Antología de Cuentos 2011 - Enufmorelia.edu.mx
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ANTOLOGÍA DE CUENTOS<br />
MI VIDA FÁCIL<br />
Yareli Marmolejo Santibáñez.<br />
¿<br />
Qué quién soy yo?, Ni más ni menos, la puta <strong>de</strong>l pueblo.<br />
Empecé <strong>de</strong>s<strong>de</strong> bien chiquilla a ejercer la profesión, si es que<br />
se le pue<strong>de</strong> llamar así. He escuchado toda clase <strong>de</strong> comentarios<br />
sobre mí, que si me enredé con éste y con aquél, que si ya me<br />
<strong>de</strong>shice <strong>de</strong> otro chamaco o que si ya tengo una enfermedad. Me<br />
llamo Jénifer, pero eso a nadie le importa, todos me llaman piruja,<br />
perdida, ofrecida y zorra.<br />
Fueron años <strong>de</strong> <strong>de</strong>dicación, <strong>de</strong> dolor y a veces <strong>de</strong> gozo. Hoy, me<br />
encuentro sola, vieja y arrugada, mi cabello ya no es <strong>de</strong> aquel<br />
color chocolate, en el que <strong>de</strong>slizaban sus manos como si fuera<br />
suave seda todos aquellos que disfrutaron <strong>de</strong> mis favores; en su<br />
lugar, una pelusa entre blancuzca y grisácea tiñe el poco cabello<br />
que me queda. Mis ojos perdieron su brillo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento<br />
que me convertí en mujercita. Ni qué <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> mi cuerpo, todo<br />
<strong>de</strong>forme y marchito por el tiempo.<br />
A mis 14 años yo ya empezaba a vivir. El primer hombre en mi<br />
vida fue un <strong>de</strong>sgraciado que me tomó el pelo, él ya tenía 20 años<br />
y trabaja <strong>de</strong> caporal con mi padre, era muy atractivo y sobre todo<br />
tenía modo para hablarle a las viejas. Me endulzaba el oído con<br />
su suave cantar <strong>de</strong> ave en primavera, flotaba entre las nubes cada<br />
vez que lo tenía cerca. Fui una ilusa, si bien lo <strong>de</strong>cía mi madre, los<br />
hombres no buscan más que fregar a una.<br />
Esa primera vez marcó mi vida, pensé que el José se iba a<br />
matrimoniar conmigo y que formaríamos una vida juntos, cuando<br />
uno se enamora se cree toda una sarta <strong>de</strong> mentiras. Como era <strong>de</strong><br />
esperarse me abandonó <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> entregarme a él, recuerdo<br />
que estaba apenada y el remordimiento no me <strong>de</strong>jaba ni un<br />
minuto en paz, pues le había fallado a mis padres y a mi Dios, era<br />
una pecadora.