12.05.2013 Views

Recuerdos de un corredor de 400 m. vallas. Manuel SORIANO ...

Recuerdos de un corredor de 400 m. vallas. Manuel SORIANO ...

Recuerdos de un corredor de 400 m. vallas. Manuel SORIANO ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Recuerdos</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>un</strong> <strong>corredor</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>400</strong> m. <strong>vallas</strong><br />

2 VELEZANA NUM 29<br />

<strong>Manuel</strong> Soriano Nieto<br />

Vélez Rubio.<br />

Juegos <strong>de</strong><br />

infancia e<br />

Instituto<br />

Nací en Vélez Rubio, el ocho<br />

<strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1945.<br />

Des<strong>de</strong> don<strong>de</strong> me alcanza<br />

la memoria, recuerdo con nostalgia<br />

aquellos juegos infantiles que f<strong>un</strong>damentalmente<br />

consistían en correr y<br />

saltar y que, en consecuencia, hacían<br />

que <strong>de</strong>sarrolláramos <strong>un</strong>as condiciones<br />

atléticas que en el futuro me<br />

serían <strong>de</strong> gran ayuda para la práctica<br />

<strong>de</strong>l atletismo. Uno que me encantaba<br />

era “el tranco”, pues exigía gran<br />

capacidad <strong>de</strong> salto. Jugábamos en<br />

cualquier calle, pero principalmente,<br />

en la Plaza, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l Ay<strong>un</strong>tamiento.<br />

Como muchos recordaréis, se<br />

trataba <strong>de</strong> saltar, a partir <strong>de</strong> <strong>un</strong>a<br />

referencia marcada en el suelo, por<br />

encima <strong>de</strong>l que le tocaba hacer <strong>de</strong><br />

“plinto” (le llamábamos “amorrar”).<br />

Progresivamente, el que amorraba se<br />

iba alejando <strong>de</strong> la marca y el mérito<br />

estaba en ejecutar la acción con los


<strong>Recuerdos</strong> <strong>de</strong> <strong>un</strong> <strong>corredor</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>400</strong> m. <strong>vallas</strong><br />

M E M O R I A P E R S O N A L<br />

mínimos saltos posibles. Quien pisaba la marca, o hacía más apoyos <strong>de</strong> los que había “cantado”; por ejemplo “dos<br />

medias y tranco”, se le penalizaba pasando a sustituir al amorrado y éste, liberado, se incorporaba al último <strong>de</strong> la fila.<br />

Otro muy popular y divertido era “el rescatao”, en el que primaba la velocidad <strong>de</strong> los participantes. Había <strong>un</strong>a gran<br />

camara<strong>de</strong>ría y <strong>un</strong>os códigos, tácitamente establecidos, que nos obligaban, entre otros principios, a respetar la palabra<br />

dada y valorar en extremo la lealtad, la amistad, la valentía, la generosidad... Creo que, a riego <strong>de</strong> parecer <strong>un</strong>a simpleza,<br />

estábamos influenciados por los legendarios protagonistas <strong>de</strong> los tebeos <strong>de</strong> la época. Todos queríamos ser como<br />

El Guerrero <strong>de</strong>l Antifaz o El Capitán Trueno, personajes románticos que representaban el i<strong>de</strong>al caballeresco, a<strong>un</strong>que<br />

también he <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que alg<strong>un</strong>os, entre los que me encuentro, estábamos <strong>un</strong> poquito asilvestrados.<br />

Estudiaba en el Instituto Laboral pero no <strong>de</strong>mostraba mucho interés por el estudio, en aquellos días tenía la cabeza<br />

en otras cosas, los juegos, los <strong>de</strong>portes, los amigos...., en fin, lo propio <strong>de</strong> la edad. En lo que sí <strong>de</strong>stacaba, j<strong>un</strong>to a otros<br />

compañeros que corrían o saltaban tanto o más que yo, era en alg<strong>un</strong>as pruebas atléticas que practicábamos con el profesor<br />

<strong>de</strong> gimnasia, Sr. Chamorrro. Entre todas, mis preferidas, el salto <strong>de</strong> longitud y las carreras <strong>de</strong> velocidad. En el <strong>de</strong>porte<br />

suele pasar como en cualquier otra actividad <strong>de</strong> la vida en general, que te gusta y te aficionas a lo que mejor haces.<br />

En el jardín <strong>de</strong> mi casa <strong>de</strong> la Carrera <strong>de</strong>l Carmen. Con mi hermano Obdulio. De niño en Vélez Rubio.<br />

Los veranos en Fuente Gran<strong>de</strong><br />

En los veranos, mi familia tenía la costumbre <strong>de</strong> trasladarse al campo, como otras <strong>de</strong>l pueblo que disponían <strong>de</strong><br />

alg<strong>un</strong>a finca con cortijo. Nosotros nos instalábamos en La Canaleja, cerca <strong>de</strong> Fuente Gran<strong>de</strong>, al pie <strong>de</strong> la Sierra<br />

<strong>de</strong> María, don<strong>de</strong> el calor <strong>de</strong>l verano era más lleva<strong>de</strong>ro que en el pueblo. Recuerdo los largos paseos hasta la ermita<br />

<strong>de</strong> Fuente Gran<strong>de</strong> don<strong>de</strong>, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> asistir a misa, compartíamos agradables charlas con otras familias <strong>de</strong> veraneantes.<br />

Cada verano se celebraban las fiestas <strong>de</strong> Fuente Gran<strong>de</strong> en las que se organizaban, entre otras activida<strong>de</strong>s, “la carrera<br />

<strong>de</strong>l pollo”, que consistía en re<strong>un</strong>ir a los mozos casa<strong>de</strong>ros en lo alto <strong>de</strong> <strong>un</strong> monte cercano que, a <strong>un</strong>a señal, emprendían<br />

<strong>un</strong>a carrera alocada la<strong>de</strong>ra abajo saltando piedras y matojos como potros <strong>de</strong>sbocados con el objetivo <strong>de</strong> ganar la carrera<br />

AÑO 2010 VELEZANA 3


Los veranos <strong>de</strong> Fuente Gran<strong>de</strong>.<br />

y quedarse con el “pollo”. Uno <strong>de</strong> esos veranos, no <strong>de</strong>bía<br />

tener más <strong>de</strong> once o doce años, me empeñe en que me<br />

<strong>de</strong>jaran participar y, a<strong>un</strong>que no era posible <strong>de</strong>bido a mi<br />

corta edad, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mucho insistir accedieron. Al fin y<br />

al cabo <strong>de</strong>bieron <strong>de</strong> pensar que no era más que <strong>un</strong> niño<br />

con ganas <strong>de</strong> jugar. Para sorpresa <strong>de</strong> todos gane la carrera.<br />

Las imágenes que quedaron grabadas en mi memoria<br />

son irreales, como las <strong>de</strong> <strong>un</strong> sueño, en las que se produce<br />

<strong>un</strong> <strong>de</strong>sdoblamiento y, al mismo tiempo, eres protagonista<br />

y espectador <strong>de</strong> la escena. Ese recuerdo fue, seguramente,<br />

el origen <strong>de</strong> mi posterior afición al atletismo.<br />

4 VELEZANA NUM 29<br />

Almería,<br />

Después <strong>de</strong> terminar el Bachiller Laboral en el<br />

Instituto <strong>de</strong> Vélez Rubio, mi padre me mandó<br />

interno a la Escuela <strong>de</strong> Maestría Industrial <strong>de</strong><br />

Almería. En el internado, como jefe <strong>de</strong> estudios, y en las<br />

clases como profesor <strong>de</strong> Matemáticas, teníamos a don<br />

Pedro Vilches (natural <strong>de</strong> Chirivel). Era <strong>un</strong> hombre inteligente<br />

y con gran personalidad. Murió hace alg<strong>un</strong>os años,<br />

para él mi más cariñoso recuerdo. Fue <strong>un</strong>o <strong>de</strong> los dos<br />

personajes que le dieron a mi vida <strong>un</strong> gran impulso. A<br />

don Pedro le gustaban tanto las Matemáticas y se tomaba<br />

tanto interés en su labor docente que consiguió que su<br />

estudio, inesperadamente para mí, se convirtiera en algo<br />

entretenido. Una vez obtenido el título <strong>de</strong> Maestría Industrial,<br />

me fui a Valencia don<strong>de</strong>, tres años <strong>de</strong>spués, sin duda<br />

por el cambio <strong>de</strong> actitud que, <strong>de</strong>bido a su influencia, experimenté<br />

ante los estudios, me diplomé en la Escuela <strong>de</strong><br />

Ingeniería Técnica.<br />

Durante mi estancia en Almería solía acudir a todas las<br />

competiciones <strong>de</strong> atletismo que llegaban a mis oídos, me<br />

gustaba el ambiente que se respiraba, el encontrarte con<br />

<strong>un</strong>os y con otros, comentar las inci<strong>de</strong>ncias... En <strong>un</strong>a <strong>de</strong><br />

ellas se fijó en mí don Emilio Campra, antiguo <strong>corredor</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>400</strong> metros lisos, campeón <strong>de</strong> España en su juventud,<br />

gran aficionado y entrenador, quizás el único por aquellos<br />

lares. Todavía se encuentra entre nosotros y, a sus ochenta<br />

y siete años, goza <strong>de</strong> <strong>un</strong>a salud envidiable. Era, y para<br />

mí siempre lo será, <strong>un</strong>a autoridad nacional que ejercía<br />

como profesor en la Escuela Nacional <strong>de</strong> Entrenadores <strong>de</strong><br />

Atletismo, para lo que, periódicamente, se <strong>de</strong>splazaba a<br />

Madrid a impartir los cursos. Él trabajaba en los Juzgados<br />

<strong>de</strong> Almería. Es el otro personaje tuvo gran influencia en<br />

mi vida.<br />

Quedábamos a las siete y media <strong>de</strong> la mañana en el<br />

antiguo Estadio <strong>de</strong> la Juventud. Las instalaciones se encontraban<br />

en completo abandono, con los vestuarios a<br />

medio <strong>de</strong>rruir y <strong>un</strong>a pista <strong>de</strong> atletismo en precarias condiciones.<br />

Actualmente, el nuevo estadio que se construyo<br />

en su lugar, con motivo <strong>de</strong> los últimos Juegos <strong>de</strong>l Mediterráneo<br />

(2005), lleva el nombre <strong>de</strong> “Estadio <strong>de</strong> la Juventud<br />

Emilio Campra” en reconocimiento, <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Almería,<br />

a la gran labor realizada por y para el <strong>de</strong>porte a lo largo<br />

<strong>de</strong> su vida. Me levantaba las siete para tener tiempo <strong>de</strong><br />

entrenar y po<strong>de</strong>r estar <strong>de</strong> vuelta a mis clases a las nueve.


A veces, durante el paseo, camino <strong>de</strong> mi cita con<br />

Emilio, fantaseaba pensando en lo emocionante<br />

que sería conseguir el nivel atlético necesario<br />

para entrar en las gran<strong>de</strong>s competiciones con<br />

posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> éxito y po<strong>de</strong>r disfrutar <strong>de</strong> los<br />

apasionantes momentos que se viven, tanto en<br />

los instantes previos a la salida, como durante<br />

la carrera. No sabía que esos <strong>de</strong>seos se harían<br />

realidad.<br />

P<strong>un</strong>tualmente, cada mañana, allí estaba esperándome<br />

el bueno <strong>de</strong> Emilio Campra. Ahora,<br />

cuando lo pienso, valoro en toda su magnitud<br />

lo que este hombre fue capaz <strong>de</strong> hacer con el<br />

ánimo <strong>de</strong> que <strong>un</strong> chico, <strong>de</strong> condiciones atléticas<br />

dudosas, prosperara y se formara como futuro<br />

atleta. Transmitía tanto entusiasmo y afición que<br />

te contagiabas sin darte cuenta. No sólo me enseñó<br />

a disfrutar <strong>de</strong> la práctica <strong>de</strong>l atletismo, también<br />

los f<strong>un</strong>damentos técnicos y sus métodos<br />

<strong>de</strong> preparación, hasta el p<strong>un</strong>to que, posteriormente,<br />

cuando me fui <strong>de</strong> Almería, esos conocimientos<br />

me permitieron diseñar y controlar mis<br />

planes <strong>de</strong> entrenamiento, lo que me daba, por<br />

<strong>un</strong> lado, la ventaja <strong>de</strong> no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> nadie, y.<br />

por otro, la <strong>de</strong> poner en práctica mis i<strong>de</strong>as al<br />

respecto, que por cierto, no coincidían con las<br />

rutinas generalmente aceptadas por la mayor<br />

parte <strong>de</strong> los entrenadores <strong>de</strong> la época, pero que<br />

me permitieron obtener <strong>un</strong> rendimiento excelente<br />

<strong>de</strong> mis mo<strong>de</strong>stas posibilida<strong>de</strong>s.<br />

Cuando volvía a Vélez Rubio por vacaciones,<br />

solía ir a correr, carretera a<strong>de</strong>lante, hasta la<br />

Monja, o realizar series <strong>de</strong> 300 mts en el Puente<br />

Plato, frente al cerro <strong>de</strong> los Pinos. Yo vivía en la<br />

Carrera <strong>de</strong>l Carmen, el patio que había <strong>de</strong>trás <strong>de</strong><br />

la casa tenía los muros medianeros con los <strong>de</strong> la<br />

familia Rame, lo que aprovechaba para, saltándolos,<br />

salir discretamente a la carretera. No me<br />

encontraba cómodo al sentirme observado. Ya<br />

era bastante que los agricultores me gritaran al<br />

verme pasar, imagino pensarían que no estaba<br />

muy bien <strong>de</strong> la cabeza. Con los años la práctica<br />

<strong>de</strong>portiva en el campo y la ciudad se ha llegado<br />

a convertir en algo natural, pero en aquellos<br />

tiempos resultaba extravagante ver a alguien<br />

corriendo sin motivo aparente.<br />

<strong>Recuerdos</strong> <strong>de</strong> <strong>un</strong> <strong>corredor</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>400</strong> m. <strong>vallas</strong><br />

M E M O R I A P E R S O N A L<br />

100 mts lisos en el Estadio <strong>de</strong> la Juventud <strong>de</strong> almeria, 19...<br />

Equipo <strong>de</strong> 4x<strong>400</strong> <strong>de</strong>l Club Hispania <strong>de</strong> Almeria. Madrid, 196...<br />

Parte <strong>de</strong>l equipo <strong>de</strong> atletismo <strong>de</strong>l Hispania <strong>de</strong> Almeria.<br />

AÑO 2010 VELEZANA 5


En el patio <strong>de</strong> mi casa en 1965.<br />

Valencia, 1967-1970<br />

Siguiendo con los acontecimientos, me trasladé<br />

a Valencia para cursar mis estudios <strong>de</strong> Ingeniería.<br />

Corría el año 1967 cuando me fe<strong>de</strong>ré en<br />

la Valenciana <strong>de</strong> atletismo y me incorporé en la sección<br />

correspondiente <strong>de</strong>l Valencia Club <strong>de</strong> Fútbol. Conseguí<br />

el récord provincial <strong>de</strong> <strong>400</strong> mts lisos y <strong>400</strong> mts <strong>vallas</strong>. Mis<br />

registros oscilaban sobre 48” en lisos y 53” en <strong>vallas</strong>. Los<br />

entrenamientos que hacía eran muy flojos pues los estudios<br />

me <strong>de</strong>jaban poco tiempo.<br />

Barcelona, 1970-72<br />

En el año 1970, concluida la etapa <strong>un</strong>iversitaria<br />

y terminado el servicio militar, me fui a la Resi<strong>de</strong>ncia<br />

Blume <strong>de</strong> Barcelona con <strong>un</strong>a beca <strong>de</strong> la<br />

Fe<strong>de</strong>ración Española <strong>de</strong> Atletismo. Faltaban dos años para<br />

la cita olímpica y mi i<strong>de</strong>a era <strong>de</strong>dicarme exclusivamente<br />

a entrenar, batir el récord nacional <strong>de</strong> <strong>400</strong> mts <strong>vallas</strong>,<br />

y ser olímpico en M<strong>un</strong>ich. Para ello estaba dispuesto a<br />

<strong>de</strong>dicar dos años <strong>de</strong> mi vida antes <strong>de</strong> empren<strong>de</strong>r mi carrera<br />

profesional. Ese invierno entrené a conciencia pues<br />

en la resi<strong>de</strong>ncia disponíamos <strong>de</strong> los medios necesarios.<br />

Gané el Campeonato <strong>de</strong> España al aire libre batiendo el<br />

récord nacional que poseía el pontevedrés <strong>Manuel</strong> Carlos<br />

Gayoso, <strong>de</strong>jándolo en 51,30”, y fui seleccionado para los<br />

encuentros internacionales con el equipo español. Por<br />

cierto, en esa temporada gané la Medalla <strong>de</strong> Plata en los<br />

Juegos <strong>de</strong>l Mediterráneo celebrados en la ciudad <strong>de</strong> Esmirna<br />

(Turquía).<br />

6 VELEZANA NUM 29<br />

Milicias <strong>un</strong>iversitarias, campamento <strong>de</strong> La Granja (Segovia).<br />

Encuentro internacional España-Suiza, 1971.<br />

Momento <strong>de</strong> la salida en la final <strong>de</strong> <strong>400</strong> <strong>vallas</strong>. Juegos ...<br />

Ataque a la 8ª valla. Juegos Europeos Universitarios, 19...


Durante el invierno <strong>de</strong> 1971 aumente consi<strong>de</strong>rablemente<br />

la carga <strong>de</strong> entrenamiento y en el campeonato<br />

<strong>de</strong> España corrí en 50,60”, nuevo récord,<br />

con nivel suficiente para ser invitado a las re<strong>un</strong>iones<br />

internacionales atletismo que se celebran en verano<br />

en las principales capitales europeas. Los avances<br />

eran fruto <strong>de</strong> <strong>un</strong> trabajo cada vez más elaborado y<br />

convenientemente dirigido a corregir los fallos en<br />

la técnica <strong>de</strong> <strong>vallas</strong> y a mejorar la condición física,<br />

incidiendo, especialmente, en paliar las carencias<br />

<strong>de</strong>tectadas el año anterior.<br />

La temporada al aire libre <strong>de</strong>l año olímpico 1972<br />

la inicié volviendo a batir el récord llevándolo a<br />

50,30” y, posteriormente durante los campeonatos<br />

<strong>de</strong> España, a 49,80”, marca entre las veinte mejores<br />

<strong>de</strong>l m<strong>un</strong>do en ese momento y récord nacional que<br />

se mantuvo nueve años hasta que en 1983 lo supero<br />

el madrileño José Alonso Valero con <strong>un</strong> tiempo <strong>de</strong><br />

49,75”. Este atleta dominó la prueba en años sucesivos<br />

y su mejor registro <strong>de</strong> 49” sigue vigente como<br />

récord <strong>de</strong> España. Los 49,80” logrados me daban<br />

opción a entrar en semifinales y, con suerte, ser<br />

finalista olímpico si conseguía afianzarme sobre los<br />

49,50”, marca que consi<strong>de</strong>raba a mi alcance.<br />

Última valla en la final <strong>de</strong>l campeonato <strong>de</strong> España. Barcelona.<br />

<strong>Recuerdos</strong> <strong>de</strong> <strong>un</strong> <strong>corredor</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>400</strong> m. <strong>vallas</strong><br />

M E M O R I A P E R S O N A L<br />

Encuentro internacional triangular<br />

España, Italia, Grecia.<br />

AÑO 2010 VELEZANA 7


Campeonato por equipos a comienzos <strong>de</strong> los 70.<br />

La lesión <strong>de</strong> Oslo (1972)<br />

Por <strong>de</strong>sgracia, los acontecimientos no se <strong>de</strong>sarrollaron <strong>de</strong> manera favorable. Pocos días antes <strong>de</strong> la cita olímpica,<br />

fui a Oslo con el equipo nacional para disputar <strong>un</strong> encuentro entre las selecciones <strong>de</strong> Noruega y España. Acababa<br />

<strong>de</strong> ganar la prueba <strong>de</strong> <strong>400</strong> <strong>vallas</strong> y me disponía a subir al podio, cuando sentí <strong>un</strong>a extraña sensación a la<br />

vez que <strong>un</strong> clamor creciente en los espectadores. Sin saber cómo, pues n<strong>un</strong>ca he encontrado explicación racional, gire la<br />

cabeza hacia al cielo y percibí que <strong>un</strong> enorme objeto estaba a p<strong>un</strong>to <strong>de</strong> impactar en mi cabeza. En centésimas <strong>de</strong> seg<strong>un</strong>do,<br />

<strong>de</strong> forma instintiva, <strong>de</strong>splace mi torso hacia atrás pero, aún así, sentí <strong>un</strong> tremendo golpe en la rodilla <strong>de</strong>recha que<br />

me hizo caer al suelo. Al momento fui consciente <strong>de</strong> lo que había sucedido. Un lanzamiento <strong>de</strong> martillo, prueba que se<br />

estaba realizando simultáneamente, atravesó la malla protectora y salió disparado fuera <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> seguridad, con tan<br />

mala suerte que por poco me cuesta la vida. Perplejo, pensé: “me ha <strong>de</strong>bido arrancar la pierna”. Para que el lector se haga<br />

i<strong>de</strong>a, nueve kilos lanzados a <strong>un</strong>a distancia <strong>de</strong> más <strong>de</strong> sesenta metros, es comparable al disparo <strong>de</strong> <strong>un</strong>a bala <strong>de</strong> cañón, <strong>de</strong><br />

las antiguas, claro. Preso <strong>de</strong>l pánico, sin querer mirar, fui <strong>de</strong>slizando la mano poco a poco <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>ra hasta la rodilla<br />

y hasta que no vi, con gran alivio, que la pierna estaba en su sitio no empecé a tranquilizarme. Por suerte la bola <strong>de</strong>l martillo<br />

no me golpeó directamente, pues se incrusto en el césped justo entre mis dos tobillos. El golpe que sentí me lo dio<br />

la argolla <strong>de</strong> agarre como consecuencia <strong>de</strong>l latigazo que, <strong>de</strong>bido al impacto, se produjo en el cable <strong>de</strong> sujeción. Después<br />

<strong>de</strong>l reconocimiento en <strong>un</strong> hospital se llegó a la conclusión que, como primera medida, se tenía que inmovilizar la pierna<br />

mediante <strong>un</strong>a férula <strong>de</strong> escayola y esperar <strong>un</strong>a semana para que se redujera el traumatismo. Gracias a que el golpe no<br />

había producido daños <strong>de</strong> importancia a los diez días pu<strong>de</strong> empezar a entrenar muy poco a poco. La inmovilización había<br />

tenido como consecuencia <strong>un</strong>a atrofia muscular que me <strong>de</strong>jó sin fuerza la pierna.<br />

Cuando, quince días más tar<strong>de</strong>, corrí en la Olimpiada no estaba al cien por cien y a<strong>un</strong>que hice <strong>un</strong> registro <strong>de</strong> 50,88”,<br />

mejor <strong>de</strong> lo esperable, no fue suficiente. Por muy poco, con gran <strong>de</strong>silusión, no pu<strong>de</strong> superar la eliminatoria. Con haber<br />

corrido entre 50,23” y 50,66”, registros que estaba realizando cómodamente antes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sgraciado acci<strong>de</strong>nte, hubiera<br />

entrado en semifinales. A la final se accedió con 50,06”. Fue <strong>un</strong>a ocasión espléndida perdida.<br />

8 VELEZANA NUM 29


Entrenando hacia 1971 ó 1972.<br />

Diferencias con la Fe<strong>de</strong>ración, 1973<br />

<strong>Recuerdos</strong> <strong>de</strong> <strong>un</strong> <strong>corredor</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>400</strong> m. <strong>vallas</strong><br />

M E M O R I A P E R S O N A L<br />

Entrenamiento conj<strong>un</strong>to con equipo alemán <strong>de</strong> <strong>400</strong> <strong>vallas</strong>.<br />

En el invierno <strong>de</strong>l 73 proseguí con los entrenamientos, mi objetivo era lograr 49”. Ese verano ocurrió <strong>un</strong> hecho<br />

que tuvo <strong>un</strong>as consecuencias lamentables. En <strong>un</strong> encuentro <strong>de</strong> la Copa <strong>de</strong> Europa <strong>de</strong> atletismo, en Zelje<br />

(antigua Yugoslavia), se produjo <strong>un</strong>a <strong>de</strong>ficiente actuación <strong>de</strong>l equipo español. Debido a <strong>un</strong>a concatenación<br />

<strong>de</strong> malos resultados <strong>de</strong> nuestro equipo (no por mi parte, pues gane mi prueba), <strong>de</strong> las cinco naciones participantes,<br />

quedamos los últimos clasificados. El fracaso le sentó muy mal al entonces presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Fe<strong>de</strong>ración Española, Sr.<br />

Cavero. Según nos enteramos posteriormente, también le molesto que en la cena <strong>de</strong> confraternización, organizada por<br />

el anfitrión como <strong>de</strong>spedida, no manifestáramos pesadumbre o tristeza por la <strong>de</strong>rrota, como parece ser que le hubiera<br />

gustado, más bien lo contrario, nos lo pasamos estupendamente, lo normal, teníamos la conciencia tranquila. Todo el<br />

que haya practicado este <strong>de</strong>porte sabe que, cuando se compite, la entrega siempre es total, sin reserva alg<strong>un</strong>a, y <strong>un</strong>as<br />

veces sale bien y otras no tan bien.<br />

A los pocos días fuimos convocados para asistir a la Universiada <strong>de</strong> Moscú por la Fe<strong>de</strong>ración Nacional <strong>de</strong> Deporte Universitario.<br />

Nos encontrábamos concentrados en <strong>un</strong> hotel, en las inmediaciones <strong>de</strong> la ciudad <strong>un</strong>iversitaria <strong>de</strong> Madrid a la<br />

espera <strong>de</strong>l evento cuando, el Sr. Sánchez Mayoral, entonces presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> dicha Fe<strong>de</strong>ración, quiso implantar <strong>un</strong>a serie <strong>de</strong><br />

normas que consi<strong>de</strong>ramos propias <strong>de</strong> <strong>un</strong>a concentración <strong>de</strong> escolares, tales como: “que si nos teníamos que acostar a <strong>un</strong>a<br />

hora”, “que si no podíamos salir <strong>de</strong>l hotel” y otras por el estilo. Esto produjo <strong>un</strong> malestar general que se materializó en la<br />

presentación <strong>de</strong> <strong>un</strong> escrito en el que exponíamos nuestra disconformidad con dichas medidas y el an<strong>un</strong>cio <strong>de</strong> no asistir a la<br />

Universiada y abandonar el hotel si se continuaba con semejantes imposiciones. Ante la situación creada, el Sr. Sánchez Mayoral<br />

se fue a la Fe<strong>de</strong>ración Española <strong>de</strong> Atletismo a presentar sus quejas al Sr. Cavero, y éste, tomándose la revancha por la<br />

actuación <strong>de</strong> Zelje, <strong>de</strong>cretó la suspensión fe<strong>de</strong>rativa <strong>de</strong> por vida <strong>de</strong> siete <strong>de</strong> los atletas implicados. Cinco teníamos el récord<br />

<strong>de</strong> España en nuestras pruebas respectivas. Significaba <strong>de</strong>smantelar <strong>de</strong> <strong>un</strong> plumazo el equipo nacional. Los argumentos<br />

que se esgrimieron, para la <strong>de</strong>sproporcionada sanción, fueron los típicos <strong>de</strong> la situación política <strong>de</strong> la época, como: que si<br />

“el principio <strong>de</strong> autoridad era sagrado”, que “había que apartar las manzanas podridas <strong>de</strong>l cesto” y tonterías por el estilo.<br />

AÑO 2010 VELEZANA 9


Delante <strong>de</strong> los apartamentos <strong>de</strong> la villa olimpica en M<strong>un</strong>ich.<br />

10 VELEZANA NUM 29<br />

De la noche a la mañana, y sin <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>fensa alg<strong>un</strong>a,<br />

<strong>un</strong>os jóvenes, algo ingenuos, todo hay que <strong>de</strong>cirlo,<br />

recibieron la sentencia a muerte <strong>de</strong>portiva que se llevó<br />

por <strong>de</strong>lante todos los proyectos e ilusiones que teníamos<br />

al respecto que, en mi caso, era continuar hasta la olimpiada<br />

<strong>de</strong> Montreal para la que faltaban tres años, y don<strong>de</strong>,<br />

si continuaba la progresión <strong>de</strong> mejora <strong>de</strong> los últimos dos,<br />

<strong>de</strong>bería <strong>de</strong> llegar en plenitud <strong>de</strong> mi potencial atlético<br />

que, estimaba, podía estar por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> los 49”. A título<br />

informativo, solo <strong>de</strong>cir que en Montreal se consiguió la<br />

Medalla <strong>de</strong> Plata y Bronce con tiempos <strong>de</strong> 48,45” y 49,69”<br />

respectivamente. En fin, años <strong>de</strong> esfuerzo e ilusiones tirados<br />

a la basura alegremente.<br />

En medio <strong>de</strong> este caos, y agravando la situación, los<br />

soviéticos interpretaron que España, al acudir a Moscú<br />

con <strong>un</strong> equipo diezmado, se solidarizaba parcialmente<br />

con el boicot internacional <strong>de</strong> no asistencia a la Universiada<br />

que por motivos políticos se había producido.<br />

Momentos antes salida <strong>de</strong> <strong>400</strong> <strong>vallas</strong> en la olimpiada <strong>de</strong> M<strong>un</strong>ich.


<strong>Recuerdos</strong> <strong>de</strong> <strong>un</strong> <strong>corredor</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>400</strong> m. <strong>vallas</strong><br />

M E M O R I A P E R S O N A L<br />

Intentamos <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong>n<strong>un</strong>ciando los acontecimientos en los medios <strong>de</strong> difusión, pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>un</strong>a incipiente<br />

ayuda, llena <strong>de</strong> buena vol<strong>un</strong>tad, <strong>de</strong> alg<strong>un</strong>os <strong>de</strong> los periodistas más díscolos, como José María García (ca<strong>de</strong>na Ser), Mari<br />

Carmen Izquierdo (Televisión Española) y algún otro que nos dieron espacio en sus respectivos programas, el as<strong>un</strong>to se<br />

zanjó fulminantemente cuando recibieron <strong>un</strong>a circular <strong>de</strong> la Secretaría General <strong>de</strong> Deportes or<strong>de</strong>nando silenciar <strong>de</strong> inmediato<br />

el as<strong>un</strong>to. Paralelamente se nos hizo llegar la amenaza <strong>de</strong> que, si continuábamos incordiando y protestando, el Misterio<br />

<strong>de</strong>l Gobernación tenía preparados <strong>un</strong>os dossiers, por supuesto falsos, que, <strong>de</strong> salir a luz, producirían el <strong>de</strong>scrédito y<br />

la muerte civil <strong>de</strong> cada <strong>un</strong>o <strong>de</strong> nosotros. Ante semejante abuso <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, no tuvimos más remedio que dar por terminado<br />

el as<strong>un</strong>to y asumir el abandono <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>porte <strong>de</strong> competición. Unos años <strong>de</strong>spués fuimos rehabilitados, pero ya<br />

era tar<strong>de</strong> y prácticamente imposible recuperar el tiempo perdido.<br />

Contrario a lo que pueda parecer, fue <strong>un</strong>a época maravillosa que<br />

recuerdo con cariño y alegría. Hice muy buenos amigos y nos divertimos<br />

muchísimo. Revolotean en mi memoria numerosas anécdotas y situaciones<br />

<strong>de</strong>sternillantes en las que nos vimos envueltos, pero su relato, aparte <strong>de</strong> que<br />

nos ocuparía <strong>de</strong>masiado, posiblemente aburriría al amable lector que haya<br />

tenido la paciencia <strong>de</strong> llegar hasta aquí.<br />

TABLAS CON POCA RESOLUCIÓN. YO LAS HARÍA DE NUEVO<br />

PERO SON ILEGIBLES.<br />

AÑO 2010 VELEZANA 11

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!