epilogo cuenta de una historia de cuento - La Santísima Hostia ...
epilogo cuenta de una historia de cuento - La Santísima Hostia ...
epilogo cuenta de una historia de cuento - La Santísima Hostia ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
imentando el gozo <strong>de</strong> <strong>una</strong> verda<strong>de</strong>ra conversión, hagan valer para sí el: “…<br />
¡Oh felix culpa qua meruisti vi<strong>de</strong>re in tempore Dominum tuum!,¡Oh feliz culpa<br />
por la que mereciste ver en el tiempo a tu Señor!; y no sea estéril para ellos la<br />
fecundidad <strong>de</strong>l Milagro, y mucho menos: muerte la Vida.<br />
<strong>La</strong> mayor parte <strong>de</strong> la Comunidad Católica Mexicana ha vivido siempre<br />
LA TENSIÓN <strong>de</strong> la reconciliación, más que <strong>de</strong> la unidad superficial con la<br />
Iglesia romana, que ya ni “aparentemente” vive la comunión con Jesucristo<br />
como Cabeza <strong>de</strong> la Santa Iglesia, viviendo sí la <strong>de</strong>sunión <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong><br />
sus miembros con la máscara romana, en la que ser católico ahora significa<br />
pertenecer a <strong>una</strong> gran organización en la que hay muchos preceptos morales<br />
y muchos dogmas tan difíciles <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r y <strong>de</strong> aceptar, que ni los obispos y<br />
sacerdotes lo viven. Y así aunque el cristianismo parezca un lastre pesado <strong>de</strong><br />
tradiciones e instituciones saben que en algún caso <strong>de</strong> necesidad pue<strong>de</strong>n<br />
verse ayudados, y se meten y tratan con sectarios, con psíquicos, astrólogos,<br />
quirománticos, charlatanes, curan<strong>de</strong>ros, chamanes y brujos; buscando<br />
siempre noveda<strong>de</strong>s que puedan hacer contrapeso a los problemas y dificulta<strong>de</strong>s<br />
sobre todo materiales y pasionales cuya solución, piensan, no la pue<strong>de</strong>n<br />
encontrar ni en la fe cristiana, ni en la Iglesia, y en lugar <strong>de</strong> confesarse,<br />
<strong>de</strong> limpiar a fondo el principio <strong>de</strong> todo mal librándose <strong>de</strong>l alcance <strong>de</strong> los<br />
enemigos <strong>de</strong>l alma y <strong>de</strong> los espíritus malignos que vagan por el mundo para<br />
su perdición: se hacen “limpias” con toda clase <strong>de</strong> menjurjes <strong>de</strong> lo más increíble<br />
en medio <strong>de</strong> rituales satánicos; y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que vieron por televisión que<br />
el día <strong>de</strong> la canonización <strong>de</strong>l indio Juan Diego, ante los ojos <strong>de</strong> millones <strong>de</strong><br />
espectadores: le hicieron <strong>una</strong> “limpia” al mismísimo Papa Juan Pablo II, sintieron<br />
más gusto por la canonización <strong>de</strong> las limpias, que <strong>de</strong>l Indio que seguramente<br />
también conoció las limpias. No son muchos los católicos mexicanos<br />
que realmente buscan respuestas a cuestiones vitales indispensables,<br />
para <strong>una</strong> vida auténticamente cristiana católica, respuestas que proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />
lo alto, servidas y administradas por obispos y sacerdotes, pues los hombres<br />
sufren también hoy, quizá más que antes, y no les basta con la respuesta que<br />
le venga a la cabeza al párroco o al “grupo <strong>de</strong> acción” que sea. <strong>La</strong> religión,<br />
hoy como siempre, llega hasta el fondo <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> los hombres para tocar<br />
allí un punto <strong>de</strong> absoluto. Por eso dice Benedicto XVI: “Cuando un párroco o<br />
un obispo no se muestran mediadores <strong>de</strong> lo que es absoluto también para<br />
ellos, sino que sólo saben ofrecer sus propias acciones, se convierten en<br />
“iglesia ministerial”, y, por lo tanto, SOBRAN”. Y <strong>de</strong>sgraciadamente éstos<br />
son los más, pues el relajamiento <strong>de</strong> la vida religiosa sacerdotal impi<strong>de</strong>, absolutamente<br />
la comunión con el Absoluto, así como la acción <strong>de</strong>l Espíritu<br />
Santo. Un calentador eléctrico si está <strong>de</strong>senchufado o <strong>de</strong>scompuesto, es absolutamente<br />
imposible que caliente; un foco fundido o apagado, es imposible<br />
que alumbre. Una acción <strong>de</strong> reconciliación real que presupone la íntima unidad<br />
entre la acción <strong>de</strong> la autoridad y la auténtica vida <strong>de</strong> fe <strong>de</strong> la Iglesia, ahora,<br />
resulta utópica, pues la columna vertebral tiene varias vértebras “disloca-<br />
30