Presencia del pensamiento acalitense contemporáneo II
Presencia del pensamiento acalitense contemporáneo II
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<strong>Presencia</strong> <strong>del</strong> <strong>pensamiento</strong> <strong>acalitense</strong> <strong>contemporáneo</strong>, <strong>II</strong><br />
Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle: un historiador que, en busca de la historia, se<br />
hace historia<br />
I<br />
Para escribir la historia, hay que vivirla<br />
En el mundo hay una plétora de historiadores, pero todos ellos, de manera<br />
individual y conjunta, son pocos para reconstruir la historia; esa que nace en<br />
cualquier lugar donde hay alguien interesado en reconstruir el acaecer de los<br />
hechos humanos.<br />
Los historiadores se lanzan a la persecución de todo aquel enunciado, todo<br />
dato, toda descripción que le permita reconstruir un pasado cercano o lejano a<br />
él, pero –al fin y al cabo– parte de él.<br />
Sin embargo, el pasado obstaculiza al historiador, se le opone de manera<br />
constante, ya que la acción humana es tan fugaz que se requiere de un sinfín<br />
de artilugios para sumergirse en todos aquellos recovecos que le permitan<br />
1
vislumbrar un atisbo de realidad. Así, lo posible en la reconstrucción conceptual<br />
de la realidad se convierte en la tarea <strong>del</strong> historiador.<br />
Dicha labor, que se realiza en diversas partes <strong>del</strong> mundo por múltiples<br />
historiadores –con formación académica universitaria o simplemente por la<br />
pasión de reconstruir la historia–, la encontramos también, como es natural, en<br />
Aguascalientes. En esa zona geográfica, sus habitantes lucharon<br />
denodadamente en el siglo XIX por alcanzar un reconocimiento a su capacidad<br />
y calidad organizativa y administrativa, que diera muestras de su autonomía,<br />
de su ser y su hacer, mediante acciones oficiales y populares. Con ello fueron<br />
constituyendo los registros de la historia de su identidad, a lo que también<br />
contribuyó la amplia producción periodística decimonónica.<br />
Una buena parte de la recopilación y organización de esos registros y fuentes<br />
de información la hizo un hombre que se hizo historiador gracias a su pasión<br />
por la historia, iniciada en aquellos foros que le permitían cumplir la siempre<br />
modesta pero reconfortante labor docente. Y su historia es su visión universal<br />
de los acontecimientos sociales que, de una u otra manera, confluyen en la<br />
actividad de la sociedad hidrocálida.<br />
Así, Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle hace historia y también, poco a poco, se ha<br />
hecho parte de la historia, pues la aceptación de la responsabilidad para hacer<br />
la crónica de la sociedad hidrotermopolitana le ha permitido escudriñar y<br />
divulgar las minucias <strong>del</strong> ayer.<br />
Con su pasión por ese campo de estudio, profesó –en su responsabilidad<br />
académica de maestro normalista– su entendimiento <strong>del</strong> devenir humano y<br />
articuló, primero con una laxa ilación, la comprensión de la historia de<br />
2
Aguascalientes en sus entornos nacional y mundial.<br />
Pero su amor por la historia sólo podía ejercerlo si mantenía sus ingresos para<br />
poder cumplir con los compromisos familiares, por lo que hubo necesidad de<br />
dedicarle buen tiempo a actividades administrativas de distinta índole; y fue<br />
bajo esas circunstancias como se fue generando toda una producción<br />
bibliográfica ligada, de acuerdo con sus posibilidades y limitaciones, al<br />
desarrollo de su vida. Asimismo fue el creador de los lemas en latín que portan<br />
los Escudos Heráldicos o de Armas <strong>del</strong> Estado: "BONA TERRA, BONA GENS,<br />
AQUA CLARA Y CLARUM COELUM", (Tierra Buena, Gente Buena, Agua<br />
Clara y Cielo Claro, así como el lema de la Ciudad, "VIRTUS IN AQUIS<br />
FIDELITAS IN PECTORIBUS", (Virtudes o Propiedades Terapéuticas que se<br />
Atribuyen a las Aguas y la Fi<strong>del</strong>idad Proverbial de los Corazones<br />
Aguascalentenses), con los cuales describe la calidad de la gente y las<br />
características <strong>del</strong> ambiente ecológico de la entidad.<br />
Con esos elementos intentaremos articular la biobibliografía de Alejandro<br />
Topete <strong>del</strong> Valle, quien no sólo colabora entusiastamente en hacer una buena<br />
parte de la historia de Aguascalientes, sino que también, por su ser y su hacer,<br />
ha llegado a formar parte de ella.<br />
<strong>II</strong><br />
De cómo una historia se hace historia<br />
Su nacimiento se enmarca en una época plena de inestabilidad político-social<br />
en México: el 17 de julio de 1908 nace Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle en la ciudad<br />
3
de Aguascalientes, procreado por el doctor Zacarías Topete López, quien<br />
murió de una bronconeumonía cuando tenía cincuenta años y siete meses, y<br />
Dolores <strong>del</strong> Valle Azuela. A su progenitora, Alejandro la califica como una<br />
mujer abnegada, como todas las de aquella época, dedicada en cuerpo y alma<br />
a sus hijos; llena de virtudes y de belleza física y espiritual que, al quedar<br />
viuda, se dedicó a concluir la formación de sus hijos.<br />
En ese medio pasó sus primeros años placenteros, en un ambiente apacible<br />
donde no faltó nada, a pesar de las penurias de la época de la Revolución, ya<br />
que ésta no afectó en demasía a la entidad, amén de que el ejercicio de la<br />
profesión médica de su padre lo había convertido en una persona muy<br />
estimada en la localidad, puesto que, según nos cuenta don Alejandro, no le<br />
interesaba el beneficio económico sino el apoyo a las necesidades de quienes<br />
lo requerían, por lo que la familia siempre contó con la simpatía <strong>del</strong> medio<br />
social en que se encontraba.<br />
Alejandro, que fue el segundo de los hijos, pero el mayor de los hombres,<br />
tuvo la sensibilidad para entender algunos acontecimientos de su tiempo; la<br />
motivación para ello, encontrada después de haber escudriñado en su propio<br />
pasado, fue la muerte de su hermana Dolores, quien apenas contaba con dos<br />
años de edad.<br />
Pero además se topó con acontecimientos trascendentes de la historia<br />
nacional; como ejemplo nos narra que algunos <strong>del</strong>egados a la Convención de<br />
Aguascalientes se hospedaron en el domicilio paterno, y ello sirvió para que<br />
posteriormente se estimulara la curiosidad <strong>del</strong> historiador.<br />
Esa formación estuvo avalada por toda una secuencia <strong>del</strong> proceso académico<br />
4
que recorrió. Los párvulos y los inicios de la primaria lo hizo en el Colegio<br />
"Alcalá"; posteriormente continuó en la escuela oficial "Francisco de Rivero y<br />
Gutiérrez" y luego el quinto y sexto grado los terminó en la "Melquíades<br />
Moreno".<br />
Los estudios de secundaria y gran parte <strong>del</strong> bachillerato los cursó en la<br />
Escuela Preparatoria y de Comercio <strong>del</strong> estado (que posteriormente sería el<br />
Instituto Autónomo de Ciencias y luego la Universidad Autónoma de<br />
Aguascalientes, que mantiene bajo su tutela desde la enseñanza secundaria<br />
hasta la superior), donde llevó materias sueltas, puesto que su padre quería<br />
que estudiara comercio.<br />
Finalmente, luego de varios años, sus inquietudes académicas las canalizó<br />
hacia los estudios profesionales impartidos por la Escuela Normal y de<br />
Bachillerato <strong>del</strong> estado de Aguascalientes, donde se graduó como maestro de<br />
Educación Primaria, y recibió posteriormente el reconocimiento <strong>del</strong> maestro<br />
Francisco Güel Jiménez, quien había sido su alumno.<br />
En ese periodo, la reestabilización de las condiciones político-sociales en el<br />
país tomó nuevamente su cauce, y en el pequeño estado se había celebrado la<br />
Convención que dio el nuevo carácter jurídico a la sociedad mexicana. Con esa<br />
nueva esperanza de paz y prosperidad para el país, Alejando Topete se<br />
dedicó, desde 1925, a sus labores como maestro. Siendo todavía estudiante,<br />
se incorporó a la "Escuela Nocturna-Pro-Alfabeto".<br />
Pero la dedicación exclusiva a la actividad docente duró poco tiempo, pues<br />
desde 1926 desempeñó diferentes cargos públicos, entre los que destacan los<br />
de oficial archivero; oficial mayor <strong>del</strong> Gobierno <strong>del</strong> estado; secretario particular<br />
5
de los gobernadores Alberto <strong>del</strong> Valle, Manuel Carpio y Luis Ortega Douglas;<br />
secretario <strong>del</strong> H. Ayuntamiento y Presidencia Municipal de Aguascalientes;<br />
oficial mayor <strong>del</strong> H. Congreso <strong>del</strong> estado; secretario de la Escuela Preparatoria<br />
estatal; <strong>del</strong>egado federal y director estatal de Turismo; director <strong>del</strong> Archivo<br />
Histórico de Aguascalientes, y otras muchas funciones.<br />
Aunque muchas de esas responsabilidades le impedían estar cercano a las<br />
actividades de educación en la entidad, eso no limitó para tener cargos<br />
relacionados con esa función; ejemplo de esto es que para 1929 fue nombrado<br />
secretario <strong>del</strong> Consejo de Educación Pública y secretario encargado de la<br />
Dirección de Educación <strong>del</strong> mismo Consejo, actividad que abarcó ese año y el<br />
siguiente. Asimismo fue nombrado primer director en dos instituciones de gran<br />
relevancia cultural, como la Academia de Bellas Artes, que a la postre sería<br />
convertida en Casa de la Cultura, y <strong>del</strong> Museo de Aguascalientes. También,<br />
durante trece años, de 1966 a 1979, fue subdirector administrativo en el Alma<br />
Máter de sus estudios profesionales, la Escuela Normal <strong>del</strong> Estado, y durante<br />
nueve años fue integrante de la H. Junta de Gobierno <strong>del</strong> Instituto de Ciencias<br />
Autónomo; asimismo, al iniciar la administración gubernamental <strong>del</strong> profesor<br />
Enrique Olivares Santana, fue coordinador <strong>del</strong> Patronato de la Cultura<br />
Aguascalentense.<br />
No obstante esta multiplicidad de responsabilidades, sus labores docentes no<br />
se relegaron, pues en 1932 se incorporó como catedrático de Historia de<br />
México en la Escuela Preparatoria <strong>del</strong> estado, <strong>del</strong> Instituto de Ciencias<br />
Autónomo y en la Escuela Normal <strong>del</strong> Estado dictó cursos sobre la misma<br />
materia, además de las de Historia Universal, la Educación en México y<br />
6
Cosmografía. Asimismo impartió la cátedra de Antropología en la Escuela de<br />
Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, desde su<br />
fundación hasta 1971.<br />
En los años 1939-1942, hace una pausa de sus actividades en la entidad pues<br />
se traslada a la Ciudad de México donde, no obstante, continúa con sus<br />
labores docentes, pues fue catedrático de Lengua y Literatura Españolas tanto<br />
en la Escuela Militar de Intendencia como en el Heroico Colegio Militar.<br />
A su retorno continúa con sus múltiples actividades, incluidas ya referidas, y<br />
además pertenece a las siguientes instituciones de cultura: la Sociedad<br />
Mexicana de Geografía y Estadística; la Sociedad Astronómica y Geofísica; la<br />
Academia Nacional de Historia y Geografía; la Academia Mexicana de la<br />
Lengua, correspondiente a la Española (de la que es Académico); la Academia<br />
Mexicana de Genealogía y Heráldica; el Seminario de Cultura Mexicana<br />
(donde presidió la corresponsalía en Aguascalientes en múltiples ocasiones); la<br />
Academia de Historia de Occidente; la Sociedad Mexicana de Filosofía; la<br />
Asociación Cultural Aguascalentense, donde era responsable de la<br />
organización de conferencias, y el Ateneo Cultural de Aguascalientes (<strong>del</strong> que<br />
fue coordinador de Humanidades), entre otras.<br />
Las distinciones también han sido parte de esa trayectoria: la mencionada<br />
Academia Nacional de Historia y Geografía le otorgó las "Palmas Académicas";<br />
el Gobierno de Francia, la Medalla de Plata <strong>del</strong> Reconocimiento Francés;<br />
también puede destacarse entre ellas el haber sido condecorado con la presea<br />
"Maestro Ignacio M. Altamirano", por el Gobierno de la República, debido a sus<br />
más de cincuenta años al servicio de la educación y con las "Palmas<br />
7
Académicas" <strong>del</strong> Gobierno de Aguascalientes. Otras distinciones son la<br />
medalla "Paul Harris" Fellow de Rotary International, por haber sido presidente<br />
<strong>del</strong> club local y gobernador <strong>del</strong> distrito 411; las preseas de reconocimiento al<br />
mérito cultural, otorgadas por las promotoras culturales de las casas "Viejo<br />
Vergel" y "Pedro Domecq" y placas alusivas en plata y oro de la Sociedad<br />
Cultural "Gámez Orozco". Éstos son algunos de los numerosos<br />
reconocimientos, pues, como dice Ezequiel Estrada, "El hogar <strong>del</strong> profesor<br />
Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle es un pabellón de medallas, pergaminos<br />
honoríficos, diplomas, preseas y recuerdos gráficos de distinciones y<br />
estímulos". 1<br />
No obstante toda esa trayectoria de fructífera vida dedicada al servicio público<br />
en general y a la cultura hidrocálida en particular, modestamente impedía que<br />
se le reconociera más mérito que el de haberse formado profesionalmente<br />
para ser profesor y dedicarse a las actividades docentes. Pero ello seguía<br />
navegando en la mar de documentos que le permitió continuar con la<br />
reconstrucción de la historia de su tierra natal.<br />
Ha sido su innegable lucidez la que lo ha colocado en la envidiable posición de<br />
haber ocupado cargos públicos en donde se requerían sus servicios, además<br />
de disponer de una habilidad administrativa para la organización de personas y<br />
cosas, e indiscutiblemente su interés, que con frecuencia derivaba en pasión<br />
por conocerlas y entenderlas.<br />
Ese conocimiento y consecuente entendimiento de personas y cosas,<br />
incrementaba la avidez para desentrañarlas hasta en el más mínimo aspecto.<br />
1 Estrada Pérez, Cervantes Ezequiel. Aguascalientes y sus poetas. México, Aguascalientes, 1981, p. 97.<br />
8
Así, en la búsqueda incesante de datos para satisfacer su curiosidad y<br />
contribuir a la explicación de sus contenidos, se fue haciendo historiador, sin<br />
más reconocimiento que el que se desprendía de su trabajo. Esto promovió,<br />
consecuentemente, que fuera nominado, por la expedición de la ley<br />
correspondiente en 1944, como cronista vitalicio de la entidad.<br />
Hasta aquí sus rasgos generales. Como dice Paty Cervantes, “El Profesor Don<br />
Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle es un hombre ejemplar, lleno de virtudes, quien ha<br />
entregado su vida a la enseñanza y a la investigación, principalmente a la<br />
historia de Aguascalientes.” 2<br />
En 1994, el 12 de junio, cumplió medio siglo de haberse emitido el decreto<br />
número 60 <strong>del</strong> Congreso estatal, mediante el cual fue creado el cargo de<br />
cronista de la ciudad con carácter de inamovible y vitalicio, distinción que<br />
recayó sobre Alejandro Topete, por lo que se le hizo un reconocimiento alusivo<br />
a la conmemoración, en el Archivo Histórico que lleva su nombre.<br />
En ese entonces, su edad ya rebasaba los 85 años y, como dijo a Armando<br />
Jiménez, "en la actualidad hace lo que puede, porque en la juventud se hace lo<br />
que se quiere, luego hacemos lo que debemos, porque ya se tiene un<br />
concepto de mayor responsabilidad y confesó que a esta su edad, que es la<br />
ultramadura, es cuando un hombre reflexiona y toma como maestro de su vida<br />
y de sus actos, su propio pasado, es entonces, cuando la experiencia es la que<br />
está hablando por su boca y por sus actos y ahora se siente muy complacido<br />
de haber llegado a esta prolongada edad, porque considera ser, además de un<br />
catedrático historiador, un coleccionista de años." Y en esa entrevista, Topete<br />
2 Medina, Araceli Patricia. "Profesor Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle: hijo pródigo de la entidad", en<br />
Hidrocálido, Secc. D, Primera plana, "Estilo", año 12, núm. 3918, martes 10 de noviembre de 1992.<br />
9
añadía: "...estoy refugiado ya en mi casa, con tranquilidad absoluta porque en<br />
mí hay tranquilidad de conciencia y tranquilidad de acción y sobre todo estoy<br />
en contacto con las cosas que más me gustan, como es el pasado, mis<br />
papeles viejos, mis libros que son muy numerosos, tan numerosos que ya no<br />
son suficientes las cuatro bibliotecas que hay en mi casa, pero los libros y mis<br />
documentos son mi tesoro..." 3<br />
Se esperaba la aportación <strong>del</strong> maestro Topete a la historia de Aguascalientes;<br />
y aunque en sus múltiples escritos se encuentran rasgos fundamentales de<br />
ella, parecía haber la expectativa de que realizara una monografía que así se<br />
reconociera, según lo mencionó Mora Ruiz. 4 ¿Nos la dejó?, no lo sabemos,<br />
parece que sus malestares le impidieron conseguir su cometido pues en el<br />
inexorable transcurrir de la vida, dejó de existir a los 90 años de edad, cuando<br />
caminaba por la Plaza de la Patria, centro cívico de Aguascalientes, víctima de<br />
un infarto agudo al miocardio, el 25 de marzo de 1999, al frente a la Catedral<br />
Basílica, de donde había salido después de escuchar misa.<br />
Así, "Don Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle, cronista vitalicio de la Ciudad, cumplió su<br />
propósito de ir al encuentro de la vida eterna de pie, en la lucha, lúcido, en<br />
plenitud de sus facultades. -Nunca en una cama-, había dicho." 5<br />
Al día siguiente, los tres Poderes <strong>del</strong> estado rindieron un homenaje póstumo a<br />
quien fuera el cronista de Aguascalientes durante los 40 últimos años, en un<br />
acto en el patio de Palacio de Gobierno, para después, en Catedral, oficiar la<br />
3 Jimenez, Armando. "Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle. Historiador...Coleccionista de Años", en Exedra, Ed.<br />
Coordinación de Comunicación Social, Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 1, marzo<br />
de 1993, p. 4.<br />
4 Mora Ruiz, José María. "50 años de Cronista de la Ciudad y 86 de vida de un hombre noble y bueno", en<br />
Exedra, Ed. Coordinación de Comunicación Social, Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 2,<br />
núm. 18, agosto de 1994, p. 20.<br />
5 Hidrocálido, 26 de marzo de 1999. México, Aguascalientes.<br />
10
misa de exequias de cuerpo presente, y al mediodía, depositar los restos en la<br />
Rotonda de los Hombres Ilustres de la entidad.<br />
<strong>II</strong>I<br />
La historia de un historiador<br />
Una fecunda vida proporciona una fecunda herencia a la humanidad, y no hay<br />
mejor herencia que el rescate de la historia de una sociedad. Son múltiples sus<br />
escritos en publicaciones periódicas que deben ser recuperados para juntarlos<br />
con sus obras editadas porque, en gran medida, refieren la riqueza de distinta<br />
índole que hay en el estado.<br />
Su inquietud hacia la escritura comenzó por la narrativa, de la cual se<br />
constituye la historia, pero no lo es todo, sólo es la antesala de la filosofía de la<br />
historia, que ya requiere de la interpretación. Y puesto que la historia es<br />
dinámica siempre, se modifica en su aspecto crítico, en su aspecto de juicio.<br />
Por eso, nos dice, hay que distinguir los hechos de las apreciaciones, lo que<br />
está siempre presente en su obra.<br />
En los años veinte, los primeros escritos –diversos– aparecieron en los<br />
semanarios, pues no había diarios, y ocasionalmente colaboró en La Voz <strong>del</strong><br />
pueblo y La Semana, publicaciones muy modestas, según nos dice, donde se<br />
aventuraba a escribir hechos aislados de pasajes históricos de Aguascalientes.<br />
En 1925 fundó la revista Vida Estudiantil, en la que participaron como editores,<br />
además de su fundador (Alejandro Topete): Miguel García Rojas, Arnulfo<br />
Rodríguez, Luis Martínez Cervantes, Alberto Guerrero Murillo, Raúl Martínez,<br />
Manuel Varela Quezada, Antonio González y Antonio Portales. En su primera<br />
11
época, hasta julio, esta publicación mensual, de 8 páginas, alcanzó seis<br />
números; mantuvo el mismo título para administraciones y épocas<br />
subsecuentes, hasta 1966.<br />
Sin embargo, cuenta el maestro Topete que la verdadera vocación de<br />
investigador se la inculcó el doctor Francisco C. Díaz Alonso, quien lo motivó<br />
en la Escuela Preparatoria a escribir, porque percibió su afición por la historia,<br />
y lo impulsaba siempre con algún relato, señalándole la fuente donde podía<br />
encontrar información sobre el mismo.<br />
Diez años después de su vida estudiantil, fundó el Boletín de la Sociedad de<br />
Historia, Geografía y Estadística, órgano de difusión de la Sociedad de<br />
Historia, Geografía y Estadística de Aguascalientes.<br />
Sus escritos profesionales se iniciaron en el Boletín, donde también<br />
participaron las personas más destacadas en el estudio de la historia de<br />
Aguascalientes. Ahí se publicaron, durante dieciséis meses consecutivos, el<br />
mismo número correspondiente a sus primeros escritos históricos.<br />
Hay otros trabajos sobre tópicos de la entidad en publicaciones como<br />
Bohemia y ACA. Asimismo ha sido colaborador de las revistas Aries,<br />
Aguascalientes Hoy y Exedra; en El Heraldo de Aguascalientes, Hidrocálido y<br />
El Sol <strong>del</strong> Centro, diarios de la localidad; en el primero apareció su columna<br />
"Efemérides", que continuó en el segundo, fundamentalmente durante el año<br />
de 1992, y en el último, notas biográficas.<br />
En la revista ACA, de la Asociación Cultural Aguascalentense, surgida en<br />
1952, destacan escritos biográficos de algunos de los considerados hombres<br />
más representativos de la entidad; en su primer número, hay un artículo<br />
12
iográfico sobre Jesús Terán; 6 en él se describen los datos de nacimiento y<br />
bautizo de quien, en su futuro, sería un prohombre de la entidad. Luego de<br />
mencionar los nombres de sus padres y padrinos, se hace referencia a su<br />
familia y los estudios realizados en su niñez.<br />
Debido a que en Aguascalientes no había planteles para la educación<br />
superior, en 1832 fue enviado a Guadalajara para que ahí los llevara a cabo.<br />
Diez años después de haber cursado estudios humanísticos y debido al<br />
fallecimiento de sus padres, el biografiado regresó a su tierra natal;<br />
posteriormente concluyó sus estudios de abogado en la capital de la<br />
República.<br />
Al retornar al terruño, se dedicó a su profesión: ocupó cargos públicos y fundó<br />
el Instituto Científico y Literario de la Purísima Concepción; luego colaboró con<br />
los presidentes Comonfort y Juárez en diversas carteras, para después ser<br />
nombrado ministro plenipotenciario de México en Europa. El escrito concluye<br />
exaltando la personalidad de Terán y refiriendo su deceso..<br />
Otro artículo en esa misma publicación es sobre noticias biográfico-<br />
genealógicas de Juan de Montoro, considerado fundador principal de la ciudad<br />
de Aguascalientes. Ahí se describen las referencias que se han localizado<br />
sobre sus antecesores y antecedentes, para luego hablar de un manuscrito de<br />
la Biblioteca Nacional de 1570, que acusa el arribo de Montoro a<br />
Aguascalientes, como consecuencia de una Cédula Real que propone<br />
establecer un sitio para evitar los daños, muertes y robos que hacían los indios<br />
chichimecas en la región a los que viajaban entre la ciudad de México o<br />
6 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. “Jesús Terán. Semblanzas biográficas", en ACA, revista de la Asociación<br />
Cultural Aguascalentense, Ed Talleres Gráficos <strong>del</strong> Estado, núm. 1 , junio de 1952, pp. 69-70.<br />
13
Guadalajara a Real de Minas, en Zacatecas, lo cual condujo a la fundación de<br />
la Villa de Aguascalientes. Finalmente, nos brinda algunos datos biográficos de<br />
la descendencia familiar de Juan de Montoro. 7<br />
En la revista Aries inicia sus colaboraciones en el número de abril de 1981.<br />
Como reconocimiento a su colaboración, aparece una nota de la redacción, a<br />
cargo de don Ezequiel Estrada, en la que señala: “Aries se honra en presentar<br />
a sus respetables, desde este número, la colaboración <strong>del</strong> culto literato y<br />
cronista de la ciudad, el profesor don Alejandro Topete <strong>del</strong> Valle y le damos la<br />
bienvenida con sus datos anecdóticos <strong>del</strong> Aguascalientes <strong>del</strong> ayer y su<br />
reportaje "Las perlas de la Virgen” <strong>del</strong> templo <strong>del</strong> pueblito de San Marcos.” 8<br />
En esa misma página se reproduce el escrito de Alejandro Topete donde<br />
narra las pesquisas judiciales derivadas <strong>del</strong> hurto de las perlas de la imagen de<br />
la Virgen <strong>del</strong> Pueblito, en el Pueblo Nuevo de Indios de San Marcos, a<br />
mediados de septiembre de 1719. Después de que las autoridades<br />
descubrieron a la autora <strong>del</strong> robo, identificaron a la persona que compró las<br />
perlas robadas y éstas fueron recuperadas, se impuso una sentencia que, para<br />
su tiempo, mostraba lo prudente que podían ser las sentencias durante la<br />
época colonial. 9<br />
En el ejemplar <strong>del</strong> mes de mayo, el profesor Topete continúa con la<br />
descripción de casos sobre robos sacrílegos, donde expone la otra cara de la<br />
justicia. Aquí destaca el robo cometido por el licenciado Pedro de Luna, hijo de<br />
7 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro."Juan de Montoro. Principal fundador de Aguascalientes", en ACA, revista<br />
de la Asociación Cultural Aguascalentense, Ed Talleres Gráficos <strong>del</strong> Estado, núm. 2, abril de 1953, pp.<br />
15-19.<br />
8 Aries, año IV, núm. 50, 1981, p. 8.<br />
9 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Las perlas de la Virgen", en Aries, México, Aguascalientes, año IV, núm.<br />
50, abril de 1981, p. 8.<br />
14
un prominente abogado y asesor general de tres virreyes de la Nueva España,<br />
quien, de paso por la ciudad de Aguascalientes, proveniente de Zacatecas, se<br />
apoderó de artículos de algunas iglesias en enero de 1771. Instruido el<br />
proceso, el defensor pidió clemencia y se tomó en consideración el<br />
ascendiente familiar <strong>del</strong> acusado.<br />
Como resultado de la sentencia, se establece que "...por la culpa que... le<br />
resulta al reo Don Pedro de Luna... atendiendo a las circunstancias <strong>del</strong> hecho,<br />
la corta cuantía de los latrocinios y méritos de su sangre y progenitores, le<br />
debía condenar y condenó a PEREPETUO DESTIERRO, que el Derecho llama<br />
MUERTE CIVIL, cien leguas en contorno de esta jurisdicción y a todas las costas<br />
<strong>del</strong> proceso". Y luego comenta el autor: "¡Curiosa pena, por cierto, para un<br />
forastero!¡Ay <strong>del</strong> reo si hubiera sido indio o mestizo! pero tratándose de<br />
personas de calidad, la justicia colonial tenía dos varas para medir la magnitud<br />
de los <strong>del</strong>itos!" 10<br />
El siguiente escrito narra los efectos en la capital estatal de la victoria liberal<br />
en la batalla de Calpulalpan. Dice que, al conocerse por las autoridades <strong>del</strong><br />
estado de Aguascalientes la noticia de que Jesús González Ortega había<br />
obtenido una victoria en Calpulalpan sobre las tropas conservadoras de<br />
Miramón, Márquez, Cobos, Negrete y Vélez, la reacción fue muy curiosa, pues<br />
como efecto de la noticia se organizó un baile para la celebración <strong>del</strong><br />
acontecimiento. A dicho evento, nominado Baile de la Paz, asistieron gentes<br />
de las más diversas ideas que se manifestaban en su forma de vestir. Como<br />
10 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Robos sacrílegos", en Aries. Aguascalientes, México, año IV, núm. 51,<br />
mayo de 1981, p. 4. Asimismo se encuentra ese mismo artículo en el numero 205 de mayo de 1994,<br />
p.10.<br />
15
ejemplo de ello, dice Alejandro Topete que "De seguro que las lindas<br />
muchachas pertenecientes a las familias, tanto "mochas" como "chinacas", y<br />
que participaban ardientemente de las ideas políticas de la época, al rugir,<br />
cuando no bramaban, las encontradas pasiones, exteriorizándolas mediante el<br />
uso de graciosos zapatitos de raso, ya rojo o ya verde, que usaban las niñas<br />
casaderas, ya conservadoras o liberales, respectivamente, queriendo<br />
simbolizar, al usar el color contrario al de su partido, en el calzado, que pisaban<br />
y traían en los pies a sus contrarios". Luego <strong>del</strong> refresco, las señoritas se<br />
colocaron flores y listones con las siguientes impresiones: "Himnos eleve al<br />
cielo la hermosura porque reine la paz cándida y pura": "¡Divina libertad! La<br />
Patria cara a nadie más que a ti, da culto y ara"; "De libertad en nuestra Patria<br />
ondea magnífico el pendón. ¡Bendito sea!"; "Han sucumbido ya los opresores;<br />
no habrá en México esclavos ni señores"; "Murió el bando servil <strong>del</strong> retroceso,<br />
luce la libertad, luce el progreso"; "Ya los horrores de sangrienta guerra, no<br />
afligirán de Anáhuac a la tierra"; "¡Regocíjate pueblo! lució el día en que cayó<br />
la infame tiranía"; "Eterna gloria al denodado Ortega que el pendón reformador<br />
despliega".<br />
Como corolario <strong>del</strong> escrito, el autor señala que: “¡Cuán lejos estaban<br />
nuestros abuelos de pensar que unos cuantos meses más tarde, el territorio<br />
patrio teñiríase nuevamente con la sangre propia y extraña como consecuencia<br />
de una de tantas agresiones extranjeras, que nuestro México ha tenido la<br />
desgracia de sufrir! Ya proyectábase la sombra siniestra <strong>del</strong> cadalso de<br />
malpaso donde habrían de sucumbir, con otros, los heroicos hermanos<br />
Chávez: el gobernante ilustre y limpio, Don José María, y el fogoso y dinámico<br />
16
Don Martín W., que organizara aquel suntuoso BAILE tan sui-géneris, con el<br />
que quiso vislumbrar y consolidar una paz imposible." 11<br />
En otro escrito, haciendo una abigarrada secuencia de acontecimientos<br />
históricos, el profesor Topete va construyendo un bosquejo sobre la formación<br />
<strong>del</strong> barrio de Guadalupe, desde el siglo XV<strong>II</strong> hasta el principio <strong>del</strong> actual.<br />
Célebre ha sido este barrio y entre sus historias se cuentan la infancia y<br />
adolescencia de Mauricio Magdaleno, <strong>del</strong> que Reyes Ruiz ha dicho: "Y así<br />
queremos, así sentimos, así quisiéramos seguir cantando, a permitirlo nuestras<br />
líricas portavoces intérpretes de nuestras cívicas emociones, las excelencias<br />
de este jirón de nuestra urbe, que fuera nuestra cuna." 12<br />
La figura de Francisco Villa también es evocada por Alejandro Topete, quien<br />
señala la controvertida personalidad, a veces exaltada, a veces vituperada,<br />
pero nunca ignorada. Ante una itinerante escultura ecuestre que recorría la<br />
República mexicana, Topete afirmaba: "Hoy saludamos reverentes el nuevo<br />
paso <strong>del</strong> caudillo <strong>del</strong> Norte, por esta tierra que tantas ocasiones visitó, en el<br />
esplendor de sus glorias. Saludamos a Juan López, a Doroteo Arango, a<br />
Francisco Villa, –como quiera que lo llamen–, para recordar que él, no la<br />
crueldad de las hazañas, sino la nobleza de comportamiento en sus momentos<br />
de guía de los pueblos, cuando manda abrir las bodegas de los ricos para<br />
matar el hambre famélica <strong>del</strong> pueblo; cuando en un acto de verdadera<br />
democracia, designa un gobernante aguascalentense bueno y comprensivo, en<br />
una función plebiscitaria sin precedente en nuestro medio; cuando ordena el<br />
11 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La victoria de Calpulapan", en Aries México, Aguascalientes, año IV,<br />
núm. 53, julio de 1981, p. 12.<br />
12 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Pequeña imagen de un barrio: Guadalupe", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año IV, núm. 54, agosto de 1981, p. 6. Asimismo aparece este artículo en dos partes, en<br />
los números 218 y 219 de los meses de junio y julio de 1995, p. 10.<br />
17
diario reparto de un peso a las pobres mujeres que en prolongada fila,<br />
sentadas frente a sus trenes, reciben el socorro de una ‘sábana’, de aquellos<br />
blancos billetes impresos a bordo de su convoy ferroviario. Ese fue el Pancho<br />
Villa humanitario y generoso, hecho grano de trigo, que el pueblo ha recordado<br />
muchas veces, y no la paja y el desperdicio que se convertía en tremenda fiera<br />
ante la sospecha, la calumnia, las pasiones o el peligro." 13<br />
A partir de su siguiente artículo, el maestro Topete empieza una serie de<br />
biografías de los directores <strong>del</strong> Instituto de Ciencias, que a la vez es una<br />
referencia histórica de dicha institución, y que en posteriores escritos estarán<br />
encabezados como "Precursores de la docencia".<br />
En una remembranza biográfica, el maestro Topete describe datos biográficos<br />
generales <strong>del</strong> doctor Ignacio Toribio Chávez, a quien considera como el<br />
consumador de la Escuela de Agricultura. La nota biográfica, en algunos<br />
aspectos meticulosa, resalta particularmente el desarrollo de sus estudios<br />
profesionales y los imponderables que tuvo para poder concluirlos, ligados<br />
directamente con su personalidad y las principales relaciones sociales que<br />
mantuvo en el D.F., hasta el regreso a su natal Aguascalientes. Luego narra<br />
que aquí se dedicó al ejercicio de su profesión y formalizó su compromiso<br />
matrimonial, en la ciudad de México, para luego viajar a la de Aguascalientes.<br />
También se enumeran los hijos procreados por el matrimonio; pero la<br />
inconclusa descripción se pospone para otra entrega, con el enunciado de<br />
"continuará", lo cual no se encuentra en las subsecuentes notas biográficas. 14<br />
13 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Palabras al general Francisco Villa frente a su escultura", en Aries,<br />
México, Aguascalientes, año IV, núm. 55, septiembre de 1981, p. 12.<br />
14 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Ignacio Toribio Chávez. Primer director <strong>del</strong> Instituto de<br />
Ciencias", en Aries, México, Aguascalientes, año IV, núm. 58, diciembre de 1981, p. 14.<br />
18
Continúa sus escritos biográficos de políticos y profesionistas, en su mayoría<br />
nacidos en Aguascalientes, pero que tuvieron alguna relación con la dirección<br />
de la Escuela Preparatoria estatal. En la entrega de enero, expone los datos<br />
biográficos <strong>del</strong> doctor Ignacio N. Marín, quien fue médico, y entre sus<br />
actividades más relevantes destaca el haber sido diputado local, suplente y<br />
propietario, gobernador Interino en diversas ocasiones y director <strong>del</strong> Instituto<br />
Científico de Aguascalientes entre 1871 y 1908, combinándolo, en ocasiones,<br />
con la gubernatura interina <strong>del</strong> estado. 15<br />
La siguiente biografía es sobre José María Ávila y López, quien fue el cuarto<br />
director <strong>del</strong> Instituto de Ciencias. Alejandro Topete señala, en el primer párrafo,<br />
que el tercer director fue el licenciado Esteban Parga, pero omite sus datos<br />
biográficos puesto que su paso por esa encomienda fue efímero.<br />
Topete toma la biografía <strong>del</strong> licenciado Ávila de la nota necrológica aparecida<br />
en el periódico oficial <strong>del</strong> estado, El Republicano, de 1898, donde se recaban<br />
testimonios de la época. Señala que Aguascalientes fue la cuna que en 1817<br />
recibió a José María Ávila, pero sus primeras enseñanzas las recibió en el<br />
Seminario Conciliar de Guadalajara. Posteriormente siguió la profesión de<br />
abogado en esa entidad y su práctica la concluyó en Aguascalientes. Luego se<br />
trasladó a Zacatecas, donde desempeñó diversos cargos públicos. Al regresar<br />
a su ciudad natal, en junio de 1881, se hizo cargo de la dirección <strong>del</strong> Instituto<br />
de Ciencias de Aguascalientes, hasta noviembre de 1883, en que fue<br />
nombrado ministro <strong>del</strong> Supremo Tribunal de Justicia. Finalmente se hacen<br />
15 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "El Dr. Don Ignacio N. Marín", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />
IV, núm. 59, enero de 1982, p. 8. Además aparece en los números 140 y 201 de diciembre de 1988 y<br />
enero de 1994, respectivamente, p. 10.<br />
19
algunas referencias sobre su vida personal. 16<br />
Continúa con la biografía <strong>del</strong> ingeniero Jesús Pérez Maldonado, originario de<br />
Aguascalientes, que realizó sus primeros estudios en la entidad;<br />
posteriormente se trasladó a la ciudad de México, donde estudió y se graduó<br />
como ingeniero agrimensor. Fue diputado local suplente, luego propietario y<br />
ocupó otros cargos públicos; de diciembre de 1883 a enero de 1885, fue<br />
director <strong>del</strong> Instituto de Ciencias. 17<br />
En el caso de la biografía <strong>del</strong> licenciado Alberto M. Dávalos, las entregas<br />
están enmarcadas por el encabezamiento "Los precursores de la docencia".<br />
Dávalos también fue originario de Aguascalientes, aunque se desconoce<br />
dónde realizó sus estudios básicos; los de bachillerato los hizo en el Instituto<br />
de Ciencias, lo mismo que su carrera de abogado. También fue diputado<br />
suplente y propietario, síndico, regidor y presidente <strong>del</strong> Ayuntamiento de<br />
Aguascalientes, gobernador interino y dos veces director <strong>del</strong> Instituto de<br />
Ciencias; la primera, de septiembre de 1908 a noviembre de 1911, y la<br />
segunda, de abril de 1913 hasta su fallecimiento en septiembre <strong>del</strong> mismo<br />
año. 18<br />
Del médico y político Ángel Nájera, nos dice que fue originario de<br />
Aguascalientes, donde realizó sus estudios hasta el bachillerato; los<br />
profesionales los inició en la Escuela Nacional de Medicina de la capital de la<br />
República y los concluyó en San Luis Potosí. A la conclusión <strong>del</strong> movimiento<br />
16 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "El licenciado José María Ávila y López", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año V, núm. 60, febrero de 1982, p. 4.<br />
17 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Ing. Jesús Pérez Maldonado", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />
IV, núm. 61, marzo de 1982, p. 7.<br />
18 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro."Lic. Alberto M. Dávalos" Aries. Aguascalientes, México. Año V No. 62.<br />
Abril de 1982. p. 9.<br />
20
evolucionario de 1910, fue nombrado como director de la Escuela Preparatoria<br />
de Aguascalientes, de diciembre de 1911 a febrero de 1913, por el gobernador<br />
en turno y más tarde se le nombró director <strong>del</strong> Hospital Civil <strong>del</strong> estado, de<br />
1916 a 1918, y senador propietario en el Congreso de la Unión en la XXV<strong>II</strong><br />
Legislatura. 19<br />
El doctor Francisco Macías, también médico de profesión, originario de<br />
Aguascalientes, estudió en la vieja Escuela de Agricultura que años más tarde<br />
sería el Instituto de Ciencias; en Guadalajara realizó sus estudios de medicina<br />
y posteriormente desempeñó los cargos de diputado propietario y suplente<br />
local, en varias ocasiones, y diputado federal y senador. También fungió como<br />
gobernador interino e impartió cursos y dirigió la Escuela Preparatoria y de<br />
Comercio <strong>del</strong> estado (luego Instituto de Ciencias), de 1911 a 1913. 20<br />
En Real de Asientos, municipio de Aguascalientes, nació Tomás Medina<br />
Ugarte; realizó los estudios básicos en su natal ciudad y los superiores en el<br />
Instituto Científico de Aguascalientes, donde se graduó de ingeniero topógrafo<br />
en 1876. Desempeñó varios cargos públicos, incluyendo los de representación<br />
popular, y fue nombrado director de la Escuela Preparatoria y de Comercio a<br />
fines de noviembre de 1913, por el gobernador García Hidalgo; ahí permaneció<br />
hasta los últimos días de diciembre de 1915. Ocupó varios cargos públicos y<br />
falleció en noviembre de 1921. 21<br />
El ingeniero Ignacio José Arteaga, originario de la ciudad de Aguascalientes,<br />
19 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Ángel Nájera", en Aries, México, Aguascalientes, año V, núm.<br />
63, mayo de 1982, p. 7.<br />
20 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor D. Francisco C. Macías", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />
V, núm. 64, junio de 1982, p. 6.<br />
21 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Ing. Tomás Medina Ugarte", en Aries, México, Aguascalientes, año V,<br />
núm. 65, julio de 1982, p. 6.<br />
21
inició sus estudios básicos en esta ciudad y los continuó en San Luis Potosí y<br />
Guadalajara. La enseñanza media la hizo en Aguascalientes, a su retorno, y<br />
los continuó en la capital de la República, en la Escuela Nacional Preparatoria.<br />
Continuó estudios de ingeniería, pero los abandonó provisionalmente para<br />
luego concluirlos en Guadalajara. En julio de 1915 ocupó la Dirección de la<br />
Escuela Preparatoria y de Comercio <strong>del</strong> estado, e impartió cursos de<br />
matemáticas hasta 1917. Luego se trasladó a la ciudad de México para fungir<br />
como inspector de secundarias, donde murió en 1959. 22<br />
El ingeniero Leocardio de Luna nació en el Municipio de San José de Gracia,<br />
pero pasó a la capital de Aguascalientes para estudiar en la Escuela de<br />
Agricultura, de la que se graduó como ingeniero topógrafo. Fue regidor,<br />
diputado local e impartió cátedra durante más de cuarenta años. Ocupó<br />
efímeramente la Dirección <strong>del</strong> Instituto de Ciencias (durante un mes, de mayo<br />
a junio en 1917). 23<br />
La siguiente entrega está dedicada al doctor Pedro de Alba, quien, si bien<br />
nació en San Juan de los Lagos, Jalisco, se trasladó a la ciudad de<br />
Aguascalientes después de concluir sus estudios primarios, para cursar ahí la<br />
secundaria y el bachillerato. Los estudios superiores los realizó en la capital de<br />
la República y se graduó de médico cirujano. Realizó diversas actividades<br />
entre las que destacan director de la Escuela Preparatoria y de Comercio,<br />
diputado y senador en el Congreso de la Unión, profesor de la Universidad<br />
Nacional y la Escuela Nacional de Maestros; director de la Escuela Nacional<br />
22 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Don Ignacio José Arteaga,"en Aries, México, Aguascalientes, año V,<br />
núm. 66, agosto de 1982, p. 9.<br />
23 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Ing. Leocardio de Luna", en Aries, México, Aguascalientes, año V, núm.<br />
67, mayo de 1982, p. 6.<br />
22
Preparatoria, rector de la Universidad de Nuevo León; <strong>del</strong>egado a las<br />
asambleas de la Sociedad de Naciones, subdirector de la Unión<br />
Panamericana. Además, publicó algunas obras y artículos en diversas revistas<br />
y periódicos. La fructífera vida <strong>del</strong> doctor De alba concluyó en París, en<br />
noviembre de 1960. 24<br />
Sobre el doctor Alfonso M. López, el profesor Topete nos dice que se graduó<br />
de médico-cirujano y desempeñó diversas encomiendas, entre ellas la de<br />
secretario <strong>del</strong> Consejo Superior de Salubridad <strong>del</strong> estado, director <strong>del</strong> Hospital<br />
Hidalgo y <strong>del</strong> Hospital de los Ferrocarriles Nacionales, regidor <strong>del</strong><br />
Ayuntamiento y fundador y director <strong>del</strong> Instituto Antirrábico estatal. Asimismo<br />
impartió varias cátedras a nivel superior. Fue director de la preparatoria de<br />
Aguascalientes durante un año, de marzo de 1926 al mismo mes de 1927. 25<br />
La última biografía correspondiente a ese año fue la de José María Rincón,<br />
nacido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y radicando un buen tiempo en la ciudad<br />
de México, donde se graduó de abogado; llegó a la ciudad de Aguascalientes,<br />
como agente <strong>del</strong> Ministerio Público, después de haber desempeñado una gran<br />
cantidad de actividades relacionadas con su profesión. Fungió como director<br />
de la Escuela Preparatoria estatal entre 1927 y 1928; posteriormente, por su<br />
actividad, se tuvo que trasladar a otras partes de la República. El cronista<br />
menciona desconocer su paradero. 26<br />
La entrega de enero de 1983 está dedicada al doctor José González Saracho,<br />
24 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Pedro de Alba", en Aries, México, Aguascalientes, año V, núm.<br />
68, octubre de 1982, p. 12. También se puede encontrar el mismo artículo, dividido en dos partes, en<br />
los números 196 y 197 de agosto y septiembre de 1993, p.10.<br />
25 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Alfonso M. López", en Aries, México, Aguascalientes, año V,<br />
núm. 69, noviembre de 1982, p. 7.<br />
26 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Licenciado José María Rincón", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />
V, núm. 70, diciembre de 1982, p. 5. Asimismo se encuentra en el número 195 de julio de 1993, p.14.<br />
23
quien nació en la capital <strong>del</strong> estado de Zacatecas en febrero de 1880, donde<br />
realizó sus primeros estudios; posteriormente se trasladó a San Luis Potosí,<br />
donde logró concluirlos en la escuela anexa a la Normal; después continuó su<br />
formación profesional en la Escuela Normal para Maestros.<br />
Luego de ejercer esa profesión por algunos años, se inscribió en el Instituto<br />
Científico y Literario de esa misma ciudad, donde estudió para médico-<br />
cirujano, y recibió su título en marzo de 1906. Al año siguiente, se trasladó a la<br />
ciudad de Aguascalientes para ejercer su profesión, pero ocupó diversos<br />
cargos públicos relacionados con ella.<br />
Asimismo fue catedrático de diversas asignaturas y ocupó la dirección de la<br />
Escuela Preparatoria de diciembre de 1928 a abril de 1929, y luego en junio<br />
<strong>del</strong> mismo año. 27<br />
Para el mes de febrero, la biografía corresponde al licenciado Rafael Vivar<br />
Valderrama, nacido en Talamantes, Chihuahua. Sus estudios primarios los<br />
realizó en Hidalgo <strong>del</strong> Parral, Chihuahua. Los correspondientes a la secundaria<br />
y preparatoria los cursó en las ciudades de Guadalajara, Chihuahua y México,<br />
Distrito Federal. Sus estudios profesionales los realiza en las escuelas de<br />
jurisprudencia de la Universidad Nacional y de Morelia, Michoacán. Finalmente<br />
los concluye en la Escuela Libre de Derecho, de la ciudad de México, pero se<br />
graduó en Puebla.<br />
Ocupó varios cargos públicos en Puebla y Chihuahua; posteriormente, durante<br />
dos meses, abril y mayo de 1929, ocupó la dirección de la Escuela<br />
27 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "El Doctor José González Saracho", en Aries, México, Aguascalientes,<br />
año V, núm. 71, fFebrero de 1983, p. 6. Asimismo se reproduce en el número 186 de octubre de 1992, p.<br />
20.<br />
24
Preparatoria y Normal. Durante el resto de su vida hizo una complementaria<br />
carrera en el servicio exterior, con el cargo de cónsul. 28<br />
El ingeniero Luis Herrera Marmolejo, de quien se elabora la biografía<br />
correspondiente al número <strong>del</strong> mes de marzo, nació en la ciudad de<br />
Guanajuato, en julio de 1898. Sus estudios básicos y el inicio de su bachillerato<br />
lo hizo en su ciudad natal, pero los concluyó en la Escuela Nacional<br />
Preparatoria, en la ciudad de México.<br />
Sus estudios profesionales los cursó en la Escuela Nacional de Ingenieros y,<br />
al terminarlos, se incorporó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes,<br />
donde se desempeñó en el área de construcción de caminos. Durante la<br />
construcción de la carretera entre Aguascalientes y Calvillo, tiempo en que<br />
radicó en Aguascalientes, fungió también como director de la Escuela<br />
Preparatoria y Normal, de julio a octubre de 1929. Esa labor la realizaría<br />
también posteriormente, cuando ya se llamaba Instituto Autónomo de Ciencias,<br />
entre enero y agosto de 1947. 29<br />
Otro oriundo de Zacatecas fue el licenciado Luis G. Sánchez; sus primeros<br />
estudios los realizó en su ciudad natal y los medios los continuó en el Instituto<br />
Científico de Zacatecas, para concluirlos en Guadalajara. Sus estudios<br />
profesionales los llevó a cabo en la Escuela de Jurisprudencia de ese estado y<br />
se graduó en junio de 1896.<br />
El licenciado Sánchez también ocupó diversos cargos públicos, entre los que<br />
estuvo el de agente <strong>del</strong> Ministerio Público en Aguascalientes. Durante su<br />
28 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Licenciado Rafael Vivar Balderrama", en Aries, México, Aguascalientes,<br />
año VI, núm. 72, febrero de 1983, p. 5.<br />
29 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Ingeniero Luis Herrera Marmolejo", en Aries, México, Aguascalientes,<br />
año VI, núm. 73, marzo de 1983, p. 5.<br />
25
estancia en la entidad fue cuando ocupó el cargo de director de la Escuela<br />
Preparatoria, entre octubre de 1929 y agosto de 1931, además de impartir<br />
algunas materias. 30<br />
Nacido en la ciudad de Aguascalientes, el doctor Alberto <strong>del</strong> Valle realizó sus<br />
estudios primarios en la misma, para posteriormente inscribirse en el Instituto<br />
Científico de Aguascalientes, donde cursó sus primeros años de bachillerato, el<br />
cual concluyó en el Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí.<br />
En esa última entidad estudió dos años de medicina y luego se trasladó a la<br />
capital de la República, por un año; regresó a su ciudad natal mientras<br />
concluía la efervescencia revolucionaria, y luego volvió para graduarse.<br />
Se estableció en Aguascalientes a ejercer su profesión, pero ocupó varios<br />
cargos públicos, como el de presidente municipal y gobernador, además de<br />
diputado y senador; fue director de la Escuela Preparatoria estatal en dos<br />
ocasiones: de 1931 a noviembre de 1932 y de enero a septiembre de 1934.<br />
Falleció en su ciudad natal en noviembre de 1947. 31<br />
También originario de la ciudad de Aguascalientes, donde nació en 1910, el<br />
licenciado Ignacio Lomelí Jáuregui se trasladó a la ciudad de México desde<br />
muy pequeño, y fue inscrito en el Instituto Filosófico para cursar gran parte de<br />
su enseñanza básica, aunque el último año lo hizo en Aguascalientes. En 1923<br />
ingresó a la Escuela Preparatoria de Aguascalientes, la cual concluyó tres años<br />
después, y se fue a la ciudad de México para estudiar en la Universidad<br />
Nacional la carrera de abogado.<br />
30 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Licenciado Luis G. Sánchez", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />
V<strong>II</strong>, núm. 73, abril de 1983, p. 5. Cabe aclarar que el número de revista y de año asignado a este<br />
número fue un error tipográfico, pues se repitió con respecto al número anterior de marzo <strong>del</strong> mismo año.<br />
31 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Alberto <strong>del</strong> Valle", en Aries, Aguascalientes, año VI, núm. 74,<br />
mayo de 1983, p. 6.<br />
26
n<br />
A la conclusión de sus estudios, fue director de Educación Pública en su<br />
estado natal; luego recibió el nombramiento de Notario Público en la entidad y<br />
desde septiembre de 1934 hasta diciembre de 1936 fungió como director de la<br />
Escuela Preparatoria de Aguascalientes, ocupando simultáneamente la<br />
jefatura de la oficina <strong>del</strong> Registro Público de la propiedad, y posteriormente fue<br />
invitado a colaborar en el Gobierno de Chihuahua, donde estuvo hasta 1939.<br />
Al regresar a Aguascalientes, se ocupó <strong>del</strong> establecimiento y edición de El<br />
Sol <strong>del</strong> Centro, de la cadena García Valseca, donde se mantuvo como director<br />
hasta que se le invitó a hacerse cargo de la Subdirección General de la<br />
cadena. Falleció en abril de 1972. 32<br />
La entrega <strong>del</strong> mes de julio inicia con una nota aclaratoria de que esta ficha<br />
bibliográfica debió preceder a la <strong>del</strong> licenciado Lomelí. En ella describe que el<br />
doctor Joaquín Zermeño nació en Encarnación de Díaz, en abril de 1901. Sus<br />
estudios primarios los hizo en el colegio "Nicolás Bravo" de Aguascalientes,<br />
ingresó a la Preparatoria <strong>del</strong> estado en 1920 y posteriormente se trasladó a la<br />
ciudad de México donde estudió medicina en la UNAM.<br />
Desempeñó varios cargos directivos en el área de Salud <strong>del</strong> estado, para<br />
después encargarse de la dirección de la Escuela Preparatoria durante 1933. A<br />
la postre se trasladó a la ciudad de México, donde falleció en 1969. 33<br />
El doctor Rafael Macías Peña nació en la ciudad de Aguascalientes en<br />
octubre de 1896. Estudió la primaria en el colegio "San Miguel Arcángel", entre<br />
32 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Lic. Ignacio Lomelí Jáuregui", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />
VI, núm. 75, junio de 1983, p. 6.<br />
33 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Joaquín Zermeño", en Aries, México, Aguascalientes, año VI,<br />
núm. 76, julio de 1983, p. 6.<br />
Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Rafael Macías Peña", en Aries, México, Aguascalientes, año VI,<br />
núm. 77, agosto de 1983, p. 6.<br />
27
1902 y 1908; al año siguiente ingresó a la Escuela Preparatoria estatal, la cual<br />
concluyó después de un periodo interino en el Colegio Militar.<br />
Concluida su educación media, se trasladó a la ciudad de México para<br />
estudiar medicina en la UNAM, y al concluir regresó a su ciudad natal, donde<br />
ocupó varios cargos directivos dentro de su área; de diciembre de 1936 a<br />
enero de 1941 ocupó la dirección <strong>del</strong> Instituto de Ciencias de Aguascalientes,<br />
además de impartir diversas materias relacionadas con su formación<br />
profesional. 34<br />
Hasta aquí concluye la serie de entregas referidas a “Los precursores de la<br />
docencia". A partir de septiembre, continuó con sus temas históricos sobre<br />
acontecimientos y lugares.<br />
Bajo el encabezado de página "Vida colonial", escribe el artículo titulado "Un<br />
crimen excepcional". Como epígrafe, el editor de la revista resalta que: "EL<br />
PROFESOR ALEJANDRO TOPETE DEL VALLE, CRONISTA DE LA CIUDAD HA SIDO<br />
SEÑALADO POR EL GOBIERNO DEL ESTADO PARA RECIBIR LAS "PALMAS<br />
ACADÉMICAS", DISTINCIÓN QUE CONSIDERAMOS MUY JUSTA, DADA LA LABOR DE<br />
MUCHOS AÑOS QUE EN FAVOR DE LA CULTURA HA DESARROLLADO DON<br />
ALEJANDRO, COLABORADOR DE ARIES Y COMPAÑERO DIRECTIVO DEL ATENEO<br />
CULTURAL DE AGUASCALIENTES."<br />
El contenido <strong>del</strong> escrito narra el crimen cometido por un religioso, a quien el<br />
autor califica de perturbado en sus facultades mentales, por haber cometido un<br />
<strong>del</strong>ito tan atroz, soslayando la investidura que lo caracterizaba.<br />
Con cierto detalle se narra que en abril de 1789 apareció un cadáver en la vía<br />
pública, por lo que se notificó a las autoridades quienes determinaron que el<br />
34 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Doctor Rafael Macías Peña", en Aries, México, Aguascalientes, año VI,<br />
núm. 77, agosto de 1983, p. 6.<br />
28
deceso se debía al uso de un arma punzocortante.<br />
Dos mujeres dijeron haber visto borracho al occiso, José Antonio Oropeza, la<br />
noche anterior, en el callejón de la Botica, donde se topó con fray Mariano<br />
Iturria, quien andaba sin hábito. Después de un intercambio de impresiones, el<br />
fraile sacó un belduque, con el que atacó al infortunado. La agresión podía<br />
haber continuado de no ser porque una de las testigos se lo impidió.<br />
El fraile se retiró y llegó con un testigo para mostrarle al agonizante que había<br />
agredido. Luego de informadas las autoridades que hicieron las primeras<br />
diligencias, se hizo notorio el fuero <strong>del</strong> que gozaba el agresor. Luego se supo<br />
que el fraile había escapado <strong>del</strong> Convento-Hospital y se había refugiado,<br />
después <strong>del</strong> crimen, en el Convento Franciscano de la Purísima Concepción de<br />
San Diego, donde se le dejó en calidad de detenido.<br />
El maestro Topete señala que no se sabe lo que haya hecho la jurisdicción<br />
eclesiástica para castigar al <strong>del</strong>incuente, pero que el callejón de la Botica fue<br />
llamado posteriormente "calle de la Sorpresa", y deduce que el nombre pudo<br />
provenir de tal acontecimiento. 35<br />
Otro evento de la historia que describe Alejandro Topete es el tranvía, <strong>del</strong><br />
cual nos dice que era un medio de transporte colectivo, tirado por animales,<br />
cuya construcción se inició en Aguascalientes el primero de agosto de 1882.<br />
Su primera línea salió de la plaza principal hacia los Baños de Ojocaliente; en<br />
febrero de 1884 se extendió hacia el Jardín de San Marcos; en octubre de ese<br />
año continuó con su extensión, pero ésta implicó un endeudamiento para sus<br />
propietarios, lo que llevó posteriormente a su remate en 1887.<br />
35 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Un crimen excepcional", en Aries, México, Aguascalientes, año VI, núm.<br />
78, septiembre de 1983, p. 7.<br />
29
Cuenta el maestro Topete que por esos años se estableció otra empresa,<br />
llamada "Tranvías <strong>del</strong> comercio", que le hizo competencia a la anterior, por lo<br />
que la empobreció. Otra empresa inaugurada en febrero de 1894, "Tranvías de<br />
Aguascalientes", construyó más líneas. En 1904 se inauguraron los "Tranvías<br />
eléctricos de Aguascalientes", que desplazaron a los de tracción animal. El<br />
auge de ese medio de transporte duró 20 años, hasta la aparición de los<br />
vehículos de automotor; entonces los camiones desplazaron a los nostálgicos<br />
tranvías que, en el mes de julio de 1928, fueron cancelando sus corridas. 36<br />
Otro escrito que hace remembranzas "De la vida colonial" se refiere a la<br />
familia <strong>del</strong> capitán Francisco Altuna, quien fue alcalde mayor en 1635-1636 y<br />
cuya esposa, al enviudar, se casó con José de Parga y Gayoso, también<br />
alcalde mayor en 1667-1668. Se cuenta que doña Josefa de Contreras y<br />
Salazar (viuda de Altuna) era persona de alcurnia y acaudalada, mientras que<br />
su nuevo cónyuge carecía de bienes.<br />
Luego <strong>del</strong> matrimonio, José de Parga empezó a manejar los bienes de su<br />
esposa, los cuales fueron hipotecados para pagar deudas. En 1677, doña<br />
Josefa entregó al alcalde en turno su testamento, en el que señala que,<br />
mediante el uso de la fuerza, su segundo esposo la hizo firmar un poder; por lo<br />
tanto, se declara su anulación; también indica todos los desmanes provocados<br />
por su segundo marido y los daños causados a los bienes. Ante esto,<br />
determina que sus albaceas sean quienes cumplan con sus disposiciones para<br />
beneficiar a sus tres hijos <strong>del</strong> primer matrimonio.<br />
Siguiendo con las narraciones de la época, cuenta el maestro Topete que el 6<br />
de marzo de 1689, el alcalde ordinario realizaba una ronda de vigilancia, con<br />
tres personas, y en un sitio denominado "Juego de barras y naipes", había un<br />
mulato con una espada en la mano, por lo que lo declaró preso. Camino a la<br />
36 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "El tranvía como medio de transporte colectivo en Aguascalientes", en<br />
Aries, México, Aguascalientes, año VI, núm. 79, octubre de 1983, p. 5.<br />
30
cárcel, el mulato sacó una daga y mató a uno de los acompañantes. Ante la<br />
solicitud de auxilio <strong>del</strong> alcalde, acudieron varios ciudadanos, pero el mulato<br />
escapó y se refugió en la iglesia parroquial de la Asunción. Posteriormente el<br />
mulato Agustín Ortiz pudo consolidar su fuga.<br />
Las causas de la actitud <strong>del</strong> mulato se describen en un documento que uno<br />
de los vecinos presentó al alcalde Romo de Vivar, en el que se solicitaba el<br />
apresamiento de Ortiz, pues lo acusaba de dar unas cartas en contra <strong>del</strong><br />
alcalde mayor, a Nicolás Salado, quien iba a Guadalajara. Esta serie de<br />
infundios, malos entendidos y conflictos eran parte de la vida lugareña de la<br />
época. 37<br />
El año de 1984 lo comienza con otra narración sobre acontecimientos de la<br />
época colonial. Cuenta que, a mediados de 1885, en Aguascalientes había<br />
pleitos entre los alcaldes ordinarios y los regidores contra el alcalde mayor,<br />
porque este último concedió, por omisión, licencia para juegos y diversiones a<br />
los naturales <strong>del</strong> pueblito de San Marcos, con motivo de las fiestas<br />
tradicionales.<br />
Para frenar las intrigas, el alcalde mayor mandó formar una averiguación<br />
sobre los motivos que hubo para autorizar la realización de esas fiestas. Como<br />
resultado, se encuentra que esos disimulos habían sucedido anteriormente. El<br />
alcalde mayor se declaró enfermo y por eso se realizó la festividad, pero fue<br />
motivo para que los oponentes políticos atacaran a quienes, por omisión,<br />
permitían la celebración de los festejos.<br />
37 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Mal alcalde y buen pillo", en Aries, México, Aguascalientes, año VI,<br />
núm. 80, noviembre de 1983, p. 5. También se reproduce en el número 190 de febrero de 1993, p. 10.<br />
31
Sin embargo, la ausencia de hechos violentos en la celebración determinaba<br />
que no había razones para impedirla. Sobre esto, el maestro Topete comenta<br />
que: "no deja de causar satisfacción, tanto por el buen orden que se guardó en<br />
el tradicional festejo ferial, sin que hubiese ni muertos, ni heridos, ni golpeados,<br />
y sí en cambio, muchas ganas de divertirse, aunque también nos provoque<br />
hilaridad aquello de que los taurófilos escudaran sus sádicas aficiones, en el<br />
taimado pretexto de realizar el sangriento festival: en honra de la celebridad de<br />
la Purísima Concepción de Nuestra Señora la Virgen María, que de seguro en<br />
su celestial imperio y en sus santos atributos, muy ajena era su divina persona<br />
a tan profanas prácticas." Finalmente señala que, de esa manera, el alcalde<br />
mayor justificba sus acciones para prevenir las maledicencias de los alcaldes<br />
ordinarios y regidores. 38<br />
En la entrega de febrero, se reproduce un discurso pronunciado por el<br />
maestro Topete con motivo de la exposición de la Muerte Catrina de Posada,<br />
en el museo que lleva el nombre <strong>del</strong> connotado artista. Por la forma coloquial<br />
de expresión, lo reproducimos de manera completa:<br />
"Cuando la Muerte Catrina nos llegó al Museo Posada<br />
“PALABRAS DE BIENVENIDA<br />
Hay momentos especiales de facultad excepcional, en el espíritu creador.<br />
Tales como aquellos en que Genaro Codina concibió el tema de su Marcha<br />
de Zacatecas. Aquella noche insomne en que, a bordo <strong>del</strong> carro dormitorio <strong>del</strong><br />
ferrocarril, Manuel M. Ponce fue inspirado por los fulgores de un astro, para dar<br />
forma a su Estrellita.<br />
38 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Disimulos para fiestas y desnudas venganzas", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año VI, núm. 83, enero de 1984, p. 5.<br />
32
“Como tantas otras situaciones de privilegio emocional, en las que surge, en<br />
muchas veces sin propósitos específicos, el chispazo <strong>del</strong> genio que alentará la<br />
obra.<br />
“Muchos momentos de tal naturaleza tuvo en sus pulsaciones anímicas, José<br />
Guadalupe Posada, el grandioso maestro <strong>del</strong> buril y <strong>del</strong> lápiz grasso.<br />
Cuando surgieron los primeros rasgos de la Muerte Catrina, el hombre estaba<br />
iluminado... Poseído por los inexplicables efluvios de un ’estado de conciencia’.<br />
En su ánimo palpitaban los temblores luminosos que en tantos momentos de<br />
su ilustre tarea, lo acompañaron para interpretar y definir los perfiles y el alma<br />
<strong>del</strong> pueblo mexicano.<br />
“La observación sagaz de Diego Rivera, definió con graciosa maestría y<br />
sapiencia, la emoción estética, con eminente sentido nacional, en las líneas de<br />
esta fúnebre dama, para colocarse el gran muralista con filial amor y<br />
<strong>del</strong>iberado reconocimiento, en calidad de vástago de la trágica y regocijante<br />
figura y de su ilustre creador, fecundo Posada, en el mural <strong>del</strong> Hotel <strong>del</strong> Prado,<br />
como si fuesen los genios tutelares de su obra y en un sincero grito de<br />
subordinación hereditaria de su filiación espiritual.<br />
“La adopción de esta clásica estampa, para señorear empresas de arte en los<br />
vastos confines de la plástica, es un acierto cultural, por cuanto representa una<br />
positiva y feliz identificación con las formas de vida y las concepciones<br />
estéticas de nuestras clases populares.<br />
“La muerte en todas sus variantes de forma y atributo, han sido luengo y<br />
predilecto motivo de inspiración y creatividad, para nuestros artesanos.<br />
“Los juguetillos de los días de ‘difuntos’, en principios de todos los<br />
33
noviembres, proclaman en sus formas y atributos un culto permanente,<br />
regocijante y sagaz, dentro de lo trágico, hacia La dama <strong>del</strong> alba de Casona o<br />
a La que ha de venir de Urbina, cobrando formas en bulliciosos y temblorosos<br />
esqueletos, en las típicas ‘calacas’, en rodantes matracas juguetonas, o bien,<br />
en la diversa gama de una dulcería autóctona, que se manifiesta con sus<br />
figurillas de azúcar o en las clásicas ‘charamuscas’ aguascalentenses,<br />
tradicionales y legendarias.<br />
“Así es lo mexicano: un verdadero enamorado de la tragedia, a la que otorga<br />
tan variantes y contradictorios valores.<br />
“Posada lo sabía, lo sentía, lo interpretaba con sutileza y genialidades en<br />
conmociones de una estética tan incipiente o bien depurada, estilizada y a<br />
veces sublimada.<br />
“Muerte Catrina; señora representativa de un símbolo en muchos aspectos<br />
indefinible; quédate entre nosotros presidiendo el ambiente, señoreando los<br />
afanes <strong>del</strong> artesanado lugareño, que suele cobrar tesituras, de las más<br />
elevadas calidades, y en múltiples escalas de todas las aspiraciones a lo<br />
genial. Quédate aquí, ufana y sonriente, en fervoroso homenaje a tu creador.<br />
Quédate aquí en tu casa que es muy tuya, con tus muy especiales atributos;<br />
con tu galano y contradictorio atuendo, con esa fría, enigmática, indefinible e<br />
insondable mirada que puso en las vacías cuencas de tus ojos, tu glorioso<br />
creador.<br />
“Quédate aquí, mujer, entre los tuyos, en la Feria de San Marcos, en las<br />
verbenas trianeras <strong>del</strong> Encino, en los festejos decembrinos de Guadalupe, a<br />
subir a los volantines y jugar las tablas de la lotería donde tendrás lo mejor de<br />
34
los premios. Aquí te compraremos una nueva estola de serpientes o un<br />
democrático rebozo de culebras, que harán la envidia de tu amoroso Diego,<br />
para que las luzcas el 25 de abril, e1 16 de septiembre, el 12 de diciembre. Los<br />
‘jabones de olor’ y los aromas <strong>del</strong> ‘Pachulí, la ‘Kananga’ y la ‘Florida’,<br />
perfumarán tu descarnado cuerpo y dejarás una estela a tu paso por las calles<br />
de Aguascalientes.<br />
“Nuevamente serás la santa patrona laica <strong>del</strong> peladaje escarnecido y<br />
sojuzgado, reina de los desesperados; de aquellos que en la hora maldita<br />
fueron arrancados de sus hogares míseros agarrados ‘de leva’ por algún juez<br />
de ‘Acordada’ o Jefe Político y confinados a servir como reemplazos en las filas<br />
de un Batallón de ‘Pelones’ o en los cuerpos rurales de la Federación. O bien,<br />
en calidad de ‘esclavos’, contratados por los ‘enganchadores’ –como dolientes<br />
precursores de nuestros modernos ‘braceros’– para ir a levantar las cosechas<br />
de algodón, remolacha o tabaco, en los infiernos de Texas, Alabama o las<br />
Carolinas, o para dejar los alientos en ‘el trake’ ferrocarrilero de los desiertos<br />
de Arizona o Nuevo México.<br />
“Quédate aquí, señora de la tradición. Te sentarás en los anocheceres, unida<br />
a ‘las tres pelonas’, tus compañeras, en uno de los sofás de piedra que<br />
circundan el parquecillo de enfrente, y allí escucharás al toque de ánimas’, en<br />
un susurro que llegará <strong>del</strong> infinito, en la voz <strong>del</strong> Maestro don Pepe Ramírez<br />
Palos, las más sabrosas leyendas, tales como La China Hilaria, El Vigilante, El<br />
Caporal Ardilla, o en los labios <strong>del</strong> profesor Montáñez, que te dirá sus<br />
‘hablillas’ y consejos.<br />
Tu fuiste ‘A<strong>del</strong>ita’, Valentina’ o ‘Marieta’ en los trenes de la Revolución, con<br />
35
Pancho Villa, con sus ‘Dorados’ o en las brigadas de Calixto Contreras o<br />
Rodolfo Fierro, aquí llegaste en los días de la Soberana Convención<br />
Revolucionaria, ya bien criadita en tu sabrosa juventud levantando con tu<br />
enagua de ‘medio paso’ la envidia de las catrinas y un enjambre de atisbos en<br />
las miradas de los hombres armados de la Revolución, déjate aquí querer.<br />
“Al filo de la media noche, vendrán Gorgonio Esparza o el ‘coronel’ Juan<br />
Chávez, a ejecutar sus escándalos y saldrás después <strong>del</strong> brazo de Nicha<br />
Barba, en trance de eufórica parranda, a travesear por las calles, quebrándoles<br />
sus linternas a los ‘serenos’. El güero Ignacio Guerrero te invitará a pespuntar<br />
un jarabe en uno de los más afamados ‘fandangos’ de este barrio<br />
acompañados por las ‘mugras’ de ‘los Pitacoches’ o los Ginegueros’.<br />
“Pancho Díaz de León cantará para ti antes de que canten los gallos, –como<br />
en nueva y rediviva danza macabra– al son <strong>del</strong> mariachi de José Soledad, los<br />
espeluznantes, doloridos y lastimeros aullidos de ‘sangrientas caras’... que<br />
sirvieran de canción de cuna para conciliar y velar los sueños de su tío<br />
Gorgonio, o bien, ya en trance de parranda sibarita, gritará a los cuatro<br />
rumbos, las provocativas estrofas de ‘El Maldito’.<br />
“Este es tu medio y es tu imperio, al estilo de todo lo Posada, de lo Rivera, de<br />
tus enamorados creadores que te dieron los prestigios y atributos que<br />
arrebatan tu figura. Quédate ya ‘sosiega’, Muerte catrina cubriendo con tu<br />
estampa, con todo tu dominio y señorío, presidiendo el arrabal donde estás<br />
como patrona de los viejos hortelanos trianeros, con un aire de majestad, con<br />
una irónica sonrisa para quienes te contemplan y que, cual símbolo enigmático,<br />
seas capaz de inspirar las más atrevidas picardías.<br />
36
“Quédate allí, con nuestro refinado y permanente amor..." 39<br />
La narración de un evento entre el choque de la autoridad política con una<br />
representación de la autoridad económica y la alcurnia, en mayo de 1715, es<br />
un ejemplo de la época. Señala que, en aquel entonces, el alcalde mayor de<br />
Aguascalientes, general Pedro Miguel de Prados, mandó llamar al comerciante<br />
José de Cobos para que declarara en la causa que por heridas seguía la<br />
justicia contra José Martín.<br />
Debido a que el alcalde tenía otras ocupaciones, el comerciante no quiso<br />
esperar y argumentó que a un hombre como él no se le tenía en pie y en el sol,<br />
por lo que el alcalde mayor lo invitó a pasar y sentarse. No haciendo caso el<br />
comerciante, dijo que si lo requerían, lo buscaran en su casa. El general<br />
Prados mandó al alguacil mayor a convocar nuevamente al comerciante, quien<br />
reiteró lo antedicho.<br />
El general insistió en su exigencia y envió al alguacil y al escribano, con la<br />
orden de que trajeran a su presencia al comerciante, a quien por desacato y<br />
poco respeto a la Real Justicia, lo mandó poner en la cárcel pública.<br />
Finalmente comenta don Alejandro Topete que "Este sucedido constituye un<br />
caso insólito en aquellos tiempos <strong>del</strong> Rey –mi señor– en que se veía a las<br />
autoridades de la Colonia con respeto absoluto y con un acatamiento casi<br />
supersticioso, como que la persona de los Alcaldes Mayores, era la<br />
representación <strong>del</strong> Monarca mismo de los dos mundos." 40<br />
39 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Cuando la Muerte Catrina nos llegó al Museo Posada", en Aries,<br />
México, Aguascalientes, año VI, núm. 83, febrero de 1984, p. 5. El artículo con idénticas características<br />
aparece en el número 174 de octubre de 1991, p. 10, y con cuatro párrafos menos en el número 202 de<br />
febrero de 1994, p. 10.<br />
40 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Castigo Soberbio", en Aries, Aguascalientes, año VI, núm. 84, marzo<br />
de 1984, p. 7. El mismo contenido aparece en el número 134 de mayo de 1988, p. 7; y en el número<br />
185 de septiembre de 1992, p. 10, pero con el título de "Castigo Ejemplar".<br />
37
En abril, mes de la feria de San Marcos, don Alejandro hace una<br />
"Remembranza de la Feria", iniciando su escrito con una poética expresión:<br />
"Encendemos el recuerdo en la suave y sugerente lámpara <strong>del</strong> tiempo. Un hilo<br />
misterioso de sutil melancolía, parece avivar la llama de la Vida, impregnada<br />
en las fragancias de las tibias mañanitas de abril."<br />
Este proemio sirve para recordar la elección de la primera Reina de la<br />
Primavera, Paz Romo de Vivar, hecho que coincidió con la llegada de las<br />
nuevas autoridades militares a la región, las que colaboraron para darle al<br />
evento un tono de solemnidad. Pero también recuerda el discurso elaborado y<br />
pronunciado por Guillermo Aguirre y Fierro, quien hizo una "suma de piropos y<br />
requiebros a la augusta dama, pronunciados con firme y alborozado acento", el<br />
cual se reproduce de manera incompleta, pero destacamos su recuperación,<br />
puesto que esa pieza lírica es una joya antológica de la literatura<br />
aguascalentense. La reproducción de la prosa es la siguiente:<br />
"De una mañana como ésta<br />
alegre, ufana, gentil;<br />
de una mañana en que abril<br />
llena de luz la floresta;<br />
de una mañana de fiesta,<br />
de una espléndida mañana<br />
hube menester, sultana,<br />
para venir a cantarte<br />
y como reina aclamarte<br />
¡Por linda y por mexicana!<br />
38
Todo aclama tu beldad<br />
con dulce voz cristalina,<br />
y todo humilde se inclina<br />
a tus plantas Majestad;<br />
todo espera la bondad<br />
de un destello de tus ojos,<br />
desde los claveles rojos<br />
que envidian al de tu boca<br />
¡hasta el corazón de roca<br />
que se halla a tus pies de hinojos!<br />
Llevas el sol que caldea<br />
brillando en tus lindos ojos<br />
y fingen tus labios rojos<br />
terebintos de Judea;<br />
te envuelve la luz febea,<br />
como en un triunfal dosel<br />
y no eres dalia, clavel,<br />
ni camelia esplendorosa<br />
¡vamos, no eres una rosa,<br />
porque eres todo un vergel!<br />
Bravos hijos <strong>del</strong> dios Marte<br />
que desafían la muerte<br />
han venido a complacerte<br />
39
y han venido a acompañarte.<br />
De hoy más, eres su estandarte,<br />
pues eres su soberana,<br />
y puedes mirar ufana<br />
que son tus admiradores,<br />
los valientes defensores<br />
de la patria mexicana.<br />
¡Sursum corda! Corazones:<br />
muera la melancolía,<br />
Su Majestad os envía<br />
sonrisas y bendiciones.<br />
Luzcan los claros blasones;<br />
suenen las notas marciales;<br />
cante el viento en los trigales<br />
y amemos todos, de hinojos,<br />
la beldad que en sus ojos<br />
lleva claros madrigales!<br />
La media décima que necesitamos completar con su primera mitad, es la<br />
siguiente:<br />
Todo canta en tu loor,<br />
todo en alabanza tuya,<br />
todo te envuelve y te arrulla<br />
y la brisa <strong>del</strong> vergel te está cantando: ¡Aleluya!<br />
40
Y por lo que se refiere a la décima recuperada y que es la final <strong>del</strong> poema,<br />
broche <strong>del</strong> mismo, es la siguiente:<br />
Salud, hermosa sultana<br />
reina de la inspiración<br />
y orgullo de este rincón<br />
de la tierra mexicana.<br />
Y si mi frase profana<br />
mi hondo sentir no interpreta,<br />
perdona a mi musa inquieta<br />
y perdona si te canta,<br />
mientras coloca a tu planta<br />
su corazón, el poeta!" 41<br />
La descripción <strong>del</strong> templo y de las costumbres de San Marcos, los trata don<br />
Alejandro en su entrega <strong>del</strong> mes de mayo. Inicialmente describe cómo, de la<br />
modesta capilla, se fue erigiendo la actual iglesia.<br />
Luego narra la tradición de los "peregrinos y demandantes", tomada de un<br />
escrito <strong>del</strong> impresor Alberto E. Pedroza, quien expone que durante los cuatro<br />
meses precedentes al mes de abril, entre dos hombres y una mujer (conocidos<br />
como demandantes), llevaban dos estatuillas de San Marcos (denominadas<br />
peregrinos), para visitar rancherías y haciendas y, con ello, recolectar limosnas<br />
y dádivas para la celebración <strong>del</strong> festejo de San Marcos el 25 de abril.<br />
Posteriormente, de la obra de Agustín F. Villa toma la descripción de un<br />
41 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Remembranza de la feria", en Aries, México, Aguascalientes, año V<strong>II</strong>,<br />
núm. 85, abril de 1984, p. 6. El mismo contenido con identico título se encuentra en los números 193 y<br />
216 de mayo de 1993 y abril de 1995, pp. 12 y 10, respectivamente.<br />
41
cuadro, pintado por José Alcíbar, referido a la "Adoración de los Reyes<br />
Magos", que se encuentra en la sacristía de la iglesia de San Marcos, y<br />
enseguida hace referencia a un devocionario, propiedad de Alcíbar, y un breve<br />
esbozo de las actividades trascendentes <strong>del</strong> pintor.<br />
Para concluir, el maestro Topete afirma que las festividades sanmarqueñas<br />
fueron adquiriendo el carácter de una verbena popular a la que se incorporaron<br />
aspectos profanos, que le dieron un colorido regional que ha trascendido el<br />
tiempo y las costumbres. 42<br />
En el área de la medicina, una de las aportaciones de las técnicas quirúrgicas<br />
es la insensibilización. El profesor Topete hace un breve recorrido por la<br />
aplicación de los diversos elementos utilizados para ese fin, entre los que se<br />
encuentran el óxido nitroso o "gas hilarante", usado en 1844; el éter sulfúrico,<br />
en 1846, y el cloroformo en 1847. Sobre la utilización de la anestesia en<br />
Aguascalientes, retoma un artículo publicado en El Patriota, <strong>del</strong> 27 de<br />
noviembre de 1847.<br />
En él se describe que a una mujer de 56 años se le amputó un brazo y se<br />
utilizó el éter para insensibilizarla, mediante la aspiración. La intervención fue<br />
realizada por los doctores Guadalupe Rivera, y Sierra, ayudados por los<br />
farmacéuticos Anastasio Rodríguez y Antonio Rayón. Cuenta que, primero, se<br />
le administraron 8 onzas y, ante la falta de resultados, se aplicaron otras<br />
cuatro; finalmente se comprobaron los efectos de insensibililidad, para<br />
proceder a efectuar la intervención. Al describir las reacciones de la persona<br />
42 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Templo y costumbres religiosas sanmarqueñas", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año V<strong>II</strong>, núm. 86, mayo de 1986, p. 6. También se encuentra en los números 118 y 217 de<br />
enero de 1987 y mayo de 1995, pp. 6 y 10, respectivamente.<br />
42
intervenida, ésta dijo que no había sentido nada, tal vez fuera porque estaba<br />
borracha, pues nunca lo había estado.<br />
Como corolario escribe: "De este hecho rectamente inferimos: 1. que la<br />
acción <strong>del</strong> Éter en esta enferma, determinó una fuerte embriaguez; 2.que esta<br />
embriaguez fue causa <strong>del</strong> llanto, gritos, fatiga y desasosiego de la paciente,<br />
antes, durante y después de la operación; 3. que se produjo una perfecta<br />
insensibilidad en la misma operación, por confesión de la paciente, y que la<br />
amputación se practicó sin conciencia; 4. por último, que con la aspiración de<br />
Éter sin intermisión y con práctica en el manejo <strong>del</strong> aparato, la insensibilidad se<br />
producirá a una media hora, y con 4 onzas de Éter." Como comentario final, el<br />
profesor Topete señala que ese fue un hecho trascendental para la<br />
humanidad, que sería salvada <strong>del</strong> dolor en la práctica quirúrgica, y resalta la<br />
proeza <strong>del</strong> doctor Rivera. 43<br />
Con motivo de la exposición de la obra de Saturnino Herrán, don Alejandro, a<br />
la sazón director <strong>del</strong> Museo de Aguascalientes, elaboró un discurso, el cual se<br />
reproduce en la entrega de julio, y por su trascendencia literaria, lo<br />
reproducimos íntegramente:<br />
PALABRAS PRONUNCIADAS EL DÍA 15 DE ABRIL DE 1978 POR EL PROF. ALEJANDRO<br />
TOPETE DEL VALLE, ENTONCES DIRECTOR DEL MUSEO DE AGUASCALIENTES, EN LA<br />
INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN DEL INSIGNE PINTOR AQUICALIDENSE.<br />
“Día luminoso y memorable es éste que vivimos en los fastos culturales de<br />
Aguascalientes por el acontecimiento que estamos celebrando; que hoy se ha<br />
43 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La lucha contra el dolor en Aguascalientes", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año V<strong>II</strong>, núm. 87, junio de 1984, p. 6. Este artículo ha sido reproducido en diversas<br />
ocasiones; en los números 108 de marzo de 1986, p. 6, y 184 de agosto de 1992, p. 10, aparece sin el<br />
último párrafo y con el título "La anestesia y la lucha contra el dolor en Aguascalientes". En el<br />
número 173 de septiembre de 1991, p. 10, aparece nuevamente completo. Pero también en el número<br />
203 de marzo de 1994, en la p. 10, se publica sin los dos últimos párrafos.<br />
43
logrado integrar en cúmulo maravilloso, la mayor cantidad en los rendimientos<br />
espirituales de una mente privilegiada, que pudo captar y crear la belleza en<br />
sus más venturosas ecuaciones.<br />
“Una vida pequeña en el tiempo y caudalosa en la naturaleza de su función<br />
suprema, de cultivar los más elevados valores eternos de la existencia.<br />
¡Treinta y un años! Un soplo apenas en los destinos <strong>del</strong> genio. Un momento<br />
tan sólo para los predestinados al fecundo poder creativo, de legar a la<br />
Humanidad y a su pueblo, un rico y palpitante patrimonio que interpreta y<br />
define, dentro de los cauces de la plástica, su esencia misma, la naturaleza<br />
anímica en sus perfiles etnográficos, matizados de costumbre y folklore, de<br />
proyección y colorido, de sentidos atávicos que identifican los rasgos<br />
característicos de una comunidad.<br />
“Eso fue Herrán, el magnífico Señor <strong>del</strong> Pincel y <strong>del</strong> Lápiz que, al igual que<br />
Posada, si bien por cauces diversos, supieron dar a la plástica nacional<br />
carácter y dignidad propias, con un hondo sentido de mexicanidad, que los<br />
convirtió en los precursores auténticos de movimientos muralistas posteriores,<br />
que aunque con sus propias definiciones tuvieron su arraigo en aquella<br />
corriente de los artistas próceres, que encontraron el nervio, la fibra, el filón,<br />
con los que supieron interpretar el alma y la entraña de este México amado.<br />
“Bien aplicada la sentencia de Toussaint, para el genial Saturnino Efrén de<br />
Jesús Herrán, al calificarlo justamente de ‘El más mexicano de los pintores y el<br />
más pintor de los mexicanos’; acotación ésta que hemos repetido muchas<br />
veces a quienes visitan este Museo y contemplan la extraordinaria obra <strong>del</strong><br />
pintor y que seguiremos proclamando para siempre, porque Herrán, sin<br />
44
menospreciar los cánones académicos, impregnó la Pintura mexicana con<br />
nuevas definiciones, exaltando nuestros propios valores y dignificando las<br />
tradiciones de la patria, tan largamente menospreciadas por inconcebibles<br />
‘purismos’ en buena parte extranjerizantes, de sus predecesores.<br />
“¡Qué Gloria para Aguascalientes! ¡Qué honor para este suelo! Haber sido la<br />
cuna de dos de los más grandes y fieles intérpretes <strong>del</strong> mexicanismo; de dos<br />
gigantes creadores de manifestaciones auténticas <strong>del</strong> pulso y temblor de un<br />
México esquivado por los creadores de la estética, en la figura y el color, en el<br />
tema y el sentido, o como acertadamente, se ha dicho: ‘en el espíritu de la<br />
forma’. Posada y Herrán –no puedo desvincularlos– han sido, cada cual en su<br />
nivel peculiar, dos faros luminosos que alumbraron los nuevos senderos de un<br />
arte nacional.<br />
“El gobierno, con la honda preocupación cultural de difundir nuestros valores<br />
ancestrales, con la inestimable colaboración <strong>del</strong> INBA, ha creado estos Museos<br />
con el ánimo a la vez de que sirvan de marco propicio, para que, los pueblos y<br />
las gentes, sean exaltados en sus afanes por lograr elevadas metas y mejores<br />
niveles de vida.<br />
Viértanse las más encendidas laudanzas, en homenaje al espíritu selecto de<br />
aquel a quien debemos un cúmulo de emociones estéticas; de este eminente<br />
pintor cuya memoria veneramos, al revalorar con respetuosa y arraigada<br />
convicción, el sentido y la calidad de su obra. Herrán es una cumbre de este<br />
suelo y su recuerdo una antorcha luminosa que vive a través de sus cuadros,<br />
en pasión encendida y perenne por lo bello.<br />
“Gracias sean dadas a su generoso y comprensivo hijo, el señor Dr. Don José<br />
45
F. Herrán Arellano (sabio en los terrenos de la ciencia, en el dominio de la<br />
Química, para desgracia de México, recientemente desaparecido), que<br />
bondadosamente se ha dignado prestar sus tesoros familiares, para lograr este<br />
valiosísimo concurso, al exponer la obra bastante completa así, de su ilustre<br />
padre; nuestra conmovida gratitud para este señor que ha heredado por otros<br />
cauces, su persuadido amor a la cultura.<br />
“Para el Instituto Nacional de Bellas Artes, pocas serán las palabras de<br />
reconocimiento, por sus valiosísimos empeños y decisiva colaboración, para<br />
hacer posible esta espléndida Exposición. Al señor Lic. don Juan José Bremer,<br />
a su dinámico colaborador don Víctor Sandoval, nuestros más vivos<br />
agradecimientos por sus providentes acuerdos, así como a su excelente<br />
cuerpo de museógrafos, por su incansable y eficacísima labor.<br />
“Nunca será suficiente cuanto se diga en homenaje al genio creador <strong>del</strong><br />
ilustre Maestro de las Artes Plásticas que, junto con el inmenso intérprete <strong>del</strong><br />
alma mexicana, José Guadalupe Posada, señaló los rumbos y cauces que<br />
deberían seguir las disciplinas <strong>del</strong> Arte pictórico nacional, especialmente en lo<br />
que atañe a las modernas tendencias y modalidades <strong>del</strong> muralismo.<br />
“Recuérdese que Herrán fue un alumno predilecto <strong>del</strong> Maestro Fabrés. Al<br />
dominio de la composición y el colorido, se agregaban las excepcionales dotes<br />
y la destreza como gran dibujante de naturalezas y anatomías.<br />
“Los cuadros de sus Criollas, <strong>del</strong> Mango, <strong>del</strong> Rebozo, de la Mantilla; El<br />
Gallero, El Cofrade de San Miguel, El Jarabe, Las Tres Edades, El Trabajo,<br />
para no citar sino unas cuantas de sus múltiples y meritorias obras, dan un<br />
perfecto sentido de nacionalidad mexicanísima a su fecunda labor.<br />
46
“¿Quiénes, antes de este prócer, derrocharon como él un perfecto sentido de<br />
la esencia popular de nuestro México?<br />
“Reconozcámosle estos méritos rindiéndole el tributo que merece.” 44<br />
Una reflexión sobre la historia y una revisión histórica se conjugan en el<br />
escrito <strong>del</strong> mes de agosto. Ahí dice que: "La historia de nuestro movimiento<br />
político y militar de independencia, no ha sido estudiada todavía con la<br />
amplitud necesaria, en cuanto a las causas que la generaron y los factores<br />
externos que influyeron para inspirarlo y darle alientos." Y añade:<br />
"Acostumbramos referir nuestros puntos de vista en materia histórica, casi<br />
exclusivamente dentro de lo que fueron en esa época nuestras fronteras,<br />
desentendiéndonos de otros muchos sucesos que conmovían al mundo en<br />
aquellos años, finales <strong>del</strong> siglo XV<strong>II</strong>I y primeros <strong>del</strong> XIX, y que tuvieron<br />
preponderante influjo, no solamente en la independencia mexicana, sino en la<br />
de todos los pueblos de la América española. Es conveniente ligar una serie de<br />
acontecimientos para tratar de explicarnos orígenes y causas de la gran<br />
epopeya." A partir de esas reflexiones, se hace una descripción de diversos<br />
acontecimientos tanto nacionales como internacionales que se consideran<br />
interactuantes.<br />
Para finalizar, afirma que: “Detallar todo este proceso, daría materiales<br />
abundantes para todo un sabroso libro, que está por escribirse y debe hacerse,<br />
velando por los fueros de la verdad histórica. Nosotros simplemente<br />
apuntamos y señalamos la pista, porque en materia de historia, es una<br />
44 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Breve laudanza de Saturnino Herrán", en Aries, México, Aguascalientes,<br />
año V<strong>II</strong>, núm. 88, julio de 1984, p. 5. En el número 123 de junio de 1987, p. 5, aparece el mismo escrito<br />
pero con el título "Pequeña laudanza de Saturnino Herrán en el centenario de su natalicio."<br />
47
absurda patraña sostener que haya ‘fallos inapelables de la Historia’, como<br />
suelen repetir pedestremente, los oradores populacheros de plazuela,<br />
creadores de dañosas patrioterías, incapaces de conformar y robustecer un<br />
sólido y verdadero patriotismo, fundado en las verdades rigurosas acerca de<br />
nuestro pasado. El conocimiento histórico requerirá y demandará siempre de<br />
manera constante, creaciones y adopciones de nuevas tesis, de mejores<br />
interpretaciones, de teorías más depuradas para elevar, en un proceso<br />
dinámico, el arte de la narración a la elevada categoría de la ciencia de la<br />
Historia, abandonando los viejos moldes estáticos ya que esta noble y bella<br />
rama <strong>del</strong> conocimiento es simplemente revisable y no se encuentra, repetimos.<br />
sujeta ni a ‘fallos inapelables' ni a ‘sentencias ejecutoriadas'." 45<br />
Al hacer un homenaje a J. Guadalupe Nájera, hace la remembranza de que<br />
en Aguascalientes había, al principio <strong>del</strong> siglo, un florecimiento de los valores<br />
humanos; entre ellos, alude al doctor Jesús Díaz de León, José Guadalupe<br />
Posada, Saturnino Herrán y otra plétora de artistas de las letras y la música.<br />
De todos ellos, resalta la personalidad de José Guadalupe Nájera y sus<br />
<strong>contemporáneo</strong>s, quienes aun contra las adversas condiciones de la época,<br />
abrazaron la vocación magisterial.<br />
El maestro Nájera, siendo estudiante de la Escuela Nacional de Maestros, a<br />
instancias de Villa se incorporó a las filas revolucionarias cuando concluyó sus<br />
estudios. Como producto de su formación, dejó honda huella en múltiples<br />
45 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Albores de la insurgencia", en Aries, México, Aguascalientes, año V<strong>II</strong>,<br />
núm. 89, agosto de 1984, p. 6. También se reproduce la mitad de ese escrito en el número 139 de<br />
noviembre de 1988, p. 19. En dos partes se reproduce nuevamente en los números 209 y 210 de<br />
septiembre y octubre de 1994 de esa publicación, en la p. 10. Y el mismo escrito con un título similar<br />
pero con el subtítulo "Genética de la emancipación", aparece en Exedra, editado por la Coordinación de<br />
Comunicación Social <strong>del</strong> Gobierno Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 8 de<br />
octubre de 1993, pp. 12-14.<br />
48
generaciones, para culminar su misión como director de la Escuela Nacional de<br />
Maestros y director general de Educación Normal, sin abandonar su tarea de<br />
impulsar las causas de propagación de la cultura. 46<br />
La imprenta como medio de cultura y divulgación apareció en Aguascalientes,<br />
según refiere don Alejandro, en la segunda década <strong>del</strong> siglo XIX. Ese dato lo<br />
toma <strong>del</strong> libro de Agustín Rómulo González; aunque pone en duda la<br />
afirmación de la existencia de logia masónica de rito yorquino en<br />
Aguascalientes, expresa que en 1827 aparecieron los primeros impresos. En<br />
1835 se publicaba El trompito que se supone era el órgano <strong>del</strong> Partido<br />
Católico. Luego habla de un anónimo aparecido en Zacatecas y cuya autoridad<br />
se asigna a Cayetano Guerrero, titulado Cosmograma de Aguascalientes. Su<br />
autor un óptico de la misma sociedad, en el que se critica al periódico<br />
anteriormente referido, porque manifiesta el rechazo a la independencia de<br />
Aguascalientes. Ésos son los impresos más antiguos, mientras –como señala<br />
el maestro Topete–, no aparezcan otras noticias en contrario. 47<br />
En el número de noviembre aparece un discurso inédito que el maestro<br />
Topete pronunció diecisiete años antes, y lo reproduce con motivo <strong>del</strong><br />
centenario <strong>del</strong> último imperio mexicano. En él describe las condiciones<br />
internacionales, nacionales y locales que enmarcaron la caída de Maximiliano y<br />
el advenimiento de la República. 48<br />
Las remembranzas <strong>del</strong> cronista hidrocálido contemplan las diversas facetas<br />
46 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Homenaje al Maestro J. Guadalupe Nájera", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año V<strong>II</strong>I, núm. 90, septiembre de 1984, p. 6.<br />
47 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Impresores y periodistas aguascalentenses", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año V<strong>II</strong>I, núm. 95, octubre de 1984, p. 6 (este número en vez <strong>del</strong> 91 se le puso el 95).<br />
48 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La agonía <strong>del</strong> último imperio mexicano", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año V<strong>II</strong>I, núm. 96, noviembre de 1984, p. 6.<br />
49
<strong>del</strong> quehacer de sus coterráneos; para enero de 1985, destaca la trayectoria<br />
<strong>del</strong> trombonista Pedro Lozano Chavoya, de quien escribió una nota biográfica<br />
con motivo de su visita al terruño en agosto de 1948. En ella refiere que<br />
Lozano, nació en agosto de 1884 y realizó sus estudios básicos en<br />
Aguascalientes e inició ahí los correspondientes a la música en instrumentos<br />
metálicos, especializándose en la ejecución <strong>del</strong> trombón.<br />
Participó en la Banda de Aguascalientes, se incorporó al circo Orrín y luego<br />
fue integrante de la Banda de Policía de la Ciudad de México. En 1915 pasó a<br />
formar parte de la Orquesta Típica Mexicana y luego a la Banda Conway. Se<br />
estableció en Syracuse, N.Y., incorporándose a la Syracuse Civic Orchestra.<br />
En 1906, regresó a Aguascalientes a contraer matrimonio con la hija de uno de<br />
sus ex maestros, don José María Carrillo, pero su residencia ya era en<br />
Syracuse. En 1948 regresó, por invitación <strong>del</strong> Club Rotario de la entidad, y<br />
contribuyó a dar una audición musical. De su estancia se tomaron los datos<br />
referidos, pero nunca se volvió a tener noticias de él.<br />
Don Alejandro supone que ya falleció o de lo contrario ya tendría, para la<br />
fecha <strong>del</strong> escrito, cien años de edad, pero aporta esos datos para cuando se<br />
aborde la historia de la música de Aguascalientes. 49<br />
Sobre Guadalupe Posada se ha escrito mucho, pero Alejandro Topete se<br />
mantiene de manera incansable en la búsqueda <strong>del</strong> entorno en que surgió y se<br />
desarrollo este personaje. El escrito es una síntesis de la llegada y<br />
establecimiento de sus padres en Aguascalientes, la procreación y el desarrollo<br />
49 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Un gran valor artístico olvidado. El maestro trombonista Pedro Lozano<br />
Chavoya", en Aries, México, Aguascalientes, año V<strong>II</strong>I, núm. 94, enero de 1985, p. 8. Se encuentra<br />
asimismo en los números 172 y 206 de agosto de 1991 y junio de 1994, p. 10.<br />
50
de la familia en el barrio de San Marcos, las influencias exógenas y el genio<br />
interno que configuraron su personalidad, y algunas de las principales<br />
actividades desarrolladas.<br />
Finalmente hace una reflexión sobre el tardío reconocimiento a su labor y<br />
producción artística, y concluye con las siguientes apreciaciones: "José<br />
Guadalupe Posada ha sido desde Medio Siglo, un astro rutilante de<br />
primerísima magnitud, que rebrilla con fulgores crecientes y que aumenta en<br />
magnitud, en los anchurosos cielos <strong>del</strong> Arte de los pueblos, pero de manera<br />
muy especial <strong>del</strong> suyo, el de México. Es una exponente extraordinario de las<br />
potencialidades creadoras que alientan en las contexturas anímicas, sensitivas<br />
y vigorosas de las entraña misma de nuestro pueblo. Es, por decirlo así,<br />
ejemplo y paradigma, emblema y precursor de nuestra raza y de nuestro<br />
pueblo. ¡Admirémoslo con entusiasmos y entrañables reconocimientos!"<br />
Una noticia necrológica sobre el deceso de Francisco Monterde y García<br />
Icazbalceta sirve de base para recordar, en la reunión <strong>del</strong> Club de Leones, el<br />
también reciente fallecimiento de Antonio Acevedo Escobedo. "Uno y otro<br />
fueron destacados escritores, eminentes hombres de letras, miembros de la<br />
Academia Mexicana de la Lengua, correspondiente a la Española, a la vez que<br />
ilustres miembros <strong>del</strong> Seminario de Cultura Mexicana. Dejan en las filas de la<br />
intelectualidad, un vacío profundo, imposible de llenar con personalidades<br />
semejantes a las de ellos, por la peculiaridad de sus muy especiales acentos y<br />
características."<br />
Y añade acerca de sus afinidades: "Con ambos me ligaron relaciones viejas y<br />
en extremo cordiales, independientemente de la militancia en las mismas filas<br />
51
<strong>del</strong> espíritu, dentro de tales instituciones –Academia y Seminario– aunque la<br />
mía haya sido en tono menor, guardadas todas las proporciones, amén de un<br />
trato frecuente que me permitieron valorar sus personalidades". 50<br />
A partir de esas ideas hace una remembranza de su relación desde que se<br />
conocieron en sus años jóvenes, el medio ambiente social y cultural que los<br />
rodeó de manera individual y conjunta, y finalmente hace una pequeña nota<br />
biográfica concluyendo que "Para Aguascalientes fue una pérdida ya no con su<br />
deceso, sino desde las once de la mañana <strong>del</strong> día once de abril <strong>del</strong> año<br />
pasado en que un derrame cerebral lo dejó totalmente incapacitado para<br />
continuar la luminosa trayectoria de su fecunda vida intelectual [...]<br />
Recordémoslo con cariño, con admiración, con respeto y encendamos el<br />
homenaje permanente a su memoria, que por su labor humanística, tiene bien<br />
merecido, por el legado de las letras que nos dejó en los bien sazonados libros,<br />
tesoros de su despierta inteligencia. Que siga viviendo en nuestro afectuoso<br />
recuerdo." 51<br />
En abril, mes significativo para la tradición <strong>acalitense</strong>, el cronista de la ciudad<br />
esboza algunos retablos de la feria, prologados por reflexiones de la<br />
trascendencia <strong>del</strong> hecho histórico. Inicialmente dice que "Tradiciones y<br />
leyendas, anécdotas y sucedidos, cuentos y consejas, forman la urdimbre<br />
maravillosa, el canevá alucinante, lleno de rápida vetustez, que constituyen el<br />
noble abolengo de la abrileña Feria de San Marcos; entrelazados por<br />
fraternales vínculos, es la estampa bordada por los labios de nuestros abuelos,<br />
50 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Ausencia de don Antonio Acevedo Escobedo", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año V<strong>II</strong>I, núm. 96, marzo de 1985, p. 6.<br />
51 Ibidem. p. 9.<br />
52
en la magnífica tapicería <strong>del</strong> tiempo y, como el buen vino, como la amistad<br />
cordial, más se afinan mientras más envejecen.<br />
"Tan gratas ficciones hay en ocasiones, que no quisiéramos verlas diluidas en<br />
resoluciones de un árido y escueto dato histórico, de igual suerte que por<br />
razones de temperamento, de categoría, de símbolo, muchas veces hemos<br />
visto desvanecerse verdades aparentes, gratas a nuestro espíritu y a nuestro<br />
corazón, en ecuaciones legendarias que nos han movido a pensar o a decir la<br />
consabida frase: ‘si no fue cierto, debería serlo’.<br />
“La feria de San Marcos ha ido atesorando emotivo caudal cuyos destellos,<br />
opacados por la noble pátina <strong>del</strong> tiempo, se guardan solamente en los vagos<br />
recuerdos o en la marchita imaginación de unos cuantos y señalados viejos de<br />
Aguascalientes, y con ellos moría, sin la mano piadosa que los fije en la<br />
crónica, austera o festiva, <strong>del</strong> vivir lugareño. En ese cofre de ensueño, oloroso<br />
a perfumes de nuestras bisabuelas, quisiéramos dejar a manera de moneda<br />
espiritual, vigente el testimonio de todo lo que fue." 52<br />
En ese proemio narra que llegaban carruajes en la época de la feria y en uno<br />
de ellos arribó un gallero, Antonio Partida, quien, cautivado con el lugar,<br />
decidió quedarse en la entidad y construyó, cerca <strong>del</strong> jardín de San Marcos,<br />
una suntuosa plaza de gallos, donde se perdían y ganaban considerables<br />
sumas de dinero y se evidenciaban las alegrías, angustias y tragedias. Además<br />
se señala que al inicio de la segunda mitad <strong>del</strong> presente siglo, Marcos<br />
González mandó construir el coso taurino aledaño al jardín de San Marcos.<br />
52 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Retablos de la Feria", en Aries, México, Aguascalientes, año V<strong>II</strong>I, núm.<br />
97, abril de 1985, p. 6. El escrito aparece también en dos partes en los números 191 y 192 de marzo y<br />
abril de 1993, en las págs. 10 y 12, respectivamente, en dos partes.<br />
53
Ambos han sido parte de la tradición de la feria sanmarqueña.<br />
La entrega <strong>del</strong> mes de mayo continúa con la remembranza histórica de la<br />
feria, refiriéndose a la de 1915. Menciona que se dio en un ambiente cargado<br />
de inquietud, derivado de los choques armados entre la División <strong>del</strong> Norte y las<br />
tropas constitucionalistas en la zona <strong>del</strong> Bajío. El 2 de abril de ese año, Villa<br />
estuvo de paso por Aguascalientes hacia el sur, para iniciar los combates en<br />
Celaya. A pesar de eso, las actividades sociales no se detenían; en el<br />
semanario La sombra de Madero se anunciaban los eventos que se iban a<br />
realizar, así como los resultados de los mismos. Y aunque esa publicación, el<br />
18 de abril mencionaba la suspensión de la Feria por la derrota de Villa en<br />
Querétaro, al regreso <strong>del</strong> caudillo se hicieron varios eventos. La estancia <strong>del</strong><br />
Centauro <strong>del</strong> Norte implicó algunos conflictos, como el fusilamiento de un<br />
superintendente de los talleres ferrocarrileros y <strong>del</strong> general Dionisio Triana, los<br />
días 23 y 25 de abril, respectivamente, pero la invitación a asistir a un acto<br />
donde estaría la señora Corral de Villa, dio la nota para que se recordara la<br />
temporada <strong>del</strong> ferial de 1915. 53<br />
Las festividades cívicas de fechas históricas en México son base para que<br />
Topete repase algunos acontecimientos, de los que resalta el "jirón histórico de<br />
trece años", que se inicia en Ayutla y concluye en el Cerro de las Campanas.<br />
Sobre ese tema, reproduce su discurso con el título de "La agonía <strong>del</strong> último<br />
Imperio Mexicano", publicado en la entrega de noviembre de 1984. 54<br />
La gira nacional de los símbolos de la patria: la campana, la Constitución y la<br />
53 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Las fiestas de San Marcos en 1915", en Aries, México, Aguascalientes,<br />
año V<strong>II</strong>I, núm. 98, mayo de 1985, pp. 6-7.<br />
54 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Triunfos republicanos", en Aries, México, Aguascalientes, año IX, núm.<br />
99, junio de 1985, p. 6. Este escrito se publica en dos partes en los números 170 y 171 de junio y julio<br />
de 1991, pp. 18 y 10, respectivamente.<br />
54
andera tricolor, en su paso por Pabellón de Arteaga, son los tópicos que le<br />
sirven de base para las reflexiones de pasajes trascendentales de la historia de<br />
México en el suelo de Aguascalientes. Ahí pasaron grupos de distintas<br />
ideologías y convicciones: insurgentes y realistas, conservadores y liberales,<br />
porfiristas o huertistas; pero también soldados de ese estado participaron en<br />
diversos conflictos. Toda esta desventurada parte de la historia está presente<br />
en la representación de los símbolos patrios. 55<br />
La descripción de las cesiones de dos predios motivan al profesor Topete<br />
para conocer su historia. Señala, inicialmente, que éstos eran de Esteban<br />
Marín de Peñaloza, quien al morir los dejó a sus albaceas para que, con su<br />
producto, se pagase al maestro que enseñaría las primeras letras en la<br />
Escuela <strong>del</strong> Señor <strong>del</strong> Encino y se dijeran doce misas por el bien de su alma y<br />
la de sus padres. Los albaceas murieron sin cumplir con el legado, por lo que<br />
el fideicomisario, Hipólito Marín, dio las fincas al presbítero Ignacio Lomas. Una<br />
de ellas la entregó la ayuntamiento y con su ingreso cumplió los deseos <strong>del</strong><br />
difunto. La otra la conservó para la iglesia.<br />
La finca <strong>del</strong> ayuntamiento se rentó para Cuartel de Caballería, pero ante su<br />
insuficiencia, se compró una finca contigua que posteriormente formó un<br />
edificio. Con la Ley de desamortización <strong>del</strong> 25 de junio de 1856, el Gobierno<br />
federal se adjudicó el inmueble. Varias dependencias lo ocuparon, hasta que<br />
en 1946 fue devuelto al ayuntamiento. Luego de estar abandonado por algún<br />
tiempo, el gobernador Ortega Douglas lo traspasó a la Dirección de Pensiones<br />
55 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Glosa histórica en Pabellón de Arteaga ante los Símbolos Patrios", en<br />
Aries, México, Aguascalientes, año IX, núm. 100, julio de 1985, p. 6.<br />
55
<strong>del</strong> estado. Dicho predio se encuentra ubicado en lo que en la actualidad se<br />
conoce como las calles de Galeana y Rayón. 56<br />
Vicenta Trujillo, célebre profesora, también es motivo para la descripción<br />
biográfica que hace Alejandro Topete; de entrada señala que "Bien difícil tarea<br />
resulta, la de evaluar los singulares méritos de aquellas personalidades que<br />
logran destacarse por sobre los planos comunes dentro de la sociedad de una<br />
época determinada.<br />
“Más difícil aún, cuando los méritos de la persona son sobresalientes, en<br />
verdad, por la evidencia de tratarse de valores morales y mentales, que no<br />
parece sino que fueron elementos positivamente predestinados a brillar en una<br />
disciplina de tan alta jerarquía, como es el magisterio.<br />
“Tal sucede con la eminente maestra, Doña Vicenta Trujillo Martínez, raro<br />
ejemplo de sobresalientes cualidades." 57<br />
Luego de dar fecha y lugar de nacimiento, así como lo relativo a sus estudios,<br />
describe cronológicamente sus labores magisteriales, destacando la<br />
multiplicidad de materias que impartía. En noviembre de 1934, cuando se<br />
reformó el artículo tercero constitucional que imponía a la educación nacional<br />
la naturaleza de "socialista", la profesora Trujillo y 126 de los profesores de la<br />
educación primaria tuvieron que renunciar para no contrariar dicha disposición.<br />
Por lo tanto la Escuela Normal <strong>del</strong> estado cerró sus puertas a principios de<br />
1935 para reabrirse en 1944, pero tres años antes, la profesora Trujillo ya<br />
había fallecido, por lo que no se pudo reincorporar. 58<br />
56 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Interesante historia de un céntrico predio", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año IX, núm. 101, agosto de 1985, p. 7.<br />
57 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Profra. Vicenta Trujillo Martínez", en Aries, México, Aguascalientes,<br />
año IX, núm. 102, septiembre de 1985, p. 6.<br />
58 Ibidem, p. 9.<br />
56
En octubre de 1985, cumplió un centenario el Teatro Morelos de<br />
Aguascalientes y, a partir de ello, Alejandro Topete hace una breve<br />
remembranza <strong>del</strong> acontecimiento: "Imposible pasar inadvertido el venturoso<br />
aniversario que hoy, 25 de octubre, cumple el ilustre Teatro Morelos de<br />
Aguascalientes, derramando sobre cien años justos, los inmarcesibles y<br />
luminosos efluvios <strong>del</strong> arte, en un pueblo sensitivo a las emociones estéticas,<br />
como son las que constituyen esta pródiga herencia al vecindario de estos<br />
lugares, tan propenso a vibrar hasta lo más íntimo de sus potenciales sensibles<br />
y propicios a captar los mensajes de belleza y de bondad, tan vinculados a los<br />
valores eternos de la vida.<br />
“La memoria <strong>del</strong> preclaro gobernante D. Rafael Arellano Ruiz Esparza,<br />
verdadero iniciador y en gran parte ejecutor de la construcción <strong>del</strong> viejo y<br />
ameritado centro de espectáculos cobra en estos días renovados prestigios,<br />
sin olvidar por ello la parte complementaria, toda relación y proporción<br />
guardadas, que D. Francisco G. Hornedo tuvo también al completar la<br />
edificación de este florido templo a la cultura.<br />
“Dos crónicas, a cual más saturadas de entusiasmos y reconocimientos,<br />
fueron guardadas en sendas publicaciones, a saber: El Republicano<br />
(semanario oficial <strong>del</strong> Gobierno <strong>del</strong> estado) y El Instructor, eminente mensajero<br />
<strong>del</strong> saber humano, que durante 27 años proclamó por todo el mundo, las<br />
dignidades intelectuales de Aguascalientes, gracias al sabio doctor D. Jesús<br />
Díaz de León, que les dio forma. Dejemos que la frescura de aquellos<br />
momentos hoy centenarios, revivan los temblores anímicos, plenos de júbilo,<br />
que saludaran en octubre de 1885, la apertura <strong>del</strong> largamente ansiado coliseo<br />
57
que hoy alcanza sublime y esplendorosa centuria en el ejercicio de su augusta<br />
misión emocional." En seguida reproduce las notas aparecidas en las<br />
publicaciones señaladas, que también aparecen en su texto "Teatro Morelos".<br />
En ellas hace una descripción apologética de las características <strong>del</strong> inmueble y<br />
de los acontecimientos principales <strong>del</strong> evento. 59<br />
Con el mismo título <strong>del</strong> texto anterior, en la entrega de noviembre, se<br />
reproduce el discurso pronunciado por el mismo profesor Topete, en la<br />
celebración <strong>del</strong> Centenario. Por la riqueza histórica y coloquial, lo reproducimos<br />
de manera íntegra: "Hecho eminentemente ilustre en los anales de la historia<br />
cultural de este fecundo suelo, tan entrañablemente amado por quienes<br />
hemos tenido el privilegio de ser sus hijos o sus viejos vecinos.<br />
“Escudriñar en su pasado, es una de las más gratas tareas, más todavía<br />
cuando se trata <strong>del</strong> afán por descubrir los sucesos que han dado perfil y<br />
contextura a su esencia espiritual o material y reconstruir el proceso formativo<br />
que ha culminado con hacer de la alegre Termópolis, uno de los rincones más<br />
bien apreciados de nuestra Patria, a la que el eminente pensador Antonio<br />
Castro Leal llamó, en memorable ocasión el ‘Corazón de México’.<br />
“Y como tal corazón, esta tierra clementísima no podía hacer latir el alma<br />
–válgase el símil– de toda la comarca, sin usar los recursos que la sublimidad<br />
de las artes genera con las emociones estéticas, y así construyó un teatro en<br />
época propicia, como fruto legítimo de aquella bien llamada ‘Bella Epoca’, hijo<br />
normal <strong>del</strong> conmovedor romanticismo sobreagudo, que señoreó gran parte de<br />
nuestro pasado siglo XIX.<br />
59 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Centenario de un glorioso coliseo", en Aries, México, Aguascalientes,<br />
año IX, núm. 103, octubre de 1985. p. 6.<br />
58
“Antes de l629, muy pocos interesados tuvieron los solares, ‘baldíos o<br />
realengos’ que deberían formar los cuadros de la incipiente villa española,<br />
conforme a reales ordenanzas y a las operaciones de ‘la traza’ preliminares a<br />
la fundación de nuestra urbe y a las confirmaciones y mandatos que los<br />
señores ‘oidores visitadores’ de la Real Audiencia que en sus respectivos<br />
‘autos y provisiones’ dictaron: Primero don Gaspar de la Fuente el 75 de<br />
octubre de 1609 y don Cristóbal de Torres en septiembre de 1644 después,<br />
renovando y confirmando mandatos de ‘policía y buen gobierno’, para el<br />
armónico desarrollo de la villa aquicalitense.<br />
“Los cruentos asaltos y depredaciones de los agresivos chichimecas bárbaros<br />
habían dejado larga sensación de terror durante medio siglo, hasta que la paz<br />
y la tranquilidad en los ánimos hicieron venturosas realidades y el sosiego<br />
llegó a todas las conciencias.<br />
“El 30 de noviembre de aquel mismo l629, el reverendo señor presbítero don<br />
Benito de la Canal y Lamadrid, se encargó de la feligresía lugareña como su<br />
Cura Párroco y fue a su señoría, a quien el ‘Cabildo, Justicia y Regimiento’ <strong>del</strong><br />
lugar le otorgó por merced, con toda probabilidad, toda la tierra de la cuadra<br />
frontera al costado sur de la primitiva y humilde capilla donde se desarrollaban<br />
los oficios divinos y que hoy ocupa nuestra Catedral.<br />
“No estaba diseñada todavía –extraña y censurable negligencia– la Plaza<br />
Mayor prescrita en los mandatos de la fundación y apenas el primitivo<br />
cementerio y a sus lindes el recién abierto camino carretero de ‘las Villas’<br />
serpenteaba de norte a sur, frontero a lo que fueran las casas de Montoro, el<br />
‘fuerte presidial’, la primera capilla religiosa y el estratégico terreno para que<br />
59
los ‘ministros <strong>del</strong> Señor’ edificaran su vivienda con los anexos necesarios. Es<br />
de creerse que el señor Párroco de la Canal y Lamadrid y sus inmediatos<br />
sucesores, fueron quienes abrieron los primitivos cimientos de la casa cural,<br />
dando por ello el nombre de ‘calle <strong>del</strong> Beneficiado’ –como llamaban<br />
originalmente al ‘pastor de almas’– al sitio de aquellos venerables varones que<br />
lo habitaron formando calle y morada que debió contar entre sus servicios con<br />
corral y caballerizas, para la guarda de acémilas y carruajes que sirviesen a los<br />
sacerdotes en sus frecuentes transportaciones en la entonces amplísima<br />
jurisdicción parroquial y aun desde las calles y barrios de la Villa en los<br />
menesteres <strong>del</strong> culto y la administración de sacramentos. La fracción poniente<br />
de aquel predio, fue a no dudarlo desde entonces, lo que llevó por título<br />
‘Mesón de Nuestro Amo’.<br />
“No fue sino hasta años después, a partir <strong>del</strong> 30 de enero de 1761, cuando el<br />
diligente y progresista señor Cura don Mateo José de Arteaga y Gallardo, con<br />
el espíritu de verdadero ‘constructor’ que lo caracterizaba, emprendió la obra<br />
de ampliación y reedificación de la Casa Cural, bajo normas de sobria dignidad<br />
y cuando emprendió también la construcción de lo que fue durante un siglo el<br />
llamado ‘Portal de Jesús’ (l762-1862), frontero a la plaza mayor y contiguo a la<br />
residencia parroquial hacia el oriente. Fue también, por años, cuando fue<br />
creada la sociedad o cofradía de los ‘Cocheros de Nuestro Amo’, formada por<br />
los mas linajudos y aristócratas caballeros, que servían como aurigas al<br />
Santísimo Sacramento, cuando de llevarlo se trataba, en la elegante carroza<br />
llamada ‘la Estufa’, a los agonizantes, a toque de sonora campanita que<br />
anunciaba el paso de su Divina Majestad por las calles de la Villa, precedido<br />
60
por la acostumbrada mesita cubierta por el manto donde estaba bordado el<br />
‘Agnus Dei’, nombre que en latín se daba al ‘Cordero de Dios’ y que podemos<br />
apreciar en las bellas estampas litográficas, que a colores, nos dejaron los<br />
artistas extranjeros que las vieron: el francés Carlos Nebel en l830 y el inglés<br />
Daniel Tomás Egerton en 1840, bajo los títulos iguales de El Paso <strong>del</strong> Viático y<br />
que hasta ahora constituyen las imágenes más antiguas que se conocen de<br />
nuestra ciudad, de las que hay bellas y coloridas reproducciones en sendos<br />
calendarios y mantelillos individuales y en numerosas copias.<br />
“Al sobrevenir la Reforma y sus leyes radicales, la propiedades eclesiásticas<br />
pasaron al dominio de la nación, facultada para adjudicarlas a denunciantes a<br />
cambio de una parte de sus valores reales. EI corralón o ‘Mesón de Nuestro<br />
Amo’, corrió tal suerte y como quienes lo habían denunciado, fueron dos<br />
funcionarios muy conocidos por sus ideas liberales, no cumplieron con las<br />
estipulaciones de la ley, el día 5 de noviembre de 1862, se remató en favor <strong>del</strong><br />
H. Ayuntamiento de esta capital, quien lo dedicó, primeramente como<br />
Alhóndiga, o sea mercado para granos y después como depósito o almacén<br />
para los mismos granos, a fin de regular los precios <strong>del</strong> maíz y <strong>del</strong> frijol<br />
principalmente, en tiempos de escasez y en beneficio de las clases<br />
menesterosas hasta que se presentó la conveniencia de usar este propicio<br />
espacio, en lugar <strong>del</strong> que hacía poco más de veinte años se había señalado en<br />
el fallido intento de edificar el Teatro de la ciudad en la esquina <strong>del</strong> jardín o<br />
plazuela de San Diego con la calle Morelos y se formalizó la donación por<br />
efecto, a la Compañía Constructora de este coliseo, bajo la honorabilísima<br />
iniciativa, vigilancia y presidencia, <strong>del</strong> por todos conceptos ilustre gobernante<br />
61
don Rafael Arellano y Ruiz Esparza de muy grata memoria.<br />
“Con apego a los planes y proyectos <strong>del</strong> Arquitecto don José Noriega,<br />
constructor de los teatros ‘La Paz’ de San Luis Potosí; ‘Manuel Doblado’ de<br />
León, Gto. y el ‘Juárez’ de la capital <strong>del</strong> mismo Estado, se iniciaron las obras<br />
de construcción de éste, nuestro evocador ‘Morelos el 31 de agosto de 1882 y<br />
concluyeron el 31 julio de 1885 en la forma y términos que detalladamente se<br />
refieren en la pulcra monografía que hemos redactado que pronto estará en<br />
circulación y cuya dirección en la parte de su impresión estuvo a cargo <strong>del</strong><br />
eminente director de edición don Gonzalo Andrade a quien rendimos cumplido<br />
reconocimiento por su labor de positivo mérito artístico, auspiciado por el señor<br />
Gobernador Landeros Gallegos, que no sabe medir sus entusiasmos y apoyos,<br />
cuando de impulsar la cultura se trata. Gracias a él, a don Rodolfo, tendremos<br />
esta espléndida imagen <strong>del</strong> historial de nuestro Coliseo.<br />
“Se llegó el tan ansiado día en que la comunidad lugareña habría de tener el<br />
esperado instrumento que haría latir desde entonces los corazones <strong>del</strong><br />
vecindario.<br />
El drama La Muerte Civil <strong>del</strong> autor italiano Paolo Giacometti, en su traducción<br />
al castellano por el español Calixto Buldón y Conde, fue la obra que inició en el<br />
amplio foro de este augusto y noble recinto, los millares de obras de muy<br />
diverso género y naturaleza, que habrían de hacer el <strong>del</strong>eite de un pueblo con<br />
atávicas carencias de este medio de sensibilidad y que con los años<br />
subsecuentes despertarían <strong>del</strong> secular letargo a las gentes de una ciudad con<br />
aspiraciones a saborear los medios de enaltecimiento en las costumbres, si<br />
bien en ocasiones, al correr de los tiempos, como espada de dos filos, suele<br />
62
también corromper, cuando se pierden dignidad y vergüenza, los objetivos de<br />
la función <strong>del</strong> arte y el sentido programático de elevar la personalidad <strong>del</strong><br />
hombre hasta convertirla en un factor en la creación y preservación de los más<br />
puros ideales.<br />
“Al discutido actor don Leopoldo Burón y a su digna compañera de actuación,<br />
la señora Baena fueron a quienes tocó la honrosa misión de iniciar la vida de<br />
este bienamado Teatro, mereciendo los más efusivos elogios, en las dos<br />
crónicas publicadas en el semanario oficial El Republicano y en la revista<br />
cultural El Instructor que traducen fielmente las emociones <strong>del</strong> momento.<br />
“Los palcos y plateas, proscenios y el lunetario todo de este noble recinto,<br />
darían verdadera fe de cuanto han visto en cien años justos, sobre la belleza,<br />
galanura, gentileza y virtudes <strong>del</strong> mujerío aguascalenteño de todos los tiempos<br />
hasta convertirlo en un abigarrado escaparate de la gracia y candor tan<br />
característicos de nuestras lindas paisanas, tan llenas de prendas morales que<br />
nos harían repetir para ellas, lo que dijo a la Patria el egregio poeta López<br />
Velarde, que tanto las conoció: ‘... Inaccesible al deshonor floreces...’.<br />
“Relicario de inquietudes y alcancía de ensueños, acuñó este ilustre foro en el<br />
pecho y en la mente <strong>del</strong> ávido concurso lugareño, haciéndolo vibrar con<br />
motivado impulso. Más de alguna vez contemplamos esas emociones, vimos<br />
rodar y enjugar lágrimas por albos pañuelos y escuchamos sonrisas discretas<br />
y francas carcajadas, al mágico influjo, estrujante o jubiloso de los irresistibles<br />
poderes <strong>del</strong> drama o la comedia.<br />
“Lástima grande que no hayan llegado a nosotros las reseñas que escribieron<br />
y publicaron aquellos afinados literatos que brillaron en el primer cuarto de<br />
63
siglo de la vida teatral <strong>del</strong> ‘Morelos’, como fueron los pulcros Jesús Díaz de<br />
León, Manuel Gómez Portugal, José Herrán, José Flores Vaca, Eduardo J.<br />
Correa, Enrique Fernández Ledesma y algunos otros que también, aunque en<br />
tono menor, comentaron con certeros juicios el discurrir de los primeros años,<br />
de la función de este preciado coliseo. Lo que dejaron dicho –hoy<br />
lamentablemente perdido en gran parte– y cuanto escribieron<br />
venturosamente, sería el más florido galardón; la corona de luz y de gloria para<br />
el entrañable escenario secular.<br />
“Dos meritísimos Maestros dejaron perdurable y benemérita semilla,<br />
sembrada en los anchurosos campos de la belleza: Antonio Leal y Romero, el<br />
fiel adalid de los autores clásicos, que nos permitió aplaudir el señorío de la<br />
expresión en aquella noble dama –maravillosa intérprete de Pemán en Noche<br />
de Levántate en Calma– a la que llamábamos con afectuosa confianza<br />
simplemente ‘Anola (Ana María Loyola Escobedo), y algo después a la grácil<br />
Angelita Chávez Valdepeña, que encarnó tantos y tan complicados personajes,<br />
despertando nuestra fervorosa admiración.<br />
“La otra personalidad impulsora de estos elevados afanes, ha sido el bien<br />
ponderado maestro don Jorge Papadimitriou Galván, a quien se deben<br />
continuadas disciplinas en el arraigo y florecimiento de las actividades <strong>del</strong> foro<br />
teatral, con su grupo denominado ‘Teatristas de Aguascalientes’, a quienes se<br />
consagran en la recién editada monografía, cumplidos y merecidos homenajes,<br />
que en estas palabras renovamos, encendiendo nuestro elogio con especial<br />
justicia, a los méritos de María Elena Cervantes y Salvador Samaniego, que<br />
han brillado con especiales fulgores en la escena de este viejo y ennoblecido<br />
64
edificio.<br />
“En un momento altamente propicio, el comprensivo Presidente de México,<br />
don Adolfo López Mateos, en vísperas <strong>del</strong> cincuentenario de la ‘Soberana<br />
Convención Revolucionaria’; en que dialogó la Revolución en imposible intento<br />
para lograr imponer la razón sobre la violencia, dijo el Primer Magistrado: ‘La<br />
Revolución está en deuda con Aguascalientes’, y liberal y magnánimo decretó<br />
un subsidio de millón y medio de pesos para que restaurara totalmente este<br />
Teatro Morelos, escenario de aquellas memorables jornadas de octubre y<br />
noviembre de 1914, y fue así, como se devolvió a este memorable edificio<br />
histórico su precioso y primitivo diseño y sus excepcionales cualidades<br />
acústicas que habían sido perdidas a causa de una equivocada e inútil<br />
ampliación que a la vez había mutilado su foro. Los destacados artífices de la<br />
brillante restauración, fueron los eminentes arquitectos don Roberto Álvarez<br />
Espinoza y don Francisco Aguayo Mora, que devolvieron al inmueble<br />
prestancia y señorío que hoy ostenta con orgullo.<br />
“Enmedio de este luminoso jubileo, se ilustra nuestro preclaro coliseo, con dos<br />
generosas dávivas, cual espléndidas ‘cuelgas’: don Rodolfo Landeros<br />
Gallegos, con esa afinada sensibilidad de hombre culto, celoso de los fueros<br />
<strong>del</strong> espíritu, como destacado periodista y talentoso gobernante ha querido<br />
prenderle un testimonio de emocionante cariño al mandarlo restaurar hasta<br />
dejarlo, como ‘tacita de China’, según la vieja y simpática locución familiar y ha<br />
ordenado la edificación de una espléndida monografía histórica, ya concluida<br />
bajo el celo vigilante <strong>del</strong> Sr. Andrade y que está por circular. En ella se<br />
consignan más amplias memorias de este recinto.<br />
65
“Concluyamos este reverente mensaje de persuadido amor hacia lo nuestro,<br />
para abrir nuevamente en pecho a la emoción <strong>del</strong> canto.<br />
“Hacemos votos porque las nuevas generaciones sucedáneas, porque las<br />
autoridades de los futuros tiempos sepan conservar con el más entrañable de<br />
los cariños, esta preciada joya que, cual buen vino, como la historia y la<br />
amistad, más se afinan mientras más envejecen, encorvadas de lauros, con la<br />
pátina de las edades, pero resplandecientes y despojadas de su lecho<br />
luminoso e ilustre de sus augustos méritos." 60 Hasta aquí las referencias de tan<br />
celebrado inmueble.<br />
El último número <strong>del</strong> año contiene otra nota biográfica sobre la profesora<br />
María <strong>del</strong> Carmen Ibarra. Después de hacer una descripción de su infancia y<br />
los principales estudios realizados, esboza su actividad profesional, indicando<br />
que también ella se vio afectada por la reforma al artículo tercero constitucional<br />
de 1934. En 1939 contrajo nupcias sin dejar de impartir cursos; pero a los 24<br />
años de matrimonio falleció su consorte por lo que se dedicó de manera<br />
íntegra a las actividades académicas. Colaboró en el colegio "Guadalupe<br />
Victoria", en la constitución <strong>del</strong> "Margil" y en la Escuela Normal y de<br />
Bachillerato <strong>del</strong> estado, de la que también fue directora, durante la<br />
administración gubernamental de Olivares Santana. En ese periodo se<br />
suprimió el ciclo de enseñanza secundaria por instrucciones de la SEP y se<br />
restableció el bachillerato de tres grados; además, promovió la creación de la<br />
carrera profesional de Maestra de Educación Preescolar. El escrito concluye<br />
60 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Centenario de un glorioso coliseo", en Aries, México, Aguascalientes,<br />
año IX, núm. 104, noviembre de 1985, pp. 6 y 9.<br />
66
haciendo una apología de las actividades de la profesora Ibarra. 61<br />
En la entrega de enero de 1986, continúa con las notas biográficas de<br />
profesoras de la Escuela Normal. Bajo el título "Conocí a Conchita Maldonado",<br />
transcribe un texto que la profesora Rosa Maria Ibarra y de Álvarez elaboró<br />
sobre la maestra Maldonado, con referencias de su padre el doctor Juan Ibarra<br />
Zepeda, quien fue su discípulo, y de la que dice don Alejandro que "la cultura<br />
aguascalentense debió muy destacados servicios." De ella se transcriben<br />
algunas notas biográficas y anecdóticas que concluyen con la aseveración<br />
"Conocí a Conchita Maldonado a través de mi padre." 62<br />
La medicina es otro de los temas que ha ocupado la atención de Alejandro<br />
Topete, pero son tan diversos los caminos de la medicina, que es necesario<br />
reflexionar sobre la que practican los yerberos. De inicio menciona que en<br />
Europa ha existido gran interés por la medicina indígena, basada en las<br />
yerbas, las que se conocen desde antes de la llegada de los españoles. El<br />
conocimiento de las formas de preservación de la salud ha sido de gran<br />
interés, por lo que, para su entendimiento, se debe recurrir a los yerberos que<br />
han obtenido diversos productos y se diferencian de los boticarios "marrulleros"<br />
que administran cualquier medicamento con nombres poco comunes. Los<br />
yerberos pueden ser localizados en "tianguis" y mercados populares y<br />
suministran, por unos cuantos centavos, la atención a los desheredados. De<br />
los mercados de Aguascalientes, don Alejandro refiere los "arsenales<br />
curativos" de doña Gabriela Alvarado, doña María Guadalupe Capuya Sierra y<br />
61 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Profa. Ma. <strong>del</strong> Carmen Ibarra de Briceño,"en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año IX, núm. 105, diciembre de 1985, p. 6.<br />
62 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Conocí a Conchita Maldonado", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />
X, núm. 106, enero de 1986, p. 9.<br />
67
don Jesús Hernández, apóstoles de vegetarianos menjurjes, de yerbas<br />
"montecinas" que, "por lo singular de su fantástica y maravillosa nomenclatura,<br />
digna de ser catalogada y consignada en las más puntuales crónicas <strong>del</strong><br />
folklore mexicano." 63<br />
Sobre el Teatro Morelos, son diversos los aspectos que pueden abordarse.<br />
Cuando ya estaba por editarse el libro referido al mismo, que describiremos<br />
más a<strong>del</strong>ante, se publica un escrito en el que inicialmente, con su eventual<br />
expresión poética, refiere las distintas manifestaciones emotivas que ha<br />
provocado en los asistentes a esas instalaciones la multitud de variadas<br />
representaciones. Luego de lamentar el no disponer de los escritos que sobre<br />
el mismo hicieron los literatos <strong>del</strong> primer cuarto de siglo, resalta las<br />
participaciones de Antonio Leal y Romero, Ana María Loyola Escobedo<br />
(ANOLA), Angelita Chávez Valdepeña, Jorge Papadimitriou Galván y su grupo<br />
"Teatristas de Aguascalientes".<br />
En seguida explica que, en vísperas <strong>del</strong> cincuentenario de la "Soberana<br />
Convención Revolucionaria", el entonces presidente Adolfo López Mateos<br />
decretó un subsidio para la restauración total <strong>del</strong> Teatro Morelos, que se llevó a<br />
cabo, y además se elaboró un libro finamente editado sobre su historia.<br />
Concluye esas notas con el siguiente párrafo, que ya habíamos mencionado:<br />
"Hacemos votos porque las nuevas generaciones sucedáneas, porque las<br />
autoridades de los futuros tiempos, sepan conservar con el más entrañable de<br />
los cariños, esta preciada joya que, cual buen vino, como la historia y la<br />
63 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Los yerberos, médicos <strong>del</strong> pueblo", en Aries, México, Aguascalientes,<br />
año IX, núm. 109, abril de 1986, p. 6. También se publicó en el número 212 de diciembre de 1994, p.<br />
10.<br />
68
amistad, más se afinan mientras más se envejecen, encorvadas de los lauros,<br />
con la pátina de las edades, pero resplandecientes y despojadas en su lecho<br />
luminoso e ilustre de sus augustos méritos." 64<br />
Con el título "Opulencia de otros tiempos", el maestro Topete reproduce un<br />
acontecimiento social, motivado por la celebración de una primera comunión.<br />
Su relevancia radica en que "la respetable concurrencia [...] que en conjunto<br />
lucía un inaudito cúmulo de alhajas que se antoja como un cuento desprendido<br />
de Las Mil y una Noches, por la opulencia de los tesoros que se reseñan en la<br />
crónica publicada en el número <strong>del</strong> periódico La Opinión, dirigida por D. José<br />
Aguilar Reyes, en su edición correspondiente al domingo 30 de junio de 1935...<br />
“El escrito de la ‘Nena’ Serrano, detalla las vestimentas y joyas que<br />
caracterizaron a los asistentes a dicho evento, prototipos de la aristocracia<br />
local.” 65<br />
Así como el pueblo de San Marcos abastecía de hortalizas y legumbres a la<br />
villa de Aguascalientes, el Barrio de Triana lo hacía con las frutas, como<br />
duraznos, chabacanos, membrillos y uvas, pero eso se fue acabando, por lo<br />
que don Alejandro reproduce un padrón incompleto <strong>del</strong> último censo que se<br />
realizó en 1896, en el Barrio, cuando todavía existían algunas huertas. 66<br />
Uno de los apellidos de mayor abolengo en la entidad es el de "Romo", y<br />
tomando datos <strong>del</strong> genealogista don Juan de Mendoza, busca su origen en<br />
64 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Algo más respecto al Teatro Morelos", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año IX, núm. 110, mayo de 1986, p. 6. También se reproduce en el número 188 de<br />
diciembre de 1992, p. 10.<br />
65 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Opulencia de otros tiempos", en Aries, México, Aguascalientes, año X,<br />
núm. 111, junio de 1986, p. 6.<br />
66 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Las huertas de Triana", en Aries, México, Aguascalientes, año X, núm.<br />
112, julio de 1986, p. 6.<br />
69
España y hace el seguimiento de algunas personas hasta su llegada a tierras<br />
de la Nueva España y establecimiento en México hacia 1880. 67<br />
La presencia <strong>del</strong> ministro plenipotenciario norteamericano Joel Roberts<br />
Poinsset en nuestro país y las hábiles maniobras diplomáticas de Lucas<br />
Alamán para nulificar sus acciones, también forman parte de las reflexiones <strong>del</strong><br />
maestro Topete y nos refiere algunos momentos de la relación México-Estados<br />
Unidos, entre las que se incluye la pérdida de parte <strong>del</strong> territorio nacional, la<br />
política <strong>del</strong> "Destino Manifiesto" y las relaciones en el periodo porfirista,<br />
haciendo especial énfasis en las construcciones de las líneas ferrocarrileras y<br />
su paso por Aguascalientes. 68<br />
En el mes de octubre evoca el descubrimiento de América, lo cual constituye,<br />
según Topete <strong>del</strong> Valle, "La empresa náutica mas grande y extraordinaria de<br />
todos los tiempos." Pero como su objetivo es determinar la genética <strong>del</strong><br />
descubrimiento, indica que los astrónomos, geógrafos, matemáticos y filósofos<br />
griegos contribuyeron a sentar bases que posteriormente Ptolomeo y Estrabón<br />
sistematizaron en la geografia. Para fundamentar esas afirmaciones, refiere<br />
textos como los de Jones: El primer descubrimiento de América, el artículo de<br />
Fleming "¿Realmente quién descubrió América?", y de Gordon: Antes de<br />
Colón, donde destacan las exploraciones vikingas. Además, expone el<br />
desarrollo de la marinería, el valor de la brújula y los viajes de Marco Polo<br />
como antecedentes inmediatos, y menciona la atracción que ejercían en<br />
Europa los productos de la India. Esas razones económicas y las incursiones<br />
67 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "‘Romo’ Antiquísima familia de Aguascalientes", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año X, núm. 113, agosto de 1986, p. 6.<br />
68 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Dolorosas pérdidas y uniones felices", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año X, núm. 114, septiembre de 1986, p. 6.<br />
70
de los españoles y portugueses para trascender los mares fueron<br />
determinantes para lograr tan trascendente evento. 69<br />
Con motivo de la inauguración <strong>del</strong> Archivo Histórico <strong>del</strong> estado, el maestro<br />
Topete hace algunas reflexiones, de las cuales caben resaltarse algunos<br />
párrafos: "La historia de los archivos nacionales, especialmente los oficiales,<br />
han sido, en muchas ocasiones, una historia trágica.<br />
“Víctimas inocentes de los movimientos armados, sus insospechados tesoros<br />
documentales, han pagado precios y culpas, que jamás debieron.<br />
“Acreedores al respeto, al amor, a la veneración y a las más altas<br />
consideraciones, las experiencias de los pueblos, las realidades de sus vidas<br />
en sus diferentes órdenes, han sido mutiladas sin que hubiera medios de<br />
preservarlas como patrimonio común, en medio de los vendavales que han<br />
azotado a las conciencias públicas.<br />
“La creación de un archivo, específicamente histórico es una salvaguarda para<br />
su defensa, eficazmente planeada, ya que toda facción beligerante habrá de<br />
guardar respeto ante la naturaleza de tan preciados testimonios documentales.<br />
CLÍO, la noble y sugerente musa, habrá de amparar y proteger, con los<br />
sortilegios y milagros de sus atributos, los gérmenes de inspiración de nuestra<br />
propia esencia y las formas de vida, en el adjetivo de su función,<br />
comportamiento y desarrollo, de las comunidades humanas en su devenir<br />
trascendental [...] El futuro para atisbar nuestro oscuro pasado, es promisorio<br />
gracias a este instrumento que marcará el compás de nuestras vidas para<br />
prever las rutas a seguir, desmenuzando las dolorosas o felices experiencias<br />
69 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Colón y la América", en Aries, México, Aguascalientes, año X, núm.<br />
115, octubre de 1986. p. 6.<br />
71
que han dado rumbo y sentido al vivir mexicano y regional, al conjugar, en<br />
razonado análisis, venturas y tragedias, que sirvan como fórmulas hacia el<br />
encuentro de nuevos albores, en los futuros despertares de la comunidad y<br />
destinos de nuestros pueblos [...] Aguascalientes podrá ufanarse de tener para<br />
lo sucesivo, en este centro de investigaciones, la fuente que, al estudiar el<br />
pasado, puede servir al presente y lograr previsiones con rumbo al futuro." 70<br />
La narración de un acontecimiento que cimbró, como era propio de la época, a<br />
la ciudad de Aguascalientes, fue el intento de un grupo rebelde de tendencia<br />
<strong>del</strong>ahuertista por tomar el cuartel "Francisco Z. Mena", el 3 de enero de 1926,<br />
resguardado por el 51 batallón de línea. Con ciertos detalles, describe pasajes<br />
de ese acontecimiento, sofocado por el teniente coronel <strong>del</strong> Estado Mayor José<br />
Mendívil, quien mandó matar tanto al dirigente de la asonada como a los que<br />
se encontraban heridos. Finalmente, dice que el entonces subsecretario de<br />
Guerra llegó algunos días después, para imponer condecoraciones a los<br />
defensores <strong>del</strong> cuartel. 71<br />
Otro acontecimiento que reseña el maestro Topete, con cierta amplitud, y<br />
directamente relacionado con un párrafo de su escrito antes expuesto sobre<br />
"Las fiestas de San Marcos en 1915", es la muerte <strong>del</strong> cura Triana. Narra que<br />
hubo muchos rumores en el sentido de que Martín Triana, general obregonista,<br />
le había aconsejado a su sobrino Dionisio, general brigadier villista, que dejara<br />
ese bando y se pasara a las filas de Carranza. Villa no dio importancia a los<br />
70 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "El Archivo Histórico <strong>del</strong> estado. Instrumento de cultura", en Aries,<br />
México, Aguascalientes, año X, núm. 116, noviembre de 1986, p. 6.<br />
71 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Asalto al cuartel Francisco Z. Mena", en Aries, México, Aguascalientes,<br />
año X, núm. 119, febrero de 1987, p. 6. Se reproduce de igual manera en el número 213 de enero de<br />
1995, p. 10.<br />
.<br />
72
umores, pero cuenta que sus generales le insistieron en que debía de tomar<br />
medidas para evitar riesgos, por lo que le retiraron las tropas y se le sugirió<br />
trasladarse a Chihuahua, a lo que se negó y pidió que lo enviase a Estados<br />
Unidos; por desobediencia, se le puso bajo arresto; sin embargo, las insidias<br />
de los generales continuaron y pidieron que fuera sentenciado a muerte, a lo<br />
que accedió Villa y le encomendó a Juan B. Vargas realizar esa tarea. El otrora<br />
cura Triana le dejó a Villa unos anillos de valor y una nota en la que decía:<br />
"Igual es morir que vivir, pero me alegro de irme a otro mundo donde tal vez no<br />
encuentre verdugos ni tiranos". Por esta referencia y por su actitud al dirigir su<br />
fusilamiento, se supo que habían cometido una injusticia en el fusilamiento <strong>del</strong><br />
general Dionisio Triana 72<br />
La ropa tradicional es una de las características de nuestra cultura, y los<br />
huicholes son un pueblo que, como dice don Alejandro, "acostumbran bordar y<br />
entretejer la historia, la tradición y las costumbres". En "Bordando ensueños",<br />
la rigurosidad <strong>del</strong> historiador da paso a la expresión coloquial, con su discurso<br />
poético-literario que pensamos necesario reproducir: "En mantos, en fajas, en<br />
huipiles, han dejado testimonios de su vida. ‘La mujer borda como tú hablas',<br />
suelen decir.<br />
“¿Podríamos nosotros dejar palpitantes en nuestros lienzos artesanales, en<br />
nuestra indumentaria típica, alaridos de amor hacia la tierra y el pulso <strong>del</strong> alma<br />
aguascalenteño?<br />
“Qué más desearíamos que en los trozos de los lienzos que nos cobijan<br />
72 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La muerte <strong>del</strong> general Dionisio Triana", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año X, núms. 120 y 121, marzo y abril de 1987, p. 6. Otra copia similar se encuentra en<br />
los números 180 a 182 de abril a junio de 1992, p. 10, y en 214 y 215 de febrero y marzo de 1995, p. 10.<br />
73
fuesen grabadas las ardientes proclamas <strong>del</strong> sentimiento humano que se<br />
proyecta por exaltar a la provincia amada.<br />
“Que el túnico fuese un poema que al estilo lopezvelardiano, se ostentara<br />
como bandera sentimental.<br />
“Manos y dedos, en trance de pulcritud infinita, han ido destilando flores y<br />
estrellas, giros y figuras simbólicas sobre telas, en alardes creadores de<br />
imágenes y figuras. Hay bordados que parecen un éxtasis salidos de<br />
situaciones de ensueño.<br />
“Plasmar en un tejido, en un bordado, un pedazo <strong>del</strong> suelo aguascalentense y<br />
en él, el alma de su pueblo parece como si fuera una meta asequible. El rango<br />
de la artesanía se eleva, cuando se crea en la obra, un estado de conciencia.<br />
“Hay labores que tienen jerarquías y el bordado y el tejido artesanales entran<br />
en esas categorías y la grácil figura cobra animación en un canevá de figuras<br />
idealizadas. Los pueblos bordan, los sueños de las mujeres.<br />
“Tal vez el alarife que proyectó la balaustrada de San Marcos, diseñó la viñeta<br />
con motivos arrancados a una cenefa, creada por alguna costurera o<br />
bordadora de ilusiones, en algún deshilado, logrado en momentos de un<br />
trance.<br />
“Parece como si los estilos ornamentales <strong>del</strong> barroco, el plateresco y hasta el<br />
exuberante churriguera, se hubiesen volcado en el lino, en la manta o en el<br />
calicot, para exonerar las faldas y corpiños, los chales y bufandas que en<br />
cobijo amoroso arropan la elegancia de cuellos y la finura de semblantes de las<br />
lindas mujeres de estas tierras.<br />
“Hay intenciones, que parecen un sueño. Propósitos que se diluyen en la<br />
74
forma y sentido de la plástica.<br />
“Atrapar el espíritu de la esencia y el paisaje, es el móvil de este esfuerzo.<br />
“De esta diligencia que ambiciona plasmar el horizonte, la gente, el quehacer<br />
cotidiano de Aguascalientes.<br />
“En esta indumentaria que pretende sintetizar el impulso emotivo de nuestro<br />
medio ambiente, para ofrecerlo como cariñoso homenaje a nuestro primoroso<br />
mujerío de la provincia amada para exornar sus gracias.<br />
“La imagen de las cosas, se pretende hermanar con los sentimientos, para<br />
dar la categoría que los símbolos les prestan.<br />
“En esta tierra, estéticamente privilegiada, se borda con los impulsos de la<br />
emoción. Por ello no será extraño que ahí aparezcan en ordenada presencia y<br />
dibujados por los hilos de nuestros de nuestras bordadoras, tipos de nuestra<br />
entraña solariega, como el alfarero de los corralones obrajeros <strong>del</strong> ‘Caballo<br />
Blanco’; el huarachero <strong>del</strong> antiguo callejón de las ‘Tunas Peladas’; la<br />
bordadora misma; un traje para rielera que proclame excelencias <strong>del</strong> Ferrocarril<br />
Central; motivos florales <strong>del</strong> barrio trianero; el señorío barroco de nuestra<br />
Catedral; el evocador Templo de San Marcos; el ‘Paso <strong>del</strong> Viático’ que vieran<br />
los ojos impenitentes <strong>del</strong> pintor Egerton en 1840; la característica Estación de<br />
los Ferrocarriles y en fin, una estampa sanmarqueña que con la emotiva<br />
balaustrada de nuestro parque florido, aprisiona en sus bordados a máquina y<br />
sus deshilados a mano las tradicionales peleas de gallos de las ferias y el<br />
característico cultivo de nuestras vides; suma y compendio, todo esto, <strong>del</strong><br />
complejo vital de nuestro suelo, en lo que Fernández Ledesma llamó ‘aguas<br />
brotantes’, aguas nacientes, aguas calientes’... y que los temas frutícolas y los<br />
75
motivos peculiares de nuestra ecología, surjan de la aguja, de un gancho, de<br />
una máquina, como ofrenda al pasado, al presente, al porvenir, de una<br />
comunidad humana que propone diluirse en los afanes de superación ideal y<br />
material.<br />
“Las mágicas agujas y los hilos de maravilla, van plasmando el compás <strong>del</strong><br />
latido cordial y la emocionada filigrana, de los temblores anímicos que<br />
impulsan el dedal de estas creadoras de belleza.<br />
“Que las generaciones futuras que tan hábiles artistas han bordado –hombres<br />
y mujeres– continúen con el amoroso apego a las habilidades ya tradicionales,<br />
tales son nuestros votos, configurando la imagen ideal de pueblo y gente, y<br />
plasmen el espíritu físico y social, económico y sentimental, con los<br />
emocionados hilos y el alucinado colorido, de estas tierras de Dios." 73<br />
Con motivo de la celebración de las Jornadas en Honor de Saturnino Herrán,<br />
convocadas por el Instituto Cultural de Aguascalientes, y bajo el título "Herrán:<br />
la brevedad de una vida fecunda", el maestro Topete presenta un escrito<br />
donde hace un breve pero esencial repaso <strong>del</strong> ascendiente de este célebre<br />
pintor. Se remonta a la raíces familiares y su punto de partida es la descripción<br />
genealógica <strong>del</strong> apellido, cuyo origen vasco es traído por el abuelo a Fresnillo,<br />
donde nace su progenitor; luego de hacer algunas expresiones apologéticas de<br />
sus actividades y referirnos el matrimonio y defunción de su padre, alude al<br />
nacimiento <strong>del</strong> célebre pintor en suelo aguascalentense.<br />
La referencia a su infancia y adolescencia y la influencia escolar de Eugenio<br />
73 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Bordando ensueños", en Aries, México, Aguascalientes, año XI,<br />
núm. 122, mayo de 1987, p. 5. También se reproduce en el número 135 de junio <strong>del</strong> siguiente año; y en<br />
la revista Exedra. Dirección de Comunicación Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1<br />
núm. 6, agosto de 1993, pp. 16 y 17.<br />
76
Alcalá Mancilla y pictórica de José I. Tovilla y de Severo Amador, cada uno en<br />
su diferente aportación, indica el camino al que se orientó Saturnino. Luego <strong>del</strong><br />
fallecimiento de su padre, cuando contaba con quince años de edad, se<br />
trasladó a la capital de la República para continuar sus estudios y prácticas<br />
bajo la tutela de Fabrés y Guedovius; ahí logró su consolidación artística, con<br />
lo que se incorporó a los valores de su época.<br />
Breves referencias a su matrimonio y el deceso de su madre son<br />
considerados como desazones en su vida, pero le sirven para exaltar las<br />
virtudes de (reproduciendo la frase de Toussaint), "El más mexicano de los<br />
pintores y el más pintor de los mexicanos". El escrito concluye enunciando que<br />
son vastos y diversos los trabajos sobre Saturnino Herrán, pero aún se<br />
esperan más para rendirle homenaje al celebre personaje. 74<br />
Los orígenes de Aguascalientes se pueden describir de múltiples maneras;<br />
don Alejandro narra una de ellas y nos dice que en la época más antigua, la<br />
región estaba ocupada por grupos indígenas, de filiación étnica y lingüística<br />
otomí, pero ahí confluyeron diversos grupos salvajes conocidos genéricamente<br />
como chichimecos, que significa "bárbaros". El primer embrión urbanístico de<br />
la ciudad fue un fuerte o presidio para dar seguridad a los viandantes y<br />
alojamiento de las tropas que los defendían de los ataques de los chichimecas.<br />
La fundación legal de la Villa de la Asunción de las Aguas Calientes fue el 22<br />
de octubre de 1575, con la autorización por la Real Cédula que en nombre de<br />
Felipe <strong>II</strong> dio el presidente de la Real Audiencia y Cancillería de Guadalajara y<br />
gobernador <strong>del</strong> Reino de Nueva Galicia, don Gerónimo de Orozco. En<br />
74 Topete <strong>del</strong> Vale, Alejandro. "Herrán: la brevedad de una fecunda vida," en Aries. México,<br />
Aguascalientes, año XI, núms. 124 y 125, julio y agosto de 1987, pp. 5 y 12.<br />
77
diciembre de 1786 se reorganizó la Nueva España en doce grandes<br />
intendencias que contenían sub<strong>del</strong>egaciones, quedando Aguascalientes como<br />
una de ellas. El 24 de abril de 1789, la Junta Superior de Real Hacienda de la<br />
ciudad de México acordó que Aguascalientes y Juchipila pasaran a depender<br />
de la intendencia de Zacatecas, quitándosela a la de Guadalajara.<br />
El 22 de septiembre de 1824, el Congreso <strong>del</strong> estado de Zacatecas le expidió<br />
a Aguascalientes la categoría política de Ciudad, y con apoyo de Santana, se<br />
separó e independizó de esa intendencia erigiéndose en territorio federal, por<br />
decreto <strong>del</strong> Congreso de la Unión <strong>del</strong> 23 de mayo de 1835.<br />
El 30 de diciembre de 1836, en el régimen centralista, se le elevó al rango de<br />
departamento, pero con el restablecimiento de la República federal por decreto<br />
<strong>del</strong> 22 de agosto de 1846, pasó a ser un estado libre y soberano. Con el Acta<br />
de reformas de mayo de 1847 se suprimió el nombre de Aguascalientes como<br />
estado de la federación, quedando como partido político de Zacatecas, pero<br />
con el apoyo de todos los estados, Aguascalientes readquirió su rango de<br />
estado libre y soberano el 10 de noviembre de 1853. Esta condición se<br />
mantuvo en las subsiguientes constituciones de 1857 y 1917. 75<br />
El recuerdo de Ramón López Velarde también es motivo para que Alejandro<br />
Topete haga una "Pequeña laudanza al cantor más genial de la provincia",<br />
donde la exaltación de las virtudes es reconocida en toda su dimensión por los<br />
estudios que sobre su persona han hecho célebres escritores. No obstante,<br />
señala que "La trayectoria en la vida y en la obra <strong>del</strong> prócer vate jerezano, se<br />
ha contemplado generalmente en los albores de su niñez, en el amado suelo<br />
75 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Breve reseña histórica de Aguascalientes", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año XI, núm. 127, septiembre de 1987, pp. 5 y 12.<br />
78
zacatecano de su entrañable Jerez, y en su etapa madura, en el agitado medio<br />
capitalino, pero creemos que su adolescencia y primera juventud en<br />
Aguascalientes y los umbrales de su maciza hombría ya en San Luis Potosí, ya<br />
cuajados en el sentido de las responsabilidades humanas, guardan y ofrecen<br />
todavía numerosos filones para espigar en esta vida tan rica en facetas<br />
anímicas y tan fecunda en realizaciones estéticas, cuando asomaban las<br />
incipientes y palpitantes emociones <strong>del</strong> genio, si bien escondidas en tímidos<br />
balbuceos de su bien orientada sensibilidad en las maneras de captar y de<br />
atrapar mundos metafísicos, hasta convertirse en gran señor en el arte sublime<br />
de la palabra escrita." 76<br />
Concluye el escrito con una exhortación diciendo que "Cuanto esfuerzo se<br />
realice por contribuir a llenar estos huecos y a cubrir tales lagunas en una vida<br />
prominente y generosa, aunque sea sin mayores alardes en materia de<br />
capacidades, de seguro deberá ser acogido con benigno beneplácito, en forma<br />
benévola, por la intención que guíe esos pasos. A contribuir en tales y<br />
modestas formas, estarán consagradas nuestras pobres palabras." 77<br />
En noviembre se festeja a los difuntos y, con ese motivo, el maestro Topete<br />
dice que en la ideología mexicana se encuentra la propensión a jugar con la<br />
muerte. Luego de referir la obra de Posadas, hace una descripción de la<br />
tradición en una familia para elaborar juguetes y piezas artesanales con alusión<br />
a la muerte. No son soslayados los cánticos y versos que persiguen un fin<br />
similar. 78<br />
76 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Pequeña laudanza al cantor más genial de la provincia", en Aries,<br />
México, Aguascalientes, año XI, núm.127, octubre de 1987, p.5.<br />
77 Ibidem. p. 5.<br />
78 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Artesanía de la muerte", en Aries, México, Aguascalientes, año XI,<br />
núm. 128, noviembre de 1987, p. 6.<br />
79
El Gobierno de Aguascalientes le rindió un homenaje a uno de sus hijos<br />
pródigos, Antonio Acevedo Escobedo, quién dejó un gran legado para su tierra<br />
natal. El profesor Topete afirma que "Mucho se ha comentado sobre la vida y<br />
obra de ANTONIO ACEVEDO ESCOBEDO, pero hay todavía numerosos atisbos que<br />
permanecen en silencio, cuando no ignorados, en torno a la brillante<br />
personalidad de aquel que a base de esfuerzos logró superarse en las diarias<br />
porfías por alcanzar las envidiables metas de sus bien ganados prestigios." 79<br />
En seguida hace una descripción histórica de la relación que llevaron a lo<br />
largo de muchos años, además de ofrecer algunas notas biográficas y<br />
comparaciones con otros célebres personajes de las letras hidrocálidas.<br />
Otras aportaciones a la historia de Aguascalientes aparecen en los dos<br />
escritos subsiguientes. Uno se refiere al comportamiento de Nuño Beltrán de<br />
Guzmán, quien es considerado como desleal a la confianza de los reyes de<br />
España, por un abuso cometido contra los indios de Michoacán y la entonces<br />
Nueva Galicia, donde por 1530 cometió diversas tropelías. Luego refiere la<br />
leyenda de las amazonas, inventada por los purépechas, y la expedición de<br />
Paramildez a Zacatecas para encontrarlas; se dice que pasaron por alguna<br />
parte <strong>del</strong> ahora suelo aguascalentense, pero concluye que fueron tres los<br />
aspectos principales utilizados para los descubrimientos y conquistas, a saber:<br />
"El primero, el más grave, peligroso y a la vez lento y retrasado, fue el de la<br />
violencia, <strong>del</strong> cual fueron responsables los mismos conquistadores, a causa de<br />
los métodos empleados en sus primeros contactos con los pueblos<br />
79 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "El gobierno <strong>del</strong> Ing. Miguel Ángel Barberena rindió homenaje a don<br />
Antonio Acevedo Escobedo (Reproducimos el interesante trabajo que el profesor Alejandro Topete<br />
<strong>del</strong> Valle presentó en dicho homenaje)", en Aries, México, Aguascalientes, año XI, núm. 131, febrero de<br />
1988, p. 12.<br />
80
aborígenes. “El medro, la insaciable codicia, los abusos en materia de poder y<br />
la festinación para desarraigar de cuajo creencias religiosas, fueron los motivos<br />
principales de las tremendas rebeliones –especialmente de los pueblos<br />
chichimecas <strong>del</strong> Altiplano– los más castigados por la crueldad de<br />
procedimientos.<br />
“El segundo, la conquista espiritual, especialmente confiada a los abnegados y<br />
humanitarios frailes <strong>del</strong> clero regular, particularmente franciscanos y agustinos,<br />
que trataron con verdadero fervor de realizar la conversión de infieles por<br />
medios persuasivos y con la ofrenda de sus vidas en numerosos casos, a la<br />
vez que también se convirtieron en defensores <strong>del</strong> indio, en elevada<br />
proporción, para defenderlo de los desmanes y crueldades de la insaciable<br />
avidez de aquellos castellanos que no supieron honrar los prestigios de su<br />
raza, de su patria y en buena parte de sus monarcas.<br />
“El tercero de los medios, los pródigos repartos de territorios, mediante<br />
excesivas ‘mercedes’ que sin limitaciones de extensión precisa y real, se<br />
otorgaron a ‘indiscreción’, entre quienes valerosamente se atrevieron a ir<br />
poblando paulatinamente, de sur a norte, entre San Miguel el Grande y<br />
Zacatecas, los bienes realengos, a partir <strong>del</strong> año 1543, inmediatamente<br />
después de la gran derrota chichimeca, que el virrey Antonio de Mendoza y el<br />
gobernador Neo-Gálica Cristóbal de Oñate, en el "peñol de Juchipila", en<br />
precaria pacificación, que retornó más tarde en los años 1551, 1561, 1582, y<br />
1591, cada 10 años". 80<br />
80 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Pequeña visión histórica de Aguascalientes," en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año XI, núm. 132, marzo de 1988, p.7. También se reproduce el escrito en el núm. 198 de<br />
octubre de 1993, p. 10.<br />
81
Con un título similar en la siguiente entrega, el maestro Topete se remonta<br />
hasta los orígenes más antiguos de la formación <strong>del</strong> terruño y es lo que se<br />
presenta en este escrito. Afirma que, en orden de fundación, primero fue<br />
Nochistlán, Zacatecas, antes <strong>del</strong> descubrimiento y conquista; luego, el hijo <strong>del</strong><br />
cacique fundó Teocaltiche, Jalisco, y de ese poblado salió en 1562 don<br />
Hernando Martell a combatir a los chichimecas que se encontraban en la zona;<br />
como resultado nació la Villa de Santa María de los Lagos, Jalisco. De ese sitio<br />
llegaron al altiplano <strong>del</strong> Valle de los Romeros, donde se abrieron los cimientos<br />
de la Villa de nuestra Señora de la Asunción, que fue legalizada<br />
posteriormente. En 1570, se construyó una fortaleza o presidio para que se<br />
alojaran los relevos que cuidaban a los viajeros entre Lagos, Aguascalientes y<br />
Zacatecas. Luego da los nombres de quienes colaboraron en la fundación y las<br />
diversas nominaciones que tuvo hasta que el decreto nacional de 1853 le dio<br />
su actual condición. 81<br />
También como producto de un homenaje <strong>del</strong> gobierno estatal a Ezequiel<br />
Adeodato Chávez, el profesor Topete hace una remembranza de la familia<br />
cuyo pilar fue Ignacio Toribio Chávez, "Patriarca de la cultura lugareña". Luego<br />
aporta algunos atisbos sobre la personalidad intelectual de este personaje y<br />
cómo, a través de sus obras, se fue aproximando a su producción bibliográfica<br />
y tuvo una relación personal con él. 82<br />
81 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Pequeña visión histórica de Aguascalientes", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, México, año XI, núm. 133, abril de 1988, p.5. El mismo artículo aparece con el título<br />
"Síntesis histórica de Aguascalientes”. (También tiene una escala genealógica), año X<strong>II</strong>, núm. 142,<br />
febrero de 1989, p.10.<br />
82 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro "Discurso <strong>del</strong> ayer con vigencia de hoy. Don Ezequiel A. Chávez".<br />
Expuesta en dos partes, y la segunda, en vez de "Discurso" se titula "Crónica <strong>del</strong> ayer con vigencia de<br />
hoy. Don Ezequiel A. Chávez", en Aries, México, Aguascalientes, año XI, núms. 136 y 137, julio y agosto<br />
de 1988, pp. 7 y 9, respectivamente.<br />
82
Una nota periodística de un diario capitalino trae recuerdos al maestro Topete<br />
sobre su estancia en la ciudad de México, durante algunos años en que trabajó<br />
para entidades gubernamentales federales, y resalta que el 14 de enero de<br />
1939 se reunió con algunos coterráneos para formar el "Círculo<br />
Aguascalentense de México", presidido por Enrique Fernández Ledesma, a la<br />
sazón director de la Biblioteca Nacional, y a la que asistieron dieciocho<br />
personas, a las que enumera, además de hacer una somera descripción de la<br />
reunión. 83<br />
La primera revista <strong>del</strong> año de 1989 la inicia con un recuerdo de Posada en el<br />
75 aniversario de su fallecimiento. Nos cuenta que el reconocimiento a las<br />
artes populares nacionales no era común en esa época, dominada por lo que<br />
"pudiéramos llamar ‘extranjerismo’.” Luego de hacer un recordatorio de cómo<br />
las obras de Posada han alcanzado un reconocimiento y cotización<br />
internacional, señala que cada vez que se acerca un aniversario <strong>del</strong> ilustre<br />
aguascalenteño, busca nueva información que colabore a enriquecer su<br />
biografía y aportación cultural. Por ello sugiere que se continúe trabajando<br />
sobre esta tarea ya que, "Para una personalidad, de la estatura extraordinaria<br />
de José Guadalupe Posada, es indispensable agotar las fuentes de<br />
información todavía disponibles, aunque tengamos que cometer indiscreciones,<br />
invadiendo vidas privadas, para conocer intimidades sin las cuales no<br />
podríamos explicarnos los perfiles anímicos y comportamientos sociales, <strong>del</strong><br />
sujeto de estudio. Tal es el caso para averiguar la llegada a este mundo, <strong>del</strong><br />
hijo natural que concibió el artista, en los naturales impulsos de todo hombre<br />
83 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Fieles a la provincia, leales a la amistad", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año XI, núm. 138, octubre de 1988, p. 6.<br />
83
por proyectarse en otra dimensión. ¡Hay que contemplar la imagen orgullosa<br />
en su justa satisfacción, donde aliñado el buen don Lupe, en impecable traje<br />
negro, ‘cuello de palomita’, botines de ‘buldog’ bien lustrados, bien peinado y<br />
rasurado y con sombrero de bola o ‘bombín’, se hizo retratar, irradiando<br />
alegría, en compañía de su vástago!<br />
“¿Cómo se llamaba el muchacho? ¿Con quién lo hubo? ¿Cuándo y en dónde<br />
nació? ¿Quién fue la protagonista <strong>del</strong> idilio y cuáles sus características?<br />
¿Cómo y donde concluyeron los infieles devaneos? Y aquél entrañable retoño,<br />
¿cuándo y dónde murió a los 17 años?" 84<br />
Todas esas consideraciones deben ser, a los ojos de don Alejandro, parte de<br />
la solución de los enigmas.<br />
En agosto de 1832, cuando Aguascalientes era aún parte de Zacatecas, el<br />
entonces gobernante, Francisco García Salinas, mandó fundar una Academia<br />
de Dibujo, como primer estímulo a la creación cultural. Sobre el tema, el<br />
maestro Topete elaboró un escrito. Ya después, en el periodo independiente,<br />
se creó el primer Instituto Científico y Literario, primero conocido como<br />
"Nuestra Señora de Guadalupe" y luego como "La Purísima Concepción". En<br />
1843 se estableció un impuesto sobre testamentarias para la fundación y<br />
mantenimiento de esa institución, el que se empezó a aplicar desde 1845, lo<br />
que indica el tiempo en que comenzó la educación media. En seguida<br />
menciona a los directores, que paulatinamente fueron desplazados por los<br />
criterios prevalecientes en ese tiempo, hasta que Santa Anna mando al último<br />
84 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Genio e ingenio de Posada. (En el LXXV Aniversario de su muerte)",<br />
en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm. 141, enero de 1989, p. 10. Asimismo se reproduce en el<br />
número 175 de noviembre de 1991, p. 10. La fotografía a la que hace alusión está en su libro José<br />
Guadalupe Posada. Prócer de la gráfica popular mexicana. México, Edición <strong>del</strong> Seminario de Cultura<br />
Mexicana, 1957.<br />
84
ector, quien propició la muerte de la institución en 1854. En mayo de 1862, por<br />
decreto <strong>del</strong> gobernador Esteban Ávila, se creó el Instituto de Ciencias y Artes,<br />
que fue la cuna de la primera juventud intelectual aguascalentense. 85<br />
En el proemio de este escrito, el autor habla de la dificultad de la investigación<br />
histórica y afirma que "Con el ya remoto intento de dilucidar el enigma de la<br />
historia concreta y documentada respecto al suburbio o arrabal sanmarqueño,<br />
cuna y asiento de la tradicional y prestigiada feria de su título, hemos realizado<br />
muchos años ya, diversas diligencias, sin lograr los resultados propuestos, por<br />
lo que tendremos que conformarnos con una serie de reflexiones, que en<br />
forma concatenada y fundadas en la lógica, permitan servir como base, con<br />
visos de viables fundamentos, que a manera de sólidas razones apoyen<br />
hipótesis, el origen <strong>del</strong> pueblo donde anidaron las fiestas y verbenas<br />
abrileñas". 86 Luego de hacer anotaciones sobre la fundación de la ciudad de<br />
Aguascalientes, toma algunas referencias <strong>del</strong> texto clásico sobre la Historia <strong>del</strong><br />
Estado de Aguascalientes, aunque no por ello deja en duda muchas de sus<br />
afirmaciones pues se piensa, como dice Gómez Serrano, que el escrito "tiene<br />
menos de investigación erudita y de apreciación desapasionada de los hechos<br />
que de justificación de su propia trayectoria política" 87 .<br />
Luego de tomar algunas ideas de ese escrito y poner en duda la validez de<br />
algunas afirmaciones, don Alejandro concluye con lo que considera nuevas<br />
aportaciones "a la historia <strong>del</strong> que fuera arrabal, primero, y pueblo después,<br />
85 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Balbuceos de nuestra cultura lugareña", en Aries. México,<br />
Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm. 143, marzo de 1989, p. 10.<br />
86 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "¿Cuándo y cómo nació el pueblo de San Marcos? Nuevo homenaje a su<br />
Feria", en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm. 144, abril de 1989. p. 10.<br />
87 Gómez Serrano, Jesús. "Para Leer a Agustín R. González", en Agustín R. González. Historia <strong>del</strong><br />
Estado de Aguascalientes. Ed. Instituto Cultural de Aguascalientes. México, Aguascalientes, cuarta<br />
edición, 1992, p. 10.<br />
85
deseamos aportar estas nuevas declaraciones que esperamos contribuyan a la<br />
historia <strong>del</strong> viejo y pintoresco pueblo sanmarqueño" 88<br />
En las siguientes propuestas, enumera sus aportaciones:<br />
"1. No hay confirmación alguna de que el llamado Pueblo de San Marcos, haya<br />
sido fundado en 1604. Este dato descansa exclusivamente en una afirmación,<br />
sin prueba, de don Agustín R. González.<br />
“Consta plenamente que carecía de ejidos en lo absoluto.<br />
“2. No fue otra cosa, en los primeros años <strong>del</strong> siglo XV<strong>II</strong>, sino en ‘labor de trigo’<br />
sembrada por uno de los primeros vecinos de esta Villa, llamado Diego Mateos<br />
de Ortega (antepasado de la opulenta familia Rincón Gallardo), sobre una<br />
extensa y pródiga ‘merced de tierra’ que debe haberle concedido uno de los<br />
primeros Ayuntamientos en turno, sobre una superficie aproximada<br />
(restrictivamente medida) de seis caballerías de tierra y treinta ‘suertes de<br />
huerta’ y que abarcaba, según cálculos, la tierra que actualmente limitaríamos<br />
por las calles de Guadalupe y Dr. Salvador Quezada Limón, por el Norte;<br />
Gorostiza, Alarcón y Matamoros, por el Oriente; avenida Adolfo López Mateos<br />
por el Sur y, finalmente, al margen <strong>del</strong> extinguido Río de San Pedro o de<br />
Aguascalientes, en su rivera izquierda, hacia el Poniente: es decir, la mitad<br />
poniente de la actual ciudad de Aguascalientes.<br />
“3. El señor Mateos de Ortega, creó un molino, el primero con toda<br />
probabilidad, para moler el trigo y fabricar las primeras harinas que proveyeron<br />
a la comarca para elaborar el pan.<br />
88 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "¿Cuándo y cómo...? op. cit. p. 10.<br />
86
“4. El señor Oidor-Visitador de la Real Audiencia de la Nueva Galicia con sede<br />
en Guadalajara, que visitó nuestra Villa de la Asunción en 1609, dictando<br />
providencias para su desarrollo urbanístico, conforme a las diligencias<br />
originales de la traza de 1575, en su auto de visita proveído ante la fe de su<br />
escribano Jerónimo Xuárez, se ocupa pormenorizadamente de todos los<br />
detalles, sin mencionar para nada el supuesto pueblo de San Marcos,<br />
regulando su conformación física, como lo hace en forma minuciosa en su<br />
celebrado y mencionado ‘auto’ de fecha 25 de aquel mismo octubre de 1609,<br />
de lo que categóricamente podemos deducir que no estaba erigido aún el<br />
poblado indígena que podríamos llamar ‘satélite’ de la aguascalenteña urbe.<br />
“5. Es sumamente probable que el sembrador de trigos y laborioso molinero de<br />
harinas Mateos de Ortega, haya creado una simple ‘estancia’ en su dilatada<br />
labor, donde alojar a sus peones sirvientes, en jacales o incipientes<br />
habitaciones de construcción precaria de naturaleza y de uso transitorio para<br />
aquellos pocos trabajadores que podríamos llamar jornaleros de tipo<br />
‘mercenario’.<br />
“6. Hemos podido comprobar, plenamente, que aquella congregación de<br />
sirvientes no era exclusivamente de origen tlaxcalteca, como supusimos por<br />
largo tiempo y lo afirmamos varias veces. No, documentos que tuvimos<br />
oportunidad de conocer con posterioridad (especialmente actas parroquiales<br />
de administración de sacramentos), nos permiten afirmar que en tales<br />
conjuntos humanos, hubo siempre indígenas de diverso origen y procedencia,<br />
tales como mexicanos o aztecas, purépechas o tarascos, otomíes, chichimecas<br />
87
y de otras filiaciones étnicas y lingüísticas. Rectificamos formalmente<br />
afirmaciones de las que fuimos responsables en gran parte.<br />
“7. Un dato, para nosotros digno de fe, es el consignado escuetamente por el<br />
señor Lic. don Carlos A. Salas López, investigador a carta cabal y<br />
comprobadamente veraz, en sus útiles aunque dispersos Apuntes... (pág. 156),<br />
en que afirma que, en Mil Seiscientos Doce, era Lorenzo Rodríguez, Alguacil<br />
Mayor <strong>del</strong> pueblo de San Marcos, al que, en el libro parroquial de defunciones,<br />
se le llama ‘Pueblo Nuevo de San Marcos’. El autor merece toda nuestra<br />
confianza, aunque no exenta de cierta sorpresa.<br />
“8. Ignoramos, si es que lo hubo, todo título fundador <strong>del</strong> relacionado ‘Pueblo’,<br />
que todavía suponemos fue erigido ‘al acaso’, sin las formalidades de<br />
ordenanza acostumbradas, como producto espontáneo de un proceso<br />
urbanizador, <strong>del</strong> que descartamos haya nacido de imperiosas necesidades de<br />
reforzar la población por razones de seguridad contra turbas de indios<br />
asaltantes, ya que, como afirmamos con anterioridad, la pacificación total de<br />
los chichimecas, en esta bien apodada ‘Áspera Cashcana fue lograda por el<br />
valeroso y justo Capitán de capitanes, don Miguel Caldera, desde fechas muy<br />
cercanas al ano 1593, y ya para el de 1604, la pacificación no ofrecía ni<br />
sobresaltos ni inquietudes en materia de seguridad.<br />
“9. Personalmente, los primeros testimonios escritos que hemos logrado<br />
conocer hasta hoy, son tres actas de matrimonio respecto de moradores de<br />
ambos sexos, <strong>del</strong> pueblo de San Marcos, que corresponden a contrayentes<br />
aborígenes que son: Catalina Lucía (hija de Juan Bautista, Regidor <strong>del</strong> Pueblo<br />
de San Marcos) con Juan Martín, el 9 de enero de 1623; Luisa María y Juan<br />
88
Felipe Mexicano que fungen como testigos (vecinos que eran <strong>del</strong> pueblo de<br />
San Marcos) en el matrimonio celebrado en Peñuelas, <strong>del</strong> viudo José Baltazar,<br />
con la india Ana María, el 13 de agosto de 1623 y, finalmente, el enlace<br />
realizado el 21 de noviembre de aquel mismo año, de María Francisca con<br />
Francisco Gabriel, vecinos ambos, textualmente se dice, <strong>del</strong> pueblo de San<br />
Marcos. Es pues incontrovertible que estos tres actos positivos, confirman<br />
documentalmente que nuestro celebrado arrabal titulábase ya PUEBLO, erigido<br />
de hecho para entonces como apéndice de nuestra española Villa, con sus<br />
autoridades independientes.<br />
“10. Finalmente queremos afirmar, al concluir estos apuntes, que con toda<br />
certeza no fue, sino hasta el 3 de octubre de 1644, cuando el señor Oidor-<br />
Visitador de la Audiencia de Guadalajara, don Cristóbal de Torres, al practicar<br />
segunda visita de este tipo tan solemne, logró que don Agustín de Ortega,<br />
sucesor y heredero y propietario entonces de la antigua y extensa labor<br />
triguera de su ilustre ancestro don Diego Mateos de Ortega, logró, repetimos,<br />
que donara una miserable ‘suerte de huerta’, para ejidos <strong>del</strong> ya próspero<br />
suburbio, a cambio de ‘componerlo con su Majestad, respecto a los huecos,<br />
realengos o baldíos, que hubiera entre las seis caballerías y treinta suertes<br />
hortelanas que legalmente amparaban sus primordiales títulos y que, con<br />
seguridad venía poseyendo y usufructuando en calidad de ‘demasías’. Esta<br />
bien menguada dádiva, no debe haber servido a los humildes inditos<br />
sanmarqueños, sino para edificar cuando mucho, su nueva e ingente capilla,<br />
donde años después el diligente y celoso párroco don Manuel Colón de<br />
Larreátegui, logró construir en su mayor parte, el bello templo que hoy decora e<br />
89
ilustra desde 1763, el barrio que cobija la esplendorosa Feria de preclaros<br />
timbres, bajo la titularidad de San Marcos y los dos patronatos sucesivos de las<br />
divinísimas Señoras y Vírgenes de La Concepción o de "El Pueblito" primero y<br />
El Carmen en nuestros dias." 89<br />
Independientemente de los criterios valorativos que aparecen en algunas<br />
partes <strong>del</strong> texto, es innegable que este pequeño escrito es una nueva<br />
aportación hipotética para el entendimiento <strong>del</strong> origen de una parte <strong>del</strong> pueblo<br />
de Aguascalientes.<br />
Los grupos aborígenes habían sido un problema para la estabilidad de la<br />
región. En 1541, el gobierno virreinal de Antonio de Mendoza sofocó la<br />
sublevación chichimeca, lo que trajo como consecuencia una paz de diez años<br />
en la áspera Cashcana, Chimalhuacán o Llanos de chichimecas, región en<br />
cuyo centro estaba la comarca de Aguascalientes. Con esas propuestas,<br />
Alejandro Topete refiere un nuevo brote de insurrección en Morcilique,<br />
producto de los tratos inhumanos de los conquistadores. La apertura de<br />
caminos y asentamientos poblacionales permitió la posterior pacificación<br />
encabezada por el mestizo capitán general Miguel Caldera, quien pactó con los<br />
vencidos unas capitulaciones que han sido calificadas como honorables. 90<br />
Una reflexión constituida en remembranza nostálgica de la imaginación es el<br />
recuento que hace de los programas "saturados <strong>del</strong> romanticismo sobreagudo<br />
que afinaba los gustos y el sentido estético de aquellos buenos tiempos.<br />
Baladas, mazurkas, galopas, cavatinas, melopeyas y qué sé yo cuántas formas<br />
89 Ibidem. pp. 10-17.<br />
90 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La gran rebelión cashcana", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />
X<strong>II</strong>, núm. 145, mayo de 1989, p. 8.<br />
90
1<br />
y combinaciones artísticas, nutrían el luengo desarrollo ‘literario-musical’, de las<br />
amables veladas lugareñas." 91<br />
Con ese preámbulo, el maestro Topete da cuenta de eventos académicos,<br />
musicales y literarios que han formado parte de la historia cultural de la<br />
entidad. 92<br />
Algunas reflexiones históricas de gentes y lugares emergen como producto<br />
<strong>del</strong> surgimiento de una nueva institución de educación superior, como lo es la<br />
Universidad Bonaterra; así, su sede provisional, el antiguo casco de la<br />
Hacienda Ojo Caliente y sus propietarios, son el marco para expresar los<br />
mejores augurios a esa institución. 93<br />
Una nueva reflexión sobre el trabajo histórico es el escrito "Leyenda y<br />
tradición", donde dice Topete que "La historia suele contaminarse con<br />
frecuencia, mediante la intromisión, ingenua o intencionada, de una gran serie<br />
de versiones propaladas al arbitrio de quienes elaboran sabrosos cuentos,<br />
fruto de vivaces fantasías, o verdades históricas que fueron pero que, al<br />
transcurso <strong>del</strong> tiempo y a lo largo de generaciones sucesivas, especialmente<br />
en forma de tradiciones orales, degeneran en positivas consejas, sin la fuerza<br />
que da la prueba <strong>del</strong> testimonio escrito.<br />
“La imaginación popular, siempre pródiga en recursos convencionales,<br />
91 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Gentes y costumbres (señales de otros tiempos)", en Aries, México,<br />
Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núms. 146 y 147, junio y julio de 1989, pp. 18 y 10, respectivamente. En el<br />
número 176 de diciembre de 1991, p. 20, aparece también la primera parte, pero en el primer número <strong>del</strong><br />
siguiente año ya no aparece la segunda.<br />
92 Ibidem.<br />
93 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Nace una estrella...", en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm.<br />
148, agosto de 1989, p. 10.<br />
Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Leyenda y tradición", en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm.<br />
149, septiembre de 1989, p. 16. Asimismo se encuentra en el número 177 de enero de 1992, p. 10.<br />
91
sazona a su antojo la verdad o la mentira, hasta convertir, sucesos y<br />
personajes, en gratísimo platillo que halaga o nutre a los espíritus ávidos de<br />
impresiones truculentas o fascinantes en los más variados aspectos, al gusto<br />
<strong>del</strong> generador o <strong>del</strong> receptor de ese material, de esas confituras literarias que<br />
tanto divierten, inquietan o apasionan los ánimos de un pueblo de antaño<br />
acostumbrado a gustar, en un servicio ‘a la carta’, de relatos bien<br />
condimentados y teñidos de todo género de especies.<br />
“Aguascalientes ha creado motivos de inspiraciones, dentro de la leyenda, la<br />
tradición, el cuento, la conseja y la ‘hablilla’, al grado de que, en ocasiones, sus<br />
autores, a pesar de que conocen lo infundado <strong>del</strong> hecho o de sus<br />
apreciaciones, acaban por creerlo y por sostener la veracidad de infundios que<br />
no resisten el análisis de la historia." 94<br />
Derivado de esto, señala una serie de personajes y eventos que han surgido<br />
de esa herencia cultural en el estado.<br />
Uno de los aspectos de la ciudad que cae dentro de sus actividades como<br />
cronista es explicar el desarrollo histórico de las calles; y con la descripción de<br />
las primeras cuadras existentes en los tiempos de la Colonia, los comercios y<br />
nombres que éstas tuvieron, amén de las referencias de la actualidad, inicia<br />
una serie de artículos sobre las mismas. 95<br />
Bajo ese mismo título y con características similares describe la Avenida 5 de<br />
94 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Leyenda y tradición", en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm.<br />
149, septiembre de 1989, p. 16. Asimismo se encuentra en el número 177 de enero de 1992, p. 10.<br />
95 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Las calles de Aguascalientes", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />
X<strong>II</strong>, núm. 152, diciembre de 1989, p. 10.<br />
92
mayo 96 , la de Ignacio Allende, 97 las principales calles destacadas con el nombre<br />
Guadalupe, 98 las que ahora componen la calle que lleva el nombre <strong>del</strong><br />
filántropo español Francisco de Rivero y Gutiérrez, 99 y una serie de cuatro<br />
artículos sobre la Avenida Madero y su reducción en el estrecho callejón de<br />
Zavala, cuyas fincas fueron eliminadas para dar continuidad a esa calle. 100<br />
Una serie de entregas constituyen el escrito titulado "La histórica Bandera <strong>del</strong><br />
primer batallón ligero de Aguascalientes". Afirma que la historia militar de<br />
Aguascalientes se inicia a fines <strong>del</strong> siglo XV<strong>II</strong>I, al formarse el "regimiento<br />
provincial de dragones de la Nueva Galicia", asentado en esta ciudad. A partir<br />
de ahí, describe a los dirigentes que lo encabezaron y sus gestas, las cuales<br />
contribuyeron a la formación de la esencia de la nacionalidad, entre las que<br />
destacan el sitio de Monterrey de 1846 y la batalla de la Angostura en 1847,<br />
esta última, lugar donde se perdió la bandera que portaban. Asimismo, habla<br />
de los combates en Churubusco y Molino <strong>del</strong> Rey. En 1856, cuando el primer<br />
batallón ligero <strong>del</strong> estado porta la bandera para combatir en el sitio de San Luis<br />
Potosí, se inicia una nueva etapa para combatir a las fuerzas conservadoras en<br />
diversas partes de la República, obteniendo triunfos y derrotas, ya fuera bajo el<br />
mando de los coroneles Manuel Arteaga, Jesús R. Macías o Jesús Gómez<br />
Portugal. De este último esboza las peripecias ocurridas por su destierro a<br />
96 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La Avenida 5 de mayo", en Aries. México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>,<br />
núm. 153, enero de 1990, p. 18.<br />
97 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Ignacio Allende”, en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm. 155,<br />
marzo de 1990, p. 19.<br />
98 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Las de Guadalupe", en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>I, núm.<br />
146, abril de 1990, p. 12.<br />
99 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Las de Rivero y Gutiérrez", en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>I,<br />
núm. 157, mayo de 1990, p. 20.<br />
100 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Callejón De Zavala y Av. Madero",en Aries, México, Aguascalientes,<br />
año X<strong>II</strong>I, núms. 158-161, junio-septiembre de 1990, pp. 6, 7, 8, 18.<br />
93
Francia y la expulsión de allá hasta regresar, después de un largo peregrinar, a<br />
Aguascalientes, donde el presidente Juárez lo nombró gobernador y<br />
comandante militar. Las batallas en las que participó el primer batallón ligero<br />
continuaron todavía durante algún tiempo, pero la bandera ya había pasado a<br />
la historia, por lo que recuerda las exaltaciones hechas a la misma y su final<br />
colocación en el Congreso estatal. 101<br />
El obsequio de un libro sobre Manuel M. Ponce que recibió don Alejandro fue<br />
motivo para recordar y describir su relación con el insigne compositor, lo cual<br />
complementó con el recuerdo de otro obsequio que le dio Ezequiel A. Chávez,<br />
y que no es otra cosa que un cuadernillo, titulado Pensando en<br />
Aguascalientes... El doble más allá, donde él mismo narra recuerdos sobre el<br />
Jardín de San Marcos, así como su fiesta y su feria.<br />
Como corolario, el autor señala que la finalidad de ese escrito es rendir un<br />
homenaje a la memoria de esas dos personalidades. 102<br />
Finalmente, en esta revista aparecen otras dos entregas de artículos<br />
inconclusos: "Laudanzas <strong>del</strong> gran Posada"; en el primero hace referencia a<br />
una fotografía –que no aparece en la hoja <strong>del</strong> escrito– de Emeterio Posada<br />
Martínez y su segunda esposa Vicenta Saldaña Ugarte, fueron parientes de la<br />
extensa familia Posada.<br />
Enseguida escribe algunas notas sobre las responsabilidades que tenía José<br />
Guadalupe en la creación de un hogar, para ganar el sustento y el trabajo que<br />
101 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "La histórica Bandera <strong>del</strong> primer batallón ligero de Aguascalientes", en<br />
Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>I, núms. 162, 163, 164, 165 y 166, octubre de 1990- febrero de<br />
1991, pp. 11, 10, 10, 16 y 18, respectivamente.<br />
102 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Nostalgia en los recuerdos", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />
X<strong>II</strong>I, núm. 167, marzo de 1991, p. 8. El escrito obsequiado por Ezequiel A. Chávez al maestro Topete,<br />
se publica en la misma revista en sus números 168 y 169, de abril y mayo de 1991.<br />
94
desempeña en el taller litográfico, así como su curso sobre el tema en la<br />
secundaria de la ciudad, y de cómo estas actividades derivaron en el<br />
crecimiento de su labor artística; también nos habla de la pérdida de sus seres<br />
queridos. Luego expone su personalidad con expresiones poéticas, que<br />
reproduciremos íntegramente.<br />
“¡Genuino representante popular<br />
por el partido auténtico <strong>del</strong> pueblo!<br />
Diputado permanente, sin dietas ni curul.<br />
Nadie lo señaló con el dedo<br />
para regalarle una canonjía.<br />
Todo el ‘peladaje’ <strong>del</strong> México<br />
Porfiriano lo sentía suyo;<br />
en las plazas, en los mercados,<br />
en los tianguis.<br />
Allí donde se leían los corridos,<br />
ejemplos y leyendas que ilustraba.<br />
Discutía con la punta <strong>del</strong> buril<br />
y con el lápiz graso.<br />
Intérprete <strong>del</strong> dolor de las masas;<br />
de los desheredados, de los parias, de los de abajo.<br />
Tradujo agonías de los fusilados;<br />
la adolorida angustia de los ‘enganchados’;<br />
de las madres y esposas de aquellos miserables<br />
95
agarrados de ‘leva’;<br />
De los peones irredentos fustigados por el látigo.<br />
El fervor de los humildes le<br />
consagró su escaño desde donde la ira y la ironía<br />
le permitían fustigar a los esbirros.<br />
Sin demagogias, sin blasfemias,<br />
sin componendas...<br />
configurando situaciones de<br />
abyecciones sociales,<br />
tomando el pulso a los sucesos<br />
<strong>del</strong> momento para defender<br />
a los pobres satirizando a sus<br />
verdugos ante la conciencia publica.<br />
Eso y mucho más, fue Posada.<br />
Las penurias fueron su acicate<br />
de imágenes con valores permanentes.<br />
La muerte, ‘don Chepito’, diablos y<br />
calaveras, las ‘gatas garbanceras’ y<br />
los ‘panteras’ de pulquería, en los<br />
escandalosos ‘sanlunes’ bailando<br />
jarabes en los fandangos <strong>del</strong> suburbio;<br />
sorbiendo ‘catrinas’ y ‘tornillos’<br />
de baba opalescente.<br />
Fue un precursor permanente y<br />
96
tenaz, en las luchas sociales.<br />
En forma intuitiva y <strong>del</strong>iberada<br />
desde su taller modestísimo,<br />
salían llamaradas de protesta.<br />
Ese mismo crisol que imaginativamente<br />
reprodujo Leopoldo Méndez<br />
y aquellos rayos iluminaron los<br />
horizontes de México,<br />
desde las prensas de Venegas Arroyo,<br />
para gritarse por las calles<br />
por voz de los pregoneros<br />
modulada con acentos de revancha.<br />
Chiapas de una plástica pletórica<br />
de intenciones reivindicatorias.<br />
Llamaban al despertar de las<br />
coincidencias, para las<br />
dignidades humanas.<br />
Jean Charlot lo descubrió un día,<br />
Frances Tour y Diego Rivera<br />
valorizaron la obra y<br />
la calidad de aquel<br />
espíritu combativo.<br />
Rivera se ufanó de pintarlo<br />
como padre espiritual, al lado<br />
97
de la maternidad declarada a<br />
la Muerte catrina, en el mural<br />
de aquel Domingo en la Alameda.<br />
José Clemente Orozco, en su<br />
autobiografía, no vacila en<br />
declararlo como el maestro que<br />
inspiraría su futura obra.<br />
El Goya mexicano, ha sido llamado,<br />
en paralelos aspectos y<br />
proporciones guardadas.<br />
Los textos, monografías,<br />
exposiciones sobre ‘el gran Posada’<br />
se han ido extendiendo y proliferando,<br />
en términos de una positiva y<br />
merecida consagración artística." 103<br />
Antes de concluir, nos anuncia la continuación de este escrito; sin embargo,<br />
no fue sino hasta el mes de diciembre cuando apareció otra entrega con un<br />
título casi similar, aunque su objetivo fue tratar algunos de los<br />
cuestionamientos que había expuesto en su escrito de enero de 1989, en esa<br />
misma publicación.<br />
Por principio señala que las exploraciones sobre la familia <strong>del</strong> grabador se<br />
habían centrado en los más cercanos parientes (padres y hermanos), y el autor<br />
sugiere ampliarla hasta elaborar un inventario genealógico. Así, esboza unas<br />
103 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Laudanza <strong>del</strong> Gran Posada", en Aries, México, Aguascalientes, año<br />
XVI, núm. 194, junio de 1993, p. 10.<br />
98
notas biográficas sobre Emeterio Posada Martínez y su familia; su hermano<br />
José Cirilo, que nació el 9 de julio de 1939, e insiste en indagar sobre su<br />
frustrado matrimonio en la ciudad de León, Guanajuato, y sus relaciones extra-<br />
maritales, y sobre la situación anímica que lo llevó a cambiar de sede<br />
domiciliaria. Finalmente, el maestro Topete señala que "En la vida y en la obra<br />
<strong>del</strong> prócer maestro de la gráfica popular, nos parece conveniente distinguir tres<br />
periodos; tres etapas con perfiles especiales, característicos de los influjos <strong>del</strong><br />
medio y de las circunstancias que rodearon al artista en su misión creativa;<br />
ellas fueron: la primera en su suelo natal, Aguascalientes, durante los primeros<br />
diecinueve años de su vida (1852-1871), en el seno de la familia, de la escuela<br />
y de la tranquilidad <strong>del</strong> ambiente, sin premuras ni responsabilidades mayores,<br />
que podríamos considerar como un periodo inicial de naturaleza formativa. La<br />
segunda, enmarcada por los dieciséis años que permaneció en León, Gto.<br />
(1872-1888)." 104<br />
Hasta aquí aparecen los escritos publicados por el maestro Alejandro Topete<br />
en la revista Aries; el resto de ellos son reproducciones de los ya publicados.<br />
La revista Exedra también ha sido cobijo de algunos de sus escritos. En el<br />
número de abril de 1993, coincidiendo con el periodo de la Feria de San<br />
Marcos, publica un artículo alusivo a la misma. Y luego de expresar las bases<br />
de su reflexión, se remonta a 1604, cuando el cura Tomás Ruiz consintió en<br />
que los indios levantaran el templo en el predio que cultivaban, de acuerdo con<br />
lo ordenado por don Santiago de Vera y acatado por el alcalde mayor. Así<br />
surge el pueblo de San Marcos, donde, en el siglo XV<strong>II</strong>I, el cura y el alcalde<br />
104 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Notas familiares y laudanzas <strong>del</strong> Gran Posada", en Aries, México,<br />
Aguascalientes año XVI, núm. 200, diciembre de 1993, p. 12.<br />
99
mayor de entonces, el cabildo y el regimiento, organizaron procesiones para ir<br />
al templo, entre calles adornadas. También vienen peregrinos y demandantes<br />
de la comarca a comerciar sus productos. Hay danzas, pastorelas y fuegos<br />
pirotécnicos. El siguiente siglo continúa llevándose a cabo la festividad, pero<br />
los conflictos bélicos hacen que el consumo de licor hasta la embriaguez sea el<br />
antecedente al toque de clarín.<br />
La feria, año tras año, se ha hecho tradicional, se acude con trajes nuevos y<br />
se construyen el palenque y la plaza de El Recreo. Con el arribo <strong>del</strong> siglo XX,<br />
se incorporan los eventos culturales y los bailes, sin que se pierda la bohemia,<br />
donde se beben copas de licor, luego vienen las carreras de autos y de<br />
caballos. En 1924 se elige a la primera reina de la feria. Todo ello es narrado<br />
por don Alejandro de manera coloquial, para concluir sus reflexiones con la<br />
siguiente frase: "La vida transcurre; una mano descorre otro velo, desprende<br />
otra hoja <strong>del</strong> fugaz calendario <strong>del</strong> tiempo, hay presagios que anuncian un<br />
nuevo momento. "Una madre joven –lo dijo, no ha mucho, Fernández<br />
Ledesma– rueda el cochecillo donde placentero duerme el hijo nuevo"; otra<br />
fecha se graba en el diario de nuestro maltrecho vivir: Es el ansia de vida en<br />
las cosas, es la savia que sube al renuevo, es el agua que canta en el surco,<br />
es la ondina fugada al venero: hoy todo ha cambiado, es el fin, el dolor de ser<br />
viejo, es el Joven abril, es el príncipe; la feria para Aguascalientes; la feria,<br />
romance de amor para algunos; para otros recuerdo..." 105<br />
La Plaza de la Constitución, la vieja Plaza Mayor, Plaza Central, Plaza de<br />
Armas o como hoy se le conoce, Plaza Patria, también tiene su historia,<br />
105 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Feria de San Marcos", en Exedra, Ed.Coordinación de Comunicación<br />
Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 2, abril de 1993, pp. 6-8.<br />
100
Describe el maestro Topete que el 25 de octubre de 1609, cundo don Gaspar<br />
de la Fuente andaba por estas tierras como visitador general <strong>del</strong> reino, emitió<br />
un mandamiento para dar un crecimiento ordenado a la ciudad, sugiriendo<br />
medidas para que se dejara una plaza y las construcciones se hicieran<br />
yuxtapuestas a su derredor. Ahí se estableció la casa de Juan de Montoro, el<br />
templo parroquial de la Villa, hoy Catedral, sobre la cual se hace una<br />
descripción histórica y social, los edificios que luego albergaría al Palacio de<br />
gobierno y <strong>del</strong> municipio. Todo ello es parte de la historia de la construcción y<br />
evolución de la Plaza Mayor. 106<br />
La palabra de Cristo fue divulgada por los voceros franciscanos en sus<br />
recorridos entre los conventos de Tetlán y Juchipila, en una difícil época en que<br />
los chichimecas daban exaltadas muestras de agresividad por el trato recibido<br />
por parte de los conquistadores. Así, narra quiénes participaron en la odisea de<br />
establecer las primeras instituciones religiosas por el año de 1550, siendo<br />
Teocaltiche uno de los primeros asentamientos, pues en Aguascalientes es<br />
hasta 1601 cuando aparece el registro <strong>del</strong> primer matrimonio.<br />
En 1651, se registra la construcción <strong>del</strong> templo en Aguascalientes, que ahora<br />
se conoce como de San Diego, obra de los carmelitas, quienes luego<br />
abandonaron la labor, la cual fue retomada, primero, por los franciscanos y<br />
luego por las órdenes mercedaria y hospitalaria de San Juan de Dios, quienes<br />
gestionaron la construcción <strong>del</strong> templo, el primer hospital y un convento. Los<br />
modestos templos se transformaron en el siglo XV<strong>II</strong>I y surgieron nuevas<br />
iglesias.<br />
106 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Plaza Mayor", en Exedra, Ed. Coordinación de Comunicación<br />
Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 4, junio de 1993, pp. 15-17 y 20-21.<br />
101
Además, el desarrollo de la infraestructura eclesiástica se complementó con<br />
instituciones escolares; una fue la Escuela de Cristo, fundada en 1773 por<br />
Francisco de Rivero y Gutiérrez y la Escuela de Instrucción Femenina, en<br />
octubre de 1807.<br />
Posteriormente refiere que, en agosto de 1832, se inicia –con auspicio <strong>del</strong><br />
gobierno de Zacatecas– una Academia de dibujo, 107 y el primer Instituto<br />
Científico y Literario de Santa María de Guadalupe, fundado en 1845, así<br />
como la Escuela de Agricultura, que inició sus funciones en enero de 1867 y<br />
luego se transformó en 1871 en el Instituto Científico y Literario, que a su vez<br />
pasó a ser la Universidad Autónoma de Aguascalientes, en febrero de 1974. 108<br />
Un céntrico predio ha estado presente en gran parte de la historia de la<br />
ciudad; en la actualidad se conoce como el edificio central de la Universidad<br />
Autónoma de Aguascalientes, aunque está fuera <strong>del</strong> campus. La narración<br />
parte de los documentos que notifican sobre la fundación <strong>del</strong> Convento de<br />
Aguascalientes en 1644, por los carmelitas descalzos. No se tiene referencia<br />
de porqué dicha congregación abandonó la fundación en 1652, aún sin<br />
concluir; luego de una serie de gestiones, se logró continuar con la obra y en<br />
1661 se autoriza a ocupar las instalaciones, lo cual se consolida en 1664, por<br />
los franciscanos, quienes ahí permanecieron hasta 1860, cuando tuvieron que<br />
salir debido a la exclaustración establecida por las Leyes de Reforma.<br />
Entre los años 1864 y 1866, el inmueble fue ocupado por las tropas francesas;<br />
una vez que éstas salieron, las instalaciones fueron destinadas a la Escuela de<br />
107 Una explicación más amplia se encuentra en el referido escrito "Balbuceos de nuestra cultura<br />
lugareña", publicado en Aries, México, Aguascalientes, año X<strong>II</strong>, núm. 143, marzo de 1989, p. 10.<br />
108 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Evangelización y educación", en Exedra, Ed. Coordinación de<br />
Comunicación Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 11 enero de 1994, pp. 12-<br />
14.<br />
102
Agricultura, que inició labores en enero de 1867. La propiedad de la finca fue<br />
adquirida por el gobierno estatal al Federal, en 1884, y se destinó al Instituto<br />
de Ciencias. 109 Con éste escrito, el maestro Topete le rinde un homenaje.<br />
Otra referencia a la historia de las fincas es la de San Joseph de Cieneguilla.<br />
Narra don Alejandro que su primer propietario fue Cristóbal de Oñate, quien<br />
prestó servicios para la conquista y pacificación de la región. Vicente de<br />
Saldívar y Mendoza auspicia la fundación por parte de los padres jesuitas para<br />
establecer su Colegio [Jesuita], la fábrica de la Iglesia y la hacienda de San<br />
José de Cieneguilla. Luego se refiere las características de su estructura; a<br />
continuación hace una relación de los sucesivos dueños de la finca, para<br />
finalmente resaltar la belleza física e histórica de esa vieja hacienda<br />
aguscalentense.<br />
La descripción <strong>del</strong> predio está acompañada con algunas fotografías en<br />
diferentes tomas, para resaltar su señorío. 110<br />
En otro episodio <strong>del</strong> célebre Jardín de San Marcos, Alejandro Topete<br />
reproduce una parte <strong>del</strong> documento donde el síndico procurador José Valdez,<br />
en marzo de 1831, propone convertir en paseo para la comunidad el Barrio de<br />
San Marcos; luego de narrar las gestiones y de recibir la autorización, expone<br />
otro párrafo de un documento que describe las características <strong>del</strong> terreno. En<br />
seguida nos habla de la construcción y los costos que ésta implicó en sus<br />
distintas etapas, así como las modificaciones que se le hicieron tanto para<br />
109 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "De cómo nació una casa", en Exedra. Ed. Coordinación de<br />
Comunicación Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 2, núm. 13, marzo de 1994, pp. 24-<br />
25.<br />
110 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "San Joseph de Cieneguilla", en Exedra. Ed. Coordinación de<br />
Comunicación Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 2, núm. 15, mayo de 1994, pp. 18-<br />
19.<br />
103
cercenarlo como para restaurarlo. Finalmente concluye con esta sobria<br />
descripción y poéticas remembranzas: "Trasunto fiel de su época es el ya<br />
centenario parque de San Marcos; por su disposición estructural, por sus<br />
motivos ornamentales, por su corte alongado y su gracia antigua, por su noble<br />
historial de tradiciones, leyendas y sucedidos, representa un monumento de<br />
aquella etapa prerromántica que tiene sus raigambres al principiar el segundo<br />
tercio <strong>del</strong> pasado siglo diecinueve.<br />
“Visto a través <strong>del</strong> tiempo y la distancia, cobra en el amado parque lugareño<br />
prestigios singulares; ¡Cuánto recuerdo evoca de los párvulos días!¡Qué caudal<br />
emotivo de otros tiempos cuando nuestros ojos azorados de niño<br />
contemplaban las cosas de diversa guisa, dando a los hechos el simplista valor<br />
de lo ingenuo y tiñéndose a nuestra adolescencia, con los rubores <strong>del</strong> primer<br />
cariño, en una tibia "mañanita" de abril. Allí soñamos de seguro, años más<br />
tarde, con la elegida <strong>del</strong> corazón, hasta desvanecer el palpitante idilio en<br />
resoluciones de voluntad humana, no privadas aún de la categoría que el<br />
símbolo les presta!" 111<br />
De su producción bibliográfica cabe destacar las siguientes obras: Guía para<br />
visitar la Ciudad y el Estado de Aguascalientes; El general don José Mª<br />
Arteaga y Magallanes, “soldado de la República”; Notas para la historia de la<br />
medicina en Aguascalientes; Precursores, Notas sobre el <strong>pensamiento</strong> agrario<br />
Zacateco-aguascalentense; José Guadalupe Posada. Prócer de la plástica<br />
mexicana; Feria de San Marcos. Estampas. Sugerencias; Estampas de<br />
111 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Memorias de un Jardín", en Exedra. Ed. Coordinación de Comunicación<br />
Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 2, núm. 16, junio de 1994, pp. 20-21.<br />
104
Aguascalientes. Teatro Morelos y un texto que recoge gran parte de su obra<br />
sobre la entidad titulado Páginas sueltas.<br />
Hagamos una revisión de esa obra escrita. En 1957, el Consejo <strong>del</strong> Seminario<br />
de Cultura Mexicana anuncia, en el colofón <strong>del</strong> texto José Guadalupe Posada.<br />
Prócer de la Gráfica Popular Mexicana, que ese título es el primero de la serie<br />
de los trabajos importantes de sus miembros titulares y correspondientes, que<br />
se ha aprobado para su publicación. El opúsculo que presenta Alejando Topete<br />
es una combinación de fotografías, reproducciones pictóricas costumbristas,<br />
reproducción <strong>del</strong> contenido de documentos oficiales (actas de nacimiento,<br />
matrimonio y defunción), registros de eventos eclesiásticos, reproducción y<br />
reconstrucción de planos de ciudad y casa y una cuidadosa y mesurada<br />
reconstitución histórica, con indicaciones sobre las conjeturas no verificables,<br />
de los progenitores y familiares de José Guadalupe Posada, durante su<br />
estancia en Aguascalientes, y las referencias <strong>del</strong> posterior traslado <strong>del</strong> artista a<br />
León y al Distrito Federal, lo que constituye una aportación biográfica <strong>del</strong><br />
insigne artista que ha sido comúnmente consultada por su originalidad y<br />
aportaciones. 112<br />
En 1967 publica por primera vez un texto que, según el maestro Topete,<br />
serviría como una guía turística, ya que en esa época era <strong>del</strong>egado de Turismo<br />
en el estado. Sin embargo, lo traicionó su conciencia histórica: en<br />
Aguascalientes. Guía para visitar la Ciudad y el Estado, la intención de hacer<br />
un documento para conocer la entidad, según se escribía en la "Advertencia",<br />
112 Topete <strong>del</strong> Valle Alejandro. José Guadalupe Posada. Prócer de la<br />
Gráfica Popular Mexicana. México. Edición <strong>del</strong> Seminario de Cultura<br />
Mexicana. 1957.<br />
105
fue rebasado por la vastedad de información que se divide en dos partes,<br />
donde describe los escudos y sus contenidos enunciativos (que por cierto son<br />
obra <strong>del</strong> mismo Alejandro Topete). La primera parte versa sobre la ubicación,<br />
condición y configuración geográfica, una síntesis histórica desde los pueblos<br />
prehispánicos hasta la fundación de cada uno de los municipios y la evolución<br />
política integral, y la descripción de los sitios considerados de interés turístico<br />
(enmarcados en los sitios históricos que los rodean). La segunda se refiere<br />
particularmente a los mismos tópicos, pero de la ciudad capital: en ella se hace<br />
una síntesis histórico-geográfica que incluye clima, centros de diversión y de<br />
servicios para la atención social y la descripción de los principales barrios. El<br />
texto concluye con un enlistado y descripción de las personalidades que<br />
históricamente han trascendido y un directorio de los sitios de interés.<br />
En la tercera edición (de 1973), se anexa además un breve pero<br />
documentado escrito sobre la vid y el vino en Aguascalientes.<br />
Climas, sitios, datos históricos, personajes, etcétera, hacen que ese escrito de<br />
más de 200 hojas, pierda el carácter de ser simplemente una "guía", para<br />
constituirse en una obra de consulta sobre Aguascalientes. 113<br />
Un enunciado que refiere la forma de identificar una edificación, puede ser, si<br />
se considera en sus diversas dimensiones, representativo de una complejidad<br />
de elementos; muestra de ello la da Alejandro Topete en su texto Teatro<br />
Morelos, en el que nos refiere la multitud de aspectos que se desprenden de<br />
una obra humana que se configuró como un producto edificado.<br />
Ese texto fue una edición especial <strong>del</strong> Gobierno de estado de Aguascalientes,<br />
113 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. Aguascalientes. Guía para visitar la ciudad y el estado. Aguascalientes,<br />
s/editor, 1973.<br />
106
en 1985, para conmemorar el primer centenario de la inauguración de tan<br />
apreciada edificación, pues en ella se habían congregado relevantes y<br />
disímiles eventos.<br />
Por ello, el maestro Topete no puede circunscribirse a una descripción de la<br />
belleza de la construcción física sino, por el contrario, escudriñar hasta donde<br />
fue posible para reflejar uno de los productos de la obra humana.<br />
En esta cuidada y lujosa obra se encuentra una multitud de informaciones<br />
que van desde los primeros asentamientos en la zona hasta los usos de los<br />
inmuebles ahí establecidos. Ya a partir de 1860, el gobernador Esteban Ávila<br />
Mier, manifiesta su propósito para construir el teatro, pero solamente se logró<br />
concluir el vestíbulo. Después de 22 años, el gobernador Rafael Arellano Ruiz<br />
comunica al presidente <strong>del</strong> Ayuntamiento la necesidad de la construcción de<br />
un teatro, petición que recibe una respuesta favorable y se selecciona al<br />
edificio de la "Alhóndiga", como el sitio adecuado para la construcción <strong>del</strong><br />
teatro, por lo cual, mediante acta notarial, se cede para tal fin.<br />
Diversos fueron los documentos emitidos para aprobar e impulsar la obra <strong>del</strong><br />
teatro, que fue inaugurado en octubre de 1885, con la presentación de una<br />
connotada compañía teatral, y se le impuso el nombre de un prócer de la patria<br />
muy querido en la entidad: "Morelos". Luego, las proyecciones<br />
cinematográficas complementaron la labor <strong>del</strong> inmueble.<br />
Sin embargo, su destino tomaría otros cauces con la confrontación interna<br />
derivada <strong>del</strong> movimiento revolucionario, y particularmente a raíz de la<br />
insurrección contra el gobierno de Victoriano Huerta. Para ilustrar estos<br />
episodios, Topete <strong>del</strong> Valle reproduce dos escritos: La Soberana Convención<br />
107
Revolucionaria, de José T. Vela Salas, y Crónica de la Convención de<br />
Aguascalientes, de F. Barrera Fuentes, que son representativos de este<br />
evento, y donde el Teatro Morelos fue cuna de los acuerdos para la nueva<br />
forma de convivencia humana para los mexicanos.<br />
También diversas ediciones de la Feria de San Marcos y de la Vendimia<br />
tuvieron como marco al Teatro Morelos para la realización de sus actividades<br />
culturales, así como una multitud de representaciones culturales.<br />
Fotografías, facsímiles de documentos, reproducciones pictóricas y una<br />
nutrida información histórica componen este escrito de Alejandro Topete que,<br />
en el simple enunciado "Teatro Morelos", conjuga una diversidad de<br />
actividades humanas en torno al histórico edificio de la entidad hidrocálida. 114<br />
En Páginas sueltas, Se compilan algunos de los escritos de Don Alejandro con<br />
la finalidad de que los estudiantes universitarios tengan conocimiento de parte<br />
<strong>del</strong> pasado educativo, además de que los escritos seleccionados, se puede<br />
apreciar cómo el autor daba cuenta en sus relatos interesantes y amenos de la<br />
acuciosidad de su trabajo. 115<br />
Una obra colectiva titulada Letras sobre Aguascalientes, compilada por Antonio<br />
Acevedo Escobedo, se reproducen cuatro escritos <strong>del</strong> maestro Topete. El<br />
primero de ellos es "Plaza Mayor", que había sido referido en las ediciones de<br />
Exedra, el cual transcribe de manera íntegra. 116<br />
114 Cfr. Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. Teatro Morelos. Mexico. Ed. Gobierno <strong>del</strong> Estado de<br />
Aguascalientes, 1985.<br />
115 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. Páginas sueltas. Aguascalientes.<br />
Universidad Autónoma de Aguascalientes. 2000.<br />
116 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Plaza Mayor", en Acevedo Escobedo, Antonio. Letras sobre<br />
Aguascalientes. Ed. Gobierno <strong>del</strong> Estado de Aguascalientes, 1981. pp. 399-404. En la misma<br />
publicación hay una nota indicando que este artículo apareció en Columna, México, D. F., abril de 1952,<br />
pp. 7, 12 y 13. Asimismo se publicó en Exedra. Ed. Coordinación de Comunicación Social.<br />
Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 4, junio de 1993. México, Aguascalientes, pp. 15-<br />
108
El siguiente se refiere a la historia de la medicina en Aguascalientes, donde<br />
señala que, en los primeros años de la Colonia, la medicina se encontraba en<br />
pañales, pues respondía en gran medida a la medicina empírica. Luego hace<br />
referencia a algunos de los maestros cirujanos que tenían algunas lecturas<br />
sobre anatomía y cirugía. Enseguida relata las condiciones bajo las que surgió<br />
el primer hospital, en la Hacienda de "La Cantera", el cual fue conocido como<br />
el Hospital Civil San Juan de Dios. Posteriormente enlista a los padres priores<br />
que actuaron como médicos en el periodo colonial.<br />
Luego el maestro Topete habla de las reparaciones <strong>del</strong> hospital y de sus<br />
benefactores, de la construcción <strong>del</strong> Hospital Civil, también conocido como<br />
Hospital Hidalgo. Aunque la medicina se practicó de manera empírica, no es<br />
sino hasta 1710 cuando se tiene referencia <strong>del</strong> primer médico de profesión, el<br />
doctor Cumplido, y en 1808 se radica y ejerce en Aguascalientes el doctor<br />
Valentín Gómez Farías.<br />
Luego, con una herencia dejada por el presbítero Ignacio José Rincón<br />
Gallardo, se construyó un hospital para mujeres, primer centro materno infantil<br />
de la localidad.<br />
Según el maestro Topete, los consultorios y las boticas son espléndidas<br />
fuentes para encontrar el folclor literario <strong>del</strong> pueblo. Su hermano, el también<br />
doctor Fernando Topete de Valle, le comentaba anécdotas sobre la forma de<br />
expresarse de sus pacientes. 117<br />
17 y 20-21.<br />
117 Muestra de ello es el texto editado por Fernando Topete <strong>del</strong> Valle, con una nota de advertencia que<br />
indica la asesoría de su hermano Alejandro, bajo el título Humorismo clínico. Notas para el Folklore en<br />
la medicina. Ed. Imprenta Méndez Acuña. Aguascalientes, Ags., segunda edición, 1975.<br />
109
Como ejemplo veamos un párrafo de los varios que se exponen: "No falta<br />
quien lleve al hijo, próximo ya a casarse, que aun cuando se encuentre<br />
convertido en robusto y fuerte mocetón, se le presenta al Médico en demanda<br />
de que le dé una reforzadita, porque ‘tantean que la muchacha con la que va a<br />
ampararse, se encuentra muy sobrada de naturaleza...’ y el orgullo varonil <strong>del</strong><br />
padre se subleva ante el temor de que ‘a la mera hora nos vaya a hacer quedar<br />
mal este muchacho’." 118<br />
Finalmente, el Maestro Topete hace una apretada referencia de la evolución de<br />
la ciencia médica en la entidad, particularmente desde los años primeros <strong>del</strong><br />
siglo XIX hasta la primera mitad <strong>del</strong> XX.<br />
El siguiente escrito se titula "Feria de San Marcos" y es similar al ya citado que<br />
se publicó en la revista Exedra, reproducido <strong>del</strong> que se encuentra en esta<br />
edición, pero con varios párrafos anulados. Por ello, en esta edición se<br />
encuentra el escrito de manera completa, además de estar complementado<br />
con un listado de las reinas de la Feria de San Marcos y de los Juegos<br />
Florales, desde 1924 hasta 1963. 119<br />
El cuarto y último escrito que aparece en esa compilación es sobre José<br />
Guadalupe Posada, que contiene alguna de la información aparecida en José<br />
Guadalupe Posada. Prócer de la plástica mexicana. 120<br />
Estos son los escritos identificados hasta ahora, que pueden ser accesibles<br />
para conocer la obra bibliohemerográfica <strong>del</strong> maestro Topete.<br />
118 Acevedo Escobedo, Antonio.. Op. cit. p. 418.<br />
119 Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. "Feria de San Marcos", en Ibidem. pp. 422-432 y en Exedra. Ed.<br />
Coordinación de Comunicación Social. Presidencia Municipal de Aguascalientes, año 1, núm. 2, abril<br />
de 1993, pp. 6-8.<br />
120 Ibidem pp. 433-443 y Topete <strong>del</strong> Valle, Alejandro. José Gudalupe Posada. Prócer de la Gráfica<br />
Popular Mexicana. Op.cit.<br />
110
Cuando se elaboró por primera vez este escrito, en 1995, don Alejandro decía<br />
que sus proyectos de investigación no eran muy amplios, pues había cumplido<br />
ochenta y cinco años y ya no contaba con la condición y el ánimo de antaño,<br />
pero pretendía complementar los iniciados, ya que dispone de información de<br />
la vasta región a la que pertenece Aguascalientes, pues, como se sabe,<br />
anteriormente no había divisiones estatales y, en este caso,los<br />
acontecimientos estaban vinculados con las ciudades de Nochistlán y<br />
Teocaltiche, ahora pertenecientes al estado de Jalisco, además de los<br />
municipios <strong>del</strong> estado.<br />
La obra bibliográfica no puede entenderse si no se complementa con los<br />
pequeños pero fundamentales escritos publicados en fuentes hemerográficas<br />
como las referidas anteriormente.<br />
La idea manifiesta en las publicaciones es reconstruir la sociedad histórica <strong>del</strong><br />
pasado regional, pero, como él afirma, sin atacar ni hacer alabanzas, pues<br />
siempre ha pretendido ser muy puntual en sus juicios, ya que la historia<br />
determina no decir falsedades y no callar las verdades.<br />
IV<br />
111
La trascendencia de ser mediante el hacer<br />
Si bien hemos intentado construir la biobibliografía de Alejandro Topete <strong>del</strong><br />
Valle, su erudición nos impide poder llevar una conversación circunscrita, y nos<br />
obliga a que la charla nos conduzca por diversos rumbos, pues a cada<br />
pregunta, las respuestas siempre están salpicadas de datos y anécdotas<br />
históricas que, según reconoce, son parte de su compromiso como cronista de<br />
la Ciudad.<br />
Esa labor la realizó de manera altruista, pues nos afirma que no había<br />
recibido remuneración, aunque legalmente se estipula, ya que "no he querido<br />
ser una carga para nadie sino que mi trabajo sea un acto de amor y cariño a mi<br />
región, a la que amo entrañablemente; yo nací aquí en Aguascalientes, en toda<br />
esta zona, y me creo con el deber de darle algo a cambio de lo que mi suelo<br />
nativo me ha dado a mí y eso será ocuparme de su pasado, de su pasado<br />
histórico, y dejar, aunque mal pergeñado y aunque modestamente limitado, lo<br />
que yo pueda escribir y que sirva para despertar en los jóvenes de las<br />
generaciones sucedáneas el interés por la investigación histórica hasta donde<br />
el juicio pueda ser recto, desinteresado y leal de todos esos conocimientos,<br />
para configurar nuestro pasado y cumplir con esa maravillosa misión que<br />
112
tienen algunas instituciones que se dedican a la historia, como es estudiar el<br />
pasado, servir al presente y prever el futuro, porque muchas veces no se<br />
saben aprovechar las enseñanzas de la historia que es la memoria de la vida y<br />
la vida de la memoria....Queremos aportar los juicios que la razón nos dicte."<br />
Esas reflexiones personales son uno de sus legados intelectuales como<br />
producto de una larga trayectoria. Así se hizo historiador, siendo parte de la<br />
historia; pero el producto de su pasión lo hará necesariamente un personaje<br />
para la historia en esta sociedad.<br />
Y aunque con resignación reconocía que había llegado a esa peligrosa edad<br />
de los homenajes, no le quedaba otra alternativa que tolerarlos, porque su<br />
paso por la historia lo hizo ser un personaje para la historia de la otrora<br />
pequeña comunidad aguascalentense.<br />
No obstante, los homenajes no son suficientes para rescatar lo que nos legó el<br />
maestro. Ahora está pendiente la tarea de intentar acceder a sus queridas<br />
bibliotecas, sus escritos, para que pueda recuperarse el resto de su trabajo.<br />
Primer escrito Febrero de 1995.<br />
Segundo escrito abril de 1999.<br />
Ultima versión: mayo de 2003.<br />
Corrección: abril <strong>del</strong> 2002.<br />
113