noche de perr - Emeequis

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Precio al público $25.00
0 0 16 0 1597 Gana emeequis el Premio Nacional de
Periodismo 2008 en la categoría de crónica
www.eme-equis.com.mx | semanal 27.abr.09
p e r i o d i s m o • i n d e l e b l e
¿Y
dónde
está
El Chapo?
A la caza del fantasma del capo mayor

A
propuesta del Grupo
Prlmentario del PRD, el
pleno de la Cámara de
Diputados aprobó reconocer
en la Constitución la defensa
de los derechos humanos, al obligar
al Estado mexicano a “prevenir, investigar
y sancionar las violaciones”
a estos derechos fundamentales y,
con ello, se resarcen 60 años de retraso
de nuestro país en la materia,
afirmó la diputada Alliet Bautista
Bravo.
Con dicha reforma al Artículo
1 de nuestra Constitución, añadió,
ahora “en México todas las personas
gozarán de los derechos humanos
reconocidos por esta Constitución
y en los tratados internacionales de
derechos humanos ratificados por
el Estado mexicano (…) Las garantías
para su protección serán las que
establezcan la Constitución y las
leyes que de ella emanen”.
A propuestA
se reconocen los derechos hu
• Se superan 60 años de retraso de nuestro país en la materia,
sostuvo la legisladora Alliet Bautista
• También se aprobó en comisiones que autoridades defiendan
abusos contra grupos sociales o consumidores, informó el
diputado Juan Guerra Ochoa
Derechos humanos, prioridad del PRD
cumplida: Alliet Bautista Bravo
Bautista Bravo explicó que en
esta reforma se establece que todas
las autoridades, en el ámbito
de sus competencias, “tienen la
obligación de promover, respetar,
proteger y garantizar los derechos
humanos de conformidad con los
principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y
progresividad. En consecuencia,
el Estado deberá prevenir, investigar
y sancionar las violaciones a
los derechos humanos”.
Con dichas modificaciones,
también se establece que los extranjeros
gozarán de los derechos
que les reconoce la Constitución. No
obstante, en caso de que el gobierno
juzgue inconveniente su permanencia
en nuestro país, previa audiencia
(…) solicitará que abandone el país.
La ley regulará el procedimiento
administrativo, así como el lugar
y el tiempo que dure la detención.
La resolución de este procedimiento
será definitiva e inatacable.”.
En el artículo 102, apartado
B, se obliga a que el Congreso de
la Unión y las legislaturas de las
entidades federativas formularán
recomendaciones pública no vinculatorias
y denuncias y quejas ante
las autoridades respectivas. Y, de

del Gpprd
manos en la constitución
ser el caso, “las autoridades que no
acepten las recomendaciones emitidas
deberán publicar las razones
de su negativas”.
Asimismo, se especifica claramente
que “las legislaturas de las
entidades federativas garantizarán
que los organismos para la protección
de los derechos humanos,
cuenten con autonomía de gestión
y presupuestaria, personalidad jurídica
y patrimonios propios”.
Además, “el titular de la Comisión
Nacional de los Derechos
Humanos, los titulares de los organismos
de protección a los derechos
humanos y sus consejos consultivos,
serán elegidos a través de un
procedimiento de consulta pública
y participación social, en los términos
y condiciones que determinen
las leyes respectivas”.
Aprueban las class action
De igual manera, otro rubro que se
aprobó en comisiones, a propuesta
del GPPRD, fueron los derechos
colectivos y de solidaridad, que en
EU se les denomina class action,
con lo cual se establecerán en la
Constitución las acciones y procedimientos
colectivos como medios
para defender jurisdiccionalmente,
Logra PRD más protección para los
consumidores: Juan Guerra Ochoa
cuando haya abusos, los derechos e
intereses de la población.
¿Qué quiere decir esto?, se
preguntó el diputado Juan Guerra
Ochoa, impulsor de dicha iniciativa,
que a partir de ahora las autoridades
correspondientes serán las que
asuman las causas y defensa de los
consumidores que sientan afectados
sus intereses particulares en
diversos rubros.
Es decir, con la reforma que
propusimos, explicó, quien tenga
un derecho o interés afectado, podrá
protegerlo y defenderlo a través del
sistema de las diversas instituciones
de administración de justicia.
Así, de acuerdo con el dictamen
correspondiente, se “aprobó que
las leyes que expida el Congreso
de la Unión regularán los derechos
colectivos, los cuales sólo podrán
establecerse en materia de protección
al consumidor, usuarios de
servicios financieros y protección
al ambiente.
“Estos derechos podrán ser
ejercidos por un órgano u organismo
del Estado y a través de ellos mismos
a petición de los interesados.
Dichas leyes determinarán las acciones
y procedimientos judiciales
para tutelarlos. Los jueces federales
conocerán de manera exclusiva sobre
estos juicios.”
Con esta modificación constitucional,
concluyó Guerra Ochoa,
se dará un paso hacia el acceso a la
justicia de todos los mexicanos y
coadyuvará en la construcción de
un efectivo Estado de Derecho.
A partir de estas dos grandes
reformas en materia de defensa de
los derechos, los diputados del PRD
siguen cumpliendo con su compromiso
de defender los intereses de la
sociedad, coincidieron en señalar
finalmente los legisladores del Sol
Azteca.

| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
02
Del 27 de abril al
3 de mayo de 2009
índice
Premio Nacional
de Periodismo
2008
Premio Every
Human Has
Rights 2008
Primer Premio
Iberoamericano
de Periodismo
Joven 2008
Premio Nacional
de Periodismo
Rostros de la
Discriminación
2008
Premio Nacional
de Periodismo
Cultural Fernando
Benítez 2007
Premio Nacional
de Periodismo
2007
Premio Nacional
de Reportaje sobre
Biodiversidad
2007
Premio
Latinoamericano
de Periodismo
Biodiversidad 2007
Premio
Latinoamericano
de Periodismo
PNUD-IPS 2007
Premio Nacional
de Periodismo
2006
Premio Nacional
de Reportaje sobre
Biodiversidad
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sus autores.
portada
¿Y dónde
está El Chapo?
Fotoarte: Leticia Barradas
SUavE patrIa
O todos coludos
o todos rabones 04
QUIéN LO DIJO 05
EN EL aJO
A deducir por su
semblante, ¿en qué
está pensando el Gabo? 06
pUrgatOrIO
¡Aquí tampoco está! 07
cUartO DE hUéSpEDES
Pensando en
doña Amalia 10
Por Marcela Briz Garizurieta
El PRD llega a la campaña
electoral con candidatos
en tres partidos
¡Eso es... expulsación! 12
Por Lilia Saúl Rodríguez
Manuel Espino:
En la elección 2006 hubo
otras jugadas no muy
limpias que voy a revelar 18
Por Vanessa Job
A la caza del fantasma
de El Chapo 24
Redacción emeequis
La cáScara
DE La hIStOrIa
• Siete medidas para
fiscalizar bien a los
partidos en México 36
Por Jaime Cárdenas
• La próxima
bancada del PRI 37
Por Juan Fco. Reyes del Campillo
Noche de perros
en el Sanborns 38
Por Humberto Padgett
Mil 127 metros en los
sótanos de El Santito 50
Por Antimio Cruz
El furor por los libros
de texto de la SEP
en Berlín 56
Por Yetlaneci Alcaraz
EL pErSEgUIDOr
Sabemos dónde
está El Chapo 62
Por Jacinto Rodríguez Munguía
La aUtéNtIca
págINa bLaNca
Tan cerca y tan
lejos de Juárez 63
Por David Somellera
LaS pLUMaS DE
La SErpIENtE
Visitando el altiplano 65
Por Mardonio Carballo
SONOraMa
Unza unza time! 66
Por Martín Durán
pErMaNENcIa
INvOLUNtarIa
Las flores del cerezo 67
Por Armando Vega-Gil
bLOg ESpONJa
corazón.de.chango
camino.peregrino 68
Por Invierno Funk
OcIOLOgía 70
Por Alejandra del Castillo
y Rodolfo Zárate
SUMarIO
Los chiquisaurios 72

suave
patria
O todos coludos
o todos rabones
Después del evidente acto de discriminación del PRI —que planea pagarle terapia
psicoanalítica únicamente al presidente del PAN, Germán Martínez—, legisladores del PT,
PRD, Convergencia, Verde Ecologista, Nueva Alianza, Partido Socialdemócrata y alzaron sus
puños para exigir al tricolor que, si se va a poner guapo, lo haga al parejo y asuma los gastos de
apoyo psicológico de todos, ¡todos! ¡toooodooooos! los representantes de partidos políticos,
quienes indudablemente necesitan con urgencia un diván (y algunos, hasta camisa de fuerza).
Ya lo había diagnosticado Chente Fox: ¡Todos están locos! (menos él, claro).

| EMEEQUIS | 09 de febrero de 2009
“¡Están locos
estos cuates!”
Así estalló Vicente fox ante
reporteros, cuando éstos le pedían
su opinión sobre la revisión que la
Cámara de diputados hace sobre las
cuentas públicas 2002 y 2003 de su
sexenio. fiel a su estilo, acusó a los
diputados de PrI y Prd de hacer “un
papel de tontos” porque, dijo, “nadie
les cree sus mentiras”. ¿Y a él sí le
creerá alguien?
“Estoy sordo y mudo”
Luego de señalar, con santo y seña, en
dónde vive Joaquín el Chapo Guzmán,
y de acusar a la autoridad de no hacer
nada para detener al narcotraficante,
el arzobispo de durango tuvo
un repentino ataque que lo dejó
imposibilitado para escuchar y hablar.
el prelado recibió fuertes presiones y
el gobierno federal ni siquiera lo quiso
llamar a declarar. ¿Pues qué no en la
PGr promueven la denuncia anónima
y hasta ofrecen recompensas? Pero
ante una denuncia pública no hace ni
dice nada.
a)
Germán Martínez, dirigente nacional del PAN, quien tendió la
mano a la presidenta del PrI, beatriz Paredes, en señal de paz
para dejar de lado la belicosidad en la campaña electoral.
b)
el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que se mostró
cordial con el mandatario de estados Unidos, barack
obama, y buscó un acercamiento entre ambas naciones.
Alonso Lujambio, recién estrenado secretario de educación
c) Pública, al estrechar lazos con la líder vitalicia del SNTe, elba
esther Gordillo, en uno de sus primeros encuentros públicos.
Selecciona la opción correcta
“Que sepa que no estamos
mancos (…) que si nos busca nos va a encontrar
y no somos ningunos bombones”
1. felipe Calderón
Por Manuel López San Martín
“Quiero ser tu amigo”
RESPUESTA: b
La declaración es cortesía del
venezolano Hugo Chávez. Por
un momento el mandatario
de la boina roja olvidó que
es acérrimo crítico de la
política de estados Unidos y
aprovechó la Quinta Cumbre
de Las Américas, realizada en
Trinidad y Tobago, para conocer
al popular presidente negro
norteamericano y regalarle
el libro Las venas abiertas de
América Latina, de eduardo
Galeano.
3. enrique Peña Nieto
2. Andrés Manuel López obrador
RESPUESTA: 3. Con esta frase el senador perredista Carlos Navarrete advirtió al
gobernador mexiquense, enrique Peña Nieto, que el partido del sol azteca lo acusará
ante la fepade por intentar cooptar, a través del secretario de Gobierno mexiquense, a 10
diputados locales y federales del Prd para hacerlos candidatos del PrI y de Convergencia.
Ya se siente el calor de la batalla, y eso que todavía no empiezan las campañas...
quién lo dijo
| EMEEQUIS | 27 de AbrIL de 2009
05

en el ajo
A deducir por su semblAnte,
¿en qué está pensando el Gabo?
…lo mismo que pensAríA usted si estuvierA en sus zApAtos:
¡AUXILIOOOOO!

purgatorio
| EMEEQUIS | 27 de ABRIL de 2009
07

| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
10
cuarto de
huéspedes
Pensando en
doña Amalia
Por Marcela Briz Garizurieta
Tuve el privilegio de tratarla de cerca los
últimos años de su vida. Comíamos con regularidad
al menos dos domingos al mes, casi
siempre acompañadas de nuestra querida
amiga Alicia Torres, y cuando estaba con
nosotras la dulce Coty, hermana de doña
Amalia, la reunión se hacía una fiesta.
En aquellas sobremesas memorables,
bebiendo un chocolate caliente, acompañado
de un panecito con nata, como a ella le gustaba,
disfrutábamos de una charla colmada
de recuerdos y reflexiones inteligentes de
parte de doña Amalia.
Había una gran identificación entre
nosotras, que se expresaba en un lenguaje
común producto del origen michoacano de
mi familia y de mi interés por la historia,
sobre todo de la época revolucionaria y del
periodo en el que el general Lázaro Cárdenas
fue gobernador de Michoacán, tema de mi
tesis de licenciatura. De ello surgió la idea
de encargarme de ordenar una serie de notas
que ella había acumulado a lo largo de varios
años para su eventual publicación, lo cual
propició una mayor cercanía y comunicación
entre nosotras.
Doña Amalia era una mujer apasionada
por la historia del país y siempre pendiente
del acontecer diario. Resultaba verdaderamente
admirable cómo, hasta sus últimos
momentos, no dejaba de leer los periódicos
y estaba al tanto de todo lo que ocurría, teniendo
siempre un análisis y una opinión
reflexiva al respecto. Su memoria prodigiosa
no la abandonó nunca. Era, además,
una ávida lectora; siempre estaba leyendo
algún libro, ya fuera de historia o de temas
políticos del momento. En todos los libros
que leía marcaba las partes que le intere-
saban. Y cuando algo le causaba indignación, anotaba al
margen expresiones de desaprobación hacia los personajes
o hechos que reprobaba.
La personalidad de doña Amalia despertó en mí una
verdadera admiración y fue un ejemplo de vida que me
acompañará siempre. Me impresionaba observar cómo
habiendo pasado por un cúmulo de experiencias, no sólo
positivas sino también muy amargas, tenía la virtud de
seguir apreciando profundamente la vida y manteniendo
la confianza en los seres humanos. Esa capacidad de
renovación vital que la caracterizaba era estimulada sin
duda por las cualidades que la definieron, como su firme
carácter, el compromiso irrenunciable a sus convicciones,
la congruencia en su actuar y la tenacidad con la que
perseguía sus propósitos.
Pero esa faceta de seriedad, muy apegada al deber ser de
doña Amalia, contrastaba con su tierna capacidad maternal
de dar cobijo y seguridad a muchos que la rodeábamos
sin que nadie se sintiera menos importante o relegado de
su afecto; así la sentía yo, cerca y pendiente. Porque ella
siempre estaba al tanto de todo. Si alguien estaba enfermo,
había que mandarle algo; si alguien cumplía años, había que
hacerle sentir que era recordado; si se había sufrido alguna
pérdida, también estaba ahí su presencia reconfortante. O
simplemente había que hacer sentir a la gente su cariño con
algún detalle. Era especialista en los detalles, gozaba con
dar. Prefería que le regalaran algo para dar que para usarlo
o disfrutarlo ella misma. No se diga cuando ella recibía en
su casa, en donde todo, absolutamente, estaba dispuesto y
considerado con cuidado por ella misma; sólo Celeste, su
nuera, era capaz de auxiliarle en esos menesteres, ya que la
conocía y la entendía muy bien.
La personalidad de doña Amalia nunca se opacó con la
figura pública de su esposo y compañero de vida, el general
Lázaro Cárdenas; ser pareja fue lo mejor que les pudo
pasar a los dos. Creo que cada uno de ellos así lo reconoció
siempre.
El gran amor y la admiración que toda su vida sintió
doña Amalia por el general y su firme convicción de seguir
sus enseñanzas quizás fueron la causa de esa perfecta unión
entre ambos. Como ella misma lo apuntaba, al explicarse
las razones de su actuar en función de las enseñanzas del
general: “Fue el ejemplo cotidiano de ver cómo se manifestaba
ante cualquier persona de diferente condición
social, su trato y atenciones con la gente; su actitud fue
lo que se dice ‘predicar con el ejemplo’. Yo me propuse
seguirlo en todo. Y creo que él no tuvo frustración por mi
conducta”¹.
Pero no basta con amar y admirar a alguien para seguirlo
en su comportamiento. Como tampoco es suficiente convivir
con una persona para parecerse a ella. Son necesarias cualidades
muy especiales que tienen que ver con la capacidad
de reconocer valores y establecer deberes, configurando un
actuar ético, una convicción, un camino de vida. Camino
que no fue fácil para doña Amalia y que la obligaba a contar
con una gran sensibilidad para captar situaciones de lo que
ocurría en su entorno, como ella decía:
“En todos los momentos del día había que aprender algo
que no siempre se intuía en el instante. La manera de actuar
era toda diferente en él. Lo acompañé en todos los acontecimientos
que me tocó vivir a su lado; lo seguí sin dudar un

momento. Con él aprendí a querer y respetar
a la gente sin esperar aplauso alguno”.
No hay duda de que fue la mejor compañera
que pudo tener a su lado un hombre
como Lázaro Cárdenas. Siguió sus huellas,
incluso más allá de su muerte, y buscó continuar
las actividades en aquel lugar en el
que el general sentía que debía concentrar
su mayor esfuerzo para ayudar a la población
indígena a superar las condiciones de
extrema pobreza y marginación a la que se
le había relegado: la Mixteca. A servir a esa
zona y a su gente dedicó muchos años de su
vida doña Amalia.
El mismo sentimiento de admiración
mantenía el general Cárdenas hacia la que
fue su esposa y compañera de vida por casi
40 años y no perdía oportunidad para expresarlo.
Con motivo del 30 aniversario de la expropiación
petrolera, el general Cárdenas
anotó en sus apuntes:
“Amalia vive en mis más gratos recuerdos,
entre ellos, los de aquellos memorables
días del conflicto petrolero de 1938. Tuve de
ella un gran estímulo […] Organizó comités
de damas que atendieron a las modestas familias
que se presentaron con sus pequeños
recursos a entregarlos para que el gobierno
cubriera el compromiso de la indemnización
[…] En este aniversario, el recuerdo que se
haga en el país, por el acto expropiatorio,
lo dedico a ella y a las mujeres que revelaron
su patriotismo ante el conflicto con el
extranjero”².
Como la cita anterior, pueden encontrarse
muchas otras a lo largo de los apuntes
del general Cárdenas. En todas ellas él busca
expresar su admiración, su reconocimiento
y su inmensa gratitud hacia la mujer que
siempre le brindó apoyo incondicional.
A la muerte del general, doña Amalia
gozaba de la más alta estima y consideración
de los círculos del poder. Era nada menos
que la viuda de uno de los presidentes más
reconocidos en la historia del siglo XX. La
estructura cada vez más cerrada del partido
en el poder acogía como propia la figura del
general Cárdenas en su búsqueda de legitimar
un discurso que no se correspondía
con la realidad y la praxis política, y sobre
todo con la lucha del propio general en sus
últimos años de vida. Los ferrocarrileros
hacía poco más de una década se habían
encontrado frente a frente con la cara del
Estado represor y sus líderes terminaron
encarcelados; años más tarde el destacado
líder campesino Rubén Jaramillo fue asesinado
con su familia; y poco después el
movimiento estudiantil de 1968 terminó
en una masacre.
Doña Amalia no se dejó tentar por la ambición y optó por la familia que construyó con su esposo.
Las atenciones y los ofrecimientos de cargos públicos
por parte de las autoridades políticas estaban a la orden del
día. Hubo quien incluso consideró oportuno ofrecerle a doña
Amalia que se hiciera cargo de una embajada, invitación que,
por supuesto, fue rechazada de inmediato por ella. Facilidades
de toda índole que implicaban beneficios políticos o
económicos estuvieron a su alcance. Sin embargo, nunca
se dejó tentar por la ambición o la frivolidad. Tenía claro su
camino y su lugar al lado de la familia que construyó con su
esposo, de la cual fue pilar fundamental, siempre buscando
mantener respeto absoluto por las decisiones de cada uno
de sus integrantes, pero solidaria en sus necesidades y con
los afanes de cada uno de sus miembros.
Y aunque al final de su vida sintió aún más la falta de
apoyo y de la “presencia física” de su esposo, nunca claudicó
ni renegó de su realidad; al contrario, siguió adelante y
agradecida decía al general Cárdenas: “Gracias, nos dejaste
una honrosa herencia”.
Y nosotros, que hemos sido testigos de quién fue ella,
tendremos que decir: gracias doña Amalia por su ejemplo
de congruencia y dignidad.
¹ Amalia Solórzano de Cárdenas,
Hojas sueltas, mimeo.
² Lázaro Cárdenas, Obras, apuntes.
México, DF, Universidad Nacional
Autónoma de México, 1972, tomo IV, p. 74.
Texto leído el 21 de abril de 2009, en el homenaje a
doña Amalia Solórzano de Cárdenas, organizado por la
Fundación por la Democracia, Planeación y Debate, AC.
| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
11

| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
12
El PRD llega a la campaña elector
¡Eso es… expu

al con candidatos en tres partidos
lsación!
| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
13

| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
14
Hay una lista negra. en ella figuran perredistas que fundaron el
partido y que dieron todo por él: andrés Manuel lópez Obrador e
ifigenia Martínez son dos de ellos. Pero ahí están, por igual, po-
líticos como José agustín Ortiz Pinchetti, bertha luján, Octavio
romero Oropeza, e incluso uno que ya no es perredista pero que
fue su dirigente nacional: Porfirio Muñoz ledo.
Se encuentran también Pío lópez Obrador, alberto rojas, rafael
ramos becerril, Miguel San Martín, rafael romo o ana lilia luna.
Perredistas de toda la vida que han decidido dejar a su partido...
o caminar con un pie dentro y otro fuera.
es una lista larga. rebasa los 400 perredistas que hoy navegan
con dos banderas: mantienen su membresía del sol azteca, pero
buscan ser candidatos por el PT o Convergencia.
las diferencias con el presidente nacional del Prd, Jesús Ortega,
los han llevado a escindir su militancia. Y su simpatía o la conve-
niencia de estar con lópez Obrador, también.
Nada hará la dirección nacional perredista para sancionarlos por
ahora. Pero ya anunció que, pasada la elección del 5 de julio, el
Consejo Político tomará cartas en el asunto. Hasta entonces de-
terminará si los expulsa o no, empezando con el
ex candidato presidencial.
Por Lilia Saúl Rodríguez lilia.saul@m-x.com.mx

Corría la primera semana de diciembre de 2008 cuando
Andrés Manuel López Obrador citó de urgencia y dialogó
con los dirigentes del Partido del Trabajo y Convergencia
en “Los Pinitos”, como irónicamente le llaman los dirigentes
de la corriente Nueva Izquierda —los chuchos— a
las oficinas del ex candidato presidencial, en la colonia
Roma del DF.
Eran los días posteriores a la resolución del Tribunal
Federal Electoral que designó a Jesús Ortega, líder de la
corriente Nueva Izquierda, como dirigente nacional del
Partido de la Revolución Democrática.
Con ese fallo, López Obrador —cuentan sus allegados—
sabía que no había marcha atrás, que poco tenía ya
que hacer en el PRD y que debía buscar salidas para él y
sus seguidores. Las elecciones se acercaban y su olfato
político le decía que si bien la gente de a pie estaba con
él a morir, los dirigentes y políticos que lo siguen sólo se
mantendrían a su lado si les encontraba espacios para la
competencia electoral.
Tenía que buscar una salida.
A sus oficinas llegaron Luis Maldonado y Dante Delgado
de Convergencia y Alberto Anaya por parte del Partido
del Trabajo, así como otros dirigentes partidistas.
Luego de un intercambio de ideas —según las mismas
versiones—, los dirigentes partidistas acordaron las entidades
y los distritos electorales en los que López Obrador
y su movimiento apoyarían a PT y Convergencia.
En el acuerdo entrarían algunos perredistas que se
quisieran sumar al proyecto. Después esperarían a que
el 14 de enero el IFE aprobara por su alianza “Salvemos a
México”.
En la reunión, a la que sólo tuvieron acceso los líderes
del PT y Convergencia, quedaron en que donde no hubiera
acuerdo de ambas fuerzas políticas se optaría por una tercera
vía: las encuestas.
Aunque López Obrador fue aludido en distintas ocasiones
por el dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega,
para que dejara de apoyar a otros partidos políticos, aquél
continuó con su estrategia.
Y en las semanas siguientes, la lista de expulsables del
PRD, encabezada por el propio ex candidato presidencial,
iría creciendo con perredistas que al no obtener una candidatura
en su partido, decidirían avanzar con un pie en el
PRD y con otro en Convergencia o en el PT.
Así, de diciembre a la fecha la lista fue creciendo hasta
el punto en que hoy se calcula que ronda los 400 militantes
colocados bajo la etiqueta de expulsión.
Días después de que Andrés Manuel López Obrador decidiera
jugársela con el PT y Convergencia en las próximas
elecciones, los nuevos dirigentes del PRD, Jesús Ortega y
Hortensia Aragón, convocaron a una rueda de prensa el 10
de diciembre, para anunciar que el perredista que apoyara
a otro partido sería expulsado.
Se pensó entonces que emprenderían acciones contra
López Obrador por su abierto trabajo a favor del PT y Convergencia.
Y hubo voces que le insistieron a Ortega —sobre
todo de integrantes de su corriente, Nueva Izquierda—
que expulsara del partido al tabasqueño.
Pero el dirigente partidista se contuvo. No sería una
resolución suya. Y se tendría que esperar para otro momento.
Hacerlo antes de los próximos comicios, evaluaría
Ortega, terminaría por liquidar al PRD.
Y entonces se tomó una resolución: el
Consejo Nacional del PRD se reunirá después
de las elecciones federales del 5 de julio
y decidirá si instala la Comisión Jurisdiccional
para abrir un expediente a cada
perredista que haya violado los estatutos.
Entre tanto, se iría conformando un listado
de quienes tienen un pie en otro partido.
Dice el artículo 42, numeral 2, del capítulo
noveno, “De los estímulos y la disciplina”,
del Estatuto del PRD:
Quedará sujeto a la “cancelación de la
membresía del partido” cualquier militante
perredista que “ingresa a otro Partido
Político o acepta ser postulado como
candidato por otro Partido”.
Pero en el partido del sol azteca saben
que esas líneas son letra muerta, por ahora.
Así lo reconoce Hortensia Aragón, secretaria
general del PRD. “Hemos resuelto
que sea el Consejo Nacional el que inicie
este procedimiento, pero después del proceso
electoral. Lo que nosotros hacemos
ahora como perredistas es cerrar filas y
trabajar con nuestros candidatos. Será la
Comisión Jurisdiccional la que señale al
Consejo un dictamen. En el caso de López
Obrador en específico, o en el de cualquier
otro perredista, vamos a proceder igual,
pero no vamos a llevarnos esta campaña
electoral discutiendo cada uno de estos
casos”.
A su vez, Fernando Belauzarán, miembro
de Nueva Izquierda cercano a Jesús
Ortega, reitera que no harán nada en contra
de esos perredistas por el momento, a
pesar de que podrían expulsarlos de manera
inmediata, y también acepta que es
un error del partido.
“Tenemos a Andrés Manuel López
Obrador, la cabeza más visible (de los expulsables)
y es algo grave porque es un
error político de él. Dividir a la izquierda
hoy, cuando hay posibilidades de que el
PRI tenga la mayoría absoluta en la Cámara
de Diputados, es un error.
“López Obrador —continúa— le debe
su carrera política al PRD. Me parece un
acto de deslealtad imperdonable y también
me parece un acto de visceralidad absoluta
de su parte. Es un berrinche porque no
fue avalada su propuesta de presidencia al
partido (Alejandro Encinas). No validaron
el dedazo. Y yo creo que sí debiéramos expulsarlos
a quienes están haciendo campaña
por el PT y Convergencia”.
Numerosos militantes convergen en la
sede de la Comisión Nacional de Garantías
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y Vigilancia del PRD, ubicada en la calle de Bajío, en la colonia
Roma.
Es una casa de menos de 100 metros cuadrados que ha
ido creciendo de manera atropellada, entre fotocopiadoras
y exceso de expedientes, como los perredistas que llegan
todos los días y cierran el local por descontentos.
La abogada que preside dicha comisión, Ana Paula
Ramírez Trujano, asegura que no se ha presentado ninguna
denuncia en contra de los perredistas que cada vez
engrosan más las filas del PT y Convergencia.
Pero ella cree que sí deberían existir, porque es evidente
que varios han hecho campañas por otros partidos
políticos.
“Están más preocupados por salir en las listas plurinominales
o en las uninominales que en presentar quejas.
Pero si se dan estos casos, lo que procede es que se presente
un recurso, porque la comisión no puede iniciar la
investigación por oficio. Debe existir una queja para que
se inicie el procedimiento de expulsión”, comenta Ana
Paula.
En medio del olor a torta, sudor y papel podrido, la
abogada perredista comenta que en el procedimiento que
se inicia una vez presentada la queja se respeta el derecho
de audiencia del afectado. Pero eso está detenido. “Ni siquiera
el Consejo Nacional ha solicitado un informe para
crear la Comisión Jurisdiccional, que se encargará de ver
estos casos hasta después de las elecciones. Desgraciadamente
nosotros no tenemos facultades investigadoras.
Estructuralmente no podemos, no tenemos ni los recursos
humanos ni materiales”.
Además de Andrés Manuel López Obrador, uno de los casos
más emblemáticos de los expulsables del PRD es el de
la maestra y fundadora de este partido Ifigenia Martínez,
así como el de Pío López Obrador, hermano del ex candidato
presidencial.
Junto con ellos hay más de 400 perredistas que competirán
por otros puestos de elección popular bajo las siglas
del PT y Convergencia.
Los hay para alcaldes, diputados locales y federales.
Silvano Garay Ulloa, diputado federal del PT y uno
de los principales operadores de este partido para sumar
a perredistas a sus filas, dice que todo se lo deben a Jesús
Ortega.
O más bien, como él lo explica, a los simpatizantes del
movimiento de López Obrador y que no están con Nueva
Izquierda, corriente a la que pertenece el actual presidente
nacional del PRD.
“El movimiento lopezobradorista está apoyando
abiertamente al PT y a Convergencia en todo México, excepto
en Tabasco y el Distrito Federal”.
Garay Ulloa cita como ejemplo de lo “competitivos”
que se han vuelto los petistas a la hora de prestar su membrete
para una candidatura, el Estado de México, donde
al menos cuatro perredistas —cuyos nombres se reserva—
quieren competir por un solo distrito electoral para
ser diputados federales.
Pero el candidato que más presumen los del PT es Pío
López Obrador, pues simplemente con sus apellidos llama
la atención al competir en una entidad que ha sido bastión
de muchos años para el PRD: Chiapas.
“También tendremos al ex dirigente del PRD en Nuevo
León, el doctor Juan Antonio Limón Rodríguez,
como candidato al distrito VII
federal. Y tendremos a varios perredistas
en las candidaturas de Guerrero”, adelanta
Silvano.
Otros candidatos vinculados con el
movimiento lopezobradorista que formarán
parte de los candidatos del PT y que
forman parte del “gabinete del gobierno
legítimo”:
Bertha Luján, secretaria del Trabajo;
Martha Pérez Bejarano, secretaria para
el Estado de Bienestar, y Octavio Romero
Oropeza, secretario de Honestidad y Austeridad
Republicana. Además, el esposo
de Layda Sansores, Romeo Ruiz Armento,
quien competirá por el distrito XII de
Chiapas.
La otra sorpresa que tiene el PT para
el PRD es la inclusión de Porfirio Muñoz
Ledo, fundador del PRD al igual que Ifigenia
Martínez. El primero decidió hacer
campaña más tarde por el ex presidente
Vicente Fox Quesada y la segunda aún
ocupa oficinas del PRD.
“Habrá qué preguntarles a los perredistas
por qué su gente se está yendo con nosotros.
La diferencia de las elecciones de 2006
a las de ahora es que López Obrador ahora sí
se está metiendo en las candidaturas plurinominales
de su partido y de nuestra alianza”,
añade el diputado petista.
Y los convergentes, con su parte.
Alejandro Chanona, diputado federal
por Convergencia, afirma que López
Obrador está invitando a perredistas a sumarse
a su movimiento político, aunque
sea por otro partido político.
“Conozco a varios de estos perredistas
que ahora estarán en Convergencia, como
Emilio Ulloa, quien será nuestro candidato
a la presidencia municipal de Nezahualcóyotl,
en el Estado de México. Pero hay de
todo. Por ejemplo, el presidente municipal
de Chalco, Vicente Alberto Onofre Vázquez,
también pasará a formar parte de las
listas de candidatos de Convergencia.
“Otros destacados políticos, como
José Agustín Ortiz Pinchetti, diputado por
el PRD en la LIX Legislatura, va en nuestra
lista de plurinominales. Todos ellos vienen
del PRD, pero del PRD que apoya a López
Obrador”, puntualiza Chanona.
Pedro Jiménez León, secretario general
de Convergencia, precisa que sí son alrededor
de 400 los perredistas que irán con
PT y Convergencia, es decir, con la alianza
Salvemos a México, y que no sólo será en
las elecciones federales, sino también en
las elecciones concurrentes del país.
“Tenemos a Jorge Isaac Lacroix en

Chiapas, por el distrito de Palenque; a varios candidatos
de Papantla y Martínez de la Torre, en Veracruz; al ex presidente
municipal de Cosoloacaque por el PRD, que ahora
va como nuestro candidato a diputado federal”.
En el Estado de México, los candidatos de los distritos
de Los Reyes-La Paz y algunos de Ecatepec y Tultitlán.
Otro ejemplo es Gustavo Ortega Abascal, perredista
que será candidato de Convergencia por el distrito III de
Quintana Roo, en los municipios que comprenden Playa
del Carmen y Solidaridad. También irá un perredista por
el distrito II de Quintana Roo.
En Yucatán, otro perredista que se registrará con las
siglas anaranjadas será Jorge Enrique Giorgana.
Raúl Correa irá por un distrito de Nezahualcóyotl,
en el Estado de México; así como el economista Mario di
Constanzo, que competirá por un distrito de Iztapalapa,
en la ciudad de México.
Más: Javier Santacruz, de Tlaxcala; Rosa María Avilés,
de Puebla; José Sosa, de Tuxtepec, Oaxaca; candidatos
de Michoacán a los que aún no les han definido en qué
distritos competirán; Alfredo Fematt, antes diputado por
el PRD y hoy candidato de Convergencia para el mismo
puesto.
Y aunque diversas dirigencias estatales del PRD se han
inconformado por este viraje de sus militantes perredistas,
incluso de manera pública, nadie ha presentado una
acusación formal ante la Comisión Nacional de Garantías
y Vigilancia.
Es evidente que hay perredistas que se han sumado a la
coalición Salvemos a México por las diferencias con sus
dirigentes partidistas, expone Alejandro Chanona.
—Tienen identidad con el movimiento
de López Obrador y por eso se sumaron al
PT y Convergencia.
—¿Aunque sigan siendo perredistas?
—se le pregunta al diputado de Convergencia.
—Nosotros tenemos una gran flexibilidad
para reclutar hasta 50 por ciento de
candidaturas ciudadanas y por eso no hay
impedimento estatutario.
Otro diputado convergente, Elías
Cárdenas, lamenta que la izquierda se
encuentre fracturada, a pesar de que su
organización se está beneficiando de la
fractura perredista.
“Es inútil no reconocer que la izquier-
El candidato que más presume el PT es Pío López Obrador (izq), pero Alberto Anaya (der.) negoció también para su partido a Porfirio Muñoz Ledo.
da sufrió fracturas y que la principal se dio
después del término de la coalición que
integramos PRD, PT y Convergencia. La
primera vino cuando López Obrador, Jesús
Ortega y Alejandro Encinas encabezaron
movimientos diferentes. Esto determinó
que también el Frente Amplio Progresista
sufriera una fractura.
“La izquierda no vive su mejor momento
político. Deberíamos haber presentado
una izquierda unida. Si hubiésemos
seguido unidos, seríamos una fuerza
sumamente competitiva electoralmente y
todas estas migraciones de un partido al
otro, con un personaje u otro, nos han presentado
ya como una fuerza vulnerable”,
concluye Cárdenas.
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Manuel Espino, ex presidente nacional del PAN
“En la elección 2006 hubo otras jugadas
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no muy limpias que voy a revelar”
Por Vanessa Job | Fotografías: Jaime Boites
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20
;
Aunque dice que no hará nada que lastime al PAN en las próximas
elecciones de julio, Manuel espino barrientos no puede evitar mostrar su
enojo. “estoy molesto por los atropellos que Germán Martínez ha cometido
en contra de muchos panistas y del partido”. dice que la actual dirigencia
nacional albiazul lo ha querido etiquetar como “un engendro” digno de
repudio sólo porque ha buscado “evitar que el PAN se siga alejando de su
tradición democrática”. Hoy jura que él estaba en contra de la guerra sucia
de 2006, pero se justifica: “debía estar en sintonía con la jugada” del equipo
de felipe Calderón. Y revela que hay “otras cosas que fueron jugadas
no muy limpias”, que por ahora no contará. “Me lo voy a reservar. Probablemente,
a partir del 5 de julio” las suelte.
Durante meses Manuel Espino decidió disciplinarse y dejar
de confrontar abiertamente a la dirigencia del PAN. Pero el
tiempo de silencio terminó. El ex dirigente nacional vuelve
a hacer imputaciones: responsabiliza al equipo del entonces
candidato Felipe Calderón de la guerra sucia de 2006, se
queja de una ofensiva en su contra y revela que asesora a
militantes inconformes.
Algunos en su partido lo ven como el hombre que presta
su hombro a correligionarios para llorar por el descontento
ante los dedazos de la dirigencia nacional a la hora de designar
candidatos. Él lo niega. Se ve como un soldado raso, pero
con la ventaja de que muchos panistas lo conocen.
“Quizás han encontrado en mí alguien dispuesto a escucharlos,
a animarlos. Hay muchos que buscaron ser candidatos
y no están molestos por no haber sido elegidos, sino por la
indiferencia de la que han sido objeto”, dice a emeequis en
sus oficinas del sur del DF.
Cientos de panistas le han escrito y lo han llamado para
desahogarse o reconocerle su trabajo. Espino comenta que
él sí los atiende. “Como yo sí tengo tiempo, sí les he podido
contestar. Me da la impresión de que algunos panistas se
imaginan a un Manuel Espino atribulado, agobiado, sufriendo
los golpes mediáticos, los golpes bajos del partido.
Se imaginan a un Manuel Espino acorralado, me hablan por
teléfono y les digo que no se preocupen. Estoy muy bien, en lo
que me gusta y defendiendo algo que amo entrañablemente,
que es mi partido”.
El tiempo ha pasado desde que Manuel Espino dejó
la presidencia del PAN. Cuenta que algunos militantes
se acercaron arrepentidos de haberle dado la espalda. Le
confesaron que les pagaron por hacer cosas en su contra.
“Lo tengo por escrito. Les pagaron para abuchearme en
Guanajuato. Fueron pagados por gente que estaba en el
gobierno federal con Calderón”.
—¿Felipe Calderón avala la ofensiva?
—No sé si en este permanente intento de mantener a
raya a Manuel Espino esté Felipe Calderón —contesta el ex
dirigente panista.
—¿Lo cree?
—Me he enterado de cosas que por lo menos
me hacen conceder esa posibilidad.
—¿Cómo qué?
—Prefiero darle absoluto respeto al presidente
de México. Trataron de posicionar
a Manuel Espino como un engendro en el
PAN. Luego, entonces, los que se juntan con
él son espinistas y son dignos de rechazo,
de repudio o miembros del Yunque. De ese
famoso Yunque que espero conocer para
cobrarle regalías.
Manuel Espino no menciona que el periodista
Álvaro Delgado ha documentado
la existencia del Yunque a través de los
testimonios de Luis Paredes Moctezuma,
alcalde de Puebla; Javier Corral, candidato
a diputado, y de Luciano Ruiz Chávez, fundador
del Yunque en Puebla.
En su libro El Ejército de Dios, Delgado
menciona:
El 13 de mayo, Espino accede a hablar
más al respecto, aunque —igual que otros
panistas consultados— se escabulle sobre
su militancia en la Organización Nacional
del Yunque:
“Ya me hice un propósito: no voy a contestar
que sí, porque ya hay una afirmación
pública que soy. Es como cuando me preguntan
si voy a ser presidente del partido, digo: no
sé. Para qué les ayudo a los que tienen interés
en que no armen su juego. Para qué, si hay
quienes lo dan por hecho, no me interesa. Y
quienes no lo creen, está bien”.
Luego con una sonrisa maliciosa, exclama:
“¡A lo mejor sí soy!”

✱✱✱
El PAN está de nuevo con una campaña dura,
de “confrontación y debate” le llaman ellos,
otros la califican de guerra sucia. Espino
habla de eso y revela que la decisión fue del
equipo de Felipe Calderón, principalmente
del español Antonio Solá, del fallecido Juan
Camilo Mouriño, de Josefina Vázquez Mota
y del secretario del Trabajo, Javier Lozano.
Asegura que él no estaba de acuerdo.
“El CEN que yo dirigía asumía todas las
acusaciones que hubo en su momento para
salvar de esa posición incómoda al candidato
y a la campaña. No podíamos permitir
que esas culpas y errores de campaña se
le cargaran a Felipe Calderón. Ahí se fue
generando una percepción de que el que
estaba haciendo cosas que afectaban a la
campaña era el partido.
“El PAN no tiene ese estilo. Creemos
en el debate, en la confrontación de ideas,
en las propuestas, en la experiencia de los
candidatos, pero no en la guerra sucia. No
en inventarle cosas al adversario o tratar de
posicionarlo como lo que no es”.
En ese tiempo, Manuel Espino no sólo
acompañó la campaña de desprestigio diciendo
que López Obrador “es un peligro
para México”, sino que incluso publicó textos
“poniéndose en sintonía con la jugada”.
A casi cuatro años de esos acontecimientos,
se justifica diciendo que era “para acreditar
que era el PAN el que estaba en eso”.
“Eran señales que mandábamos para
generar confianza en la versión de que no
había sido el equipo de campaña, sino el
Comité Ejecutivo Nacional. Fue parte del
papel que nos tocó jugar. Y hay otras cosas.
Hay una serie de maniobras que no quiero
ventilar públicamente, que fueron jugadas
no muy limpias y acreditadas al CEN”.
–Ya es tiempo de contar estas jugadas.
–Me lo voy a reservar. Yo voy a decidir
cuándo es el tiempo y no es éste. Probablemente
a partir del 5 de julio.
–¿Alguna vez en el cuarto de guerra tuvo
una confrontación por el tema de la guerra
sucia?
–No, al cuarto de guerra yo no acudía.
Iban otras personas del comité nacional,
que eran los que me informaban cómo iban
las cosas.
–¿Sólo cumplía sus instrucciones?
–No, los acompañaba en la campaña y
cuando algo salía mal había que decir que esto
fue del CEN, pero no eran instrucciones.
–¿Los acompañaba aunque no estaba
de acuerdo?
–Acompañaba al candidato, la estrate-
gia. La apoyé, conseguí recursos, aliados, pero sobre todo
me refiero al discurso de campaña que tiene que ver con
otros candidatos, el discurso que se expresa en spots de
radio o TV, o un discurso de mítin. El discurso era el que
más generaba problemas. El estar provocando al adversario
de diversas maneras que lo agraviaban.
–¿Le dijo al entonces candidato Felipe Calderón que se
estaba equivocando?
–Sí, lo llegamos a platicar en varias ocasiones. Me decía
que necesitábamos remontar, subir más en las encuestas,
que eso nos posicionaba, era una lucha de dos.
✱✱✱
En el PAN, hace siete meses que a Manuel Espino ni lo ven ni
lo escuchan. Alertas de radio, llamadas telefónicas, escritos y
nada de respuesta en el cuartel panista. Lleva tiempo intentando
hablar con Germán Martínez y éste le está aplicando
la ley del hielo. “No hubo respuesta ni con señales de humo”,
se queja el ex presidente de Acción Nacional.
Su último intento lo hizo el 18 de abril. Acudió directamente
a las instalaciones de la dirigencia nacional para hablar
con Germán Martínez. Ente otros puntos, quería aclarar con
él la filtración, hecha desde esas oficinas según Espino, de
que él estaba interesado en una candidatura a diputado y
que había peleado hasta el último minuto por ella.
Por más de dos horas y media Espino esperó a ser recibido.
Se le dijo que Germán Martínez no estaba en el edificio.
En cambio, lo atendió por 10 minutos el secretario general,
Rogelio Carvajal.
Espino dice que el mismo Martínez le ofreció una diputación
y que se encontraban en las oficinas del CEN. Al momento
de la oferta, cuenta, estaba presente Carlos Abascal, quien
murió casi al concluir 2008.
–No es lo que ando buscando. No vengo a eso. No es el
momento. Eso ya lo hablaremos más adelante –le contestó
Espino a Martínez.
Pero “cuando llegó la hora de platicarlo, pues ya no se
pudo”, recuerda.
–Al presidente del partido insistentemente le llamé a
su radio. Seguramente al darse cuenta de que era yo no lo
contestaba o quizás estaba ocupado. Él nunca se reportó.
Sus ocupaciones son muchas, me consta. No soy el único
panista que no tiene acceso al dirigente nacional.
Si por exigir congruencia del partido –continúa Espino–
hay una actitud de segregación, de marginación, eso
es insignificante frente a lo que estoy tratando de lograr:
regresar al partido a su congruencia histórica, evitar que
se siga alejando de la tradición democrática. Si este el costo,
bienvenido. Es insignificante comparado con lo que hay que
rescatar en el PAN.
✱✱✱
A la reunión del martes 14 de marzo en la que el PAN terminó
con las designaciones, Espino llegó “consciente de que no
iba a ser considerado”. Las listas quedaron exactamente
como la dirigencia nacional las traía y dice que “algunas
personas que dicen haber estado en las reuniones” le comentaron
que se elaboraron en Los Pinos. Promete que al
concluir las elecciones hablará de estos asuntos y de la forma
en que se realizó el proceso de selección de candidatos.
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No quiere prender fuego al partido, porque “lo importante
es ganar la mayoría en el Congreso para acompañar al presidente
Calderón en el último tramo de su gobierno”.
Eso sí, se compromete a defender al PAN y a “exigir que
se respete su autonomía desde el gobierno”.
Espino tuvo una postura crítica ante el proceso de selección
de candidatos. En una carta enviada por él a Germán Martínez
el 10 de febrero le dice –“en nombre de muchos panistas”– que
en el partido hay una preocupación generalizada por el número
de designaciones que hizo el CEN y por la desinformación
entre los militantes respecto al proceso.
Luego de darle algunas sugerencias para mejorar el proceso
de selección, se dice en disposición a colaborar para que
el proceso se revista de la “mayor legitimidad democrática”
y “disminuir en la militancia el sentimiento de que no fue
tomada en cuenta”.
A pesar de sus críticas, Espino avaló las listas sin reproches,
pero advierte que este tipo de proceso no se debe repetir.
“Tres miembros del CEN que con vehemencia defendieron
la propuesta de designar me dijeron que fue un error. Están
arrepentidos. Se dieron cuenta de que genera complicaciones,
prejuicio institucional y que agravia a los militantes”.
–¿Cómo queda el PAN para afrontar las elecciones?
–Difícil. No estoy diciendo que vamos a perder. Lo que
se ve en los análisis políticos, en las encuestas, en la percep-
Hay panistas a los que
designaron candidatos
y después les quitaron
su candidatura sin
previo aviso o sin que
ellos renunciaran. Yo
les estoy diciendo
que eso amerita una
impugnación por escrito

ción interna del partido es que se antoja una
contienda cuesta arriba, pero confío en la
entereza del presidente del PAN, de su equipo,
en la solidez y en el empaque de nuestros candidatos.
Confío en que deje de hablarse de la
unidad sin hacer cosas que la consoliden.
Dentro del PAN hay inconformidad. Se
acusa de que hubo nepotismo a la hora de
armar las listas porque están incluidas la
hermana del gobernador de Aguascalientes
y las esposas del gobernador de Querétaro,
del secretario de Agricultura, del alcalde de
San Pedro y de un ex diputado.
Al respecto, Espino dice que no es una
práctica bien vista. “No sé qué razones existan
para esa decisión. Supongo que no había
otros o que están ahí por una trayectoria personal
y no por ser parientes de un gobernador.
Yo dije que daría mi voto de confianza y estoy
confiando. Espero que detrás de estas propuestas
haya un proceso de reflexión maduro,
imparcial, y no de facción.
“Estoy defendiendo a la comunidad y no
tengo que ir a pelearme. Estoy invitándolos
a apoyar a todos los candidatos. Hay mucha
gente que me está llamando para decirme
que hay que reclamar y que hay que hacer
algo. Este no es el momento”.
–¿Por qué?
–Porque vamos a distraernos. En esta
coyuntura lo importante es sacar adelante
la elección. Esos son los candidatos del PAN,
haya sido como haya sido.
–¿Por qué tan disciplinado?
–Siempre he sido así.
–Pero ha sido crítico.
–No voy a dejar de serlo. Estoy en desacuerdo
con muchas cosas que está haciendo
Germán Martínez. Soy un panista molesto
por los atropellos que ha cometido en contra
de muchos panistas y de la institución.
Los inconformes –sigue Espino– han
venido a pedirme asesoría de cómo proceder
porque hay a quienes designaron candidatos
y después les quitaron su candidatura sin
previo aviso y sin denuncia de por medio.
Yo les estoy diciendo que eso amerita una
impugnación por escrito.
–¿A quiénes?
–No lo voy a decir. Les echo a perder
su jugada.
–¿Qué enojos tiene usted con Germán?
–Es muy distinto desacuerdo a enojo.
Estoy hablando de desacuerdos en la conducción
del partido. No era necesario hacer
candidatos a unos y luego quitarlos sin avisarles
o explicarles por qué, sin que hubiese
procedimientos, sin que hubiese renuncias de
su parte. No me explico por qué quitaron a la
diputada Esmeralda Cárdenas de candidata, por ejemplo.
Ella no quería renunciar. Hay otros que me dicen que les
quitaron la candidatura y no han renunciado. Hya cosas que
ignoro, pero veo que se están cometiendo abusos.
✱✱✱
Lo que sí dice saber Manuel Espino es que Germán Martínez
tiene guardado un enojo con él por no haber sido el secretario
general del PAN en la época en que Luis Felipe Bravo Mena
era presidente del partido.
Martínez había regresado de España por invitación del
líder panista, pero éste le dio la secretaría general a Espino.
Ante lo tenso de la situación que se produjo se reunieron los
tres en el restaurant El Cambalache. “Le pedí a Luis Felipe
que hablara con Germán y le dijera que no siguiera haciendo
comentarios en mi contra, porque si él no le paraba yo iba a
revirar. Y no lo considero pieza para el pleito político”.
Ahí quedó claro, de acuerdo con lo que Espino cuenta,
que Luis Felipe nunca lo invitó a la secretaría general. “Eso
se lo imaginó Germán. Yo nunca había tenido una relación
con él y no tiene motivos para decirse agraviado por mí. Ni
antes de eso, ni después, ni hasta la fecha. Él se comprometió
a quedarse en paz. Y yo al poco tiempo lo propuse para ser
diputado federal desde el CEN”.
✱✱✱
Hay otro asunto que Espino tiene entre sus pendientes. Dice
que si el dirigente nacional del PAN honra su palabra, la ex
secretaria de Educación no será la coordinadora de los diputados
panistas. “Quiero creer en su palabra. Él anunció que la
coordinación sería para alguien que gane como diputado de
mayoría. Nada más porque es la voz del presidente del PAN y yo
le creo, por eso descarto a los 200 candidatos plurinominales,
incluida Josefina. A mí me extrañó que el presidente nacional
se autolimitara. Se precipitó, pero ahora hay un compromiso.
Su palabra tiene peso y fue empeñada públicamente”.
–Si no es Vázquez Mota, ¿César Nava tiene la estatura
para enfrentarse a una Beatriz Paredes o a una bancada del
PRI que tendrá dinosaurios de la política?
–Es un muchacho inteligente.
–Pero muchacho.
Espino sonríe. Continúa.
–Conoce la política, el partido, el gobierno. Estuvo como
secretario particular del presidente Calderón. La experiencia
de César, si es considerado para coordinar la bancada, la
tendrá que valorar el presidente del PAN.
–¿Y usted?
–No lo consideraría, frente a otros que vienen también
en esta contienda. Ahí está un Francisco Ramírez Acuña,
hombre con experiencia, completo. Fue alcalde, gobernador,
secretario de Gobernación. Va de mayoría. Esa opción me
parece muy bien cimentada.
–Los panistas dicen que las palabras de Germán Martínez
expresan la voz de Felipe Calderón.
–Ya he escuchado muchas versiones así –hace una pausa,
ríe– pero se oyen tantas cosas que uno no sabe qué pensar.
–¿Qué ha visto?
El líder en México de la Organización Demócrata Cristiana
suspira:
–¡Ay, Diosito! –y hasta ahí llega.
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A la caza
del fantasma
del Chapo
Redacción emeequis
Ilustración: Leticia Barradas / Fotografías: Cuartoscuro
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;
Joaquín El Chapo Guzmán salió por
la puerta principal del penal de Puente
Grande en un frío enero del año 2001. las
autoridades no lo han visto desde entonces.
Ni los cuerpos policiacos de élite, ni los de
inteligencia militar, ni los de la agencia
Federal de investigación han podido
o querido dar con él. la inteligencia del
estado mexicano no ha dado para tanto.
Porque los que sí lo han visto, o por lo
menos eso han dicho una y otra vez, son los
habitantes de ciudades y pueblos de Sinaloa,
Coahuila, durango.
Ya lo dijo el arzobispo de durango hace
unos días: “Más adelante de Guanacevi, por
ahí vive El Chapo. Todos lo sabemos, menos
la autoridad”. a eso fuimos a durango, a cazar
las historias, absurdas o verosímiles, de todos
los que juran que allá vive El Chapo.
Fuimos a la caza del fantasma del líder del
cártel de Sinaloa, del capo mayor.

Durango, Durango.- Héctor González,
arzobispo de Durango, habló el 17 de abril
–“Más adelante de Guanacevi, por ahí vive
El Chapo. Todos lo sabemos, menos la autoridad”–
y luego enmudeció.
Tres días después, llegó la respuesta: una
cartulina junto a los cuerpos sin vida de dos
tenientes de inteligencia militar que trabajaban
en Guanaceví. A mano, escribieron el
mensaje: “Con El Chapo nunca van a poder
ni gobiernos, ni sacerdotes”.
Con estas historias, leyendas y fantasmas
nos encontramos después de esas
palabras y su respuesta.
I.- Tamazula.
Doña Amparo puede pasar la vida contando
historias que bien puede platicar hoy, ayer o
mañana. Por ejemplo, jura que la ranchería
La Tuna pertenece a Tamazula, Durango, y
no a Badiraguato, Sinaloa. No sabemos si
eso es cierto, pero los topógrafos de ambos
estados deberían aclararlo para conocer con
certeza si Joaquín El Chapo Guzmán Loera
es de uno u otro estado.
Doña Amparo, sin embargo, tiene una
historia mucho más interesante.
Un familiar suyo vivía en La Tuna. Y
dice que hace no más de tres años El Chapo
les hizo una buena oferta a los pobladores:
comprarles sus casuchas de maderos viejos
por un buen fajo de billetes. “Con eso, mi
pariente, compró un caserón en la capital
y todavía le sobró dinero; está re bonito”,
dice para después describir la casa como
una construcción de dos pisos, duela, portón
automático y aire acondicionado.
Según cuenta, El Chapo adquirió de un
solo tirón las diez, 15 casitas del pueblo.
La razón: construyó un rancho en la tierra
donde nació. Cuando se le pregunta a doña
Amparo si conoce la propiedad, sólo dice:
“Sé que está pavimentado y eso es mucho,
pues en Tamazula no hay carreteras, pura
terracería, por eso el señor se mueve en avionetas
o en camionetonas”.
–¿En avionetas?
–Sí. Manda a construir una pista en cada
pueblo que agarra novia. Los pilotos son muy
abusados, hasta en las curvas aterrizan. Ora
sí que como cantan los Tigres del Norte:
maestros de la pista chica.
–¿Y qué tan cierto es lo que dijo el arzobispo
Héctor González, de que El Chapo vive
en Guanaceví? ¿O anda por Tamazula?
–Pues quién sabe. El señor se mueve de
aquí pa’llá. Es un fantasma.
Doña Amparo, como la mayoría de los
duranguenses que se atreven a hablar sobre
el hombre a quien apodan El Chapo, cuenta
tantas cosas que los excesos, la verdad y la
ficción se confunden. Lo mismo pueden
decir que el hombre es un Robin Hood contemporáneo
o que su llegada a Durango sólo
ha contribuido a romper la tranquilidad de
su vida. Porque el Durango de 2009 lleva
223 muertos, 146 levantones y no hay para
cuándo acabar.
Las leyendas, mitos y apariciones del
Chapo arrancan en Tamazula, con doña
Amparo, a quien se le ha cambiado el nombre
como a todos los entrevistados por emeequis
para este texto.
✱✱✱
Hasta hace unos años, Tamazula tenía un
héroe: José Miguel Ramón Adaucto Fernández
y Félix, mejor conocido como el general
Guadalupe Victoria, el primer presidente de
México. Hoy, en el México vertiginoso, los
orgullos han cambiado: “El Chapo es más
querido como ningún otro”, dice Guillermo,
un habitante de la cabecera municipal.
–¿Y eso, por qué?
–Porque es buena gente.
Llamarle buena gente a un personaje
como El Chapo podría resultar una locura.
Guillermo, sin embargo, enumera algunos
rasgos de esa filantropía que se han creído
los capos:
“El Chapo tiene un frase: ‘Los únicos
intocables son los curas y los maestros’, por
eso en Tamazula nadie cree que quiera hacerle
algo al arzobispo González; dicen que
si matan al arzobispo, lo harán los contras,
pa’ fregarlo. El Chapo más bien ayuda a remodelar
las iglesias y pone dinero pa’ las
escuelas. En Coloma, un pueblito como de
12 casas, está la escuelita que ganó el primer
lugar nacional en la prueba de Enlace”.
–¿Él ayudó a construirla?
–Pos dicen, pero quién sabe. Pero de que
se lleva de camaradas con los maestros de las
rancherías, eso sí. Un tío es profe y cuenta
muchas cosas.
–¿Cómo qué?
–Que les pone climas a las escuelas y
eso es bueno, porque en Tamazula hace un
calor del carajo.
–¿Y qué más?
–Pos habla de las carnes asadas que les
invita El Chapo a los profes, de las veces que
los ha dejado quedarse a dormir en sus ranchos,
de las veces que les da raite en avioneta.
Muchas cosas.
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✱✱✱
Dice un habitante de Tamazula:
“Muchos dicen que han visto al Chapo;
puro paro. Él casi ni se aparece, manda a su
gente a comprar la siembra. Llegan en trocas
bien placosas y pagan en efectivo. Por eso
la gente lo quiere, porque él es buen pagador.
Si luego hasta ayuda a los enfermos;
como nomás hay un hospital en Tamazula,
uno que está por El Durazno, pos la raza se
muere y él ordena a su gente que les presten
dinero y avionetas pa’ que vayan a Culiacán
a curarse”.
–¿Y entonces, quienes dicen que lo han
visto por ahí, por El Durazno, mienten?
–En Tamazula hay como 400 rancherías
y todos dicen que lo han visto en varios
pueblos el mismo día. Aunque ande en
avionetas es imposible. De ahí los rumores
de que tiene dobles, pero con eso también
se la bañaron.
–¿Dicen que tiene dobles?
–Sí, eso andan diciendo. Pero no. El Chapo
como que no se parece a nadie. Y aunque
lo cirugiaron, no sé cuándo, sigue igualito;
nomás como que le estiraron la cara.
–La PGR ha llegado a decir que ahora
trae el cabello rojizo.
–Esos güeyes ya no saben ni qué inventar.
II.– San DImaS
El 11 diciembre de 2008, en la comunidad
serrana de Santa Gertrudis, seis hombres
dedicados al secuestro aparecieron cosidos a
balazos. Poco a poco la gente del pueblo tuvo
una explicación de lo que había ocurrido:
los ejecutados habían sido levantados por
órdenes del Chapo, quien “está interesado
en limpiar la zona de malandrines”.
Como la región es azotada por la banda
que dirige a quien apodan El Gato, los lugareños
–unos dedicados a la tala de madera y
otros a mariguana–, no se acongojaron por
la muerte de los plagiarios. “Desde entonces
El Chapo es el ídolo en San Dimas”, dice un
viejo sembrador que, sin embargo, asegura
que tal historia es puro cuento.
–¿Y eso?
–En realidad quienes mataron a esos
pinches secuestradores fueron gentes de las
madereras. Hartos de que los secuestraran,
se organizaron pa’ trocearlos. Nomás que
las gentes dicen que fue El Chapo y como
todos lo dicen, pos ya es una verdá. Nadien
les va a quitar esa idea.
Esa banda de secuestradores aún opera.
En los rescates, además de pedir millón y
medio de pesos, exige whisky Buchanan’s
18 años, salchichas estilo Viena, calcetines,
tenis de marca, cigarros americanos
y navajas suizas. Y hay de aquel familiar
que no cumpla.
✱✱✱
En el municipio de San Dimas no viven más
de 20 mil habitantes. La poca madera que
aún queda para su explotación ha forzado a
los pobladores a los campos de mariguana.
Quinientos pesos al día por empaquetar la
hierba no es mala paga. Pero hay otra actividad
que deja dinero desde antes de que
El Chapo Guzmán fuese lo que es ahora: las
carreras de caballos.
Según el viejo sembrador –otro de los
duranguenses que jura haberlo visto–, El
Chapo empezó su carrera en San Dimas,
específicamente en el poblado de San Miguel
de las Cruces. “En ese tiempo se casó con
una mujercita de Cuevillas y ahí andaba
como cualquier otro que siembra. Su dinero
lo empezó a hacer con las carreras de
caballos, él las organizaba y ganaba porque
tenía uno, alazán tostado, pata blanca, que
corría a madre; ese anduvo compitiendo por
Guadalajara; lo quiso mucho, hasta cuando
se murió el animal fue enterrado con banda
y toda la cosa. Ya no sé cómo se llamaba,
pero tenía otro, El Cardenal, blanco con
manchas como moradillas”.
–¿Y hoy sigue organizando carreras?
–Pos quién sabe si él las organice o no,
pero manda a sus caballos a competir y
todos sabemos que son de él. Son animales
muy finos y buenos corredores.
–¿Y paga si llegan a perder sus caballos?
–Sí, cómo no, pero casi nunca pierde.
A sus compas por eso se los presta, pa’ que
hagan su dinerito.
–¿Usted ha visto al Chapo últimamente?
–Pos se le veía, pero ahora nomás viene
a comprar la siembra. Ah, porque él es el que
viene, ¿eh? Aquí hace el negocio y paga en
caliente: a 500 pesos el kilo de mota y a 20 mil
el de amapola, aunque si uno sabe trabajar
la flor y logra la goma, se puede sacar hasta
100 mil por kilo.
–Pero, ¿lo ha visto o no?
–Pos ya tiene rato. No recuerdo si fue
en agosto o en septiembre del año pasado.
Venía en una buena camioneta. Traía su
pistola con la cacha de oro y vestido normal.
Dicen que el señor nomás se viste con ropa

Héctor González,
arzobispo de Durango,
No recuerdo si lo vi
en agosto o en
septiembre del año
pasado. Venía en una
buena camioneta. Traía
su pistola con la cacha
de oro. dicen que el
señor nomás se viste
con ropa de marca,
pero exageran
de marca, pero exageran. Creo que lo más
caro que usa son los Levi’s y esa chamarrita
negra de piel que le gusta mucho.
–¿Habrá pronto una carrera de caballos?
–Pos es que ésas salen así nomás. Pero yo
creo que el señor no se va a dejar ver. Anda
muy caliente la cosa.
✱✱✱
A un joven al que llamaremos Eduardo le
brillan los ojos nada más con mencionar
al Chapo. Lo idolatra. Habla de él como si
fuese un ejemplo a seguir. Eduardo jura y
perjura haber visto a este hombre, al que la
revista Forbes colocó en un pedestal de mil
millones de dólares.
“Lo he tenido así de cerca”, dice y manotea
frente a su rostro. “Llega acá en un
convoy, por eso la gente sabe que es él. Viene
en puras Lincolns y bien armado; trae a sus
escoltas, no son mexicanos, quién sabe de
qué país sean. Y sí, como que da miedillo
cuando uno lo ve, pero cuando se baja y empieza
a platicar ya uno ni piensa en nada”.
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–Muchos dicen que lo conocen y no es
verdad, ¿tú no eres de ésos?
–¡No! Yo sí lo he visto, yo sí lo he saludado.
Es más: vi que en su pistola trai una
S en la cacha. La ese de Chapo.
–Chapo no tiene ninguna ese.
–¿No, verdá? Pos entonces quién sabe
de qué sea.
✱✱✱
“La gente de mi pueblo es muy fantoche”,
dice María. “Muchos se adjudican historias
de otros. Por ejemplo: los que compran la
mariguana luego cuentan que ellos han
pisteado con El Chapo, que los ha invitado
a una carne asada y que se ponen unas
guarapetas descomunales. Que hay mujeres,
que hay whisky. Que hay de todo.
Que hasta políticos llegan a ir a saludar al
Chapo. Todo eso puede ser cierto. Y todo
eso, también, la gente de San Dimas se lo
apropia. Y ahí andan presumiendo que
ellos lo conocen, que ellos fueron a una
carne asada, que hasta les invitó una mujer
y quién sabe qué más tonterías. Hay hasta
quienes dicen que estuvieron en una balacera
donde intentaron matar al Chapo. No
les crean. El Chapo, es cierto, no es alzado,
convive con la raza. Pero tampoco anda
invitando a medio mundo a sus ranchos.
Si les preguntaran detalles a quienes dicen
conocerlo, les van a contar puras generalidades,
cosas que salen en la prensa de
México, porque acá, en Durango, ni los
muertos ni El Chapo existen. No les crean,
son fantoches”.
✱✱✱
Doña Carmen lleva muchos años en la siembra
de mariguana y dice tener una historia
sobre El Chapo:
“Con el señor se pierde y se gana. Miren:
nosotros debemos sembrar y vendérsela a
él. El problema es que si los guachos nos
tumban la siembra, ya perdimos todo y hay
que ver de dónde sacamos dinero porque
hay que pagar la semilla. Si los guachos
respetan el control (cuota de 10 por ciento
de lo vendido), entonces sí nos va bien. Acá
viene El Chapo y paga: con dinero o con
trocas. Los plebes son los que más se van
por las trocas, aunque no tengan luego qué
tragar”.
–¿Usted ha visto al Chapo?
–Le mentiría si le dijera que sí. Creo que
ni mi esposo lo conoce.
–Usted dijo que El Chapo viene y paga.
–Bueno, manda a su gente. Creo que una
vez lo vi, pero no estoy segura.
III.– CanelaS
Tomado del periódico local El Correo de la
Montaña:
En la edición de este 23 de febrero de 2007,
en punto de las once horas aproximadamente,
previo desfile por el encementado de la cancha
deportiva habilitada para el magno evento
de coronación de Sus Majestades –como dijera
el conductor del programa al referirse al
cortejo saliente y al entrante–, la autoridad
municipal presidida por el C. Francisco Cárdenas
Gamboa, sin más preámbulo, procedió
a colocar la corona en las sienes de Emma I;
a la vez que el Sr. Rodolfo Dorador, Senador
(del PAN) por la República, hacía lo mismo
con Alma, elegida –al igual que la reina– democráticamente
Princesa.
Emma I llega al reinado precedida de gran
morbo popularidad (sic), que se genera a partir
del día 6 de enero, en el cual presidió un
comentadísimo y lucido baile en la cabecera
municipal. A partir de ahí y sumado a ello la
sencillez y simpatía que la caracterizan, así
como sus ganas de triunfar, le hicieron merecer
el que la mayoría de los votantes la prefirieran
como Reina de Canelas, edición 2007…
El “gran morbo popularidad” al que se refería
el periódico es una historia de la que
ya se ha hablado en los medios, pero no del
todo clara. Una vecina del pueblo que asistió
a la fiesta de la boda de El Chapo, realizada
el 6 de enero de 2007, dice a emeequis
que aquella fue la única vez que el capo se
presentó en Canelas. ¿Por qué? Para apoyar
a Emma Coronel Auspurio, una de las cinco
candidatas a ser reina; la misma joven de
la ranchería La Angostura, cuyas fotos aún
están en la página oficial del ayuntamiento
de Canelas.
Se hayan o no conocido el 20 de noviembre
de 2006 durante la convocatoria que
hizo el ayuntamiento para elegir a la reina
de la Gran Feria del Café y la Guayaba 2007,
lo cierto es El Chapo organizó la fiesta para
que los pobladores apoyaran a Emma, pues
es un concurso en el que se gana con votos,
no con dinero.
Dice la habitante de Canelas:
“Como a medio día, a Canelas llegaron
muchas camionetas, cuatrimotos y un helicóptero.
De ahí dicen que bajó El Chapo;
estaba vestido de jeans, una chamarra negra
de piel y tenis o zapatos negros. Hay quienes
dicen que traía un cuerno de chivo; yo no se

Joaquín Guzmán Loera,
en el penal de alta
seguridad de Almoloya
de ahí dicen que bajó el
Chapo; estaba vestido
de jeans, una chamarra
negra de piel y tenis o
zapatos negros. Hay
quienes dicen que traía
un cuerno de chivo; yo
no se lo vi. Había mucho
empistolado, rodearon
el pueblo.
lo vi. Había mucho empistolado, rodearon el
pueblo. La única avioneta que aterrizó ese
día traía a Los Canelos de Durango; ellos
tocaron, y esos sí venían armados.
“Dicen que ahí estaba don Nacho Coronel,
pero tampoco podría asegurarlo; es que
había mucho pistolero cuidando al Chapo. A
los que sí se les vio fue a los papás de Emma
(Blanca Estela Aispuro e Inés Coronel Barrera),
porque los presentaron, y al que era
alcalde: Francisco Cárdenas.
“Dicen que por ahí andaba un ex subprocurador
de Sinaloa (Alfredo Higuera Bernal),
pero no me consta, no lo conozco. Eso sí, Los
Canelos cantaron esa de Cruzando cerros
y arroyos. Pero que con esa El Chapo haya
enamorado a Emma suena a exageración.
“La fiesta no terminó hasta la mañana siguiente
como se ha dicho; yo desperté como
a las ocho y ya no había nada. Luego, cuando
fueron las votaciones, el 14 de febrero, mucha
gente de La Angostura llegó a Canelas.
Como que fueron acarreados por gente del
Chapo. Y así ganó Emma. Ya luego se supo
de la boda con ella, el lunes 2 de julio, pero a
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esa nomás fueron los invitados. No es cierto
que todo Canelas haya ido”.
(Posdata: Enrique Rodríguez Solano,
el cronista de Canelas que reseñó algo de
la fiesta del 6 de enero y de la boda en El
Correo de la Montaña, desapareció el 9 de
octubre pasado. Hace unos meses, también,
el ex alcalde sufrió un atentado que casi
lo mata; no ha vuelto a Canelas. Y el hoy
secretario ejecutivo del Consejo Estatal
de Seguridad Pública, Higuera Bernal, ha
rechazado conocer al Chapo).
En la entrada de Canelas hay retenes. No,
no son militares. Son retenes que han
puesto pistoleros del Chapo. Otro vecino
del municipio cuenta que aun cuando
sean de los pueblos de la zona o conozcan
a los gatilleros, éstos esculcan y preguntan
todo.
“Un día, a un primo, lo detuvieron.
Como llevaba costales de basura le pre-
en la entrada de Canelas hay retenes. No, no son
militares. Son retenes que han puesto pistoleros
del Chapo. Otro vecino del municipio cuenta que aun
cuando sean de los pueblos de la zona o conozcan
a los gatilleros, éstos esculcan y preguntan todo
guntaron que qué llevaba ahí: ‘Basura’, les
dijo. ‘Vamos a revisar, pero si es otra cosa, te
matamos’, le dijeron. Cuando vieron que sí,
que traía basura, lo dejaron pasar. ‘Si ya me
conocen’, les dijo mi primo. ‘Es uno nunca
sabe, compa, pásele; ahí le digo luego al jefe
(El Chapo) que le invite unas cervezas’, le
dijeron y se despidieron”.
–¿Se ha vuelto a ver al Chapo en Canelas?
–se le pregunta a otra vecina.
–No. Él no anda por aquí. Él jala más
pa’ Tamazula o pa’ Tepehuanes, pero ora
ya no, con eso de los dos guachos que aparecieron
muertos con el mensaje de que ni
curas ni gobierno van a poder con él, se fue
de Tepehuanes.
–¿Y a dónde?
–Sabe. Pero dicen que ya no está ahí.
–¿Quién dice?
–Pos la gente, pero uno ya ni sabe. Dicen
tantas cosas que uno ya no sabe qué creer.
IV.–TepehuaneS.
Dice Carlos: “Tepehuanes tiene fama del
narco: ahí empezó su carrera Jaime Herrera
Nevares, el precursor del tráfico de
heroína. Por eso, que digan que el amigo
ese (El Chapo) anda en mi tierra no es raro.
Un pariente, por ejemplo, me estaba diciendo
que ya es normal ver tres Hummers
amarillas, dicen que en una de esas viaja el
amigo ese, que llegó hace ya rato. La gente
comenta que ahí hace sus fiestas. Que, de
hecho, el corrido de Chivo tatemado, el que
cantan Los Morros del Norte, está dedicado
al amigo ese, que según describe una de sus
pachangas en Año Nuevo”.
Pausa para escuchar ese corrido:
Se oía rechinar un cuerno, también una
súper cuarta, un R-15 chapeado y una del jefe
sonaba / allá en lo alto de la sierra la fiesta
se celebraba. El conjunto que tocaba le ponía
bonito ambiente / el baile había comenzado
entre las seis y las siete / los
compas Morros del Norte
complacían toda la gente. /
Había cerveza y perico, también
chivo tatemado (barbacoa),
a las tres de la mañana
las armas seguían sonando /
celebraban año nuevo en un
rancho de Durango.
Continúa Carlos:
“Hay una historia muy
fantástica en Tepehuanes.
Dicen, no me consta, que
el presidente (municipal)
Alfonso Peña pidió al gobierno
del estado que enviara al ejército
porque las cosas se estaban poniendo muy
calientes. Con eso de que 14 de los 17 policías
renunciaron por miedo, pues necesitaba
ayuda. Eso, dicen, enojó al amigo ese (El
Chapo) y mandó a uno que le dicen RR a que
le leyera la cartilla. El RR llegó y le puso sus
chingazos. Por eso el presidente anduvo
varios días con gafas oscuras; traía los ojos
morados”.
(Pausa para una nota: el alcalde, todavía
hoy, también la hace de policía).
Prosigue Carlos:
“Dicen que esta semana de Pascua, en
La Purísima, se esperaba la llegada del hijo
pródigo: el cardenal Norberto Rivera. Pero
que canceló por, dice la gente, los rumores
de que el amigo ese andaba en Tepehuanes.
Luego yo sí le creo a la gente. Por ejemplo:
ayer toda la prensa decía que se había reforzado
la seguridad en Tepehuanes por

| EMEEQUIS | 22 de enero de 2009
Todos los martes de 9 a 10 de la noche
En la 620 de AM
Conducido por Ignacio Rodríguez Reyna y Lilia Silvia Hernández
en tu radio
| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
33

| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
34
el asesinato de dos militares, a los que les
dejaron el mensaje ese de ‘Contra El Chapo,
ni sacerdotes ni gobernantes’; pero mis
parientes me dijeron que no era cierto, que
nomás sobrevoló un helicóptero en la noche
y ya, se fueron los guachos y sigue el
desmadre”.
–¿Y en Tepehuanes no se escuchan historias
del Chapo altruista?
–Cómo no. Mi hermano es ingeniero y le
sale mucho trabajo por allá. El otro día nos
contó que unos señores, gente del amigo ese,
le dijeron que cuánto les costaba construir
un hospital. Mi hermano les dio una cifra
algo alta, para no hacerlo, y los señores le
dijeron que sí, que al cabo el amigo ese iba
a pagar.
–¿Y lo construyó?
–Sí. Le pagaron muy bien. Con eso se
compró su troca.
Un joven dice que él lo vio en la 20 de Noviembre,
la calle principal; que andaba en bermudas y
tenis sin calcetines, que la moto era roja; que es
“blanquito y pelo corto”, que la policía lo custodiaba
y que si se retiró fue porque se cansó del paseo,
no porque lo estuvieran persiguiendo.
V.– Durango
El 15 de octubre de 2006, el periódico de la
ciudad de Durango El Siglo publicó en primera
plana una nota inusual. Inusual porque
la prensa local no habla de las matazones ni
de los levantados. Menos del señor Guzmán
o de los contras que vienen a abrir plaza a
granadazos.
La nota es la siguiente:
Pasea Chapo en Durango
La ciudad de Durango fue el escenario
en el que elementos de Inteligencia Militar
estuvieron a punto de capturar a Joaquín El
Chapo Guzmán, cuando éste se paseaba a
bordo de una cuatrimoto; el capo de la droga
fue reconocido por los agentes aún y cuando
(sic) se sabe que se hizo una cirugía plástica en
el rostro. La aprehensión no se pudo realizar
pues el mencionado aceleró y se perdió entre
las calles del centro de la capital.
El titular de la SIEDO, perteneciente a la
Procuraduría General de la República (PGR),
José Luis Santiago Vasconcelos, informó en
un medio de comunicación nacional que el
capo de la droga, líder del cártel de Sinaloa,
se hizo una cirugía plástica que le redujo las
mejillas y que ahora no usa bigote, sin embargo,
dijo que los elementos de Inteligencia
Militar ya cuentan con fotografías del nuevo
rostro y que por esa razón lo identificaron y
estuvieron apunto de aprehenderlo.
De acuerdo con los datos con los que
cuenta la PGR, ésta es la tercera ocasión que
Guzmán Loera logra escapar de las autoridades.
La primera vez que agentes federales
estuvieron a punto de tenerlo en sus manos fue
en la comunidad de La Tuna, en Sinaloa; la
segunda, en Monterrey, Nuevo León –durante
una cumbre de narcos, en que planeó ejecutar
a Rodolfo Carrillo Fuentes– y la tercera fue
aquí en la capital duranguense hace poco más
de 15 días, cuando turisteaba muy quitado de
la pena por la ciudad.
La nota no tuvo seguimiento
alguno en ningún
medio de Durango. Ni nacional.
En la boca de los duranguenses,
sí. emeequis
recogió algunos testimonios.
Van de lo creíble a lo
estrafalario:
Un joven dice que él lo
vio en la 20 de Noviembre, la
calle principal de la ciudad;
que andaba en bermudas y
tenis sin calcetines, que la
moto era roja, con llantas “bien chidas”; que
es “blanquito y pelo corto”, que la policía lo
custodiaba y que si se retiró fue porque se
cansó del paseo, no porque lo estuvieran
persiguiendo.
Una señora dice que una tanqueta militar
lo iba cuidando y que invitaba a las mujeres
a subir a la cuatrimoto.
Un médico dice que sí, que ahí anduvo
El Chapo y que luego se fue a una casa de
seguridad en el Fraccionamiento Jardines
de Durango, donde hizo una fiesta.
Un taxista dice que él lo vio, que estaba
igualito a las fotos del Chapo, esas donde le
cuelga un cuerno de chivo, usa gorra y trae
una mirada de asombro.
✱✱✱
En la capital duranguense es, quizá, donde
las volátiles apariciones de El Chapo lo
consolidan como un fantasma.

Se dice, por ejemplo, que ha cerrado el conocido
restaurante El Grande. Ya saben: saluda
a los comensales, pide celulares, ordena a sus
gatilleros cuidar las puertas para que nadie salga
y paga las cuentas de todos. El lugar, según notas
de Mónica Perla Hernández, corresponsal de El
Universal, fue bautizado así en homenaje a uno
de los operadores de El Chapo en Durango: Sergio
Villareal Barragán, alias El Grande. La dueña,
Elsa Correa, fue su pareja sentimental. Eso le
costó caro: el viernes 12 de septiembre de 2008
fue levantada por un comando armado. Después
del levantón los rumores se soltaron: que había
aparecido decapitada; que no, que había sido
mutilada; que no, que fue acribillada con el tiro
de gracia; y que no, que El Chapo negoció su
liberación y la mujer se fue Durango.
Otra historia que circula entre los periodistas
locales es muy extravagante.
Resulta que luego de una versión soltada
en las propias oficinas de gobierno, algunos
reporteros preguntaron. Sus fuentes, dicen,
les corroboraron que El Chapo había visitado en
su despacho al gobernador Ismael Hernández
Deras. Que por eso, después de la charla con
él, el mandatario se refugió algunos días en el
Cuartel Militar.
Cuando se le pregunta a uno de los reporteros
por qué no publicaron la información si
estaba corroborada, dice que su medio no la
aceptó: “El gobernador controla todo, dice qué
publicar y qué no”.
VI.– CanelaS II
La historia la cuenta un comerciante de Canelas:
“Hace como dos años, rumbo a mi rancho,
se me ponchó una llanta. No traía refacción
y el gato estaba jodido. Como a las dos o tres
horas pasó un convoy. Se paró. La verdá sí me
asusté, allá hay mucho malandrín. Un señor,
chaparrito, se bajó y me preguntó si me echaba
la mano. Yo le dije que sí y le expliqué. Entonces
le ordenó a una de sus gentes que buscara entre
sus camionetones una llanta que le quedara
a mi troca. Al poquito rato, ya con la llanta,
el señor me ayudó a ponerla. Yo nomás me le
quedaba viendo. Y me dijo: “¿Sí sabe quién
soy?”. “Creo que sí”. “Soy El Chapo Guzmán
y ái estamos pa’ los compas”. No sé si el señor
deba estar en la cárcel o no, pero me ayudó y
eso no se olvida”.
–Suena increíble que El Chapo le haya ayudado
a cambiar la llanta, sería más creíble que
hubiera sido alguien de su gente.
–Ya sé, pero seguro les van a contar cosas
que tampoco va a creer.
| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
35

| EMEEQUIS | 20 de abril de 2009
36
la cáscara
de la historia
; Siete medidas para
fiscalizar bien a los
partidos en México
*Doctor en derecho,
ex consejero
electoral del IFE,
es actualmente
investigador del
Instituto de
Investigaciones
Jurídicas de la
UNAM
jaicardenas@
prodigy.net.mx
Por Jaime Cárdenas*
La reforma electoral de 2007-2008 está a prueba. En materia
de fiscalización, seguramente el trabajo de la Unidad de
Fiscalización de los recursos de los partidos políticos no
tendrá el arrojo y profundidad de la anterior Comisión de
Fiscalización creada por la reforma de 1996.
Casos como el Pemexgate o los Amigos de Fox no volverán
a presentarse, y no porque no ocurran irregularidades
y violaciones semejantes en materia de financiamiento,
sino porque las autoridades electorales han ido perdiendo,
a pesar del aumento de sus competencias legales, cada vez
más independencia.
Los problemas con la fiscalización a los partidos en
México han estado relacionados con la falta de independencia
e imparcialidad del órgano fiscalizador, insuficiencias
de sus competencias por un entendimiento estricto
y a veces equivocado del principio de legalidad, falta de
exhaustividad en las investigaciones, el poder de los medios
de comunicación electrónica, la no promoción de las
quejas o denuncias ciudadanas, y problemas vinculados al
sistema procesal y al tipo de pruebas admisibles.
Además, los niveles de consolidación del sistema democrático
y de madurez de la cultura política juegan un
papel fundamental (en el país aún son comunes el clientelismo,
el desvío de recursos públicos con fines electorales
y a compra y coacción del voto).
Desde mi perspectiva, las variables a tomar en cuenta
son:
1) Un marco que permita mantener una autoridad fuerte
con poderes legales suficientes para supervisar, verificar,
investigar e instruir procedimientos. Este marco debe regular
con precisión el financiamiento público y privado, el
papel de los partidos y sus administradores, la posición de
los precandidatos y candidatos al respecto, los límites al
financiamiento privado y las donaciones, las aportaciones
prohibidas, las reglas sobre el acceso de los partidos y los
candidatos a los medios de comunicación, las atribuciones
de la autoridad fiscalizadora y los tipos y las sanciones
a partidos y particulares que infrinjan las disposiciones
relativas al financiamiento.
2) Dar la más amplia publicidad y transparencia al financiamiento
público y privado, por ejemplo: conocer los
montos de las aportaciones privadas, acceder a los informes
anuales y de campaña de los partidos, el conocimiento
del patrimonio de cada partido, el manejo público de la
administración y contabilidad de cada partido, los montos
de endeudamiento de cada partido, las principales contrataciones
y proveedores; la apertura de los procedimientos
de fiscalización y revisión de la autoridad electoral a
cada partido. Los partidos y sus candidatos deben saberse
observados en todo momento en sus ingresos, egresos,
patrimonio, administración y gestión contable.
3) La determinación de responsabilidades y las sanciones
por el incumplimiento de las normas no sólo deben
recaer en los partidos, sino en los responsables de la administración
de cada partido, en los dirigentes, candidatos y
en los particulares que hayan contribuido de manera ilegal
a financiar las campañas, incluyendo las etapas previas a
las mismas.
También deben existir sanciones electorales, como la
suspensión de las actividades de proselitismo político o
las que conllevan a la nulidad de las elecciones. Deben tipificarse
responsabilidades y sanciones penales, y de otra
índole, ya sea financiera o fiscal, por la comisión u omisión
de conductas vinculadas al financiamiento ilegal.
4) Desde luego, tiene que salvaguardarse la independencia
de los integrantes del órgano de fiscalización,
quienes deben contar con las atribuciones necesarias para
realizar su tarea. Además, la actividad fiscalizadora debe
prevalecer sobre cualquier impedimento u obstáculo legal.
En los casos Pemexgate y Amigos de Fox, las autoridades
hacendarias, ministeriales, bancarias, argumentaron la
existencia de secretos legales para impedirla. Era obvio que
no procedía, y no procede, aun con el marco legal en ese
entonces vigente, la negativa a proporcionar información
sobre las investigaciones.
La autoridad de fiscalización debe gozar de atribuciones
para obligar a particulares y a cualquier autoridad a
colaborar en las investigaciones, incluyendo la imposición
de medidas de apremio, o el inicio de procedimientos
administrativos y penales contra quienes obstaculicen,
interfieran o nieguen apoyo en las investigaciones.
5) Fomentar una cultura de observancia voluntaria de
las reglas y principios relativos al financiamiento. Las propuestas
van desde la incorporación de incentivos morales
a incentivos materiales a los partidos que sean cumplidos,
como reembolsos, subsidios y exenciones de impuestos.
6) La fiscalización basada en la sola presentación de
los informes anuales y de campaña de los partidos es insuficiente.
La vía privilegiada radica en la presentación de
quejas ciudadanas, en la promoción de quejas anónimas
y en la investigación de oficio. Las vías tradicionales de
fiscalización son del todo precarias para eliminar o evitar
la corrupción en la política.
7) Debe promoverse en las investigaciones, obligadas
a ser exhaustivas, el carácter inquisitivo sobre el carácter
puramente dispositivo.

El domingo 3 de mayo van a iniciar las campañas electorales
para diputados federales. De acuerdo con la ley, en
estas elecciones intermedias los candidatos y los partidos
tendrán 60 días para pedir el voto a los ciudadanos. Aunque
diferentes a la elección presidencial, se espera que estos
comicios sean también bastante disputados, ya que las
fuerzas políticas han establecido una distribución equilibrada
en el territorio nacional, en donde ninguna de ellas
puede asegurarse una mayoría de antemano.
Además, como los partidos apenas empiezan a registrar
a sus candidatos, es difícil saber a ciencia cierta quiénes
serán sus representantes en San Lázaro. No obstante, con
las listas plurinominales que ya han dado a conocer, es
posible tener una idea inicial de cuál será el perfil de las
diferentes fracciones parlamentarias. Una cosa es segura: si
bien las dirigencias partidistas llevan mano en la selección
de candidatos, en el PAN, el PRI y el PRD los prospectos
no pertenecen exclusivamente a uno de sus grupos, sino
que la distribución de posiciones ha sido resultado de su
correlación de fuerzas internas.
Aun cuando algunos pretendan disimularlo, en todos
los partidos es posible observar la existencia de grupos que
buscan posiciones. En algunos casos la disputa tiende a
salirse de control, pero en realidad siempre se habrá de
llegar a un equilibrio que responda a la fuerza que cada
corriente efectivamente tiene.
De acuerdo con los pronósticos más serios, en la próxima
elección el PRI y el PAN alcanzarán alrededor de 35
por ciento de los votos; el PRD estará cerca de un 20 por
ciento, y los demás partidos llegarán a lo sumo a 10 por
ciento entre todos. Por cada punto porcentual alcanzarán
dos diputados de los 200 plurinominales; por ello, al
revisar las listas de cada partido es posible señalar que las
expectativas de cada uno de ellos no será mucho más allá
de esta cantidad de diputados.
En el caso del PRI, su deseo es rebasar esta suma, sin
embargo, al ver los nombres de sus candidatos es previsible
que no llegarán mucho más lejos. Las 70 curules de
representación proporcional se repartirán 48 en las tres
primeras circunscripciones (16 en cada una), 10 en la cuarta
y 12 en la quinta. Pero realmente será muy difícil que
obtengan más que eso.
¿Quiénes son esos 70 priistas que llegarán a la Cámara
de Diputados sin hacer campaña en los distritos? ¿Cómo
se conforman o cómo se integran en los grupos? En los
lugares preferentes, la dirigencia nacional encabezada por
Beatriz Paredes logró colocar a 25 candidatos, los cuales, si
les sumamos los cinco dirigentes de la CNC, alcanzarían
30 asientos. El otro grupo es resultado de una amalgama
sui géneris entre Carlos Salinas, Manlio Fabio Beltrones
y Enrique Peña Nieto, quienes colocaron a 20 seguros diputados.
Los demás son 10 dirigentes sindicales y otros
10 son políticos sin una clara ubicación o vinculados con
gobernadores del partido.
La negociación interna del PRI permite suponer que
todos pondrán de su parte para alcanzar el máximo de
diputados posible. Aparte, los amarres de algunos candidatos
se dan entre varios subgrupos. Cabe recordar que la
distribución de diputados plurinominales resulta no sólo
de la proporción de votos del partido a nivel nacional, sino
también de cómo esos votos se obtienen en cada una de
las circunscripciones.
; La próxima
bancada del PRI
Por Juan Francisco Reyes del Campillo*
Por eso hay candidatos importantes que
se encuentran en la raya de quedar dentro o
quedar fuera. En la primera circunscripción
se encuentra Rodolfo Guerrero García, hijo
del ex gobernador Sergio Guerrero Mier; en
la segunda, se ubica Alfredo Femat, quien
fue el representante legal de Roberto Madrazo
en 2006; en la tercera está Xóchitl
Molina, secretaria de Asuntos Indígenas del
CEN del PRI; en la cuarta, José Luis Carazo,
líder cetemista de la industria metálica, y
en la quinta, Alejandro Murat, hijo del ex
gobernador de Oaxaca José Murat.
En esta ocasión muy pocos funcionarios
locales, políticos vinculados a los gobiernos
de los estados, se encuentran en las listas
plurinominales del PRI. Empero, éstos se
ubican preferentemente en las listas uninominales,
las cuales corresponden a los
candidatos de mayoría relativa y en las que
el PRI tiene cifradas sus grandes esperanzas
para ser la fracción más grande en San
Lázaro. Será de acuerdo con la composición
de éstos y por la relación que guarden con
los dos principales grupos como se habrá
de definir el liderazgo de la fracción parlamentaria.
Esto último es lo único que explica que
la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes,
haya hecho explícito que todavía no
sabe si se encargará de dirigir la fracción o
mejor se queda en la presidencia del partido.
No cabe duda que se puede todo, menos
hablar y comer pinole.
*Ex consejero
electoral del IEDF,
se desempeña
actualmente como
profesor investigador
de la UAM
Xochimilco
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Premio
Nacional de
Periodismo
2008
Con este texto, publicado originalmente en la edición número 146 de emeequis, nuestro
compañero Humberto Paggett —a quien felicitamos ampliamente— fue distinguido la semana
pasada con el Premio Nacional de Periodismo 2008 en la categoría de crónica.

Una noche de
Perros en el
noche de perros en buenavista
sanborns
La historia que leerán es verídica, intensa,
triste. Como en la reconocida película Tarde
de perros, protagonizada por Al Pacino,
se narra el caso real de un pequeño grupo
de delincuentes inexpertos, de poca monta,
que deciden cometer un asalto.
La noche del 29 de octubre de este 2008
una pandilla de ladrones improvisados
intentó un robo inédito en la historia de
la ciudad de México. Entraron al Sanborns
de Buenavista, al norte del DF, y tomaron
23 rehenes, se enfrentaron a la policía…
y tuvieron un final que pocos,
muy pocos podrían esperar.
Por Humberto Padgett
padgett@m-x.com.mx
Ilustraciones: Leticia Barradas
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Esta noche, la del 29 de octubre de 2008, Enrique
ya sabe lo que es tener al destino en su contra.
En su mano, una Pietro Baretta nueve milímetros
es la única llave para salir de la trampa
que él mismo había tejido.
–¡Aléjate o mato a este cabrón! ¡Te juro que
lo mato! –aúlla, rompe los oídos de quienes a
unos metros buscan que retire el arma de la nuca
de Octavio.
Jadeante y tembloroso, Enrique aprieta aún
más el enorme cañón contra la cabeza de su rehén.
El único que le queda. Su tabla de salvación para
salir de esa “pendejada” en la que se ha metido.
Ni siquiera él sabe de dónde obtiene aún
fuerzas para advertir, para amenazar:
–¡Voy a matar a este cabrón! ¡Aléjate o
mato a este cabrón! –grita Enrique al único
policía armado que había en el corredor. Un
policía que, con la paciencia de un ajedrecista
como lo es él, sólo espera el momento oportuno
para actuar.
Lleva Enrique más de una hora de ir y venir
por el Sanborns de Buenavista. Presiente que está
solo, que, abajo, sus cuatro compañeros están
ya muertos. Y planea ir a la azotea (¿Para qué?
Quién sabe), escudado en Octavio, ese empleado
bancario que tuvo la mala idea de meterse a comer
algo la medianoche del 29 de octubre.
–¡Quítenme al francotirador! ¡Quítenlo!
–grita, suponiendo que en alguna parte del
Sanborns de Buenavista algún policía está a la
caza de su cabeza, de su cuerpo, esperando el
momento preciso para matarlo. Para terminar
con esa noche de perros.
No le falta razón. Decenas de uniformados
han hecho del Sanborns una ratonera sin salida,
sin escape alguno.
Por eso Enrique suda, grita, amenaza con
matar a Octavio, con apretar el gatillo de la nueve
milímetros que en su mano se mueve temblorosamente.
Por eso estira el pasamontañas negro
para dejar al descubierto sólo el ojo derecho.
Pero nadie entiende por qué, de pronto, exige
otra arma.
–¡Denme un arma cabrones! ¡Que me den
un arma, cabrones! –ordena en medio de la locura.
Pero en ese pasillo en el que están frente a
frente sólo hay otra pistola: la del comandante
Víctor Hugo Moneda, ansioso de que Enrique
asome la cabeza lo suficiente, detrás de su rehén,
para pegarle en media frente con la .38 Súper.
La mirada de Moneda busca el hueco propicio.
Su mano, sin embargo, se mantiene pegada
a la automática. Quisiera matarlo en este mismo
momento. Sabe que no puede, que la vida del
rehén está de por medio.
–¡¿Por qué me metí en esto?! ¡Qué pendejo
soy, qué pendejo soy! –se repite Enrique con un
jadeo a todo galope.
Nada interrumpe el delgado gemido de su
rehén, Octavio Cepeda, como si el chillido fuera
una válvula de escape y su cabeza una olla cercana
al estallido.
Lo es.
–¡Tranquilo, no has matado a nadie, todavía
sales de ésta, cabrón! –busca calmarlo
Moneda.
De súbito, Enrique asoma medio cuerpo
detrás de Octavio. Pero aún se halla demasiado
cerca. La pistola de Enrique, esa maldita pistola,
todavía está dirigida a esa cabeza que no deja de
temblar encima del traje oscuro.
La yema del índice hormiguea sobre el
gatillo. Enrique tiembla, tiembla tanto que en
cualquier instante puede estallar.
–¡Mátenme, hijos de la chingada! –grita con
esa voz que para entonces ya es pastosa.
–¡Nadie te va a matar, flaco! –suelta Óscar
Arteaga, secretario del ministerio público convertido
de repente en un hábil negociador.
–¡Me van a partir la madre, abajo me van a
chingar. Yo lo sé, yo lo sé! ¡Pendejo! –se maldice
Enrique.
La capucha ya está empapada con un sudor
pegajoso y una comezón furiosa lo ataca. Quiere
arrancársela. Piensa en rendirse, necesita dejarse
caer. Correr. Morir.
No entiende cómo la noche fue quebrada
por las luces rojas y negras. Tiembla. No sabe
quién habló a la policía, no sabe cómo, a la una
de la mañana con 40 minutos, todo se convirtió
en una pesadilla.
Respira hondo. Da un paso al frente. La mano
izquierda atenaza el cuello del saco de su rehén.
Está a cinco metros del policía y los funcionarios
del ministerio público. Éstos saben que la rendición
está cerca. Tanto como la muerte.
Enrique se detiene. Por un segundo deja de
apuntar al rehén y se encañona la sien derecha.
Brama en la nuca de Cepeda.
–¡Voy a matarlo y luego me mato yo!
En la penumbra, el blanco de su ojo derecho
destella.
✱✱✱
Enrique Mejía Bello siempre fue vendedor ambulante
en el centro de la ciudad de México. Vendía
pilas, carpetas para discos compactos y cintas
adhesivas en dos puestos que ponía y quitaba

noche de perros en buenavista
de la calle de El Carmen, casi esquina con Justo
Sierra hasta que, junto con miles de informales,
fue echado de las calles por el gobierno del Distrito
Federal el 12 de octubre de 2007.
Sin opción para acomodarse en alguna de
las plazas en que las autoridades ubicaron a los
comerciantes, Enrique, de 33 años, buscó su
primer trabajo formal.
Había acordado ya con Mario, un amigo
vendedor, aportar la mitad de la renta de un
departamento en el Callejón del 57, a la vuelta
de la Cámara de Senadores y del abandonado
Teatro Fru Fru.
El alquiler de 3 mil 200 pesos mensuales
se partió a la mitad y le tocó ocupar el cuarto
que divide la recámara principal de la cocina,
dominada por un refrigerador que sirve de base
para cinco figuras de diferentes tamaños de San
Judas Tadeo, el santo de las causas difíciles.
Enrique vestía al estilo vaquero: botas de
piel, pantalones de mezclilla y camisas a cuadros
que llevaba bajo una chamarra negra de cuero.
Le gustaba la cerveza oscura de barril y fumaba
ocasionalmente. Carnívoro, consumidor voraz
de milanesas y bisteces, era delgado y siempre
mostraba un aspecto aseado. Tenía también
un extraño hábito entre los ambulantes: leer
con fruición periódicos, novelas e historia de
México. Ha dejado inconcluso algún libro de
Carlos Fuentes.
De piel morena, estilaba usar una barba cerrada
en forma de candado. Se peinaba el cabello
negro de lado después de colocarse los lentes de
contacto.
Enrique es divorciado y tiene dos hijos pequeños,
niño y niña, inscritos en el primer año
de primaria y el kínder, pero no los ve frecuentamente.
Su matrimonio ocasionó que cinco
años atrás rompiera con sus dos hermanas y su
único hermano varón, según cuenta una de ellas.
La madre había muerto años antes de cáncer en
el estómago. Con el único familiar con el que
mantiene contacto es con su padre: Roberto, un
hombre de sesenta y pico de años.
En las semanas que siguieron al desalojo de
los vendedores ambulantes, Roberto, de hecho,
se hizo cargo de los gastos de su hijo, incluida su
parte de la renta del departamento del Callejón
del 57. Se retrasaba en ocasiones con el pago, pero
invariablemente se ponía al corriente. Pasaba
poco tiempo ahí.
Hay algo más en lo que están de acuerdo
sus conocidos: tiene éxito con las mujeres y es
cariñoso con los niños, particularmente con la
pequeña del matrimonio con el que compartía
casa.
“Es seguro de sí mismo. Es tranquilo, cuida
a la gente que quiere. Es atento y respetuoso. El
no era un asaltante. Tal vez se desesperó, la culpa
–¡Quítenme al francotirador! ¡Quítenlo! –grita, suponiendo que en
alguna parte algún policía está a la caza de su cabeza, esperando el
momento preciso para matarlo. Para terminar con esa noche de perros
la tiene el gobierno de Marcelo Ebrard que nos
dejó sin trabajo”, comenta el matrimonio con
el que vivió.
Cuando Enrique se vio en la calle, pero sin
chance de colocar su puesto de mercancías, acudió
a una feria del empleo organizada por Sanborns.
Corrió con suerte. Fue aceptado y el 14 de
noviembre de 2007 se hizo cargo del mostrador
de aparatos de sonido en la sucursal de Buenavista,
a unos pasos del Museo del Chopo y de la
sede nacional del PRI. Nada sabía de electrónica,
pero tiene habilidad para aprender rápido sobre
lo que sea.
En septiembre de este 2008, la sucursal
fue asaltada. La investigación interna detectó
que Enrique había mentido y proporcionado
datos falsos de su domicilio, además de que el
día del robo faltó al trabajo. No se le indagó penalmente,
pero la empresa lo despidió por falta
de confianza.
Dice otro conocido de Enrique:
“Se enojó, pero se dedicó a buscar trabajo.
No encontró nada. Se enojó más. Nunca comentó
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lo del robo, pero sí que fue injusto el despido.
Siempre me pareció inteligente. Aunque ya no
sé, después de la pendejada que cometió”.
Y, según la investigación, a finales de ese
septiembre propuso a Emmanuel Pérez, un amigo
de la infancia, un trabajito: “Qué poca madre, si
yo no hice nada. Se las voy a hacer efectiva. Para
que hablen con provecho. Vamos a pegarles”.
✱✱✱
La noche del miércoles 29 de octubre es fría, como
si el invierno secuestrara por algunas horas al
otoño. Cinco personas se reúnen a las nueve de la
noche afuera del Metro Revolución. El objetivo:
asaltar el Sanborns.
El grupo se presenta: Enrique, Emmanuel,
Juan, Óscar y Enrique Enríquez, El Gordo.
Enrique mete la mano a la bolsa de la sudadera
con bolsas al centro y muestra su pasamontañas,
Emmanuel lleva otro. Juan, Oscar
y El Gordo entrarán como clientes a las 12:30,
pasada la media noche, cuando imaginan que la
caja fuerte del Sanborns Buenavista estará llena
con el dinero del día.
Será un robo fácil. Poca gente a la que someter.
Saben a qué hora cierra la caja. Tráfico
casi inexistente alrededor de la sucursal frente
al PRI nacional.
–Necesitamos un vehículo. Necesitamos
más personas –le había dicho un día antes Enrique
a Emmanuel, quien incluyó en el plan a
Oscar Reyes, conocido mutuo, y a Juan Huerta
y a El Gordo, a los que Enrique daría la mano por
primera vez la noche del asalto.
Este día Enrique ha dejado el estilo vaquero y
se disfraza de bandido. Viste pantalón comando
negro, una playera negra estampada con la palabra
“virus”, como si estuviera grafiteada y, debajo de
ésta, otra roja de manga larga. Calza botas negras
de policía y presume un pasamontañas.
Emmanuel, pasado de peso y el cabello relamido
hacia atrás, lleva otra capucha que se
acomoda a manera de gorro.
Sólo falta pasar por la camioneta a la colonia
Santa María La Ribera. Caminan por Ribera
de San Cosme y doblan en la calle de González
Martínez. Avistan una camioneta Econoline
blanca con franjas azules y placas de Tamaulipas,
propiedad en apariencia del patrón de uno
de ellos.
Suben y dejan atrás las torres metálicas del
Museo Universitario. Revisan la herramienta
para forzar la caja de seguridad: un esmeril y dos
alicatas de un metro y 80 centímetros que Enrique
ha comprado días atrás en Tepito. También
las pistolas, todas escuadras negras de nueve
milímetros.
“El líder” garabatea un muy resumido croquis
del sitio y entre todos detallan el plan.
Quince minutos después se sienten seguros
y, aún temprano, matan, es un decir, tres horas
de tiempo alrededor de los decorados arabescos
del Kiosko Morisco de la Alameda de Santa María
La Ribera.
Después de la medianoche, se dividen: Juan,
Oscar y El Gordo suben a la camioneta. Manejan
pocos minutos. Toman la calle de Amado Nervo y
dan vuelta en Mariano Azuela, paralela a Insurgentes
y única entrada a esa hora al Sanborns.
Ingresan al estacionamiento y reciben el
boleto del empleado de caseta. Caminan hacia la
puerta de vidrio y siguen al restaurante, contiguo
al bar, vacío a esa hora.
Al mismo tiempo, Enrique y Emmanuel
caminan a la esquina de Insurgentes y Amado
Nervo. Esperan una llamada.
Los otros tres ya están sentados. Han pedido
algo de comer. Oscar se levanta de la mesa y camina
hacia la cocina, cerca del área de monitores.
Encuentra la cámara de vigilancia que enfoca el
comedor y la desvía hacia la farmacia. Marca de
su teléfono celular a Emmanuel.
–Ya está lista. Entren –dice en voz baja.
Enrique y Emmanuel se colocan los pasamontañas.
Caminan aprisa hacia Mariano Azuela y
siguen el muro de altas paredes pintadas de rojo
vino. A la derecha, los pocos clientes del Bar Tito’s
ven correr a dos sombras.
A las 12:45 de la noche, intentarán un robo
histórico en la ciudad de México. Nadie antes
había asaltado un negocio de ese tamaño tomando
rehenes.
✱✱✱
El único policía de guardia en el Sanborns Buenavista
es un hombre de redondo vientre llamado
Ángel Dorantes. Está adscrito a la Policía
Auxiliar y su foja registra 16 años de servicio y
55 de edad.
A la medianoche del 29 de octubre le faltan
nueve horas para salir de su turno. A la mañana
siguiente piensa ayudar a Cira, su mujer, con
algunas tareas del hogar, en Acolman, estado de
México. Trotará unos dos kilómetros y descansará
el resto del día hasta el siguiente, en que debe
presentarse en la tienda de Insurgentes.
Cansado, hace el último recorrido por la
tienda. Faltan 15 minutos para la una de la mañana
y para el cierre del negocio. Se enfila a la

noche de perros en buenavista
entrada tres, la única abierta a esa hora. Desde el
estacionamiento, Enrique y Emmanuel observan
la amplia silueta y corren hacia él.
El policía escucha por detrás las pisadas
aceleradas. Siente dos hombres sobre su cuerpo.
Emmanuel lo sujeta por el cuello y lo aprieta contra
su pecho. Enrique toma el revólver de Ángel,
un .38 especial, lo levanta sobre su cabeza y azota
la cacha arriba de la ceja derecha.
–¡Cálmate! No venimos por ti –dice uno
de ellos.
–¡Está bien! ¡Ya, ya, ya! ¡Me chingaron! –se
doblega el policía. El aire desaparece.
Ángel trabaja en el Sanborns Buenavista
desde enero de 2008. Se hizo policía cuando la
fábrica en que trabajaba cerró y se quedó con ocho
niños regados en todos los grados escolares. La
opción que tuvo fue pedir trabajo en Seguridad
Pública y lo consiguió.
Su pequeña gloria llegó durante otro asalto,
años atrás e, irónicamente, también a un Sanborns.
Aquella vez también fueron cinco los asaltantes
que entraron a la sucursal de Lindavista y
cinco policías los que fueron detrás de ellos. La
persecución duró más de una hora, hasta que los
asaltantes se internaron en un fraccionamiento
del rumbo. Intercambiaron disparos y rindieron
a los ladrones.
Pero en esta medianoche, Ángel ha sido llevado
a empellones al interior del negocio que cuida,
desarmado y golpeado con su propia pistola,
enceguecido por su propia sangre y el mareo.
Avanzan los dos hombres encapuchados.
Emmanuel recuerda que hay un encargado de
la caseta y lo amaga.
Siguen a la entrada, cuando se topan de
frente a una mujer, Irma Guerrero y el capitán del
ejército Javier Solís. Los encañonan y entran.
Enrique mira de reojo el departamento de
audio y video, en el que trabajó 10 meses hasta
que, injustamente según él, lo acusaron de
robo.
✱✱✱
Su irrupción fue explosiva:
–¡Ponme a todos en el piso! –ordena Enrique
a Oscar.
Ahí, Enrique reconoce a Rosario, la mesera.
Y a todas sus compañeras: a la cocinera que
siempre tiene cara de desvelada; al gerente encargado
que no deja de tartamudear susurros para
sí mismo. A la de perfumería y al de la farmacia.
Observa a unos pocos clientes, incluido uno de
traje oscuro, que luego se sabrá es un empleado
de banco llamado Octavio Cepeda.
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“Uno, dos, tres, cuatro, cinco…”
Suman: tienen a 24 rehenes, la mayoría empleados
de la tienda y el restaurante. Y a todos
ellos Emmanuel les ordena:
–¡Las manos a la nuca!
Óscar, el más joven y vestido de negro; El
Gordo, con camisa de cuadros pequeños, y Juan,
de cabello largo, playera verde con azul y pants
rojo, se les unen. Enrique se acerca a ellos y les
susurra:
–No traen los pasamontañas, pendejos.
Sostiene la pistola negra al frente. Esa nueve
milímetros en la que tiene depositada su venganza.
Los otros sacan las suyas de entre las ropas.
–¡Nadie se mueva, hijos de la chingada!
–grita Emmanuel al otro lado de las mesas.
Curiosea con el revólver y decide asegurase que
la pistola del policía esté bien cargada. Abre el
tambor. Levanta el arma apuntando al techo por
encima de su cabeza encapuchada y se asoma
por los agujeros.
Inexperto al fin y al cabo, las balas se resbalan,
le caen encima. Apresurado, confundido,
las busca en el piso, las recoge y las mete en una
bolsa del pantalón. En la otra se guarda el revólver.
Piensa que es mejor continuar con la escuadra.
Recuerda que ahí se encuentra Ángel, el
policía.
–¡Tú también al piso, cabrón, con la cara
al suelo! –le ordena. Pero el hombre sólo atina
a dejarse caer en una silla. Jadea. La cara está
ensangrentada.
Los ladrones se miran entre sí.
–¡Al suelo! –le repiten, pero la voz es baja.
Ángel se arrellana en el piso.
Emmanuel desiste y opta por esculcar los
bolsillos de las personas en el suelo. Saca otro
pasamontañas para que ahí se depositen carteras,
relojes y celulares. Enrique mira el reloj: la una
de la mañana.
Enrique y Emmanuel resuelven que es mejor
distribuir a las personas. Sin saberlo, se convierten
en secuestradores. Toman a media docena
de rehenes y los llevan hacia una puerta imperceptible,
en el límite de la librería y la pastelería,
repleta de pan de muerto.
Pasan el umbral y sienten de golpe el olor de
la carne refrigerada. Siguen hacia una escalera
blanca y dan vuelta en el descanso, coronado
por una Virgen de Guadalupe cubierta por una
cortinilla.
Continúan hacia el pasillo de bodegas y
servicios. Meten a las personas al vestidor del
personal, un cuarto de cuatro metros de lado
por otros cuatro de ancho.
Les sujetan las manos por la espalda con
cinta canela. En los lockers, junto a la bodega de
artículos nuevos, Emmanuel deja el botín logrado
hasta ese momento: 12 mil pesos en billetes y
aparatos electrónicos usados.
Alguien revisa a Ángel. Lo toma por el codo
y lo lleva al vestidor del primer piso. Le quitan
el chaleco antibalas. En el cuarto diminuto es
arrinconado con media docena de empleados.
Nadie habla. Sollozos. Bocabajo, sus corazones
amartillan el piso.
El Sanborns de Buenavista es de los cinco
ladrones. O eso piensan ellos.
En la enorme tienda, desconocida para casi
todos los asaltantes, dos empleados se ocultan
tras aparadores, bajo las mesas. Uno de ellos se
arrastra hasta alcanzar el bar, contiguo al restaurante,
vacío como siempre, y toma el teléfono.
Marca el 060, número de emergencia.
✱✱✱
La caja fuerte fulgura, como si fuera fosforescente.
Enrique, Juan y El Gordo se acercan.
–¿Y las herramientas? –pregunta Enrique.
Craso error.
–Pues en la camioneta, güey –le dice El
Gordo, buscando justificar su olvido.
–¿Y si mejor la abrimos a patadas? –propone
Enrique. Lo escuchan algunos empleados, cada
vez más confundidos. No saben si bromea.
–Qué pendejos. Mejor vayan por las cosas
–pide a Juan y a El Gordo.
Camina 25 pasos entre los anaqueles cuando
se detiene súbitamente a pocos metros de la
ventana de vidrio.
Sus gruesas mejillas se sacuden, sus rodillas
casi se quiebran y sus ojos revientan: no hay
punto en el universo visible en que no haya un
cañón apuntando a su cabeza.
Las piernas se le hacen de plastilina. Las
aprieta, da media vuelta y como nunca corre,
corre, corre hacia el restaurante.
Decenas de policías judiciales, preventivos
y del grupo especial de Seguridad Pública entran
en estampida.
Emmanuel y Juan se envalentonan. Ordenan
a las 17 personas que ahí tienen arrastrarse
a la entrada del restaurante.
Toman a Rosario, una mesera, y la bajan a
tropezones por los cuatro escalones que dividen
el bar y el restaurante del resto de la tienda.
La mujer, vestida de tehuana, queda con

noche de perros en buenavista
la cara hacia el estante de bisutería: canicas
de plástico imitación perlas, piedras pintadas
de verde que simulan jade, pedazos de vidrio
cortados como diamante.
Emmanuel tuerce el brazo izquierdo de
Rosario hacia la espalda, el mismo que meses
antes se le había fracturado. La mujer escucha
nuevamente el crujido de su hueso. Crack. El
alarido llena la tienda.
El Gordo y Oscar se alarman, toman previsiones
y, en silencio, se acuestan boca abajo, junto
a los rehenes. Como si ellos también lo fueran.
Los otros actúan distinto. Juan se lleva las
manos al pelo. Emmanuel busca en qué parte
de la lengua se le atoran las palabras. Bajan y
suben las armas. Apuntan a los policías. A los
rehenes. Apuntan a un policía, a otro.
Ahí, en la tienda, parapetados entre los
estantes, 50 policías prestos a atacar. Esperan
la orden.
Enrique se escabulle a la pastelería.
Mientras, Emmanuel propone un canje:
–Les doy dos personas si me dan un arma –
dice, aún encapuchado. Apenas se le escucha.
–¡Entrégate, pendejo! –le dice un jefe de
la policía preventiva.
–¡Los mato, me cae de a madre que los mato!
–grita Juan. La pistola tiembla.
–¡Te doy dos cabrones! –repite Emmanuel.
Entran entonces el jefe de grupo de la judicial
en Cuauhtémoc, Juan Morales; el agente del
ministerio público en esa delegación, Pascual
Mota, y el secretario de esta misma oficina,
Oscar Arteaga.
–Tranquilo, nosotros somos del ministerio
público y te aseguramos que no pasa nada –habla
Arteaga por primera vez.
Emmanuel se acerca a los policías. A su
izquierda están las máscaras de hule y las calabazas
de Halloween, a pocos días de ser re-
emplazadas por las de Santa Claus.
Da dos o tres pasos al frente. Se rasca la
cabeza cubierta de tela negra. Juan, más pequeño
y delgado, intenta colocarse detrás. Apunta el
arma a Rosario.
–¡Por favor, no, por favor! –solloza Rosario.
–Suéltalos y vamos viendo –repone un policía
preventivo. Los ladrones deciden levantar
no a dos, sino a tres mujeres.
–Ahí tienes, dame el arma –exige Emmanuel
al agente del ministerio público. Se humedece
la lengua. Ladea la cabeza.
Algo observa entre los policías que lo hace
caminar de nuevo hacia el frente. Juan lo mira
azorado. Cuando trata de regresar, un policía
le sujeta por el cuello justo como él hiciera una
hora antes con Ángel.
Levanta el arma apuntando al techo por encima de su cabeza. Inexper-
to, las balas se resbalan, le caen encima. Apresurado, confundido,
las busca en el piso, las recoge y las mete en una bolsa del pantalón
Juan no termina de seguir la caída de su
compañero cuando levanta las manos en rendición
y cae embestido por otros tres policías.
Éstos optan por dar a todos los presentes trato
de secuestradores y no de secuestrados.
Pero antes de salir del Sanborns, en la fila
de 20 detenidos, alguien grita: “Esos cabrones
también son asaltantes”.
El Gordo y Oscar, que pretendían pasar
como víctimas, son señalados por decenas de
dedos y, enseguida, por los cañones de pistolas.
La noche se ha hecho negra. Enrique hurga,
pase su mirada por acá y allá, busca una salida.
Cree que su única oportunidad está en seguir
con el grupo de secuestrados del primer piso.
A zancadas, sube la escalera.
En el vestidor, el policía Ángel calcula que
han sido 20 minutos de taquicardia, adrenalina
y de ese pinche dolor en las manos entrelazadas
en la nuca. Piensa en Cira y en sus ocho hijos.
Cuatro asaltantes han sido detenidos
Sólo quedan Enrique y su venganza.
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✱✱✱
Largos, eternos minutos son rotos por el grito
de Enrique:
–¡Quiero un arma! –exige con el amparo
que le dan los rehenes que le quedan.
–¿Cuántas armas tienes? –pregunta un
policía preventivo de apellido Rueda.
–Una. Mándame otra arma, pero cargada.
–¿Para qué quieres el arma? –preguntan
con sorpresa del otro lado
–¡Mándamela, cabrón! –la voz es una liga
cerca de reventar.
–¿Cuántos niños tienes?
–Ninguno, no hay niños. ¡Que me des el
arma!
–¿Tienes mujeres?
–¡Sí, cabrón, sí hay mujeres! ¡Dame la pinche
pistola! –dice y estalla.
Enrique se da cuenta que Ángel sangra y le dice
que se vaya. Tambaleante, el policía baja por las
escaleras. En la ambulancia se encuentra con
Rosario y su brazo roto y a otras dos mujeres en
medio de una crisis nerviosa. Él tiene el cuello
maltrecho y necesita cuatro puntos de sutura
en la frente.
Morales, Mota y Arteaga suben por la escalera.
Después de un pasillo corto encuentran
algunos cuartos y una vuelta que lleva hacia la
azotea; otra da a un pasillo de 10 metros de largo
con cuartos al lado y al vestidor en donde aún
están bocabajo cinco personas.
La sexta persona es Octavio Cepeda, un
empleado bancario convertido en el escudo de
Enrique. Al verlos en el pasillo, el asaltante aprieta
más la nueve milímetros contra la cabeza de
Octavio.
Todos saben que son instantes decisivos.
Que no hay vuelta atrás.
–¡Quiero una pistola cargada! –insiste
Enrique.
–¡Dame tu arma! –se dirige a Arteaga.
–No tengo arma –responde y muestra sus
manos con varios anillos y una esclava de oro–.
Soy secretario del ministerio público.
–Yo soy el ministerio público. Vamos a cuidar
que no te hagan nada –interviene Mota.
–¡Dame el arma! –repite su mantra el asaltante.
–¿Cómo te llamas? –pregunta Arteaga–.
¿Cómo quieres que te diga? ¿Pancho? Te digo
Pancho. Déjalos ir, Pancho.
–¡Me voy a matar, me cae de a madres que
me voy a matar! –y sacude a Octavio Cepeda.
Si el dedo tiembla tanto como la muñeca,
piensan Mata y Arteaga, el cerebro de ese hombre
estará en la pared en cualquier momento.
–¡Quiero verlos! –pide Enrique. Los tres
hombres vestidos de civil se acercan y se abren
los sacos, se exhiben desarmados.
–Quiero salir a la azotea –desliza Enrique.
–Tranquilo, flaco. Es un robo. Nadie ha
muerto, no hay lesionados. No hagas la bronca
más grande. Suelta a la gente. Tienes mujeres.
¿Qué vas a hacer en la azotea? No hay nada.
¿Aventarte? –sigue Arteaga.
La opción de aceptar la exigencia de Enrique
de salir a la azotea es viable. La puerta está
abierta y desde el pasillo se observa despejada.
Pero hay varios policías pegados a la pared. Ese es
un problema. Al salir, se le dispararía al asaltante
de lado y casi a quemarropa.
–¿Qué necesitas para soltar rehenes? –vuelve
a plantear Arteaga.
–No ver francotiradores –dice Enrique suponiendo
que alguien podría apuntarle. Tiene
razón. Momentos antes de que los funcionarios
subieran, Mota se puso de acuerdo con un policía
especializado. A su indicación, entraría y
lo mataría.
–Muy bien –dice Mota y llama al francotirador,
que aparece con las manos vacías, pero con
arma oculta en una pierna. El ministerio público
le ordena que salga.
Enrique acepta. Nunca pensó que llegaría
hasta ahí. La presión comienza a aflojarlo. Y ante
el retiro del francotirador corresponde: permite
la liberación de los secuestrados.
Deja salir a todos, menos a Cepeda. Lo lleva
de un lado a otro. Hace una nueva petición:
–¡Mátenme! ¡O yo voy a matar a este cabrón!
El comandante Víctor Hugo Moneda, un hombre
con 24 años encima como judicial del Distrito
Federal y devoto del ajedrez, atraviesa la nube de
policías. Siente la mano pegada a la cacha de la
.38 súper y sube por la escalera hacia el almacén
hasta dar con el largo pasillo donde se ha parapetado
Enrique.
Intenta mirar a través de la rendija de tela
que deja al descubierto el ojo derecho de Enrique,
pero no alcanza a ver nada.
En la penumbra, sólo presiente lo que supone
es el kilo de acero negro y plomo apretado contra
un hombre: la Baretta nueve milímetros. Esa
pinche pistola de la que pende una vida, o dos.
La de él mismo quizá.

noche de perros en buenavista
–¡Me hacen algo y mato a este hijo de la chingada!
–habla de nuevo Enrique, con la capucha
negra y la pistola en la mano.
–¡Ayúdenme, ayúdenme! –gime Cepeda.
–¡Cállate, hijo de la chingada! –dice y empuja
más la pistola contra la cabeza.
–Si me agarran me mato y mato a este güey,
me llevo a quien sea – advierte y se asoma detrás
de Octavio Cepeda, fugazmente se apunta a la
cabeza.
Están a cinco metros de distancia.
Moneda mide la desventaja: cubierto por
el cuerpo del rehén, el asaltante es quien puede
disparar. El policía, único armado en el pasillo,
entiende que la iniciativa no es suya.
–¡Qué pendejo fui! ¿Quién les avisó? ¡Puta
madre! –se lamenta Enrique.
Moneda mide, calcula, resuelve: el oponente
es demasiado novato y se ha vuelto más
peligroso por ser impredecible. En cualquier
momento, puede disparar a la nuca del hombre
de traje que no deja de temblar, y luego evitar la
prisión suicidándose. Tal vez peleando hasta el
final y disparando a los funcionarios y a él.
El tiroteo sería complicado: sólo dos armas,
la suya y la de Enrique, esa pinche arma que mantiene
a todos a raya en un pasillo angosto, con los
funcionarios del ministerio público de su lado y
el rehén del otro.
Cuatro, cinco muertos es una posibilidad
real.
El policía concluye que con el rehén de por
medio no puede disparar. Nunca había estado
en una situación en que estuviera impedido para
hacer fuego.
–No has matado a nadie. Todo se puede
arreglar, tenemos todo el tiempo del mundo.
Todo se puede arreglar, no tengo prisa, aquí nos
podemos pasar toda la noche –habla Moneda, de
frente al hombre de la capucha negra.
–Ya cálmate, yo no soy policía, nadie te va
a tocar –complementa Arteaga.
–Él es el ministerio público –insiste y dirige
la mirada a Mota. Todos muestran sus credenciales
y Moneda opta por enfundar la .38.
–Si quieres yo me cambio por él –suelta Oscar
Arteaga desde su metro con 60 centímetros
de estatura y avanza con las manos extendidas
a los lados, en forma de cruz.
–¡Cálmate, cálmate! –ordena Moneda al
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funcionario del ministerio público, alarmado
por el súbito acto de heroísmo.
El sudor es una llave que no deja de chorrear
en Enrique. Sí, parece que acepta la orden de
Moneda. Y anuncia:
–¡Voy a bajar, ahorita voy a bajar! –balbucea
el asaltante y da un paso al frente.
Policía y funcionarios se hacen a un lado.
Pero Moneda sabe que no basta con salvar
la vida del rehén. Y recuerda la decena de policías
judiciales y uniformados escaleras abajo
apuntando hacia donde tendría que bajar el
secuestrador con un rehén cautivo.
Y sabe que hay cientos de dedos tras los
gatillos en la explanada. Y que alguno de ellos,
tal vez, estaría lo suficientemente nervioso como
para disparar.
–Me voy a bajar, sé que me van a dar una
madriza, sé que me van a madrear. Sí voy a bajar,
aunque me chinguen –anuncia Enrique en lo
que ya no puede ser una venganza.
–¡Ni madres, cabrón, aquí nos quedamos!
–ordena el comandante Moneda a Enrique–.
¡Aquí te tienes que entregar, allá abajo esto termina
de otra forma! Entrégate aquí.
–¡¿Quién avisó, quién putas avisó?! ¡Soy un
pendejo! ¿Por qué me metí en esta pendejada?–solloza
el asaltante. El hombre se resquebraja.
–¡Estoy muy nervioso, muy nervioso, me
van a chingar! –dice y todos saben que acorralado
puede aún ser más . Que el miedo puede
empujarlo a oprimir el gatillo de esa Baretta.
Oscar Arteaga busca en la bolsa del pantalón
la caja de Marlboro rojos, el encendedor
y los lanza a los pies de Enrique.
–Yo sé flaco. Cálmate. Nadie te va a tocar.
Fúmate un cigarro –dice Arteaga con voz suave–.
Deja al rehén, yo me entrego contigo.
–¡Me van a madrear, sé que me van a partir
mi pinche madre!
Se acuclilla, saca un cigarro y lo enciende.
Da apresuradas bocanadas, jadea a través del
filtro.
Y en la derrota, busca su última salida:
–Mátenme ya –dice sin siquiera alzar la
voz, que para entonces se ha convertido en un
terrón quebrado que parece no ir dirigida a los
policías. Habla en una especie de susurro. Como
si se dirigiera a sí mismo.
–Del reclusorio sales, pero del hoyo no
–suelta Mota.
Están a tres metros de Enrique. Funcionarios
y policía hablan en turnos.
Pero aunque Enrique ha lanzado su rendición
la pistola sigue ahí, en la cabeza de Octavio,
que gime una y otra vez.
–Yo me entrego contigo, déjalo ir –reitera
Arteaga y vuelve a abrir los brazos.
Avanza hacia él. Enrique echa la cabeza
hacia atrás, se saca la capucha. Escurre el sudor
de su cara, los ojos son dos telarañas rojas.
–Ya entrégate, güey, aquí te apoyamos. Yo
soy comandante de la Policía Judicial –propone
Moneda.
–Él es el secretario –y dirige la mirada
a Arteaga–. A él le toca declararte, ya baja la
pistola.
Extenuado, vencido y sin venganza alguna,
Enrique arroja la colilla. Está por bajar la pistola,
la Pietro Beretta que lo ha acompañado toda la
noche. La pistola con la que buscaba cobrarse
lo que dice que le hicieron. La nueve milímetros
que adquirió en Tepito y que ha sido su acompañante
esta noche. La pistola que durante horas
mantuvo a raya a la policía.
Todavía con ella en la mano habla:
–No le quería hacer daño a nadie. Sólo fui
un pendejo –confiesa.
–Está bien, flaco, en verdad sales de ésta
–le promete Arteaga.
A punto de rendirse, todavía pone una
condición:
–No quiero que me reconozcan afuera. Yo
trabajé aquí, por favor no dejen que me reconozcan.
Ya me di, dejen ponerme el pasamontañas
–suplica.
Busca aire. Mira al techo. Duele el antebrazo
de tanto apretar la pistola. Empuja con el cañón
la cabeza de Cepeda.
–Ya estás dado, déjate caer. Ponte tu capucha.
Arteaga casi lo puede tocar. Enrique se
cubre la cara por última vez. El secretario se
acerca y lo sujeta. Enrique le entrega el arma.
Moneda se acerca y toma la Pietro Beretta.
No lo puede creer. La noche aún le depara
una sorpresa. La siente liviana, como si flotara.
Es un arma con todas las formas, los grabados, el
diseño y la línea de cualquier Pietro Beretta.
Una nueve milímetros de punta a punta.
Pero ya en sus manos, Moneda sabe que esa
arma, como todas las que usaron esa noche los
asaltantes, es falsa.
–¡Es de juguete! –suelta Moneda, quien
luego sabría que la única arma real que tuvieron
los asaltantes fue la del policía Ángel, la misma
que Emmanuel vació sin querer en el restaurante
del Sanborns esta noche.
Una noche de perros.

noche de perros en buenavista
Epílogo
Minutos después de que el episodio acabó,
Enrique Mejía Bello identificó en el ministerio
público a sus. “Este no fue, esa nada tuvo
que ver. Ese sí, éste también”, dice con aire
aliviado apuntando con el dedo a su amigo
de la infancia Emmanuel Pérez Sánchez, a
su conocido Oscar Reyes. También a Juan
Huerta y Enrique Enríquez, los otros asaltantes
de ocasión a quienes conociera cinco
horas atrás.
El 4 de noviembre, los cinco iniciaron
su proceso formal de prisión en el Reclusorio
Norte, acusados de robos calificados diversos,
tentativa de robo en agravio del establecimiento
mercantil y secuestro. Tal vez se les
sume el delito de lesiones. Podrían recibir una
pena de decenas de años en prisión.
Roberto, el padre de Enrique, sacó las
pocas cosas que su hijo tenía en el departamento
de Callejón del 57, incluido un libro
de Carlos Fuentes. Su historia fue contada
por conocidos y empleados del Sanborns que
pidieron no publicar su nombre, por Víctor
Hugo Moneda Rangel, comandante en jefe
de la Policía Judicial; Pascual Enrique Mota,
agente del ministerio público en Cuauhtémoc;
Oscar Arteaga, secretario del ministerio
público, y Ángel Dorantes, el policía
auxiliar.
Posdata abril 2009: los cinco asaltantes ya
fueron condenados. Recibieron una sentencia
de mil años de prisión. El comandante Víctor
Hugo Moneda fue asesinado el 8 de diciembre
de 2008 por sicarios contratados por uno de
los comandantes de la Policía Judicial que
eran sus subalternos.
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50 FotograFia: Franco attolini

Un equipo de mexicanos fija récord de descenso en la Tierra
Mil 127
metros en los sótanos de El Santito
Por primera vez en la historia, un equipo de exploradores dirigido
por mexicanos penetró mil 127 metros, en vertical, en una de las
cuevas más profundas de la Tierra. Aunque 29 mexicanos han
alcanzado la punta del everest, que es la montaña más elevada
del mundo con 8 mil 840 metros de altura, ninguna expedición
nacional había llegado a más de 1.1 kms de profundidad. La meta
fue alcanzada en la cueva el Santito, en el corazón de la Sierra
Negra, en Puebla. el resultado final: los mexicanos ya están en la
lista de conquistadores de los sótanos del planeta.
Por Antimio Cruz acruz@m-x.com.mx
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El sonido más aterrador para los exploradores
de cavernas es la ráfaga de viento que
anuncia a una roca cayendo desde arriba
de su cabeza. No importa si es chica o es
grande, por la fuerza de gravedad cualquier
piedra tiene una aceleración de 9.8 metros
por segundo y puede provocar daños graves
si golpea a un hombre o a una mujer que
desciende con una cuerda.
Varias veces, a lo largo de un mes de expedición,
el sonido de una roca heló la sangre
de los 13 espeleólogos que el pasado 26 de
marzo impusieron un récord nacional al
alcanzar una profundidad de mil 127 metros,
en vertical, dentro de la cueva El Santito, en
Puebla. La longitud es comparable a cinco
edificios como la Torre Mayor de la Ciudad
de México, puestos uno sobre otro. Ese rascacielos,
con sus 230 metros de altura, es el
edificio más alto de América Latina.
“Escuchar a una roca que se acerca a toda
velocidad es lo que más miedo nos provoca
porque es algo sobre lo que no tenemos
control”, cuenta Franco Attolini Smithers,
espeleólogo mexicano que, junto a Gustavo
Vela Turcott, planeó y dirigió este viaje de
exploración. A ellos se unieron otros tres
mexicanos, dos franceses, dos estadunidenses,
dos australianos, un suizo y un
español.
“Cuando una piedra se desploma se oye
una especie de silbido que se acerca; aunque
no la miras, sientes cuando pasa a tu altura
y después de unos segundos de silencio escuchas
el estruendo al despedazarse contra
el suelo. La mayoría de las veces ni las ves”,
comenta en entrevista Attolini, experto en
espéleo-buceo.
Entre espeleólogos las cuevas se clasifican
en profundas y largas. La más profunda
del mundo mide 2 mil 191 metros y se localiza
en la ex república soviética de Abkhazia. La
más larga del planeta tiene 591 kilómetros
de pasadizos y está ubicada en Mammoth
Cave, Kentucky, Estados Unidos.
México es el único país del continente
americano con cuevas de más de mil metros
de profundidad, pero hasta ahora sólo
habían descendido a ellas espeleólogos de
Estados Unidos, Bélgica y Australia.
“Por cuestiones culturales no nos distinguimos
por ser grandes exploradores de
cuevas, a pesar de que muchos espeleólogos
del mundo consideran a México como un
paraíso para esta actividad”, cuenta Gustavo
Vela Turcott, fotógrafo y autor del libro Un
viaje al México profundo.
Aunque espeleólogos y geólogos del
país tienen registradas 7 mil cuevas en el
territorio mexicano, también reconocen
que hay un subregistro y que el número de
entradas naturales al subsuelo podría llegar
a 35 mil.
“Irónicamente, hay 29 mexicanos que
ya han llegado a la punta del Everest, que
mide 8 mil 840 metros de altura, pero ninguna
expedición mexicana había llegado a
mil 127 metros de profundidad en nuestro
propio país”, añade.
Antes de este equipo, la expedición
mexicana que había descendido a más
profundidad era la que en 1994 organizó
la Sociedad Mexicana de Exploraciones
Subterráneas para investigar la cueva llamada
Sótano El Berro, en Veracruz, con 838
metros de hondo.
ViAje “A lA mexiCAnA”
En la Sierra Negra de Puebla una “mulada”
cuesta 80 pesos. Por ese precio, los exploradores
de cuevas obtienen la ayuda de un animal
de carga y su dueño, para subir entre 50
y 80 kilos de equipo hasta la boca de alguna
grieta con potencial de ser conquistada.
Así, con la ayuda de 18 mulas alquiladas
en las comunidades de Ocotempa y
Huizmaloc, los expedicionarios llegaron a
la entrada de El Santito, una cueva que dos
años antes había sido investigada hasta una
profundidad de 527 metros pero que tenía
más pasadizos.
Originalmente los espeleólogos no sabían
a qué profundidad llegarían, incluso
pensaban que esta cueva se conectaba con
otra llamada Akemabis, explorada por un
equipo de Bélgica en 2008.
“Nosotros conocíamos al grupo de Bélgica,
con el que habíamos hecho algunos
descensos en 2005. Con el paso del tiempo
nos dimos cuenta de que habían dejado un
poco de lado el estudio de esta zona y nos
comentaron que la comunidad les había
negado los permisos para ingresar a las
cuevas. Decidimos consultar a los belgas
para ver si podíamos continuar explorando
la ruta que ellos habían iniciado y, después,
empezamos a dialogar con la comunidad
vecina”, narra Franco Attolini.
El equipo que se integró para el descenso
estuvo formado por los mexicanos
Franco Attolini, Gustavo Vela, Karim Pacheco,
Marcela Ramírez y David Tirado; los
australianos Alan Warild y Greg Tunnock;
los franceses Phil Bence y Flo Guillot; los
estadunidenses Mike Frazier y Bev Shade,
así como Simon Bunell, de Suiza, e Ignacio
de Rafael Ramos, de España.
El Santito se localiza en el municipio de
Ajalpan, 25 kilómetros al sur de Tehuacán.
Aunque se puede llegar en automóvil o autobús
a la cabecera municipal, después es
necesario caminar cerca de hora y media
hasta llegar a la boca de la caverna, en la
colindancia de dos comunidades: Ocotempa
y Huizmaloc, en cada una de las cuales hay
una inspectoría municipal.

FotograFia: gustavo vela turcott
“Los preparativos empezaron desde noviembre
de 2008, a través de cartas y llamadas
telefónicas para tener el permiso de las
autoridades e invitar a otros exploradores.
Los mexicanos éramos los responsables de
la planeación y de que se consiguieran las
metas”, cuenta Vela Turcott.
Entre risas, los líderes del descenso
sostienen que la expedición se hizo “a la
mexicana”, con una cooperación de entre
cuatro mil y seis mil pesos por cada uno de
los integrantes, con los cuales sobrevivieron
un mes en la Sierra Negra.
Con la cooperación o “vaca” compraron
alimentos, alquilaron mulas y adquirieron
el equipo necesario, que incluyó dos mil
metros de cuerda, así como mosquetones y
pilas, entre otros insumos. Parte del equipo
había sido donado por la tienda de equipo
para montaña Límite X.
“La mayoría de los insumos los compramos
en Tehuacán: las cargas de gas para las
estufas portátiles, machetes, lonas y pilas,
pero dejamos una derrama económica en
las comunidades cercanas al alquilar las
mulas y comprar alimentos”.
La duración de la expedición fue de un
mes, pero prácticamente todos los días los
exploradores salían de la cueva y reposaban
en el campamento base. Avanzaron paulatinamente,
con brújula, cinta métrica y un
aparato llamado clinómetro, que mide los
grados de inclinación del terreno.
Pendientes, Pozos
y rePisAs
El profesor alemán Otto Lidenbrock es un
personaje ficticio, pero muy entrañable. Hijo
de la imaginación del novelista francés Julio
Verne protagoniza el libro Viaje al centro de la
Tierra, en el que descubre un antiguo escrito
nórdico que describe la ruta para llegar al
centro del planeta.
Lindenbrock pretende seguir la ruta hallada
por antiguos expedicionarios, acompañado
por su escéptico sobrino Axel y por
el impasible guía islandés Hans. Una de las
escenas más impactantes de la novela es
cuando Axel se extravía, pierde sus lámparas
y se golpea en la cabeza. Al despertar
se sabe perdido en la más profunda negrura.
La mención de este capítulo impacta a
Gustavo Vela:
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“Cuando hemos llegado a acampar a
mil metros de profundidad es impresionante
despertar en la oscuridad total,
cuesta trabajo identificar dónde termina
el sueño y empieza la realidad. Después
viene la conciencia de que tienes miles de
toneladas de roca separándote de la superficie
y sólo piensas en no cometer errores
porque un rescate a esa profundidad es casi
imposible”.
La mayor preocupación de los personajes
de Verne era la teoría de que la temperatura
bajo la tierra aumenta un grado centígrado
cada vez que se baja 70 pies, es decir, 21 metros.
Los mexicanos sonríen cuando se les
plantea esta preocupación.
“En realidad la temperatura en el punto
al que llegamos es de 16 grados centígrados,
pero hay otros peligros a lo largo de la ruta
como el encontrarse atrapado en una creciente
de agua cuando afuera está lloviendo.
Tener que luchar contra una cascada, junto
con tus compañeros, entre gritos, es una
de las experiencias en las que he sentido la
adrenalina con más fuerza”, precisa Vela
Turcott.
Los mil 127 metros de profundidad no
se alcanzan en línea recta, se trata de un
descenso gradual, en el que a veces se avanza
caminando, otras se tienen que arrastrar en
una pequeña brecha entre dos rocas gigantes,
y en otras ocasiones tienen que colgar
de alturas superiores a la mayoría de los
edificios de México.
El Santito es una cueva que empieza
en horizontal, es decir que se puede bajar
caminando, o sujetos con las manos y pies,
pero sin usar cuerdas. Después de caminar
algunos kilómetros se encuentra el primer
pozo de 60 metros de profundidad y después
el primer meandro o cauce de un río
subterráneo
“Este meandro es como un camino natural
que vamos siguiendo en zig-zag en
una caminata larga, que nosotros llamamos
‘una calentadita’. Todo lo vamos midiendo
en distancia e inclinación, pero los descensos
más profundos vienen adelante, en la
parte vertical, donde bajamos hasta 600
metros con cuerdas”, dice Attolini, quien
recuerda que en los pozos más profundos
se tuvieron que equipar con 900 metros
de cuerda.
“Algo muy emocionante dentro de la
cueva es escuchar agua corriendo, eso
significa que la caverna está muy activa y
que continúa más profundo. Si encuentras
el agua encuentras el camino más directo
para descender. En nuestro caso empezamos
siguiendo un riachuelo muy pequeño,
pero entre más descendimos hallamos más
caudales, aunque luego nos separamos en
busca de pozos más verticales”.
Con las lámparas de minero sujetas a los
cascos, los espeleólogos saben que, aunque
los ojos digan otra cosa, hay decenas
de rocas que están esperando a caer y que
se desprenden de las paredes laterales con
pequeños roces, es por ello que la instalación
de la cuerda se hace muy lentamente,
sin importar lo que tarde, para tratar de
mantenerse pegado a la pared y fuera de la
ruta de caída de cualquier objeto.
“Desde luego que te da miedo caer, pero
esa parte no preocupa tanto porque depende
de tu atención y el ir bajando hacia la oscuridad
implica una emoción adicional que te
va llevando más abajo. En realidad, lo que
provoca más miedo es lo que está arriba
y puede caer, no sólo las rocas sueltas, a
veces llueve afuera y no nos damos cuenta
y si esto ocurre llegan a entrar corrientes
de agua que arrastran maderos o rocas, los
cuales son una amenaza muy peligrosa”,
dice Attolini.
Los dos mexicanos que lideraron la
exploración comentan que el fondo de la
cueva fue alcanzado el 26 de marzo y que
en el lugar colocaron una cinta de plástico
color rosa fosforescente y una inscripción
en piedra informa los datos topográficos
del punto, subrayando la profundidad de
mil 127 metros.
“El interior de la Tierra es otra frontera
que los mexicanos aún no nos hemos
decidido conquistar, incluso en nuestro
país. Una de las cosas más inquietantes
es encontrar que hay algo más detrás de
lo que no alcanzas a ver, es algo fantástico.
Para nosotros lo que no pueden ver los
ojos genera muchas fantasías y éstas son
retribuidas cuando encuentras lugares que
te dejan sin aliento, como las gigantescas
cámaras, tan grandes como el Zócalo de
la ciudad de México, pero con una bóveda
tan alta como un edificio de 20 pisos. Ahí
es donde te sientes en el vientre de la madre
Tierra”, dice Vela.
A su vez, Attolini apunta que la labor
como líderes de la expedición consistió en
tener metas muy claras al inicio y poder
modificarlas con la información que aparece
a cada paso de la exploración.
“Siempre tenemos que vigilar que las
acciones estén dirigidas a conseguir la
meta de exploración; aunque hay mucha
libertad para los miembros de la expedición,
tenemos que evaluar siempre hasta
dónde podemos llegar con los recursos que
tenemos y con la mayor seguridad. Nuestra
impresión es que este sistema de cuevas
tiene más profundidad, pero dejamos los
nuevos hallazgos para otra expedición en
los primeros meses de 2010, cuando no haya
lluvias, que implican un riesgo mayor”,
dice Attolini.

El furor
por los
libros
de texto
dE la
sEP
En BErlín

Berlín, Alemania.– Benedikt tiene apenas siete años. Es menudo
de cuerpo. La blancura de su piel armoniza con el color castaño
de su cabello. Su voz es delgada pero firme. En un casi perfecto
y fluido español lee: “Los árboles del parque estaban de fiesta.
Todos tenían hojas verdes y brillantes. Muy contentos, mecían
su follaje con el suave viento de la primavera. Sólo la Jacaranda
seguía sin hojas, como si estuviera seca”.
Tras breves segundo de pausa, María –la maestra– le pide a
otro niño, Josef, que continúe con la lectura. Él también acaba
de cumplir siete años. A diferencia de Benedikt, es más alto y
grande. Sus cabellos rubios caen desordenados sobre su rostro.
Con un poco más de dificultad, pero en un entendible español,
continúa:
–¡Sería mejor que la cortaran! –dijo un álamo.
–¡No se ve bonita entre nosotros!
La Jacaranda se estremeció de miedo.
–¿De verdad me irán a cortar?, se preguntó y se puso a llorar.
Benedikt y Josef son alemanes, nacidos en Berlín. El primero
proviene de una familia bicultural: su madre es argentina y su
padre alemán. En el caso de Josef, tanto el padre como la madre
son alemanes. Desde hace año y medio, los dos han aprendido a
leer y escribir en español como primera lengua.
Las herramientas de la que ha echado mano su profesora
no son materiales pedagógicos diseñados por el Ministerio de
Educación alemán ni cuadernos de gramática provenientes de
España, sino los libros de texto oficiales de la Secretaría de Educación
Pública de México.
El salón de clases de la escuela primaria estatal Joan Miró es
luminoso, grande y colorido. Un ventanal que corre de pared a
pared, y sobre el que hay pegadas infinidad de mariposas multicolores
de papel, permite que los incipientes rayos de sol se filtren.
La primavera, según marca el calendario oficial, ya llegó. Y con
ella, las lecturas y lecciones referentes a esta estación del año con
la que se dan por terminados los casi seis meses de temperaturas
heladas y cielos nublados en este lado del mundo.
El resto de la clase, otros 10 niños provenientes también de
familias mixtas, sigue con atención la lectura de La Jacaranda. Todos
cursan segundo año de educación primaria. Ninguno de ellos
ha visto en su corta vida un árbol de jacaranda. Las condiciones
climáticas de este país no son aptas para la supervivencia de este
tipo de árboles y arbustos originarios de la América intertropical.
Pero a partir de la lectura y con las coloridas ilustraciones del
libro, ahora saben cómo es un árbol de Jacaranda. Y no sólo eso.
La lectura les ayuda a enriquecer su vocabulario y conocer cada
vez más la gramática del español.
–¿Qué es follaje? –pregunta Naja en otro momento de la
lectura. Rubia de cabellos y de color de piel muy blanca, Naja
también tiene padres alemanes, aunque su madre es de ascendencia
venezolana.
Tras resolver su duda, María Lenci, la profesora de nacionalidad
argentina, pide a la clase que le señale algún sustantivo
que aparezca dentro de la lectura.
“Árboles”, responde la propia Naja.
–¿Quién me dice qué es un verbo?
–Es algo que tiene acción –responde Ana, nacida en Munich
de padres españoles.
–¿Miedo es un verbo? –pregunta Naja.
–No. Miedo es un sustantivo –le aclara Benedikt.
Los padres de familia de la clase –12 niños en total– decidieron
que sus hijos serían alfabetizados en español. El alemán quedó
como segunda lengua dentro de su formación, aunque es el idioma
en el que están en contacto todo el tiempo fuera de la escuela.
;
A menudo
despreciados por las
escuelas privadas en
México, los libros de texto
gratuito elaborados por la
Secretaría de Educación
Pública han causado
furor en Berlín, Alemania.
Para ser más exactos, en
uno de los experimentos
educativos europeos de
mayor avanzada: las escuelas
públicas Europaschulen.
La enseñanza es bilingüe
en ellas y, si así lo deciden
los padres, los niños son
alfabetizados en español.
Y aquí es donde entran los
libros de la SEP. Que llegaran
allá fue pura casualidad.
Una mera iniciativa personal
de una maestra de origen
mexicano. Y ahora son
la sensación entre la
comunidad de profesores:
“Los libros mexicanos dan
una visión más amplia
porque apuntan más a
pensar, escribir, confrontar,
entrevistar, investigar”.
Quién lo dijera.
Texto y fotos: Yetlaneci Alcaraz

Algunos de los alumnos
del segundo año de primaria
en la Europaschulen
Desde el año pasado, cuando comenzaron con su primer año
de primaria, han aprendido a leer y escribir con los libros de texto
de español de la SEP y así seguirán –con el mismo material mexicano–
hasta que concluyan el sexto grado de primaria.
La primaria Joan Miró es una de las 15 que conforman el proyecto
de Escuelas Estatales Europeas de Berlín (EEEB). El sistema,
único en Alemania, permite que los alumnos sean educados de
manera bilingüe en escuelas públicas.
El origen del proyecto se remonta a la década de los 70, cuando
un grupo de padres franceses, junto con la Europa–Unión
Berlín, intentaron establecer escuelas bilingües en la ciudad.
La reunificación del país en 1990 y el posterior traslado de la
capital alemana a Berlín, en 1999, trajeron a esta ciudad a gran
cantidad de extranjeros. La demanda por una escuela bilingüe
de este tipo fue mayor hasta el punto en que el sistema de EEEB
tiene actualmente nueve idiomas, además del alemán, en el que
se imparten clases.
En el año lectivo 1993/93 comenzaron a funcionar las primeras
Europaschulen (escuelas europeas), con las combinaciones de
lenguas alemán-inglés, alemán-francés y alemán-ruso. Después
se sumaron más combinaciones de lenguas: alemán-español,
alemán-italiano, alemán-turco, entre otras .
Ubicada en el corazón del moderno y residencial barrio de
Charlottenburg, en el oeste de Berlín, la escuela Joan Miró comenzó
a operar desde 1996. Es la más grande de las dos primarias
que operan en Berlín bajo el sistema alemán-español con cerca
de 900 alumnos.
Que los libros de texto de español de la SEP –despreciados y
en desuso en muchas de las escuelas privadas mexicanas– llegaran
a esta pequeña comunidad fue pura casualidad. Una mera
iniciativa personal.
Todo comenzó hace siete años. Julieta Götze es maestra mexicana
afincada en Berlí Como maestra de español responsable
de enseñar el idioma como primera lengua, se sentía frustrada
ante la falta de un material didáctico efectivo.
“Mi clase fue la primera que comenzó a trabajar con los libros
mexicanos. Mis hermanas también son maestras y cuando
les conté la falta de material y libros, se les ocurrió que podría
trabajar con los de texto de la SEP”.
Durante sus vacaciones de ese año, la propia Julieta se encargó
de llevar en su equipaje unos cuantos libros de español de
cuarto año a Berlín. La recepción por parte de sus alumnos fue
muy buena. El colorido y la diversidad de lecturas y ejercicios
resultaron novedosos para todos.
Tanto que el resto de sus compañeros profesores comenzaron
a pedir esos libros mexicanos para trabajar con sus respectivos
grupos. Sobre todo las maestras de primero y segundo año. Las
hermanas de Julieta consiguieron en la oficina de la SEP en Jalisco
una pequeña donación para la escuela berlinesa. La logística,
naturalmente, se complicó porque resultaba demasiado caro
enviar tanto material por mensajería privada.
“Mis hermanas lograron la donación y después también con-

siguieron que nos enviaran los libros sin pagar el importe del
envío”. El problema fue que llegaron a Berlín en plenas vacaciones
de verano y en la escuela Joan Miró no hubo quien los
recibiera. Los libros regresaron entonces a México por donde
llegaron.
“Fue demasiado complicado porque luego tuvieron que
volver a enviarlos. Lo que hice entonces fue acercarme a la
embajada mexicana para pedir que nos apoyaran con el envío”,
explica Götze.
Y sí. La embajada respondió y desde hace tres años es la
encargada de solicitar el pedido de la escuela a la SEP y trasladar
en valija diplomática más de 400 libros de texto cada año.
–¿Cuál es la lección que más les ha gustado? –pregunta María
a la clase.
–La de las mariposas monarcas –responden varios de los
alumnos.
Benedikt, que es de los más participativos, resume la lección:
“Las mariposas monarcas viven en los bosques de Canadá y en
invierno se juntan y van a México”.
–Emigran –le corrige Ana.
Como en el caso de las jacarandas, los niños tampoco han
visto nunca a las mariposas monarcas. Pero cada uno de ellos
conoce ya de la increíble travesía que anualmente hacen estas
criaturas en el norte del continente americano: “Vuelan mucho
tiempo para poder tener hijos”, dice con certeza Josef.
La profesora María Lenci
repasa las lecciones
de español con sus
alumnos en Berlín
Luis Ruiz es un peruano que vive desde hace 20 años en
Berlín. El menor de sus hijos cursa el segundo año de primaria
en esta escuela. A diferencia de los padres de Josef o Benedikt,
Luis prefiere que su pequeño sea alfabetizado en alemán y no
en español.
Pero aun para los menores que aprenden a leer y escribir en
alemán como primera lengua, las clases en español son obligatorias
cuando menos tres horas al día. Y también lo son los libros
de texto mexicanos con los que estos chicos aprenden.
Elegir la escuela primaria estatal bilingüe fue una decisión
bien pensada para este peruano, pues para él es fundamental que
su hijo esté permanentemente en contacto “con sus raíces”.
“Esta escuela te permite lo que ninguna otra: que tus hijos,
pese a ser alemanes y crecer en esta cultura, estén siempre cerca
de sus orígenes. Cada padre evalúa sus prioridades y hay para
quien es más importe la calidad, pero para mí lo más importante
y prioritario es que nunca se olviden las raíces”, dice.
Si la utilización de los libros de la SEP ha tenido tanto éxito entre
la planta docente de esta escuela es porque quienes aprenden
con ellos reciben como un beneficio extra un bagaje cultural
que de otra forma no tendrían.
“Los niños alemanes se dan cuenta de que existe otro mundo
que es diferente al suyo, pero que también es muy valioso”,
considera Julieta Götze.
“Nuestra idea es no sólo transmitir una lengua estandarizada

que además se puede aprender en cualquier escuela de idiomas.
Tenemos un objetivo y una perspectiva intercultural
y por eso interactúan todo tipo de materiales en esta Europaschule
como el de México, con todo y su vocabulario que
a veces nosotros tampoco entendemos, pero que una vez
que lo entendemos, nos enriquece enormemente”, agrega
María Lenci, profesora del grupo de segundo grado.
Pero no es sólo eso. Según Lenci, estos libros también
tienen un alto valor didáctico: “Tienen una orientación
constructivista. Antes de este material usábamos libros
tradicionales de español absolutamente estructurados,
basados en conceptos de repetición y dedicados a lo que
es la forma de la letra y no el contenido.
“Estos libros mexicanos dan a los niños una visión más
amplia porque apuntan más a competencias lingüísticas,
a pensar, escribir, confrontar, entrevistar, investigar. Eso
es muy útil porque incluso los niños que se alfabetizan en
español reciben mucha interferencia lingüística del alemán
por el hecho de que al menos uno de los padres lo habla, porque
viven en Alemania y todo su contexto es en esa lengua.
Ante tal interferencia es necesario ponerlos en situaciones
comunicativas permanentemente para que puedan profundizar
en el uso del español. En ese sentido, estos libros
nos abren un universo de paisaje y de vista”.
Luego de terminar la lectura, viene el análisis y comentario
de la misma.
–¿Alguno de ustedes ha visto una Jacaranda en Berlín?
–pregunta María.
–No. Nunca.
–Yo vi una en Panamá –dice de pronto Dana, hija de
padres peruanos. Todos voltean entonces a mirarla con
sorpresa y admiración: es la única que conoce un árbol
que crece al otro lado del mundo.
–Hablemos ahora de los dibujos. ¿Qué les parecen?
–Me gustan mucho las flores en la hierba –dice Naja.
–¿Qué es hierba? –pregunta Benedikt confundido.
–Es pasto –contesta Malena, de madre argentina y
padre alemán.
A partir de la lectura, los niños trabajan con vocabulario
y con estructuras gramaticales. “Es lo que me gusta del material,
que tiene un objetivo de competencia comunicativa.
Sin que ellos se den cuenta están aprendiendo sinónimos,
verbos, adjetivos, etcétera”, explica María.
Las horas de clases han terminado. Pero la jornada en
la escuela todavía no. Como parte del sistema, las horas
de tarea están integradas en el horario escolar. A diferencia
de los centros educativos del sistema tradicional
en Berlín, en donde los estudiantes salen a la una de la
tarde, en esta los niños vuelven a casa hasta después de
las cuatro de la tarde.
Viene ahora el turno del libro de ejercicios de la SEP. El
tema es la entrevista. “Este también es muy bueno, porque
es una actividad en la que los niños tienen que entrevistar
a otro compañero. Además de que refuerzan el tema de
la utilización de signos de puntuación, es un ejercicio de
formación de opinión propia”, señala María.
Y sí. En definitiva, ellos tienen formado un criterio propio,
al menos en cuanto a su libro de español se refiere:
“En definitiva no me gustan las palabras porque muchas
no las entiendo…pero las letras son lo que no me gusta. Lo
demás si”, puntualiza Benedikt.

| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
62
el
perseguidor
Por Jacinto Rodríguez Munguía
elperseguidorde@yahoo.com
Sabemos dónde
está El Chapo
Lo sabemos: el narcotraficante
Joaquín El Chapo Guzmán
Loera está en todos esos
políticos y gobernantes que
durante años solaparon su
presencia y con el dinero
que recibieron a cambio de
su complicidad construyeron
sus hogares y el futuro
de sus hijos. Por lo menos en
su memoria debe merodear.
Está en esos aparatos político-policiacos
que pusieron
el piso y los escalones para
que El Chapo y todos los demás
capos de cárteles operaran
durante años sin que fueran
molestados, sin que nadie
se atreviera a denunciarlos.
Y mientras todos los chapos
y compañía echaban raíces,
esos expertos en el espionaje
asustaban a los mexicanos
con el fantasma del comunismo.
Que el diablo andaba
suelto y se apellidaba guerrillero,
lo creyeron los mismos
sacerdotes católicos que ahora
dicen saber dónde anda
El Chapo. Ni quién lo dude.
Los narcotraficantes, y
su tejido de dinero y muerte,
no tienen un origen espontáneo.
Llevó años y requirió de
la complacencia de quienes
estaban obligados a contenerles,
a pararlos para llegar
a donde estamos parados.
Está en los vacíos informativos
que no se encuentran
en las hemerotecas. Desde
hace unos años, el narcotráfico
es portada diaria, es el
tema de apertura de noticiarios
de radio y televisión. Pero
está entre
los anaqueles
llenos de libros
sobre derecho
de jueces y
abogados que
han abierto las
puertas de la ley.
en los ambiguos
discursos de los
funcionarios y
gobernantes
que nunca saben
ni supieron nada.
Nos hacemos
todos los ciegos,
sordos, mudos
al igual que los medios, el narco, una variable del crimen organizado,
existía desde hace muchos años. Por lo menos desde
la década de los cincuenta ambos poderes, el mediático y el
del narcotráfico, habitaban ya en México. Para la mayoría de
los medios apenas si existió. En esos vacíos está el fantasma
de El Chapo.
Está entre las togas y los birretes, entre los anaqueles llenos
de libros sobre derecho de decenas jueces y abogados que
han abierto las puertas de la ley. Seguro que nadie se acuerda
de Eduardo Ferrer Macgregor, el juez de hierro que procesó
y encarceló a cientos de “revoltosos” del movimiento estudiantil
del 68 y que luego terminó colaborando con narcos.
Los reportes de sus propios aliados lo delatan.
Pero si acaso no estuviera por ahí El Chapo, seguro que sí
está donde los Leyva, los Carrillo y todos los demás; en cada
uno de los gramos de cocaína que en este momento están
consumiendo miles de adolescentes y jóvenes mexicanos,
los que comienzan, los que llevan años y nos saben cómo
regresar a la vida.
Están en las abrumadoras alucinaciones de aquellos adictos
que ese Chapo y otros narcos alimentaron con sus drogas
en las escuelas y calles del país.
Está en el miedo de los padres de familia porque un día
cualquiera su hijo/hija se enganche a la blanca espiral del
polvo y vean cómo se va consumiendo, cómo se va perdiendo
lo único que tiene como suyo el ser humano: sus ideales,
sus sueños.
¿Que dónde está El Chapo Guzmán Loera? Está en la cordillera
de cruces que guardan miles de muertos por sobredosis
o el suicidio, lo que queda al final del camino, cuando ya
no tienen a quién arrancarle un peso para seguir comprando
su dosis.
Está en los ambiguos discursos de los funcionarios y gobernantes
que nunca saben ni supieron nada. Nos hacemos
todos los ciegos, sordos, mudos.
Estas son las esquinas por donde merodean y caminan
diariamente “los chapos” que han hecho de México un país
de pesadilla.
Bestiario
Bolcheviques de todo el mundo ¡uníos! Desde tierras de la
ex Unión Soviética ha salido un llamado urgente para que
la comunidad de ex socialistas, comunistas y anexas se sumen
a la campaña Un traje para Lenin. La crisis del sistema
capitalista, ese modelo con el que Vladimir Ilich Lenin peleó
a muerte, ha terminado afectando la imagen y la vestimenta
de la momia que reposa en el Mausoleo de la Plaza Roja de
Moscú. Noticias que emigran de esa lejana parte del mundo,
informan que el cuerpo embalsamado del líder bolchevique
ha sido remozado por biólogos, como cada año, pero en esta
ocasión no se le ha podido cambiar de traje debido a la escasez
de fondos en estos tiempos de crisis. Ya desde 1992,
tras la desintegración de la URSS, el Estado había dejado de
financiar los trabajos para preservar los restos momificados,
por lo que los gastos han sido sufragados por organizaciones
sociales, pero esta vez ya no alcanzó para el traje. Así que,
como en los viejos tiempos, es hora de sumarse al llamado
de los camaradas y comenzar a enviar aportaciones. Se recomienda
que las aportaciones se hagan vía transferencia por
alguno de los bancos multinacionales.

Envía a laautenticapb@m-x.com.mx
página
blanca
; Tan cerca y tan lejos de Juárez
Enviado por David Somellera, vocalista de Sonido Changorama david.somellera@gmail
Esta página es el
espacio destinado
a tus textos
—no más de 4 mil
caracteres—, fotos o
ilustraciones. Se imprimirá
en blanco
cuando no lleguen
colaboraciones con
la calidad esperada.
Los materiales
seleccionados se
subirán también
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puedes enviar
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| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
63

*Músico coqueto
y loco, bajista de
El Palomazo
Informativo y
Monocordio,
y colaborador de
El Weso en WRadio
imagen CORTeSÍa OCeSa
sonorama
Por Martín Durán*
martin_duran_chavez@hotmail.com
Unza unza time!
Cuando el Papa Gregorio XIII promovió su calendario, seguro
que nunca quiso imponer que sólo los viernes y sábados
fueran días para salir de fiesta, reventar el alma y celebrar
la vida. Bueno, eso espero, pues yo acabo de comprobar que
un lunes puede ser perfecto para morir: morir de éxtasis, de
amor o de cualquier otra forma.
La noche del lunes 30 de marzo, en que yo estaba un poco
escéptico de que se llenara el Vive Cuervo Salón para ver a
Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra, me llevé la grata
sorpresa de ver y sentir esa hermosa vibra musical y humana
como una ola que te pega en la cara cuando eres niño, que te
arrastra pero te deja con ganas de más y más y más, y todo
se convierte en una increíble y divertida interacción con las
marejadas sonoras.
Fue uno de esos lunes que no se cambian por ningún viernes,
un lunes de gran sorpresa. Debo admitir que conocía el
trabajo de Emir Kusturica como cineasta, como compositor, y
había escuchado a TNSO en disco… sólo en disco, por lo cual,
al escuchar el poder de esta agrupación en vivo y a todo calor,
me vino a la mente la sensación de que hay cds que deberían
de llevar la leyenda “Muestra médica no negociable” impresa
en algún lugar, porque una grabación jamás llenará el ambiente
Aquí, una receta para melómanos sin cura:
la discografía de The No Smoking Orchestra
• 1984. Das ist Walter
• 1985. Dok cekas sabah sa sejtanom
(Esperando el infierno con el diablo)
• 1987. Pozdrav iz zemlje Safari
(Los mejores deseos desde la tierra de los safaris)
• 1989. Male price o velikoj ljubavi
(Pequeña historia de un gran amor)
• 1997. Ja nisam odavle
• 1998. Black Cat White Cat
(banda sonora de la película)
• 2000. Unza Unza Time
• 2004. Life is a Miracle
• 2007. Opera Time of the Gypsies (cd, dvd)
• 2007. The Wish
con ese aroma de los decibeles sonoros y espirituales de una
banda entregada a su público sin reservas. Es por eso que un
disco sólo será una mínima muestra —y un buen legado histórico,
por supuesto— de lo que es ver un grupo como éste en
vivo, experiencia que vale la pena una vez en la vida.
TNSO surgió a principios de los ochenta bajo la batuta
de su vocalista, el DR Nelle Karajlic —en los tiempos de la ex
Yugoslavia, su guerra separatista y la persecución étnica—,
como una forma de resistencia cultural y protesta política y
religiosa.
Cobijados por la corriente del “nuevo primitivismo”, usaron
como arma la ironía hacia los viejos dinosaurios (¿le suena
conocido?), pero fue hasta el 86 que el talentoso y multifacético
Kusturica se unió a esta banda, primero como bajista
y después como guitarra rítmica y compositor. Así, TNSO se
conformó de una gran amalgama de artistas y de sonidos
que mezclaron y amasaron todos los estilos europeos que
influenciaron a la ex Yugoslavia, más un ingrediente inglés
y en cierta medida mundial: el punk. Y es que —aunque les
duela a algunos performanceroscineastascondechis, que la
noche del concierto tenían cara de “somos bien intelectuales,
wey”— esa noche fue de rock, de punk con toques balcánicos,
sin silencios porque tienen mucho que decir. Una noche
salvaje, ellos en posición de ataque y nosotros, el público, recibiendo
los disparos de emoción en un solo acto que
fue coronado con la aparición de un enorme arco,
como si un gigante imaginario quisiera jugar con los
ocupantes del escenario. Fue cuando El Juez (Dejan
Saparavalo) retó a Emir a un duelo restregando sus
instrumentos, violín y guitarra respectivamente, y los
llevaron al límite de las frecuencias y de las rítmicas. Un
acto circense, sutil, sencillo y creativo, como todo lo que
esa noche se percibió, noche de lunes, por cierto.

A doña Trini, doña Cata y tatik Samuel
Ellos llegaron temprano. La cita era en Serapaz (Servicios
y Asesoría para la Paz, AC), allá por los rumbos de
la colonia Del Valle de la ciudad de México. Eran las ocho
de la mañana del 21 de abril de 2009. Cada uno llegó por
su lado. Ellos muy respetados y reconocidos: don Samuel
Ruiz andaba de semblante serio, a su lado, vigoroso y valiente,
el obispo Raúl Vera parecía no tener sentido del
humor (después nos sorprendería) y fray Miguel Concha,
como siempre, llegó saludando, haciendo gala de
sensibilidad tempranera. También, ocultas y ocultos del
frío, en una camioneta llegaron ellas y ellos. Esta vez con
sombrero y paliacates pero sin machetes: los ofendidos y
agraviados de San Salvador Atenco. No éramos todos los
que estábamos ni estábamos todos los que somos, pero
al fin estábamos completos. Cada quien por sus motivos
respectivos tomamos camino y nos acompañamos.
Partimos en grupo hacia el penal de máxima seguridad
de El Altiplano, ubicado en el Estado de México. La
razón: la visita de estos ministros de la fe a Ignacio del
Valle Medina, Felipe Álvarez Hernández y Héctor Galindo
Gochicoa, detenidos y puestos en prisión a raíz
de los hechos del 3 y 4 de mayo de 2006 en San Salvador
Atenco. No era la primera vez, ya lo habían intentado, sin
lograrlo, hace algunas semanas. Llegamos alrededor de
las 11:30 horas. Samuel Ruiz, Raúl Vera y Miguel Concha
lograron entrar. Un nutrido grupo de reporteros intentaron
conseguir una declaración; no la hubo, así que nos
tocó esperar. Y la espera se hizo larga, tan larga como el
día. Afuera, Trinidad y Catalina, compañeras de Ignacio
y de Felipe, aguardaban con paciencia —ya van a ser tres
años de que les fueron arrebatados sus esposos— bajo
el sol inclemente de estas tierras. Sol mezclado con un
viento que quema. Pasaron las horas hasta que, junto con
el crepúsculo, salieron los religiosos y luchadores sociales.
El reloj marcaba las 18:30. Impacientes, los medios se
arremolinaron alrededor de ellos. Lo que de su boca salió
fueron espinas, dardos:
Tardaron, una vez que ingresaron al penal y sólo para
llegar al lugar donde cada uno de ellos se iba a entrevistar
con Nacho, Felipe y Héctor, en distintos momentos y por
separado, una hora. Pasaron 12 filtros para ello, los desvistieron,
les hicieron pruebas toxicológicas pero, después
de todo, pudieron ver enteros a los presos. De ellos
dijeron que no han bajado la guardia, que sus convicciones
siguen firmes… dijeron que los vieron enteros.
Es un penal de máxima seguridad. Conscientes estaban
de lo que las reglas de ingreso implicaban y por
ello había también indignación en sus palabras: Nacho,
Felipe y Héctor duermen en un reducido espacio, viven
ahí 23 horas al día, sólo salen una hora de esa celda que
se agiganta al salir de ella y de esa cárcel es de donde los
quieren sacar.
Por eso estos hombres de Dios encabezan la Comisión
por la Libertad para los Presos Políticos de Atenco.
Nacho, Felipe y Héctor son sólo tres de ellos. Nueve más
están en el penal de Santiaguito, también regenteado por
el poder de Enrique Peña Nieto. Pero no están solos, hay
un grupo de intelectuales, artistas y más de 130 organizaciones
estudiantiles, sindicales, civiles y religiosas de
todo México y del mundo que piden lo mismo. De ahí es
de donde los queremos sacar.
Por Mardonio Carballo
las
plumas de
la serpiente
Vuelo XVI
Visitando el altiplano
A continuación, algunos puntos del pronunciamiento
que leyó a nombre de los tres religiosos fray Miguel
Concha:
“Lamentamos que Ignacio del Valle, Héctor Galindo
y Felipe Álvarez sigan a casi tres años de los hechos
represivos, presos bajo acusaciones que no pueden ser
comprobadas y bajo estricto control carcelario. Estos
tres integrantes del Frente en Defensa de la Tierra son
parte de un movimiento social cuyas demandas son
justas y legítimas. Es condenable el tratar como delincuentes
a ciudadanos que se organizan y se movilizan en
defensa de sus derechos. Estas tres personas no son delincuentes.
Son presos políticos del Estado mexicano (…)
demandamos su libertad, ya que es injusto que personas
inocentes se encuentren en prisión. Son políticas y no
jurídicas las razones por las que se encuentran todavía
en reclusión. Su encierro en un penal de máxima seguridad
constituye un castigo inusual y desproporcionado al
considerarlos y otorgarles el tratamiento de reos de alta
peligrosidad”.
Los religiosos se fueron. Nosotros también con el
viento. Las esposas, compañeras y simpatizantes del
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra borraron sus
pasos de este día con la lluvia que nos cayó justo después.
Pero a este tecleador le siguen retumbando en los
oídos las palabras de Raúl Vera: ¿Cómo diablos se escapó
El Chapo Guzmán del penal de Puente Grande, si es tan
complicado tanto entrar como salir? ¿Qué funcionario
está viviendo como rey a causa de esto?
Y mientras el eco de estas interrogantes me sigue
perturbando, me despido suscribiendo con lo siguiente:
Libertad y justicia para los presos políticos de Atenco.
Tlaskamati miak.
| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
65

A mi madre
La vida en pareja suele ser una batalla confusa y, las más
de las veces, cruel y bárbara, en la que el amor de pronto
se pierde de vista hasta quedar vuelto un murmullo, y el
combate cuerpo a cuerpo se traslada del delicioso ámbito
del romance a la necesidad (¿o necedad?) de mantener vivo
el chance de seguir juntos, un contrato asumido o no por
ambas partes, con derechos que tienden a volverse abuso y
deberes odiosos. La convivencia se traslada del terreno del
abandono amoroso al de los acuerdos y las conveniencias
frías y descaradas, al de ceder terreno en unos asuntos de
la vida cotidiana para ganar poder en otros. Se inventan
estrategias, se hacen treguas, se negocia, se pierde y se
vence. La música de fondo que acompaña a las parejas ya no
es aquella que los hizo bailar la noche en que inauguraron
su amor, sino la melodía disonante de los gritos, el llanto y
los sollozos soterrados, los portazos, las ofensas, la ley de
hielo, el extravío irremediable del respeto, incluso los golpes
y la violencia moral, las verdades que por no declararse a
viva voz se vuelven mentiras poderosas, las mentiras que
por dichas se vuelven verdades frágiles.
¿Y el amor?
El amor suele morir, ese amor primitivo e irresponsable
que hacía entregarnos a la locura, a la pérdida de la voluntad
y la agonía, a la furia de lo incierto y lo sorpresivo. Las parejas
que sobreviven a esta muerte de pronto terminan navegando
en una rutina sorda, en una cotidianidad que es más bien
una circunstancia de conveniencia: de pronto, sin darse
cuenta, uno necesita al otro para sobrevivir y viceversa. La
batalla se traslada al mundo de los hábitos, de las acciones
que se multiplican idénticas en el paso de los amaneceres
juntos, allí, en la misma cama donde se ronca por igual,
donde el calorcito del otro es una condición necesaria y
suficiente para poder dormir o mal dormir a perpetuidad,
en la misma mesa en la que se come la misma sopa de todos
los mismos días. Uno, entonces, sin darse cuenta, como un
soldado que ha sobrevivido a la guerra en la cual se ha visto
caer a tantos, uno es ese plato de comida, uno es ese cuerpo
duplicado en la cama del dormir y del yogar, uno es el ser
mismo del otro.
Así, cuando los hijos se van y se vuelven unos desconocidos,
cuando los viejos compañeros de la guerra mutua se
miran a los ojos en la soledad de la vejez, descubren que ese
amor muerto ha resucitado en una necesidad de pertenencia,
en el reconocimiento absoluto sobre el otro. El desconocido
deviene reconocido, a pesar de que sigamos viviendo en
las pequeñas prisiones de la vida diaria, en las que unos se
vuelven celadores y otros abnegados prisioneros.
Esto les ha ocurrido a Rudi y a Trudi: el ciclo del amor
se ha completado y lo que sigue es la irremediable pérdida
del compañero vaticinada por la muerte. Y contra la muerte
nada se puede, por más que reconozcamos que la felicidad
es la certeza de que en la pareja superviviente uno tiene al
otro.
En la nostálgica y hermosa película Las flores del cerezo
de Doris Dörrie, Rudi, el hombre que invernaba en la inconsciencia
de la vida diaria, encuentra a su mujer muerta
Las fLores deL cerezo
aLemania / francia / Japón, 2008
Dir. Doris Dörrie
Con elmar Wepper y Hannelore elsner
Por Armando Vega-Gil*
www.myspace.com/armandovegagil
Las flores
del cerezo
junto a él en uno de esos amanecer que debían repetirse al
infinito. Una noche antes, tratando de redescubrirse en un
pequeño viaje en busca de los hijos y el mar Báltico, Trudi
—quien intenta vivir cada día como su fuera el último, pues
su esposo tiene una enfermedad incurable y mortal—, le
ha dado a su compañero el abrazo último, el beso que ya
no se repetirá. ¿Quién habitará tu hueco en nuestra cama,
amor mío? ¿Qué cuerpo llenará el espacio que dibujaba en
el mundo tu cuerpo que ahora no es más que ceniza? ¿Quién
vestirá tus ropas que se enfrían ineluctablemente, quién me
dará de comer esa sopa que ya es una con mi lengua y mi
sangre? ¿Por qué te mantuve prisionera en esta casa cuando
lo que tú querías era viajar lejos y bailar con las sombras
que dibujan tu ausencia en la herida que llevo abierta en
mis adentros?
Rudi, en su pérdida absoluta y radical, descubre que ese
viejo amor que había silenciado tras las bárbaras batallas
de la convivencia, en realidad no había muerto, sino que
era una raíz añosa que, necia, invencible, había mantenido
el principio del cual habían partido para estar juntos. ¿Por
qué decidí vivir contigo, Trudi? ¿Por qué decidiste vivir
conmigo? ¿Llega tarde la pregunta? ¿He de llevarte al Japón
como llevo ahora tus ropas sobre mí? Sí, y danzaré con tu
sombra leve que se me va de las manos para descubrir que
el amor es como las flores del cerezo, fugaces, aisladas en
el tiempo, pero tenaces, continuas, de una belleza que se
esconde en los meandros del tiempo.
permanencia
involuntaria
* Músico, cineasta
y escritor. Es fundador
de Botellita de
Jerez y conductor
de Radio Cinema
Paradiso en Código
DF, estación de
radio por internet

| EMEEQUIS | 27 de abril de 2009
68
blog
esponja
corazón.de.chango
camino.peregrino
En el Mar... antes muerto
que salir encuerado
Después de leer el post de Dfeña Salerosa,
me dieron ganas de postear mi etsperientsia
con las olas...
Nos encontrábamos disfrutando del sol,
la arena y el mar en la hermotsitsima playa de
Marquelia... el mar había estado picadísimo la
mayor parte del tiempo por lo que andentrarse
a las olas para intentar un poco de bodysurf
estaba mega cañón...
De pronto, me percaté que las olas se
calmaron y el mar tramposamente se volvió
silencioso... en ese momento le dije a Alejandrorin
Tangamandapio que era hora de
adentrarnos al mar para montar algunas olas
como dios manda...
Aplicamos la clásica carrera de los chilangos
cuando van al mar... que corren y se
avientan... aunque se avienten en una ola de
10 cm y se rompan la madre con la arena...
pero de pronto éramos toda la bandita... chapoteando
entre las olas... algunos más cautelosos
se quedaron en la orillita... algunos más
temerarios nos adentramos (endejamente)
Por Invierno Funk
unos cuantos metros más...
Ya en el flote, volteé a ver a Alejandrorin
Tangamandapio que traía el traje de baño en
la mano en señal de fanfarronería meneándolo
(el traje) en el aire... pasaron dos segundos y yo
ya traía el traje de baño puesto como gorrito
para dormir en la choya... gritábamos como
nibelungos, levantábamos los brazos en señal
de victoria... de pronto Patorin también se
quitó el traje de baño... y volteábamos hacia la
playa... despreocupándonos por las olas...
De pronto sólo se escuchó... ¡¡¡Peliiiiiigro!!!
en ese momento lo que tienes que hacer es
nadar hacia la ola… para que no te reviente
en la cabeza... nadas hacia la ola te sumerges
y pasas por abajo... pues bueno la apliqué...
pero venía tan dura la ola que me aventó y me
dio la primera revolcada... yo traía el traje de
baño en la mano... me cuide de no soltarlo...
podría pasar cualquier cosa menos perder el
traje... total que di una marometa y de pompis,
rayando la arena, medio frené...
Pude sacar la cabeza para respirar, volteé

este es un blog de curiosidades y buenos ratos. a Invierno Funk, su autor, le
gusta reírse de la vida y compartir este sencillo placer. en su sitio encontrarás
reflexiones profundas, aventuras vergonzosas, fotos chistosas y algunos videos
que vale la pena detenerse a ver.
acude a su encuentro en http://monkeylighthouse.blogspot.com
Y no te saques de onda con la ortografía, así escribe él (reproducimos tal cual
el post de abajo. O sea, añade un sic de tiempo completo).
para atrás y venía otra... jaja... ni modo otra
vez por abajo... no me revolcó... salí... venia
otra ola... me revolcó de nuevo pero no tan
cañón... asomo la cabeza... volteo a la playa y
estaban todos mis amigos gritándome... salte
ya... salte ya... ellos pensaban que le estaba
haciendo al valiente... el problema era que no
podía ponerme el traje de baño...
El momento crítico fue cuando después
de voltear a ver a la bandita en la playa... vi
que tenia tiempo antes de que me reventara la
próxima ola para ponerme el traje... total era
un problema... decidí meter la pierna donde
fuera... pero sólo alcance a meter una cuando...
nádale antes que te caiga encima... y traía
una pierna en el traje y el otro a pelo... logre
sortear la ola sin mayor dificultad e inserté mi
otra pierna en el otro boquete... vi que venía
otra ola... yo ya estaba cansándome y decidí
salir, ahora sí, como la gente decente... bien
vestido...
Dejé que me revolcara la ola para acercarme
más fácil a la playita... Alejandrorin
Tangamandapio me extendió la mano para
que no me volviera a atrapar... y salí avante...
(en ese momento pensé en caminar como un
fanfarrón campeón y caminé un poco como
El Uyuyui!!!) .
Total salí caminé como El Uyuyui... pero
algo salió mal... me puse el traje de baño al
revés... como pantalón de Looney Toon... jaja...
¡¡¡y pues quedé como un tetazo en lugar de un
ídolo monta olas!!! jaja... plop, plop, plop
Carpe... diem.
A continuación unas imágenes de lo acontecido.
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ociología
TEATRO
Por Alejandra del Castillo y Rodolfo Zárate | ociologia@m-x.com.mx
MÚSICA PARA OÍDOS EN
RESISTENCIA
Por sexta ocasión, el Festival Internacional Ollin Kan de las Culturas en Resistencia
regresa para oponerse a la homogeneización de la mejor forma: con música. Por eso propone
el encuentro de las culturas y sus lenguas, el diálogo con el canto y la celebración de la
vida. Para este año están invitados 110 grupos y solistas de diferentes partes del mundo y
80 de México, que se presentarán en más de 20 foros. Hasta el 10 de mayo. Para mayor
información sobre cartelera, horarios y foros visita www.ollinkan.tlalpan.gob.mx
El muerto al hoyo
¿Qué harías si estuvieras a punto de ser torturado? Muertos sin sepultura cuenta la historia de un grupo de rebeldes capturado
por un soldado, quien los hace cuestionarse y convertirse en seres peores que sus propios perseguidores. adaptación del texto
homónimo de Jean Paul Sartre, pero ambientada por el Colectivo Teatro independiente en el estado de Michoacán para denunciar
la violación de los derechos humanos y la libertad de expresión en un ambiente de narcotráfico y violencia. Todos los viernes, 18
horas. Hasta el 5 de junio. $150. Teatro Coyoacán. Héroes del 47 no. 122, Churubusco.

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sumario
Por Tatianosaurus Rex y Diegociraptor
El Tiburón
Sánchez
Lorena
Villavicencio
Frank
Langella
Elba Esther
Gordillo
Los chiquisaurios
Matthew
Broderick
María Antonieta
de las Nieves
Manuel
Clouthier
Jeffrey Donovan Raúl
Sandoval
Travieso
Arce
Alejandro Murat
Hinojosa
La Güereja Claudia Ruiz
Massieu
Oscar
Cadena
Manuel Clouthier
Carrillo
Foca El No Hay
René Fujiwara
Montelongo
James Franco Federico Madrazo
Rojas
El Bebé Godzuki Barney Roberto Albores
Gleason

DISEÑO
Haz tu buena obra:
compra una obra
Tendencia Salón de Diseñadores es un evento
organizado desde 1997 por un grupo de alemanes para
apoyar a los artesanos y diseñadores jóvenes de México.
este 2009 más de 40 diseñadores y artistas mexicanos
expondrán sus creaciones artísticas en papel, madera,
textiles, joyería, vidrio y piel, principalmente. Todos
los expositores donarán 20 por ciento de sus ventas
en beneficio de la daCH, Organización Cúpula, aC, para
reconstruir una escuela pública en Villahermosa, Tabasco,
que quedó severamente afectada con las inundaciones de
2007. Martes 28 y miércoles 29 de abril, de 11 a 20 horas.
German Center. av. Santa Fe 170, lomas de Santa Fe. Más
información en www.tendencia.com.mx
FESTIVAL
Cuenteros y
cuentistas
Trece narradores de
Camerún, españa,
Venezuela, Colombia,
argentina, Perú y
brasil se presentan
en el Festival
2009 Cuenteros y
Cuentistas, además de
30 artistas y escritores
mexicanos, en espacios del Centro Histórico como
bellas artes, Teatro de la Ciudad y Centro Cultural
de españa. el rescate de la tradición oral promete
llenar de magia las noches de los jueves en la
terraza del Gran Hotel de la Ciudad de México, entre
narraciones, leyendas e historias. del 26 de abril al 9
de mayo. Para mayor información entra a
http://cuenterosycuentistas.blogspot.com
CONCIERTO
Janette cambia
la cantante y compositora Jannette Chao está de vuelta con nueva
producción: Cambia, donde a través de una mezcla pop-folk-rock expone
su propuesta de poesía musical, ahora renovada, más libre, irónica y
sentimental. escúchala en el concierto de presentación que se llevará a
cabo en el Lunario del Auditorio Nacional. Miércoles 29 de abril, 21 horas.
$350 y $300. Costado poniente del auditorio Nacional, reforma 50, Polanco
Chapultepec.
CINE
PROMOCIÓN
emeequis y Jannette Chao quieren que tú seas uno de los primeros
en escuchar este nuevo material. Tenemos 10 discos para regalar a
nuestros lectores, nada más tienen que anotar sus canciones favoritas
de Jannette, enviarlas a ociologia@m-x.com.mx y ¡listo!
Sólo para amantes
de Scorsese
el Film Club Café invita al curso:
Martin Scorsese. Una auténtica
pasión, el arte de la violencia.
¿Quién no ama a Scorsese? Se pueden
pasar horas hablando él, uno de los
cineastas más polémicos de los siglos
XX y XXi. el curso, impartido por raúl
Ojangurren, abarcará desde su historia
personal hasta temas como violencia,
soledad, alienación y fe. dividido en
siete sesiones sabatinas del 23 de mayo
al 4 de julio, de 16 a 19 horas, tendrá un
costo de mil 400 pesos, el cual incluye
siete dvds con material didáctico. boulevard Manuel Ávila Camacho 1695,
sótano, Fraccionamiento la Florida, Naucalpan, estado de México. llama al
5573-9055 o visita www.filmclubcafe.com.mx
ARTE
Lánzate a Los Ángeles
“Quien no conoce los Ángeles no conoce México”, reza el lema
de uno de los salones de baile más antiguos del dF, que ahora
inicia una nueva etapa con El resplandor, una expo-videoarte-instalación
cuyo eje temático es la ilusión. Participan
emmanuel García ramírez, ricardo alzati, Miguel Calderón,
iván edeza, domestic Fine arts, erre, Sonido apokalitzin,
entre otros, y sólo se podrá visitar durante los días de
bailongo. Martes y domingos, de 18 a 23 horas. Hasta el 12 de
julio. $40. Salón Los Ángeles. lerdo 206, esquina ricardo
Flores Magón, Tlatelolco.
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