Al borde del acantilado - SERLIB
Al borde del acantilado - SERLIB
Al borde del acantilado - SERLIB
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
al <strong>borde</strong> <strong>del</strong> <strong>acantilado</strong><br />
te, como si comprobara que los troncos permanecían donde los<br />
había colocado al principio.<br />
—¿Creías que podría ser Santo Kerne? —dijo al fin—. ¿Por<br />
qué?<br />
—Es obvio, ¿no?<br />
—¿Por qué es obvio?<br />
—<strong>Al</strong>dara, ya lo sabes.<br />
—No lo sé. Dímelo.<br />
—¿Debo?<br />
—Por favor.<br />
—Eres…<br />
—No soy nada. Dime lo que quieras decirme sobre por qué<br />
las cosas son tan obvias para ti, Daidre.<br />
—Porque incluso cuando uno cree que se ha ocupado de<br />
todo, incluso cuando cree que ha puesto todos los puntos sobres<br />
las íes, que ha dado los últimos retoques; incluso cuando<br />
cree que todas las frases tienen su punto final…<br />
—Te estás poniendo pesada —señaló <strong>Al</strong>dara.<br />
Daidre respiró hondo.<br />
—Una persona ha muerto. ¿Cómo puedes hablar así?<br />
—De acuerdo. «Pesada» no es la palabra correcta. «Histérica»<br />
es mejor.<br />
—Estamos hablando de un ser humano, un adolescente; no<br />
tenía ni diecinueve años. Y ha muerto en las rocas.<br />
—Ahora sí que estás histérica.<br />
—¿Cómo puedes ser así? Santo Kerne está muerto.<br />
—Y lo siento. No me gusta pensar que un chico tan joven<br />
se haya caído de un <strong>acantilado</strong> y…<br />
—Eso si se ha caído, <strong>Al</strong>dara.<br />
La mujer alargó la mano a la copa de vino. Daidre se fijó<br />
—como hacía a veces— en que sus manos eran lo único que no<br />
tenía bonito. La propia <strong>Al</strong>dara las llamaba «manos de campesino»,<br />
hechas para restregar la ropa en las rocas de un arroyo,<br />
para amasar pan, para trabajar la tierra. Con sus dedos fuertes<br />
y gruesos y las palmas anchas, no eran manos hechas para una<br />
profesión <strong>del</strong>icada.<br />
—¿Por qué dices «si se ha caído»? —preguntó.<br />
—Ya sabes la respuesta.<br />
79