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Primavera 2011 - Sociedad Honoraria Hispánica

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ATAHUALPA Y VALVERDE<br />

Atahualpa rápidamente susurró a su traductor viendo al<br />

conquistador y su sacerdote. Pizarro había llegado a la<br />

puerta cuando el sirviente lo llamó.<br />

—”¿Qué pasaría si ustedes pudieran tener el oro y la plata<br />

que sabemos que ustedes buscan?”<br />

Pizarro estaba de espaldas al Inca y no vio el fuego que<br />

súbitamente se encendió en los ojos del conquistador. El<br />

traductor continuó mientras Atahualpa le susurraba.<br />

—”El emperador promete que él puede llenar este cuarto,<br />

a la altura de su hombro, con los metales que ustedes quieren”.<br />

Valverde se acercó a Pizarro y le habló calladamente.<br />

Pizarro, con excepción de una ocasional movimiento de la<br />

cabeza, no le respondió. pero finalmente el sacerdote<br />

habló.<br />

—”Usted ha matado a su hermano Huáscar. Ha practicado<br />

la idolatría; nos ha resistido en cada paso que tomamos<br />

en esta tierra. Su vida está perdida para nosotros y su<br />

derrota es la voluntad de Dios”.<br />

Atahualpa no le entendió pero reconoció el tono en que lo<br />

dijo. El fín del día resultaría en su muerte. Los conquistadores<br />

tendrían su tesoro pero no les importaba que él<br />

viviera para dárselo.<br />

—”Venimos a esta tierra herética en el nombre de Dios”.<br />

Valverde le dijo. Atahualpa parecía confuso y le hizo un<br />

ademán a su sirviente. Valverde interrumpió al traductor<br />

antes de que este pudiera hablar.<br />

—”Es necesario que ustedes se bauticen en el nombre de<br />

Dios”.<br />

—“Tu Dios no es nuestro Dios”, dijo el traductor respondiendo<br />

por su rey, “nuestra gente no se convertirá.<br />

Nuestros dioses han servido a nuestra gente por generaciones.<br />

La conversión es imposible”.<br />

Pizarro de pronto se puso de pie, asustando al traductor.<br />

Tanía los ojos fijos en los de Atahualpa. Valverde habló.<br />

—”Entonces hemos terminado”.<br />

La casa de piedra estaba situada en lo alto del cerro.<br />

Hombres con armaduras de metal marcharon alrededor<br />

de la habitaciónm esgrimiendo sus armas. En el interior<br />

34<br />

había cuatro personas: Atahualpa, hijo de Sapa Inca<br />

Juayna Capac, que había sido Sapa Inca del<br />

Tahuantinsuyo, el imperio de los incas. Lucía real vestido<br />

con plumas, plata y oro. Junto a él estaba su sirviente que<br />

le servía de traductor; y en las sombras del cuarto había<br />

un hombre vestido de sacerdote, con una Biblia en una<br />

mano y una cruz en la otra. Era Vicente Valverde, el clérigo<br />

de los conquistadores, y el ojo y la mano del Divino<br />

Emperador Romano Carlos V. Y frente a Atahualpa estaba<br />

el conquistador español Francisco Pizarro que llevaba<br />

la armadura de un caballero y la ropa de un rey. La espada<br />

le colgaba del cinturón, y llevaba un casco en la cabeza.<br />

El acero brillaba como el sol que los ijndígenas adoraban.<br />

Pizarro sabía que futuro le esperaba al monarca que tenía<br />

delante de él.<br />

Atahualpa habló en quechua, su lengua materna, mirando<br />

a Pizarro; el sirviente lo tradujo al español.<br />

—”Dice que él ha venido en paz, como su gente, y que<br />

quisiera resolver el conflicto en forma igualmente pacífica”.<br />

Pizarro no respondió pero le devolvió la mirada a<br />

Atahualpa. Valverde se acercó y habló señalando la Biblia<br />

para destacar cada una de sus palabras. •<br />

Julian Butcher<br />

Capítulo Antonio Gaudí<br />

Linganore HS<br />

Frederick, MD<br />

Margarita Doughty, asesora<br />

Tengo dieciocho años y pronto voy a graduarme. Quisiera<br />

asistir al Instituto de Tecnología de Massachussets para<br />

estudiar física. Me gusta escribir y leer en inglés y en<br />

español. Algunos de mis autores favoritos son Patrick<br />

Rothfuss, Dante Alighieri, y Miguel de Cervantes.<br />

EL MEJOR REGALO ES LA<br />

FAMILIA<br />

”¡Solo un día hasta la Navidad!’, gritó Amelia, la niña que<br />

había esperado este día desde hacía meses. Ya había<br />

hecho su lista para Papá Noel, y había hecho galletas y las

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