Los cinco puntos del calvinismo.pdf - Iglesia Presbiteriana ...
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Dice el Señor que murió hasta por los malvados falsos maestros. Si se parte<br />
<strong>del</strong> principio lógico de la expiación limitada, la fértil mente humana encontrará alguna<br />
explicación que haga calzar esto con su principio, generalmente añadiendo algo que<br />
no está en el versículo. El sentido claro y directo es que el rescate obrado por el Señor<br />
fue también por los no elegidos.<br />
Hebreos 10: 26-27. “Porque si pecaremos voluntariamente después de<br />
haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por el<br />
pecado, sino una horrenda esperanza de juicio y hervor de fuego que ha de<br />
devorar a los adversarios”.<br />
No hay duda de que se trata de perdidos, no elegidos. Si profesan fe en el<br />
Señor y luego apostatan, ya no queda sacrificio por su pecado.<br />
A partir de estos pasajes bíblicos y de otros concluimos que en otros pasajes<br />
donde el contexto no restringe claramente el sentido, “mundo” debe entenderse como<br />
“todos los seres humanos”, que es el sentido normal <strong>del</strong> término. Un ejemplo relevante<br />
de esto es Juan 3: 16.<br />
La pregunta que surge de inmediato es: Si Jesús murió por todos, ¿por qué no<br />
se salvan todos?<br />
Contestamos:<br />
1º Porque no era el propósito de Dios salvarlos a todos, sino mostrar cuán<br />
enorme es su amor e inexcusable la incredulidad voluntaria de los no elegidos;<br />
y<br />
2º Porque, aunque la elección hace segura la salvación de los elegidos, ésta<br />
requiere de un acto voluntario de aceptación o recepción de la expiación obrada por<br />
Cristo, es decir, el arrepentimiento y la fe son necesarios para que los méritos de<br />
Cristo sean aplicados a un pecador. <strong>Los</strong> elegidos se convierten; los no elegidos, no.<br />
Sin embargo, como vimos, aunque la decisión de los elegidos es voluntaria, se<br />
produce sólo después de ser regenerados por el Espíritu Santo y recibir el don de la<br />
fe, por lo cual no hay mérito personal, ni colaboración alguna <strong>del</strong> elegido que acepta<br />
voluntariamente a Cristo.<br />
Debo subrayar que esta no es una doctrina esencial de la fe, por lo cual los que<br />
aceptan un punto de vista u otro, pueden ser igualmente salvos e igualmente<br />
fundamentalistas.<br />
Como un joven, que no es de nuestra iglesia, y con el cual no he tenido la<br />
oportunidad de volver a conversar, me dijo que le nombrara un gran teólogo que<br />
sostuviera este punto de vista moderado y no pude hacerlo en ese momento porque<br />
no tenía la información, creo que es importante mostrar que nada menos en sus<br />
últimos años. Esta es la prueba:<br />
En su comentario sobre I Juan 2: 2 escribió: “Cristo sufrió por los pecados <strong>del</strong><br />
mundo entero y en la bondad de Dios es ofrecido a todos los hombres sin distinción,<br />
siendo su sangre derramada no por una parte <strong>del</strong> mundo solamente, sino por toda la<br />
raza humana, porque aunque en el mundo no se encuentre nada digno <strong>del</strong> favor de<br />
Dios, sin embargo él ofrece la propiciación al mundo entero, ya que sin excepción<br />
invita a todos a la fe en Cristo, que es nada que el gran Calvino sostenía esta posición,<br />
a lo menos más que la puerta a la esperanza”.