Matorrales y tomillares de la Península Ibérica comprendidos en la ...

MATORRALES V TOMILLARES DE LA 1'ENÍXSULA IBÉRICA 83
nud.) de cierto matiz montano costero, y otra el espinal de azufaifos:
Zicyphetum loti (¡») (nom. nud.) que posiblemente ocuparía los enclaves
más acusadamente áridos ; bien por clima como ocurriría en la depresión
miocena entre las Sierras de Gádor, Filabres y Alhamilla, o bien por
sustratos particularmente adversos como los arenales o ramblas (A T erio-
ZizypJwtum Rivas-Mart. 1964).
El semiárido del sureste peninsular comienza de manera brusca y
prácticamente sin transiciones. En la costa alicantina al doblar el Peñón
de Ifach y Morro de Toix, a la altura de Altea, ya las tierras adyacentes
a las ramblas del Algar y Guadalets pertenecen a esta unidad fitogeográfica.
El área del territorio del sureste peninsular semiárido (expresada
en el mapa), es bastante extensa y constituye una de las unidades auto
y sincorológicas mejor caracterizadas de la Europa Occidental. El rango
corológico que debe ostentar el «Sureste Ibérico», según nuestro criterio,
el de provincia de flora (autocorología) y el de provincia de vegetación
(sincorología). Su área es, sin embargo, según nuestra opinión, muy
distinta a la que proponen MEUSSEL y colaboradores (19(54) bajo el nombre
de provincia SE. Ibérico Balear.
Las relaciones florísticas y fitosociológicas de esta provincia de flora
y vegetación con el norte de África, aunque innegables, están limitadas
por el elevado número de endemismos, y son menores que las existentes
entre los pisos oromediterráneos bético y rifeño.
La vegetación potencial de la provincia de vegetación sureste iberica,,
corresponde con las asociaciones Chamaeropo-Rhamnetum lycioidis y
Pcriploco-Gymnosporictum. En las umbrías, barrancos y lomas elevadas,
aún es pujante el Querco-Lentiscetum, pero sus etapas de sustitución
pertenecen ya al orden Rosmarinetalia. En las montañas elevadas y zonas
con mayor pluviosidad, la vegetación potencial corresponde al Quercion
ilicis (s. L).
RIVAS-GODAY y ESTEVE (19(55), insisten en las etapas de sustitución
que se establecen en la zona semiárida peninsular, cuando se destruye
la vegetación primitiva o potencial. Separan las etapas de la climax
aclarada Oleo-Ceraton'wn : del matorral o «garriga» Rosmarinetalia
y apuntan una n'ianza probable (Phlomido-Rosmarinion nom. nud.) que
separan de las de los tomillares Thymo-Siderition y Anthyllido-Salsolion.
En el esquema que ahora trazamos parece evidenciarse con claridad
la gran relación florística existente entre los matorrales y tomillares de