto es que para 1929 fue nombrado<br />

secretario <strong>del</strong> Consejo de Educación Pública y secretario encargado de la<br />

Dirección de Educación <strong>del</strong> mismo Consejo, actividad que abarcó ese año y el<br />

siguiente. Asimismo fue nombrado primer director en dos instituciones de gran<br />

relevancia cultural, como la Academia de Bellas Artes, que a la postre sería<br />

convertida en Casa de la Cultura, y <strong>del</strong> Museo de Aguascalientes. También,<br />

durante trece años, de 1966 a 1979, fue subdirector administrativo en el Alma<br />

Máter de sus estudios profesionales, la Escuela Normal <strong>del</strong> Estado, y durante<br />

nueve años fue integrante de la H. Junta de Gobierno <strong>del</strong> Instituto de Ciencias<br />

Autónomo; asimismo, al iniciar la administración gubernamental <strong>del</strong> profesor<br />

Enrique Olivares Santana, fue coordinador <strong>del</strong> Patronato de la Cultura<br />

Aguascalentense.<br />

No obstante esta multiplicidad de responsabilidades, sus labores docentes no<br />

se relegaron, pues en 1932 se incorporó como catedrático de Historia de<br />

México en la Escuela Preparatoria <strong>del</strong> estado, <strong>del</strong> Instituto de Ciencias<br />

Autónomo y en la Escuela Normal <strong>del</strong> Estado dictó cursos sobre la misma<br />

materia, además de las de Historia Universal, la Educación en México y<br />

6


Cosmografía. Asimismo impartió la cátedra de Antropología en la Escuela de<br />

Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, desde su<br />

fundación hasta 1971.<br />

En los años 1939-1942, hace una pausa de sus actividades en la entidad pues<br />

se traslada a la Ciudad de México donde, no obstante, continúa con sus<br />

labores docentes, pues fue catedrático de Lengua y Literatura Españolas tanto<br />

en la Escuela Militar de Intendencia como en el Heroico Colegio Militar.<br />

A su retorno continúa con sus múltiples actividades, incluidas ya referidas, y<br />

además pertenece a las siguientes instituciones de cultura: la Sociedad<br />

Mexicana de Geografía y Estadística; la Sociedad Astronómica y Geofísica; la<br />

Academia Nacional de Historia y Geografía; la Academia Mexicana de la<br />

Lengua, correspondiente a la Española (de la que es Académico); la Academia<br />

Mexicana de Genealogía y Heráldica; el Seminario de Cultura Mexicana<br />

(donde presidió la corresponsalía en Aguascalientes en múltiples ocasiones); la<br />

Academia de Historia de Occidente; la Sociedad Mexicana de Filosofía; la<br />

Asociación Cultural Aguascalentense, donde era responsable de la<br />

organización de conferencias, y el Ateneo Cultural de Aguascalientes (<strong>del</strong> que<br />

fue coordinador de Humanidades), entre otras.<br />

Las distinciones también han sido parte de esa trayectoria: la mencionada<br />

Academia Nacional de Historia y Geografía le otorgó las "Palmas Académicas";<br />

el Gobierno de Francia, la Medalla de Plata <strong>del</strong> Reconocimiento Francés;<br />

también puede destacarse entre ellas el haber sido condecorado con la presea<br />

"Maestro Ignacio M. Altamirano", por el Gobierno de la República, debido a sus<br />

más de cincuenta años al servicio de la educación y con las "Palmas<br />

7


Académicas" <strong>del</strong> Gobierno de Aguascalientes. Otras distinciones son la<br />

medalla "Paul Harris" Fellow de Rotary International, por haber sido presidente<br />

<strong>del</strong> club local y gobernador <strong>del</strong> distrito 411; las preseas de reconocimiento al<br />

mérito cultural, otorgadas por las promotoras culturales de las casas "Viejo<br />

Vergel" y "Pedro Domecq" y placas alusivas en plata y oro de la Sociedad<br />

Cultural "Gámez Orozco". Éstos son algunos de los numerosos<br />

reconocimientos, pues, como dice Ezequiel Estrada, "El hogar <strong>del</strong> profesor<br />

Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle es un pabellón de medallas, pergaminos<br />

honoríficos, diplomas, preseas y recuerdos gráficos de distinciones y<br />

estímulos". 1<br />

No obstante toda esa trayectoria de fructífera vida dedicada al servicio público<br />

en general y a la cultura hidrocálida en particular, modestamente impedía que<br />

se le reconociera más mérito que el de haberse formado profesionalmente<br />

para ser profesor y dedicarse a las actividades docentes. Pero ello seguía<br />

navegando en la mar de documentos que le permitió continuar con la<br />

reconstrucción de la historia de su tierra natal.<br />

Ha sido su innegable lucidez la que lo ha colocado en la envidiable posición de<br />

haber ocupado cargos públicos en donde se requerían sus servicios, además<br />

de disponer de una habilidad administrativa para la organización de personas y<br />

cosas, e indiscutiblemente su interés, que con frecuencia derivaba en pasión<br />

por conocerlas y entenderlas.<br />

Ese conocimiento y consecuente entendimiento de personas y cosas,<br />

incrementaba la avidez para desentrañarlas hasta en el más mínimo aspecto.<br />

1 Estrada Pérez, Cervantes Ezequiel. Aguascalientes y sus poetas. México, Aguascalientes, 1981, p. 97.<br />

8


Así, en la búsqueda incesante de datos para satisfacer su curiosidad y<br />

contribuir a la explicación de sus contenidos, se fue haciendo historiador, sin<br />

más reconocimiento que el que se desprendía de su trabajo. Esto promovió,<br />

consecuentemente, que fuera nominado, por la expedición de la ley<br />

correspondiente en 1944, como cronista vitalicio de la entidad.<br />

Hasta aquí sus rasgos generales. Como dice Paty Cervantes, “El Profesor Don<br />

Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle es un hombre ejemplar, lleno de virtudes, quien ha<br />

entregado su vida a la enseñanza y a la investigación, principalmente a la<br />

historia de Aguascalientes.” 2<br />

En 1994, el 12 de junio, cumplió medio siglo de haberse emitido el decreto<br />

número 60 <strong>del</strong> Congreso estatal, mediante el cual fue creado el cargo de<br />

cronista de la ciudad con carácter de inamovible y vitalicio, distinción que<br />

recayó sobre Alejandro Topete, por lo que se le hizo un reconocimiento alusivo<br />

a la conmemoración, en el Archivo Histórico que lleva su nombre.<br />

En ese entonces, su edad ya rebasaba los 85 años y, como dijo a Armando<br />

Jiménez, "en la actualidad hace lo que puede, porque en la juventud se hace lo<br />

que se quiere, luego hacemos lo que debemos, porque ya se tiene un<br />

concepto de mayor responsabilidad y confesó que a esta su edad, que es la<br />

ultramadura, es cuando un hombre reflexiona y toma como maestro de su vida<br />

y de sus actos, su propio pasado, es entonces, cuando la experiencia es la que<br />

está hablando por su boca y por sus actos y ahora se siente muy complacido<br />

de haber llegado a esta prolongada edad, porque considera ser, además de un<br />

catedrático historiador, un coleccionista de años." Y en esa entrevista, Topete<br />

2 Medina, Araceli Patricia. "Profesor Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle: hijo pródigo de la entidad", en<br />

Hidrocálido, Secc. D, Primera plana, "Estilo", año 12, núm. 3918, martes 10 de noviembre de 1992.<br />

9


añadía: "...estoy refugiado ya en mi casa, con tranquilidad absoluta porque en<br />

mí hay tranquilidad de conciencia y tranquilidad de acción y sobre todo estoy<br />

en contacto con las cosas que más me gustan, como es el pasado, mis<br />

papeles viejos, mis libros que son muy numerosos, tan numerosos que ya no<br />

son suficientes las cuatro bibliotecas que hay en mi casa, pero los libros y mis<br />

documentos son mi tesoro..." 3<br />

Se esperaba la aportación <strong>del</strong> maestro Topete a la historia de Aguascalientes;<br />

y aunque en sus múltiples escritos se encuentran rasgos fundamentales de<br />

ella, parecía haber la expectativa de que realizara una monografía que así se<br />

reconociera, según lo mencionó Mora Ruiz. 4 ¿Nos la dejó?, no lo sabemos,<br />

parece que sus malestares le impidieron conseguir su cometido pues en el<br />

inexorable transcurrir de la vida, dejó de existir a los 90 años de edad, cuando<br />

caminaba por la Plaza de la Patria, centro cívico de Aguascalientes, víctima de<br />

un infarto agudo al miocardio, el 25 de marzo de 1999, al frente a la Catedral<br />

Basílica, de donde había salido después de escuchar misa.<br />

Así, "Don Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle, cronista vitalicio de la Ciudad, cumplió su<br />

propósito de ir al encuentro de la vida eterna de pie, en la lucha, lúcido, en<br />

plenitud de sus facultades. -Nunca en una cama-, había dicho." 5<br />

Al día siguiente, los tres Poderes <strong>del</strong> estado rindieron un homenaje póstumo a<br />

quien fuera el cronista de Aguascalientes durante los 40 últimos años, en un<br />

acto en el patio de Palacio de Gobierno, para después, en Catedral, oficiar la<br />

3 Jimenez, Armando. "Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle. Historiador...Coleccionista de Años", en Exedra, Ed.<br />

Coordinación de Comunicación Social, Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 1, marzo<br />

de 1993, p. 4.<br />

4 Mora Ruiz, José María. "50 años de Cronista de la Ciudad y 86 de vida de un hombre noble y bueno", en<br />

Exedra, Ed. Coordinación de Comunicación Social, Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 2,<br />

núm. 18, agosto de 1994, p. 20.<br />

5 Hidrocálido, 26 de marzo de 1999. México, Aguascalientes.<br />

10


misa de exequias de cuerpo presente, y al mediodía, depositar los restos en la<br />

Rotonda de los Hombres Ilustres de la entidad.<br />

<strong>II</strong>I<br />

La historia de un historiador<br />

Una fecunda vida proporciona una fecunda herencia a la humanidad, y no hay<br />

mejor herencia que el rescate de la historia de una sociedad. Son múltiples sus<br />

escritos en publicaciones periódicas que deben ser recuperados para juntarlos<br />

con sus obras editadas porque, en gran medida, refieren la riqueza de distinta<br />

índole que hay en el estado.<br />

Su inquietud hacia la escritura comenzó por la narrativa, de la cual se<br />

constituye la historia, pero no lo es todo, sólo es la antesala de la filosofía de la<br />

historia, que ya requiere de la interpretación. Y puesto que la historia es<br />

dinámica siempre, se modifica en su aspecto crítico, en su aspecto de juicio.<br />

Por eso, nos dice, hay que distinguir los hechos de las apreciaciones, lo que<br />

está siempre presente en su obra.<br />

En los años veinte, los primeros escritos –diversos– aparecieron en los<br />

semanarios, pues no había diarios, y ocasionalmente colaboró en La Voz <strong>del</strong><br />

pueblo y La Semana, publicaciones muy modestas, según nos dice, donde se<br />

aventuraba a escribir hechos aislados de pasajes históricos de Aguascalientes.<br />

En 1925 fundó la revista Vida Estudiantil, en la que participaron como editores,<br />

además de su fundador (Alejandro Topete): Miguel García Rojas, Arnulfo<br />

Rodríguez, Luis Martínez Cervantes, Alberto Guerrero Murillo, Raúl Martínez,<br />

Manuel Varela Quezada, Antonio González y Antonio Portales. En su primera<br />

11


época, hasta julio, esta publicación mensual, de 8 páginas, alcanzó seis<br />

números; mantuvo el mismo título para administraciones y épocas<br />

subsecuentes, hasta 1966.<br />

Sin embargo, cuenta el maestro Topete que la verdadera vocación de<br />

investigador se la inculcó el doctor Francisco C. Díaz Alonso, quien lo motivó<br />

en la Escuela Preparatoria a escribir, porque percibió su afición por la historia,<br />

y lo impulsaba siempre con algún relato, señalándole la fuente donde podía<br />

encontrar información sobre el mismo.<br />

Diez años después de su vida estudiantil, fundó el Boletín de la Sociedad de<br />

Historia, Geografía y Estadística, órgano de difusión de la Sociedad de<br />

Historia, Geografía y Estadística de Aguascalientes.<br />

Sus escritos profesionales se iniciaron en el Boletín, donde también<br />

participaron las personas más destacadas en el estudio de la historia de<br />

Aguascalientes. Ahí se publicaron, durante dieciséis meses consecutivos, el<br />

mismo número correspondiente a sus primeros escritos históricos.<br />

Hay otros trabajos sobre tópicos de la entidad en publicaciones como<br />

Bohemia y ACA. Asimismo ha sido colaborador de las revistas Aries,<br />

Aguascalientes Hoy y Exedra; en El Heraldo de Aguascalientes, Hidrocálido y<br />

El Sol <strong>del</strong> Centro, diarios de la localidad; en el primero apareció su columna<br />

"Efemérides", que continuó en el segundo, fundamentalmente durante el año<br />

de 1992, y en el último, notas biográficas.<br />

En la revista ACA, de la Asociación Cultural Aguascalentense, surgida en<br />

1952, destacan escritos biográficos de algunos de los considerados hombres<br />

más representativos de la entidad; en su primer número, hay un artículo<br />

12


iográfico sobre Jesús Terán; 6 en él se describen los datos de nacimiento y<br />

bautizo de quien, en su futuro, sería un prohombre de la entidad. Luego de<br />

mencionar los nombres de sus padres y padrinos, se hace referencia a su<br />

familia y los estudios realizados en su niñez.<br />

Debido a que en Aguascalientes no había planteles para la educación<br />

superior, en 1832 fue enviado a Guadalajara para que ahí los llevara a cabo.<br />

Diez años después de haber cursado estudios humanísticos y debido al<br />

fallecimiento de sus padres, el biografiado regresó a su tierra natal;<br />

posteriormente concluyó sus estudios de abogado en la capital de la<br />

República.<br />

Al retornar al terruño, se dedicó a su profesión: ocupó cargos públicos y fundó<br />

el Instituto Científico y Literario de la Purísima Concepción; luego colaboró con<br />

los presidentes Comonfort y Juárez en diversas carteras, para después ser<br />

nombrado ministro plenipotenciario de México en Europa. El escrito concluye<br />

exaltando la personalidad de Terán y refiriendo su deceso..<br />

Otro artículo en esa misma publicación es sobre noticias biográfico-<br />

genealógicas de Juan de Montoro, considerado fundador principal de la ciudad<br />

de Aguascalientes. Ahí se describen las referencias que se han localizado<br />

sobre sus antecesores y antecedentes, para luego hablar de un manuscrito de<br />

la Biblioteca Nacional de 1570, que acusa el arribo de Montoro a<br />

Aguascalientes, como consecuencia de una Cédula Real que propone<br />

establecer un sitio para evitar los daños, muertes y robos que hacían los indios<br />

chichimecas en la región a los que viajaban entre la ciudad de México o<br />

6 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. “Jesús Terán. Semblanzas biográficas", en ACA, revista de la Asociación<br />

Cultural Aguascalentense, Ed Talleres Gráficos <strong>del</strong> Estado, núm. 1 , junio de 1952, pp. 69-70.<br />

13


Guadalajara a Real de Minas, en Zacatecas, lo cual condujo a la fundación de<br />

la Villa de Aguascalientes. Finalmente, nos brinda algunos datos biográficos de<br />

la descendencia familiar de Juan de Montoro. 7<br />

En la revista Aries inicia sus colaboraciones en el número de abril de 1981.<br />

Como reconocimiento a su colaboración, aparece una nota de la redacción, a<br />

cargo de don Ezequiel Estrada, en la que señala: “Aries se honra en presentar<br />

a sus respetables, desde este número, la colaboración <strong>del</strong> culto literato y<br />

cronista de la ciudad, el profesor don Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle y le damos la<br />

bienvenida con sus datos anecdóticos <strong>del</strong> Aguascalientes <strong>del</strong> ayer y su<br />

reportaje "Las perlas de la Virgen” <strong>del</strong> templo <strong>del</strong> pueblito de San Marcos.” 8<br />

En esa misma página se reproduce el escrito de Alejandro Topete donde<br />

narra las pesquisas judiciales derivadas <strong>del</strong> hurto de las perlas de la imagen de<br />

la Virgen <strong>del</strong> Pueblito, en el Pueblo Nuevo de Indios de San Marcos, a<br />

mediados de septiembre de 1719. Después de que las autoridades<br />

descubrieron a la autora <strong>del</strong> robo, identificaron a la persona que compró las<br />

perlas robadas y éstas fueron recuperadas, se impuso una sentencia que, para<br />

su tiempo, mostraba lo prudente que podían ser las sentencias durante la<br />

época colonial. 9<br />

En el ejemplar <strong>del</strong> mes de mayo, el profesor Topete continúa con la<br />

descripción de casos sobre robos sacrílegos, donde expone la otra cara de la<br />

justicia. Aquí destaca el robo cometido por el licenciado Pedro de Luna, hijo de<br />

7 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro."Juan de Montoro. Principal fundador de Aguascalientes", en ACA, revista<br />

de la Asociación Cultural Aguascalentense, Ed Talleres Gráficos <strong>del</strong> Estado, núm. 2, abril de 1953, pp.<br />

15-19.<br />

8 Aries, año IV, núm. 50, 1981, p. 8.<br />

9 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Las perlas de la Virgen", en Aries, México, Aguascalientes, año IV, núm.<br />

50, abril de 1981, p. 8.<br />

14


un prominente abogado y asesor general de tres virreyes de la Nueva España,<br />

quien, de paso por la ciudad de Aguascalientes, proveniente de Zacatecas, se<br />

apoderó de artículos de algunas iglesias en enero de 1771. Instruido el<br />

proceso, el defensor pidió clemencia y se tomó en consideración el<br />

ascendiente familiar <strong>del</strong> acusado.<br />

Como resultado de la sentencia, se establece que "...por la culpa que... le<br />

resulta al reo Don Pedro de Luna... atendiendo a las circunstancias <strong>del</strong> hecho,<br />

la corta cuantía de los latrocinios y méritos de su sangre y progenitores, le<br />

debía condenar y condenó a PEREPETUO DESTIERRO, que el Derecho llama<br />

MUERTE CIVIL, cien leguas en contorno de esta jurisdicción y a todas las costas<br />

<strong>del</strong> proceso". Y luego comenta el autor: "¡Curiosa pena, por cierto, para un<br />

forastero!¡Ay <strong>del</strong> reo si hubiera sido indio o mestizo! pero tratándose de<br />

personas de calidad, la justicia colonial tenía dos varas para medir la magnitud<br />

de los <strong>del</strong>itos!" 10<br />

El siguiente escrito narra los efectos en la capital estatal de la victoria liberal<br />

en la batalla de Calpulalpan. Dice que, al conocerse por las autoridades <strong>del</strong><br />

estado de Aguascalientes la noticia de que Jesús González Ortega había<br />

obtenido una victoria en Calpulalpan sobre las tropas conservadoras de<br />

Miramón, Márquez, Cobos, Negrete y Vélez, la reacción fue muy curiosa, pues<br />

como efecto de la noticia se organizó un baile para la celebración <strong>del</strong><br />

acontecimiento. A dicho evento, nominado Baile de la Paz, asistieron gentes<br />

de las más diversas ideas que se manifestaban en su forma de vestir. Como<br />

10 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Robos sacrílegos", en Aries. Aguascalientes, México, año IV, núm. 51,<br />

mayo de 1981, p. 4. Asimismo se encuentra ese mismo artículo en el numero 205 de mayo de 1994,<br />

p.10.<br />

15


ejemplo de ello, dice Alejandro Topete que "De seguro que las lindas<br />

muchachas pertenecientes a las familias, tanto "mochas" como "chinacas", y<br />

que participaban ardientemente de las ideas políticas de la época, al rugir,<br />

cuando no bramaban, las encontradas pasiones, exteriorizándolas mediante el<br />

uso de graciosos zapatitos de raso, ya rojo o ya verde, que usaban las niñas<br />

casaderas, ya conservadoras o liberales, respectivamente, queriendo<br />

simbolizar, al usar el color contrario al de su partido, en el calzado, que pisaban<br />

y traían en los pies a sus contrarios". Luego <strong>del</strong> refresco, las señoritas se<br />

colocaron flores y listones con las siguientes impresiones: "Himnos eleve al<br />

cielo la hermosura porque reine la paz cándida y pura": "¡Divina libertad! La<br />

Patria cara a nadie más que a ti, da culto y ara"; "De libertad en nuestra Patria<br />

ondea magnífico el pendón. ¡Bendito sea!"; "Han sucumbido ya los opresores;<br />

no habrá en México esclavos ni señores"; "Murió el bando servil <strong>del</strong> retroceso,<br />

luce la libertad, luce el progreso"; "Ya los horrores de sangrienta guerra, no<br />

afligirán de Anáhuac a la tierra"; "¡Regocíjate pueblo! lució el día en que cayó<br />

la infame tiranía"; "Eterna gloria al denodado Ortega que el pendón reformador<br />

despliega".<br />

Como corolario <strong>del</strong> escrito, el autor señala que: “¡Cuán lejos estaban<br />

nuestros abuelos de pensar que unos cuantos meses más tarde, el territorio<br />

patrio teñiríase nuevamente con la sangre propia y extraña como consecuencia<br />

de una de tantas agresiones extranjeras, que nuestro México ha tenido la<br />

desgracia de sufrir! Ya proyectábase la sombra siniestra <strong>del</strong> cadalso de<br />

malpaso donde habrían de sucumbir, con otros, los heroicos hermanos<br />

Chávez: el gobernante ilustre y limpio, Don José María, y el fogoso y dinámico<br />

16


Don Martín W., que organizara aquel suntuoso BAILE tan sui-géneris, con el<br />

que quiso vislumbrar y consolidar una paz imposible." 11<br />

En otro escrito, haciendo una abigarrada secuencia de acontecimientos<br />

históricos, el profesor Topete va construyendo un bosquejo sobre la formación<br />

<strong>del</strong> barrio de Guadalupe, desde el siglo XV<strong>II</strong> hasta el principio <strong>del</strong> actual.<br />

Célebre ha sido este barrio y entre sus historias se cuentan la infancia y<br />

adolescencia de Mauricio Magdaleno, <strong>del</strong> que Reyes Ruiz ha dicho: "Y así<br />

queremos, así sentimos, así quisiéramos seguir cantando, a permitirlo nuestras<br />

líricas portavoces intérpretes de nuestras cívicas emociones, las excelencias<br />

de este jirón de nuestra urbe, que fuera nuestra cuna." 12<br />

La figura de Francisco Villa también es evocada por Alejandro Topete, quien<br />

señala la controvertida personalidad, a veces exaltada, a veces vituperada,<br />

pero nunca ignorada. Ante una itinerante escultura ecuestre que recorría la<br />

República mexicana, Topete afirmaba: "Hoy saludamos reverentes el nuevo<br />

paso <strong>del</strong> caudillo <strong>del</strong> Norte, por esta tierra que tantas ocasiones visitó, en el<br />

esplendor de sus glorias. Saludamos a Juan López, a Doroteo Arango, a<br />

Francisco Villa, –como quiera que lo llamen–, para recordar que él, no la<br />

crueldad de las hazañas, sino la nobleza de comportamiento en sus momentos<br />

de guía de los pueblos, cuando manda abrir las bodegas de los ricos para<br />

matar el hambre famélica <strong>del</strong> pueblo; cuando en un acto de verdadera<br />

democracia, designa un gobernante aguascalentense bueno y comprensivo, en<br />

una función plebiscitaria sin precedente en nuestro medio; cuando ordena el<br />

11 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La victoria de Calpulapan", en Aries México, Aguascalientes, año IV,<br />

núm. 53, julio de 1981, p. 12.<br />

12 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Pequeña imagen de un barrio: Guadalupe", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año IV, núm. 54, agosto de 1981, p. 6. Asimismo aparece este artículo en dos partes, en<br />

los números 218 y 219 de los meses de junio y julio de 1995, p. 10.<br />

17


diario reparto de un peso a las pobres mujeres que en prolongada fila,<br />

sentadas frente a sus trenes, reciben el socorro de una ‘sábana’, de aquellos<br />

blancos billetes impresos a bordo de su convoy ferroviario. Ese fue el Pancho<br />

Villa humanitario y generoso, hecho grano de trigo, que el pueblo ha recordado<br />

muchas veces, y no la paja y el desperdicio que se convertía en tremenda fiera<br />

ante la sospecha, la calumnia, las pasiones o el peligro." 13<br />

A partir de su siguiente artículo, el maestro Topete empieza una serie de<br />

biografías de los directores <strong>del</strong> Instituto de Ciencias, que a la vez es una<br />

referencia histórica de dicha institución, y que en posteriores escritos estarán<br />

encabezados como "Precursores de la docencia".<br />

En una remembranza biográfica, el maestro Topete describe datos biográficos<br />

generales <strong>del</strong> doctor Ignacio Toribio Chávez, a quien considera como el<br />

consumador de la Escuela de Agricultura. La nota biográfica, en algunos<br />

aspectos meticulosa, resalta particularmente el desarrollo de sus estudios<br />

profesionales y los imponderables que tuvo para poder concluirlos, ligados<br />

directamente con su personalidad y las principales relaciones sociales que<br />

mantuvo en el D.F., hasta el regreso a su natal Aguascalientes. Luego narra<br />

que aquí se dedicó al ejercicio de su profesión y formalizó su compromiso<br />

matrimonial, en la ciudad de México, para luego viajar a la de Aguascalientes.<br />

También se enumeran los hijos procreados por el matrimonio; pero la<br />

inconclusa descripción se pospone para otra entrega, con el enunciado de<br />

"continuará", lo cual no se encuentra en las subsecuentes notas biográficas. 14<br />

13 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Palabras al general Francisco Villa frente a su escultura", en Aries,<br />

México, Aguascalientes, año IV, núm. 55, septiembre de 1981, p. 12.<br />

14 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Ignacio Toribio Chávez. Primer director <strong>del</strong> Instituto de<br />

Ciencias", en Aries, México, Aguascalientes, año IV, núm. 58, diciembre de 1981, p. 14.<br />

18


Continúa sus escritos biográficos de políticos y profesionistas, en su mayoría<br />

nacidos en Aguascalientes, pero que tuvieron alguna relación con la dirección<br />

de la Escuela Preparatoria estatal. En la entrega de enero, expone los datos<br />

biográficos <strong>del</strong> doctor Ignacio N. Marín, quien fue médico, y entre sus<br />

actividades más relevantes destaca el haber sido diputado local, suplente y<br />

propietario, gobernador Interino en diversas ocasiones y director <strong>del</strong> Instituto<br />

Científico de Aguascalientes entre 1871 y 1908, combinándolo, en ocasiones,<br />

con la gubernatura interina <strong>del</strong> estado. 15<br />

La siguiente biografía es sobre José María Ávila y López, quien fue el cuarto<br />

director <strong>del</strong> Instituto de Ciencias. Alejandro Topete señala, en el primer párrafo,<br />

que el tercer director fue el licenciado Esteban Parga, pero omite sus datos<br />

biográficos puesto que su paso por esa encomienda fue efímero.<br />

Topete toma la biografía <strong>del</strong> licenciado Ávila de la nota necrológica aparecida<br />

en el periódico oficial <strong>del</strong> estado, El Republicano, de 1898, donde se recaban<br />

testimonios de la época. Señala que Aguascalientes fue la cuna que en 1817<br />

recibió a José María Ávila, pero sus primeras enseñanzas las recibió en el<br />

Seminario Conciliar de Guadalajara. Posteriormente siguió la profesión de<br />

abogado en esa entidad y su práctica la concluyó en Aguascalientes. Luego se<br />

trasladó a Zacatecas, donde desempeñó diversos cargos públicos. Al regresar<br />

a su ciudad natal, en junio de 1881, se hizo cargo de la dirección <strong>del</strong> Instituto<br />

de Ciencias de Aguascalientes, hasta noviembre de 1883, en que fue<br />

nombrado ministro <strong>del</strong> Supremo Tribunal de Justicia. Finalmente se hacen<br />

15 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "El Dr. Don Ignacio N. Marín", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />

IV, núm. 59, enero de 1982, p. 8. Además aparece en los números 140 y 201 de diciembre de 1988 y<br />

enero de 1994, respectivamente, p. 10.<br />

19


algunas referencias sobre su vida personal. 16<br />

Continúa con la biografía <strong>del</strong> ingeniero Jesús Pérez Maldonado, originario de<br />

Aguascalientes, que realizó sus primeros estudios en la entidad;<br />

posteriormente se trasladó a la ciudad de México, donde estudió y se graduó<br />

como ingeniero agrimensor. Fue diputado local suplente, luego propietario y<br />

ocupó otros cargos públicos; de diciembre de 1883 a enero de 1885, fue<br />

director <strong>del</strong> Instituto de Ciencias. 17<br />

En el caso de la biografía <strong>del</strong> licenciado Alberto M. Dávalos, las entregas<br />

están enmarcadas por el encabezamiento "Los precursores de la docencia".<br />

Dávalos también fue originario de Aguascalientes, aunque se desconoce<br />

dónde realizó sus estudios básicos; los de bachillerato los hizo en el Instituto<br />

de Ciencias, lo mismo que su carrera de abogado. También fue diputado<br />

suplente y propietario, síndico, regidor y presidente <strong>del</strong> Ayuntamiento de<br />

Aguascalientes, gobernador interino y dos veces director <strong>del</strong> Instituto de<br />

Ciencias; la primera, de septiembre de 1908 a noviembre de 1911, y la<br />

segunda, de abril de 1913 hasta su fallecimiento en septiembre <strong>del</strong> mismo<br />

año. 18<br />

Del médico y político Ángel Nájera, nos dice que fue originario de<br />

Aguascalientes, donde realizó sus estudios hasta el bachillerato; los<br />

profesionales los inició en la Escuela Nacional de Medicina de la capital de la<br />

República y los concluyó en San Luis Potosí. A la conclusión <strong>del</strong> movimiento<br />

16 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "El licenciado José María Ávila y López", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año V, núm. 60, febrero de 1982, p. 4.<br />

17 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Ing. Jesús Pérez Maldonado", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />

IV, núm. 61, marzo de 1982, p. 7.<br />

18 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro."Lic. Alberto M. Dávalos" Aries. Aguascalientes, México. Año V No. 62.<br />

Abril de 1982. p. 9.<br />

20


evolucionario de 1910, fue nombrado como director de la Escuela Preparatoria<br />

de Aguascalientes, de diciembre de 1911 a febrero de 1913, por el gobernador<br />

en turno y más tarde se le nombró director <strong>del</strong> Hospital Civil <strong>del</strong> estado, de<br />

1916 a 1918, y senador propietario en el Congreso de la Unión en la XXV<strong>II</strong><br />

Legislatura. 19<br />

El doctor Francisco Macías, también médico de profesión, originario de<br />

Aguascalientes, estudió en la vieja Escuela de Agricultura que años más tarde<br />

sería el Instituto de Ciencias; en Guadalajara realizó sus estudios de medicina<br />

y posteriormente desempeñó los cargos de diputado propietario y suplente<br />

local, en varias ocasiones, y diputado federal y senador. También fungió como<br />

gobernador interino e impartió cursos y dirigió la Escuela Preparatoria y de<br />

Comercio <strong>del</strong> estado (luego Instituto de Ciencias), de 1911 a 1913. 20<br />

En Real de Asientos, municipio de Aguascalientes, nació Tomás Medina<br />

Ugarte; realizó los estudios básicos en su natal ciudad y los superiores en el<br />

Instituto Científico de Aguascalientes, donde se graduó de ingeniero topógrafo<br />

en 1876. Desempeñó varios cargos públicos, incluyendo los de representación<br />

popular, y fue nombrado director de la Escuela Preparatoria y de Comercio a<br />

fines de noviembre de 1913, por el gobernador García Hidalgo; ahí permaneció<br />

hasta los últimos días de diciembre de 1915. Ocupó varios cargos públicos y<br />

falleció en noviembre de 1921. 21<br />

El ingeniero Ignacio José Arteaga, originario de la ciudad de Aguascalientes,<br />

19 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Ángel Nájera", en Aries, México, Aguascalientes, año V, núm.<br />

63, mayo de 1982, p. 7.<br />

20 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor D. Francisco C. Macías", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />

V, núm. 64, junio de 1982, p. 6.<br />

21 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Ing. Tomás Medina Ugarte", en Aries, México, Aguascalientes, año V,<br />

núm. 65, julio de 1982, p. 6.<br />

21


inició sus estudios básicos en esta ciudad y los continuó en San Luis Potosí y<br />

Guadalajara. La enseñanza media la hizo en Aguascalientes, a su retorno, y<br />

los continuó en la capital de la República, en la Escuela Nacional Preparatoria.<br />

Continuó estudios de ingeniería, pero los abandonó provisionalmente para<br />

luego concluirlos en Guadalajara. En julio de 1915 ocupó la Dirección de la<br />

Escuela Preparatoria y de Comercio <strong>del</strong> estado, e impartió cursos de<br />

matemáticas hasta 1917. Luego se trasladó a la ciudad de México para fungir<br />

como inspector de secundarias, donde murió en 1959. 22<br />

El ingeniero Leocardio de Luna nació en el Municipio de San José de Gracia,<br />

pero pasó a la capital de Aguascalientes para estudiar en la Escuela de<br />

Agricultura, de la que se graduó como ingeniero topógrafo. Fue regidor,<br />

diputado local e impartió cátedra durante más de cuarenta años. Ocupó<br />

efímeramente la Dirección <strong>del</strong> Instituto de Ciencias (durante un mes, de mayo<br />

a junio en 1917). 23<br />

La siguiente entrega está dedicada al doctor Pedro de Alba, quien, si bien<br />

nació en San Juan de los Lagos, Jalisco, se trasladó a la ciudad de<br />

Aguascalientes después de concluir sus estudios primarios, para cursar ahí la<br />

secundaria y el bachillerato. Los estudios superiores los realizó en la capital de<br />

la República y se graduó de médico cirujano. Realizó diversas actividades<br />

entre las que destacan director de la Escuela Preparatoria y de Comercio,<br />

diputado y senador en el Congreso de la Unión, profesor de la Universidad<br />

Nacional y la Escuela Nacional de Maestros; director de la Escuela Nacional<br />

22 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Don Ignacio José Arteaga,"en Aries, México, Aguascalientes, año V,<br />

núm. 66, agosto de 1982, p. 9.<br />

23 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Ing. Leocardio de Luna", en Aries, México, Aguascalientes, año V, núm.<br />

67, mayo de 1982, p. 6.<br />

22


Preparatoria, rector de la Universidad de Nuevo León; <strong>del</strong>egado a las<br />

asambleas de la Sociedad de Naciones, subdirector de la Unión<br />

Panamericana. Además, publicó algunas obras y artículos en diversas revistas<br />

y periódicos. La fructífera vida <strong>del</strong> doctor De alba concluyó en París, en<br />

noviembre de 1960. 24<br />

Sobre el doctor Alfonso M. López, el profesor Topete nos dice que se graduó<br />

de médico-cirujano y desempeñó diversas encomiendas, entre ellas la de<br />

secretario <strong>del</strong> Consejo Superior de Salubridad <strong>del</strong> estado, director <strong>del</strong> Hospital<br />

Hidalgo y <strong>del</strong> Hospital de los Ferrocarriles Nacionales, regidor <strong>del</strong><br />

Ayuntamiento y fundador y director <strong>del</strong> Instituto Antirrábico estatal. Asimismo<br />

impartió varias cátedras a nivel superior. Fue director de la preparatoria de<br />

Aguascalientes durante un año, de marzo de 1926 al mismo mes de 1927. 25<br />

La última biografía correspondiente a ese año fue la de José María Rincón,<br />

nacido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y radicando un buen tiempo en la ciudad<br />

de México, donde se graduó de abogado; llegó a la ciudad de Aguascalientes,<br />

como agente <strong>del</strong> Ministerio Público, después de haber desempeñado una gran<br />

cantidad de actividades relacionadas con su profesión. Fungió como director<br />

de la Escuela Preparatoria estatal entre 1927 y 1928; posteriormente, por su<br />

actividad, se tuvo que trasladar a otras partes de la República. El cronista<br />

menciona desconocer su paradero. 26<br />

La entrega de enero de 1983 está dedicada al doctor José González Saracho,<br />

24 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Pedro de Alba", en Aries, México, Aguascalientes, año V, núm.<br />

68, octubre de 1982, p. 12. También se puede encontrar el mismo artículo, dividido en dos partes, en<br />

los números 196 y 197 de agosto y septiembre de 1993, p.10.<br />

25 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Alfonso M. López", en Aries, México, Aguascalientes, año V,<br />

núm. 69, noviembre de 1982, p. 7.<br />

26 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Licenciado José María Rincón", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />

V, núm. 70, diciembre de 1982, p. 5. Asimismo se encuentra en el número 195 de julio de 1993, p.14.<br />

23


quien nació en la capital <strong>del</strong> estado de Zacatecas en febrero de 1880, donde<br />

realizó sus primeros estudios; posteriormente se trasladó a San Luis Potosí,<br />

donde logró concluirlos en la escuela anexa a la Normal; después continuó su<br />

formación profesional en la Escuela Normal para Maestros.<br />

Luego de ejercer esa profesión por algunos años, se inscribió en el Instituto<br />

Científico y Literario de esa misma ciudad, donde estudió para médico-<br />

cirujano, y recibió su título en marzo de 1906. Al año siguiente, se trasladó a la<br />

ciudad de Aguascalientes para ejercer su profesión, pero ocupó diversos<br />

cargos públicos relacionados con ella.<br />

Asimismo fue catedrático de diversas asignaturas y ocupó la dirección de la<br />

Escuela Preparatoria de diciembre de 1928 a abril de 1929, y luego en junio<br />

<strong>del</strong> mismo año. 27<br />

Para el mes de febrero, la biografía corresponde al licenciado Rafael Vivar<br />

Valderrama, nacido en Talamantes, Chihuahua. Sus estudios primarios los<br />

realizó en Hidalgo <strong>del</strong> Parral, Chihuahua. Los correspondientes a la secundaria<br />

y preparatoria los cursó en las ciudades de Guadalajara, Chihuahua y México,<br />

Distrito Federal. Sus estudios profesionales los realiza en las escuelas de<br />

jurisprudencia de la Universidad Nacional y de Morelia, Michoacán. Finalmente<br />

los concluye en la Escuela Libre de Derecho, de la ciudad de México, pero se<br />

graduó en Puebla.<br />

Ocupó varios cargos públicos en Puebla y Chihuahua; posteriormente, durante<br />

dos meses, abril y mayo de 1929, ocupó la dirección de la Escuela<br />

27 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "El Doctor José González Saracho", en Aries, México, Aguascalientes,<br />

año V, núm. 71, fFebrero de 1983, p. 6. Asimismo se reproduce en el número 186 de octubre de 1992, p.<br />

20.<br />

24


Preparatoria y Normal. Durante el resto de su vida hizo una complementaria<br />

carrera en el servicio exterior, con el cargo de cónsul. 28<br />

El ingeniero Luis Herrera Marmolejo, de quien se elabora la biografía<br />

correspondiente al número <strong>del</strong> mes de marzo, nació en la ciudad de<br />

Guanajuato, en julio de 1898. Sus estudios básicos y el inicio de su bachillerato<br />

lo hizo en su ciudad natal, pero los concluyó en la Escuela Nacional<br />

Preparatoria, en la ciudad de México.<br />

Sus estudios profesionales los cursó en la Escuela Nacional de Ingenieros y,<br />

al terminarlos, se incorporó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes,<br />

donde se desempeñó en el área de construcción de caminos. Durante la<br />

construcción de la carretera entre Aguascalientes y Calvillo, tiempo en que<br />

radicó en Aguascalientes, fungió también como director de la Escuela<br />

Preparatoria y Normal, de julio a octubre de 1929. Esa labor la realizaría<br />

también posteriormente, cuando ya se llamaba Instituto Autónomo de Ciencias,<br />

entre enero y agosto de 1947. 29<br />

Otro oriundo de Zacatecas fue el licenciado Luis G. Sánchez; sus primeros<br />

estudios los realizó en su ciudad natal y los medios los continuó en el Instituto<br />

Científico de Zacatecas, para concluirlos en Guadalajara. Sus estudios<br />

profesionales los llevó a cabo en la Escuela de Jurisprudencia de ese estado y<br />

se graduó en junio de 1896.<br />

El licenciado Sánchez también ocupó diversos cargos públicos, entre los que<br />

estuvo el de agente <strong>del</strong> Ministerio Público en Aguascalientes. Durante su<br />

28 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Licenciado Rafael Vivar Balderrama", en Aries, México, Aguascalientes,<br />

año VI, núm. 72, febrero de 1983, p. 5.<br />

29 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Ingeniero Luis Herrera Marmolejo", en Aries, México, Aguascalientes,<br />

año VI, núm. 73, marzo de 1983, p. 5.<br />

25


estancia en la entidad fue cuando ocupó el cargo de director de la Escuela<br />

Preparatoria, entre octubre de 1929 y agosto de 1931, además de impartir<br />

algunas materias. 30<br />

Nacido en la ciudad de Aguascalientes, el doctor Alberto <strong>del</strong> Valle realizó sus<br />

estudios primarios en la misma, para posteriormente inscribirse en el Instituto<br />

Científico de Aguascalientes, donde cursó sus primeros años de bachillerato, el<br />

cual concluyó en el Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí.<br />

En esa última entidad estudió dos años de medicina y luego se trasladó a la<br />

capital de la República, por un año; regresó a su ciudad natal mientras<br />

concluía la efervescencia revolucionaria, y luego volvió para graduarse.<br />

Se estableció en Aguascalientes a ejercer su profesión, pero ocupó varios<br />

cargos públicos, como el de presidente municipal y gobernador, además de<br />

diputado y senador; fue director de la Escuela Preparatoria estatal en dos<br />

ocasiones: de 1931 a noviembre de 1932 y de enero a septiembre de 1934.<br />

Falleció en su ciudad natal en noviembre de 1947. 31<br />

También originario de la ciudad de Aguascalientes, donde nació en 1910, el<br />

licenciado Ignacio Lomelí Jáuregui se trasladó a la ciudad de México desde<br />

muy pequeño, y fue inscrito en el Instituto Filosófico para cursar gran parte de<br />

su enseñanza básica, aunque el último año lo hizo en Aguascalientes. En 1923<br />

ingresó a la Escuela Preparatoria de Aguascalientes, la cual concluyó tres años<br />

después, y se fue a la ciudad de México para estudiar en la Universidad<br />

Nacional la carrera de abogado.<br />

30 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Licenciado Luis G. Sánchez", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />

V<strong>II</strong>, núm. 73, abril de 1983, p. 5. Cabe aclarar que el número de revista y de año asignado a este<br />

número fue un error tipográfico, pues se repitió con respecto al número anterior de marzo <strong>del</strong> mismo año.<br />

31 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Alberto <strong>del</strong> Valle", en Aries, Aguascalientes, año VI, núm. 74,<br />

mayo de 1983, p. 6.<br />

26


n<br />

A la conclusión de sus estudios, fue director de Educación Pública en su<br />

estado natal; luego recibió el nombramiento de Notario Público en la entidad y<br />

desde septiembre de 1934 hasta diciembre de 1936 fungió como director de la<br />

Escuela Preparatoria de Aguascalientes, ocupando simultáneamente la<br />

jefatura de la oficina <strong>del</strong> Registro Público de la propiedad, y posteriormente fue<br />

invitado a colaborar en el Gobierno de Chihuahua, donde estuvo hasta 1939.<br />

Al regresar a Aguascalientes, se ocupó <strong>del</strong> establecimiento y edición de El<br />

Sol <strong>del</strong> Centro, de la cadena García Valseca, donde se mantuvo como director<br />

hasta que se le invitó a hacerse cargo de la Subdirección General de la<br />

cadena. Falleció en abril de 1972. 32<br />

La entrega <strong>del</strong> mes de julio inicia con una nota aclaratoria de que esta ficha<br />

bibliográfica debió preceder a la <strong>del</strong> licenciado Lomelí. En ella describe que el<br />

doctor Joaquín Zermeño nació en Encarnación de Díaz, en abril de 1901. Sus<br />

estudios primarios los hizo en el colegio "Nicolás Bravo" de Aguascalientes,<br />

ingresó a la Preparatoria <strong>del</strong> estado en 1920 y posteriormente se trasladó a la<br />

ciudad de México donde estudió medicina en la UNAM.<br />

Desempeñó varios cargos directivos en el área de Salud <strong>del</strong> estado, para<br />

después encargarse de la dirección de la Escuela Preparatoria durante 1933. A<br />

la postre se trasladó a la ciudad de México, donde falleció en 1969. 33<br />

El doctor Rafael Macías Peña nació en la ciudad de Aguascalientes en<br />

octubre de 1896. Estudió la primaria en el colegio "San Miguel Arcángel", entre<br />

32 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Lic. Ignacio Lomelí Jáuregui", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />

VI, núm. 75, junio de 1983, p. 6.<br />

33 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Joaquín Zermeño", en Aries, México, Aguascalientes, año VI,<br />

núm. 76, julio de 1983, p. 6.<br />

Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Rafael Macías Peña", en Aries, México, Aguascalientes, año VI,<br />

núm. 77, agosto de 1983, p. 6.<br />

27


1902 y 1908; al año siguiente ingresó a la Escuela Preparatoria estatal, la cual<br />

concluyó después de un periodo interino en el Colegio Militar.<br />

Concluida su educación media, se trasladó a la ciudad de México para<br />

estudiar medicina en la UNAM, y al concluir regresó a su ciudad natal, donde<br />

ocupó varios cargos directivos dentro de su área; de diciembre de 1936 a<br />

enero de 1941 ocupó la dirección <strong>del</strong> Instituto de Ciencias de Aguascalientes,<br />

además de impartir diversas materias relacionadas con su formación<br />

profesional. 34<br />

Hasta aquí concluye la serie de entregas referidas a “Los precursores de la<br />

docencia". A partir de septiembre, continuó con sus temas históricos sobre<br />

acontecimientos y lugares.<br />

Bajo el encabezado de página "Vida colonial", escribe el artículo titulado "Un<br />

crimen excepcional". Como epígrafe, el editor de la revista resalta que: "EL<br />

PROFESOR ALEJANDRO TOPETE DEL VALLE, CRONISTA DE LA CIUDAD HA SIDO<br />

SEÑALADO POR EL GOBIERNO DEL ESTADO PARA RECIBIR LAS "PALMAS<br />

ACADÉMICAS", DISTINCIÓN QUE CONSIDERAMOS MUY JUSTA, DADA LA LABOR DE<br />

MUCHOS AÑOS QUE EN FAVOR DE LA CULTURA HA DESARROLLADO DON<br />

ALEJANDRO, COLABORADOR DE ARIES Y COMPAÑERO DIRECTIVO DEL ATENEO<br />

CULTURAL DE AGUASCALIENTES."<br />

El contenido <strong>del</strong> escrito narra el crimen cometido por un religioso, a quien el<br />

autor califica de perturbado en sus facultades mentales, por haber cometido un<br />

<strong>del</strong>ito tan atroz, soslayando la investidura que lo caracterizaba.<br />

Con cierto detalle se narra que en abril de 1789 apareció un cadáver en la vía<br />

pública, por lo que se notificó a las autoridades quienes determinaron que el<br />

34 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Rafael Macías Peña", en Aries, México, Aguascalientes, año VI,<br />

núm. 77, agosto de 1983, p. 6.<br />

28


deceso se debía al uso de un arma punzocortante.<br />

Dos mujeres dijeron haber visto borracho al occiso, José Antonio Oropeza, la<br />

noche anterior, en el callejón de la Botica, donde se topó con fray Mariano<br />

Iturria, quien andaba sin hábito. Después de un intercambio de impresiones, el<br />

fraile sacó un belduque, con el que atacó al infortunado. La agresión podía<br />

haber continuado de no ser porque una de las testigos se lo impidió.<br />

El fraile se retiró y llegó con un testigo para mostrarle al agonizante que había<br />

agredido. Luego de informadas las autoridades que hicieron las primeras<br />

diligencias, se hizo notorio el fuero <strong>del</strong> que gozaba el agresor. Luego se supo<br />

que el fraile había escapado <strong>del</strong> Convento-Hospital y se había refugiado,<br />

después <strong>del</strong> crimen, en el Convento Franciscano de la Purísima Concepción de<br />

San Diego, donde se le dejó en calidad de detenido.<br />

El maestro Topete señala que no se sabe lo que haya hecho la jurisdicción<br />

eclesiástica para castigar al <strong>del</strong>incuente, pero que el callejón de la Botica fue<br />

llamado posteriormente "calle de la Sorpresa", y deduce que el nombre pudo<br />

provenir de tal acontecimiento. 35<br />

Otro evento de la historia que describe Alejandro Topete es el tranvía, <strong>del</strong><br />

cual nos dice que era un medio de transporte colectivo, tirado por animales,<br />

cuya construcción se inició en Aguascalientes el primero de agosto de 1882.<br />

Su primera línea salió de la plaza principal hacia los Baños de Ojocaliente; en<br />

febrero de 1884 se extendió hacia el Jardín de San Marcos; en octubre de ese<br />

año continuó con su extensión, pero ésta implicó un endeudamiento para sus<br />

propietarios, lo que llevó posteriormente a su remate en 1887.<br />

35 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Un crimen excepcional", en Aries, México, Aguascalientes, año VI, núm.<br />

78, septiembre de 1983, p. 7.<br />

29


Cuenta el maestro Topete que por esos años se estableció otra empresa,<br />

llamada "Tranvías <strong>del</strong> comercio", que le hizo competencia a la anterior, por lo<br />

que la empobreció. Otra empresa inaugurada en febrero de 1894, "Tranvías de<br />

Aguascalientes", construyó más líneas. En 1904 se inauguraron los "Tranvías<br />

eléctricos de Aguascalientes", que desplazaron a los de tracción animal. El<br />

auge de ese medio de transporte duró 20 años, hasta la aparición de los<br />

vehículos de automotor; entonces los camiones desplazaron a los nostálgicos<br />

tranvías que, en el mes de julio de 1928, fueron cancelando sus corridas. 36<br />

Otro escrito que hace remembranzas "De la vida colonial" se refiere a la<br />

familia <strong>del</strong> capitán Francisco Altuna, quien fue alcalde mayor en 1635-1636 y<br />

cuya esposa, al enviudar, se casó con José de Parga y Gayoso, también<br />

alcalde mayor en 1667-1668. Se cuenta que doña Josefa de Contreras y<br />

Salazar (viuda de Altuna) era persona de alcurnia y acaudalada, mientras que<br />

su nuevo cónyuge carecía de bienes.<br />

Luego <strong>del</strong> matrimonio, José de Parga empezó a manejar los bienes de su<br />

esposa, los cuales fueron hipotecados para pagar deudas. En 1677, doña<br />

Josefa entregó al alcalde en turno su testamento, en el que señala que,<br />

mediante el uso de la fuerza, su segundo esposo la hizo firmar un poder; por lo<br />

tanto, se declara su anulación; también indica todos los desmanes provocados<br />

por su segundo marido y los daños causados a los bienes. Ante esto,<br />

determina que sus albaceas sean quienes cumplan con sus disposiciones para<br />

beneficiar a sus tres hijos <strong>del</strong> primer matrimonio.<br />

Siguiendo con las narraciones de la época, cuenta el maestro Topete que el 6<br />

de marzo de 1689, el alcalde ordinario realizaba una ronda de vigilancia, con<br />

tres personas, y en un sitio denominado "Juego de barras y naipes", había un<br />

mulato con una espada en la mano, por lo que lo declaró preso. Camino a la<br />

36 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "El tranvía como medio de transporte colectivo en Aguascalientes", en<br />

Aries, México, Aguascalientes, año VI, núm. 79, octubre de 1983, p. 5.<br />

30


cárcel, el mulato sacó una daga y mató a uno de los acompañantes. Ante la<br />

solicitud de auxilio <strong>del</strong> alcalde, acudieron varios ciudadanos, pero el mulato<br />

escapó y se refugió en la iglesia parroquial de la Asunción. Posteriormente el<br />

mulato Agustín Ortiz pudo consolidar su fuga.<br />

Las causas de la actitud <strong>del</strong> mulato se describen en un documento que uno<br />

de los vecinos presentó al alcalde Romo de Vivar, en el que se solicitaba el<br />

apresamiento de Ortiz, pues lo acusaba de dar unas cartas en contra <strong>del</strong><br />

alcalde mayor, a Nicolás Salado, quien iba a Guadalajara. Esta serie de<br />

infundios, malos entendidos y conflictos eran parte de la vida lugareña de la<br />

época. 37<br />

El año de 1984 lo comienza con otra narración sobre acontecimientos de la<br />

época colonial. Cuenta que, a mediados de 1885, en Aguascalientes había<br />

pleitos entre los alcaldes ordinarios y los regidores contra el alcalde mayor,<br />

porque este último concedió, por omisión, licencia para juegos y diversiones a<br />

los naturales <strong>del</strong> pueblito de San Marcos, con motivo de las fiestas<br />

tradicionales.<br />

Para frenar las intrigas, el alcalde mayor mandó formar una averiguación<br />

sobre los motivos que hubo para autorizar la realización de esas fiestas. Como<br />

resultado, se encuentra que esos disimulos habían sucedido anteriormente. El<br />

alcalde mayor se declaró enfermo y por eso se realizó la festividad, pero fue<br />

motivo para que los oponentes políticos atacaran a quienes, por omisión,<br />

permitían la celebración de los festejos.<br />

37 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Mal alcalde y buen pillo", en Aries, México, Aguascalientes, año VI,<br />

núm. 80, noviembre de 1983, p. 5. También se reproduce en el número 190 de febrero de 1993, p. 10.<br />

31


Sin embargo, la ausencia de hechos violentos en la celebración determinaba<br />

que no había razones para impedirla. Sobre esto, el maestro Topete comenta<br />

que: "no deja de causar satisfacción, tanto por el buen orden que se guardó en<br />

el tradicional festejo ferial, sin que hubiese ni muertos, ni heridos, ni golpeados,<br />

y sí en cambio, muchas ganas de divertirse, aunque también nos provoque<br />

hilaridad aquello de que los taurófilos escudaran sus sádicas aficiones, en el<br />

taimado pretexto de realizar el sangriento festival: en honra de la celebridad de<br />

la Purísima Concepción de Nuestra Señora la Virgen María, que de seguro en<br />

su celestial imperio y en sus santos atributos, muy ajena era su divina persona<br />

a tan profanas prácticas." Finalmente señala que, de esa manera, el alcalde<br />

mayor justificba sus acciones para prevenir las maledicencias de los alcaldes<br />

ordinarios y regidores. 38<br />

En la entrega de febrero, se reproduce un discurso pronunciado por el<br />

maestro Topete con motivo de la exposición de la Muerte Catrina de Posada,<br />

en el museo que lleva el nombre <strong>del</strong> connotado artista. Por la forma coloquial<br />

de expresión, lo reproducimos de manera completa:<br />

"Cuando la Muerte Catrina nos llegó al Museo Posada<br />

“PALABRAS DE BIENVENIDA<br />

Hay momentos especiales de facultad excepcional, en el espíritu creador.<br />

Tales como aquellos en que Genaro Codina concibió el tema de su Marcha<br />

de Zacatecas. Aquella noche insomne en que, a bordo <strong>del</strong> carro dormitorio <strong>del</strong><br />

ferrocarril, Manuel M. Ponce fue inspirado por los fulgores de un astro, para dar<br />

forma a su Estrellita.<br />

38 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Disimulos para fiestas y desnudas venganzas", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año VI, núm. 83, enero de 1984, p. 5.<br />

32


“Como tantas otras situaciones de privilegio emocional, en las que surge, en<br />

muchas veces sin propósitos específicos, el chispazo <strong>del</strong> genio que alentará la<br />

obra.<br />

“Muchos momentos de tal naturaleza tuvo en sus pulsaciones anímicas, José<br />

Guadalupe Posada, el grandioso maestro <strong>del</strong> buril y <strong>del</strong> lápiz grasso.<br />

Cuando surgieron los primeros rasgos de la Muerte Catrina, el hombre estaba<br />

iluminado... Poseído por los inexplicables efluvios de un ’estado de conciencia’.<br />

En su ánimo palpitaban los temblores luminosos que en tantos momentos de<br />

su ilustre tarea, lo acompañaron para interpretar y definir los perfiles y el alma<br />

<strong>del</strong> pueblo mexicano.<br />

“La observación sagaz de Diego Rivera, definió con graciosa maestría y<br />

sapiencia, la emoción estética, con eminente sentido nacional, en las líneas de<br />

esta fúnebre dama, para colocarse el gran muralista con filial amor y<br />

<strong>del</strong>iberado reconocimiento, en calidad de vástago de la trágica y regocijante<br />

figura y de su ilustre creador, fecundo Posada, en el mural <strong>del</strong> Hotel <strong>del</strong> Prado,<br />

como si fuesen los genios tutelares de su obra y en un sincero grito de<br />

subordinación hereditaria de su filiación espiritual.<br />

“La adopción de esta clásica estampa, para señorear empresas de arte en los<br />

vastos confines de la plástica, es un acierto cultural, por cuanto representa una<br />

positiva y feliz identificación con las formas de vida y las concepciones<br />

estéticas de nuestras clases populares.<br />

“La muerte en todas sus variantes de forma y atributo, han sido luengo y<br />

predilecto motivo de inspiración y creatividad, para nuestros artesanos.<br />

“Los juguetillos de los días de ‘difuntos’, en principios de todos los<br />

33


noviembres, proclaman en sus formas y atributos un culto permanente,<br />

regocijante y sagaz, dentro de lo trágico, hacia La dama <strong>del</strong> alba de Casona o<br />

a La que ha de venir de Urbina, cobrando formas en bulliciosos y temblorosos<br />

esqueletos, en las típicas ‘calacas’, en rodantes matracas juguetonas, o bien,<br />

en la diversa gama de una dulcería autóctona, que se manifiesta con sus<br />

figurillas de azúcar o en las clásicas ‘charamuscas’ aguascalentenses,<br />

tradicionales y legendarias.<br />

“Así es lo mexicano: un verdadero enamorado de la tragedia, a la que otorga<br />

tan variantes y contradictorios valores.<br />

“Posada lo sabía, lo sentía, lo interpretaba con sutileza y genialidades en<br />

conmociones de una estética tan incipiente o bien depurada, estilizada y a<br />

veces sublimada.<br />

“Muerte Catrina; señora representativa de un símbolo en muchos aspectos<br />

indefinible; quédate entre nosotros presidiendo el ambiente, señoreando los<br />

afanes <strong>del</strong> artesanado lugareño, que suele cobrar tesituras, de las más<br />

elevadas calidades, y en múltiples escalas de todas las aspiraciones a lo<br />

genial. Quédate aquí, ufana y sonriente, en fervoroso homenaje a tu creador.<br />

Quédate aquí en tu casa que es muy tuya, con tus muy especiales atributos;<br />

con tu galano y contradictorio atuendo, con esa fría, enigmática, indefinible e<br />

insondable mirada que puso en las vacías cuencas de tus ojos, tu glorioso<br />

creador.<br />

“Quédate aquí, mujer, entre los tuyos, en la Feria de San Marcos, en las<br />

verbenas trianeras <strong>del</strong> Encino, en los festejos decembrinos de Guadalupe, a<br />

subir a los volantines y jugar las tablas de la lotería donde tendrás lo mejor de<br />

34


los premios. Aquí te compraremos una nueva estola de serpientes o un<br />

democrático rebozo de culebras, que harán la envidia de tu amoroso Diego,<br />

para que las luzcas el 25 de abril, e1 16 de septiembre, el 12 de diciembre. Los<br />

‘jabones de olor’ y los aromas <strong>del</strong> ‘Pachulí, la ‘Kananga’ y la ‘Florida’,<br />

perfumarán tu descarnado cuerpo y dejarás una estela a tu paso por las calles<br />

de Aguascalientes.<br />

“Nuevamente serás la santa patrona laica <strong>del</strong> peladaje escarnecido y<br />

sojuzgado, reina de los desesperados; de aquellos que en la hora maldita<br />

fueron arrancados de sus hogares míseros agarrados ‘de leva’ por algún juez<br />

de ‘Acordada’ o Jefe Político y confinados a servir como reemplazos en las filas<br />

de un Batallón de ‘Pelones’ o en los cuerpos rurales de la Federación. O bien,<br />

en calidad de ‘esclavos’, contratados por los ‘enganchadores’ –como dolientes<br />

precursores de nuestros modernos ‘braceros’– para ir a levantar las cosechas<br />

de algodón, remolacha o tabaco, en los infiernos de Texas, Alabama o las<br />

Carolinas, o para dejar los alientos en ‘el trake’ ferrocarrilero de los desiertos<br />

de Arizona o Nuevo México.<br />

“Quédate aquí, señora de la tradición. Te sentarás en los anocheceres, unida<br />

a ‘las tres pelonas’, tus compañeras, en uno de los sofás de piedra que<br />

circundan el parquecillo de enfrente, y allí escucharás al toque de ánimas’, en<br />

un susurro que llegará <strong>del</strong> infinito, en la voz <strong>del</strong> Maestro don Pepe Ramírez<br />

Palos, las más sabrosas leyendas, tales como La China Hilaria, El Vigilante, El<br />

Caporal Ardilla, o en los labios <strong>del</strong> profesor Montáñez, que te dirá sus<br />

‘hablillas’ y consejos.<br />

Tu fuiste ‘A<strong>del</strong>ita’, Valentina’ o ‘Marieta’ en los trenes de la Revolución, con<br />

35


Pancho Villa, con sus ‘Dorados’ o en las brigadas de Calixto Contreras o<br />

Rodolfo Fierro, aquí llegaste en los días de la Soberana Convención<br />

Revolucionaria, ya bien criadita en tu sabrosa juventud levantando con tu<br />

enagua de ‘medio paso’ la envidia de las catrinas y un enjambre de atisbos en<br />

las miradas de los hombres armados de la Revolución, déjate aquí querer.<br />

“Al filo de la media noche, vendrán Gorgonio Esparza o el ‘coronel’ Juan<br />

Chávez, a ejecutar sus escándalos y saldrás después <strong>del</strong> brazo de Nicha<br />

Barba, en trance de eufórica parranda, a travesear por las calles, quebrándoles<br />

sus linternas a los ‘serenos’. El güero Ignacio Guerrero te invitará a pespuntar<br />

un jarabe en uno de los más afamados ‘fandangos’ de este barrio<br />

acompañados por las ‘mugras’ de ‘los Pitacoches’ o los Ginegueros’.<br />

“Pancho Díaz de León cantará para ti antes de que canten los gallos, –como<br />

en nueva y rediviva danza macabra– al son <strong>del</strong> mariachi de José Soledad, los<br />

espeluznantes, doloridos y lastimeros aullidos de ‘sangrientas caras’... que<br />

sirvieran de canción de cuna para conciliar y velar los sueños de su tío<br />

Gorgonio, o bien, ya en trance de parranda sibarita, gritará a los cuatro<br />

rumbos, las provocativas estrofas de ‘El Maldito’.<br />

“Este es tu medio y es tu imperio, al estilo de todo lo Posada, de lo Rivera, de<br />

tus enamorados creadores que te dieron los prestigios y atributos que<br />

arrebatan tu figura. Quédate ya ‘sosiega’, Muerte catrina cubriendo con tu<br />

estampa, con todo tu dominio y señorío, presidiendo el arrabal donde estás<br />

como patrona de los viejos hortelanos trianeros, con un aire de majestad, con<br />

una irónica sonrisa para quienes te contemplan y que, cual símbolo enigmático,<br />

seas capaz de inspirar las más atrevidas picardías.<br />

36


“Quédate allí, con nuestro refinado y permanente amor..." 39<br />

La narración de un evento entre el choque de la autoridad política con una<br />

representación de la autoridad económica y la alcurnia, en mayo de 1715, es<br />

un ejemplo de la época. Señala que, en aquel entonces, el alcalde mayor de<br />

Aguascalientes, general Pedro Miguel de Prados, mandó llamar al comerciante<br />

José de Cobos para que declarara en la causa que por heridas seguía la<br />

justicia contra José Martín.<br />

Debido a que el alcalde tenía otras ocupaciones, el comerciante no quiso<br />

esperar y argumentó que a un hombre como él no se le tenía en pie y en el sol,<br />

por lo que el alcalde mayor lo invitó a pasar y sentarse. No haciendo caso el<br />

comerciante, dijo que si lo requerían, lo buscaran en su casa. El general<br />

Prados mandó al alguacil mayor a convocar nuevamente al comerciante, quien<br />

reiteró lo antedicho.<br />

El general insistió en su exigencia y envió al alguacil y al escribano, con la<br />

orden de que trajeran a su presencia al comerciante, a quien por desacato y<br />

poco respeto a la Real Justicia, lo mandó poner en la cárcel pública.<br />

Finalmente comenta don Alejandro Topete que "Este sucedido constituye un<br />

caso insólito en aquellos tiempos <strong>del</strong> Rey –mi señor– en que se veía a las<br />

autoridades de la Colonia con respeto absoluto y con un acatamiento casi<br />

supersticioso, como que la persona de los Alcaldes Mayores, era la<br />

representación <strong>del</strong> Monarca mismo de los dos mundos." 40<br />

39 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Cuando la Muerte Catrina nos llegó al Museo Posada", en Aries,<br />

México, Aguascalientes, año VI, núm. 83, febrero de 1984, p. 5. El artículo con idénticas características<br />

aparece en el número 174 de octubre de 1991, p. 10, y con cuatro párrafos menos en el número 202 de<br />

febrero de 1994, p. 10.<br />

40 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Castigo Soberbio", en Aries, Aguascalientes, año VI, núm. 84, marzo<br />

de 1984, p. 7. El mismo contenido aparece en el número 134 de mayo de 1988, p. 7; y en el número<br />

185 de septiembre de 1992, p. 10, pero con el título de "Castigo Ejemplar".<br />

37


En abril, mes de la feria de San Marcos, don Alejandro hace una<br />

"Remembranza de la Feria", iniciando su escrito con una poética expresión:<br />

"Encendemos el recuerdo en la suave y sugerente lámpara <strong>del</strong> tiempo. Un hilo<br />

misterioso de sutil melancolía, parece avivar la llama de la Vida, impregnada<br />

en las fragancias de las tibias mañanitas de abril."<br />

Este proemio sirve para recordar la elección de la primera Reina de la<br />

Primavera, Paz Romo de Vivar, hecho que coincidió con la llegada de las<br />

nuevas autoridades militares a la región, las que colaboraron para darle al<br />

evento un tono de solemnidad. Pero también recuerda el discurso elaborado y<br />

pronunciado por Guillermo Aguirre y Fierro, quien hizo una "suma de piropos y<br />

requiebros a la augusta dama, pronunciados con firme y alborozado acento", el<br />

cual se reproduce de manera incompleta, pero destacamos su recuperación,<br />

puesto que esa pieza lírica es una joya antológica de la literatura<br />

aguascalentense. La reproducción de la prosa es la siguiente:<br />

"De una mañana como ésta<br />

alegre, ufana, gentil;<br />

de una mañana en que abril<br />

llena de luz la floresta;<br />

de una mañana de fiesta,<br />

de una espléndida mañana<br />

hube menester, sultana,<br />

para venir a cantarte<br />

y como reina aclamarte<br />

¡Por linda y por mexicana!<br />

38


Todo aclama tu beldad<br />

con dulce voz cristalina,<br />

y todo humilde se inclina<br />

a tus plantas Majestad;<br />

todo espera la bondad<br />

de un destello de tus ojos,<br />

desde los claveles rojos<br />

que envidian al de tu boca<br />

¡hasta el corazón de roca<br />

que se halla a tus pies de hinojos!<br />

Llevas el sol que caldea<br />

brillando en tus lindos ojos<br />

y fingen tus labios rojos<br />

terebintos de Judea;<br />

te envuelve la luz febea,<br />

como en un triunfal dosel<br />

y no eres dalia, clavel,<br />

ni camelia esplendorosa<br />

¡vamos, no eres una rosa,<br />

porque eres todo un vergel!<br />

Bravos hijos <strong>del</strong> dios Marte<br />

que desafían la muerte<br />

han venido a complacerte<br />

39


y han venido a acompañarte.<br />

De hoy más, eres su estandarte,<br />

pues eres su soberana,<br />

y puedes mirar ufana<br />

que son tus admiradores,<br />

los valientes defensores<br />

de la patria mexicana.<br />

¡Sursum corda! Corazones:<br />

muera la melancolía,<br />

Su Majestad os envía<br />

sonrisas y bendiciones.<br />

Luzcan los claros blasones;<br />

suenen las notas marciales;<br />

cante el viento en los trigales<br />

y amemos todos, de hinojos,<br />

la beldad que en sus ojos<br />

lleva claros madrigales!<br />

La media décima que necesitamos completar con su primera mitad, es la<br />

siguiente:<br />

Todo canta en tu loor,<br />

todo en alabanza tuya,<br />

todo te envuelve y te arrulla<br />

y la brisa <strong>del</strong> vergel te está cantando: ¡Aleluya!<br />

40


Y por lo que se refiere a la décima recuperada y que es la final <strong>del</strong> poema,<br />

broche <strong>del</strong> mismo, es la siguiente:<br />

Salud, hermosa sultana<br />

reina de la inspiración<br />

y orgullo de este rincón<br />

de la tierra mexicana.<br />

Y si mi frase profana<br />

mi hondo sentir no interpreta,<br />

perdona a mi musa inquieta<br />

y perdona si te canta,<br />

mientras coloca a tu planta<br />

su corazón, el poeta!" 41<br />

La descripción <strong>del</strong> templo y de las costumbres de San Marcos, los trata don<br />

Alejandro en su entrega <strong>del</strong> mes de mayo. Inicialmente describe cómo, de la<br />

modesta capilla, se fue erigiendo la actual iglesia.<br />

Luego narra la tradición de los "peregrinos y demandantes", tomada de un<br />

escrito <strong>del</strong> impresor Alberto E. Pedroza, quien expone que durante los cuatro<br />

meses precedentes al mes de abril, entre dos hombres y una mujer (conocidos<br />

como demandantes), llevaban dos estatuillas de San Marcos (denominadas<br />

peregrinos), para visitar rancherías y haciendas y, con ello, recolectar limosnas<br />

y dádivas para la celebración <strong>del</strong> festejo de San Marcos el 25 de abril.<br />

Posteriormente, de la obra de Agustín F. Villa toma la descripción de un<br />

41 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Remembranza de la feria", en Aries, México, Aguascalientes, año V<strong>II</strong>,<br />

núm. 85, abril de 1984, p. 6. El mismo contenido con identico título se encuentra en los números 193 y<br />

216 de mayo de 1993 y abril de 1995, pp. 12 y 10, respectivamente.<br />

41


cuadro, pintado por José Alcíbar, referido a la "Adoración de los Reyes<br />

Magos", que se encuentra en la sacristía de la iglesia de San Marcos, y<br />

enseguida hace referencia a un devocionario, propiedad de Alcíbar, y un breve<br />

esbozo de las actividades trascendentes <strong>del</strong> pintor.<br />

Para concluir, el maestro Topete afirma que las festividades sanmarqueñas<br />

fueron adquiriendo el carácter de una verbena popular a la que se incorporaron<br />

aspectos profanos, que le dieron un colorido regional que ha trascendido el<br />

tiempo y las costumbres. 42<br />

En el área de la medicina, una de las aportaciones de las técnicas quirúrgicas<br />

es la insensibilización. El profesor Topete hace un breve recorrido por la<br />

aplicación de los diversos elementos utilizados para ese fin, entre los que se<br />

encuentran el óxido nitroso o "gas hilarante", usado en 1844; el éter sulfúrico,<br />

en 1846, y el cloroformo en 1847. Sobre la utilización de la anestesia en<br />

Aguascalientes, retoma un artículo publicado en El Patriota, <strong>del</strong> 27 de<br />

noviembre de 1847.<br />

En él se describe que a una mujer de 56 años se le amputó un brazo y se<br />

utilizó el éter para insensibilizarla, mediante la aspiración. La intervención fue<br />

realizada por los doctores Guadalupe Rivera, y Sierra, ayudados por los<br />

farmacéuticos Anastasio Rodríguez y Antonio Rayón. Cuenta que, primero, se<br />

le administraron 8 onzas y, ante la falta de resultados, se aplicaron otras<br />

cuatro; finalmente se comprobaron los efectos de insensibililidad, para<br />

proceder a efectuar la intervención. Al describir las reacciones de la persona<br />

42 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Templo y costumbres religiosas sanmarqueñas", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año V<strong>II</strong>, núm. 86, mayo de 1986, p. 6. También se encuentra en los números 118 y 217 de<br />

enero de 1987 y mayo de 1995, pp. 6 y 10, respectivamente.<br />

42


intervenida, ésta dijo que no había sentido nada, tal vez fuera porque estaba<br />

borracha, pues nunca lo había estado.<br />

Como corolario escribe: "De este hecho rectamente inferimos: 1. que la<br />

acción <strong>del</strong> Éter en esta enferma, determinó una fuerte embriaguez; 2.que esta<br />

embriaguez fue causa <strong>del</strong> llanto, gritos, fatiga y desasosiego de la paciente,<br />

antes, durante y después de la operación; 3. que se produjo una perfecta<br />

insensibilidad en la misma operación, por confesión de la paciente, y que la<br />

amputación se practicó sin conciencia; 4. por último, que con la aspiración de<br />

Éter sin intermisión y con práctica en el manejo <strong>del</strong> aparato, la insensibilidad se<br />

producirá a una media hora, y con 4 onzas de Éter." Como comentario final, el<br />

profesor Topete señala que ese fue un hecho trascendental para la<br />

humanidad, que sería salvada <strong>del</strong> dolor en la práctica quirúrgica, y resalta la<br />

proeza <strong>del</strong> doctor Rivera. 43<br />

Con motivo de la exposición de la obra de Saturnino Herrán, don Alejandro, a<br />

la sazón director <strong>del</strong> Museo de Aguascalientes, elaboró un discurso, el cual se<br />

reproduce en la entrega de julio, y por su trascendencia literaria, lo<br />

reproducimos íntegramente:<br />

PALABRAS PRONUNCIADAS EL DÍA 15 DE ABRIL DE 1978 POR EL PROF. ALEJANDRO<br />

TOPETE DEL VALLE, ENTONCES DIRECTOR DEL MUSEO DE AGUASCALIENTES, EN LA<br />

INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN DEL INSIGNE PINTOR AQUICALIDENSE.<br />

“Día luminoso y memorable es éste que vivimos en los fastos culturales de<br />

Aguascalientes por el acontecimiento que estamos celebrando; que hoy se ha<br />

43 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La lucha contra el dolor en Aguascalientes", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año V<strong>II</strong>, núm. 87, junio de 1984, p. 6. Este artículo ha sido reproducido en diversas<br />

ocasiones; en los números 108 de marzo de 1986, p. 6, y 184 de agosto de 1992, p. 10, aparece sin el<br />

último párrafo y con el título "La anestesia y la lucha contra el dolor en Aguascalientes". En el<br />

número 173 de septiembre de 1991, p. 10, aparece nuevamente completo. Pero también en el número<br />

203 de marzo de 1994, en la p. 10, se publica sin los dos últimos párrafos.<br />

43


logrado integrar en cúmulo maravilloso, la mayor cantidad en los rendimientos<br />

espirituales de una mente privilegiada, que pudo captar y crear la belleza en<br />

sus más venturosas ecuaciones.<br />

“Una vida pequeña en el tiempo y caudalosa en la naturaleza de su función<br />

suprema, de cultivar los más elevados valores eternos de la existencia.<br />

¡Treinta y un años! Un soplo apenas en los destinos <strong>del</strong> genio. Un momento<br />

tan sólo para los predestinados al fecundo poder creativo, de legar a la<br />

Humanidad y a su pueblo, un rico y palpitante patrimonio que interpreta y<br />

define, dentro de los cauces de la plástica, su esencia misma, la naturaleza<br />

anímica en sus perfiles etnográficos, matizados de costumbre y folklore, de<br />

proyección y colorido, de sentidos atávicos que identifican los rasgos<br />

característicos de una comunidad.<br />

“Eso fue Herrán, el magnífico Señor <strong>del</strong> Pincel y <strong>del</strong> Lápiz que, al igual que<br />

Posada, si bien por cauces diversos, supieron dar a la plástica nacional<br />

carácter y dignidad propias, con un hondo sentido de mexicanidad, que los<br />

convirtió en los precursores auténticos de movimientos muralistas posteriores,<br />

que aunque con sus propias definiciones tuvieron su arraigo en aquella<br />

corriente de los artistas próceres, que encontraron el nervio, la fibra, el filón,<br />

con los que supieron interpretar el alma y la entraña de este México amado.<br />

“Bien aplicada la sentencia de Toussaint, para el genial Saturnino Efrén de<br />

Jesús Herrán, al calificarlo justamente de ‘El más mexicano de los pintores y el<br />

más pintor de los mexicanos’; acotación ésta que hemos repetido muchas<br />

veces a quienes visitan este Museo y contemplan la extraordinaria obra <strong>del</strong><br />

pintor y que seguiremos proclamando para siempre, porque Herrán, sin<br />

44


menospreciar los cánones académicos, impregnó la Pintura mexicana con<br />

nuevas definiciones, exaltando nuestros propios valores y dignificando las<br />

tradiciones de la patria, tan largamente menospreciadas por inconcebibles<br />

‘purismos’ en buena parte extranjerizantes, de sus predecesores.<br />

“¡Qué Gloria para Aguascalientes! ¡Qué honor para este suelo! Haber sido la<br />

cuna de dos de los más grandes y fieles intérpretes <strong>del</strong> mexicanismo; de dos<br />

gigantes creadores de manifestaciones auténticas <strong>del</strong> pulso y temblor de un<br />

México esquivado por los creadores de la estética, en la figura y el color, en el<br />

tema y el sentido, o como acertadamente, se ha dicho: ‘en el espíritu de la<br />

forma’. Posada y Herrán –no puedo desvincularlos– han sido, cada cual en su<br />

nivel peculiar, dos faros luminosos que alumbraron los nuevos senderos de un<br />

arte nacional.<br />

“El gobierno, con la honda preocupación cultural de difundir nuestros valores<br />

ancestrales, con la inestimable colaboración <strong>del</strong> INBA, ha creado estos Museos<br />

con el ánimo a la vez de que sirvan de marco propicio, para que, los pueblos y<br />

las gentes, sean exaltados en sus afanes por lograr elevadas metas y mejores<br />

niveles de vida.<br />

Viértanse las más encendidas laudanzas, en homenaje al espíritu selecto de<br />

aquel a quien debemos un cúmulo de emociones estéticas; de este eminente<br />

pintor cuya memoria veneramos, al revalorar con respetuosa y arraigada<br />

convicción, el sentido y la calidad de su obra. Herrán es una cumbre de este<br />

suelo y su recuerdo una antorcha luminosa que vive a través de sus cuadros,<br />

en pasión encendida y perenne por lo bello.<br />

“Gracias sean dadas a su generoso y comprensivo hijo, el señor Dr. Don José<br />

45


F. Herrán Arellano (sabio en los terrenos de la ciencia, en el dominio de la<br />

Química, para desgracia de México, recientemente desaparecido), que<br />

bondadosamente se ha dignado prestar sus tesoros familiares, para lograr este<br />

valiosísimo concurso, al exponer la obra bastante completa así, de su ilustre<br />

padre; nuestra conmovida gratitud para este señor que ha heredado por otros<br />

cauces, su persuadido amor a la cultura.<br />

“Para el Instituto Nacional de Bellas Artes, pocas serán las palabras de<br />

reconocimiento, por sus valiosísimos empeños y decisiva colaboración, para<br />

hacer posible esta espléndida Exposición. Al señor Lic. don Juan José Bremer,<br />

a su dinámico colaborador don Víctor Sandoval, nuestros más vivos<br />

agradecimientos por sus providentes acuerdos, así como a su excelente<br />

cuerpo de museógrafos, por su incansable y eficacísima labor.<br />

“Nunca será suficiente cuanto se diga en homenaje al genio creador <strong>del</strong><br />

ilustre Maestro de las Artes Plásticas que, junto con el inmenso intérprete <strong>del</strong><br />

alma mexicana, José Guadalupe Posada, señaló los rumbos y cauces que<br />

deberían seguir las disciplinas <strong>del</strong> Arte pictórico nacional, especialmente en lo<br />

que atañe a las modernas tendencias y modalidades <strong>del</strong> muralismo.<br />

“Recuérdese que Herrán fue un alumno predilecto <strong>del</strong> Maestro Fabrés. Al<br />

dominio de la composición y el colorido, se agregaban las excepcionales dotes<br />

y la destreza como gran dibujante de naturalezas y anatomías.<br />

“Los cuadros de sus Criollas, <strong>del</strong> Mango, <strong>del</strong> Rebozo, de la Mantilla; El<br />

Gallero, El Cofrade de San Miguel, El Jarabe, Las Tres Edades, El Trabajo,<br />

para no citar sino unas cuantas de sus múltiples y meritorias obras, dan un<br />

perfecto sentido de nacionalidad mexicanísima a su fecunda labor.<br />

46


“¿Quiénes, antes de este prócer, derrocharon como él un perfecto sentido de<br />

la esencia popular de nuestro México?<br />

“Reconozcámosle estos méritos rindiéndole el tributo que merece.” 44<br />

Una reflexión sobre la historia y una revisión histórica se conjugan en el<br />

escrito <strong>del</strong> mes de agosto. Ahí dice que: "La historia de nuestro movimiento<br />

político y militar de independencia, no ha sido estudiada todavía con la<br />

amplitud necesaria, en cuanto a las causas que la generaron y los factores<br />

externos que influyeron para inspirarlo y darle alientos." Y añade:<br />

"Acostumbramos referir nuestros puntos de vista en materia histórica, casi<br />

exclusivamente dentro de lo que fueron en esa época nuestras fronteras,<br />

desentendiéndonos de otros muchos sucesos que conmovían al mundo en<br />

aquellos años, finales <strong>del</strong> siglo XV<strong>II</strong>I y primeros <strong>del</strong> XIX, y que tuvieron<br />

preponderante influjo, no solamente en la independencia mexicana, sino en la<br />

de todos los pueblos de la América española. Es conveniente ligar una serie de<br />

acontecimientos para tratar de explicarnos orígenes y causas de la gran<br />

epopeya." A partir de esas reflexiones, se hace una descripción de diversos<br />

acontecimientos tanto nacionales como internacionales que se consideran<br />

interactuantes.<br />

Para finalizar, afirma que: “Detallar todo este proceso, daría materiales<br />

abundantes para todo un sabroso libro, que está por escribirse y debe hacerse,<br />

velando por los fueros de la verdad histórica. Nosotros simplemente<br />

apuntamos y señalamos la pista, porque en materia de historia, es una<br />

44 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Breve laudanza de Saturnino Herrán", en Aries, México, Aguascalientes,<br />

año V<strong>II</strong>, núm. 88, julio de 1984, p. 5. En el número 123 de junio de 1987, p. 5, aparece el mismo escrito<br />

pero con el título "Pequeña laudanza de Saturnino Herrán en el centenario de su natalicio."<br />

47


absurda patraña sostener que haya ‘fallos inapelables de la Historia’, como<br />

suelen repetir pedestremente, los oradores populacheros de plazuela,<br />

creadores de dañosas patrioterías, incapaces de conformar y robustecer un<br />

sólido y verdadero patriotismo, fundado en las verdades rigurosas acerca de<br />

nuestro pasado. El conocimiento histórico requerirá y demandará siempre de<br />

manera constante, creaciones y adopciones de nuevas tesis, de mejores<br />

interpretaciones, de teorías más depuradas para elevar, en un proceso<br />

dinámico, el arte de la narración a la elevada categoría de la ciencia de la<br />

Historia, abandonando los viejos moldes estáticos ya que esta noble y bella<br />

rama <strong>del</strong> conocimiento es simplemente revisable y no se encuentra, repetimos.<br />

sujeta ni a ‘fallos inapelables' ni a ‘sentencias ejecutoriadas'." 45<br />

Al hacer un homenaje a J. Guadalupe Nájera, hace la remembranza de que<br />

en Aguascalientes había, al principio <strong>del</strong> siglo, un florecimiento de los valores<br />

humanos; entre ellos, alude al doctor Jesús Díaz de León, José Guadalupe<br />

Posada, Saturnino Herrán y otra plétora de artistas de las letras y la música.<br />

De todos ellos, resalta la personalidad de José Guadalupe Nájera y sus<br />

<strong>contemporáneo</strong>s, quienes aun contra las adversas condiciones de la época,<br />

abrazaron la vocación magisterial.<br />

El maestro Nájera, siendo estudiante de la Escuela Nacional de Maestros, a<br />

instancias de Villa se incorporó a las filas revolucionarias cuando concluyó sus<br />

estudios. Como producto de su formación, dejó honda huella en múltiples<br />

45 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Albores de la insurgencia", en Aries, México, Aguascalientes, año V<strong>II</strong>,<br />

núm. 89, agosto de 1984, p. 6. También se reproduce la mitad de ese escrito en el número 139 de<br />

noviembre de 1988, p. 19. En dos partes se reproduce nuevamente en los números 209 y 210 de<br />

septiembre y octubre de 1994 de esa publicación, en la p. 10. Y el mismo escrito con un título similar<br />

pero con el subtítulo "Genética de la emancipación", aparece en Exedra, editado por la Coordinación de<br />

Comunicación Social <strong>del</strong> Gobierno Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 8 de<br />

octubre de 1993, pp. 12-14.<br />

48


generaciones, para culminar su misión como director de la Escuela Nacional de<br />

Maestros y director general de Educación Normal, sin abandonar su tarea de<br />

impulsar las causas de propagación de la cultura. 46<br />

La imprenta como medio de cultura y divulgación apareció en Aguascalientes,<br />

según refiere don Alejandro, en la segunda década <strong>del</strong> siglo XIX. Ese dato lo<br />

toma <strong>del</strong> libro de Agustín Rómulo González; aunque pone en duda la<br />

afirmación de la existencia de logia masónica de rito yorquino en<br />

Aguascalientes, expresa que en 1827 aparecieron los primeros impresos. En<br />

1835 se publicaba El trompito que se supone era el órgano <strong>del</strong> Partido<br />

Católico. Luego habla de un anónimo aparecido en Zacatecas y cuya autoridad<br />

se asigna a Cayetano Guerrero, titulado Cosmograma de Aguascalientes. Su<br />

autor un óptico de la misma sociedad, en el que se critica al periódico<br />

anteriormente referido, porque manifiesta el rechazo a la independencia de<br />

Aguascalientes. Ésos son los impresos más antiguos, mientras –como señala<br />

el maestro Topete–, no aparezcan otras noticias en contrario. 47<br />

En el número de noviembre aparece un discurso inédito que el maestro<br />

Topete pronunció diecisiete años antes, y lo reproduce con motivo <strong>del</strong><br />

centenario <strong>del</strong> último imperio mexicano. En él describe las condiciones<br />

internacionales, nacionales y locales que enmarcaron la caída de Maximiliano y<br />

el advenimiento de la República. 48<br />

Las remembranzas <strong>del</strong> cronista hidrocálido contemplan las diversas facetas<br />

46 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Homenaje al Maestro J. Guadalupe Nájera", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año V<strong>II</strong>I, núm. 90, septiembre de 1984, p. 6.<br />

47 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Impresores y periodistas aguascalentenses", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año V<strong>II</strong>I, núm. 95, octubre de 1984, p. 6 (este número en vez <strong>del</strong> 91 se le puso el 95).<br />

48 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La agonía <strong>del</strong> último imperio mexicano", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año V<strong>II</strong>I, núm. 96, noviembre de 1984, p. 6.<br />

49


<strong>del</strong> quehacer de sus coterráneos; para enero de 1985, destaca la trayectoria<br />

<strong>del</strong> trombonista Pedro Lozano Chavoya, de quien escribió una nota biográfica<br />

con motivo de su visita al terruño en agosto de 1948. En ella refiere que<br />

Lozano, nació en agosto de 1884 y realizó sus estudios básicos en<br />

Aguascalientes e inició ahí los correspondientes a la música en instrumentos<br />

metálicos, especializándose en la ejecución <strong>del</strong> trombón.<br />

Participó en la Banda de Aguascalientes, se incorporó al circo Orrín y luego<br />

fue integrante de la Banda de Policía de la Ciudad de México. En 1915 pasó a<br />

formar parte de la Orquesta Típica Mexicana y luego a la Banda Conway. Se<br />

estableció en Syracuse, N.Y., incorporándose a la Syracuse Civic Orchestra.<br />

En 1906, regresó a Aguascalientes a contraer matrimonio con la hija de uno de<br />

sus ex maestros, don José María Carrillo, pero su residencia ya era en<br />

Syracuse. En 1948 regresó, por invitación <strong>del</strong> Club Rotario de la entidad, y<br />

contribuyó a dar una audición musical. De su estancia se tomaron los datos<br />

referidos, pero nunca se volvió a tener noticias de él.<br />

Don Alejandro supone que ya falleció o de lo contrario ya tendría, para la<br />

fecha <strong>del</strong> escrito, cien años de edad, pero aporta esos datos para cuando se<br />

aborde la historia de la música de Aguascalientes. 49<br />

Sobre Guadalupe Posada se ha escrito mucho, pero Alejandro Topete se<br />

mantiene de manera incansable en la búsqueda <strong>del</strong> entorno en que surgió y se<br />

desarrollo este personaje. El escrito es una síntesis de la llegada y<br />

establecimiento de sus padres en Aguascalientes, la procreación y el desarrollo<br />

49 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Un gran valor artístico olvidado. El maestro trombonista Pedro Lozano<br />

Chavoya", en Aries, México, Aguascalientes, año V<strong>II</strong>I, núm. 94, enero de 1985, p. 8. Se encuentra<br />

asimismo en los números 172 y 206 de agosto de 1991 y junio de 1994, p. 10.<br />

50


de la familia en el barrio de San Marcos, las influencias exógenas y el genio<br />

interno que configuraron su personalidad, y algunas de las principales<br />

actividades desarrolladas.<br />

Finalmente hace una reflexión sobre el tardío reconocimiento a su labor y<br />

producción artística, y concluye con las siguientes apreciaciones: "José<br />

Guadalupe Posada ha sido desde Medio Siglo, un astro rutilante de<br />

primerísima magnitud, que rebrilla con fulgores crecientes y que aumenta en<br />

magnitud, en los anchurosos cielos <strong>del</strong> Arte de los pueblos, pero de manera<br />

muy especial <strong>del</strong> suyo, el de México. Es una exponente extraordinario de las<br />

potencialidades creadoras que alientan en las contexturas anímicas, sensitivas<br />

y vigorosas de las entraña misma de nuestro pueblo. Es, por decirlo así,<br />

ejemplo y paradigma, emblema y precursor de nuestra raza y de nuestro<br />

pueblo. ¡Admirémoslo con entusiasmos y entrañables reconocimientos!"<br />

Una noticia necrológica sobre el deceso de Francisco Monterde y García<br />

Icazbalceta sirve de base para recordar, en la reunión <strong>del</strong> Club de Leones, el<br />

también reciente fallecimiento de Antonio Acevedo Escobedo. "Uno y otro<br />

fueron destacados escritores, eminentes hombres de letras, miembros de la<br />

Academia Mexicana de la Lengua, correspondiente a la Española, a la vez que<br />

ilustres miembros <strong>del</strong> Seminario de Cultura Mexicana. Dejan en las filas de la<br />

intelectualidad, un vacío profundo, imposible de llenar con personalidades<br />

semejantes a las de ellos, por la peculiaridad de sus muy especiales acentos y<br />

características."<br />

Y añade acerca de sus afinidades: "Con ambos me ligaron relaciones viejas y<br />

en extremo cordiales, independientemente de la militancia en las mismas filas<br />

51


<strong>del</strong> espíritu, dentro de tales instituciones –Academia y Seminario– aunque la<br />

mía haya sido en tono menor, guardadas todas las proporciones, amén de un<br />

trato frecuente que me permitieron valorar sus personalidades". 50<br />

A partir de esas ideas hace una remembranza de su relación desde que se<br />

conocieron en sus años jóvenes, el medio ambiente social y cultural que los<br />

rodeó de manera individual y conjunta, y finalmente hace una pequeña nota<br />

biográfica concluyendo que "Para Aguascalientes fue una pérdida ya no con su<br />

deceso, sino desde las once de la mañana <strong>del</strong> día once de abril <strong>del</strong> año<br />

pasado en que un derrame cerebral lo dejó totalmente incapacitado para<br />

continuar la luminosa trayectoria de su fecunda vida intelectual [...]<br />

Recordémoslo con cariño, con admiración, con respeto y encendamos el<br />

homenaje permanente a su memoria, que por su labor humanística, tiene bien<br />

merecido, por el legado de las letras que nos dejó en los bien sazonados libros,<br />

tesoros de su despierta inteligencia. Que siga viviendo en nuestro afectuoso<br />

recuerdo." 51<br />

En abril, mes significativo para la tradición <strong>acalitense</strong>, el cronista de la ciudad<br />

esboza algunos retablos de la feria, prologados por reflexiones de la<br />

trascendencia <strong>del</strong> hecho histórico. Inicialmente dice que "Tradiciones y<br />

leyendas, anécdotas y sucedidos, cuentos y consejas, forman la urdimbre<br />

maravillosa, el canevá alucinante, lleno de rápida vetustez, que constituyen el<br />

noble abolengo de la abrileña Feria de San Marcos; entrelazados por<br />

fraternales vínculos, es la estampa bordada por los labios de nuestros abuelos,<br />

50 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Ausencia de don Antonio Acevedo Escobedo", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año V<strong>II</strong>I, núm. 96, marzo de 1985, p. 6.<br />

51 Ibidem. p. 9.<br />

52


en la magnífica tapicería <strong>del</strong> tiempo y, como el buen vino, como la amistad<br />

cordial, más se afinan mientras más envejecen.<br />

"Tan gratas ficciones hay en ocasiones, que no quisiéramos verlas diluidas en<br />

resoluciones de un árido y escueto dato histórico, de igual suerte que por<br />

razones de temperamento, de categoría, de símbolo, muchas veces hemos<br />

visto desvanecerse verdades aparentes, gratas a nuestro espíritu y a nuestro<br />

corazón, en ecuaciones legendarias que nos han movido a pensar o a decir la<br />

consabida frase: ‘si no fue cierto, debería serlo’.<br />

“La feria de San Marcos ha ido atesorando emotivo caudal cuyos destellos,<br />

opacados por la noble pátina <strong>del</strong> tiempo, se guardan solamente en los vagos<br />

recuerdos o en la marchita imaginación de unos cuantos y señalados viejos de<br />

Aguascalientes, y con ellos moría, sin la mano piadosa que los fije en la<br />

crónica, austera o festiva, <strong>del</strong> vivir lugareño. En ese cofre de ensueño, oloroso<br />

a perfumes de nuestras bisabuelas, quisiéramos dejar a manera de moneda<br />

espiritual, vigente el testimonio de todo lo que fue." 52<br />

En ese proemio narra que llegaban carruajes en la época de la feria y en uno<br />

de ellos arribó un gallero, Antonio Partida, quien, cautivado con el lugar,<br />

decidió quedarse en la entidad y construyó, cerca <strong>del</strong> jardín de San Marcos,<br />

una suntuosa plaza de gallos, donde se perdían y ganaban considerables<br />

sumas de dinero y se evidenciaban las alegrías, angustias y tragedias. Además<br />

se señala que al inicio de la segunda mitad <strong>del</strong> presente siglo, Marcos<br />

González mandó construir el coso taurino aledaño al jardín de San Marcos.<br />

52 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Retablos de la Feria", en Aries, México, Aguascalientes, año V<strong>II</strong>I, núm.<br />

97, abril de 1985, p. 6. El escrito aparece también en dos partes en los números 191 y 192 de marzo y<br />

abril de 1993, en las págs. 10 y 12, respectivamente, en dos partes.<br />

53


Ambos han sido parte de la tradición de la feria sanmarqueña.<br />

La entrega <strong>del</strong> mes de mayo continúa con la remembranza histórica de la<br />

feria, refiriéndose a la de 1915. Menciona que se dio en un ambiente cargado<br />

de inquietud, derivado de los choques armados entre la División <strong>del</strong> Norte y las<br />

tropas constitucionalistas en la zona <strong>del</strong> Bajío. El 2 de abril de ese año, Villa<br />

estuvo de paso por Aguascalientes hacia el sur, para iniciar los combates en<br />

Celaya. A pesar de eso, las actividades sociales no se detenían; en el<br />

semanario La sombra de Madero se anunciaban los eventos que se iban a<br />

realizar, así como los resultados de los mismos. Y aunque esa publicación, el<br />

18 de abril mencionaba la suspensión de la Feria por la derrota de Villa en<br />

Querétaro, al regreso <strong>del</strong> caudillo se hicieron varios eventos. La estancia <strong>del</strong><br />

Centauro <strong>del</strong> Norte implicó algunos conflictos, como el fusilamiento de un<br />

superintendente de los talleres ferrocarrileros y <strong>del</strong> general Dionisio Triana, los<br />

días 23 y 25 de abril, respectivamente, pero la invitación a asistir a un acto<br />

donde estaría la señora Corral de Villa, dio la nota para que se recordara la<br />

temporada <strong>del</strong> ferial de 1915. 53<br />

Las festividades cívicas de fechas históricas en México son base para que<br />

Topete repase algunos acontecimientos, de los que resalta el "jirón histórico de<br />

trece años", que se inicia en Ayutla y concluye en el Cerro de las Campanas.<br />

Sobre ese tema, reproduce su discurso con el título de "La agonía <strong>del</strong> último<br />

Imperio Mexicano", publicado en la entrega de noviembre de 1984. 54<br />

La gira nacional de los símbolos de la patria: la campana, la Constitución y la<br />

53 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Las fiestas de San Marcos en 1915", en Aries, México, Aguascalientes,<br />

año V<strong>II</strong>I, núm. 98, mayo de 1985, pp. 6-7.<br />

54 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Triunfos republicanos", en Aries, México, Aguascalientes, año IX, núm.<br />

99, junio de 1985, p. 6. Este escrito se publica en dos partes en los números 170 y 171 de junio y julio<br />

de 1991, pp. 18 y 10, respectivamente.<br />

54


andera tricolor, en su paso por Pabellón de Arteaga, son los tópicos que le<br />

sirven de base para las reflexiones de pasajes trascendentales de la historia de<br />

México en el suelo de Aguascalientes. Ahí pasaron grupos de distintas<br />

ideologías y convicciones: insurgentes y realistas, conservadores y liberales,<br />

porfiristas o huertistas; pero también soldados de ese estado participaron en<br />

diversos conflictos. Toda esta desventurada parte de la historia está presente<br />

en la representación de los símbolos patrios. 55<br />

La descripción de las cesiones de dos predios motivan al profesor Topete<br />

para conocer su historia. Señala, inicialmente, que éstos eran de Esteban<br />

Marín de Peñaloza, quien al morir los dejó a sus albaceas para que, con su<br />

producto, se pagase al maestro que enseñaría las primeras letras en la<br />

Escuela <strong>del</strong> Señor <strong>del</strong> Encino y se dijeran doce misas por el bien de su alma y<br />

la de sus padres. Los albaceas murieron sin cumplir con el legado, por lo que<br />

el fideicomisario, Hipólito Marín, dio las fincas al presbítero Ignacio Lomas. Una<br />

de ellas la entregó la ayuntamiento y con su ingreso cumplió los deseos <strong>del</strong><br />

difunto. La otra la conservó para la iglesia.<br />

La finca <strong>del</strong> ayuntamiento se rentó para Cuartel de Caballería, pero ante su<br />

insuficiencia, se compró una finca contigua que posteriormente formó un<br />

edificio. Con la Ley de desamortización <strong>del</strong> 25 de junio de 1856, el Gobierno<br />

federal se adjudicó el inmueble. Varias dependencias lo ocuparon, hasta que<br />

en 1946 fue devuelto al ayuntamiento. Luego de estar abandonado por algún<br />

tiempo, el gobernador Ortega Douglas lo traspasó a la Dirección de Pensiones<br />

55 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Glosa histórica en Pabellón de Arteaga ante los Símbolos Patrios", en<br />

Aries, México, Aguascalientes, año IX, núm. 100, julio de 1985, p. 6.<br />

55


<strong>del</strong> estado. Dicho predio se encuentra ubicado en lo que en la actualidad se<br />

conoce como las calles de Galeana y Rayón. 56<br />

Vicenta Trujillo, célebre profesora, también es motivo para la descripción<br />

biográfica que hace Alejandro Topete; de entrada señala que "Bien difícil tarea<br />

resulta, la de evaluar los singulares méritos de aquellas personalidades que<br />

logran destacarse por sobre los planos comunes dentro de la sociedad de una<br />

época determinada.<br />

“Más difícil aún, cuando los méritos de la persona son sobresalientes, en<br />

verdad, por la evidencia de tratarse de valores morales y mentales, que no<br />

parece sino que fueron elementos positivamente predestinados a brillar en una<br />

disciplina de tan alta jerarquía, como es el magisterio.<br />

“Tal sucede con la eminente maestra, Doña Vicenta Trujillo Martínez, raro<br />

ejemplo de sobresalientes cualidades." 57<br />

Luego de dar fecha y lugar de nacimiento, así como lo relativo a sus estudios,<br />

describe cronológicamente sus labores magisteriales, destacando la<br />

multiplicidad de materias que impartía. En noviembre de 1934, cuando se<br />

reformó el artículo tercero constitucional que imponía a la educación nacional<br />

la naturaleza de "socialista", la profesora Trujillo y 126 de los profesores de la<br />

educación primaria tuvieron que renunciar para no contrariar dicha disposición.<br />

Por lo tanto la Escuela Normal <strong>del</strong> estado cerró sus puertas a principios de<br />

1935 para reabrirse en 1944, pero tres años antes, la profesora Trujillo ya<br />

había fallecido, por lo que no se pudo reincorporar. 58<br />

56 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Interesante historia de un céntrico predio", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año IX, núm. 101, agosto de 1985, p. 7.<br />

57 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Profra. Vicenta Trujillo Martínez", en Aries, México, Aguascalientes,<br />

año IX, núm. 102, septiembre de 1985, p. 6.<br />

58 Ibidem, p. 9.<br />

56


En octubre de 1985, cumplió un centenario el Teatro Morelos de<br />

Aguascalientes y, a partir de ello, Alejandro Topete hace una breve<br />

remembranza <strong>del</strong> acontecimiento: "Imposible pasar inadvertido el venturoso<br />

aniversario que hoy, 25 de octubre, cumple el ilustre Teatro Morelos de<br />

Aguascalientes, derramando sobre cien años justos, los inmarcesibles y<br />

luminosos efluvios <strong>del</strong> arte, en un pueblo sensitivo a las emociones estéticas,<br />

como son las que constituyen esta pródiga herencia al vecindario de estos<br />

lugares, tan propenso a vibrar hasta lo más íntimo de sus potenciales sensibles<br />

y propicios a captar los mensajes de belleza y de bondad, tan vinculados a los<br />

valores eternos de la vida.<br />

“La memoria <strong>del</strong> preclaro gobernante D. Rafael Arellano Ruiz Esparza,<br />

verdadero iniciador y en gran parte ejecutor de la construcción <strong>del</strong> viejo y<br />

ameritado centro de espectáculos cobra en estos días renovados prestigios,<br />

sin olvidar por ello la parte complementaria, toda relación y proporción<br />

guardadas, que D. Francisco G. Hornedo tuvo también al completar la<br />

edificación de este florido templo a la cultura.<br />

“Dos crónicas, a cual más saturadas de entusiasmos y reconocimientos,<br />

fueron guardadas en sendas publicaciones, a saber: El Republicano<br />

(semanario oficial <strong>del</strong> Gobierno <strong>del</strong> estado) y El Instructor, eminente mensajero<br />

<strong>del</strong> saber humano, que durante 27 años proclamó por todo el mundo, las<br />

dignidades intelectuales de Aguascalientes, gracias al sabio doctor D. Jesús<br />

Díaz de León, que les dio forma. Dejemos que la frescura de aquellos<br />

momentos hoy centenarios, revivan los temblores anímicos, plenos de júbilo,<br />

que saludaran en octubre de 1885, la apertura <strong>del</strong> largamente ansiado coliseo<br />

57


que hoy alcanza sublime y esplendorosa centuria en el ejercicio de su augusta<br />

misión emocional." En seguida reproduce las notas aparecidas en las<br />

publicaciones señaladas, que también aparecen en su texto "Teatro Morelos".<br />

En ellas hace una descripción apologética de las características <strong>del</strong> inmueble y<br />

de los acontecimientos principales <strong>del</strong> evento. 59<br />

Con el mismo título <strong>del</strong> texto anterior, en la entrega de noviembre, se<br />

reproduce el discurso pronunciado por el mismo profesor Topete, en la<br />

celebración <strong>del</strong> Centenario. Por la riqueza histórica y coloquial, lo reproducimos<br />

de manera íntegra: "Hecho eminentemente ilustre en los anales de la historia<br />

cultural de este fecundo suelo, tan entrañablemente amado por quienes<br />

hemos tenido el privilegio de ser sus hijos o sus viejos vecinos.<br />

“Escudriñar en su pasado, es una de las más gratas tareas, más todavía<br />

cuando se trata <strong>del</strong> afán por descubrir los sucesos que han dado perfil y<br />

contextura a su esencia espiritual o material y reconstruir el proceso formativo<br />

que ha culminado con hacer de la alegre Termópolis, uno de los rincones más<br />

bien apreciados de nuestra Patria, a la que el eminente pensador Antonio<br />

Castro Leal llamó, en memorable ocasión el ‘Corazón de México’.<br />

“Y como tal corazón, esta tierra clementísima no podía hacer latir el alma<br />

–válgase el símil– de toda la comarca, sin usar los recursos que la sublimidad<br />

de las artes genera con las emociones estéticas, y así construyó un teatro en<br />

época propicia, como fruto legítimo de aquella bien llamada ‘Bella Epoca’, hijo<br />

normal <strong>del</strong> conmovedor romanticismo sobreagudo, que señoreó gran parte de<br />

nuestro pasado siglo XIX.<br />

59 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Centenario de un glorioso coliseo", en Aries, México, Aguascalientes,<br />

año IX, núm. 103, octubre de 1985. p. 6.<br />

58


“Antes de l629, muy pocos interesados tuvieron los solares, ‘baldíos o<br />

realengos’ que deberían formar los cuadros de la incipiente villa española,<br />

conforme a reales ordenanzas y a las operaciones de ‘la traza’ preliminares a<br />

la fundación de nuestra urbe y a las confirmaciones y mandatos que los<br />

señores ‘oidores visitadores’ de la Real Audiencia que en sus respectivos<br />

‘autos y provisiones’ dictaron: Primero don Gaspar de la Fuente el 75 de<br />

octubre de 1609 y don Cristóbal de Torres en septiembre de 1644 después,<br />

renovando y confirmando mandatos de ‘policía y buen gobierno’, para el<br />

armónico desarrollo de la villa aquicalitense.<br />

“Los cruentos asaltos y depredaciones de los agresivos chichimecas bárbaros<br />

habían dejado larga sensación de terror durante medio siglo, hasta que la paz<br />

y la tranquilidad en los ánimos hicieron venturosas realidades y el sosiego<br />

llegó a todas las conciencias.<br />

“El 30 de noviembre de aquel mismo l629, el reverendo señor presbítero don<br />

Benito de la Canal y Lamadrid, se encargó de la feligresía lugareña como su<br />

Cura Párroco y fue a su señoría, a quien el ‘Cabildo, Justicia y Regimiento’ <strong>del</strong><br />

lugar le otorgó por merced, con toda probabilidad, toda la tierra de la cuadra<br />

frontera al costado sur de la primitiva y humilde capilla donde se desarrollaban<br />

los oficios divinos y que hoy ocupa nuestra Catedral.<br />

“No estaba diseñada todavía –extraña y censurable negligencia– la Plaza<br />

Mayor prescrita en los mandatos de la fundación y apenas el primitivo<br />

cementerio y a sus lindes el recién abierto camino carretero de ‘las Villas’<br />

serpenteaba de norte a sur, frontero a lo que fueran las casas de Montoro, el<br />

‘fuerte presidial’, la primera capilla religiosa y el estratégico terreno para que<br />

59


los ‘ministros <strong>del</strong> Señor’ edificaran su vivienda con los anexos necesarios. Es<br />

de creerse que el señor Párroco de la Canal y Lamadrid y sus inmediatos<br />

sucesores, fueron quienes abrieron los primitivos cimientos de la casa cural,<br />

dando por ello el nombre de ‘calle <strong>del</strong> Beneficiado’ –como llamaban<br />

originalmente al ‘pastor de almas’– al sitio de aquellos venerables varones que<br />

lo habitaron formando calle y morada que debió contar entre sus servicios con<br />

corral y caballerizas, para la guarda de acémilas y carruajes que sirviesen a los<br />

sacerdotes en sus frecuentes transportaciones en la entonces amplísima<br />

jurisdicción parroquial y aun desde las calles y barrios de la Villa en los<br />

menesteres <strong>del</strong> culto y la administración de sacramentos. La fracción poniente<br />

de aquel predio, fue a no dudarlo desde entonces, lo que llevó por título<br />

‘Mesón de Nuestro Amo’.<br />

“No fue sino hasta años después, a partir <strong>del</strong> 30 de enero de 1761, cuando el<br />

diligente y progresista señor Cura don Mateo José de Arteaga y Gallardo, con<br />

el espíritu de verdadero ‘constructor’ que lo caracterizaba, emprendió la obra<br />

de ampliación y reedificación de la Casa Cural, bajo normas de sobria dignidad<br />

y cuando emprendió también la construcción de lo que fue durante un siglo el<br />

llamado ‘Portal de Jesús’ (l762-1862), frontero a la plaza mayor y contiguo a la<br />

residencia parroquial hacia el oriente. Fue también, por años, cuando fue<br />

creada la sociedad o cofradía de los ‘Cocheros de Nuestro Amo’, formada por<br />

los mas linajudos y aristócratas caballeros, que servían como aurigas al<br />

Santísimo Sacramento, cuando de llevarlo se trataba, en la elegante carroza<br />

llamada ‘la Estufa’, a los agonizantes, a toque de sonora campanita que<br />

anunciaba el paso de su Divina Majestad por las calles de la Villa, precedido<br />

60


por la acostumbrada mesita cubierta por el manto donde estaba bordado el<br />

‘Agnus Dei’, nombre que en latín se daba al ‘Cordero de Dios’ y que podemos<br />

apreciar en las bellas estampas litográficas, que a colores, nos dejaron los<br />

artistas extranjeros que las vieron: el francés Carlos Nebel en l830 y el inglés<br />

Daniel Tomás Egerton en 1840, bajo los títulos iguales de El Paso <strong>del</strong> Viático y<br />

que hasta ahora constituyen las imágenes más antiguas que se conocen de<br />

nuestra ciudad, de las que hay bellas y coloridas reproducciones en sendos<br />

calendarios y mantelillos individuales y en numerosas copias.<br />

“Al sobrevenir la Reforma y sus leyes radicales, la propiedades eclesiásticas<br />

pasaron al dominio de la nación, facultada para adjudicarlas a denunciantes a<br />

cambio de una parte de sus valores reales. EI corralón o ‘Mesón de Nuestro<br />

Amo’, corrió tal suerte y como quienes lo habían denunciado, fueron dos<br />

funcionarios muy conocidos por sus ideas liberales, no cumplieron con las<br />

estipulaciones de la ley, el día 5 de noviembre de 1862, se remató en favor <strong>del</strong><br />

H. Ayuntamiento de esta capital, quien lo dedicó, primeramente como<br />

Alhóndiga, o sea mercado para granos y después como depósito o almacén<br />

para los mismos granos, a fin de regular los precios <strong>del</strong> maíz y <strong>del</strong> frijol<br />

principalmente, en tiempos de escasez y en beneficio de las clases<br />

menesterosas hasta que se presentó la conveniencia de usar este propicio<br />

espacio, en lugar <strong>del</strong> que hacía poco más de veinte años se había señalado en<br />

el fallido intento de edificar el Teatro de la ciudad en la esquina <strong>del</strong> jardín o<br />

plazuela de San Diego con la calle Morelos y se formalizó la donación por<br />

efecto, a la Compañía Constructora de este coliseo, bajo la honorabilísima<br />

iniciativa, vigilancia y presidencia, <strong>del</strong> por todos conceptos ilustre gobernante<br />

61


don Rafael Arellano y Ruiz Esparza de muy grata memoria.<br />

“Con apego a los planes y proyectos <strong>del</strong> Arquitecto don José Noriega,<br />

constructor de los teatros ‘La Paz’ de San Luis Potosí; ‘Manuel Doblado’ de<br />

León, Gto. y el ‘Juárez’ de la capital <strong>del</strong> mismo Estado, se iniciaron las obras<br />

de construcción de éste, nuestro evocador ‘Morelos el 31 de agosto de 1882 y<br />

concluyeron el 31 julio de 1885 en la forma y términos que detalladamente se<br />

refieren en la pulcra monografía que hemos redactado que pronto estará en<br />

circulación y cuya dirección en la parte de su impresión estuvo a cargo <strong>del</strong><br />

eminente director de edición don Gonzalo Andrade a quien rendimos cumplido<br />

reconocimiento por su labor de positivo mérito artístico, auspiciado por el señor<br />

Gobernador Landeros Gallegos, que no sabe medir sus entusiasmos y apoyos,<br />

cuando de impulsar la cultura se trata. Gracias a él, a don Rodolfo, tendremos<br />

esta espléndida imagen <strong>del</strong> historial de nuestro Coliseo.<br />

“Se llegó el tan ansiado día en que la comunidad lugareña habría de tener el<br />

esperado instrumento que haría latir desde entonces los corazones <strong>del</strong><br />

vecindario.<br />

El drama La Muerte Civil <strong>del</strong> autor italiano Paolo Giacometti, en su traducción<br />

al castellano por el español Calixto Buldón y Conde, fue la obra que inició en el<br />

amplio foro de este augusto y noble recinto, los millares de obras de muy<br />

diverso género y naturaleza, que habrían de hacer el <strong>del</strong>eite de un pueblo con<br />

atávicas carencias de este medio de sensibilidad y que con los años<br />

subsecuentes despertarían <strong>del</strong> secular letargo a las gentes de una ciudad con<br />

aspiraciones a saborear los medios de enaltecimiento en las costumbres, si<br />

bien en ocasiones, al correr de los tiempos, como espada de dos filos, suele<br />

62


también corromper, cuando se pierden dignidad y vergüenza, los objetivos de<br />

la función <strong>del</strong> arte y el sentido programático de elevar la personalidad <strong>del</strong><br />

hombre hasta convertirla en un factor en la creación y preservación de los más<br />

puros ideales.<br />

“Al discutido actor don Leopoldo Burón y a su digna compañera de actuación,<br />

la señora Baena fueron a quienes tocó la honrosa misión de iniciar la vida de<br />

este bienamado Teatro, mereciendo los más efusivos elogios, en las dos<br />

crónicas publicadas en el semanario oficial El Republicano y en la revista<br />

cultural El Instructor que traducen fielmente las emociones <strong>del</strong> momento.<br />

“Los palcos y plateas, proscenios y el lunetario todo de este noble recinto,<br />

darían verdadera fe de cuanto han visto en cien años justos, sobre la belleza,<br />

galanura, gentileza y virtudes <strong>del</strong> mujerío aguascalenteño de todos los tiempos<br />

hasta convertirlo en un abigarrado escaparate de la gracia y candor tan<br />

característicos de nuestras lindas paisanas, tan llenas de prendas morales que<br />

nos harían repetir para ellas, lo que dijo a la Patria el egregio poeta López<br />

Velarde, que tanto las conoció: ‘... Inaccesible al deshonor floreces...’.<br />

“Relicario de inquietudes y alcancía de ensueños, acuñó este ilustre foro en el<br />

pecho y en la mente <strong>del</strong> ávido concurso lugareño, haciéndolo vibrar con<br />

motivado impulso. Más de alguna vez contemplamos esas emociones, vimos<br />

rodar y enjugar lágrimas por albos pañuelos y escuchamos sonrisas discretas<br />

y francas carcajadas, al mágico influjo, estrujante o jubiloso de los irresistibles<br />

poderes <strong>del</strong> drama o la comedia.<br />

“Lástima grande que no hayan llegado a nosotros las reseñas que escribieron<br />

y publicaron aquellos afinados literatos que brillaron en el primer cuarto de<br />

63


siglo de la vida teatral <strong>del</strong> ‘Morelos’, como fueron los pulcros Jesús Díaz de<br />

León, Manuel Gómez Portugal, José Herrán, José Flores Vaca, Eduardo J.<br />

Correa, Enrique Fernández Ledesma y algunos otros que también, aunque en<br />

tono menor, comentaron con certeros juicios el discurrir de los primeros años,<br />

de la función de este preciado coliseo. Lo que dejaron dicho –hoy<br />

lamentablemente perdido en gran parte– y cuanto escribieron<br />

venturosamente, sería el más florido galardón; la corona de luz y de gloria para<br />

el entrañable escenario secular.<br />

“Dos meritísimos Maestros dejaron perdurable y benemérita semilla,<br />

sembrada en los anchurosos campos de la belleza: Antonio Leal y Romero, el<br />

fiel adalid de los autores clásicos, que nos permitió aplaudir el señorío de la<br />

expresión en aquella noble dama –maravillosa intérprete de Pemán en Noche<br />

de Levántate en Calma– a la que llamábamos con afectuosa confianza<br />

simplemente ‘Anola (Ana María Loyola Escobedo), y algo después a la grácil<br />

Angelita Chávez Valdepeña, que encarnó tantos y tan complicados personajes,<br />

despertando nuestra fervorosa admiración.<br />

“La otra personalidad impulsora de estos elevados afanes, ha sido el bien<br />

ponderado maestro don Jorge Papadimitriou Galván, a quien se deben<br />

continuadas disciplinas en el arraigo y florecimiento de las actividades <strong>del</strong> foro<br />

teatral, con su grupo denominado ‘Teatristas de Aguascalientes’, a quienes se<br />

consagran en la recién editada monografía, cumplidos y merecidos homenajes,<br />

que en estas palabras renovamos, encendiendo nuestro elogio con especial<br />

justicia, a los méritos de María Elena Cervantes y Salvador Samaniego, que<br />

han brillado con especiales fulgores en la escena de este viejo y ennoblecido<br />

64


edificio.<br />

“En un momento altamente propicio, el comprensivo Presidente de México,<br />

don Adolfo López Mateos, en vísperas <strong>del</strong> cincuentenario de la ‘Soberana<br />

Convención Revolucionaria’; en que dialogó la Revolución en imposible intento<br />

para lograr imponer la razón sobre la violencia, dijo el Primer Magistrado: ‘La<br />

Revolución está en deuda con Aguascalientes’, y liberal y magnánimo decretó<br />

un subsidio de millón y medio de pesos para que restaurara totalmente este<br />

Teatro Morelos, escenario de aquellas memorables jornadas de octubre y<br />

noviembre de 1914, y fue así, como se devolvió a este memorable edificio<br />

histórico su precioso y primitivo diseño y sus excepcionales cualidades<br />

acústicas que habían sido perdidas a causa de una equivocada e inútil<br />

ampliación que a la vez había mutilado su foro. Los destacados artífices de la<br />

brillante restauración, fueron los eminentes arquitectos don Roberto Álvarez<br />

Espinoza y don Francisco Aguayo Mora, que devolvieron al inmueble<br />

prestancia y señorío que hoy ostenta con orgullo.<br />

“Enmedio de este luminoso jubileo, se ilustra nuestro preclaro coliseo, con dos<br />

generosas dávivas, cual espléndidas ‘cuelgas’: don Rodolfo Landeros<br />

Gallegos, con esa afinada sensibilidad de hombre culto, celoso de los fueros<br />

<strong>del</strong> espíritu, como destacado periodista y talentoso gobernante ha querido<br />

prenderle un testimonio de emocionante cariño al mandarlo restaurar hasta<br />

dejarlo, como ‘tacita de China’, según la vieja y simpática locución familiar y ha<br />

ordenado la edificación de una espléndida monografía histórica, ya concluida<br />

bajo el celo vigilante <strong>del</strong> Sr. Andrade y que está por circular. En ella se<br />

consignan más amplias memorias de este recinto.<br />

65


“Concluyamos este reverente mensaje de persuadido amor hacia lo nuestro,<br />

para abrir nuevamente en pecho a la emoción <strong>del</strong> canto.<br />

“Hacemos votos porque las nuevas generaciones sucedáneas, porque las<br />

autoridades de los futuros tiempos sepan conservar con el más entrañable de<br />

los cariños, esta preciada joya que, cual buen vino, como la historia y la<br />

amistad, más se afinan mientras más envejecen, encorvadas de lauros, con la<br />

pátina de las edades, pero resplandecientes y despojadas de su lecho<br />

luminoso e ilustre de sus augustos méritos." 60 Hasta aquí las referencias de tan<br />

celebrado inmueble.<br />

El último número <strong>del</strong> año contiene otra nota biográfica sobre la profesora<br />

María <strong>del</strong> Carmen Ibarra. Después de hacer una descripción de su infancia y<br />

los principales estudios realizados, esboza su actividad profesional, indicando<br />

que también ella se vio afectada por la reforma al artículo tercero constitucional<br />

de 1934. En 1939 contrajo nupcias sin dejar de impartir cursos; pero a los 24<br />

años de matrimonio falleció su consorte por lo que se dedicó de manera<br />

íntegra a las actividades académicas. Colaboró en el colegio "Guadalupe<br />

Victoria", en la constitución <strong>del</strong> "Margil" y en la Escuela Normal y de<br />

Bachillerato <strong>del</strong> estado, de la que también fue directora, durante la<br />

administración gubernamental de Olivares Santana. En ese periodo se<br />

suprimió el ciclo de enseñanza secundaria por instrucciones de la SEP y se<br />

restableció el bachillerato de tres grados; además, promovió la creación de la<br />

carrera profesional de Maestra de Educación Preescolar. El escrito concluye<br />

60 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Centenario de un glorioso coliseo", en Aries, México, Aguascalientes,<br />

año IX, núm. 104, noviembre de 1985, pp. 6 y 9.<br />

66


haciendo una apología de las actividades de la profesora Ibarra. 61<br />

En la entrega de enero de 1986, continúa con las notas biográficas de<br />

profesoras de la Escuela Normal. Bajo el título "Conocí a Conchita Maldonado",<br />

transcribe un texto que la profesora Rosa Maria Ibarra y de Álvarez elaboró<br />

sobre la maestra Maldonado, con referencias de su padre el doctor Juan Ibarra<br />

Zepeda, quien fue su discípulo, y de la que dice don Alejandro que "la cultura<br />

aguascalentense debió muy destacados servicios." De ella se transcriben<br />

algunas notas biográficas y anecdóticas que concluyen con la aseveración<br />

"Conocí a Conchita Maldonado a través de mi padre." 62<br />

La medicina es otro de los temas que ha ocupado la atención de Alejandro<br />

Topete, pero son tan diversos los caminos de la medicina, que es necesario<br />

reflexionar sobre la que practican los yerberos. De inicio menciona que en<br />

Europa ha existido gran interés por la medicina indígena, basada en las<br />

yerbas, las que se conocen desde antes de la llegada de los españoles. El<br />

conocimiento de las formas de preservación de la salud ha sido de gran<br />

interés, por lo que, para su entendimiento, se debe recurrir a los yerberos que<br />

han obtenido diversos productos y se diferencian de los boticarios "marrulleros"<br />

que administran cualquier medicamento con nombres poco comunes. Los<br />

yerberos pueden ser localizados en "tianguis" y mercados populares y<br />

suministran, por unos cuantos centavos, la atención a los desheredados. De<br />

los mercados de Aguascalientes, don Alejandro refiere los "arsenales<br />

curativos" de doña Gabriela Alvarado, doña María Guadalupe Capuya Sierra y<br />

61 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Profa. Ma. <strong>del</strong> Carmen Ibarra de Briceño,"en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año IX, núm. 105, diciembre de 1985, p. 6.<br />

62 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Conocí a Conchita Maldonado", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />

X, núm. 106, enero de 1986, p. 9.<br />

67


don Jesús Hernández, apóstoles de vegetarianos menjurjes, de yerbas<br />

"montecinas" que, "por lo singular de su fantástica y maravillosa nomenclatura,<br />

digna de ser catalogada y consignada en las más puntuales crónicas <strong>del</strong><br />

folklore mexicano." 63<br />

Sobre el Teatro Morelos, son diversos los aspectos que pueden abordarse.<br />

Cuando ya estaba por editarse el libro referido al mismo, que describiremos<br />

más a<strong>del</strong>ante, se publica un escrito en el que inicialmente, con su eventual<br />

expresión poética, refiere las distintas manifestaciones emotivas que ha<br />

provocado en los asistentes a esas instalaciones la multitud de variadas<br />

representaciones. Luego de lamentar el no disponer de los escritos que sobre<br />

el mismo hicieron los literatos <strong>del</strong> primer cuarto de siglo, resalta las<br />

participaciones de Antonio Leal y Romero, Ana María Loyola Escobedo<br />

(ANOLA), Angelita Chávez Valdepeña, Jorge Papadimitriou Galván y su grupo<br />

"Teatristas de Aguascalientes".<br />

En seguida explica que, en vísperas <strong>del</strong> cincuentenario de la "Soberana<br />

Convención Revolucionaria", el entonces presidente Adolfo López Mateos<br />

decretó un subsidio para la restauración total <strong>del</strong> Teatro Morelos, que se llevó a<br />

cabo, y además se elaboró un libro finamente editado sobre su historia.<br />

Concluye esas notas con el siguiente párrafo, que ya habíamos mencionado:<br />

"Hacemos votos porque las nuevas generaciones sucedáneas, porque las<br />

autoridades de los futuros tiempos, sepan conservar con el más entrañable de<br />

los cariños, esta preciada joya que, cual buen vino, como la historia y la<br />

63 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Los yerberos, médicos <strong>del</strong> pueblo", en Aries, México, Aguascalientes,<br />

año IX, núm. 109, abril de 1986, p. 6. También se publicó en el número 212 de diciembre de 1994, p.<br />

10.<br />

68


amistad, más se afinan mientras más se envejecen, encorvadas de los lauros,<br />

con la pátina de las edades, pero resplandecientes y despojadas en su lecho<br />

luminoso e ilustre de sus augustos méritos." 64<br />

Con el título "Opulencia de otros tiempos", el maestro Topete reproduce un<br />

acontecimiento social, motivado por la celebración de una primera comunión.<br />

Su relevancia radica en que "la respetable concurrencia [...] que en conjunto<br />

lucía un inaudito cúmulo de alhajas que se antoja como un cuento desprendido<br />

de Las Mil y una Noches, por la opulencia de los tesoros que se reseñan en la<br />

crónica publicada en el número <strong>del</strong> periódico La Opinión, dirigida por D. José<br />

Aguilar Reyes, en su edición correspondiente al domingo 30 de junio de 1935...<br />

“El escrito de la ‘Nena’ Serrano, detalla las vestimentas y joyas que<br />

caracterizaron a los asistentes a dicho evento, prototipos de la aristocracia<br />

local.” 65<br />

Así como el pueblo de San Marcos abastecía de hortalizas y legumbres a la<br />

villa de Aguascalientes, el Barrio de Triana lo hacía con las frutas, como<br />

duraznos, chabacanos, membrillos y uvas, pero eso se fue acabando, por lo<br />

que don Alejandro reproduce un padrón incompleto <strong>del</strong> último censo que se<br />

realizó en 1896, en el Barrio, cuando todavía existían algunas huertas. 66<br />

Uno de los apellidos de mayor abolengo en la entidad es el de "Romo", y<br />

tomando datos <strong>del</strong> genealogista don Juan de Mendoza, busca su origen en<br />

64 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Algo más respecto al Teatro Morelos", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año IX, núm. 110, mayo de 1986, p. 6. También se reproduce en el número 188 de<br />

diciembre de 1992, p. 10.<br />

65 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Opulencia de otros tiempos", en Aries, México, Aguascalientes, año X,<br />

núm. 111, junio de 1986, p. 6.<br />

66 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Las huertas de Triana", en Aries, México, Aguascalientes, año X, núm.<br />

112, julio de 1986, p. 6.<br />

69


España y hace el seguimiento de algunas personas hasta su llegada a tierras<br />

de la Nueva España y establecimiento en México hacia 1880. 67<br />

La presencia <strong>del</strong> ministro plenipotenciario norteamericano Joel Roberts<br />

Poinsset en nuestro país y las hábiles maniobras diplomáticas de Lucas<br />

Alamán para nulificar sus acciones, también forman parte de las reflexiones <strong>del</strong><br />

maestro Topete y nos refiere algunos momentos de la relación México-Estados<br />

Unidos, entre las que se incluye la pérdida de parte <strong>del</strong> territorio nacional, la<br />

política <strong>del</strong> "Destino Manifiesto" y las relaciones en el periodo porfirista,<br />

haciendo especial énfasis en las construcciones de las líneas ferrocarrileras y<br />

su paso por Aguascalientes. 68<br />

En el mes de octubre evoca el descubrimiento de América, lo cual constituye,<br />

según Topete <strong>del</strong> Valle, "La empresa náutica mas grande y extraordinaria de<br />

todos los tiempos." Pero como su objetivo es determinar la genética <strong>del</strong><br />

descubrimiento, indica que los astrónomos, geógrafos, matemáticos y filósofos<br />

griegos contribuyeron a sentar bases que posteriormente Ptolomeo y Estrabón<br />

sistematizaron en la geografia. Para fundamentar esas afirmaciones, refiere<br />

textos como los de Jones: El primer descubrimiento de América, el artículo de<br />

Fleming "¿Realmente quién descubrió América?", y de Gordon: Antes de<br />

Colón, donde destacan las exploraciones vikingas. Además, expone el<br />

desarrollo de la marinería, el valor de la brújula y los viajes de Marco Polo<br />

como antecedentes inmediatos, y menciona la atracción que ejercían en<br />

Europa los productos de la India. Esas razones económicas y las incursiones<br />

67 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "‘Romo’ Antiquísima familia de Aguascalientes", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año X, núm. 113, agosto de 1986, p. 6.<br />

68 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Dolorosas pérdidas y uniones felices", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año X, núm. 114, septiembre de 1986, p. 6.<br />

70


de los españoles y portugueses para trascender los mares fueron<br />

determinantes para lograr tan trascendente evento. 69<br />

Con motivo de la inauguración <strong>del</strong> Archivo Histórico <strong>del</strong> estado, el maestro<br />

Topete hace algunas reflexiones, de las cuales caben resaltarse algunos<br />

párrafos: "La historia de los archivos nacionales, especialmente los oficiales,<br />

han sido, en muchas ocasiones, una historia trágica.<br />

“Víctimas inocentes de los movimientos armados, sus insospechados tesoros<br />

documentales, han pagado precios y culpas, que jamás debieron.<br />

“Acreedores al respeto, al amor, a la veneración y a las más altas<br />

consideraciones, las experiencias de los pueblos, las realidades de sus vidas<br />

en sus diferentes órdenes, han sido mutiladas sin que hubiera medios de<br />

preservarlas como patrimonio común, en medio de los vendavales que han<br />

azotado a las conciencias públicas.<br />

“La creación de un archivo, específicamente histórico es una salvaguarda para<br />

su defensa, eficazmente planeada, ya que toda facción beligerante habrá de<br />

guardar respeto ante la naturaleza de tan preciados testimonios documentales.<br />

CLÍO, la noble y sugerente musa, habrá de amparar y proteger, con los<br />

sortilegios y milagros de sus atributos, los gérmenes de inspiración de nuestra<br />

propia esencia y las formas de vida, en el adjetivo de su función,<br />

comportamiento y desarrollo, de las comunidades humanas en su devenir<br />

trascendental [...] El futuro para atisbar nuestro oscuro pasado, es promisorio<br />

gracias a este instrumento que marcará el compás de nuestras vidas para<br />

prever las rutas a seguir, desmenuzando las dolorosas o felices experiencias<br />

69 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Colón y la América", en Aries, México, Aguascalientes, año X, núm.<br />

115, octubre de 1986. p. 6.<br />

71


que han dado rumbo y sentido al vivir mexicano y regional, al conjugar, en<br />

razonado análisis, venturas y tragedias, que sirvan como fórmulas hacia el<br />

encuentro de nuevos albores, en los futuros despertares de la comunidad y<br />

destinos de nuestros pueblos [...] Aguascalientes podrá ufanarse de tener para<br />

lo sucesivo, en este centro de investigaciones, la fuente que, al estudiar el<br />

pasado, puede servir al presente y lograr previsiones con rumbo al futuro." 70<br />

La narración de un acontecimiento que cimbró, como era propio de la época, a<br />

la ciudad de Aguascalientes, fue el intento de un grupo rebelde de tendencia<br />

<strong>del</strong>ahuertista por tomar el cuartel "Francisco Z. Mena", el 3 de enero de 1926,<br />

resguardado por el 51 batallón de línea. Con ciertos detalles, describe pasajes<br />

de ese acontecimiento, sofocado por el teniente coronel <strong>del</strong> Estado Mayor José<br />

Mendívil, quien mandó matar tanto al dirigente de la asonada como a los que<br />

se encontraban heridos. Finalmente, dice que el entonces subsecretario de<br />

Guerra llegó algunos días después, para imponer condecoraciones a los<br />

defensores <strong>del</strong> cuartel. 71<br />

Otro acontecimiento que reseña el maestro Topete, con cierta amplitud, y<br />

directamente relacionado con un párrafo de su escrito antes expuesto sobre<br />

"Las fiestas de San Marcos en 1915", es la muerte <strong>del</strong> cura Triana. Narra que<br />

hubo muchos rumores en el sentido de que Martín Triana, general obregonista,<br />

le había aconsejado a su sobrino Dionisio, general brigadier villista, que dejara<br />

ese bando y se pasara a las filas de Carranza. Villa no dio importancia a los<br />

70 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "El Archivo Histórico <strong>del</strong> estado. Instrumento de cultura", en Aries,<br />

México, Aguascalientes, año X, núm. 116, noviembre de 1986, p. 6.<br />

71 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Asalto al cuartel Francisco Z. Mena", en Aries, México, Aguascalientes,<br />

año X, núm. 119, febrero de 1987, p. 6. Se reproduce de igual manera en el número 213 de enero de<br />

1995, p. 10.<br />

.<br />

72


umores, pero cuenta que sus generales le insistieron en que debía de tomar<br />

medidas para evitar riesgos, por lo que le retiraron las tropas y se le sugirió<br />

trasladarse a Chihuahua, a lo que se negó y pidió que lo enviase a Estados<br />

Unidos; por desobediencia, se le puso bajo arresto; sin embargo, las insidias<br />

de los generales continuaron y pidieron que fuera sentenciado a muerte, a lo<br />

que accedió Villa y le encomendó a Juan B. Vargas realizar esa tarea. El otrora<br />

cura Triana le dejó a Villa unos anillos de valor y una nota en la que decía:<br />

"Igual es morir que vivir, pero me alegro de irme a otro mundo donde tal vez no<br />

encuentre verdugos ni tiranos". Por esta referencia y por su actitud al dirigir su<br />

fusilamiento, se supo que habían cometido una injusticia en el fusilamiento <strong>del</strong><br />

general Dionisio Triana 72<br />

La ropa tradicional es una de las características de nuestra cultura, y los<br />

huicholes son un pueblo que, como dice don Alejandro, "acostumbran bordar y<br />

entretejer la historia, la tradición y las costumbres". En "Bordando ensueños",<br />

la rigurosidad <strong>del</strong> historiador da paso a la expresión coloquial, con su discurso<br />

poético-literario que pensamos necesario reproducir: "En mantos, en fajas, en<br />

huipiles, han dejado testimonios de su vida. ‘La mujer borda como tú hablas',<br />

suelen decir.<br />

“¿Podríamos nosotros dejar palpitantes en nuestros lienzos artesanales, en<br />

nuestra indumentaria típica, alaridos de amor hacia la tierra y el pulso <strong>del</strong> alma<br />

aguascalenteño?<br />

“Qué más desearíamos que en los trozos de los lienzos que nos cobijan<br />

72 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La muerte <strong>del</strong> general Dionisio Triana", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año X, núms. 120 y 121, marzo y abril de 1987, p. 6. Otra copia similar se encuentra en<br />

los números 180 a 182 de abril a junio de 1992, p. 10, y en 214 y 215 de febrero y marzo de 1995, p. 10.<br />

73


fuesen grabadas las ardientes proclamas <strong>del</strong> sentimiento humano que se<br />

proyecta por exaltar a la provincia amada.<br />

“Que el túnico fuese un poema que al estilo lopezvelardiano, se ostentara<br />

como bandera sentimental.<br />

“Manos y dedos, en trance de pulcritud infinita, han ido destilando flores y<br />

estrellas, giros y figuras simbólicas sobre telas, en alardes creadores de<br />

imágenes y figuras. Hay bordados que parecen un éxtasis salidos de<br />

situaciones de ensueño.<br />

“Plasmar en un tejido, en un bordado, un pedazo <strong>del</strong> suelo aguascalentense y<br />

en él, el alma de su pueblo parece como si fuera una meta asequible. El rango<br />

de la artesanía se eleva, cuando se crea en la obra, un estado de conciencia.<br />

“Hay labores que tienen jerarquías y el bordado y el tejido artesanales entran<br />

en esas categorías y la grácil figura cobra animación en un canevá de figuras<br />

idealizadas. Los pueblos bordan, los sueños de las mujeres.<br />

“Tal vez el alarife que proyectó la balaustrada de San Marcos, diseñó la viñeta<br />

con motivos arrancados a una cenefa, creada por alguna costurera o<br />

bordadora de ilusiones, en algún deshilado, logrado en momentos de un<br />

trance.<br />

“Parece como si los estilos ornamentales <strong>del</strong> barroco, el plateresco y hasta el<br />

exuberante churriguera, se hubiesen volcado en el lino, en la manta o en el<br />

calicot, para exonerar las faldas y corpiños, los chales y bufandas que en<br />

cobijo amoroso arropan la elegancia de cuellos y la finura de semblantes de las<br />

lindas mujeres de estas tierras.<br />

“Hay intenciones, que parecen un sueño. Propósitos que se diluyen en la<br />

74


forma y sentido de la plástica.<br />

“Atrapar el espíritu de la esencia y el paisaje, es el móvil de este esfuerzo.<br />

“De esta diligencia que ambiciona plasmar el horizonte, la gente, el quehacer<br />

cotidiano de Aguascalientes.<br />

“En esta indumentaria que pretende sintetizar el impulso emotivo de nuestro<br />

medio ambiente, para ofrecerlo como cariñoso homenaje a nuestro primoroso<br />

mujerío de la provincia amada para exornar sus gracias.<br />

“La imagen de las cosas, se pretende hermanar con los sentimientos, para<br />

dar la categoría que los símbolos les prestan.<br />

“En esta tierra, estéticamente privilegiada, se borda con los impulsos de la<br />

emoción. Por ello no será extraño que ahí aparezcan en ordenada presencia y<br />

dibujados por los hilos de nuestros de nuestras bordadoras, tipos de nuestra<br />

entraña solariega, como el alfarero de los corralones obrajeros <strong>del</strong> ‘Caballo<br />

Blanco’; el huarachero <strong>del</strong> antiguo callejón de las ‘Tunas Peladas’; la<br />

bordadora misma; un traje para rielera que proclame excelencias <strong>del</strong> Ferrocarril<br />

Central; motivos florales <strong>del</strong> barrio trianero; el señorío barroco de nuestra<br />

Catedral; el evocador Templo de San Marcos; el ‘Paso <strong>del</strong> Viático’ que vieran<br />

los ojos impenitentes <strong>del</strong> pintor Egerton en 1840; la característica Estación de<br />

los Ferrocarriles y en fin, una estampa sanmarqueña que con la emotiva<br />

balaustrada de nuestro parque florido, aprisiona en sus bordados a máquina y<br />

sus deshilados a mano las tradicionales peleas de gallos de las ferias y el<br />

característico cultivo de nuestras vides; suma y compendio, todo esto, <strong>del</strong><br />

complejo vital de nuestro suelo, en lo que Fernández Ledesma llamó ‘aguas<br />

brotantes’, aguas nacientes, aguas calientes’... y que los temas frutícolas y los<br />

75


motivos peculiares de nuestra ecología, surjan de la aguja, de un gancho, de<br />

una máquina, como ofrenda al pasado, al presente, al porvenir, de una<br />

comunidad humana que propone diluirse en los afanes de superación ideal y<br />

material.<br />

“Las mágicas agujas y los hilos de maravilla, van plasmando el compás <strong>del</strong><br />

latido cordial y la emocionada filigrana, de los temblores anímicos que<br />

impulsan el dedal de estas creadoras de belleza.<br />

“Que las generaciones futuras que tan hábiles artistas han bordado –hombres<br />

y mujeres– continúen con el amoroso apego a las habilidades ya tradicionales,<br />

tales son nuestros votos, configurando la imagen ideal de pueblo y gente, y<br />

plasmen el espíritu físico y social, económico y sentimental, con los<br />

emocionados hilos y el alucinado colorido, de estas tierras de Dios." 73<br />

Con motivo de la celebración de las Jornadas en Honor de Saturnino Herrán,<br />

convocadas por el Instituto Cultural de Aguascalientes, y bajo el título "Herrán:<br />

la brevedad de una vida fecunda", el maestro Topete presenta un escrito<br />

donde hace un breve pero esencial repaso <strong>del</strong> ascendiente de este célebre<br />

pintor. Se remonta a la raíces familiares y su punto de partida es la descripción<br />

genealógica <strong>del</strong> apellido, cuyo origen vasco es traído por el abuelo a Fresnillo,<br />

donde nace su progenitor; luego de hacer algunas expresiones apologéticas de<br />

sus actividades y referirnos el matrimonio y defunción de su padre, alude al<br />

nacimiento <strong>del</strong> célebre pintor en suelo aguascalentense.<br />

La referencia a su infancia y adolescencia y la influencia escolar de Eugenio<br />

73 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Bordando ensueños", en Aries, México, Aguascalientes, año XI,<br />

núm. 122, mayo de 1987, p. 5. También se reproduce en el número 135 de junio <strong>del</strong> siguiente año; y en<br />

la revista Exedra. Dirección de Comunicación Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1<br />

núm. 6, agosto de 1993, pp. 16 y 17.<br />

76


Alcalá Mancilla y pictórica de José I. Tovilla y de Severo Amador, cada uno en<br />

su diferente aportación, indica el camino al que se orientó Saturnino. Luego <strong>del</strong><br />

fallecimiento de su padre, cuando contaba con quince años de edad, se<br />

trasladó a la capital de la República para continuar sus estudios y prácticas<br />

bajo la tutela de Fabrés y Guedovius; ahí logró su consolidación artística, con<br />

lo que se incorporó a los valores de su época.<br />

Breves referencias a su matrimonio y el deceso de su madre son<br />

considerados como desazones en su vida, pero le sirven para exaltar las<br />

virtudes de (reproduciendo la frase de Toussaint), "El más mexicano de los<br />

pintores y el más pintor de los mexicanos". El escrito concluye enunciando que<br />

son vastos y diversos los trabajos sobre Saturnino Herrán, pero aún se<br />

esperan más para rendirle homenaje al celebre personaje. 74<br />

Los orígenes de Aguascalientes se pueden describir de múltiples maneras;<br />

don Alejandro narra una de ellas y nos dice que en la época más antigua, la<br />

región estaba ocupada por grupos indígenas, de filiación étnica y lingüística<br />

otomí, pero ahí confluyeron diversos grupos salvajes conocidos genéricamente<br />

como chichimecos, que significa "bárbaros". El primer embrión urbanístico de<br />

la ciudad fue un fuerte o presidio para dar seguridad a los viandantes y<br />

alojamiento de las tropas que los defendían de los ataques de los chichimecas.<br />

La fundación legal de la Villa de la Asunción de las Aguas Calientes fue el 22<br />

de octubre de 1575, con la autorización por la Real Cédula que en nombre de<br />

Felipe <strong>II</strong> dio el presidente de la Real Audiencia y Cancillería de Guadalajara y<br />

gobernador <strong>del</strong> Reino de Nueva Galicia, don Gerónimo de Orozco. En<br />

74 Topete <strong>del</strong> Vale, Alejandro. "Herrán: la brevedad de una fecunda vida," en Aries. México,<br />

Aguascalientes, año XI, núms. 124 y 125, julio y agosto de 1987, pp. 5 y 12.<br />

77


diciembre de 1786 se reorganizó la Nueva España en doce grandes<br />

intendencias que contenían sub<strong>del</strong>egaciones, quedando Aguascalientes como<br />

una de ellas. El 24 de abril de 1789, la Junta Superior de Real Hacienda de la<br />

ciudad de México acordó que Aguascalientes y Juchipila pasaran a depender<br />

de la intendencia de Zacatecas, quitándosela a la de Guadalajara.<br />

El 22 de septiembre de 1824, el Congreso <strong>del</strong> estado de Zacatecas le expidió<br />

a Aguascalientes la categoría política de Ciudad, y con apoyo de Santana, se<br />

separó e independizó de esa intendencia erigiéndose en territorio federal, por<br />

decreto <strong>del</strong> Congreso de la Unión <strong>del</strong> 23 de mayo de 1835.<br />

El 30 de diciembre de 1836, en el régimen centralista, se le elevó al rango de<br />

departamento, pero con el restablecimiento de la República federal por decreto<br />

<strong>del</strong> 22 de agosto de 1846, pasó a ser un estado libre y soberano. Con el Acta<br />

de reformas de mayo de 1847 se suprimió el nombre de Aguascalientes como<br />

estado de la federación, quedando como partido político de Zacatecas, pero<br />

con el apoyo de todos los estados, Aguascalientes readquirió su rango de<br />

estado libre y soberano el 10 de noviembre de 1853. Esta condición se<br />

mantuvo en las subsiguientes constituciones de 1857 y 1917. 75<br />

El recuerdo de Ramón López Velarde también es motivo para que Alejandro<br />

Topete haga una "Pequeña laudanza al cantor más genial de la provincia",<br />

donde la exaltación de las virtudes es reconocida en toda su dimensión por los<br />

estudios que sobre su persona han hecho célebres escritores. No obstante,<br />

señala que "La trayectoria en la vida y en la obra <strong>del</strong> prócer vate jerezano, se<br />

ha contemplado generalmente en los albores de su niñez, en el amado suelo<br />

75 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Breve reseña histórica de Aguascalientes", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año XI, núm. 127, septiembre de 1987, pp. 5 y 12.<br />

78


zacatecano de su entrañable Jerez, y en su etapa madura, en el agitado medio<br />

capitalino, pero creemos que su adolescencia y primera juventud en<br />

Aguascalientes y los umbrales de su maciza hombría ya en San Luis Potosí, ya<br />

cuajados en el sentido de las responsabilidades humanas, guardan y ofrecen<br />

todavía numerosos filones para espigar en esta vida tan rica en facetas<br />

anímicas y tan fecunda en realizaciones estéticas, cuando asomaban las<br />

incipientes y palpitantes emociones <strong>del</strong> genio, si bien escondidas en tímidos<br />

balbuceos de su bien orientada sensibilidad en las maneras de captar y de<br />

atrapar mundos metafísicos, hasta convertirse en gran señor en el arte sublime<br />

de la palabra escrita." 76<br />

Concluye el escrito con una exhortación diciendo que "Cuanto esfuerzo se<br />

realice por contribuir a llenar estos huecos y a cubrir tales lagunas en una vida<br />

prominente y generosa, aunque sea sin mayores alardes en materia de<br />

capacidades, de seguro deberá ser acogido con benigno beneplácito, en forma<br />

benévola, por la intención que guíe esos pasos. A contribuir en tales y<br />

modestas formas, estarán consagradas nuestras pobres palabras." 77<br />

En noviembre se festeja a los difuntos y, con ese motivo, el maestro Topete<br />

dice que en la ideología mexicana se encuentra la propensión a jugar con la<br />

muerte. Luego de referir la obra de Posadas, hace una descripción de la<br />

tradición en una familia para elaborar juguetes y piezas artesanales con alusión<br />

a la muerte. No son soslayados los cánticos y versos que persiguen un fin<br />

similar. 78<br />

76 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Pequeña laudanza al cantor más genial de la provincia", en Aries,<br />

México, Aguascalientes, año XI, núm.127, octubre de 1987, p.5.<br />

77 Ibidem. p. 5.<br />

78 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Artesanía de la muerte", en Aries, México, Aguascalientes, año XI,<br />

núm. 128, noviembre de 1987, p. 6.<br />

79


El Gobierno de Aguascalientes le rindió un homenaje a uno de sus hijos<br />

pródigos, Antonio Acevedo Escobedo, quién dejó un gran legado para su tierra<br />

natal. El profesor Topete afirma que "Mucho se ha comentado sobre la vida y<br />

obra de ANTONIO ACEVEDO ESCOBEDO, pero hay todavía numerosos atisbos que<br />

permanecen en silencio, cuando no ignorados, en torno a la brillante<br />

personalidad de aquel que a base de esfuerzos logró superarse en las diarias<br />

porfías por alcanzar las envidiables metas de sus bien ganados prestigios." 79<br />

En seguida hace una descripción histórica de la relación que llevaron a lo<br />

largo de muchos años, además de ofrecer algunas notas biográficas y<br />

comparaciones con otros célebres personajes de las letras hidrocálidas.<br />

Otras aportaciones a la historia de Aguascalientes aparecen en los dos<br />

escritos subsiguientes. Uno se refiere al comportamiento de Nuño Beltrán de<br />

Guzmán, quien es considerado como desleal a la confianza de los reyes de<br />

España, por un abuso cometido contra los indios de Michoacán y la entonces<br />

Nueva Galicia, donde por 1530 cometió diversas tropelías. Luego refiere la<br />

leyenda de las amazonas, inventada por los purépechas, y la expedición de<br />

Paramildez a Zacatecas para encontrarlas; se dice que pasaron por alguna<br />

parte <strong>del</strong> ahora suelo aguascalentense, pero concluye que fueron tres los<br />

aspectos principales utilizados para los descubrimientos y conquistas, a saber:<br />

"El primero, el más grave, peligroso y a la vez lento y retrasado, fue el de la<br />

violencia, <strong>del</strong> cual fueron responsables los mismos conquistadores, a causa de<br />

los métodos empleados en sus primeros contactos con los pueblos<br />

79 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "El gobierno <strong>del</strong> Ing. Miguel Ángel Barberena rindió homenaje a don<br />

Antonio Acevedo Escobedo (Reproducimos el interesante trabajo que el profesor Alejandro Topete<br />

<strong>del</strong> Valle presentó en dicho homenaje)", en Aries, México, Aguascalientes, año XI, núm. 131, febrero de<br />

1988, p. 12.<br />

80


aborígenes. “El medro, la insaciable codicia, los abusos en materia de poder y<br />

la festinación para desarraigar de cuajo creencias religiosas, fueron los motivos<br />

principales de las tremendas rebeliones –especialmente de los pueblos<br />

chichimecas <strong>del</strong> Altiplano– los más castigados por la crueldad de<br />

procedimientos.<br />

“El segundo, la conquista espiritual, especialmente confiada a los abnegados y<br />

humanitarios frailes <strong>del</strong> clero regular, particularmente franciscanos y agustinos,<br />

que trataron con verdadero fervor de realizar la conversión de infieles por<br />

medios persuasivos y con la ofrenda de sus vidas en numerosos casos, a la<br />

vez que también se convirtieron en defensores <strong>del</strong> indio, en elevada<br />

proporción, para defenderlo de los desmanes y crueldades de la insaciable<br />

avidez de aquellos castellanos que no supieron honrar los prestigios de su<br />

raza, de su patria y en buena parte de sus monarcas.<br />

“El tercero de los medios, los pródigos repartos de territorios, mediante<br />

excesivas ‘mercedes’ que sin limitaciones de extensión precisa y real, se<br />

otorgaron a ‘indiscreción’, entre quienes valerosamente se atrevieron a ir<br />

poblando paulatinamente, de sur a norte, entre San Miguel el Grande y<br />

Zacatecas, los bienes realengos, a partir <strong>del</strong> año 1543, inmediatamente<br />

después de la gran derrota chichimeca, que el virrey Antonio de Mendoza y el<br />

gobernador Neo-Gálica Cristóbal de Oñate, en el "peñol de Juchipila", en<br />

precaria pacificación, que retornó más tarde en los años 1551, 1561, 1582, y<br />

1591, cada 10 años". 80<br />

80 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Pequeña visión histórica de Aguascalientes," en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año XI, núm. 132, marzo de 1988, p.7. También se reproduce el escrito en el núm. 198 de<br />

octubre de 1993, p. 10.<br />

81


Con un título similar en la siguiente entrega, el maestro Topete se remonta<br />

hasta los orígenes más antiguos de la formación <strong>del</strong> terruño y es lo que se<br />

presenta en este escrito. Afirma que, en orden de fundación, primero fue<br />

Nochistlán, Zacatecas, antes <strong>del</strong> descubrimiento y conquista; luego, el hijo <strong>del</strong><br />

cacique fundó Teocaltiche, Jalisco, y de ese poblado salió en 1562 don<br />

Hernando Martell a combatir a los chichimecas que se encontraban en la zona;<br />

como resultado nació la Villa de Santa María de los Lagos, Jalisco. De ese sitio<br />

llegaron al altiplano <strong>del</strong> Valle de los Romeros, donde se abrieron los cimientos<br />

de la Villa de nuestra Señora de la Asunción, que fue legalizada<br />

posteriormente. En 1570, se construyó una fortaleza o presidio para que se<br />

alojaran los relevos que cuidaban a los viajeros entre Lagos, Aguascalientes y<br />

Zacatecas. Luego da los nombres de quienes colaboraron en la fundación y las<br />

diversas nominaciones que tuvo hasta que el decreto nacional de 1853 le dio<br />

su actual condición. 81<br />

También como producto de un homenaje <strong>del</strong> gobierno estatal a Ezequiel<br />

Adeodato Chávez, el profesor Topete hace una remembranza de la familia<br />

cuyo pilar fue Ignacio Toribio Chávez, "Patriarca de la cultura lugareña". Luego<br />

aporta algunos atisbos sobre la personalidad intelectual de este personaje y<br />

cómo, a través de sus obras, se fue aproximando a su producción bibliográfica<br />

y tuvo una relación personal con él. 82<br />

81 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Pequeña visión histórica de Aguascalientes", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, México, año XI, núm. 133, abril de 1988, p.5. El mismo artículo aparece con el título<br />

"Síntesis histórica de Aguascalientes”. (También tiene una escala genealógica), año X<strong>II</strong>, núm. 142,<br />

febrero de 1989, p.10.<br />

82 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro "Discurso <strong>del</strong> ayer con vigencia de hoy. Don Ezequiel A. Chávez".<br />

Expuesta en dos partes, y la segunda, en vez de "Discurso" se titula "Crónica <strong>del</strong> ayer con vigencia de<br />

hoy. Don Ezequiel A. Chávez", en Aries, México, Aguascalientes, año XI, núms. 136 y 137, julio y agosto<br />

de 1988, pp. 7 y 9, respectivamente.<br />

82


Una nota periodística de un diario capitalino trae recuerdos al maestro Topete<br />

sobre su estancia en la ciudad de México, durante algunos años en que trabajó<br />

para entidades gubernamentales federales, y resalta que el 14 de enero de<br />

1939 se reunió con algunos coterráneos para formar el "Círculo<br />

Aguascalentense de México", presidido por Enrique Fernández Ledesma, a la<br />

sazón director de la Biblioteca Nacional, y a la que asistieron dieciocho<br />

personas, a las que enumera, además de hacer una somera descripción de la<br />

reunión. 83<br />

La primera revista <strong>del</strong> año de 1989 la inicia con un recuerdo de Posada en el<br />

75 aniversario de su fallecimiento. Nos cuenta que el reconocimiento a las<br />

artes populares nacionales no era común en esa época, dominada por lo que<br />

"pudiéramos llamar ‘extranjerismo’.” Luego de hacer un recordatorio de cómo<br />

las obras de Posada han alcanzado un reconocimiento y cotización<br />

internacional, señala que cada vez que se acerca un aniversario <strong>del</strong> ilustre<br />

aguascalenteño, busca nueva información que colabore a enriquecer su<br />

biografía y aportación cultural. Por ello sugiere que se continúe trabajando<br />

sobre esta tarea ya que, "Para una personalidad, de la estatura extraordinaria<br />

de José Guadalupe Posada, es indispensable agotar las fuentes de<br />

información todavía disponibles, aunque tengamos que cometer indiscreciones,<br />

invadiendo vidas privadas, para conocer intimidades sin las cuales no<br />

podríamos explicarnos los perfiles anímicos y comportamientos sociales, <strong>del</strong><br />

sujeto de estudio. Tal es el caso para averiguar la llegada a este mundo, <strong>del</strong><br />

hijo natural que concibió el artista, en los naturales impulsos de todo hombre<br />

83 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Fieles a la provincia, leales a la amistad", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año XI, núm. 138, octubre de 1988, p. 6.<br />

83


por proyectarse en otra dimensión. ¡Hay que contemplar la imagen orgullosa<br />

en su justa satisfacción, donde aliñado el buen don Lupe, en impecable traje<br />

negro, ‘cuello de palomita’, botines de ‘buldog’ bien lustrados, bien peinado y<br />

rasurado y con sombrero de bola o ‘bombín’, se hizo retratar, irradiando<br />

alegría, en compañía de su vástago!<br />

“¿Cómo se llamaba el muchacho? ¿Con quién lo hubo? ¿Cuándo y en dónde<br />

nació? ¿Quién fue la protagonista <strong>del</strong> idilio y cuáles sus características?<br />

¿Cómo y donde concluyeron los infieles devaneos? Y aquél entrañable retoño,<br />

¿cuándo y dónde murió a los 17 años?" 84<br />

Todas esas consideraciones deben ser, a los ojos de don Alejandro, parte de<br />

la solución de los enigmas.<br />

En agosto de 1832, cuando Aguascalientes era aún parte de Zacatecas, el<br />

entonces gobernante, Francisco García Salinas, mandó fundar una Academia<br />

de Dibujo, como primer estímulo a la creación cultural. Sobre el tema, el<br />

maestro Topete elaboró un escrito. Ya después, en el periodo independiente,<br />

se creó el primer Instituto Científico y Literario, primero conocido como<br />

"Nuestra Señora de Guadalupe" y luego como "La Purísima Concepción". En<br />

1843 se estableció un impuesto sobre testamentarias para la fundación y<br />

mantenimiento de esa institución, el que se empezó a aplicar desde 1845, lo<br />

que indica el tiempo en que comenzó la educación media. En seguida<br />

menciona a los directores, que paulatinamente fueron desplazados por los<br />

criterios prevalecientes en ese tiempo, hasta que Santa Anna mando al último<br />

84 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Genio e ingenio de Posada. (En el LXXV Aniversario de su muerte)",<br />

en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm. 141, enero de 1989, p. 10. Asimismo se reproduce en el<br />

número 175 de noviembre de 1991, p. 10. La fotografía a la que hace alusión está en su libro José<br />

Guadalupe Posada. Prócer de la gráfica popular mexicana. México, Edición <strong>del</strong> Seminario de Cultura<br />

Mexicana, 1957.<br />

84


ector, quien propició la muerte de la institución en 1854. En mayo de 1862, por<br />

decreto <strong>del</strong> gobernador Esteban Ávila, se creó el Instituto de Ciencias y Artes,<br />

que fue la cuna de la primera juventud intelectual aguascalentense. 85<br />

En el proemio de este escrito, el autor habla de la dificultad de la investigación<br />

histórica y afirma que "Con el ya remoto intento de dilucidar el enigma de la<br />

historia concreta y documentada respecto al suburbio o arrabal sanmarqueño,<br />

cuna y asiento de la tradicional y prestigiada feria de su título, hemos realizado<br />

muchos años ya, diversas diligencias, sin lograr los resultados propuestos, por<br />

lo que tendremos que conformarnos con una serie de reflexiones, que en<br />

forma concatenada y fundadas en la lógica, permitan servir como base, con<br />

visos de viables fundamentos, que a manera de sólidas razones apoyen<br />

hipótesis, el origen <strong>del</strong> pueblo donde anidaron las fiestas y verbenas<br />

abrileñas". 86 Luego de hacer anotaciones sobre la fundación de la ciudad de<br />

Aguascalientes, toma algunas referencias <strong>del</strong> texto clásico sobre la Historia <strong>del</strong><br />

Estado de Aguascalientes, aunque no por ello deja en duda muchas de sus<br />

afirmaciones pues se piensa, como dice Gómez Serrano, que el escrito "tiene<br />

menos de investigación erudita y de apreciación desapasionada de los hechos<br />

que de justificación de su propia trayectoria política" 87 .<br />

Luego de tomar algunas ideas de ese escrito y poner en duda la validez de<br />

algunas afirmaciones, don Alejandro concluye con lo que considera nuevas<br />

aportaciones "a la historia <strong>del</strong> que fuera arrabal, primero, y pueblo después,<br />

85 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Balbuceos de nuestra cultura lugareña", en Aries. México,<br />

Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm. 143, marzo de 1989, p. 10.<br />

86 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "¿Cuándo y cómo nació el pueblo de San Marcos? Nuevo homenaje a su<br />

Feria", en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm. 144, abril de 1989. p. 10.<br />

87 Gómez Serrano, Jesús. "Para Leer a Agustín R. González", en Agustín R. González. Historia <strong>del</strong><br />

Estado de Aguascalientes. Ed. Instituto Cultural de Aguascalientes. México, Aguascalientes, cuarta<br />

edición, 1992, p. 10.<br />

85


deseamos aportar estas nuevas declaraciones que esperamos contribuyan a la<br />

historia <strong>del</strong> viejo y pintoresco pueblo sanmarqueño" 88<br />

En las siguientes propuestas, enumera sus aportaciones:<br />

"1. No hay confirmación alguna de que el llamado Pueblo de San Marcos, haya<br />

sido fundado en 1604. Este dato descansa exclusivamente en una afirmación,<br />

sin prueba, de don Agustín R. González.<br />

“Consta plenamente que carecía de ejidos en lo absoluto.<br />

“2. No fue otra cosa, en los primeros años <strong>del</strong> siglo XV<strong>II</strong>, sino en ‘labor de trigo’<br />

sembrada por uno de los primeros vecinos de esta Villa, llamado Diego Mateos<br />

de Ortega (antepasado de la opulenta familia Rincón Gallardo), sobre una<br />

extensa y pródiga ‘merced de tierra’ que debe haberle concedido uno de los<br />

primeros Ayuntamientos en turno, sobre una superficie aproximada<br />

(restrictivamente medida) de seis caballerías de tierra y treinta ‘suertes de<br />

huerta’ y que abarcaba, según cálculos, la tierra que actualmente limitaríamos<br />

por las calles de Guadalupe y Dr. Salvador Quezada Limón, por el Norte;<br />

Gorostiza, Alarcón y Matamoros, por el Oriente; avenida Adolfo López Mateos<br />

por el Sur y, finalmente, al margen <strong>del</strong> extinguido Río de San Pedro o de<br />

Aguascalientes, en su rivera izquierda, hacia el Poniente: es decir, la mitad<br />

poniente de la actual ciudad de Aguascalientes.<br />

“3. El señor Mateos de Ortega, creó un molino, el primero con toda<br />

probabilidad, para moler el trigo y fabricar las primeras harinas que proveyeron<br />

a la comarca para elaborar el pan.<br />

88 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "¿Cuándo y cómo...? op. cit. p. 10.<br />

86


“4. El señor Oidor-Visitador de la Real Audiencia de la Nueva Galicia con sede<br />

en Guadalajara, que visitó nuestra Villa de la Asunción en 1609, dictando<br />

providencias para su desarrollo urbanístico, conforme a las diligencias<br />

originales de la traza de 1575, en su auto de visita proveído ante la fe de su<br />

escribano Jerónimo Xuárez, se ocupa pormenorizadamente de todos los<br />

detalles, sin mencionar para nada el supuesto pueblo de San Marcos,<br />

regulando su conformación física, como lo hace en forma minuciosa en su<br />

celebrado y mencionado ‘auto’ de fecha 25 de aquel mismo octubre de 1609,<br />

de lo que categóricamente podemos deducir que no estaba erigido aún el<br />

poblado indígena que podríamos llamar ‘satélite’ de la aguascalenteña urbe.<br />

“5. Es sumamente probable que el sembrador de trigos y laborioso molinero de<br />

harinas Mateos de Ortega, haya creado una simple ‘estancia’ en su dilatada<br />

labor, donde alojar a sus peones sirvientes, en jacales o incipientes<br />

habitaciones de construcción precaria de naturaleza y de uso transitorio para<br />

aquellos pocos trabajadores que podríamos llamar jornaleros de tipo<br />

‘mercenario’.<br />

“6. Hemos podido comprobar, plenamente, que aquella congregación de<br />

sirvientes no era exclusivamente de origen tlaxcalteca, como supusimos por<br />

largo tiempo y lo afirmamos varias veces. No, documentos que tuvimos<br />

oportunidad de conocer con posterioridad (especialmente actas parroquiales<br />

de administración de sacramentos), nos permiten afirmar que en tales<br />

conjuntos humanos, hubo siempre indígenas de diverso origen y procedencia,<br />

tales como mexicanos o aztecas, purépechas o tarascos, otomíes, chichimecas<br />

87


y de otras filiaciones étnicas y lingüísticas. Rectificamos formalmente<br />

afirmaciones de las que fuimos responsables en gran parte.<br />

“7. Un dato, para nosotros digno de fe, es el consignado escuetamente por el<br />

señor Lic. don Carlos A. Salas López, investigador a carta cabal y<br />

comprobadamente veraz, en sus útiles aunque dispersos Apuntes... (pág. 156),<br />

en que afirma que, en Mil Seiscientos Doce, era Lorenzo Rodríguez, Alguacil<br />

Mayor <strong>del</strong> pueblo de San Marcos, al que, en el libro parroquial de defunciones,<br />

se le llama ‘Pueblo Nuevo de San Marcos’. El autor merece toda nuestra<br />

confianza, aunque no exenta de cierta sorpresa.<br />

“8. Ignoramos, si es que lo hubo, todo título fundador <strong>del</strong> relacionado ‘Pueblo’,<br />

que todavía suponemos fue erigido ‘al acaso’, sin las formalidades de<br />

ordenanza acostumbradas, como producto espontáneo de un proceso<br />

urbanizador, <strong>del</strong> que descartamos haya nacido de imperiosas necesidades de<br />

reforzar la población por razones de seguridad contra turbas de indios<br />

asaltantes, ya que, como afirmamos con anterioridad, la pacificación total de<br />

los chichimecas, en esta bien apodada ‘Áspera Cashcana fue lograda por el<br />

valeroso y justo Capitán de capitanes, don Miguel Caldera, desde fechas muy<br />

cercanas al ano 1593, y ya para el de 1604, la pacificación no ofrecía ni<br />

sobresaltos ni inquietudes en materia de seguridad.<br />

“9. Personalmente, los primeros testimonios escritos que hemos logrado<br />

conocer hasta hoy, son tres actas de matrimonio respecto de moradores de<br />

ambos sexos, <strong>del</strong> pueblo de San Marcos, que corresponden a contrayentes<br />

aborígenes que son: Catalina Lucía (hija de Juan Bautista, Regidor <strong>del</strong> Pueblo<br />

de San Marcos) con Juan Martín, el 9 de enero de 1623; Luisa María y Juan<br />

88


Felipe Mexicano que fungen como testigos (vecinos que eran <strong>del</strong> pueblo de<br />

San Marcos) en el matrimonio celebrado en Peñuelas, <strong>del</strong> viudo José Baltazar,<br />

con la india Ana María, el 13 de agosto de 1623 y, finalmente, el enlace<br />

realizado el 21 de noviembre de aquel mismo año, de María Francisca con<br />

Francisco Gabriel, vecinos ambos, textualmente se dice, <strong>del</strong> pueblo de San<br />

Marcos. Es pues incontrovertible que estos tres actos positivos, confirman<br />

documentalmente que nuestro celebrado arrabal titulábase ya PUEBLO, erigido<br />

de hecho para entonces como apéndice de nuestra española Villa, con sus<br />

autoridades independientes.<br />

“10. Finalmente queremos afirmar, al concluir estos apuntes, que con toda<br />

certeza no fue, sino hasta el 3 de octubre de 1644, cuando el señor Oidor-<br />

Visitador de la Audiencia de Guadalajara, don Cristóbal de Torres, al practicar<br />

segunda visita de este tipo tan solemne, logró que don Agustín de Ortega,<br />

sucesor y heredero y propietario entonces de la antigua y extensa labor<br />

triguera de su ilustre ancestro don Diego Mateos de Ortega, logró, repetimos,<br />

que donara una miserable ‘suerte de huerta’, para ejidos <strong>del</strong> ya próspero<br />

suburbio, a cambio de ‘componerlo con su Majestad, respecto a los huecos,<br />

realengos o baldíos, que hubiera entre las seis caballerías y treinta suertes<br />

hortelanas que legalmente amparaban sus primordiales títulos y que, con<br />

seguridad venía poseyendo y usufructuando en calidad de ‘demasías’. Esta<br />

bien menguada dádiva, no debe haber servido a los humildes inditos<br />

sanmarqueños, sino para edificar cuando mucho, su nueva e ingente capilla,<br />

donde años después el diligente y celoso párroco don Manuel Colón de<br />

Larreátegui, logró construir en su mayor parte, el bello templo que hoy decora e<br />

89


ilustra desde 1763, el barrio que cobija la esplendorosa Feria de preclaros<br />

timbres, bajo la titularidad de San Marcos y los dos patronatos sucesivos de las<br />

divinísimas Señoras y Vírgenes de La Concepción o de "El Pueblito" primero y<br />

El Carmen en nuestros dias." 89<br />

Independientemente de los criterios valorativos que aparecen en algunas<br />

partes <strong>del</strong> texto, es innegable que este pequeño escrito es una nueva<br />

aportación hipotética para el entendimiento <strong>del</strong> origen de una parte <strong>del</strong> pueblo<br />

de Aguascalientes.<br />

Los grupos aborígenes habían sido un problema para la estabilidad de la<br />

región. En 1541, el gobierno virreinal de Antonio de Mendoza sofocó la<br />

sublevación chichimeca, lo que trajo como consecuencia una paz de diez años<br />

en la áspera Cashcana, Chimalhuacán o Llanos de chichimecas, región en<br />

cuyo centro estaba la comarca de Aguascalientes. Con esas propuestas,<br />

Alejandro Topete refiere un nuevo brote de insurrección en Morcilique,<br />

producto de los tratos inhumanos de los conquistadores. La apertura de<br />

caminos y asentamientos poblacionales permitió la posterior pacificación<br />

encabezada por el mestizo capitán general Miguel Caldera, quien pactó con los<br />

vencidos unas capitulaciones que han sido calificadas como honorables. 90<br />

Una reflexión constituida en remembranza nostálgica de la imaginación es el<br />

recuento que hace de los programas "saturados <strong>del</strong> romanticismo sobreagudo<br />

que afinaba los gustos y el sentido estético de aquellos buenos tiempos.<br />

Baladas, mazurkas, galopas, cavatinas, melopeyas y qué sé yo cuántas formas<br />

89 Ibidem. pp. 10-17.<br />

90 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La gran rebelión cashcana", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />

X<strong>II</strong>, núm. 145, mayo de 1989, p. 8.<br />

90


1<br />

y combinaciones artísticas, nutrían el luengo desarrollo ‘literario-musical’, de las<br />

amables veladas lugareñas." 91<br />

Con ese preámbulo, el maestro Topete da cuenta de eventos académicos,<br />

musicales y literarios que han formado parte de la historia cultural de la<br />

entidad. 92<br />

Algunas reflexiones históricas de gentes y lugares emergen como producto<br />

<strong>del</strong> surgimiento de una nueva institución de educación superior, como lo es la<br />

Universidad Bonaterra; así, su sede provisional, el antiguo casco de la<br />

Hacienda Ojo Caliente y sus propietarios, son el marco para expresar los<br />

mejores augurios a esa institución. 93<br />

Una nueva reflexión sobre el trabajo histórico es el escrito "Leyenda y<br />

tradición", donde dice Topete que "La historia suele contaminarse con<br />

frecuencia, mediante la intromisión, ingenua o intencionada, de una gran serie<br />

de versiones propaladas al arbitrio de quienes elaboran sabrosos cuentos,<br />

fruto de vivaces fantasías, o verdades históricas que fueron pero que, al<br />

transcurso <strong>del</strong> tiempo y a lo largo de generaciones sucesivas, especialmente<br />

en forma de tradiciones orales, degeneran en positivas consejas, sin la fuerza<br />

que da la prueba <strong>del</strong> testimonio escrito.<br />

“La imaginación popular, siempre pródiga en recursos convencionales,<br />

91 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Gentes y costumbres (señales de otros tiempos)", en Aries, México,<br />

Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núms. 146 y 147, junio y julio de 1989, pp. 18 y 10, respectivamente. En el<br />

número 176 de diciembre de 1991, p. 20, aparece también la primera parte, pero en el primer número <strong>del</strong><br />

siguiente año ya no aparece la segunda.<br />

92 Ibidem.<br />

93 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Nace una estrella...", en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm.<br />

148, agosto de 1989, p. 10.<br />

Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Leyenda y tradición", en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm.<br />

149, septiembre de 1989, p. 16. Asimismo se encuentra en el número 177 de enero de 1992, p. 10.<br />

91


sazona a su antojo la verdad o la mentira, hasta convertir, sucesos y<br />

personajes, en gratísimo platillo que halaga o nutre a los espíritus ávidos de<br />

impresiones truculentas o fascinantes en los más variados aspectos, al gusto<br />

<strong>del</strong> generador o <strong>del</strong> receptor de ese material, de esas confituras literarias que<br />

tanto divierten, inquietan o apasionan los ánimos de un pueblo de antaño<br />

acostumbrado a gustar, en un servicio ‘a la carta’, de relatos bien<br />

condimentados y teñidos de todo género de especies.<br />

“Aguascalientes ha creado motivos de inspiraciones, dentro de la leyenda, la<br />

tradición, el cuento, la conseja y la ‘hablilla’, al grado de que, en ocasiones, sus<br />

autores, a pesar de que conocen lo infundado <strong>del</strong> hecho o de sus<br />

apreciaciones, acaban por creerlo y por sostener la veracidad de infundios que<br />

no resisten el análisis de la historia." 94<br />

Derivado de esto, señala una serie de personajes y eventos que han surgido<br />

de esa herencia cultural en el estado.<br />

Uno de los aspectos de la ciudad que cae dentro de sus actividades como<br />

cronista es explicar el desarrollo histórico de las calles; y con la descripción de<br />

las primeras cuadras existentes en los tiempos de la Colonia, los comercios y<br />

nombres que éstas tuvieron, amén de las referencias de la actualidad, inicia<br />

una serie de artículos sobre las mismas. 95<br />

Bajo ese mismo título y con características similares describe la Avenida 5 de<br />

94 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Leyenda y tradición", en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm.<br />

149, septiembre de 1989, p. 16. Asimismo se encuentra en el número 177 de enero de 1992, p. 10.<br />

95 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Las calles de Aguascalientes", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />

X<strong>II</strong>, núm. 152, diciembre de 1989, p. 10.<br />

92


mayo 96 , la de Ignacio Allende, 97 las principales calles destacadas con el nombre<br />

Guadalupe, 98 las que ahora componen la calle que lleva el nombre <strong>del</strong><br />

filántropo español Francisco de Rivero y Gutiérrez, 99 y una serie de cuatro<br />

artículos sobre la Avenida Madero y su reducción en el estrecho callejón de<br />

Zavala, cuyas fincas fueron eliminadas para dar continuidad a esa calle. 100<br />

Una serie de entregas constituyen el escrito titulado "La histórica Bandera <strong>del</strong><br />

primer batallón ligero de Aguascalientes". Afirma que la historia militar de<br />

Aguascalientes se inicia a fines <strong>del</strong> siglo XV<strong>II</strong>I, al formarse el "regimiento<br />

provincial de dragones de la Nueva Galicia", asentado en esta ciudad. A partir<br />

de ahí, describe a los dirigentes que lo encabezaron y sus gestas, las cuales<br />

contribuyeron a la formación de la esencia de la nacionalidad, entre las que<br />

destacan el sitio de Monterrey de 1846 y la batalla de la Angostura en 1847,<br />

esta última, lugar donde se perdió la bandera que portaban. Asimismo, habla<br />

de los combates en Churubusco y Molino <strong>del</strong> Rey. En 1856, cuando el primer<br />

batallón ligero <strong>del</strong> estado porta la bandera para combatir en el sitio de San Luis<br />

Potosí, se inicia una nueva etapa para combatir a las fuerzas conservadoras en<br />

diversas partes de la República, obteniendo triunfos y derrotas, ya fuera bajo el<br />

mando de los coroneles Manuel Arteaga, Jesús R. Macías o Jesús Gómez<br />

Portugal. De este último esboza las peripecias ocurridas por su destierro a<br />

96 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La Avenida 5 de mayo", en Aries. México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>,<br />

núm. 153, enero de 1990, p. 18.<br />

97 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Ignacio Allende”, en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm. 155,<br />

marzo de 1990, p. 19.<br />

98 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Las de Guadalupe", en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>I, núm.<br />

146, abril de 1990, p. 12.<br />

99 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Las de Rivero y Gutiérrez", en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>I,<br />

núm. 157, mayo de 1990, p. 20.<br />

100 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Callejón De Zavala y Av. Madero",en Aries, México, Aguascalientes,<br />

año X<strong>II</strong>I, núms. 158-161, junio-septiembre de 1990, pp. 6, 7, 8, 18.<br />

93


Francia y la expulsión de allá hasta regresar, después de un largo peregrinar, a<br />

Aguascalientes, donde el presidente Juárez lo nombró gobernador y<br />

comandante militar. Las batallas en las que participó el primer batallón ligero<br />

continuaron todavía durante algún tiempo, pero la bandera ya había pasado a<br />

la historia, por lo que recuerda las exaltaciones hechas a la misma y su final<br />

colocación en el Congreso estatal. 101<br />

El obsequio de un libro sobre Manuel M. Ponce que recibió don Alejandro fue<br />

motivo para recordar y describir su relación con el insigne compositor, lo cual<br />

complementó con el recuerdo de otro obsequio que le dio Ezequiel A. Chávez,<br />

y que no es otra cosa que un cuadernillo, titulado Pensando en<br />

Aguascalientes... El doble más allá, donde él mismo narra recuerdos sobre el<br />

Jardín de San Marcos, así como su fiesta y su feria.<br />

Como corolario, el autor señala que la finalidad de ese escrito es rendir un<br />

homenaje a la memoria de esas dos personalidades. 102<br />

Finalmente, en esta revista aparecen otras dos entregas de artículos<br />

inconclusos: "Laudanzas <strong>del</strong> gran Posada"; en el primero hace referencia a<br />

una fotografía –que no aparece en la hoja <strong>del</strong> escrito– de Emeterio Posada<br />

Martínez y su segunda esposa Vicenta Saldaña Ugarte, fueron parientes de la<br />

extensa familia Posada.<br />

Enseguida escribe algunas notas sobre las responsabilidades que tenía José<br />

Guadalupe en la creación de un hogar, para ganar el sustento y el trabajo que<br />

101 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La histórica Bandera <strong>del</strong> primer batallón ligero de Aguascalientes", en<br />

Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>I, núms. 162, 163, 164, 165 y 166, octubre de 1990- febrero de<br />

1991, pp. 11, 10, 10, 16 y 18, respectivamente.<br />

102 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Nostalgia en los recuerdos", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />

X<strong>II</strong>I, núm. 167, marzo de 1991, p. 8. El escrito obsequiado por Ezequiel A. Chávez al maestro Topete,<br />

se publica en la misma revista en sus números 168 y 169, de abril y mayo de 1991.<br />

94


desempeña en el taller litográfico, así como su curso sobre el tema en la<br />

secundaria de la ciudad, y de cómo estas actividades derivaron en el<br />

crecimiento de su labor artística; también nos habla de la pérdida de sus seres<br />

queridos. Luego expone su personalidad con expresiones poéticas, que<br />

reproduciremos íntegramente.<br />

“¡Genuino representante popular<br />

por el partido auténtico <strong>del</strong> pueblo!<br />

Diputado permanente, sin dietas ni curul.<br />

Nadie lo señaló con el dedo<br />

para regalarle una canonjía.<br />

Todo el ‘peladaje’ <strong>del</strong> México<br />

Porfiriano lo sentía suyo;<br />

en las plazas, en los mercados,<br />

en los tianguis.<br />

Allí donde se leían los corridos,<br />

ejemplos y leyendas que ilustraba.<br />

Discutía con la punta <strong>del</strong> buril<br />

y con el lápiz graso.<br />

Intérprete <strong>del</strong> dolor de las masas;<br />

de los desheredados, de los parias, de los de abajo.<br />

Tradujo agonías de los fusilados;<br />

la adolorida angustia de los ‘enganchados’;<br />

de las madres y esposas de aquellos miserables<br />

95


agarrados de ‘leva’;<br />

De los peones irredentos fustigados por el látigo.<br />

El fervor de los humildes le<br />

consagró su escaño desde donde la ira y la ironía<br />

le permitían fustigar a los esbirros.<br />

Sin demagogias, sin blasfemias,<br />

sin componendas...<br />

configurando situaciones de<br />

abyecciones sociales,<br />

tomando el pulso a los sucesos<br />

<strong>del</strong> momento para defender<br />

a los pobres satirizando a sus<br />

verdugos ante la conciencia publica.<br />

Eso y mucho más, fue Posada.<br />

Las penurias fueron su acicate<br />

de imágenes con valores permanentes.<br />

La muerte, ‘don Chepito’, diablos y<br />

calaveras, las ‘gatas garbanceras’ y<br />

los ‘panteras’ de pulquería, en los<br />

escandalosos ‘sanlunes’ bailando<br />

jarabes en los fandangos <strong>del</strong> suburbio;<br />

sorbiendo ‘catrinas’ y ‘tornillos’<br />

de baba opalescente.<br />

Fue un precursor permanente y<br />

96


tenaz, en las luchas sociales.<br />

En forma intuitiva y <strong>del</strong>iberada<br />

desde su taller modestísimo,<br />

salían llamaradas de protesta.<br />

Ese mismo crisol que imaginativamente<br />

reprodujo Leopoldo Méndez<br />

y aquellos rayos iluminaron los<br />

horizontes de México,<br />

desde las prensas de Venegas Arroyo,<br />

para gritarse por las calles<br />

por voz de los pregoneros<br />

modulada con acentos de revancha.<br />

Chiapas de una plástica pletórica<br />

de intenciones reivindicatorias.<br />

Llamaban al despertar de las<br />

coincidencias, para las<br />

dignidades humanas.<br />

Jean Charlot lo descubrió un día,<br />

Frances Tour y Diego Rivera<br />

valorizaron la obra y<br />

la calidad de aquel<br />

espíritu combativo.<br />

Rivera se ufanó de pintarlo<br />

como padre espiritual, al lado<br />

97


de la maternidad declarada a<br />

la Muerte catrina, en el mural<br />

de aquel Domingo en la Alameda.<br />

José Clemente Orozco, en su<br />

autobiografía, no vacila en<br />

declararlo como el maestro que<br />

inspiraría su futura obra.<br />

El Goya mexicano, ha sido llamado,<br />

en paralelos aspectos y<br />

proporciones guardadas.<br />

Los textos, monografías,<br />

exposiciones sobre ‘el gran Posada’<br />

se han ido extendiendo y proliferando,<br />

en términos de una positiva y<br />

merecida consagración artística." 103<br />

Antes de concluir, nos anuncia la continuación de este escrito; sin embargo,<br />

no fue sino hasta el mes de diciembre cuando apareció otra entrega con un<br />

título casi similar, aunque su objetivo fue tratar algunos de los<br />

cuestionamientos que había expuesto en su escrito de enero de 1989, en esa<br />

misma publicación.<br />

Por principio señala que las exploraciones sobre la familia <strong>del</strong> grabador se<br />

habían centrado en los más cercanos parientes (padres y hermanos), y el autor<br />

sugiere ampliarla hasta elaborar un inventario genealógico. Así, esboza unas<br />

103 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Laudanza <strong>del</strong> Gran Posada", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />

XVI, núm. 194, junio de 1993, p. 10.<br />

98


notas biográficas sobre Emeterio Posada Martínez y su familia; su hermano<br />

José Cirilo, que nació el 9 de julio de 1939, e insiste en indagar sobre su<br />

frustrado matrimonio en la ciudad de León, Guanajuato, y sus relaciones extra-<br />

maritales, y sobre la situación anímica que lo llevó a cambiar de sede<br />

domiciliaria. Finalmente, el maestro Topete señala que "En la vida y en la obra<br />

<strong>del</strong> prócer maestro de la gráfica popular, nos parece conveniente distinguir tres<br />

periodos; tres etapas con perfiles especiales, característicos de los influjos <strong>del</strong><br />

medio y de las circunstancias que rodearon al artista en su misión creativa;<br />

ellas fueron: la primera en su suelo natal, Aguascalientes, durante los primeros<br />

diecinueve años de su vida (1852-1871), en el seno de la familia, de la escuela<br />

y de la tranquilidad <strong>del</strong> ambiente, sin premuras ni responsabilidades mayores,<br />

que podríamos considerar como un periodo inicial de naturaleza formativa. La<br />

segunda, enmarcada por los dieciséis años que permaneció en León, Gto.<br />

(1872-1888)." 104<br />

Hasta aquí aparecen los escritos publicados por el maestro Alejandro Topete<br />

en la revista Aries; el resto de ellos son reproducciones de los ya publicados.<br />

La revista Exedra también ha sido cobijo de algunos de sus escritos. En el<br />

número de abril de 1993, coincidiendo con el periodo de la Feria de San<br />

Marcos, publica un artículo alusivo a la misma. Y luego de expresar las bases<br />

de su reflexión, se remonta a 1604, cuando el cura Tomás Ruiz consintió en<br />

que los indios levantaran el templo en el predio que cultivaban, de acuerdo con<br />

lo ordenado por don Santiago de Vera y acatado por el alcalde mayor. Así<br />

surge el pueblo de San Marcos, donde, en el siglo XV<strong>II</strong>I, el cura y el alcalde<br />

104 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Notas familiares y laudanzas <strong>del</strong> Gran Posada", en Aries, México,<br />

Aguascalientes año XVI, núm. 200, diciembre de 1993, p. 12.<br />

99


mayor de entonces, el cabildo y el regimiento, organizaron procesiones para ir<br />

al templo, entre calles adornadas. También vienen peregrinos y demandantes<br />

de la comarca a comerciar sus productos. Hay danzas, pastorelas y fuegos<br />

pirotécnicos. El siguiente siglo continúa llevándose a cabo la festividad, pero<br />

los conflictos bélicos hacen que el consumo de licor hasta la embriaguez sea el<br />

antecedente al toque de clarín.<br />

La feria, año tras año, se ha hecho tradicional, se acude con trajes nuevos y<br />

se construyen el palenque y la plaza de El Recreo. Con el arribo <strong>del</strong> siglo XX,<br />

se incorporan los eventos culturales y los bailes, sin que se pierda la bohemia,<br />

donde se beben copas de licor, luego vienen las carreras de autos y de<br />

caballos. En 1924 se elige a la primera reina de la feria. Todo ello es narrado<br />

por don Alejandro de manera coloquial, para concluir sus reflexiones con la<br />

siguiente frase: "La vida transcurre; una mano descorre otro velo, desprende<br />

otra hoja <strong>del</strong> fugaz calendario <strong>del</strong> tiempo, hay presagios que anuncian un<br />

nuevo momento. "Una madre joven –lo dijo, no ha mucho, Fernández<br />

Ledesma– rueda el cochecillo donde placentero duerme el hijo nuevo"; otra<br />

fecha se graba en el diario de nuestro maltrecho vivir: Es el ansia de vida en<br />

las cosas, es la savia que sube al renuevo, es el agua que canta en el surco,<br />

es la ondina fugada al venero: hoy todo ha cambiado, es el fin, el dolor de ser<br />

viejo, es el Joven abril, es el príncipe; la feria para Aguascalientes; la feria,<br />

romance de amor para algunos; para otros recuerdo..." 105<br />

La Plaza de la Constitución, la vieja Plaza Mayor, Plaza Central, Plaza de<br />

Armas o como hoy se le conoce, Plaza Patria, también tiene su historia,<br />

105 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Feria de San Marcos", en Exedra, Ed.Coordinación de Comunicación<br />

Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 2, abril de 1993, pp. 6-8.<br />

100


Describe el maestro Topete que el 25 de octubre de 1609, cundo don Gaspar<br />

de la Fuente andaba por estas tierras como visitador general <strong>del</strong> reino, emitió<br />

un mandamiento para dar un crecimiento ordenado a la ciudad, sugiriendo<br />

medidas para que se dejara una plaza y las construcciones se hicieran<br />

yuxtapuestas a su derredor. Ahí se estableció la casa de Juan de Montoro, el<br />

templo parroquial de la Villa, hoy Catedral, sobre la cual se hace una<br />

descripción histórica y social, los edificios que luego albergaría al Palacio de<br />

gobierno y <strong>del</strong> municipio. Todo ello es parte de la historia de la construcción y<br />

evolución de la Plaza Mayor. 106<br />

La palabra de Cristo fue divulgada por los voceros franciscanos en sus<br />

recorridos entre los conventos de Tetlán y Juchipila, en una difícil época en que<br />

los chichimecas daban exaltadas muestras de agresividad por el trato recibido<br />

por parte de los conquistadores. Así, narra quiénes participaron en la odisea de<br />

establecer las primeras instituciones religiosas por el año de 1550, siendo<br />

Teocaltiche uno de los primeros asentamientos, pues en Aguascalientes es<br />

hasta 1601 cuando aparece el registro <strong>del</strong> primer matrimonio.<br />

En 1651, se registra la construcción <strong>del</strong> templo en Aguascalientes, que ahora<br />

se conoce como de San Diego, obra de los carmelitas, quienes luego<br />

abandonaron la labor, la cual fue retomada, primero, por los franciscanos y<br />

luego por las órdenes mercedaria y hospitalaria de San Juan de Dios, quienes<br />

gestionaron la construcción <strong>del</strong> templo, el primer hospital y un convento. Los<br />

modestos templos se transformaron en el siglo XV<strong>II</strong>I y surgieron nuevas<br />

iglesias.<br />

106 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Plaza Mayor", en Exedra, Ed. Coordinación de Comunicación<br />

Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 4, junio de 1993, pp. 15-17 y 20-21.<br />

101


Además, el desarrollo de la infraestructura eclesiástica se complementó con<br />

instituciones escolares; una fue la Escuela de Cristo, fundada en 1773 por<br />

Francisco de Rivero y Gutiérrez y la Escuela de Instrucción Femenina, en<br />

octubre de 1807.<br />

Posteriormente refiere que, en agosto de 1832, se inicia –con auspicio <strong>del</strong><br />

gobierno de Zacatecas– una Academia de dibujo, 107 y el primer Instituto<br />

Científico y Literario de Santa María de Guadalupe, fundado en 1845, así<br />

como la Escuela de Agricultura, que inició sus funciones en enero de 1867 y<br />

luego se transformó en 1871 en el Instituto Científico y Literario, que a su vez<br />

pasó a ser la Universidad Autónoma de Aguascalientes, en febrero de 1974. 108<br />

Un céntrico predio ha estado presente en gran parte de la historia de la<br />

ciudad; en la actualidad se conoce como el edificio central de la Universidad<br />

Autónoma de Aguascalientes, aunque está fuera <strong>del</strong> campus. La narración<br />

parte de los documentos que notifican sobre la fundación <strong>del</strong> Convento de<br />

Aguascalientes en 1644, por los carmelitas descalzos. No se tiene referencia<br />

de porqué dicha congregación abandonó la fundación en 1652, aún sin<br />

concluir; luego de una serie de gestiones, se logró continuar con la obra y en<br />

1661 se autoriza a ocupar las instalaciones, lo cual se consolida en 1664, por<br />

los franciscanos, quienes ahí permanecieron hasta 1860, cuando tuvieron que<br />

salir debido a la exclaustración establecida por las Leyes de Reforma.<br />

Entre los años 1864 y 1866, el inmueble fue ocupado por las tropas francesas;<br />

una vez que éstas salieron, las instalaciones fueron destinadas a la Escuela de<br />

107 Una explicación más amplia se encuentra en el referido escrito "Balbuceos de nuestra cultura<br />

lugareña", publicado en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm. 143, marzo de 1989, p. 10.<br />

108 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Evangelización y educación", en Exedra, Ed. Coordinación de<br />

Comunicación Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 11 enero de 1994, pp. 12-<br />

14.<br />

102


Agricultura, que inició labores en enero de 1867. La propiedad de la finca fue<br />

adquirida por el gobierno estatal al Federal, en 1884, y se destinó al Instituto<br />

de Ciencias. 109 Con éste escrito, el maestro Topete le rinde un homenaje.<br />

Otra referencia a la historia de las fincas es la de San Joseph de Cieneguilla.<br />

Narra don Alejandro que su primer propietario fue Cristóbal de Oñate, quien<br />

prestó servicios para la conquista y pacificación de la región. Vicente de<br />

Saldívar y Mendoza auspicia la fundación por parte de los padres jesuitas para<br />

establecer su Colegio [Jesuita], la fábrica de la Iglesia y la hacienda de San<br />

José de Cieneguilla. Luego se refiere las características de su estructura; a<br />

continuación hace una relación de los sucesivos dueños de la finca, para<br />

finalmente resaltar la belleza física e histórica de esa vieja hacienda<br />

aguscalentense.<br />

La descripción <strong>del</strong> predio está acompañada con algunas fotografías en<br />

diferentes tomas, para resaltar su señorío. 110<br />

En otro episodio <strong>del</strong> célebre Jardín de San Marcos, Alejandro Topete<br />

reproduce una parte <strong>del</strong> documento donde el síndico procurador José Valdez,<br />

en marzo de 1831, propone convertir en paseo para la comunidad el Barrio de<br />

San Marcos; luego de narrar las gestiones y de recibir la autorización, expone<br />

otro párrafo de un documento que describe las características <strong>del</strong> terreno. En<br />

seguida nos habla de la construcción y los costos que ésta implicó en sus<br />

distintas etapas, así como las modificaciones que se le hicieron tanto para<br />

109 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "De cómo nació una casa", en Exedra. Ed. Coordinación de<br />

Comunicación Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 2, núm. 13, marzo de 1994, pp. 24-<br />

25.<br />

110 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "San Joseph de Cieneguilla", en Exedra. Ed. Coordinación de<br />

Comunicación Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 2, núm. 15, mayo de 1994, pp. 18-<br />

19.<br />

103


cercenarlo como para restaurarlo. Finalmente concluye con esta sobria<br />

descripción y poéticas remembranzas: "Trasunto fiel de su época es el ya<br />

centenario parque de San Marcos; por su disposición estructural, por sus<br />

motivos ornamentales, por su corte alongado y su gracia antigua, por su noble<br />

historial de tradiciones, leyendas y sucedidos, representa un monumento de<br />

aquella etapa prerromántica que tiene sus raigambres al principiar el segundo<br />

tercio <strong>del</strong> pasado siglo diecinueve.<br />

“Visto a través <strong>del</strong> tiempo y la distancia, cobra en el amado parque lugareño<br />

prestigios singulares; ¡Cuánto recuerdo evoca de los párvulos días!¡Qué caudal<br />

emotivo de otros tiempos cuando nuestros ojos azorados de niño<br />

contemplaban las cosas de diversa guisa, dando a los hechos el simplista valor<br />

de lo ingenuo y tiñéndose a nuestra adolescencia, con los rubores <strong>del</strong> primer<br />

cariño, en una tibia "mañanita" de abril. Allí soñamos de seguro, años más<br />

tarde, con la elegida <strong>del</strong> corazón, hasta desvanecer el palpitante idilio en<br />

resoluciones de voluntad humana, no privadas aún de la categoría que el<br />

símbolo les presta!" 111<br />

De su producción bibliográfica cabe destacar las siguientes obras: Guía para<br />

visitar la Ciudad y el Estado de Aguascalientes; El general don José Mª<br />

Arteaga y Magallanes, “soldado de la República”; Notas para la historia de la<br />

medicina en Aguascalientes; Precursores, Notas sobre el <strong>pensamiento</strong> agrario<br />

Zacateco-aguascalentense; José Guadalupe Posada. Prócer de la plástica<br />

mexicana; Feria de San Marcos. Estampas. Sugerencias; Estampas de<br />

111 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Memorias de un Jardín", en Exedra. Ed. Coordinación de Comunicación<br />

Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 2, núm. 16, junio de 1994, pp. 20-21.<br />

104


Aguascalientes. Teatro Morelos y un texto que recoge gran parte de su obra<br />

sobre la entidad titulado Páginas sueltas.<br />

Hagamos una revisión de esa obra escrita. En 1957, el Consejo <strong>del</strong> Seminario<br />

de Cultura Mexicana anuncia, en el colofón <strong>del</strong> texto José Guadalupe Posada.<br />

Prócer de la Gráfica Popular Mexicana, que ese título es el primero de la serie<br />

de los trabajos importantes de sus miembros titulares y correspondientes, que<br />

se ha aprobado para su publicación. El opúsculo que presenta Alejando Topete<br />

es una combinación de fotografías, reproducciones pictóricas costumbristas,<br />

reproducción <strong>del</strong> contenido de documentos oficiales (actas de nacimiento,<br />

matrimonio y defunción), registros de eventos eclesiásticos, reproducción y<br />

reconstrucción de planos de ciudad y casa y una cuidadosa y mesurada<br />

reconstitución histórica, con indicaciones sobre las conjeturas no verificables,<br />

de los progenitores y familiares de José Guadalupe Posada, durante su<br />

estancia en Aguascalientes, y las referencias <strong>del</strong> posterior traslado <strong>del</strong> artista a<br />

León y al Distrito Federal, lo que constituye una aportación biográfica <strong>del</strong><br />

insigne artista que ha sido comúnmente consultada por su originalidad y<br />

aportaciones. 112<br />

En 1967 publica por primera vez un texto que, según el maestro Topete,<br />

serviría como una guía turística, ya que en esa época era <strong>del</strong>egado de Turismo<br />

en el estado. Sin embargo, lo traicionó su conciencia histórica: en<br />

Aguascalientes. Guía para visitar la Ciudad y el Estado, la intención de hacer<br />

un documento para conocer la entidad, según se escribía en la "Advertencia",<br />

112 Topete <strong>del</strong> Valle Alejandro. José Guadalupe Posada. Prócer de la<br />

Gráfica Popular Mexicana. México. Edición <strong>del</strong> Seminario de Cultura<br />

Mexicana. 1957.<br />

105


fue rebasado por la vastedad de información que se divide en dos partes,<br />

donde describe los escudos y sus contenidos enunciativos (que por cierto son<br />

obra <strong>del</strong> mismo Alejandro Topete). La primera parte versa sobre la ubicación,<br />

condición y configuración geográfica, una síntesis histórica desde los pueblos<br />

prehispánicos hasta la fundación de cada uno de los municipios y la evolución<br />

política integral, y la descripción de los sitios considerados de interés turístico<br />

(enmarcados en los sitios históricos que los rodean). La segunda se refiere<br />

particularmente a los mismos tópicos, pero de la ciudad capital: en ella se hace<br />

una síntesis histórico-geográfica que incluye clima, centros de diversión y de<br />

servicios para la atención social y la descripción de los principales barrios. El<br />

texto concluye con un enlistado y descripción de las personalidades que<br />

históricamente han trascendido y un directorio de los sitios de interés.<br />

En la tercera edición (de 1973), se anexa además un breve pero<br />

documentado escrito sobre la vid y el vino en Aguascalientes.<br />

Climas, sitios, datos históricos, personajes, etcétera, hacen que ese escrito de<br />

más de 200 hojas, pierda el carácter de ser simplemente una "guía", para<br />

constituirse en una obra de consulta sobre Aguascalientes. 113<br />

Un enunciado que refiere la forma de identificar una edificación, puede ser, si<br />

se considera en sus diversas dimensiones, representativo de una complejidad<br />

de elementos; muestra de ello la da Alejandro Topete en su texto Teatro<br />

Morelos, en el que nos refiere la multitud de aspectos que se desprenden de<br />

una obra humana que se configuró como un producto edificado.<br />

Ese texto fue una edición especial <strong>del</strong> Gobierno de estado de Aguascalientes,<br />

113 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. Aguascalientes. Guía para visitar la ciudad y el estado. Aguascalientes,<br />

s/editor, 1973.<br />

106


en 1985, para conmemorar el primer centenario de la inauguración de tan<br />

apreciada edificación, pues en ella se habían congregado relevantes y<br />

disímiles eventos.<br />

Por ello, el maestro Topete no puede circunscribirse a una descripción de la<br />

belleza de la construcción física sino, por el contrario, escudriñar hasta donde<br />

fue posible para reflejar uno de los productos de la obra humana.<br />

En esta cuidada y lujosa obra se encuentra una multitud de informaciones<br />

que van desde los primeros asentamientos en la zona hasta los usos de los<br />

inmuebles ahí establecidos. Ya a partir de 1860, el gobernador Esteban Ávila<br />

Mier, manifiesta su propósito para construir el teatro, pero solamente se logró<br />

concluir el vestíbulo. Después de 22 años, el gobernador Rafael Arellano Ruiz<br />

comunica al presidente <strong>del</strong> Ayuntamiento la necesidad de la construcción de<br />

un teatro, petición que recibe una respuesta favorable y se selecciona al<br />

edificio de la "Alhóndiga", como el sitio adecuado para la construcción <strong>del</strong><br />

teatro, por lo cual, mediante acta notarial, se cede para tal fin.<br />

Diversos fueron los documentos emitidos para aprobar e impulsar la obra <strong>del</strong><br />

teatro, que fue inaugurado en octubre de 1885, con la presentación de una<br />

connotada compañía teatral, y se le impuso el nombre de un prócer de la patria<br />

muy querido en la entidad: "Morelos". Luego, las proyecciones<br />

cinematográficas complementaron la labor <strong>del</strong> inmueble.<br />

Sin embargo, su destino tomaría otros cauces con la confrontación interna<br />

derivada <strong>del</strong> movimiento revolucionario, y particularmente a raíz de la<br />

insurrección contra el gobierno de Victoriano Huerta. Para ilustrar estos<br />

episodios, Topete <strong>del</strong> Valle reproduce dos escritos: La Soberana Convención<br />

107


Revolucionaria, de José T. Vela Salas, y Crónica de la Convención de<br />

Aguascalientes, de F. Barrera Fuentes, que son representativos de este<br />

evento, y donde el Teatro Morelos fue cuna de los acuerdos para la nueva<br />

forma de convivencia humana para los mexicanos.<br />

También diversas ediciones de la Feria de San Marcos y de la Vendimia<br />

tuvieron como marco al Teatro Morelos para la realización de sus actividades<br />

culturales, así como una multitud de representaciones culturales.<br />

Fotografías, facsímiles de documentos, reproducciones pictóricas y una<br />

nutrida información histórica componen este escrito de Alejandro Topete que,<br />

en el simple enunciado "Teatro Morelos", conjuga una diversidad de<br />

actividades humanas en torno al histórico edificio de la entidad hidrocálida. 114<br />

En Páginas sueltas, Se compilan algunos de los escritos de Don Alejandro con<br />

la finalidad de que los estudiantes universitarios tengan conocimiento de parte<br />

<strong>del</strong> pasado educativo, además de que los escritos seleccionados, se puede<br />

apreciar cómo el autor daba cuenta en sus relatos interesantes y amenos de la<br />

acuciosidad de su trabajo. 115<br />

Una obra colectiva titulada Letras sobre Aguascalientes, compilada por Antonio<br />

Acevedo Escobedo, se reproducen cuatro escritos <strong>del</strong> maestro Topete. El<br />

primero de ellos es "Plaza Mayor", que había sido referido en las ediciones de<br />

Exedra, el cual transcribe de manera íntegra. 116<br />

114 Cfr. Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. Teatro Morelos. Mexico. Ed. Gobierno <strong>del</strong> Estado de<br />

Aguascalientes, 1985.<br />

115 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. Páginas sueltas. Aguascalientes.<br />

Universidad Autónoma de Aguascalientes. 2000.<br />

116 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Plaza Mayor", en Acevedo Escobedo, Antonio. Letras sobre<br />

Aguascalientes. Ed. Gobierno <strong>del</strong> Estado de Aguascalientes, 1981. pp. 399-404. En la misma<br />

publicación hay una nota indicando que este artículo apareció en Columna, México, D. F., abril de 1952,<br />

pp. 7, 12 y 13. Asimismo se publicó en Exedra. Ed. Coordinación de Comunicación Social.<br />

Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 4, junio de 1993. México, Aguascalientes, pp. 15-<br />

108


El siguiente se refiere a la historia de la medicina en Aguascalientes, donde<br />

señala que, en los primeros años de la Colonia, la medicina se encontraba en<br />

pañales, pues respondía en gran medida a la medicina empírica. Luego hace<br />

referencia a algunos de los maestros cirujanos que tenían algunas lecturas<br />

sobre anatomía y cirugía. Enseguida relata las condiciones bajo las que surgió<br />

el primer hospital, en la Hacienda de "La Cantera", el cual fue conocido como<br />

el Hospital Civil San Juan de Dios. Posteriormente enlista a los padres priores<br />

que actuaron como médicos en el periodo colonial.<br />

Luego el maestro Topete habla de las reparaciones <strong>del</strong> hospital y de sus<br />

benefactores, de la construcción <strong>del</strong> Hospital Civil, también conocido como<br />

Hospital Hidalgo. Aunque la medicina se practicó de manera empírica, no es<br />

sino hasta 1710 cuando se tiene referencia <strong>del</strong> primer médico de profesión, el<br />

doctor Cumplido, y en 1808 se radica y ejerce en Aguascalientes el doctor<br />

Valentín Gómez Farías.<br />

Luego, con una herencia dejada por el presbítero Ignacio José Rincón<br />

Gallardo, se construyó un hospital para mujeres, primer centro materno infantil<br />

de la localidad.<br />

Según el maestro Topete, los consultorios y las boticas son espléndidas<br />

fuentes para encontrar el folclor literario <strong>del</strong> pueblo. Su hermano, el también<br />

doctor Fernando Topete de Valle, le comentaba anécdotas sobre la forma de<br />

expresarse de sus pacientes. 117<br />

17 y 20-21.<br />

117 Muestra de ello es el texto editado por Fernando Topete <strong>del</strong> Valle, con una nota de advertencia que<br />

indica la asesoría de su hermano Alejandro, bajo el título Humorismo clínico. Notas para el Folklore en<br />

la medicina. Ed. Imprenta Méndez Acuña. Aguascalientes, Ags., segunda edición, 1975.<br />

109


Como ejemplo veamos un párrafo de los varios que se exponen: "No falta<br />

quien lleve al hijo, próximo ya a casarse, que aun cuando se encuentre<br />

convertido en robusto y fuerte mocetón, se le presenta al Médico en demanda<br />

de que le dé una reforzadita, porque ‘tantean que la muchacha con la que va a<br />

ampararse, se encuentra muy sobrada de naturaleza...’ y el orgullo varonil <strong>del</strong><br />

padre se subleva ante el temor de que ‘a la mera hora nos vaya a hacer quedar<br />

mal este muchacho’." 118<br />

Finalmente, el Maestro Topete hace una apretada referencia de la evolución de<br />

la ciencia médica en la entidad, particularmente desde los años primeros <strong>del</strong><br />

siglo XIX hasta la primera mitad <strong>del</strong> XX.<br />

El siguiente escrito se titula "Feria de San Marcos" y es similar al ya citado que<br />

se publicó en la revista Exedra, reproducido <strong>del</strong> que se encuentra en esta<br />

edición, pero con varios párrafos anulados. Por ello, en esta edición se<br />

encuentra el escrito de manera completa, además de estar complementado<br />

con un listado de las reinas de la Feria de San Marcos y de los Juegos<br />

Florales, desde 1924 hasta 1963. 119<br />

El cuarto y último escrito que aparece en esa compilación es sobre José<br />

Guadalupe Posada, que contiene alguna de la información aparecida en José<br />

Guadalupe Posada. Prócer de la plástica mexicana. 120<br />

Estos son los escritos identificados hasta ahora, que pueden ser accesibles<br />

para conocer la obra bibliohemerográfica <strong>del</strong> maestro Topete.<br />

118 Acevedo Escobedo, Antonio.. Op. cit. p. 418.<br />

119 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Feria de San Marcos", en Ibidem. pp. 422-432 y en Exedra. Ed.<br />

Coordinación de Comunicación Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 2, abril<br />

de 1993, pp. 6-8.<br />

120 Ibidem pp. 433-443 y Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. José Gudalupe Posada. Prócer de la Gráfica<br />

Popular Mexicana. Op.cit.<br />

110


Cuando se elaboró por primera vez este escrito, en 1995, don Alejandro decía<br />

que sus proyectos de investigación no eran muy amplios, pues había cumplido<br />

ochenta y cinco años y ya no contaba con la condición y el ánimo de antaño,<br />

pero pretendía complementar los iniciados, ya que dispone de información de<br />

la vasta región a la que pertenece Aguascalientes, pues, como se sabe,<br />

anteriormente no había divisiones estatales y, en este caso,los<br />

acontecimientos estaban vinculados con las ciudades de Nochistlán y<br />

Teocaltiche, ahora pertenecientes al estado de Jalisco, además de los<br />

municipios <strong>del</strong> estado.<br />

La obra bibliográfica no puede entenderse si no se complementa con los<br />

pequeños pero fundamentales escritos publicados en fuentes hemerográficas<br />

como las referidas anteriormente.<br />

La idea manifiesta en las publicaciones es reconstruir la sociedad histórica <strong>del</strong><br />

pasado regional, pero, como él afirma, sin atacar ni hacer alabanzas, pues<br />

siempre ha pretendido ser muy puntual en sus juicios, ya que la historia<br />

determina no decir falsedades y no callar las verdades.<br />

IV<br />

111


La trascendencia de ser mediante el hacer<br />

Si bien hemos intentado construir la biobibliografía de Alejandro Topete <strong>del</strong><br />

Valle, su erudición nos impide poder llevar una conversación circunscrita, y nos<br />

obliga a que la charla nos conduzca por diversos rumbos, pues a cada<br />

pregunta, las respuestas siempre están salpicadas de datos y anécdotas<br />

históricas que, según reconoce, son parte de su compromiso como cronista de<br />

la Ciudad.<br />

Esa labor la realizó de manera altruista, pues nos afirma que no había<br />

recibido remuneración, aunque legalmente se estipula, ya que "no he querido<br />

ser una carga para nadie sino que mi trabajo sea un acto de amor y cariño a mi<br />

región, a la que amo entrañablemente; yo nací aquí en Aguascalientes, en toda<br />

esta zona, y me creo con el deber de darle algo a cambio de lo que mi suelo<br />

nativo me ha dado a mí y eso será ocuparme de su pasado, de su pasado<br />

histórico, y dejar, aunque mal pergeñado y aunque modestamente limitado, lo<br />

que yo pueda escribir y que sirva para despertar en los jóvenes de las<br />

generaciones sucedáneas el interés por la investigación histórica hasta donde<br />

el juicio pueda ser recto, desinteresado y leal de todos esos conocimientos,<br />

para configurar nuestro pasado y cumplir con esa maravillosa misión que<br />

112


tienen algunas instituciones que se dedican a la historia, como es estudiar el<br />

pasado, servir al presente y prever el futuro, porque muchas veces no se<br />

saben aprovechar las enseñanzas de la historia que es la memoria de la vida y<br />

la vida de la memoria....Queremos aportar los juicios que la razón nos dicte."<br />

Esas reflexiones personales son uno de sus legados intelectuales como<br />

producto de una larga trayectoria. Así se hizo historiador, siendo parte de la<br />

historia; pero el producto de su pasión lo hará necesariamente un personaje<br />

para la historia en esta sociedad.<br />

Y aunque con resignación reconocía que había llegado a esa peligrosa edad<br />

de los homenajes, no le quedaba otra alternativa que tolerarlos, porque su<br />

paso por la historia lo hizo ser un personaje para la historia de la otrora<br />

pequeña comunidad aguascalentense.<br />

No obstante, los homenajes no son suficientes para rescatar lo que nos legó el<br />

maestro. Ahora está pendiente la tarea de intentar acceder a sus queridas<br />

bibliotecas, sus escritos, para que pueda recuperarse el resto de su trabajo.<br />

Primer escrito Febrero de 1995.<br />

Segundo escrito abril de 1999.<br />

Ultima versión: mayo de 2003.<br />

Corrección: abril <strong>del</strong> 2002.<br />

113

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!