pasión - Hermandad de la Pasión de Córdoba

PASIÓN
MEDITACIONES ANTE EL DIVINO ROSTRO
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
(Salmo 62)
Señor, tengo sed de ti,
tengo necesidad infinita de ti,
tengo hambre y sed de tu amor, de tu luz,
de tu corazón latiendo en mi corazón.
Este salmo 62 que nos habla de la
sed que tiene todo hombre me hace pensar
cuando nos ponemos delante de la Imagen
de Nuestro Padre Jesús de la Pasión y rezamos.
Particularmente, a mí me gusta recrear
las escenas de Jesús, meditar en ellas, en
silencio.
Cuenta Juan el evangelista que un día
Jesús atravesaba la región de Samaría, se
sintió cansado y se sentó junto a un pozo.
Poco después se acercó una mujer a sacar
agua del pozo, y Jesús le pidió agua para él.
La situación es sorprendente, porque no era
habitual que un hombre se pusiera a hablar
con una mujer desconocida, y menos aún
que un judío pidiera ayuda a una samaritana.
La mujer demuestra que no rechaza el
diálogo, está dispuesta al encuentro. En el
evangelio hay que observar el sentido más
profundo de todo el episodio.
En el brocal del pozo está sentado un
judío. Tiene cara de paz. No le importa nada.
Sólo le importa lo esencial. Es un hombre
raro: quiere, no atrapa. Es un hombre raro:
no pide lo que piden todos los hombres; este
DE JESÚS DE LA PASIÓN
Por segundo año consecutivo, nuestro Boletín se enriquece con la colaboración del Padre
Juan Dobado Fernández, prior del convento de San Cayetano que, generosamente, ha vuelto
a atender solícitamente nuestra petición de colaboración, ofreciéndonos estas bellas meditaciones
inspiradas por el rostro de nuestro Sagrado Titular.
Foto F. Gómez Sanmiguel
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