El Activista De Por Vida Miedos - The Lifelong Activist

Probablemente tu pienses que el problema de raíz causando tu procrastinación
es pereza, falta de disciplina, inmadurez, falta de fuerza de voluntad, falta de
compromiso o algún defecto del carácter similar.
Pero, ¿Adivina qué? No es ninguno de esos.
Primero que nada, la mayoría de los procrastinadores no son -lo repito, NO-
flojos, sin disciplina, etc. De hecho, ellos tienden a ser dinamos, al menos en
áreas en las que no caen en la procrastinación. Una peculiar tortura causada
por la procrastinación es que normalmente somos productivos en todas las
áreas excepto las más cercanas a nuestro corazón.
En segunda -y me vas a oír decir estos repetidamente debido a que es un
punto vital- el aplicar etiquetas negativas como "holgazán" o "falto de
disciplina" a ti mismo es, desde un punto de vista de resolver el problema,
peor que inútil. No solamente esas etiquetas fallan en identificar al problema y
fallan en motivarte a hacer algo, ellas en realidad empeoran la situación al
socavar tu confianza en ti mismo y te predisponen al fracaso. Padres,
maestros, coachs y otros mentores saben todo esto: el criticismo, vergüenza y
culpa no inspiran cambios afirmativos en el comportamiento. Lo que si
funciona, en lugar, es alentar y elogiar por cualquier pequeño paso dado. Y
esto no es aplica para niños; aplica para todos, a cualquier edad. Dentro del
más maduro y sofisticado activista, hay un niño pequeño que ansía, y que
responde entusiásticamente, a elogios y palabras de aliento- y que abriga
resentimiento cuando está sometido a críticas, vergüenza y culpa. Tendré más
que decir de esto en el Capitulo 16.