ASTROLOGÍA CIENTÍFICA (Tomo I) - sidereh
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La principal lección de Saturno es responsabilidad, en un tránsito de Saturno hay que<br />
enfrentar la verdad, este planeta a su paso determina el principio de realidad. También<br />
se lo conoce como “El señor del umbral”, el límite general de la forma, la hora de<br />
abandonar el cuerpo físico, la muerte corporal.<br />
Existe un antes y un después de Saturno, en su tránsito retorna al punto natal<br />
aproximadamente a los 30 años, ya nada será igual. No es una posición planetaria que<br />
se ejerza con soltura, simboliza el gran límite, el límite de la personalidad individual.<br />
Alrededor de los 28/29 años reveo la máscara y miro de frente, esa es la prueba de<br />
Saturno, ver la realidad, sacarse la máscara enfrentar la libertad de Urano. Si uno capta<br />
la energía de Saturno empieza a construir todo lo demás es construcción de barro. Dado<br />
que está conectado con algo que rechazamos, está conectado con la sombra, aspectos<br />
que queremos olvidar. Lo que va a la sombra es lo que más me ocupa y preocupa.<br />
“Persona”, del griego máscara, se conoce en Astrología Científica que “Saturno nos<br />
agarra de chiquitos”, a los 7 años ya generamos la máscara, sentimos que en la energía<br />
del signo en cuestión, que en la casa en que se encuentra, algo nos falta, hay una fuerte<br />
pérdida. De esta sensación nadie se va a enterar, no se van a dar cuenta, se estructura<br />
la personalidad como mecanismo de defensa. Te agarra de chiquito y uno se defiende<br />
empleando la misma energía para construir una máscara que revela y oculta esa<br />
realidad, esa máscara se petrifica, se convierte en la personalidad rígida. Por ejemplo,<br />
con Saturno en Aries la sensación es que no hay acción, que todo es inmovilidad,<br />
quietud, hay miedo a moverse, sin embargo, a la persona se la observa hiperkinética,<br />
siempre haciendo algo, nadie imaginaría que tiene tanto horror a la actividad como a la<br />
inacción.<br />
Por otra parte, Saturno simboliza la fuerza, la energía que hace que las cosas sean lo<br />
que siempre han sido. Es la posibilidad de que se haga realidad lo que potencialmente<br />
es. Fuerza interior que lo mantiene en línea. Hace que el peral sea un peral, pincha las<br />
ilusiones, el peral que quiere ser manzano. Corta el deseo de ser otra cosa (la Luna), hay<br />
que estudiarlo también con su polaridad la Luna. Estamos impregnados y poseídos por<br />
la luna, Saturno el opuesto echa por tierra nuestras ilusiones de protección.<br />
Dios del tiempo, del transcurrir. Rige todo proyecto, etimológicamente, pro-yecto, o<br />
lanzado hacia adelante. Donde está en la carta lo real es más real, imposible evitarlo,<br />
está a la vista, hay que llegar hasta el límite en eso. Saturno genera “el campo de juegos<br />
del Señor”, ámbito limitado, protector, seguro, en el que podemos experimentar con las<br />
energías divinas sin quemarnos. “Nuestro Dios es un fuego abrasador”, dice la Biblia<br />
El maestro viejo nos otorga el sentimiento de seguridad, arquetipo del vendedor de<br />
seguros.<br />
Saturno en posiciones de agua (Cáncer, Escorpio, Piscis) da personalidades plomizas,<br />
pesadas.<br />
Representa también la función del padre, tutor fijador de límites, introyección de la<br />
autoridad paterna que en el campo de la psicología se conoce como Superyo. Donde<br />
está Saturno hay que aprender como si fueran las primeras letras, aprender desde cero.<br />
Una Casa Natal es un campo de experiencias humanas, Saturno la lleva a la verdad. La<br />
problemática es la misma se trate de signos o casas. En cuanto a la posición por casas la<br />
dificultad aparece como más externa, explícita y visible, la posición por signos se<br />
manifiesta como más interna.