Perlas del Alma 2009- Rev. Francisco Aular.pdf - Webnode
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al nido". En realidad el trabajo es tan digno como el que lo realiza como lo dijo el doctor<br />
Jorge W. Crane: "No existe porvenir en ningún empleo. El porvenir está en el ser humano<br />
que desempeña el empleo".<br />
Mi siempre recordado el pastor Braulio Pérez Marcio, le oí decir esta anécdota, por<br />
aquellos años en que lo escuchaba en su programa radial: Un obrero asistía emocionado al<br />
entierro de un compañero. Lo acompañaba su nieto, un niño de doce años. De pronto el<br />
niño preguntó: "Abuelo, ¿de qué murió este hombre?" –De las más bellas de las muertes-<br />
contestó el anciano, -murió de un accidente de trabajo.<br />
Oración:<br />
Hoy te alabo Padre Celestial, por hacerme fuerte para el trabajo, y con la disposición de<br />
ánimo para enfrentarlo. No me has permitido una vida fácil, no nací en una cuna dorada.<br />
No tuve todo a la mano porque Tú sabiduría infinita me había hecho para ayudar a otros y<br />
necesitaba llevar en mi propio cuerpo, lo que Tu tantas veces les has dicho a mi espíritu:<br />
"Hijo tú y YO podemos hacerlo". Te pido SEÑOR que me acompañes como aquel primer día<br />
-hace hoy 50 años- en que Tú y yo, empezamos a trabajar. En el nombre de JESÚS, amén.<br />
Perla de hoy:<br />
Cuando haces el trabajo que agrada a Dios, Dios se agrada de ti.<br />
Acción de gracias en invierno<br />
Cuando Dios se enoja, el enojo pronto se le pasa;<br />
pero cuando ama, su amor dura toda la vida. Tal vez lloremos por la noche, pero en la<br />
mañana estaremos felices. Salmo 30:5 (TLA)<br />
C.L. Lewis profesor de la Universidad de Oxford, por muchos años fue un ateo, después un<br />
agnóstico que negó la divinidad de JESÚS. Ya era un famoso y escritor, cuando le abrió su<br />
corazón a JESÚS y nació de nuevo. Luego se convirtió en unos de los grandes defensores<br />
de la fe cristiana, entonces escribió obras apologéticas que actualmente nos ayudan para<br />
alcanzar con el Mensaje de JESÚS, especialmente a los intelectuales. Escribió lo que hoy<br />
todavía es un éxito de librería, el teatro y el cine: Las crónicas de Narnia.<br />
En ese ficticio mundo de Narnia, creado por C. L. Lewis el invierno dura cien años. La nieve<br />
fría y húmeda lo cubre todo, los árboles secos son los distintivos que marcan los paisajesla<br />
primavera, el verano y el otoño, están ausentes- La Navidad que todo lo embellece y<br />
llena de alegría la época <strong>del</strong> invierno, nunca llegaba a Narnia. Por aquí por donde vivo, los<br />
naturales de esta nación, tienen un refrán: "Sin nieve, no existe Navidad" Pero imaginarse<br />
un invierno sin Navidad, es perderse la mejor fiesta de esta estación <strong>del</strong> año.<br />
En verdad me gusta la Navidad, y la espero entusiasmado para celebrar a JESÚS y Su<br />
nacimiento. Todo se cubre de expectativas, los sentimientos de felicidad están a flor de<br />
piel, es una ocasión de dar y de recibir. Ciertamente el comercio aprovecha la celebración<br />
de la Navidad al máximo, pero imaginarme una Navidad sin las luces y las vidrieras<br />
multicolores <strong>del</strong> comercio -que necesariamente la acompaña- ya no es posible para mí.<br />
Pero este no es el tema de hoy. El punto es que la Navidad mitiga en esta parte <strong>del</strong><br />
mundo, el duro invierno porque la Navidad es esperanza, es calor y emoción humanos, y<br />
es maravilla que nos convoca a la acción de gracias de la Encarnación de JESÚS, de<br />
Emmanuel, Dios con nosotros. ¡Gracias a ello el invierno de nuestras vidas se convierte en