Discurso en español Alumna Gabriela Condeza - Colegio Alemán ...

Estimado director del Colegio Alemán, profesores, padres, alumnos,
queridos compañeros y amigos.
Me encuentro hoy frente a ustedes con la tarea de despedir a los 4tos
Medios de la generación 2012, pero no quiero hacerlo con tristeza o
angustia, sino que con alegría, recordando los mejores momentos por los
cuales hemos pasado a lo largo de estos 14 años de colegio.
Cómo olvidar el día en que nuestras vidas se encontraron. Entrábamos a las
salas del ‘’colegio chico’’ en Castellón, el mes de Marzo de 1999, tomados
de las manos de nuestros papás, donde más de uno lloraba porque no quería
estar ahí. ¿Cómo íbamos a saber que hoy lloraríamos por no irnos?
Recordemos cómo comenzamos a conocernos poco a poco, descubriendo
un nuevo mundo, uno de compañerismo. Grandes amistades surgieron
cuando pequeños, algunas manteniéndose hasta el día de hoy, y otras
cambiando a lo largo de los años, compartiendo aventuras, secretos y más
de una maldad.
A medida que vamos despertando estos recuerdos, se me vienen a la
memoria un sin fin de momentos inolvidables y personajes que sin ellos
nuestro paso por la básica no hubiera sido el mismo. Las Tantes, que nos
enseñaban a no pelear y a respetar a los otros; los primeros profesores, a
los cuales siempre conocíamos con su faceta de rudos; e incluso a Juanito,
en la época en que con sólo $100 podías comprar de todo.
El 2008 fue un año de muchos cambios para nosotros. Uno de los cursos de
los 8vos básicos se iba a desintegrar, y al año siguiente, sus miembros
formaron parte del A o del B, lo que trajo consigo el disgusto de muchos,
pero finalmente nos dimos cuenta que grandes personas se habían unido a
nuestros cursos, y logramos entender que ser del A, B o C, era nada más
que una simple letra, que muy pronto dejaríamos atrás y formaríamos parte
todos de un solo curso que no quería dividirse.
El año 2010, y ya estando en 2do medio, un hecho importante marcó
nuestras vidas, la tan esperada gira a la Isla de Pascua, lugar que nos acogió
durante 10 días. Esta misteriosa isla dejó a muchos enamorados, tanto de su
cultura como de sus habitantes.
Como sucede en todos los cursos, hubo compañeros que nos dejaron en
este camino de aprendizajes y desarrollo, pero claro, otros se sumaron,
incorporándose rápidamente a nuestras hazañas. Ya dejamos de ser
simplemente compañeros, y logramos formar grandes amigos.

Personas con las que hemos compartido los años más importantes de
nuestra niñez y juventud, nos han visto crecer, cambiar, reír y llorar.
Personas que nos ayudaron por mucho tiempo a ir superando los obstáculos
que surgían en nuestro camino. Personas que pasaron a ser la familia que
cada uno eligió, como dijo Benjamin Franklin: ‘’un hermano puede no ser
un amigo, pero un amigo será siempre un hermano’’.
¿Cuántos años buscando excusas para no venir al colegio, inventando
enfermedades, o simplemente diciéndoles a nuestros papás ‘’nadie va a
ir’’? ¿Cuántos años queriendo que el colegio terminara rápido, para no
seguir estudiando, no seguir despertándose todos los días a las 6 de la
mañana? Hasta que el día por fin llegó.
Ese día que todos veíamos tan lejano, pero que este año se hizo más
presente que nunca, y recién comenzamos a darnos cuenta que ya se había
acabado todo, que estábamos viviendo los últimos momentos con nuestros
compañeros, nuestros amigos. Comenzaron los recuerdos, intentamos
aprovechar al máximo el tiempo que nos quedaba y a la vez recuperar el
tiempo perdido en años anteriores, cuando aún veíamos esto tan lejos.
Hoy es el último día que nos sentamos acá como alumnos del Colegio
Alemán de Concepción, hoy finaliza una etapa muy importante de nuestras
vidas, pero comienza otra, con nuevas metas y nuevas aventuras. Una etapa
de la que muchos tenemos miedo, no sabemos lo que nos espera, pero de lo
que sí estamos seguros, es que esos grandes amigos que hicimos a lo largo
de nuestros años escolares siempre estarán ahí para apoyarnos, y para
disfrutar junto a nosotros nuestros nuevos logros.
Para finalizar, quiero agradecer a todos los que hicieron de nuestra estadía
en el colegio algo inolvidable.
Gracias a los profesores, que nos saturaban con tareas y pruebas, pero que
todos en el fondo sabemos que sí nos va a ayudar. Gracias a los auxiliares,
que siempre estuvieron ahí para arreglar las puertas que rompíamos, las
ventanas que se caían, y brindarnos una sonrisa todas las mañanas cuando
entrábamos al colegio. Gracias a nuestros profesores jefes, quienes siempre
quisieron lo mejor para nosotros, y nos ayudaban en todo lo que podían.
Y por último, gracias a ustedes compañeros, por haber hecho de esto, algo
que jamás olvidaremos, 14 años que no se irán de nuestras memorias.
Como dijo Paul Geraldy, ‘’Llegará un día que nuestros recuerdos serán
nuestra riqueza’’