libro de cuentos - Fundación Rey Ardid
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
no me olvi<strong>de</strong>s
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
NO ME OLVIDES<br />
Taller <strong>de</strong> emociones<br />
PROGRAMA PREVENIR Y VIVIR
Autores<br />
Luis Gálvez Turón<br />
Josefina Sánchez Mongé<br />
Lucía Orcal Fandos<br />
Mª Ángeles Vicen<br />
Yovana Gómez<br />
Marcos López<br />
José Antonio Carmona<br />
Mª Pilar Sanz Yubero<br />
Mª Jesús Cameselle Iglesias<br />
Genoveva Casillas Hernán<strong>de</strong>z<br />
Mª Pilar Hernán<strong>de</strong>z Giner<br />
Milagros Per Cucalón<br />
Ana Victoria Campo<br />
Mª Antonia Cebamanos<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Coordinación y presentación <strong>de</strong> los autores.<br />
Ana Isabel García.<br />
Fotografías<br />
Ana Victoria Campo<br />
<strong>Fundación</strong> Ramón <strong>Rey</strong> <strong>Ardid</strong>.<br />
CIF: G‐50491166<br />
C/ Guillén <strong>de</strong> Castro 2‐4 50018, Zaragoza<br />
fundacion@reyardid.org www.reyardid.org<br />
Clasificada Benéfico‐Asistencial con fecha 9‐10‐92 en el BOE 260 <strong>de</strong>l 29‐10‐92. Inscrita con el Nº 50/0126 en el Archivo registro <strong>de</strong>l<br />
Protectorado <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Trabajo y Asuntos Sociales.<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
NO ME OLVIDES<br />
Taller <strong>de</strong> emociones<br />
PROGRAMA PREVENIR Y VIVIR
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Este <strong>libro</strong> <strong>de</strong> <strong>cuentos</strong> es el resultado <strong>de</strong>l trabajo realizado en uno <strong>de</strong> los talleres <strong>de</strong>l Programa<br />
Prevenir y Vivir organizado por <strong>Fundación</strong> Atención a la Depen<strong>de</strong>ncia (Grupo <strong>Rey</strong> <strong>Ardid</strong>) en<br />
colaboración con Obra Social Caixa. El taller en el que se ha trabajado este material es el taller<br />
<strong>de</strong> inteligencia emocional que ha tenido lugar entre mayo y noviembre <strong>de</strong>l 2012.<br />
En este taller <strong>de</strong> Inteligencia Emocional, entre otras cosas, hemos utilizado los <strong>cuentos</strong> como<br />
herramienta para trabajar las emociones. A través <strong>de</strong> ellos nos hemos a<strong>de</strong>ntrado en el miedo,<br />
la confianza, el optimismo.<br />
En una <strong>de</strong> las sesiones surgió la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que cada uno escribiese en su casa un cuento o relato<br />
en el que se incluyesen las palabras NO ME OLVIDES. A continuación, los participantes en el<br />
taller <strong>de</strong> memoria quisieron colaborar y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las sesiones escribieron su relato. Es<br />
por eso que encontraréis <strong>cuentos</strong> muy cortitos y otros más largos y elaborados, <strong>de</strong>pendiendo<br />
<strong>de</strong> si el autor tuvo tiempo <strong>de</strong> prepararlo tranquilamente o se vio obligado a improvisar.<br />
Cuando escribimos o contamos un cuento, nos resulta más fácil poner en boca <strong>de</strong>l<br />
protagonista o <strong>de</strong> algún otro personaje, aquello que llevamos <strong>de</strong>ntro y que a veces nos cuesta<br />
<strong>de</strong>cir e incluso ver. Después, cuando releemos lo escrito po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>scubrir cosas<br />
interesantes sobre nosotros mismos.<br />
En un cuento po<strong>de</strong>mos contar nuestras vivencias por boca <strong>de</strong>l personaje, pero también<br />
po<strong>de</strong>mos hablar sobre todos aquellos sueños que no han podido ser y que siguen vivos en<br />
nuestro interior. Si <strong>de</strong>spués, releemos lo escrito y tratamos <strong>de</strong> encontrar qué parte nuestra<br />
hemos <strong>de</strong>jado salir y, sobre todo, si lo compartimos con el grupo y escuchamos lo que los<br />
<strong>de</strong>más nos dicen, tenemos una herramienta sencilla y mágica a la vez para conectar con<br />
nuestro corazón.<br />
Aquí están todos estos relatos y una pequeña biografía <strong>de</strong> sus autores, para que cada uno<br />
haga su propia lectura.<br />
De cada uno <strong>de</strong> los participantes se podría escribir una novela y en algunos casos, ha sido muy<br />
difícil para mí resumir tantas cosas como <strong>de</strong>seaba resaltar sobre ellos: personas con infancias<br />
difíciles, luchadoras y optimistas que buscan avanzar y en ocasiones, recuperar aquello que la<br />
vida por distintos motivos les negó. Sabios, hadas y magos, que guardan en su interior gran<strong>de</strong>s<br />
experiencias <strong>de</strong> vida, <strong>de</strong> superación y sobre todo, <strong>de</strong> amor.<br />
Yo confieso que me he enamorado <strong>de</strong> todos ellos y que son un ejemplo <strong>de</strong> cómo mirar <strong>de</strong><br />
frente al tiempo y aprovechar lo mejor que nos ofrece la vida en cada momento.<br />
Ha sido un lujo y un gran placer compartir estas tar<strong>de</strong>s <strong>de</strong> risas, confi<strong>de</strong>ncias y emociones.<br />
Gracias <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el corazón, que siempre estará abierto para vosotros.<br />
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Ana Isabel García Capapey<br />
No me olvi<strong>de</strong>s
MADRE CORAJE<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Os quiero relatar esta historia, homenaje a una mujer sin igual y madre ejemplar.<br />
Su vida la convirtió en “Madre Coraje”.<br />
La historia comenzó un día <strong>de</strong> primeros <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1941. En un pueblo <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong><br />
Teruel, en la estación <strong>de</strong> autobuses, una madre y sus cuatro hijos se <strong>de</strong>spi<strong>de</strong>n <strong>de</strong> su marido y<br />
padre que sale a luchar al lado <strong>de</strong>l ejército alemán, contra los comunistas rusos, como<br />
participante <strong>de</strong> la División Azul.<br />
Esta madre no pue<strong>de</strong> evitar que unas lágrimas se escapen <strong>de</strong> sus ojos cuando se <strong>de</strong>spi<strong>de</strong> <strong>de</strong> su<br />
marido diciéndole: “Antonio, toda tu familia esperará tu regreso que esperamos sea lo antes<br />
posible.<br />
El esposo parte convencido <strong>de</strong> que alistarse en el ejército es lo mejor que pue<strong>de</strong> hacer para<br />
ayudar a su familia a mitigar las penurias <strong>de</strong> la posguerra española, ya que recibirá su salario<br />
<strong>de</strong>l ejército alemán. Pronuncia con un nudo en la garganta: “Marisola, no me olvi<strong>de</strong>s”.<br />
En la estación quedaron sollozando por su partida una madre <strong>de</strong> 27 años con cuatro hijos, el<br />
mayor <strong>de</strong> nueve años.<br />
Toda tu vida la habías pasado luchando por ganarte la vida honradamente, con tu trabajo y<br />
con las privaciones propias <strong>de</strong> una posguerra dura y cruel don<strong>de</strong> era un triunfo po<strong>de</strong>r hacer<br />
dos comidas diarias. Tu espíritu fuerte y luchador, venció los obstáculos que te fueron<br />
saliendo a lo largo <strong>de</strong> la vida y fuiste un mo<strong>de</strong>lo a seguir.<br />
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Luis Gálvez Turón<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Nació en el barrio judío <strong>de</strong> Híjar (Teruel) en 1946. Su madre murió cuando él tenía 15 meses. Su<br />
padre, un hombre que opinaba que la formación era la mejor herencia que podía <strong>de</strong>jar a su hijo, se<br />
esforzó para que fuese a la escuela hasta los 14 años y darle la formación más completa que pudo<br />
pagar.<br />
Luis es un hombre inquieto, con aficiones muy diversas, lo que hace que su conversación sea<br />
profunda y fluida. Gran jotero y amante <strong>de</strong> todo lo que tiene que ver con la música. De carácter<br />
abierto y amable; sociable y optimista. Y como pue<strong>de</strong> verse por la preciosa historia que nos cuenta,<br />
un hombre agra<strong>de</strong>cido y flexible, capaz <strong>de</strong> sustituir la presencia <strong>de</strong> la madre que la vida le negó por la<br />
<strong>de</strong> aquella mujer generosa que le abrió sus brazos y a la que él guarda para siempre en su corazón.
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Tu amor, esperanza, tenacidad, alegría, severidad, <strong>de</strong>sprendimiento y buen hacer, los fui<br />
conociendo <strong>de</strong> primera mano ya que la tuberculosis me <strong>de</strong>jó huérfano <strong>de</strong> madre a los quince<br />
meses <strong>de</strong> edad.<br />
Para ti, según <strong>de</strong>cías a todos fui “El hijo tardanico”. Fuiste una vecina que me acogió con<br />
cariño en su casa cuando mi padre tenía que salir al trabajo por las mañanas.<br />
Tus <strong>de</strong>svelos hacia mi persona eran constantes, pues los médicos habían dicho a mi padre que<br />
yo podría heredar la enfermedad <strong>de</strong> mi madre, por lo que las visitas al médico para<br />
reconocimientos fueron continuadas. Gracias a Dios y a tus cuidados, llegué a la edad adulta<br />
sin ningún problema <strong>de</strong> salud.<br />
Tuve la infancia y la educación <strong>de</strong> cualquier niño <strong>de</strong> pueblo, travieso y rebosante <strong>de</strong> energía,<br />
que jugaba por las ruinas <strong>de</strong> nuestro castillo a “escon<strong>de</strong>cucas” o en las eras al futbol.<br />
También recuerdo que aprendí a leer, intercambiando los pocos tebeos que podía<br />
comprarme <strong>de</strong> Roberto Alcázar y Pedrín, El Guerrero <strong>de</strong>l Antifaz, El Jabato, El Cachorro,<br />
Hazañas Bélicas o el T.B.O.<br />
Tú, Marisola, me inculcaste el amor a la lectura con tus <strong>cuentos</strong> <strong>de</strong> Azucena o <strong>de</strong> hadas, como<br />
llamábamos los chicos a la lectura <strong>de</strong> las chicas. Tu corazón rebosaba <strong>de</strong> cariño, ya que<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber criado a tus dos hijos y dos hijas, con muchísimas privaciones y sacrificios,<br />
me mimabas y me tratabas como si fuera otro hijo tuyo. Lo mismo me invitabas a un polo <strong>de</strong><br />
helado o a unas palomitas <strong>de</strong> maíz que me encorrías con la alpargata en la mano cuando te<br />
hacía alguna trastada <strong>de</strong> crío. Recuerdo que tus hijos me <strong>de</strong>fendían diciéndote que no me<br />
pegaras, mientras yo me escapaba corriendo.<br />
Cuando cumplí los catorce años mi padre se volvió a casar, con una viuda sin hijos y aunque se<br />
portó muy bien con mi padre y conmigo, nunca te <strong>de</strong>splazó <strong>de</strong> mi coazón.<br />
Tu sabes, Marisola, que aunque tuviésemos menos trato cuando a los dieciocho años me fui a<br />
trabajar a Zaragoza, teníamos comunicación siempre que volvía al pueblo <strong>de</strong> visita a mi padre<br />
y su mujer. En tu casa siempre tenía la puerta abierta y me dabas el consejo oportuno, cuando<br />
algún problema surgía en mi vida.<br />
Aún tengo en mi memoria tu artesana industria clan<strong>de</strong>stina <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>os y sopa, en la que te<br />
ayudaba dándole a la manilla <strong>de</strong> la máquina, para que la masa que tú habías hecho con la<br />
harina y colorante amarillo, saliese apetecible y <strong>de</strong>spués, la secabas en tu solanar.<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
También recuerdo con cariño y emoción tus “torticas <strong>de</strong> cascallo”, los “cuernecicos” <strong>de</strong> alma<br />
<strong>de</strong> calabaza o las comidas calientes que nos hacías en el “fogaril” <strong>de</strong> nuestro corral y que tan<br />
ricas nos sabían a mi padre y a mí.<br />
Se agotó tu manantial <strong>de</strong> vida, un frío día 21 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong>l 2005, a los 96 años <strong>de</strong> fecunda<br />
vida, ya que te dimos el último adiós tus hijos, nietos, bisnietos y tataranieto, en el cementerio<br />
<strong>de</strong> Torrero <strong>de</strong> Zaragoza.<br />
Esa mañana triste, hasta el cielo lloró. Lágrimas <strong>de</strong> nieve que pusieron un manto blanco al<br />
paisaje <strong>de</strong> la ciudad, copiando el color <strong>de</strong> tu pelo y las cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tu alma pura y limpia.<br />
Estoy seguro <strong>de</strong> que has conseguido el <strong>de</strong>scanso eterno, en paz con tu conciencia, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
toda una vida <strong>de</strong> lucha contra las adversida<strong>de</strong>s que iban saliendo a tu paso, venciéndolas a<br />
base <strong>de</strong> tesón y coraje.<br />
Fuiste, Marisola, durante toda tu vida mi mo<strong>de</strong>lo a seguir, <strong>de</strong> amor, serenidad, alegría,<br />
tenacidad, esperanza, <strong>de</strong>sprendimiento y buen hacer.<br />
Eres el soporte <strong>de</strong> mi realidad.<br />
Me enseñaste a hablar y me ayudaste a callar.<br />
Me enseñaste a andar y me ayudas a esperar.<br />
Es tu cariño maternal, <strong>de</strong> mi vida la columna vertebral.<br />
Me enseñaste a ser alguien que ama a la HUMANIDAD<br />
Te llevo en mi interior como una perla. La perla sabemos que sobrevive a la ostra.<br />
Sé que vivirás mientras yo piense en ti.<br />
Todos los que tuvimos la suerte <strong>de</strong> conocerte, NUNCA TE OLVIDAREMOS.<br />
Por lo mucho que te <strong>de</strong>bo, este es mi homenaje para ti, que la vida te convirtió en Madre<br />
Coraje.
PARA QUE NO ME OLVIDES<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Tengo un recuerdo muy bueno <strong>de</strong> ti, que siempre que lo miro me recuerda aquél día que<br />
pasamos juntos en el parque con la bicicletas.<br />
Nos dimos un gran paseo. Siempre lo recuerdo.<br />
Para que no me olvi<strong>de</strong>s, tú tienes que pensar en el día que nos fuimos al campo y<br />
merendamos juntos y nos lo pasamos tan bien.<br />
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Josefina Sánchez Mongé<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Natural <strong>de</strong> Monter<strong>de</strong>. Gran aficionada a los trabajos manuales, disfruta haciendo ganchillo,<br />
media…siempre que tiene tiempo, lo que no es muy frecuente pues cuida <strong>de</strong> su suegra que tiene 90<br />
años.<br />
Eso sí, todas las mañanas tempranito, <strong>de</strong> siete a nueve le gusta salir a pasear y respirar el aire puro<br />
<strong>de</strong> la mañana, con lo que comienza el día activa y con fuerzas.
LA NIÑA Y LA FLOR<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Una tar<strong>de</strong> espléndida <strong>de</strong> primavera salieron a pasear la mamá y su niña por el campo. La niña<br />
como veía tantas flores empezó a coger una margarita y una amapola y luego vio una muy<br />
bonita y su mamá le dijo: “Esta flor se llama NO ME OLVIDES. A la niña le gustó mucho. Luego<br />
siguieron paseando por la orilla <strong>de</strong> un río y la niña quiso tocar el agua cristalina que corría por<br />
el río, pero entonces se resbaló y la flor se cayó al agua. Ella se puso muy triste y entonces<br />
gritó: ¡ Adiós, adiós, hermosa flor! ¡No me olvi<strong>de</strong>s!<br />
Y colorín colorado, esta historia se ha acabado.<br />
EL REGALO<br />
Era el día <strong>de</strong> mi cumpleaños y mis hijas no sabían qué regalarme. Les dije que compraran una<br />
pulsera que se llama Nomeolvi<strong>de</strong>s, pues <strong>de</strong> pequeña tuve una y la perdí. Yo le tenía mucho<br />
cariño y la llevaba todos los días porque era <strong>de</strong> cuando nací y llevaba mi nombre.<br />
He pensado siempre en comprármela, así que ahora soy feliz y doy las gracias.<br />
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Lucía Orcal Fandos<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Su pueblo es Samper <strong>de</strong> Calanda, provincia <strong>de</strong> Teruel. Nació el cinco <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1932. Lucía es<br />
viuda y tiene tres hijas. Su principal entretenimiento es el ganchillo y el punto en general. Dedica parte<br />
<strong>de</strong> su tiempo a ayudar en lo que pue<strong>de</strong> a su hija.<br />
A pesar <strong>de</strong> que se incorporó un poco más tar<strong>de</strong> que los <strong>de</strong>más a los talleres, se ha integrado<br />
estupendamente en el grupo. Lucía irradia serenidad y calma. Cuando habla, es amor lo que sale <strong>de</strong> su<br />
boca: amor por su marido, que ya no está con ella, por sus hijas… Respetuosa, tranquila y muy dulce.<br />
Un <strong>de</strong>scanso para el espíritu. Lucía escribió dos historias. No he sabido cual elegir, así que os <strong>de</strong>jamos<br />
las dos.
NO ME OLVIDES<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Cuando vivía en el pueblo, tenía unas amigas que éramos todas muy divertidas. Pasábamos<br />
todas las tar<strong>de</strong>s juntas y nos íbamos al Centro.<br />
En el Centro, estábamos haciendo manualida<strong>de</strong>s y contábamos chistes y algunos días<br />
tomábamos café o chocolate y luego, nos íbamos a andar.<br />
Así estuvimos muchos años hasta que me casé y me vine a vivir a Zaragoza. A mis amigas les<br />
dije: “No me olvidéis, porque yo no os olvido, queridas amigas.<br />
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Mª Ángeles Vicen<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Nace en Illueca, en la comarca <strong>de</strong>l Río Aranda. Se consi<strong>de</strong>ra a sí misma como una mujer luchadora.<br />
Sus aficiones son muy variadas, le gusta hacer un poco <strong>de</strong> todo para distraerse: lee, sale a caminar,<br />
hace cursillos <strong>de</strong> memoria, yoga etc.<br />
Todo ello le ayuda a salir <strong>de</strong> la rutina y a <strong>de</strong>sconectar durante un tiempo <strong>de</strong> los problemas<br />
cotidianos.
LO QUE ESCONDEN LAS NUBES<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Cuenta la leyenda que en lo alto <strong>de</strong> las nubes habitan las almas.<br />
Están presentes por el día. Por la noche…flotando, iluminando cada rostro, cada<br />
corazón…cada ilusión…<br />
NO ME OLVIDEIS, yo no os olvido…porque sé que estáis ahí, pendientes <strong>de</strong> cada paso que<br />
damos, <strong>de</strong> cada gesto que ofrecemos.<br />
Miro al cielo y siempre quedan los recuerdos, aquellos que parecen tan reales…que casi se<br />
pue<strong>de</strong>n tocar; acariciar…<br />
NO ME OLVIDEIS, yo no os olvido…Todos esos buenos momentos hacen que la vida merezca la<br />
pena, que merezca la pena seguir a<strong>de</strong>lante y <strong>de</strong>spertar cada día sabiendo que no me olvidas.<br />
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Yovana Gómez<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Natural <strong>de</strong> Urretxu, un pueblo <strong>de</strong> Guipúzcoa. Se consi<strong>de</strong>ra también maña, ya que lleva diez años<br />
viviendo en Zaragoza y le encanta esta ciudad.<br />
Su mayor afición es la música, <strong>de</strong> todo tipo. Y aprovecha esta afición para utilizarla en su trabajo <strong>de</strong><br />
terapeuta ocupacional. Apasionada <strong>de</strong> su profesión, su mayor motivación es hacerles la vida un poquito<br />
más fácil a las personas con las que trabaja, todos ellos mayores.<br />
Se consi<strong>de</strong>ra afortunada porque tiene muchísimos abuelos…Su cali<strong>de</strong>z humana y cercanía hacen que<br />
esto sea posible.<br />
Un consejo para el bienestar que nos regala Yovana: No per<strong>de</strong>r nunca la sonrisa y mantener siempre la<br />
alegría <strong>de</strong> vivir.<br />
Ella lo hace y esto se contagia.
¿ME RECUERDAS?<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Félix, no me olvi<strong>de</strong>s, soy Marcos, ¿me recuerdas?<br />
Soy esa persona que no sabe jugar a las cartas, a la que no le gusta el café y le entusiasma<br />
viajar…<strong>de</strong> hecho, conozco varias provincias <strong>de</strong> España incluidas las Islas Baleares, Canarias,<br />
Ceuta y Melilla y Portugal…<br />
En los años noventa tuve la gran suerte <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r disfrutar <strong>de</strong> aquella maravillosa experiencia<br />
en Lyon, como fue la expo…y mis ojos pudieron contemplar aquel alto edificio <strong>de</strong> París…Sí, la<br />
Torre Eiffel.<br />
No me olvi<strong>de</strong>s, Félix, estoy aquí.<br />
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Marcos López<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Nació en Soria y vino a vivir a Zaragoza con veinticinco años. Su mayor afición es viajar, tal como<br />
vemos en su relato. Disfruta visitando monumentos, ciuda<strong>de</strong>s y paisajes.<br />
En este momento, acu<strong>de</strong> a diversos talleres para trabajar la memoria, conocer la dieta a<strong>de</strong>cuada,<br />
expresar sus emociones, y sobre todo, conocer gente.
NO ME OLVIDES<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Como todos los días, te levantas para ir a trabajar y aunque todo el mundo se lamenta <strong>de</strong>l<br />
suyo, tú lo llevas con alegría. Ese lugar era el que más satisfacción te había dado. Eso <strong>de</strong><br />
enseñar a los niños te encantaba. Cada día era una experiencia nueva.<br />
Tu mujer, María, compartía esa misma profesión; te acompañaba al trabajo y luego se iba al<br />
suyo. Estabas a punto <strong>de</strong> jubilarte y no lo llevabas tan bien como <strong>de</strong>cías. Después <strong>de</strong> toda una<br />
vida en esto es difícil <strong>de</strong>senganchar ese tren.<br />
María llevaba ya un tiempo que observaba que tenias algunas lagunas y pérdidas <strong>de</strong><br />
memoria, pero esas cosas pasan a cierta edad.<br />
Un día bajaste a buscar el coche y te habías olvidado don<strong>de</strong> estaba aparcado, y empezaste a<br />
tener ciertas angustias por tu mala cabeza. Por fin, os <strong>de</strong>cidisteis a visitar al neurólogo. Tras<br />
unas pruebas, el diagnóstico fue que tenías Alzheimer.<br />
Tras unos momentos <strong>de</strong> incredulidad, dijiste: “la vida continua y hay que vivirla”. María con<br />
lágrimas en los ojos se dio cuenta <strong>de</strong> que el marido que tenía era más fuerte <strong>de</strong> lo que nunca<br />
hubiera imaginado.<br />
Os aconsejaron formar un plan para que los olvidos fueran menos traumáticos, como poner<br />
carteles con los nombres <strong>de</strong> la cosas, así como los sonidos para que la interpretación fuera la<br />
mejor, también fuiste a un centro <strong>de</strong> <strong>de</strong> día para intentar que el proceso <strong>de</strong> la enfermedad se<br />
fuera ralentizando; hacías cuentas que te encantaban para potenciar lo que mejor sabias<br />
hacer.<br />
María le ayudaba en todo lo que podía. Aquella enfermedad no se llevaba a su marido… solo<br />
su mente. Esa alegría y fuerza <strong>de</strong> antaño se <strong>de</strong>svanecía sin remedio, María solo le supo <strong>de</strong>cir:<br />
“no me olvi<strong>de</strong>s cariño”.<br />
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José Antonio Carmona<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
José Antonio ha trabajado <strong>de</strong> administrativo durante toda su vida. Se quedó en el paro y casi por<br />
casualidad se fue a<strong>de</strong>ntrando en el mundo <strong>de</strong> la geriatría. Que si un curso sobre el Alzheimer, que si<br />
emergencias sanitarias… y poco a poco, se ha <strong>de</strong>spertado en él una vocación <strong>de</strong>sconocida que le ha hecho<br />
<strong>de</strong>cidir seguir formándose para trabajar en el ámbito <strong>de</strong> las personas mayores, sobre todo en la<br />
prevención. Es por eso que solicitó participar como voluntario en este programa. Su carácter abierto,<br />
comunicativo y sociable hace <strong>de</strong> él una persona participativa y un elemento clave en los talleres. Casado y<br />
padre <strong>de</strong> dos hijos. Sus intereses son muy variados y participa con entusiasmo en cualquier proyecto.<br />
Ojalá tengamos la suerte <strong>de</strong> contar con él en otras ocasiones. Esta vez, como profesional.
EL MEJOR DE LOS REGALOS<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
En un pueblo lejano y frío vivía un niño al que su abuela cuidaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que nació, pues era<br />
huérfano. Una tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> verano los visitó María, una amiga vecina <strong>de</strong>l pueblo. La niña los<br />
quería mucho. La abuela se llamaba Carmen y el niño Manuel. Llega María y los saluda:<br />
‐¡Hola abuela Carmen!<br />
‐¡Hola Manuel! ¿Qué tal? Vengo a <strong>de</strong>spedirme porque me voy a pasar el verano a otro pueblo<br />
con mis primas. Les traigo estos regalos: unos dulces; y a ti, Manuel, te traigo este <strong>libro</strong> para<br />
que no me olvi<strong>de</strong>s. Tienes que leer cada día un poquito.<br />
Manuel lloraba y lloraba y su abuela le dijo: ¿por qué lloras, Manuel?<br />
‐Abuela, ¿qué será <strong>de</strong> mi? Me voy a olvidar <strong>de</strong> mi amiga María.<br />
‐¿Por qué? Decía la abuela<br />
‐Porque, abuela ¡No sé leer! ¿Por qué no fui al colegio para apren<strong>de</strong>r a leer?<br />
‐Mi nieto querido, eras tan pequeño, tenías tanto sueño que todas las mañanas me <strong>de</strong>cías:<br />
“déjame dormir; mañana, iré mañana” y así se me pasaron los días. Pero no te preocupes, mi<br />
nieto querido, este verano ha venido a pasar las vacaciones un joven maestro y le diremos que<br />
te <strong>de</strong> unas lecciones y enseguida apren<strong>de</strong>rás porque sólo tienes ocho años y pronto podrás<br />
leer y así no te olvidarás <strong>de</strong> María.<br />
Puso gran interés y aprendió a leer y escribir y cuando fue mayor se convirtió en un gran<br />
escritor <strong>de</strong> <strong>libro</strong>s y novelas.<br />
Cuando le pedían un autógrafo en sus <strong>libro</strong>s todos los <strong>de</strong>dicaba con un “para que no me<br />
olvi<strong>de</strong>s”.<br />
Ayudó a muchos niños a leer y escribir porque la lectura es la base <strong>de</strong> la cultura.<br />
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Mª Pilar Sanz Yubero<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Nace en Zaragoza y su mayor afición es la costura <strong>de</strong> la que hizo también su oficio. Ha sido modista y<br />
profesora <strong>de</strong> corte y confección. Le gusta especialmente viajar en tren. Disfruta con estos talleres<br />
porque dice que se encuentra acompañada <strong>de</strong> amigas, se le olvida el estrés y todo le parece muy<br />
bonito.<br />
Mª Pilar es la alegría personificada. Su risa contagiosa y el disfrute <strong>de</strong> su mirada nos ha hecho pasar<br />
ratos estupendos en los talleres. Cuenta siempre con una palabra amable para todo el que se acerca a<br />
ella y mirar sus ojos es contactar con ese alegre niño interior que todos llevamos <strong>de</strong>ntro. La sorpresa,<br />
la risa inmediata y sobre todo la alegría están aseguradas si tienes la suerte <strong>de</strong> estar a su lado.
Mª Jesús Cameselle Iglesias<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Nació en Vigo y vino a vivir a Zaragoza por el trabajo <strong>de</strong> su marido, recién estrenada como<br />
madre. Su gran afán por apren<strong>de</strong>r hizo que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los catorce años haya trabajado y estudiado<br />
a la vez, apoyada por su padre, quien le pagó clases particulares. Su gran vocación era ser<br />
maestra o locutora <strong>de</strong> radio. En el año 2003 tuvo la suerte <strong>de</strong> colaborar con una emisora local<br />
con lo que disfrutó muchísimo, pero tuvo que <strong>de</strong>jarlo para ayudar a sus hijos. El gusanillo <strong>de</strong><br />
enseñar lo mitiga ayudando a sus diez nietos con los <strong>de</strong>beres. Entre sus últimas activida<strong>de</strong>s<br />
ha estado la <strong>de</strong> cuenta<strong>cuentos</strong>. Del programa Prevenir y vivir <strong>de</strong>staca que es diferente <strong>de</strong> los<br />
cursos que se dan por ahí para mayores.<br />
Gracias también al apoyo <strong>de</strong> su marido, ha hecho cursos <strong>de</strong> cocina, informática, inglés, cultura<br />
general…y ahora, se ha apuntado a grafología.<br />
Dulce, cálida y buena conversadora. Se percibe en ella riqueza interior y una gran<br />
sensibilidad.<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s
FLORES PARA UN REY<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Hace muchísimos años en un pequeño reino empobrecido por los caprichos y excesos <strong>de</strong> las<br />
dos hijas <strong>de</strong>l rey, este se vio en la obligación <strong>de</strong> editar un bando, en el que ofrecía la mano <strong>de</strong><br />
sus hijas a los dos jóvenes que las obsequiase con la flor mas bella y menos vista que existiera<br />
por los alre<strong>de</strong>dores, la extraña petición, se <strong>de</strong>bía a la gran afición <strong>de</strong> las princesas <strong>de</strong> cultivar<br />
raras y extrañas flores, estaban hartas <strong>de</strong> ver en sus hermosos jardines las flores <strong>de</strong> siempre.<br />
Días más tar<strong>de</strong> llegaron al palacio, multitud <strong>de</strong> nobles vestidos con sus mejores trajes <strong>de</strong> gala,<br />
llevaban flores bellísimas, pero ellas no veían nada especial ni en los jóvenes ni en las flores,<br />
todas ellas crecían en los jardines <strong>de</strong>l palacio, por lo que uno tras otro rechazaron a todos.<br />
Cierto día un gran revuelo se formó en la entrada anterior al salón <strong>de</strong>l trono, los guardias<br />
impedían el paso a un joven muy mal vestido, <strong>de</strong>speinado y con un bellísimo ramo <strong>de</strong> flores<br />
en sus manos, el rey se acercó, al ver las extrañas flores que el joven traía, le <strong>de</strong>jó pasar, al fin<br />
y al cabo si habían rechazado a tantos nobles le daba igual, estaba visto que no había manera<br />
<strong>de</strong> casarlas.<br />
Al entrar el joven en el salón un murmullo <strong>de</strong> <strong>de</strong>saprobación se escuchó, pero él muy seguro<br />
<strong>de</strong> si mismo, avanzó con el ramo entre sus manos. Valle, la hija mayor <strong>de</strong>l rey, soltó una gran<br />
carcajada y dirigiéndose al mendigo dijo, lo último que nos faltaba como pretendiente eras tú,<br />
una rara especie, pero veamos las flores con que nos quieres conquistar, en realidad no hacen<br />
honor a tu persona, son bellísimas y <strong>de</strong> una especie que no conozco. La hija pequeña llamada<br />
ISI, preguntó ¿Cómo se llaman estas preciosas y extrañas flores? Nomeolvi<strong>de</strong>s, dijo el joven y<br />
son para vuestras altezas, VALLE volvió a reír, que gracioso eres, en verdad que te olvidaré en<br />
cuanto salgas <strong>de</strong> este salón, pero ISI, dijo, hermana, estas flores no crecen en nuestro jardín,<br />
¿no pensaras que voy a coger las flores <strong>de</strong> manos <strong>de</strong> este mendigo? no te preocupes dijo ISI;<br />
yo las cogeré, y dirigiéndose al joven exclamó ¿Te importa que me que<strong>de</strong> con ellas? No,<br />
alteza, son para vos, más creo no equivocarme si digo que no seré elegido como vuestro<br />
esposo. Has dicho bien respondió ISI, en verdad lo siento, me quedaré solo las flores, el joven<br />
entregó el ramo a la princesa esbozando una bonita sonrisa y haciendo una graciosa<br />
reverencia salio <strong>de</strong> allí<br />
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29<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
A partir <strong>de</strong> aquel día ISI, pensaba en el mendigo, VALLE se reía <strong>de</strong> ella ¿no me dirás que te has<br />
enamorado <strong>de</strong>l mendigo? no lo sé, pero no <strong>de</strong>jo <strong>de</strong> pensar en él.<br />
Algún tiempo <strong>de</strong>spués el corazón <strong>de</strong>l anciano monarca sin po<strong>de</strong>r haber casado a sus hijas, y<br />
apenado por las <strong>de</strong>udas, <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> latir. Se quedaron muy solas, todos los que adulaban al<br />
monarca <strong>de</strong>saparecieron llevándose todo lo que pudieron, el resto <strong>de</strong> los enseres fueron<br />
vendidos para pagar las <strong>de</strong>udas. Valle, no hacía más que lamentarse, ningún noble se le<br />
acercaba para pedirla en matrimonio.<br />
ISI, trabajaba en el jardín cultivando flores que luego vendía, cada día un ramo <strong>de</strong><br />
nomeolvi<strong>de</strong>s adornaba su humil<strong>de</strong> dormitorio, pues ahora crecían en su jardín. Un día,<br />
recibieron una invitación para ir al palacio <strong>de</strong>l <strong>Rey</strong> <strong>de</strong>l país vecino, que buscaba esposa entre<br />
las jóvenes, elegiría la doncella más humil<strong>de</strong>, y que le llevase el regalo más sencillo.<br />
Jóvenes plebeyas y <strong>de</strong> la nobleza, se pusieron sus mejores galas, compraron los regalos más<br />
caros, no se percataron que el <strong>Rey</strong> elegiría a la más humil<strong>de</strong> y el regalo más sencillo. Tampoco<br />
VALLE, que se gastó lo poco que le quedaba en arreglar su mejor vestido, se puso las joyas<br />
más hermosas heredadas <strong>de</strong> su abuela, <strong>de</strong> un baúl sacó una preciosa caja <strong>de</strong> música con<br />
incrustaciones <strong>de</strong> oro que su madre le había <strong>de</strong>jado, con la condición que nunca se <strong>de</strong>shiciera<br />
<strong>de</strong> ella, a no ser <strong>de</strong> extrema necesidad, pensó que aquella era para ella su extrema<br />
necesidad, necesitaba que el <strong>Rey</strong> se fijara en ella.<br />
ISI, eligió el traje más humil<strong>de</strong>, no podía aparentar lo que no era, no podía comprar un regalo,<br />
escogió un precioso ramo <strong>de</strong> nomeolvi<strong>de</strong>s para entregar al <strong>Rey</strong>.<br />
Llegó el día señalado, el <strong>Rey</strong> fue recibiendo a las jóvenes, apartando los regalos sin fijarse en<br />
la suntuosidad <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> ellos, tampoco <strong>de</strong> la belleza <strong>de</strong> VALLE, ni <strong>de</strong> la hermosa y<br />
valiosísima caja <strong>de</strong> música. Cuando ISI entró en el salón con el ramo <strong>de</strong> flores y el traje mas<br />
humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> todos, se oyeron risas, y alguien le dijo ¡que ilusa! ¿Creerás que el rey se va a fijar<br />
en ti y en tus flores? pero ella avanzó hasta el trono, se arrodilló ante él <strong>Rey</strong> sin atreverse a<br />
mirarlo, él dijo, ¡Ah! Por fin un bonito y sencillo regalo, son nomeolvi<strong>de</strong>s, y tu ¿quien eres? ISI<br />
levantó los ojos y se quedó sin saber que respon<strong>de</strong>r, el <strong>Rey</strong>, era el mendigo que la pretendió<br />
con un ramo <strong>de</strong> flores igual que el que ella traía, la vergüenza asomó a su rostro, pero el <strong>Rey</strong><br />
dijo, no te avergüences, estas flores, te han traído hasta mi, tú, serás mi esposa, a no ser que<br />
quieras que me que<strong>de</strong> solo con las flores, ella sonrió y dijo, como vos gustéis majestad, son<br />
para vos. Poco <strong>de</strong>spués se casaron, mientras VALLE, lloraba porque el orgullo le había hecho<br />
per<strong>de</strong>r la gran oportunidad <strong>de</strong> su vida.
LA AMISTAD<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Había una vez en un bosque un grupo <strong>de</strong> amigas y yo pasé por allí y al verlas me acerqué a<br />
ellas y les pregunté qué hacían allí. Me dijeron que estaban jugando. Entonces les dije que si<br />
yo podía estar con ellas y me dijeron que sí.<br />
Nos hicimos muy amigas. Nos íbamos a la montaña y en las pra<strong>de</strong>ras jugábamos y tan amigas<br />
nos hicimos que yo les dije que no me olvidaran.<br />
Pasado el tiempo nos volvimos a ver y fue tanta la alegría que nos dio que volvimos a estar<br />
juntas unas vacaciones y nos fuimos a la playa.<br />
Al <strong>de</strong>spedirnos les dije: “No me olvidéis”<br />
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Genoveva Casillas Hernán<strong>de</strong>z<br />
31<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Nació en Orcajo Medianero, en la provincia <strong>de</strong> Salamanca. Fue una niña enferma que no acudió a la<br />
escuela hasta los ocho años. A los 13 salió a trabajar fuera <strong>de</strong> casa.<br />
Genoveva es voluntaria en la <strong>Fundación</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Ardid</strong> y <strong>de</strong>dica gran parte <strong>de</strong> su tiempo a esta labor y a<br />
acompañar a su madre que vive en la resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Delicias. Es una mujer muy activa a la que le gusta<br />
cantar y bailar. Ha participado en una coral y le encantan los carnavales. De su participación en los<br />
talleres <strong>de</strong>staca la posibilidad <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r, conocer gente y relajarse. Genoveva no se pier<strong>de</strong> una sola <strong>de</strong><br />
las sesiones. Sabemos que a veces no ha sido fácil para ella asistir y por eso todavía valoramos más<br />
encontrarnos con ella en los talleres. Es un gran placer contar con su presencia.
EL PIANO<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Había una niña en un pueblo a la que le gustaba mucho la música y mientras las otras niñas<br />
estaban en el recreo ella se subía a escondidas y les <strong>de</strong>cía a las monjas que ella no quería<br />
jugar, que sólo quería tocar el piano.<br />
Pero era una niña muy pobre y las monjas hablaron con su padre y les dijo que no le podían<br />
pagar las clases. Las monjas le contestaron:<br />
_Usted ¿Qué nos pue<strong>de</strong> dar?<br />
_Nosotros le po<strong>de</strong>mos dar aceite, huevos, verdura, conejos, gallinas…<br />
Y las monjas bailaban <strong>de</strong> alegría.<br />
Su padre dijo:<br />
_Queremos que la chica aprenda a tocar el piano.<br />
Así que ahí sigue, tocando el piano y se hizo una gran mujer.<br />
32
Mª Pilar Hernán<strong>de</strong>z Giner<br />
33<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Natural <strong>de</strong> Alcorisa (Teruel). La más pequeña <strong>de</strong> siete hermanos. No pudo ir al colegio. A los siete años<br />
andaba por el monte con 100 ovejas, un burro, un garrote y poca comida. A su padre no le parecía<br />
importante que una mujer supiese leer. A los 12 años se fue a trabajar a Barcelona y comenzó a estudiar por<br />
las tar<strong>de</strong>s. Cuando vino a Zaragoza conoció a José Mª, “Un hombre maravilloso con el que hemos pasado <strong>de</strong><br />
todo, pero como nos queremos todo lo ves mejor”. Tienen dos hijos y tres nietos.<br />
Con la vida <strong>de</strong> Pilar podría escribirse una novela. Es un ejemplo <strong>de</strong> superación y <strong>de</strong> optimismo.<br />
Des<strong>de</strong> los 28 años lleva sufriendo muchos dolores hasta que <strong>de</strong>scubrió que pa<strong>de</strong>ce fibromialgia. Una <strong>de</strong> las<br />
medicaciones que tomó le provocó un ictus y cuando salió <strong>de</strong> la UCI no sabía quien era ni quien era su familia.<br />
Ha tenido que volver a apren<strong>de</strong>r a escribir y en este momento, sigue asistiendo a clase recuperando día a día.<br />
Con todas estas dificulta<strong>de</strong>s se maneja por Internet y sus activida<strong>de</strong>s son innumerables, entre ellas, participa<br />
como voluntaria para la <strong>Fundación</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Ardid</strong>. No se cansa <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cer el apoyo <strong>de</strong> su marido y aunque no le<br />
gusta hablar <strong>de</strong> su enfermedad, nos ha permitido contarlo si su ejemplo pue<strong>de</strong> ayudar a otras personas.<br />
Pilar anda siempre ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> amigos. Es vital, optimista y muy fuerte. Dice que cuando se levanta por las<br />
mañanas, siempre da gracias a Dios y a la vida.<br />
Nos ha regalado dos historias.
EL CIELO DE LOS PERROS<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Esta es la historia <strong>de</strong> una compañera inolvidable.<br />
Érase una vez una niña que tenía una perrita llamada Grey. La quería tanto que llegó a<br />
formar parte <strong>de</strong> la familia. Todos la consi<strong>de</strong>raban como uno más, como una hermana, como<br />
una hija.<br />
Así podría comenzar el cuento <strong>de</strong> una niña llamada Pilar y su perrita Grey.<br />
Yo soy esa niña y os contaré la historia en primera persona para que podáis escucharla<br />
directamente <strong>de</strong> mis labios.<br />
A finales <strong>de</strong> los años 80 unos vecinos tuvieron una camada <strong>de</strong> perros y nos dieron uno. Mi<br />
hermano le puso el nombre: Grey, porque conocíamos a otra perrita muy simpática que se<br />
llamaba así. Nuestra Grey fue creciendo y se convirtió en una juguetona e inquieta Beagle<br />
(este era el nombre <strong>de</strong> su raza). Mi hermano y yo vivimos los mejores momentos con ella.<br />
Nosotros teníamos la edad justa para tener una perrita como ella, estábamos en nuestra<br />
infancia.<br />
Mi hermano y yo nos ocupábamos <strong>de</strong> ella y nos hizo apren<strong>de</strong>r a ser más responsables con un<br />
animal, aunque como ya he dicho era mucho más que una mascota. La acompañábamos a<br />
pasear, corríamos con ella, la limpiábamos, le dábamos <strong>de</strong> comer… todo, hacíamos todo con<br />
ella. Ella nos acompañaba a todos los lugares que podía ir: <strong>de</strong> viaje, al pueblo,etc... e incluso a<br />
ver jugar al fútbol a mi hermano. ¡cuantas veces habremos dormido con ella…!<br />
Recuerdo que una vez la atropelló un coche, la golpeó y la hirió en el abdomen. La llevamos al<br />
veterinario y éste la operó y le puso un drenaje en la tripa y le vendó una pierna. Toda la<br />
familia estaba pendiente <strong>de</strong> ella y la llevábamos al médico (veterinario) como si fuera una<br />
hermana.<br />
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35<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Ahora no recuerdo exactamente cuantos años estuvo con nosotros pero seguramente que<br />
fueron unos 10. Durante este tiempo me <strong>de</strong>tectaron que tenía alergia a los perros. La verdad<br />
es que durante mi infancia había tenido en casa todo tipo <strong>de</strong> animales (conejos, patos,<br />
pollitos, hamsters, gatos, pájaros, etc...) y si no, había tenido contacto con ellos en el pueblo.<br />
La familia <strong>de</strong>cidió que primero era yo, y llevamos a Grey con unos cazadores. Era una perra<br />
muy apta para la caza, con gran olfato. De hecho, alguna vez cuando paseábamos nos la había<br />
querido comprar algún cazador.<br />
Recuerdo que por aquel entonces Grey acababa <strong>de</strong> tener <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia y también alguno <strong>de</strong><br />
sus cachorros fue con ella. El momento <strong>de</strong>l parto fue duro para ella, tuvo 7 cachorros y al final<br />
estaba agotada, yo tuve que ayudarla y sacar con mis propias manos al último. Fue un<br />
momento muy emocionante para mí. Nunca hubiera pensado que me hubiera atrevido a esto;<br />
yo tengo pánico a la sangre. Fue otro momento más en la vida que me regaló Grey.<br />
Todos nos sentimos muy mal y tristes ante esta separación. A los pocos meses y gracias a que<br />
manteníamos contacto con los cazadores, nos enteramos que Grey no cazaba, no les servía a<br />
los cazadores. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> que era mayor para enseñarle, estaba triste y no se movía.<br />
Decidimos volver a traerla a casa con nosotros, lo estábamos pasando mal todos.<br />
No recuerdo cuanto tiempo más estuvo con nosotros, hace más <strong>de</strong> 20 años <strong>de</strong> esto, pero mi<br />
alergia no iba a mejor y tuvimos que tomar una <strong>de</strong>cisión: nos recomendaron utilizar una<br />
inyección con Grey. Fue una <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones más duras que hemos tomado en la vida.<br />
Recuerdo que lloré durante un tiempo, y aún ahora al recordarlo se me saltan las lágrimas. En<br />
mí quedó grabada su mirada como pidiéndome: No me olvi<strong>de</strong>s. Fue como <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong><br />
alguien <strong>de</strong> la familia. Des<strong>de</strong> entonces no hemos tenido ningún animal más con nosotros, fue<br />
muy duro.<br />
No se si habrá un cielo para los animales y si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí nos estarás viendo, si lo haces, sabrás<br />
que nosotros no te hemos olvidado.<br />
Gracias por todos esos años que nos diste.
LA MORERA<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Érase una vez una ciudad llamada Babilonia. Allí había dos familias que vivían casi juntas.<br />
Ambas tenían varios hijos, entre ellos había una niña <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las familias y un niño <strong>de</strong> otra<br />
que se gustaban.<br />
Cuando se enteraron los padres, no quisieron que se siguieran viendo, pero ellos se hablaban<br />
a través <strong>de</strong> una reja que separaba las casas. La niña cuando se <strong>de</strong>spedía siempre le <strong>de</strong>cía:<br />
Nunca me olvi<strong>de</strong>s.<br />
Fueron creciendo y un día, <strong>de</strong>cidieron verse en un pequeño bosque que estaba cerca <strong>de</strong> las<br />
casas.<br />
En ese bosque había una morera que tenía las moras blancas y se citaron <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la morera.<br />
La chica le dijo que iría con un velo sobre la cara para que no la reconocieran, pero no sabía<br />
que en ese bosque había animales salvajes.<br />
Pues sucedió que cuando llegó la chica, que fue la primera, salió un león y le arrancó el velo.<br />
Ella corrió y no la cogió. Pero cuando llegó el chico y vio el velo roto pensó que el león se la<br />
había comido. Entonces sacó un puñal que llevaba escondido; se lo clavó y murió.<br />
Al llegar la chica y verlo muerto, cogió el mismo puñal y se lo clavó ella y mientras moría<br />
repetía: “Nunca me olvi<strong>de</strong>s”<br />
Des<strong>de</strong> entonces, esa morera, en lugar <strong>de</strong> dar moras blancas las da negras.<br />
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Milagros Per Cucalón<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Nació en Codos, provincia <strong>de</strong> Zaragoza. Tiene dos hijos y cinco nietos. La costura es una <strong>de</strong> sus mayores<br />
aficiones y la actividad a la que se ha <strong>de</strong>dicado laboralmente. En este momento, colabora con la<br />
<strong>Fundación</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Ardid</strong> ayudando a las resi<strong>de</strong>ntes a coser cojines y otras manualida<strong>de</strong>s. Cuando la ven<br />
aparecer por la resi<strong>de</strong>ncia, todos reclaman su atención y ella <strong>de</strong>spliega su inagotable abanico <strong>de</strong> dulzura,<br />
amabilidad y cariño. Del programa Prevenir y Vivir <strong>de</strong>staca las activida<strong>de</strong>s que se realizan y la compañía<br />
que encuentra. Dice que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que participa en estos talleres ha encontrado una fuerza que no conocía<br />
y recuperado la alegría.
LA DISTANCIA<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
‐ ¡No me olvi<strong>de</strong>s! Dijo María mientras el tren empezaba a moverse.<br />
‐ ¡No lo haré! Le grité mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.<br />
Habíamos sido amigas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que empezamos en la guar<strong>de</strong>ría, ahora teníamos 13 años y las<br />
circunstancias <strong>de</strong> la vida, el trabajo <strong>de</strong> su padre, nos estaba separando. Ya no volveríamos a ir<br />
juntas al colegio, ni jugaríamos a disfrazarnos en mi habitación con los trapos y ropas viejas<br />
que guardo en el arcón. Habíamos prometido escribirnos pero ya no sería lo mismo.<br />
Volví a casa, abrí mi pequeño joyero <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra y guardé en él, el colgante <strong>de</strong> cuarzo rosa que<br />
me acababa <strong>de</strong> regalar María.<br />
Han pasado 20 años y hoy al <strong>de</strong>scubrir en casa <strong>de</strong> mi madre, mi pequeño joyero, he vuelto a<br />
encontrar mis queridos tesoros, entre ellos el colgante <strong>de</strong> María.<br />
Hace mucho que no se <strong>de</strong> ella, durante un tiempo nos escribimos, pero la distancia y nuestras<br />
vidas nos llevaron por caminos diferentes y acabaron por separarnos.<br />
¿Y si pudiera localizarla ahora? ¿Cómo hacerlo? No sé nada <strong>de</strong> ella…<br />
Quizás sea mejor <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> nuevo el colgante en su lugar. Así lo hice y durante un rato los<br />
recuerdos <strong>de</strong> lo vivido junto a ella llenaron mi memoria.<br />
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Ana Victoria Campo<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Comenzó viniendo a hacer fotografías en algunos <strong>de</strong> los talleres <strong>de</strong> Inteligencia Emocional para<br />
acompañar algunas entradas en el blog http://aventarte.wordpress.com que las dos compartimos. Una<br />
vez que estaba allí, se quedaba a pasar la tar<strong>de</strong> con nosotros y terminó enganchada al grupo.<br />
Ana es una fotógrafa estupenda. Ella nos ha fotografiado a todos para el <strong>libro</strong> y ha sacado preciosas<br />
imágenes <strong>de</strong> los talleres. Persona solidaria y comprometida. Siempre dispuesta a echar una mano y a<br />
escuchar. Su compañía tranquiliza el espíritu y alegra el corazón.
Mª Antonia Cebamanos<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Para Mª Antonia ha sido especialmente difícil escribir este cuento. Las tres palabras que<br />
según la consigna dada <strong>de</strong>bería contener, la conectan con la muerte <strong>de</strong> su hija Begoña y por<br />
esos días se acercaba la fecha <strong>de</strong> su cumpleaños.<br />
Con todo esto, se ha enfrentado a la tarea <strong>de</strong> escribir este cuento en el que comparte con<br />
nosotros su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> seguir celebrando los años que compartió con ella y <strong>de</strong>jarnos ver como<br />
su recuerdo la acompaña todos y cada uno <strong>de</strong> los días, la ayuda a sacar fuerzas y a ayudar a<br />
otros padres que han vivido una situación similar a la suya a través <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> duelo<br />
“Renacer”, que ayuda a padres con hijos fallecidos.<br />
Mª Antonia acu<strong>de</strong> a todos los cursos que le parece pue<strong>de</strong>n ayudarle a crecer, relacionados<br />
con las emociones y el duelo. Es un ejemplo <strong>de</strong> resiliencia, ya que apren<strong>de</strong> y lucha<br />
continuamente por transformar en amor todo el dolor que ha vivido y que sigue viviendo,<br />
manteniendo vivo el recuerdo <strong>de</strong> su hija y tratando <strong>de</strong> aceptar que se ha ido, compartiendo<br />
sus experiencias y acogiendo a todos aquellos que se acercan al grupo Renacer y que se<br />
encuentran rotos y perdidos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber sufrido el fallecimiento <strong>de</strong> un hijo.<br />
Gracias, porque sé lo duro que ha sido para ti. Sé que ha sido el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r ayudar a<br />
otros con tu vivencia lo que te ha dado fuerzas, y también sé, porque me lo has dicho, que<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todo lo difícil que te ha resultado, al final, escribir este cuento ha sido una<br />
experiencia sanadora.<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s
EL CUMPLEAÑOS DE BEGOÑA<br />
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Erase una vez una niña llamada Begoña que le encantaba, entre otras muchas cosas, celebrar<br />
su cumpleaños.<br />
Cuando en septiembre daba comienzo el curso, ella ya soñaba con su cumpleaños, pensaba en<br />
las invitaciones, en quien iba a invitar, en como lo iba a celebrar, en como seria la tarta, en<br />
los regalos, etc.<br />
Su mama, le <strong>de</strong>cía, todo esto esta muy bien, pero tienes que aparcar, estos sueños, estos<br />
proyectos en torno a tu cumpleaños, ya que aun faltan dos meses. Tienes que esperar que<br />
pasen las fiestas <strong>de</strong>l pilar. Cuando haya pasado ya po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>dicarnos a “tu cumpleaños”.<br />
A Begoña, le costaba parar estas ilusiones, estos sueños. Pensaba, “efectivamente faltan dos<br />
meses, pero es tan bonito celebrar mi cumpleaños, pensar en como lo celebrare, en como<br />
será ese día, que me cuesta aparcar todas estas ilusiones.” Pero lo hacia, sabia que su mama<br />
quería lo mejor para ella, y eso le hacia muy, muy feliz.<br />
Cuando por fin pasaban las fiestas <strong>de</strong>l pilar, vivía plenamente todos los preparativos,<br />
disfrutaba pensando en todos los <strong>de</strong>talles y en todas las personas que iban a participar en él.<br />
El día <strong>de</strong> su cumple, era muy feliz. Se sentía muy querida y también hacia feliz a todos los que<br />
le ro<strong>de</strong>aban.<br />
Begoña celebro unos cuantos cumpleaños, pero cuando se hizo un poquito mas mayor, tuvo<br />
que marcharse lejos…. Su mama, ya no podía verla, solo podía sentirla….<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s<br />
Cuando llegaba septiembre, era su mama quien, vivía la ilusión <strong>de</strong>l cumpleaños <strong>de</strong> Begoña. Y<br />
se <strong>de</strong>cía. “he <strong>de</strong> aparcar estas ilusiones, faltan dos meses y a<strong>de</strong>más no puedo ver a Begoña”.<br />
Le costaba pero quería ser valiente y hacia todos los esfuerzos necesarios para lograrlo.<br />
Begoña le había trasmitido la ilusión por celebrar su cumpleaños, y cuando finalizaban las<br />
fiestas <strong>de</strong>l pilar, volvían a aparecer en la mama las ilusiones <strong>de</strong>l cumpleaños <strong>de</strong> Begoña.<br />
La mama se <strong>de</strong>cía: “estoy triste, Begoña ha tenido que marcharse, no puedo verla y no voy a<br />
celebrar su cumpleaños. Pero <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ella, cada día sentía más <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> celebrar el<br />
cumpleaños <strong>de</strong> Begoña.<br />
Entonces la mama, le transmitía a Begoña que necesitaba su ayuda, que quería celebrar su<br />
cumpleaños pero que verda<strong>de</strong>ramente, no podía ya tenía sentimientos muy encontrados:<br />
sentía tristeza y rabia y también agra<strong>de</strong>cimiento y plenitud.<br />
Tristeza y rabia porque no podía verla, agra<strong>de</strong>cimiento y plenitud, por haberla elegido a ella<br />
como mama y por haberle enseñado a vivir la vida con ilusión.<br />
La mama, al hacerle participe a Begoña <strong>de</strong> sus sentimientos encontraba <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> si una gran<br />
paz, y se volcaba en celebrar el cumpleaños <strong>de</strong> Begoña.<br />
¿Sabéis cual fue el primer regalo que Begoña recibió <strong>de</strong> su mama, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberse<br />
marchado ella? Uno que le gustó mucho.<br />
En homenaje a Begoña, su mamá y también su papá, fueron a ver el musical llamado<br />
“mamma mía”<br />
Fue un gran regalo: el musical era alegre y divertido, trataba <strong>de</strong> una mama y una hija… y<br />
a<strong>de</strong>más podía verse el día <strong>de</strong>l cumpleaños <strong>de</strong> Begoña…
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
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No me olvi<strong>de</strong>s
No me olvi<strong>de</strong>s<br />
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