La Lactancia Materna -- Mejor para el bebé. Mejor para la mamá.

Esté atento a cualquier signo o síntoma de infección. Los signos de infecciones en las
mamas incluyen: fiebre, irritación, y bultos dolorosos y enrojecidos en el pecho. Precisará ver a un
profesional de la salud inmediatamente si presenta alguno de estos síntomas.
No se alarme si observa inigurgitación. La madre primeriza produce mucha leche, lo que
provoca que sus senos se agranden, estén duros y dolorosos durante algunos días. Esto se llama
inigurgitación. Cuando sucede esto, debe alimentar a su bebé con frecuencia. Con el transcurso
del tiempo, su cuerpo se adaptará y producirá sólo la cantidad de leche que el bebé necesita. Para
aliviar la inigurgitación, puede colocar paños húmedos y tibios sobre sus pechos, y tomar baños
tibios a fin de aliviar el dolor. Si la inigurgitación es grave, puede resultar útil colocar bolsas con
hielo sobre las mamas entre un amamantamiento y otro. Consulte a un profesional de la salud si
tiene problemas con la inigurgitación.
Coma bien, y descanse lo suficiente. Una madre que amamanta precisa de una dieta
saludable, la que incluye 500 calorías extra por día (alrededor de 2,700 calorías en total), y 6 a 8
vasos de líquidos. Esto le ayudará a tener suficiente cantidad de leche para su bebé. También
precisa descansar lo más que pueda. Así evitará las infecciones mamarias, las que empeoran si
está fatigada.
Las mujeres que siguen dietas estrictamente vegetarianas pueden requerir un aumento de la ingesta
de vitamina B12, y deben consultar sobre ello a su profesional de la salud. Los lactantes alimentados
con leche de madres que siguen este tipo de dietas, pueden presentar signos de no estar recibiendo
suficiente vitamina B12.
El ABC De La Lactancia Materna – Página 6 de 7