Descarga - Boletín Salesiano
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Justo González<br />
Seguimos allí con ellos<br />
Queridos amigos:<br />
De un tiempo a esta parte no paran de llegarnos<br />
noticias catastróficas de diversas partes<br />
del mundo ¿verdad? Son, en gran parte,<br />
noticias de desastres producidos por<br />
fenómenos naturales. Primero fue el trágico<br />
tsunami que padeció el sudeste asiático<br />
y del que no nos podremos olvidar durante<br />
mucho tiempo. Y, sin apenas tiempo para<br />
recuperarnos, nos han sobresaltado, más<br />
recientemente, los efectos de los huracanes<br />
Katrina y Stan, en los Estados Unidos y<br />
Guatemala respectivamente, y el terremoto<br />
que han sufrido amplias zonas de Afganistán,<br />
India y, sobre todo, de Pakistán.<br />
Ciertamente que estas catástrofes naturales<br />
no distinguen entre países ricos y pobres, si<br />
bien las consecuencias más trágicas las sufren,<br />
no obstante, los llamados países del Tercer<br />
Mundo. Además, no se producen solamente<br />
daños materiales sino, principalmente, personales.<br />
Es decir, son tragedias humanas que<br />
nos reclaman a todos, especialmente a los<br />
que no las sufrimos directamente.<br />
Por otro lado, amigos, junto con esas noticias<br />
de América y Asia, no han dejado de<br />
llegarnos también noticias de África. Es como<br />
si el “continente olvidado” se empeñara,<br />
él mismo, en desmentirlo de este modo.<br />
Las noticias se refieren todas, como sabemos,<br />
a emergencias humanitarias provocadas<br />
por el hambre, la violencia, la guerra y<br />
el subdesarrollo. La última, ofrecida ampliamente<br />
por los medios de comunicación,<br />
seguro que se nos ha quedado bien grabada<br />
en nuestra retina: inmigrantes subsaharianos<br />
intentando entrar de forma desesperada<br />
en la ciudad española de Melilla, o<br />
abandonados seguidamente a su suerte en el<br />
desierto, camino de la muerte.<br />
Con África tienen que ver, sin embargo,<br />
otras noticias de las que, quizás, apenas se<br />
hagan eco los medios de comunicación. Me<br />
refiero a esas que tienen que ver con misioneros<br />
y voluntarios que están en tierras<br />
africanas anunciando la Buena Nueva de la<br />
salvación integral a todos los que todavía<br />
no la conocen. Concretamente, me refiero<br />
a una noticia de la que se hace eco el <strong>Boletín</strong><br />
<strong>Salesiano</strong> de este mes de noviembre y<br />
de la que, estoy seguro, muchos estáis al<br />
tanto: la Familia Salesiana está celebrando,<br />
este año 2005, el 25 aniversario del Proyecto<br />
África, ¡una magnífica noticia! Efectivamente,<br />
aunque los <strong>Salesiano</strong>s están en<br />
el continente africano desde años antes, sin<br />
embargo, es a partir del 21º Capítulo General<br />
cuando, a una llamada del Papa Juan Pablo<br />
II, se decidió apostar por una mayor<br />
presencia salesiana en África. A Senegal<br />
llegamos en 1980 y, seguidamente a Benín,<br />
Costa de Marfil, Mali, Togo y Burkina Faso.<br />
Y allí seguimos con los jóvenes y ambientes<br />
populares, <strong>Salesiano</strong>s, Hijas de María<br />
Auxiliadora y muchos voluntarios y<br />
voluntarias: hombres y mujeres extraordinarios,<br />
la vanguardia misionera de nuestra<br />
familia que no deja de traspasar fronteras<br />
(este año 2005, Mongolia).<br />
Y que también necesitan de todos los que<br />
estamos en la retaguardia, porque, en nuestra<br />
familia, misioneros somos todos. Ojalá<br />
que el recuerdo de la primera expedición<br />
misionera a la Patagonia argentina (11 de noviembre<br />
de 1875) y, especialmente, la celebración<br />
del 25 aniversario del Proyecto<br />
África reavive en todos nosotros este ardor<br />
misionero propio de nuestra vocación cristiana<br />
y salesiana: “Id por todo el mundo y<br />
anunciad el Evangelio”, nos mandó Jesús.<br />
Nos impulsa el venerable Ceferino Namuncurá,<br />
primer fruto de las Misiones Salesianas,<br />
en términos de excelencia educativa<br />
y de santidad, en el centenario de su<br />
muerte (1905-2005).<br />
Con mi afecto y oración.<br />
Pablo Marín S.<br />
Director<br />
Noviembre 2005 • BS • 3