Perlas del Alma 2009- Rev. Francisco Aular.pdf - Webnode
Perlas del Alma 2009- Rev. Francisco Aular.pdf - Webnode
Perlas del Alma 2009- Rev. Francisco Aular.pdf - Webnode
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Please purchase PDFcamp Printer on http://www.very<strong>pdf</strong>.com/ to remove this watermark.<br />
45 años de mi conversión, y todavía recuerdo el impacto sobre mi vida el saber que la<br />
Salvación es un regalo que Dios nos hace, y no es algo que nos ganamos en esta vida,<br />
porque nuestro problema frente a la Santidad de Dios no es lo que hacemos, sino lo que<br />
somos. Ser salvo es depositar toda nuestra confianza en JESÚS como nuestro Señor y<br />
Salvador. Mis familiares, amigos y compañeros de trabajo y estudio vieron un cambio en<br />
mi conducta tan evidente que algunos de ellos también vinieron a JESÚS para que los<br />
salvara también. ¡Mi entusiasmo, mi gozo y mi pasión eran contagiosos como un<br />
enamorado siente por la persona amada y por todas partes va contando y cantando de<br />
ese amor!<br />
En esos días, la única pregunta que les hacía a los cristianos con más años que yo en<br />
Evangelio era qué le gusta a JESÚS y qué repudia. ¡Yo estaba decidido a amar lo que mi<br />
Amado amara y repudiar lo que Él repudiara! Me encantaba ir a la iglesia, un grupo de<br />
personas que en su mayor asistencia seríamos treinta personas, pero yo me sentía en el<br />
cielo al disfrutar cada aspecto <strong>del</strong> servicio. ¡Era frecuente que las lágrimas rodaran por mis<br />
mejillas al escuchar vez tras vez las verdades <strong>del</strong> Evangelio! Había un himno que<br />
cantábamos en casi todos los servicios y no me cansaba de oír: Cuan glorioso es el cambio<br />
operado en mi ser/viniendo a mi vida el Señor; / Hay en mi alma una paz que ansiaba<br />
tener, /la paz que me trajo Su amor/Él vino a mi corazón, Él vino a mi corazón/soy feliz con<br />
la vida que Cristo me dio, /cuando Él vino a mi corazón.[i]<br />
En ese tiempo yo trabajaba en el laboratorio de un estudio fotográfico. Encerrado allí, no<br />
paraba de cantar esos himnos. Un día el dueño <strong>del</strong> negocio entró de repente al<br />
laboratorio y me dijo: "_<strong>Francisco</strong>: Cántame cuán glorioso…" E hicimos un dúo…Sí, en esos<br />
tiempos, yo estaba dispuesto a hacer todo por mi JESÚS. Por aquel tiempo también,<br />
Adonis Rodríguez, un joven universitario miembro de la iglesia, y yo, hicimos una gran<br />
amistad. Adonis y yo pasábamos noches enteras en oración e hicimos muchos ayunos.<br />
Hubo veces en que los domingos por la noche, después de la iglesia, nos quedamos<br />
hablando hasta la mañana <strong>del</strong> lunes, haciendo planes para nuestro futuro como pastores.<br />
Entonces, mi amigo se iba a la universidad y yo a mi trabajo. ¡Ese fue mi primer amor por<br />
JESÚS!<br />
La iglesia de Éfeso había experimentado ese amor por JESÚS en el principio, cuando Pablo<br />
aquel misionero apasionado la había fundado. Sin duda, le había quedado la buena<br />
doctrina, habían trabajado, tenían paciencia en medio <strong>del</strong> sufrimiento y nunca había dado<br />
un paso atrás en la fe. Sin embargo a una iglesia así el SEÑOR JESÚS, resucitado, le dice:<br />
Pero tengo esto contra ti: que has dejado tu primer amor.<br />
Aquí en la madrugada, mientras escribo conmovido al recordar todas estas cosas, siento<br />
que JESÚS me hace el mismo reclamo: has dejado tu primer amor. Y oigo con los oídos <strong>del</strong><br />
espíritu que me interroga, con Su voz llena de ternura: ¿Cuándo fue la última vez que me<br />
adoraste como antes? ¿Cuánto tiempo hace que las lágrimas no corren por tus mejillas en<br />
gratitud por lo que hice por ti, como antes? ¿Cuándo tiempo hace que no lloras conmigo<br />
por un mundo perdido y sin esperanza, como antes? ¿Cuánto tiempo haces que no me<br />
dedicas un tiempo largo en comunión conmigo? ¿Cuándo fue la última vez que renovaste<br />
tus votos de amor a mí? ¿Cuánto hace que no abres tu Biblia, no como tu instrumento de<br />
trabajo para hacer sermones y estudios, sino para hablarte por ella en tu vida devocional?<br />
Sé, porque le conozco por muchos años, que JESÚS me hace la misma pregunta que a