ASTROLOGÍA CIENTÍFICA (Tomo I) - sidereh

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Los ideales son muy elevados, se aspira a la comunión con todos los seres, al respeto
comunitario, a la manifestación de la buena voluntad mundial. Suele existir una fuerte
creencia que no necesariamente pasa por alguna religión organizada, la persona confía
en la existencia de algo superior porque siente intuitivamente su existencia.
El sentido de vida está signado por una experiencia de mucho servicio, entrega y
sacrificio (en el sentido de hacer lo sagrado, sacro-oficio). La persona es feliz cuando da,
es importante que tenga en cuenta que tiene que preservar su individualidad, para dar
algo primero es preciso generarlo, consumar una personalidad autónoma y
autosuficiente.
Con esta posición es posible que aparezca algo del aspecto cómodo del planeta Júpiter.
La vida es como una fiesta y “Dios proveerá”. Sin embargo, es importante recalcarle a
la persona en esta situación energética que los dones de Júpiter sólo se dan a quien se
dispone a ganarlos, a quien reconoce la alegría sin objeto y trabaja para canalizar su
manifestación.
JUPITER EN CASA 12
Es un indicio de la presencia del maestro o guía, la persona se siente confiada y segura
internamente, reconoce su fuente interna de sabiduría y poder. Con esta posición no se
siente el encierro que suele representar la Casa 12, ante situaciones peligrosas o
enfermedad hay protección espiritual.
Júpiter en 12 simboliza la intuición y percepción extrasensoria. Casa del inconsciente
colectivo, energía muy pura. La persona recibe mucho, está muy fuerte la
representación “los dioses proveen”.
El individuo se siente bien en situaciones de encierro o aislamiento porque se recupera,
recarga sus energías al entrar en contacto con su intimidad y allí ubicar al benéfico
mayor.
Posición que favorece la poesía, la música, el pensamiento simbólico, la meditación,
estas actividades generan crecimiento personal y riqueza.
Con esta ubicación la persona suele ser consciente y relatar diferentes experiencias
cumbre, es decir, circunstancias en las que los individuos se sintieron plenos, confiados,
en la seguridad de que no necesitaban nada, sensación de inmortalidad y trascendencia,
en especial cuando Júpiter aparece en conjunción con Plutón.
La Casa 12 y Piscis representan el nivel del alma, más total que la mente superior, con
Júpiter allí la conciencia despierta e ilumina sembrando luz, amor y buena voluntad.