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…DE COLECCIÓN
Baldomero Fernández
Percance de un varilarguero en Segovia
Segovia, década de 1930
Baldomero Fernández fue uno los grandes de la fotografía
del primer tercio del siglo XX junto a Manuel
Mateo y José Serrano. Aquellos reporteros
olvidados comenzaron su actividad de pueblo en pueblo
siguiendo a las figuras de la tauromaquia, montando
las viejas cámaras de placas en los patios o en las
cuadras. En los archivos de estos tres pioneros del fotoperiodismo
se conserva gran parte de la memoria
gráfica de la Fiesta. Mateo cubrió la información en Cataluña
y Levante, Serrano en Andalucía y Baldomero
en Castilla.
A comienzos de los años treinta Baldomero acudió,
como de costumbre, a Segovia, y vivió la escena que ahora
contemplamos, una imagen que más parece pintura
para un cartel de toros que un fragmento de la realidad.
El tiempo se detuvo en el “instante decisivo”, como ca-
lificó Cartier Bresson a ese momento único que caracteriza
la fotografía.
Cinco toreros cinco, acuden en ayuda del picador, todos
a una para proteger al compañero. Vicente Barrera
es el matador que va por la izquierda de la foto y Alfredo
David, el famoso y excelente banderillero, por la derecha.
Fue en la segunda vara porque el toro ya sangraba,
con el caballo rendido y al descubierto. El momento trágico
ha levantado de los asientos a los espectadores y ha
cogido por sorpresa a los profesionales. El peto nos da
la referencia para fechar la imagen y algo más: nos orienta
sobre la extraña caída del picador y la presencia del
toro por el lado contrario al que normalmente embiste.
El hijo de Baldomero, José Fernández Aguayo, nos contó
hace años que felizmente la caída y cogida del picador
se quedó en un susto. ¡Milagro taurino!
Foto:
Baldomero Fernández
Texto:
Juan Miguel Sánchez
Vigil y Manuel Durán