lecciones de escuela sabática - Sociedad Misionera Internacional...
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4. Sabiendo que Él vive para interce<strong>de</strong>r por nosotros y siempre está dispuesto a<br />
cumplir sus promesas, ¿cómo nos po<strong>de</strong>mos apropiar <strong>de</strong> las bendiciones contenidas<br />
en la oración <strong>de</strong> Jesús por medio <strong>de</strong> la fe? Hebreos 7:25; Romanos<br />
8:34.<br />
40<br />
“… está en el cielo como nuestro abogado, para interce<strong>de</strong>r por nosotros. Siempre<br />
hemos <strong>de</strong> cobrar consuelo y esperanza al pensar en esto. Él está pensando en los que están<br />
sujetos a las tentaciones <strong>de</strong> este mundo. Piensa en nosotros individualmente, y conoce cada<br />
una <strong>de</strong> nuestras necesida<strong>de</strong>s. Cuando seáis tentados, <strong>de</strong>cid: Él cuida <strong>de</strong> mí, Él hace intercesión<br />
en mi favor, Él me ama, Él ha muerto por mí. Miraré sin reservas a Él. Entristecemos<br />
el corazón <strong>de</strong> Cristo cuando vamos condoliéndonos <strong>de</strong> nosotros mismos como si fuéramos<br />
nuestro propio salvador. No; <strong>de</strong>bemos encomendar la guarda <strong>de</strong> nuestras almas a Dios<br />
como a un Creador fiel. Él siempre vive para interce<strong>de</strong>r por los probados y tentados”<br />
(Testimonios para los Ministros, pág. 397).<br />
SUbStitUto y SegURidad<br />
5. ¿Cómo, en beneficio <strong>de</strong>l ser humano, Dios encara las exigencias <strong>de</strong> su santa<br />
ley? Romanos 8:3, 4.<br />
“Dios no podía alterar una jota ni una til<strong>de</strong> <strong>de</strong> su santa ley a fin <strong>de</strong> ir al encuentro <strong>de</strong>l<br />
hombre en su condición caída; porque esto habría producido <strong>de</strong>scrédito sobre la sabiduría<br />
<strong>de</strong> Dios al hacer una ley por la cual habían <strong>de</strong> gobernarse el cielo y la tierra. Pero Dios<br />
podía dar a su Hijo unigénito para que llegará a ser el Sustituto y Garante <strong>de</strong>l hombre, para<br />
que sufriera la penalidad que merecía el transgresor y para que impartiera al alma penitente<br />
su perfecta justicia. Cristo vino a ser el sacrificio inmaculado en favor <strong>de</strong> una raza<br />
caída, convirtiendo a los hombres en prisioneros <strong>de</strong> esperanza, <strong>de</strong> manera que, mediante<br />
el arrepentimiento ante Dios por haber quebrantado su santa ley, y por medio <strong>de</strong> la fe en<br />
Cristo como su Sustituto, Garante y Justicia, pudieran ser traídos <strong>de</strong> vuelta a la lealtad a<br />
Dios y a la obediencia a su santa ley” (Fe y Obras, pág. 121).<br />
6. ¿Qué fue necesario para Jesús a fin <strong>de</strong> convertirse en el perfecto Sustituto<br />
y Garantía <strong>de</strong>l ser humano? ¿Cómo se pue<strong>de</strong>n obtener los beneficios <strong>de</strong> su<br />
servicio intercesor? Juan 15:10; 6:38, 39; Hebreos 5:9.<br />
“El sustituto y garantía <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong>bía tener la naturaleza <strong>de</strong>l hombre, un entronque<br />
con la familia humana a quien había <strong>de</strong> representar, y, como embajador <strong>de</strong> Dios, <strong>de</strong>bía<br />
participar <strong>de</strong> la naturaleza divina, <strong>de</strong>bía tener una unión con el Infinito a fin <strong>de</strong> manifestar<br />
a Dios ante el mundo y ser un mediador entre Dios y el hombre” (Mensajes Selectos, tomo<br />
1, pág. 301).<br />
“En la oración intercesora que Jesús elevó a su Padre, afirmó que había cumplido con<br />
las condiciones que el Padre había dispuesto como obligatorias, respecto al hombre caído,<br />
para que Cristo las cumpliera conforme al contrato hecho en el cielo. Él oró: ‘He acabado<br />
la obra que me diste que hiciese’. [Es <strong>de</strong>cir, había forjado en la tierra un carácter justo<br />
LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA