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CÆSARAUGUSTA 81 El grupo del Boletín de Historia y Geografía del Bajo Aragón: Evocación en su correspondencia epistolar (1883-1954)
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admirador y amigo que le abraza / Juan Pío Membrado»; y respuesta afectiva estimulante
también, la de la sensibilidad de los regidores municipales de La Puebla de Híjar,
patria chica de su raigambre familiar: «Alcaldía Constitucional de La Puebla de Híjar
[sello impreso]. El Ayuntamiento de mi Presidencia en sesión de ayer, acordó por unanimidad,
dar a V. la más cumplida enhorabuena, por su nombramiento de Académico para la
Real de la Historia, cuya noticia ha circulado por la prensa en estos últimos días y cuyo nombramiento
nos enorgullece por haber recaído en un paisano e hijo del mismo pueblo, con
quien nos ha unido además siempre la más sincera amistad. / Reciba, por ello, el testimonio
más grato de esta Corporación que con el mayor placer se encarga de trasladar á V. su Presidente.
/ Dios gud. a V. ms. as. / La Puebla de Híjar, 23 Julio 1919 / El Alcalde / Justo Salvador.
/ / Sor.D. Lorenzo Pérez Temprado Académico de la Real de la Historia y Secretario
del Ayuntamiento de Mazaleón» Y del ambiente arqueológico de su dedicación, la siguiente
misiva: de un profesional desde su cargo público es, sin duda, historiográficamente
significativa del reconocimiento ya entonces de la precursora contribución
de los pioneros a la oficialización de las excavaciones arqueológicas: «Vicepresidente
del Senado / 24-Julio 919 / Sr. D. Lorenzo Pérez Temprado / Mi dist. amigo: no tiene Vd.
porqué dar las gracias. Se le hizo correspondiente para hacerle excavador oficial, cuando ya
está Vd acreditado. / Suyo afm. / q.l.b.m. / Elías Tormo».
8.11. Panorama y comentarios
Con tales respaldos —debidos a la atención personal de Gómez Moreno, su verdadero
promotor, en su amistosa relación con Cabré, extendida luego en su trato
epistolar a Pérez Temprado—, el inicio de las excavaciones de Azaila debió ser inmediato,
avanzado el mismo mes de septiembre de 1919, y aplicándose como es lógico
al Cabezo de Alcalá de Azaila, dejaron el yacimiento de Urrea sin intervención
alguna, si bien por aquellos días se encargó Pérez Temprado de comunicar al ayuntamiento
de esta población la autorización concedida para la excavación del yacimiento
ubicado en su término municipal, que la corporación municipal contestaba
con el enterado y conformidad en el siguiente oficio, expedido al mes siguiente de
los escritos anteriores, precisamente en las fechas que indicamos del final de las tareas
iniciales de Azaila: «Ayuntamiento Constitucional / Urrea de Gaén / Núm. 211 / El
Ayuntamiento de mi presidencia en sesión del día de ayer, acordó autorizar a Ud. el permiso
que tiene solicitado para las excavaciones en este término municipal, en la partida Magdalena
denominado Cabezo de la Cueva del Tesoro. / Lo que comunico a Vd. a los efectos consiguientes.
/ Dios gud... a Vd. ms. as. / Urrea de Gaén 6 Octubre 1919. / El Alcalde / Joaquín
(…) / Sr. D. Lorenzo Pérez Temprado / Mazaleón». Sin más efecto que el de este
trámite prudente, el yacimiento quedó inédito, anotado, «Urrea de Gaén: Cueva del Tesoro»,
con otro, indeterminado, del mismo término, «en el regadío, sin excavar», en las
listas de localizaciones regionales del protagonista de estos hechos.
En Azaila las campañas de excavaciones del Cabezo de Alcalá, iniciadas hacia
fines del mismo verano de 1919, como hemos dicho, serían realizadas por ambos
conjuntamente hasta 1929 en que, con su jubilación profesional, Pérez Temprado terminaría
las últimas intervenciones y dejaba su actividad arqueológica, mientras
Cabré seguiría las excavaciones hasta 1933, reanudándolas con dos campañas últimas,
en 1940 y 1942, y durante los años de su codirección Cabré y Pérez Temprado
armonizaron las intervenciones anuales en Azaila con sus restantes actividades personales,
Cabré desde sus sedes institucionales de Madrid, con sus continuas excava-