REFLEXIONES ACERCA DE LA IDENTIDAD DE ... - Instituto del Perú

El afecto por la nación a la que se pertenece no implica odio por las otras naciones. El hecho
que antiguamente predominaba el conflicto antes que la convivencia pacífica entre las
naciones, no significa que las identidades nacionales sean vistas hoy como algo negativo. En el
actual período histórico, de predomino de la democracia y en el cual las naciones están
formadas, permite la convivencia pacífica entre las naciones. La competencia entre naciones se
da en el terreno del comercio internacional y en el terreno del deporte. Justamente es la
modernidad la que nos da la posibilidad de vivir las identidades nacionales en un contexto de
respeto por las otras identidades. Los conflictos entre naciones se dan en contextos de
autoritarismo y de falta de democracia. Los analistas internacionales señalan que hoy día las
guerras se dan entre países gobernados por dictaduras.
El hecho que algunos descendientes de inmigrantes conserven rasgos culturales de sus
antepasados no les quita nada en su identidad peruana. Enriquece esa identidad, no la pone
en peligro. Lo que queda en los hijos de inmigrantes, de la cultura de sus padres extranjeros
son elementos culturales secundarios: algo de gastronomía; algo de música; algo de idioma;
algo de las preferencias literarias; incluso se puede hablar de ciertos rasgos de personalidad
cultural. Pero todas estas cosas son superficiales frente a la profundidad de la identidad
peruana presente en todos los descendientes de inmigrantes.
Me parece importante insistir en este aspecto, porque hoy día surgen voces que hablan de
“distintas” identidades al interior del Perú. Algunos llegan a hablar de “la verdadera identidad”
o de “la identidad profunda”, como si hubiera identidades “superficiales”. Incluso algunos
llegan a contar desde cuántas generaciones uno es peruano, lo que es un absurdo y esconde
una visión “cronologista” de la identidad nacional, que es ofensiva para aquellos que tienen
una familia con poca historia en el país. Las identidades nacionales son o no son, las
situaciones de tránsito son pasajeras. Las visiones de Watanabe y Matayoshi, a pesar de sus
diferencias y peculiaridades, son la de dos hijos de inmigrantes que han enriquecido y
fortalecido la identidad peruana.
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