pasión - Hermandad de la Pasión de Córdoba

Que la sociedad de nuestro tiempo
vive una época de terrible crisis económica
es un hecho que cualquiera que salga a la
calle puede comprobar con facilidad. Que
la crisis afecta no sólo a la economía y a la
política, sino también a la vida diaria y a
las mentalidades y formas de pensar es evidente.
Pero me da por pensar que la crisis
que vive nuestra sociedad no es sólo económica
y política: si no estuviéramos viviendo
la dura situación presente en el ámbito de
las finanzas y de la cosa pública, la crisis de
fondo, la moral y mental, seguiría marcando
negativamente, en cualquier caso, la vida de
nuestras sociedades.
Las cofradías se encuentran inmersas
en este proceso desde hace tiempo, y no
sólo por la dificultad de conseguir fondos
crematísticos para sus actividades, que esto
es parte consustancial de su propio ser, sino
sobre todo por la progresiva, a veces invisible
pero sin duda real, contundente y corrosiva
pérdida de su propia identidad.
Hace ya algunas décadas –en mi
caso, el de un cofrade cordobés, la cosa comenzó
en 1975− se habla de que las cofradías
y la Semana Santa viven una «época de
auge y esplendor» que a cualquier observador
superficial no se le ha escapado: creación
de nuevas hermandades, reactivación
de las más antiguas, incremento considerable
del patrimonio artístico, proliferación
de la imaginería, extensión del gusto por
actividades como la música procesional o la
función de los costaleros, etc.
PASIÓN
COFRADÍAS EN TIEMPO DE CRISIS
Este año, nuestro Boletín se enriquece con la colaboración del cofrade y periodista,
decano de la prensa cofrade escrita de nuestra ciudad, colaborador del diario ABC de Córdoba y
pregonero de la Semana Santa, Antonio Varo Pineda, que ocupa nuestra Tribuna de Prensa ofreciéndonos
su visión particular del futuro de nuestras cofradías con la autoridad que le confiere
su profundo conocimiento del mundo de las hermandades cordobesas.
Nuestra sociedad vive una terrible crisis económica
Foto Víctor Olivencia
Pero es tanta la parafernalia que se
ha montado, en todas partes, en torno a lo
que es o debe ser una hermandad que, en
vez de que, como dice el viejo refrán, «los
árboles nos impidan ver el bosque», lo que
está ocurriendo es, y permítaseme una metáfora
gastronómica, que una guarnición cada
vez más amplia y nutrida está haciendo que
nos olvidemos de la carne que da sustancia,
sabor y alimento al guiso en su conjunto.
Espero que se me haya entendido.
Hay actualmente, en las cofradías
y en la inmensa mayoría de los cofrades,
una tremenda falta de formación, y lo peor
del caso es que se ha puesto muy de moda
eso que llaman «saber de cofradías», que
consiste en almacenar con pretensión enciclopédica
conocimientos externos (fechas,
datos, nombres, criterios, etc.) siempre
Tribuna de Prensa
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