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Revista Esfera No 1 - Universidad Distrital Francisco Jose de Caldas

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Vicky Neumam, pintora


editorial<br />

Historia <strong>de</strong> dos ciuda<strong>de</strong>s<br />

Era el mejor <strong>de</strong> los tiempos, era el peor <strong>de</strong> los tiempos.<br />

Era la edad <strong>de</strong> la sabiduría, era la edad <strong>de</strong> la locura.<br />

Era la época <strong>de</strong> la fe, era la época <strong>de</strong> la incredulidad.<br />

Era la temporada <strong>de</strong> la luz, era la temporada <strong>de</strong> las tinieblas.<br />

Era la primavera <strong>de</strong> la esperanza, era el invierno <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperación.<br />

Teníamos todo ante nosotros, no teníamos nada ante nosotros.<br />

Íbamos todos <strong>de</strong>recho hacia el cielo, íbamos todos en sentido contrario.<br />

Charles Dickens<br />

Colombia atraviesa hoy en día, como en el poema <strong>de</strong> Dickens, uno <strong>de</strong><br />

los momentos más difíciles e inquietantes <strong>de</strong> su historia; está atrapada<br />

entre la inteligencia y la ignorancia, entre la cordura y la locura, entre la<br />

esperanza y la <strong>de</strong>sesperación, entre la carencia y la abundancia y sobre<br />

todo entre el pasado y el futuro; un pasado lleno <strong>de</strong> hostilidad, violencia<br />

y exclusión con ciuda<strong>de</strong>s llenas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarraigados, <strong>de</strong> gente sin <strong>No</strong>rte y<br />

postrados en la bobalización <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicación.<br />

A esta suerte no escapa la <strong>Universidad</strong> <strong>Distrital</strong>, en ella se ven reflejados<br />

también los <strong>de</strong>bates <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad que <strong>de</strong>sgarran a una Nación,<br />

hacia a<strong>de</strong>lante o hacia atrás; por eso en esta revista hablaremos no sólo<br />

<strong>de</strong> la Colombia que tenemos sino <strong>de</strong> la Colombia que soñamos posible.<br />

<strong>Esfera</strong> no es la posición oficial <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> <strong>Distrital</strong>; es el espacio<br />

en el que todos po<strong>de</strong>mos expresar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la crítica y la imaginación<br />

las i<strong>de</strong>as que puedan enriquecer el <strong>de</strong>bate sobre nuestra suerte, gozando<br />

<strong>de</strong> su estética y su lenguaje; un lenguaje que provoque, que incite al<br />

pensamiento a enriquecer las miradas sobre la realidad, a gozar <strong>de</strong> los<br />

estilos y que se brin<strong>de</strong> a la sociedad.<br />

Hoy presentamos un dossier sobre ciudadanía que busca agitar el<br />

<strong>de</strong>bate sobre qué significa ser humanos en las moles <strong>de</strong> cemento que<br />

nos atrapan, en las leyes que nos gobiernan, en los miedos que nos<br />

paralizan y en los <strong>de</strong>seos que nos empujan.<br />

Nuestras páginas están abiertas.


Rector<br />

Ricardo García Duarte<br />

Vicerrector<br />

Carlos Javier Mosquera Suárez<br />

Secretario General<br />

Ómer Cal<strong>de</strong>rón<br />

Decano Facultad <strong>de</strong> Ciencias y Educación<br />

Manuel Flórez Pérez<br />

Decano Facultad <strong>de</strong> Ingeniería<br />

Alejandro Silva Riaño<br />

Decano Facultad <strong>de</strong> Recursos Naturales<br />

y Medio Ambiente<br />

Germán Ordóñez Pinzón<br />

Decano Facultad Tecnológica<br />

Iván Darío Zuluaga Atehortúa<br />

Director Administrativo<br />

Eladio Rey Gutiérrez<br />

Cra 7 <strong>No</strong>. 40-53 Bogotá, D.C.<br />

Conmutador: (571) 323 9300<br />

www.udistrital.edu.co<br />

Comité editorial<br />

William Ospina, Daniel Pecaut, Eduardo Posada,<br />

Adrián Serna, José Luis Villaveces<br />

Director<br />

Ricardo García Duarte<br />

Editor<br />

Fernando Duque<br />

Coordinación administrativa<br />

Merly Guanumen<br />

Corrección <strong>de</strong> estilo<br />

Susana Nivia Gil<br />

Diseño gráfico y diagramación<br />

Formato Comunicación Diseño Ltda.<br />

Impresión<br />

Domardhi Ltda.<br />

Fotografía<br />

Cortesía Olga Lucía Jordán<br />

Portada: Alberto Riaño, escultor<br />

Colaboración<br />

María Cristina Alvarado, Álvaro Carvajal<br />

Correo electrónico<br />

revistaesfera@yahoo.com<br />

La presente publicación es <strong>de</strong> carácter científico<br />

o cultural (Artículo 4, resolución 1508, 3 <strong>de</strong> octubre<br />

<strong>de</strong> 2000 <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Cultura).<br />

5<br />

DOSSIER<br />

La ciudadanía eclipsada<br />

Ricardo García Duarte<br />

Ciudadanía y poscolonialismo<br />

Adrián Serna Dimas<br />

La ciudad entre la acción<br />

y el discurso<br />

Luis Fernando Bravo León<br />

Ciudad, poesía y política<br />

William Ospina<br />

29<br />

INTERNACIONAL<br />

Globalizar la resistencia<br />

Ulrich Oslen<strong>de</strong>r<br />

36<br />

NACIONAL<br />

Refundar la política<br />

Lucía González D.<br />

Carta a los jóvenes<br />

Nathalie Olano D.<br />

Filosofía indígena<br />

Efrén Félix Tarapués Cuaical<br />

46<br />

FILOSOFÍA<br />

Muere un gran<strong>de</strong><br />

Roger-Pol-Droit<br />

Mítica polifonía <strong>de</strong>l ser y <strong>de</strong>l pensar<br />

Carlos Eduardo Satizábal


62<br />

CIENCIA Y SOCIEDAD<br />

Concepciones oriental y occi<strong>de</strong>ntal<br />

<strong>de</strong>l conocimiento y la investigación<br />

Jairo A. Romero Londoño<br />

67<br />

LITERATURA<br />

Escribir es como respirar<br />

Nahum Montt<br />

Sobre el progreso <strong>de</strong>l arte<br />

Julio César Londoño<br />

Lo que dictan los fantasmas<br />

Arturo Guerrero<br />

83<br />

POESÍA<br />

Cuatro poetas colombianos<br />

89<br />

FICCIÓN<br />

Mutación mortal<br />

Orlando Sierra Ordóñez<br />

91<br />

MÚSICA<br />

Diez años <strong>de</strong> felices músicas<br />

Luis Daniel Vega<br />

95<br />

CINE<br />

Jean Cocteau y la poesía <strong>de</strong>l<br />

cinematógrafo<br />

León García J.<br />

99<br />

RESEÑAS<br />

Cine<br />

El nuevo cine japonés<br />

Aguas oscuras<br />

Oscar Adán Díaz<br />

El gris <strong>de</strong>be ser ruso<br />

Tic tac<br />

Claudia Gallego<br />

Libros<br />

Pensamientos <strong>de</strong> guerra<br />

Luis Alejandro Díaz<br />

Todos los hombres son infieles<br />

Edith Sánchez


La ciudadanía<br />

eclipsada<br />

La ciudadanía es el estatus personal que<br />

obra como una segunda piel <strong>de</strong>l individuo,<br />

cuando éste se convierte en titular pleno <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>rechos y cuando establece un vínculo <strong>de</strong><br />

pertenencia con un Estado republicano. Ella<br />

constituye entonces la dimensión política <strong>de</strong>l<br />

ser humano. En éste convive el ser social y el<br />

ser político o, para <strong>de</strong>cirlo con una paráfrasis<br />

marxista, el “ser en sí” y el “ser para sí”; siendo<br />

que el primero está <strong>de</strong>terminado por la<br />

mera existencia social, en la que se traban<br />

múltiples relaciones entre las personas, mientras<br />

que el segundo lo está por una construcción<br />

política en la que aparece la conciencia<br />

que orienta la praxis social, en términos <strong>de</strong>l<br />

interés colectivo y <strong>de</strong> la esfera pública.<br />

Es como si en el mismo ser coexistieran el<br />

hommo oeconomicus y el hommo politicus. En<br />

el primero resi<strong>de</strong>n las condiciones naturales<br />

<strong>de</strong>l individuo, las que se orientan en función<br />

<strong>de</strong> sus intereses; en el segundo toma forma<br />

la participación en la vida pública orientada<br />

por el Estado. El hommo oeconomicus implica<br />

sobre todo una conducta <strong>de</strong> racionalidad in-<br />

dividualista, mientras el hommo politicus<br />

implica una construcción social a partir <strong>de</strong><br />

agregados individuales que sin embargo trascien<strong>de</strong><br />

las racionalida<strong>de</strong>s particulares y se instala<br />

en una esfera comunitaria distinta.<br />

Las dos ciuda<strong>de</strong>s<br />

La existencia <strong>de</strong> este doble estatus en el<br />

sujeto social ha tenido expresión, a lo largo <strong>de</strong>l<br />

pensamiento político, bajo la figura <strong>de</strong> las dos<br />

ciuda<strong>de</strong>s, las cuales siendo lugares <strong>de</strong> distinto<br />

carácter son habitados, no obstante, por los<br />

mismos seres, que <strong>de</strong> ese modo abandonan su<br />

incompletud para adquirir la posibilidad <strong>de</strong> ser<br />

sujetos. Son las mismas dos ciuda<strong>de</strong>s que en<br />

otro contexto <strong>de</strong> análisis están constituidas<br />

respectivamente por la sociedad civil y por el<br />

Estado. Una <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s es la sociedad<br />

natural en la que nace cada individuo, su país<br />

<strong>de</strong> origen o su nación <strong>de</strong> pertenencia. La otra<br />

ciudad es la organización superior que, trascendiendo<br />

a la primera, le da sentido a la existencia<br />

<strong>de</strong> lo público y or<strong>de</strong>n a la multitud <strong>de</strong><br />

acciones individuales o <strong>de</strong> grupos.<br />

1 Rector <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> <strong>Distrital</strong>. Politólogo <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Estudios Políticos <strong>de</strong> París. Abogado, <strong>Universidad</strong> Nacional.<br />

Ricardo García Duarte 1<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


6<br />

revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Para Aristóteles la ciudad segunda, que en<br />

su caso es la única, está constituida por la<br />

polis, en la que el ser humano conquista su<br />

plenitud en una atmósfera <strong>de</strong> libertad y <strong>de</strong><br />

abierta <strong>de</strong>liberación. Por su parte San Agustín,<br />

interesado en proporcionarle una razón<br />

<strong>de</strong> ser a la Iglesia, establecía la separación<br />

entre las dos ciuda<strong>de</strong>s a las que simultáneamente<br />

pertenecía cada persona. La primera<br />

era la ciudad natural a la que se estaba vinculado<br />

por lazos <strong>de</strong> parentesco o por raíces<br />

sociales, y que no era otra que la ciudad <strong>de</strong><br />

los hombres. A la ciudad <strong>de</strong> Dios, que es la<br />

segunda, estaban vinculados sólo los cristianos,<br />

en cuanto tales, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong><br />

su origen natural.<br />

Pues bien, hoy la “ciudad <strong>de</strong> Dios” es la<br />

ciudad <strong>de</strong> la república, ya completamente secularizada;<br />

esto es, la ciudad <strong>de</strong> los ciudadanos,<br />

los cuales se reconocen entre sí ya no<br />

por ser hijos todos <strong>de</strong> Dios sino por serlo <strong>de</strong>l<br />

mismo Estado. La condición <strong>de</strong> hommo<br />

politicus no tiene que ver por ahora con el rol<br />

<strong>de</strong> ser militante <strong>de</strong> un partido u hombre <strong>de</strong><br />

Estado, sino con su acepción general <strong>de</strong> simple<br />

ciudadano.<br />

La condición <strong>de</strong> ciudadano, en tanto invención<br />

histórica, brota bajo la forma <strong>de</strong>l hombre<br />

libre que toma parte en los asuntos <strong>de</strong>l<br />

Estado, mientras que éste surge inicialmente<br />

no tanto como un instrumento <strong>de</strong> dominación<br />

cuanto más bien como comunidad <strong>de</strong><br />

hombres iguales. Es mucho <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Grecia,<br />

ya bajo las circunstancias políticas <strong>de</strong> la<br />

antigua Roma, que aparece un sentido vertical<br />

<strong>de</strong> dominación en la concepción <strong>de</strong>l Estado.<br />

Mientras que en Grecia la comunidad <strong>de</strong><br />

hombres libres se confundía con el propio Estado,<br />

en Roma el Estado se configura como<br />

un aparato <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r separado <strong>de</strong> los ciudadanos<br />

a los que gobernaba; pero sin que dicho<br />

fenómeno evitara el hecho <strong>de</strong> que los romanos<br />

mantuvieran un alto sentido <strong>de</strong> la<br />

participación en política, actividad a la que


se entregaban con pasión, muy en conformidad<br />

con la majestad que le atribuían a los<br />

altos asuntos <strong>de</strong>l Estado.<br />

En la Edad Media europea, el ciudadano y<br />

el hombre político <strong>de</strong>saparecen sustituidos<br />

por el hommo religiosus, perteneciente al<br />

mundo sacro. Dicho <strong>de</strong> otro modo, el senador<br />

y el ciudadano fueron reemplazados por<br />

el obispo y el feligrés.<br />

La edad mo<strong>de</strong>rna llega no sólo con la invención<br />

cultural <strong>de</strong>l individuo, sino con la reinvención<br />

política <strong>de</strong>l ciudadano. Por cierto,<br />

la nueva calidad <strong>de</strong> ciudadano viene envuelta<br />

en los imaginarios propios <strong>de</strong> la Grecia<br />

antigua y <strong>de</strong> la Roma clásica. Los ciudadanos<br />

son los hijos <strong>de</strong> la razón y <strong>de</strong> la libertad, mientras<br />

que estas dos arriban transfiguradas con<br />

los ropajes <strong>de</strong> la Antigüedad. Con la nueva<br />

racionalidad el individuo y el ciudadano nacen<br />

como los componentes <strong>de</strong> esa unidad que<br />

es el sujeto mo<strong>de</strong>rno. El estatus <strong>de</strong> ciudadano<br />

ya no está como en el pasado clásico ligado<br />

al hecho social <strong>de</strong> ser miembro <strong>de</strong> una “comunidad”,<br />

<strong>de</strong> una “ciudad” o <strong>de</strong> una “Iglesia”,<br />

sino a la condición <strong>de</strong> ser el individuo que<br />

existe por sí mismo; sin la adscripción ya a<br />

una entidad orgánica o familiar <strong>de</strong> la cual<br />

<strong>de</strong>pendía; en a<strong>de</strong>lante adscrito sólo estará a<br />

un ente nuevo e impersonal que es el Estado.<br />

Al ser primero individuo que se <strong>de</strong>sliga <strong>de</strong><br />

sus adscripciones tradicionales pue<strong>de</strong> transformarse<br />

el ciudadano; y ya convertido en tal,<br />

se revincula a una comunidad superior que<br />

es el Estado. Es por alcanzar previamente la<br />

condición <strong>de</strong> individuo que el sujeto social<br />

pue<strong>de</strong> apropiarse la calidad <strong>de</strong> ciudadano;<br />

pero también por ser individuo es que el ciudadano<br />

se <strong>de</strong>svía por el camino incierto <strong>de</strong> su<br />

<strong>de</strong>sdibujamiento como ciudadano activo.<br />

La individualidad y la ciudadanía son las<br />

dos dimensiones -social la una, política la<br />

otra- que conforman el sujeto mo<strong>de</strong>rno. Am-<br />

Para Aristóteles la ciudad segunda,<br />

que en su caso es la única,<br />

está constituida por la polis,<br />

en la que el ser humano conquista<br />

su plenitud en una atmósfera<br />

<strong>de</strong> libertad y <strong>de</strong> abierta<br />

<strong>de</strong>liberación.<br />

bas se ensamblan <strong>de</strong> modo inseparable; sólo<br />

que también <strong>de</strong>sarrollan una tensión interna,<br />

la <strong>de</strong> dos polos con magnetismos que se<br />

atraen repeliéndose al mismo tiempo. La tensión<br />

entre la individualidad social y la ciudadanía<br />

política constituye uno <strong>de</strong> los signos <strong>de</strong><br />

la mo<strong>de</strong>rnidad y, en forma particular, <strong>de</strong> los<br />

tiempos contemporáneos. Es una tensión con<br />

<strong>de</strong>splazamientos favorables a una u otra dimensión,<br />

según el lugar que ocupe cada una<br />

<strong>de</strong> ellas en la construcción <strong>de</strong> la personalidad<br />

propia <strong>de</strong>l sujeto mo<strong>de</strong>rno.<br />

En el comienzo <strong>de</strong> los tiempos contemporáneos,<br />

la condición <strong>de</strong> ciudadano aparece<br />

como el factor dominante en la constitución<br />

<strong>de</strong>l sujeto. Así lo fue en las representaciones<br />

ético-sociales y, sobre todo, en los imaginarios<br />

políticos. Realzar la calidad <strong>de</strong> ciudadano,<br />

como atributo <strong>de</strong>l hombre contemporáneo,<br />

contribuía en esos momentos iniciales a<br />

configurar una esfera pública y a consolidar<br />

la soberanía <strong>de</strong>l Estado, <strong>de</strong>jando en entredicho<br />

las obediencias ancestrales y <strong>de</strong>sintegrando<br />

las lealta<strong>de</strong>s tradicionales. Estos orígenes<br />

fundacionales han dado lugar no a una línea<br />

única <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo en esta tensión, sino a<br />

dos líneas básicas. La primera es la que acentúa<br />

el predominio <strong>de</strong> lo ciudadano sobre lo<br />

individual; la opuesta es la que acentúa lo<br />

individual sobre lo ciudadano. Estas dos líneas<br />

han conducido, incluso, a <strong>de</strong>sarrollos<br />

extremos, quizá viciosos; los mismos que han<br />

caracterizado los gran<strong>de</strong>s dilemas en la con-<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

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8<br />

revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

formación <strong>de</strong> lo social y <strong>de</strong> lo político en el<br />

siglo XX.<br />

El sobredimensionamiento <strong>de</strong> lo ciudadano<br />

ha estado vinculado con los proyectos totalitarios<br />

<strong>de</strong> Estado, en los que la i<strong>de</strong>ología<br />

política <strong>de</strong> carácter movilizador eclipsaba tanto<br />

la individualidad económica como la i<strong>de</strong>ntidad<br />

cultural <strong>de</strong>l sujeto social. El sobredimensionamiento<br />

<strong>de</strong> lo individual ha estado<br />

vinculado, por el contrario, al neoliberalismo<br />

y a los proyectos <strong>de</strong>l Estado mínimo en los<br />

que la i<strong>de</strong>ntidad política <strong>de</strong>l individuo se disuelve<br />

en la lógica <strong>de</strong> un mercado, dominado<br />

por el capital. Entre estas dos líneas divergentes<br />

se ha movido la cambiante constitución<br />

<strong>de</strong>l estatus <strong>de</strong>l ciudadano en el sujeto<br />

contemporáneo.<br />

El <strong>de</strong>stino incierto<br />

<strong>de</strong> la ciudadanía política<br />

En materia <strong>de</strong> construcción ciudadana, la<br />

sociedad contemporánea ha vivido una paradoja.<br />

Ha difundido a la ciudadanía pero la ha<br />

hecho más opaca. Con el imperio <strong>de</strong>l Estado<br />

republicano, más individuos se convirtieron en<br />

ciudadanos. Con la puesta en práctica <strong>de</strong> los<br />

mecanismos <strong>de</strong>mocráticos, los nacionales <strong>de</strong><br />

un país podían convertirse en ciudadanos,<br />

hasta en los confines más remotos <strong>de</strong>l país.<br />

Pero con el triunfo <strong>de</strong> la ciudadanía, también<br />

sobrevino su <strong>de</strong>svaimiento. Ciudadano es<br />

quien es titular integral <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos, pero<br />

también quien participa en los asuntos públicos.<br />

Es <strong>de</strong>cir, es aquel que perteneciendo al<br />

universo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos existentes toma también<br />

parte en las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l Estado. En tal<br />

sentido, hay una doble comunidad <strong>de</strong> los titulares<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos. Un doble universo <strong>de</strong> ciudadanos,<br />

si se quiere. La primera comunidad,<br />

amplia, es la <strong>de</strong> aquellos que simplemente tienen<br />

unos <strong>de</strong>rechos, y <strong>de</strong> allí <strong>de</strong>rivan un nexo<br />

<strong>de</strong> pertenencia con el Estado que los garanti-<br />

La tensión entre la individualidad<br />

social y la ciudadanía política<br />

constituye uno <strong>de</strong> los signos <strong>de</strong> la<br />

mo<strong>de</strong>rnidad y, en forma particular,<br />

<strong>de</strong> los tiempos contemporáneos.<br />

za formalmente. La segunda comunidad, menos<br />

amplia, es la <strong>de</strong> aquellos individuos que<br />

toman parte en las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l Estado y, <strong>de</strong><br />

hecho, en la diaria reproducción <strong>de</strong> éste. Conforman,<br />

en realidad, dos círculos concéntricos,<br />

<strong>de</strong> los cuales el círculo interior es mucho más<br />

intenso que el primero.<br />

El efecto que ha tenido el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la<br />

vida pública en la sociedad contemporánea<br />

es el <strong>de</strong> que ampliándose el círculo periférico<br />

<strong>de</strong> quienes tienen <strong>de</strong>rechos, simultáneamente<br />

se ha reducido el núcleo <strong>de</strong> quienes participan<br />

activamente en el <strong>de</strong>senvolvimiento <strong>de</strong><br />

los asuntos <strong>de</strong>l Estado. Los individuos se acercan<br />

más al goce <strong>de</strong> ciertas garantías civiles y<br />

sociales, pero son alejados, al mismo tiempo,<br />

<strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. Ganan en individualidad,<br />

pero también en atomización. Ganan en<br />

una existencia social que sin embargo los<br />

enajena <strong>de</strong> la construcción real <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r; y<br />

todo porque el po<strong>de</strong>r mismo es sometido cada<br />

vez más a procesos <strong>de</strong> reproducción política,<br />

provenientes <strong>de</strong> la reproducción capitalista.<br />

Esta última envuelve a más zonas <strong>de</strong> la sociedad<br />

pero fractura, al mismo tiempo, a los<br />

individuos, convirtiéndolos en piezas <strong>de</strong> un<br />

mecanismo superior, al que no controlan y ni<br />

siquiera ven; no porque no exista, sino porque<br />

los trascien<strong>de</strong>, convirtiéndolos en agentes<br />

inconscientes que <strong>de</strong> ese modo sólo hacen<br />

conciencia <strong>de</strong>l estrecho límite en que se<br />

<strong>de</strong>senvuelven como piezas; razón por la cual<br />

cada individuo encuentra natural los mecanismos<br />

<strong>de</strong> reproducción capitalista, cuando<br />

éstos apenas son históricos; y cree controlar


su horizonte, cuando es controlado por un<br />

mecanismo que lo supera.<br />

En esas condiciones, el individuo contemporáneo<br />

es atrapado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una especie<br />

<strong>de</strong> tecnocratización <strong>de</strong> la vida social, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

cuyos engranajes le resulta difícil remontarse<br />

hasta el control sobre el conjunto social,<br />

control que <strong>de</strong>biera ser proporcionado por su<br />

participación en la esfera <strong>de</strong> la vida pública.<br />

Es cierto, como lo recuerda Polanyi, que el<br />

mercado contribuyó po<strong>de</strong>rosamente a la constitución<br />

<strong>de</strong>l individuo. Es cierto, como lo señala<br />

por otra parte R. Bendix, que la estruc-<br />

tura <strong>de</strong> administración mo<strong>de</strong>rna ayudó mucho<br />

a la formación <strong>de</strong> nación y ciudadanía.<br />

También es cierto, como lo dijo Marx, que el<br />

capital llevaba a un nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo formidable<br />

las fuerzas productivas, base para un<br />

mayor control <strong>de</strong> los hombres sobre la vida y<br />

sobre la naturaleza. Pero también es cierto<br />

que capital, mercado y administración se ensamblan<br />

para imponer una lógica técnica y<br />

burocrática que integra a los individuos a la<br />

vez que los instrumentaliza; que les permite<br />

ser sujetos a la vez que los objetualiza. Esta<br />

especie <strong>de</strong> subjetivación <strong>de</strong>subjetivadora consume<br />

las posibilida<strong>de</strong>s para la emergencia <strong>de</strong><br />

sujetos libres e integrales. Erosiona así la formación<br />

<strong>de</strong>l espacio político en la sociedad, al<br />

mismo tiempo que instrumentaliza al Estado<br />

y a la <strong>de</strong>mocracia. Y finalmente reabsorbe al<br />

ciudadano en las nuevas lógicas <strong>de</strong>l consumidor<br />

y <strong>de</strong>l espectador pasivo.<br />

En otras palabras, el ciudadano se torna<br />

menos ciudadano. Hay cuantitativamente<br />

más ciudadanos pero menos ciudadanía real.<br />

El individualismo gana terreno sobre la dimensión<br />

ciudadana en la formación <strong>de</strong> la subjetividad.<br />

El homo oeconomicus <strong>de</strong>splaza al<br />

homo politicus; pero a<strong>de</strong>más, aun <strong>de</strong>senvolviéndose<br />

en la vida pública, cada vez más<br />

pálida, interviene bajo lógicas mercantiles e<br />

individualistas. La lógica <strong>de</strong>l interés colectivo<br />

se <strong>de</strong>tiene a las puertas <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> las relaciones<br />

interindividuales. Pero el mundo <strong>de</strong><br />

las relaciones políticas sí es capturado por la<br />

lógica <strong>de</strong>l mercado. El ciudadano no gobierna<br />

el interés individual, pero este último sí le<br />

impone su lógica al sujeto político.<br />

Los avances expansivos que en el espacio<br />

social experimentan los intereses utilitaristas<br />

hacen que las relaciones sociales sean más<br />

relaciones funcionales entre individuos y no<br />

entre ciudadanos, y que las relaciones <strong>de</strong>l<br />

universo político sean sobre todo relaciones<br />

mercantiles y no republicanas; que sean re-<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

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10<br />

revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

El individuo contemporáneo<br />

es atrapado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una especie<br />

<strong>de</strong> tecnocratización <strong>de</strong> la vida social,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> cuyos engranajes le resulta<br />

difícil remontarse hasta el control<br />

sobre el conjunto social, control<br />

que <strong>de</strong>biera ser proporcionado<br />

por su participación en la esfera<br />

<strong>de</strong> la vida pública.<br />

laciones guiadas por la oferta y la <strong>de</strong>manda,<br />

en vez <strong>de</strong> por el interés público. Antes fue el<br />

obispo el que reemplazó al senador, ahora lo<br />

reemplaza el empresario. Si el hombre político<br />

se convierte en empresario, el ciudadano<br />

<strong>de</strong>viene en un simple consumidor. En consecuencia<br />

los partidos, agentes colectivos que<br />

le dan vida al mundo político, se <strong>de</strong>baten entre<br />

la opción <strong>de</strong> conformar un proyecto i<strong>de</strong>ológico<br />

<strong>de</strong> interés superior y la <strong>de</strong> no ser más<br />

que simples agregados <strong>de</strong>l empresario político,<br />

en función <strong>de</strong> movilizar instrumentalmente<br />

la adhesión <strong>de</strong>l ciudadano-cliente.<br />

Así, toma su curso indoloro la <strong>de</strong>scomposición<br />

<strong>de</strong>l ciudadano activo. Como si fuera sumergiéndose<br />

en un inconmensurable pantano,<br />

claro y engañoso. El ciudadano activo es el<br />

súmmum <strong>de</strong>l republicanismo <strong>de</strong>mocrático y<br />

radical; el mismo que obra como sujeto i<strong>de</strong>al<br />

en la constitución <strong>de</strong> la comunidad política.<br />

Consiguió, como imaginario histórico, sus momentos<br />

culminantes <strong>de</strong> existencia social en la<br />

Grecia clásica, hace 2 500 años; luego, en la<br />

Roma republicana; y <strong>de</strong>spués, durante las revoluciones<br />

mo<strong>de</strong>rnas, particularmente, la<br />

francesa y la norteamericana, bajo cuyo influjo<br />

i<strong>de</strong>alizado se mo<strong>de</strong>laron los nacientes y precarios<br />

universos políticos <strong>de</strong> las naciones latinoamericanas,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

El ciudadano activo representa la dimensión<br />

con la que se corona el proceso interno<br />

<strong>de</strong> formación en el sujeto político, un proceso<br />

que se caracteriza por la mayor concentración<br />

<strong>de</strong>l interés colectivo en el interés <strong>de</strong> su<br />

personalidad, y por la mayor intensidad en<br />

su compromiso con la esfera <strong>de</strong> los asuntos<br />

públicos. Su imaginario ético está volcado hacia<br />

el interés público, lo que se traduce en un<br />

<strong>de</strong>sprendimiento personal muy gran<strong>de</strong> frente<br />

a intereses particularistas, a po<strong>de</strong>res mezquinos<br />

y a lógicas corporativas. Hay en él intensidad<br />

en el compromiso público, pero también<br />

generosidad en su entrega. Con la<br />

tecnocratización <strong>de</strong> la vida social, el ciudadano<br />

normal pier<strong>de</strong> intensidad en su compromiso,<br />

mientras que el ciudadano activo, aquel<br />

que caracteriza al hombre político, aunque<br />

no <strong>de</strong>bilite su intensidad sí olvida su generosidad.<br />

El <strong>de</strong>sprendimiento a favor <strong>de</strong>l interés<br />

público lo sustituye por la acuciosidad en favor<br />

<strong>de</strong>l interés <strong>de</strong> empresa.<br />

El interés individual, es cierto, nunca fue<br />

<strong>de</strong>l todo ajeno al hombre político o al ciudadano<br />

activo, pero como imaginario ético y<br />

político estaba gobernado por el interés superior<br />

<strong>de</strong> la entrega a la colectividad y al Estado<br />

que la representaba. Era apenas el soporte<br />

indispensable, la condición necesaria y<br />

externa para que tomara apoyo la realización<br />

<strong>de</strong>l componente principal <strong>de</strong>l sujeto político,<br />

como era precisamente la calidad <strong>de</strong> ciudadanía<br />

activa; que es la calidad que hay que<br />

recuperar, refrendándola, haciéndola parte <strong>de</strong><br />

un nuevo imaginario ético y político simbolizable<br />

en términos positivos. Pero también<br />

apoyándola con transformaciones estructurales,<br />

encaminadas en el sentido <strong>de</strong> una mayor<br />

equidad social y en la profundización <strong>de</strong><br />

procesos asociacionistas, que se encaminan<br />

en la dirección <strong>de</strong> un comunitarismo republicano<br />

y progresista, nada conservadurista, que<br />

al mismo tiempo dé lugar a una perspectiva<br />

globalizante en términos <strong>de</strong> resistencia y <strong>de</strong><br />

emancipación.


ciudadanía<br />

y poscolonialismo ´<br />

Adrián Serna Dimas 1


12<br />

revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Vacilo al usar la palabra libertad porque es, precisamente, en nombre <strong>de</strong> la<br />

libertad que se cometen los crímenes contra la humanidad. Esta situación<br />

no es nueva en la historia: la miseria y la explotación han sido productos <strong>de</strong><br />

la libertad económica; una y otra vez los pueblos han sido liberados en<br />

todo el mundo y esta nueva libertad se ha convertido en sumisión no a la<br />

voluntad <strong>de</strong> la ley sino a la voluntad <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> los otros.<br />

Los conflictos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia y la ciudadanía<br />

en los países antiguamente colonizados<br />

son parte relevante <strong>de</strong>l <strong>de</strong>nominado pensamiento<br />

poscolonial. Los procesos <strong>de</strong> emancipación<br />

colonial permitieron la construcción<br />

<strong>de</strong> un pensamiento anticolonial que, cuestionando<br />

la naturaleza <strong>de</strong> la dominación colonialista<br />

y su relación directa con el <strong>de</strong>sarrollo<br />

<strong>de</strong>l capitalismo, se aproximó al socialismo<br />

consi<strong>de</strong>rándolo como la salida política para<br />

los nacientes Estados. <strong>No</strong> obstante, la crisis<br />

<strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo socialista, la arremetida <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo<br />

liberal y los <strong>de</strong>sajustes estructurales que<br />

afectaron la vida in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> estos nuevos<br />

Estados, condujeron a que diferentes posiciones<br />

académicas e intelectuales reclamaran<br />

una mirada más atenta a los efectos<br />

dura<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l colonialismo, consi<strong>de</strong>rados factores<br />

<strong>de</strong>terminantes en las condiciones traumáticas<br />

con las cuales las antiguas colonias<br />

ingresaron a la mo<strong>de</strong>rnidad.<br />

En este sentido, el pensamiento poscolonial<br />

se compromete con una serie <strong>de</strong> críticas<br />

a las construcciones históricas <strong>de</strong>l colonialismo,<br />

a las formas como éstas impusieron<br />

unas representaciones eficientes para <strong>de</strong>finir<br />

la existencia <strong>de</strong> los dominados y a la perdurabilidad<br />

<strong>de</strong> este régimen <strong>de</strong> construcciones<br />

Marcuse<br />

y representaciones en las socieda<strong>de</strong>s antiguamente<br />

colonizadas. Más allá, el pensamiento<br />

poscolonial no sólo interroga los efectos <strong>de</strong><br />

este régimen que se remonta a unos tiempos<br />

pretéritos sino, igualmente, la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

un régimen si se quiere más reciente que, elaborado<br />

en el mundo occi<strong>de</strong>ntal mo<strong>de</strong>rno, impone<br />

también sus propias construcciones y<br />

representaciones. De este modo, el poscolonialismo<br />

consi<strong>de</strong>ra que este doble régimen ha<br />

afectado <strong>de</strong> manera <strong>de</strong>terminante los procesos<br />

<strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong> diferentes naciones<br />

africanas, asiáticas y latinoamericanas.<br />

Obviamente, no faltan las críticas contra<br />

el pensamiento poscolonial, que incluyen su<br />

<strong>de</strong>sarrollo en el seno <strong>de</strong> las aca<strong>de</strong>mias <strong>de</strong> los<br />

propios países que dominaron los circuitos<br />

coloniales y su proximidad con ciertas modas<br />

propias <strong>de</strong> la reflexión posmo<strong>de</strong>rna. Des<strong>de</strong><br />

nuestro contexto, algunas posiciones consi<strong>de</strong>ran<br />

que el poscolonialismo resulta más<br />

pertinente para las áreas geopolíticas inscritas<br />

en las esferas <strong>de</strong>l colonialismo inglés, francés<br />

y estadouni<strong>de</strong>nse, abogando para América<br />

Latina por la adopción <strong>de</strong> un pensamiento<br />

posocci<strong>de</strong>ntalista. El presente artículo no preten<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sentrañar los cauces epistemológicos<br />

y políticos que condujeron a la afirma-<br />

1 Docente-investigador <strong>de</strong> la Maestría en Investigación Social Interdisciplinaria, <strong>Universidad</strong> <strong>Distrital</strong> <strong>Francisco</strong> José <strong>de</strong> <strong>Caldas</strong>.


ción <strong>de</strong> un pensamiento poscolonial ni las<br />

respuestas críticas al mismo. Simplemente<br />

preten<strong>de</strong> recuperar algunos <strong>de</strong> los análisis que<br />

han entrometido la cuestión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia<br />

y la ciudadanía en medio <strong>de</strong> las críticas al<br />

colonialismo.<br />

Política y colonialismo<br />

La crítica hacia los efectos <strong>de</strong>l colonialismo<br />

en los sistemas políticos no occi<strong>de</strong>ntales se ha<br />

movido en dos direcciones. Por un lado, dilucidando<br />

las estructuras culturales nativas que<br />

dieron forma a estos sistemas y el impacto que<br />

aquéllas tuvieron en las políticas agenciadas<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las antiguas metrópolis; esta tarea hizo<br />

parte sustantiva <strong>de</strong>l pensamiento anticolonial.<br />

Por otro lado, esta crítica ha interrogado los<br />

discursos colonialistas, <strong>de</strong>sarrollistas y mo<strong>de</strong>rnizadores<br />

que históricamente negaron con<br />

toda suerte <strong>de</strong> representaciones la capacidad<br />

<strong>de</strong> auto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> los pueblos sometidos<br />

y rechazaron la posibilidad <strong>de</strong> unos sistemas<br />

políticos civilizados en naciones que fueron<br />

consi<strong>de</strong>radas salvajes o bárbaras por<br />

naturaleza. Estos dos temas <strong>de</strong> la crítica contracolonial<br />

han resultado relevantes para asumir<br />

los conflictos que se han <strong>de</strong>satado en diferentes<br />

latitu<strong>de</strong>s con la imposición <strong>de</strong> unos<br />

sistemas políticos mo<strong>de</strong>rnos.<br />

Se pue<strong>de</strong>n distinguir tres ten<strong>de</strong>ncias para<br />

explicar los conflictos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia y la<br />

ciudadanía en los países antiguamente colonizados,<br />

no necesariamente excluyentes entre<br />

sí. La primera señala que estos conflictos<br />

son el resultado <strong>de</strong> la <strong>de</strong>bilidad o <strong>de</strong> la inexistencia<br />

<strong>de</strong> unos auténticos estados nacionales,<br />

provocados por el or<strong>de</strong>namiento forzado<br />

y arbitrario que impusieron los regímenes coloniales.<br />

La segunda ten<strong>de</strong>ncia señala que<br />

estos conflictos se originan en unas mo<strong>de</strong>rni-<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

13


14<br />

revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

zaciones precarias o insolventes en lo político,<br />

lo económico y lo social, <strong>de</strong>bidas a las condiciones<br />

<strong>de</strong> atraso y <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia que marcaron<br />

la inserción <strong>de</strong> los países colonizados al<br />

sistema económico mundial luego <strong>de</strong> su<br />

emancipación. La tercera señala que estos<br />

conflictos proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la permanencia <strong>de</strong> las<br />

tensiones propias <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s tradicionales,<br />

reforzadas por la fragilidad <strong>de</strong>l estado<br />

nacional y <strong>de</strong> los procesos mo<strong>de</strong>rnizadores.<br />

De este modo, el reparto colonial <strong>de</strong>finió<br />

unos mapas para los nuevos estados que, en<br />

algunos casos, pusieron en coexistencia a<br />

grupos diferenciados por criterios étnicos, religiosos<br />

o culturales, sin que ninguno <strong>de</strong> estos<br />

criterios fuese necesariamente compartido por<br />

todos estos grupos. La insuficiencia <strong>de</strong> los<br />

procesos mo<strong>de</strong>rnizadores condujo a que es-<br />

tos grupos entraran en confrontación por la<br />

apropiación <strong>de</strong>l Estado, convirtiéndolo en instrumento<br />

<strong>de</strong> coacción <strong>de</strong> unas mayorías sobre<br />

unas minorías o viceversa. Consecuentemente,<br />

la imposición <strong>de</strong> unos sistemas<br />

políticos mo<strong>de</strong>rnos en estas circunstancias favoreció<br />

la preservación y la exacerbación <strong>de</strong><br />

unas i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s tradicionales. Este cúmulo<br />

<strong>de</strong> factores, que está en las bases <strong>de</strong> diferentes<br />

guerras nacionales en regiones como el<br />

África, hace parte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>bates en torno a<br />

las <strong>de</strong>nominadas ciudadanías poscoloniales.<br />

La cuestión ciudadana<br />

y el poscolonialismo<br />

Los análisis <strong>de</strong> la cuestión ciudadana <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

la tradición <strong>de</strong>mocrática occi<strong>de</strong>ntal han<br />

hecho énfasis en las formas <strong>de</strong> constitución


<strong>de</strong> un sujeto que históricamente ha ampliado<br />

su marco <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres: civiles, políticos,<br />

sociales, económicos y culturales. Los<br />

análisis han señalado cómo la ampliación <strong>de</strong><br />

este marco <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres ha respondido<br />

a los <strong>de</strong>safíos que han impuesto la consolidación<br />

<strong>de</strong> unos estados mo<strong>de</strong>rnos, la<br />

irrupción <strong>de</strong> una estructura <strong>de</strong> clases y, más<br />

recientemente, las reivindicaciones crecientes<br />

en torno a la diversidad étnica, <strong>de</strong> género,<br />

ambiental, etc. Conducida sobre el marco <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>rechos y los <strong>de</strong>beres, la cuestión ciudadana<br />

ha sido remitida preferentemente a la<br />

disquisición sobre el sujeto político encargado<br />

<strong>de</strong> ejercerlo, don<strong>de</strong> han tomado forma las<br />

discusiones en torno a liberalismo, comunitarismo<br />

y republicanismo.<br />

Estos abordajes <strong>de</strong> la cuestión ciudadana<br />

requieren, para el caso <strong>de</strong> los países antiguamente<br />

colonizados o <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnizaciones<br />

periféricas, una indagación previa <strong>de</strong> los procesos<br />

históricos que han impedido la constitución<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, cuya existencia es<br />

indispensable para el ejercicio <strong>de</strong> este marco<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres. En este sentido, la<br />

cuestión ciudadana en estos países entromete<br />

los problemas asociados al carácter irresuelto<br />

<strong>de</strong> las nacionalida<strong>de</strong>s, a la preexistencia<br />

<strong>de</strong>l Estado a la nación, a la irrupción <strong>de</strong> una<br />

estructura <strong>de</strong> clases sociales con fuertes barreras<br />

y profundas inequida<strong>de</strong>s y a las condiciones<br />

críticas que han acompañado la vindicación<br />

<strong>de</strong> la diversidad. Los procesos<br />

históricos que han dado forma a este panorama<br />

han conducido a la negación <strong>de</strong> diferentes<br />

i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s, a la imposición <strong>de</strong> unas i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s<br />

sobre otras y a la imposibilidad <strong>de</strong><br />

que el ciudadano irrumpa como sujeto político<br />

universal.<br />

Los procesos históricos<br />

han conducido a la negación<br />

<strong>de</strong> diferentes i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s,<br />

a la imposición <strong>de</strong> unas<br />

i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s sobre otras<br />

y a la imposibilidad <strong>de</strong><br />

que el ciudadano irrumpa<br />

como sujeto político universal.<br />

En este sentido, la cuestión ciudadana<br />

compromete algunos <strong>de</strong> los temas discutidos<br />

por el pensamiento poscolonial. Estos temas<br />

no son extraños al momento <strong>de</strong> indagar la<br />

construcción <strong>de</strong> la ciudadanía en Colombia:<br />

las limitaciones <strong>de</strong> la ciudadanía en el país<br />

pue<strong>de</strong>n ser remitidas en sus orígenes a la<br />

continuidad y la consistencia que mantuvieron<br />

las i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s coloniales décadas <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> nuestros procesos <strong>de</strong> emancipación,<br />

a las formas como éstas fueron actualizadas<br />

en la estructura <strong>de</strong> clases mo<strong>de</strong>rna que apareció<br />

entre las últimas décadas <strong>de</strong>l siglo XIX<br />

y las primeras <strong>de</strong>l XX, y a la perseverancia <strong>de</strong><br />

ciertos lenguajes coloniales en la organización<br />

<strong>de</strong>l escenario público nacional hasta el presente.<br />

Si se quiere, el conflicto <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s<br />

insuperado por una i<strong>de</strong>ntidad ciudadana<br />

universal y elaborada participa <strong>de</strong>l curso estructural<br />

<strong>de</strong> las violencias históricas y cotidianas<br />

que ha mantenido la sociedad colombiana<br />

hasta nuestros días.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

15


La ciudad:<br />

entre la acción ´<br />

Ocurre con las ciuda<strong>de</strong>s lo mismo<br />

que con los sueños: todo lo imaginable<br />

pue<strong>de</strong> ser soñado, pero el<br />

sueño más inesperado es un acertijo<br />

que escon<strong>de</strong> un <strong>de</strong>seo, o bien<br />

su inversa, un temor. Las ciuda<strong>de</strong>s,<br />

como los sueños, están construidas<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>seos y temores, aunque<br />

el hilo <strong>de</strong> su discurrir sea secreto,<br />

sus normas absurdas, sus perspectivas<br />

engañosas, y cada cosa<br />

esconda otra.<br />

Italo Calvino<br />

1 Filósofo, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> San Buenaventura. Lingüística y Literatura, <strong>Universidad</strong><br />

<strong>Distrital</strong>. Magíster en Investigación Social Interdisciplinaria. Docente,<br />

<strong>Universidad</strong> Santo Tomás.<br />

y el discurso<br />

Luis Fernando Bravo León 1<br />

La ciudad contexto, la ciudad como tema,<br />

trama simbólica <strong>de</strong>l espacio y la memoria, nos<br />

urge una reflexión que distinga las posibilida<strong>de</strong>s<br />

conceptuales que haga inteligible un<br />

proyecto <strong>de</strong> indagación e investigación don<strong>de</strong><br />

sea posible la vida en toda su complejidad.<br />

Por ello, iniciar estas disquisiciones con un<br />

texto provisional es la manera <strong>de</strong> asumir las<br />

contradicciones personales pero también las<br />

colectivas <strong>de</strong> una reflexión que piensa y actúa<br />

en virtud <strong>de</strong> apostarle a la vida ciudadana<br />

ecológicamente asumida. Es <strong>de</strong>cir, se requiere<br />

hacer explícita la precaria visión <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

don<strong>de</strong> los horizontes temáticos puedan ser<br />

enfrentados. En este caso, pensamos la ciudad<br />

en las coor<strong>de</strong>nadas que anuncia este pretencioso<br />

título.<br />

Establecer las relaciones entre la ciudad y<br />

estos aspectos implica repensar las articulaciones<br />

simbólicas <strong>de</strong> la acción y el discurso.<br />

Así, lo político <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser visto como un problema<br />

<strong>de</strong>l uso legítimo <strong>de</strong> la fuerza para <strong>de</strong>rivarse<br />

al plano cultural; <strong>de</strong> esta visión se pue<strong>de</strong><br />

concluir la necesidad <strong>de</strong> reconstruir los<br />

espacios <strong>de</strong> interacción que permitan reconocer<br />

el po<strong>de</strong>r como constitución <strong>de</strong> los sujetos<br />

como actores sociales capaces <strong>de</strong> acción<br />

y discurso.


René Magritte, La caída<br />

Por ello, abordar la interrelación <strong>de</strong> la cultura,<br />

la acción y el discurso implica discutir<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ámbito <strong>de</strong> la razón práctica cómo se<br />

constituyen entramados <strong>de</strong> relaciones sociales<br />

que se manifiestan simbólicamente. Así, la<br />

intención <strong>de</strong> este ensayo es orientar la reflexión<br />

a la raigambre antropológica <strong>de</strong> lo político.<br />

La ciudad y la política<br />

Pensar en términos <strong>de</strong> ciudad nos lleva a<br />

poner en discusión el problema <strong>de</strong> lo urbano<br />

y su intrínseca manera <strong>de</strong> configuración instituyente<br />

e institucional. En la polis griega el<br />

ser ciudadano está asociado a la posibilidad<br />

<strong>de</strong> acción y <strong>de</strong> discurso, es <strong>de</strong>cir, a ser público,<br />

a superar la frágil situación individual; en<br />

palabras <strong>de</strong> Hannah Arendt “la polis fue para<br />

los griegos, al igual que la res publica para<br />

los romanos, su garantía contra la futilidad<br />

<strong>de</strong> la vida individual, el espacio protegido contra<br />

esta futilidad y reservado para la relativa<br />

permanencia, si no inmortalidad, <strong>de</strong> los mortales”.<br />

El ámbito <strong>de</strong> los hombres libres es la<br />

plaza don<strong>de</strong> se discuten los asuntos <strong>de</strong> la ciudad.<br />

Es el contexto <strong>de</strong> reconocimiento <strong>de</strong> la<br />

areté, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> la vida virtuosa y gloriosa.<br />

La inmortalidad es memoria que se trasmite<br />

<strong>de</strong> generación en generación. <strong>No</strong> importa una<br />

vida corta si se muere con gloria (Aquiles). El<br />

i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> la polis supone la vida en común. La<br />

antigüedad clásica se constituye bajo el i<strong>de</strong>al<br />

<strong>de</strong> la vida política, <strong>de</strong> allí su discusión antropológica<br />

ya sea en or<strong>de</strong>n al estado o en or<strong>de</strong>n<br />

al principio organizador <strong>de</strong> los seres o arjé.<br />

De esta manera, pensar lo público es pensar<br />

la polis o ciudad.<br />

En el occi<strong>de</strong>nte europeo, la <strong>de</strong>bacle <strong>de</strong><br />

Roma y las invasiones <strong>de</strong> los pueblos <strong>de</strong>l norte<br />

generaron un proceso cuyo i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> unidad<br />

será el sacro imperio. Al calor <strong>de</strong> sus luchas<br />

y la necesidad <strong>de</strong> abrir el comercio y<br />

ampliar las formas <strong>de</strong> subsistencia, Occi<strong>de</strong>nte<br />

se forja como civitas en oposición a la barbarie,<br />

y lentamente el territorio se distingue y<br />

emergen las urbes medievales como centros<br />

<strong>de</strong> acopio e intercambio; los muros marcan<br />

su frontera. Así, las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Nuevo Mundo<br />

son la avanzada en la dominación colonial<br />

y se ubican como ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> paso en el proceso<br />

<strong>de</strong> colonización; pero, a su vez son ciuda<strong>de</strong>s<br />

puerto, ciuda<strong>de</strong>s centro <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. Son<br />

los centros urbanos los que ejercen el control<br />

y se representan en su gran monumentalidad<br />

en su forma reticular. Como dice Fabio<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

17


18<br />

revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Zambrano “el urbanismo español en América<br />

es un caso <strong>de</strong> creatividad especial, <strong>de</strong> una<br />

construcción social <strong>de</strong>l espacio don<strong>de</strong> el instrumento<br />

fundamental <strong>de</strong> creación es la ciudad”.<br />

Lo militar y lo urbano se configuran en<br />

el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> conquista y como estrategia clara<br />

<strong>de</strong> dominación realiza el proyecto <strong>de</strong> colonización<br />

español.<br />

Umberto Boccioni, Los ruidos <strong>de</strong> la calle inva<strong>de</strong>n la casa<br />

La ciudad mo<strong>de</strong>rna<br />

es la representación <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al<br />

racionalizador <strong>de</strong> las prácticas<br />

sociales mo<strong>de</strong>rnizantes.<br />

En la época mo<strong>de</strong>rna el eje estructurador<br />

<strong>de</strong> la vida política está en las plazas con sus<br />

estatuas a los padres <strong>de</strong> la Patria y los panteones,<br />

nuevos templos <strong>de</strong> la República. Es el<br />

lugar para el <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>as, es el espacio<br />

para que el individuo aparezca. La imagen <strong>de</strong><br />

un ciudadano capaz <strong>de</strong> ser por la propiedad y<br />

la posibilidad <strong>de</strong> votar. Es el ciudadano que<br />

en la cosmopolita ciudad se erige como ser<br />

libre en un ámbito don<strong>de</strong> las liberta<strong>de</strong>s dan<br />

muestra <strong>de</strong> la ciudad. Es el individuo que<br />

muere en ella en los extramuros <strong>de</strong> la miseria<br />

pero también es el individuo <strong>de</strong> la iniciativa y<br />

el comercio. La ciudad mo<strong>de</strong>rna es la representación<br />

<strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al racionalizador <strong>de</strong> las prácticas<br />

sociales mo<strong>de</strong>rnizantes cuya mayor ex-


presión es París, la Ciudad Luz <strong>de</strong> la belle<br />

époque, realización <strong>de</strong> la civilización. Es la<br />

ciudad <strong>de</strong>l siglo XIX, urbana y masiva, don<strong>de</strong><br />

la industria la recompone en sus conflictos y<br />

promesas (La metamorfosis <strong>de</strong> Kafka). La ciudad<br />

<strong>de</strong> los miserables obreros, cuerpos <strong>de</strong>sgarrados,<br />

exhaustos trágicos héroes rotos en<br />

su posibilidad <strong>de</strong> ser. Se trata <strong>de</strong> la ciudad metrópoli<br />

imbuida <strong>de</strong> progreso, euforia <strong>de</strong> la superación<br />

<strong>de</strong> los límites <strong>de</strong> la naturaleza. Ciudad<br />

que vuelve en su reconstrucción en la<br />

posguerra como afirmación <strong>de</strong>l bienestar y el<br />

<strong>de</strong>sarrollo don<strong>de</strong> el mercado y la política hechos<br />

uso y consumo configuran nuevas dinámicas<br />

y mediaciones urbanas <strong>de</strong> la cultura.<br />

Actualmente, la ciudad se ha <strong>de</strong>splazado<br />

a la circulación <strong>de</strong> la información, en una dinámica<br />

<strong>de</strong> re<strong>de</strong>s locales y globales que cuestionan<br />

profundamente la i<strong>de</strong>a misma <strong>de</strong> Estado-Nación.<br />

Como lo señala Raúl Motta,<br />

“pareciera que los Estados se encuentran<br />

atravesados, por un lado, por un proceso <strong>de</strong><br />

globalización que los disloca hacia macroprocesos<br />

ingobernables <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su escala y, por<br />

otro lado, sufren <strong>de</strong>l alejamiento relativo <strong>de</strong><br />

las comunida<strong>de</strong>s que las conforman, a través<br />

<strong>de</strong>l congelamiento o <strong>de</strong>smaterialización <strong>de</strong> las<br />

mediaciones entre el Estado y la sociedad,<br />

generando las violentas <strong>de</strong>scentralizaciones<br />

en curso y poniendo en evi<strong>de</strong>ncia su incapacidad<br />

para gerenciar los microprocesos sociales”.<br />

Desmaterialización y dislocación <strong>de</strong> los<br />

ejes <strong>de</strong> la representación cuyas fuerzas<br />

or<strong>de</strong>nadoras y caóticas se <strong>de</strong>spliegan en una<br />

dinámica cada vez más amenazante tanto<br />

para los sujetos como para los colectivos en<br />

sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> política real.<br />

Se pue<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> lo urbano en contraposición<br />

con lo rural. Las urbes medievales<br />

se han transformado en las ciuda<strong>de</strong>s mo<strong>de</strong>rnas<br />

y éstas en metrópolis posmo<strong>de</strong>rnas, pero<br />

conservan ese sentido aglutinador como centros<br />

<strong>de</strong> mundos locales en los que giran, a<br />

manera <strong>de</strong> satélites, los pequeños poblados.<br />

A estos gran<strong>de</strong>s conglomerados humanos,<br />

proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l campo, llegan <strong>de</strong>splazados<br />

por causas políticas, sociales y económicas<br />

para hacer sus vidas generando, mezclando<br />

y configurando diversas formas vitales en un<br />

proceso híbrido. Así nuestras ciuda<strong>de</strong>s son<br />

un formidable collage <strong>de</strong> dinámicas y mediaciones<br />

que retroactúan en las diversas formas<br />

organizativas en una complejidad emergente<br />

que <strong>de</strong>safían nuestras formas <strong>de</strong><br />

explicar y <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r.<br />

Repensar la ciudad<br />

De la ciudad espacio cargado <strong>de</strong> memoria<br />

y <strong>de</strong>terminado por recovecos, plazas, lugares<br />

antropológicos, puntos <strong>de</strong> referencia don<strong>de</strong><br />

el espacio y el tiempo tienen su sentido, a la<br />

ciudad metrópoli, anónima y <strong>de</strong>scomunal,<br />

media la experiencia <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad en un<br />

proceso don<strong>de</strong> “todo lo sólido se <strong>de</strong>svanece<br />

en el aire”. Así, según Jesús Martín Barbero,<br />

“el caos urbano tendrá entonces su máxima<br />

expresión no en el <strong>de</strong>sconcierto y los miedos<br />

<strong>de</strong> sus habitantes perdidos en la enormidad<br />

<strong>de</strong> las distancias o en la inseguridad creciente,<br />

sino en el atasco vehicular. La verda<strong>de</strong>ra<br />

preocupación <strong>de</strong> los urbanistas ya no será que<br />

los ciudadanos se encuentren sino todo lo<br />

contrario, ¡que circulen! Ello justificará que<br />

se acaben las plazas, se en<strong>de</strong>recen los recovecos<br />

y se amplíen y conecten las avenidas.<br />

Lo que ahí se pierda es todo ganancia <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l flujo”.<br />

Este proceso generará, a juicio <strong>de</strong> Barbero,<br />

“por lo menos tres formas <strong>de</strong> percibir estos<br />

cambios por parte <strong>de</strong> los ciudadanos: la<br />

<strong>de</strong>sespacialización, el <strong>de</strong>scentramiento, la <strong>de</strong>surbanización.<br />

En el primer caso, la ciudad<br />

pier<strong>de</strong> cuerpo-espacio para privilegiar la velocidad-tiempo.<br />

En el segundo, los referentes<br />

<strong>de</strong> centro <strong>de</strong> mundo se <strong>de</strong>splazan o se pier<strong>de</strong>n<br />

en aras <strong>de</strong> la homogeneización para pre-<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

19


20 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

servar la hegemonización. Por último, la <strong>de</strong>surbanización<br />

se refiere a la reducción <strong>de</strong>l espacio<br />

<strong>de</strong> uso <strong>de</strong> la ciudad dando paso al espacio<br />

consumo <strong>de</strong> la ciudad. La virtualización<br />

<strong>de</strong>l espacio y <strong>de</strong>l tiempo afecta profundamente<br />

la manera o los modos como los ciudadanos<br />

se reconocen y actúan públicamente. La<br />

espectacularización <strong>de</strong> la política que pue<strong>de</strong><br />

verse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el lugar <strong>de</strong> la intimidad (la alcoba)<br />

revierte en pensar <strong>de</strong> otra forma la relación<br />

entre lo público y lo privado. Las i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s<br />

se dislocan en un proceso nómada <strong>de</strong><br />

nuevas tribus, que circulan a través <strong>de</strong> la<br />

música y <strong>de</strong>l Internet”.<br />

Nuestras ciuda<strong>de</strong>s son un<br />

formidable collage <strong>de</strong><br />

dinámicas y mediaciones<br />

que retroactúan en las<br />

diversas formas<br />

organizativas<br />

en una complejidad<br />

emergente que <strong>de</strong>safían<br />

nuestras formas <strong>de</strong><br />

explicar y <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r.<br />

En estas nuevas formas, en las que el papel<br />

<strong>de</strong> los ciudadanos se juega en los medios,<br />

los flujos y las re<strong>de</strong>s como nuevos escenarios<br />

<strong>de</strong> comunicación, nos asalta la pregunta por<br />

la razón <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> la nación como mito, imaginario<br />

integrador <strong>de</strong> nuestro ser colectivo.<br />

¿Seguirá siendo el mito movilizador <strong>de</strong> afectos<br />

y acciones? Pregunta que nos impele a<br />

reconocer la necesidad <strong>de</strong> repensar la ciudad<br />

y en ella al ciudadano que se <strong>de</strong>bate entre<br />

dinámicas que lo conflictúan y mediaciones<br />

que lo reconstituyen.<br />

En estas dos perspectivas amplias y por ampliar,<br />

la ciudad como un organismo complejo<br />

se <strong>de</strong>bate en medio <strong>de</strong> las dinámicas <strong>de</strong>l mercado<br />

y <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> conflictividad social<br />

y cultural don<strong>de</strong> emergen los modos <strong>de</strong> representación<br />

contemporáneos, en su largo periplo<br />

<strong>de</strong> los nuevos nómadas informativos y <strong>de</strong><br />

los cuerpos virtualizados que generan a su vez<br />

nuevos modos <strong>de</strong> reconocimiento pero también<br />

otros muy fuertes <strong>de</strong>safíos para ser estudiados,<br />

investigados y, sobre todo, para compren<strong>de</strong>r<br />

singularmente a los sujetos individuales y colectivos<br />

que se enfrentan y confrontan con las<br />

fuerzas globalizantes y resisten en un quijotesco<br />

esfuerzo por no ser anonimizados.


Ciudad<br />

poesía ´<br />

<strong>No</strong> hace mucho tiempo vi una fotografía<br />

aérea <strong>de</strong> Nueva York tomada a tal distancia,<br />

que esa ciudad que suele abrumarnos con<br />

su enormidad y su esplendor parecía una pequeña<br />

mancha en el abrazo <strong>de</strong> agua <strong>de</strong>l<br />

Hudson River y <strong>de</strong>l Atlántico, entre leguas <strong>de</strong><br />

bosques y casi borrada por la bruma matinal.<br />

Una <strong>de</strong> las primeras ilusiones que se<br />

hacen las ciuda<strong>de</strong>s mo<strong>de</strong>rnas es la <strong>de</strong> que<br />

han <strong>de</strong>jado atrás la naturaleza y que existen<br />

y discurren sólo en el ámbito <strong>de</strong> la cultura.<br />

Convertidas hoy en megalópolis, tien<strong>de</strong>n<br />

a borrar la conciencia <strong>de</strong>l entorno natural en<br />

que están situadas, tien<strong>de</strong>n a ser la ciudad<br />

absoluta, en la que todo lo que vemos ha sido<br />

concebido y construido por el ser humano, y<br />

prefigurado para satisfacer una necesidad, o<br />

una esperanza, <strong>de</strong> nuestra especie. Tien<strong>de</strong>n<br />

a serlo, pero el proceso nunca es perfecto, ni<br />

siquiera en esa curiosa invención futurista,<br />

Brasilia, la ciudad que no creció con sus habitantes<br />

sino que fue concebida primero como<br />

una i<strong>de</strong>a, como un diseño, <strong>de</strong>spués interpolada<br />

a la realidad y sólo finalmente poblada<br />

por las gentes.<br />

Aunque no queramos verlo, en las ciuda<strong>de</strong>s<br />

está siempre la naturaleza, y está por to-<br />

das partes: en los árboles que crecen en parques<br />

y jardines, en el viento que empuja las<br />

hojas por las avenidas, en la topografía que<br />

forma barrios planos y barrios en pendiente,<br />

en el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> gravedad, en el sol<br />

que penetra por los ventanales, en la luna<br />

que platea los patios secretos, en los oleajes<br />

cósmicos <strong>de</strong>l día y <strong>de</strong> la noche, en la lluvia<br />

que ciega las calles y que a veces convierte<br />

las mo<strong>de</strong>rnas colocaciones urbanas en trincheras<br />

intemporales, zonas <strong>de</strong> perplejidad e<br />

incluso <strong>de</strong> <strong>de</strong>samparo. Pero sobre todo la naturaleza<br />

está en nosotros mismos, en el modo<br />

como oscilamos entre la disciplina colectiva<br />

<strong>de</strong>l termitero y la soledad <strong>de</strong> la araña que tien<strong>de</strong><br />

su tela, en la sangre que corre por nuestras<br />

arterias y en el torrente <strong>de</strong> las imágenes<br />

que a través <strong>de</strong> las pupilas se incorporan a<br />

nuestros nervios, en el modo como satisfacemos<br />

las necesida<strong>de</strong>s, como rivalizamos, como<br />

amamos, como enfermamos y morimos, como<br />

cuidamos <strong>de</strong>l medio o nos enfrentamos a él.<br />

Y a veces esa naturaleza que la ciudad intentaba<br />

olvidar nos recuerda abrumadoramente<br />

su existencia: las llamas <strong>de</strong>voran algún<br />

barrio, las casas en pendiente se <strong>de</strong>slizan<br />

<strong>de</strong> pronto por el trabajo <strong>de</strong>squiciante <strong>de</strong> las<br />

1 Poeta, ensayista y traductor. Este texto fue leído en Armenia con motivo <strong>de</strong> las jornadas <strong>de</strong> reconstrucción <strong>de</strong>l Eje Cafetero.<br />

y política<br />

William Ospina 1<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


lluvias, las calles se anegan gracias al <strong>de</strong>sbordamiento<br />

<strong>de</strong> los ríos, o el suelo firme se<br />

estremece por la acción <strong>de</strong> las fuerzas profundas<br />

<strong>de</strong> la tierra, y en cuestión <strong>de</strong> segundos<br />

pue<strong>de</strong> arrasar con las acumulaciones <strong>de</strong><br />

décadas, con la firmeza <strong>de</strong> las construcciones<br />

humanas. También en ese caso es posible<br />

advertir que una ciudad no es nunca sólo<br />

un amontonamiento <strong>de</strong> materiales, un conjunto<br />

<strong>de</strong> edificaciones, una red <strong>de</strong> vías, unos<br />

centros industriales y comerciales, que la ciudad<br />

es algo vivo que participa <strong>de</strong> ciertas propieda<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l universo físico y <strong>de</strong> otras <strong>de</strong>l universo<br />

espiritual, y que es un error no advertir<br />

esa complejidad y no velar por ella.<br />

Se diría que las ciuda<strong>de</strong>s mo<strong>de</strong>rnas son la<br />

mejor prueba <strong>de</strong> que algunos filósofos calumnian<br />

al ser humano al <strong>de</strong>clarar que es un ser<br />

<strong>de</strong> naturaleza irremediablemente agresiva,<br />

que tien<strong>de</strong> a la violencia y a la <strong>de</strong>strucción. Si<br />

los seres humanos no pudieran confiar en los<br />

seres humanos, si no pudieran confiar en los<br />

<strong>de</strong>sconocidos, no nos encontraríamos hoy con<br />

esta asombrosa proliferación <strong>de</strong> ciuda<strong>de</strong>s<br />

enormes, no tendríamos en el mundo lugares<br />

como Tokio, Sao Paulo, México, Los Ángeles,<br />

Nueva York o El Cairo, que tienen cada una<br />

cerca <strong>de</strong> veinte millones <strong>de</strong> habitantes. Pero,<br />

por supuesto que esa enormidad es un <strong>de</strong>fecto<br />

y que el mundo corre peligro <strong>de</strong> muchas<br />

maneras distintas con ese exorbitante crecimiento<br />

<strong>de</strong> las urbes mo<strong>de</strong>rnas. Es difícil que<br />

se pueda vivir con cierta plenitud en ciuda<strong>de</strong>s<br />

tan gran<strong>de</strong>s: las distancias que hay que<br />

recorrer <strong>de</strong>voran el tiempo <strong>de</strong> sus habitantes<br />

y disminuyen las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> disfrute; el<br />

ruido, la contaminación, la prisa, son propicias<br />

a la neurosis, a la melancolía, a ese conjunto<br />

<strong>de</strong> tensiones corporales y mentales que<br />

hoy solemos llamar estrés, y finalmente también<br />

propician la irrupción <strong>de</strong> males nuevos<br />

y <strong>de</strong> peligros inéditos. Así como el filósofo<br />

Virilio nos ha dicho que por primera vez, gracias<br />

a estos tiempos <strong>de</strong> globalización, ha aparecido<br />

el peligro <strong>de</strong> un acci<strong>de</strong>nte global, así<br />

también nadie ignora que la inesperada irrupción<br />

<strong>de</strong> alguna peste incontrolable podría,<br />

gracias a esas vastas concentraciones <strong>de</strong> seres<br />

humanos, arrasar con poblaciones enteras<br />

en cuestión <strong>de</strong> días o <strong>de</strong> semanas.<br />

Pero es <strong>de</strong>masiado fácil jugar al tremendismo,<br />

y no es ese el propósito <strong>de</strong> estas reflexiones.<br />

Nadie podrá negar que la ciudad,<br />

la ciudad habitable, la ciudad armoniosa, la<br />

ciudad que es a la vez espacio práctico <strong>de</strong> la<br />

vida en comunidad y escenario complejo <strong>de</strong><br />

la aventura humana, ha sido uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s<br />

sueños <strong>de</strong> la civilización, y ha acompañado<br />

siempre el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> los seres humanos.<br />

Si bien las megalópolis son cosa <strong>de</strong> las últimas<br />

décadas, la ciudad es tan antigua como


La ciudad es tan antigua<br />

como la cultura, y a lo largo<br />

<strong>de</strong>l tiempo algunas ciuda<strong>de</strong>s<br />

afortunadas llegaron<br />

a aproximarse a la tentación<br />

<strong>de</strong> ser verda<strong>de</strong>ras<br />

obras <strong>de</strong> arte.<br />

la cultura, y a lo largo <strong>de</strong>l tiempo algunas ciuda<strong>de</strong>s<br />

afortunadas llegaron a aproximarse a<br />

la tentación <strong>de</strong> ser verda<strong>de</strong>ras obras <strong>de</strong> arte.<br />

Ahora bien, sólo pue<strong>de</strong>n llegar a trazarse<br />

el propósito <strong>de</strong> ser obras <strong>de</strong> arte las ciuda<strong>de</strong>s<br />

don<strong>de</strong> los seres humanos han llegado a compren<strong>de</strong>r<br />

que la vida no se agota en la supervivencia,<br />

que hay en nosotros algo más que<br />

necesida<strong>de</strong>s primarias, y es a ese or<strong>de</strong>n personal<br />

y social al que con mayor propiedad<br />

po<strong>de</strong>mos dar el nombre <strong>de</strong> civilización. Si sólo<br />

existieran en los seres humanos las necesida<strong>de</strong>s<br />

elementales <strong>de</strong> supervivencia, la necesidad<br />

<strong>de</strong> alimentarse, <strong>de</strong> protegerse <strong>de</strong> los climas<br />

adversos, <strong>de</strong> <strong>de</strong>scansar y <strong>de</strong> estar sanos,<br />

una ciudad podría agotarse en un sistema <strong>de</strong><br />

fábricas, <strong>de</strong> mercados, <strong>de</strong> casas, <strong>de</strong> habitaciones<br />

y <strong>de</strong> centros <strong>de</strong> salud, pero ninguno<br />

<strong>de</strong> nosotros concibe una ciudad sin ciertos<br />

espacios que no parecen tener una utilidad<br />

inmediata <strong>de</strong> supervivencia: sin templos, sin<br />

parques, sin ferias <strong>de</strong> recreación, sin centros<br />

educativos. Esos escenarios nos hablan continuamente<br />

<strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> algo en nosotros<br />

que no se satisface con la mera supervivencia,<br />

que necesita una dimensión espiritual,<br />

caminos para el ocio, diálogos con la naturaleza,<br />

horizontes <strong>de</strong> conocimiento.<br />

Y podríamos seguir enumerando escenarios<br />

y objetos: tribunales, teatros, cárceles,<br />

monumentos, museos, bibliotecas, estadios,<br />

sistemas <strong>de</strong> transporte, canales <strong>de</strong> comunicación,<br />

re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> información, diarios; cada<br />

una <strong>de</strong> esas cosas habla <strong>de</strong> una parte <strong>de</strong> nuestro<br />

ser, habla <strong>de</strong> nuestra sujeción a los ór<strong>de</strong>nes<br />

<strong>de</strong> la ley y <strong>de</strong> la justicia, habla <strong>de</strong> la sensibilidad,<br />

<strong>de</strong> la adhesión a las normas o el<br />

alejamiento <strong>de</strong> ellas, <strong>de</strong>l respeto al pasado y<br />

la pon<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la memoria, <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong><br />

valores que rige a la sociedad y que nos ayuda<br />

a juzgar nuestras acciones y nuestras<br />

omisiones, <strong>de</strong>l ansia <strong>de</strong> belleza, <strong>de</strong> información,<br />

<strong>de</strong> entretenimiento que hay en nosotros.<br />

La existencia urbana en el ámbito <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad<br />

tien<strong>de</strong> a hacer <strong>de</strong> nuestras vidas sistemas<br />

<strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s materiales crecientes,<br />

abiertas a todo lo posible, pero no siempre es<br />

un escenario propicio para la realización <strong>de</strong><br />

nuestras expectativas y para la conquista <strong>de</strong><br />

eso que llamamos, con una palabra tan ambiciosa<br />

como imprecisa, la felicidad. Toda ciudad<br />

muestra a la vista una suerte <strong>de</strong> diagrama<br />

<strong>de</strong> la cultura que la ha engendrado, <strong>de</strong>l<br />

or<strong>de</strong>n mental en que está inscrita, y en esa<br />

medida po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que lo visible revela lo<br />

invisible. Es posible saber, por los contrastes<br />

entre la opulencia y la miseria, si una sociedad<br />

se plantea o no un i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> justicia; por la<br />

diversidad <strong>de</strong> las construcciones, si estamos<br />

ante una sociedad homogénea o atomizada en<br />

estilos y volunta<strong>de</strong>s; por la magnitud <strong>de</strong> los<br />

espacios privados o públicos si en ella impera<br />

la generosidad o la mezquindad; por la actitud<br />

espontánea <strong>de</strong> sus gentes, si la caracteriza<br />

la hostilidad o la hospitalidad, si la presi<strong>de</strong>n<br />

númenes adustos o cordiales; por la<br />

presencia o no <strong>de</strong> árboles y bosques si hay en<br />

ella respeto hacia la naturaleza y conciencia<br />

<strong>de</strong> la necesidad que tenemos <strong>de</strong> estar en contacto<br />

con ese universo no humano tan indispensable<br />

para la vida.<br />

Pero hay también una parte consi<strong>de</strong>rable<br />

<strong>de</strong> la ciudad que no pue<strong>de</strong> ser buscada en las<br />

edificaciones, ni en el trazado urbanístico, ni<br />

en las cosas. También son la ciudad sus<br />

lenguajes, su memoria, sus tradiciones, sus<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

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revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

valores, sus fiestas, sus músicas, sus sueños,<br />

sus pensamientos, sus i<strong>de</strong>ales, sus símbolos.<br />

También son elementos constitutivos <strong>de</strong> una<br />

ciudad una serie <strong>de</strong> leyendas, <strong>de</strong> invenciones,<br />

<strong>de</strong> ceremonias, <strong>de</strong> afectos, lo que podríamos<br />

llamar su mitología, y a veces ese or<strong>de</strong>n mítico,<br />

ese sistema <strong>de</strong> símbolos llega a ser tan<br />

importante o más importante que el mero trazado<br />

<strong>de</strong> las calles y que los ór<strong>de</strong>nes económicos<br />

y sociales que la constituyen. Así, a muchas<br />

ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l mundo las i<strong>de</strong>ntificamos<br />

menos por su tejido urbano que por algunos<br />

símbolos que se imponen a la imaginación: El<br />

Cairo por el ayer casi intemporal <strong>de</strong> sus pirámi<strong>de</strong>s,<br />

Roma por su viejo Foro en ruinas o por<br />

su condición <strong>de</strong> capital imperial <strong>de</strong> la cristiandad,<br />

Venecia por el juego <strong>de</strong> espejos <strong>de</strong> sus<br />

canales y sus góndolas, San <strong>Francisco</strong> por la<br />

belleza <strong>de</strong> su marco natural y la libertad <strong>de</strong> sus<br />

gentes, Río <strong>de</strong> Janeiro por su alegría y por su<br />

Carnaval, Bagdad por su perfil legendario <strong>de</strong><br />

ciudad fantástica, que sigue erigiendo sus<br />

cúpulas azules y sus minaretes más en el<br />

mundo mágico <strong>de</strong> las Mil y una noches que en<br />

la realidad <strong>de</strong> las arenas irakíes.<br />

Tal vez no hay invención humana más fascinante<br />

que la ciudad, y tal vez no la hay más<br />

diversa. Porque cada ciudad se multiplica en<br />

los ojos y en la sensibilidad <strong>de</strong> sus habitantes<br />

y <strong>de</strong> sus visitantes, y cada uno pue<strong>de</strong> dar<br />

<strong>de</strong> ella una versión singular. El sueño <strong>de</strong> la<br />

ciudad humana es inagotable, con cada cultura<br />

resurge y ninguno <strong>de</strong> nosotros sabe cuáles<br />

<strong>de</strong> las discretas y humil<strong>de</strong>s ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />

presente serán en un siglo o dos, si la humanidad<br />

persevera en el mundo, los nuevos<br />

ejemplos originales <strong>de</strong> la aventura urbana.<br />

Cuando la Ciudad Prohibida <strong>de</strong> Pekín era ya<br />

el centro <strong>de</strong> una corte lujosa, no existían aún<br />

Babilonia ni Samarkanda. Cuando Tebas<br />

Hekatómpilus alzaba sus gigantescas columnas<br />

coronadas <strong>de</strong> lotos <strong>de</strong> piedra, y Troya<br />

había sido sepultada tres veces, todavía Roma<br />

no era más que una promesa en los labios <strong>de</strong><br />

Júpiter. Cuando Roma imperaba en el mundo,<br />

Lutecia era apenas una al<strong>de</strong>a bárbara<br />

perdida en el <strong>No</strong>rte a la orilla <strong>de</strong> un río <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nado,<br />

y faltaban muchos siglos para que<br />

esa colonia marginal se convirtiera en París.<br />

Cuando París veía brillar la corte <strong>de</strong> Luis XIV,<br />

Nueva York era una al<strong>de</strong>a <strong>de</strong> merca<strong>de</strong>res en<br />

una isla <strong>de</strong>solada con forma <strong>de</strong> pez.<br />

¿Quién nos dirá dón<strong>de</strong> están las Babilonias<br />

<strong>de</strong>l futuro, si las tecnologías crecientes van a<br />

exten<strong>de</strong>r metrópolis acuáticas en el <strong>de</strong>sierto<br />

<strong>de</strong>l Sahara o barrios vertiginosos en las montañas<br />

<strong>de</strong> Nepal, o si más bien, como lo presagian<br />

augures alarmados, las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l futuro<br />

serán infinitas barriadas <strong>de</strong> miseria en<br />

las orillas fangosas <strong>de</strong>l Amazonas, o una sola<br />

Chicago en ruinas, como lo soñara Bradbury,<br />

al lado <strong>de</strong>l abismo polvoriento que fuera en<br />

otro tiempo la cavidad <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s lagos<br />

norteamericanos?<br />

Todo el que se plantee el tema <strong>de</strong> la ciudad,<br />

<strong>de</strong> su planificación, <strong>de</strong> su administración,<br />

<strong>de</strong> su gobierno, <strong>de</strong>be tener conciencia<br />

<strong>de</strong> que una ciudad, en términos profundos,<br />

es un or<strong>de</strong>n material, un or<strong>de</strong>n mental, un<br />

sueño y una estética. Y que uno <strong>de</strong> los más<br />

firmes elementos constitutivos <strong>de</strong> la ciudad<br />

real es algo en principio casi invisible: el lenguaje.<br />

Una experiencia como la que se ha vivido<br />

en los últimos años en Colombia, a raíz<br />

<strong>de</strong>l terremoto <strong>de</strong>l Eje Cafetero, es un buen<br />

ejemplo <strong>de</strong> cómo la ciudad material, la ciudad<br />

<strong>de</strong> ladrillos y muros, <strong>de</strong> tejas y escaleras,<br />

<strong>de</strong> edificios y casas no es la más importante.<br />

Es la más necesaria y urgente, puesto que <strong>de</strong><br />

su existencia física <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> la supervivencia,<br />

la tranquilidad, la seguridad y la confianza<br />

<strong>de</strong> muchos seres humanos. Pero también esos<br />

seres humanos son la ciudad, y si queremos<br />

<strong>de</strong>cirlo así, son una ciudad más esencial, porque<br />

es la que permite que en el momento en<br />

que la ciudad material se vea afectada por los


acci<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la naturaleza o <strong>de</strong>l azar, sea<br />

posible reconstruirla, y mucho más que reconstruirla:<br />

tal vez, se diría, replantearla, tal<br />

vez reinventarla.<br />

Digamos, sencillamente, que los muros no<br />

pue<strong>de</strong>n reconstruir a los hombres pero que<br />

los hombres sí pue<strong>de</strong>n reconstruir a los muros.<br />

Que los muros no pue<strong>de</strong>n rediseñar su<br />

or<strong>de</strong>n y su estilo, pero que las comunida<strong>de</strong>s<br />

sí pue<strong>de</strong>n replantearse no sólo el or<strong>de</strong>n físico<br />

sino el or<strong>de</strong>n social en que viven, que hay en<br />

las comunida<strong>de</strong>s humanas un po<strong>de</strong>roso elemento<br />

creador que les permite apren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la<br />

experiencia, repensar el pasado, proyectar el<br />

futuro, modificar su <strong>de</strong>stino. Por eso pudo<br />

salir la Roma imperial <strong>de</strong> los estercoleros <strong>de</strong><br />

la Roma primitiva, por eso pudo crecer, <strong>de</strong><br />

una al<strong>de</strong>a perdida entre el abrazo <strong>de</strong> agua <strong>de</strong>l<br />

Hudson River y el Atlántico, la tremenda cordillera<br />

geométrica, los acantilados <strong>de</strong> cristal,<br />

como los llamaría García Márquez, <strong>de</strong> los rascacielos<br />

<strong>de</strong> Manhattan.<br />

Lo que crea gran<strong>de</strong>s ciuda<strong>de</strong>s, gran<strong>de</strong>s proyectos<br />

urbanos, gran<strong>de</strong>s urbes mitológicas, o<br />

algo más sensato y más discreto, ciuda<strong>de</strong>s<br />

bellas y felices, es esa parte <strong>de</strong> la ciudad a la<br />

que no le prestamos suficiente atención: los<br />

seres humanos. Por eso es tan importante el<br />

costado invisible <strong>de</strong> la ciudad, sus lenguajes,<br />

sus i<strong>de</strong>as, sus sueños, sus inventos, sus<br />

músicas, sus símbolos. Por eso una ciudad<br />

no lo es todavía mientras no permita que sus<br />

ciudadanos se sientan con <strong>de</strong>recho a soñar,<br />

a opinar sobre la ciudad, a proponer, a disentir.<br />

Y ello es aún más fructífero si esos<br />

ciudadanos que tienen <strong>de</strong>recho a proponer y<br />

a disentir, a exigir y a transformar, tienen también<br />

acceso a la información y al conocimiento,<br />

tienen un sentido <strong>de</strong> la belleza y <strong>de</strong> la armonía,<br />

y una profunda conciencia <strong>de</strong> su<br />

dignidad y <strong>de</strong> su importancia.<br />

Hace poco, hablando entre amigos sobre la<br />

dramática situación <strong>de</strong> nuestro país en los<br />

tiempos que corren, alguien señaló la dura circunstancia<br />

<strong>de</strong> que Colombia no ha sido jamás<br />

un país rico. La verdad es que el oro, que era<br />

originalmente la gran riqueza <strong>de</strong> este territorio,<br />

se fue muy temprano en los enormes<br />

galeones <strong>de</strong> España, con unas toneladas <strong>de</strong><br />

perlas y otras toneladas <strong>de</strong> joyas religiosas<br />

radiantes <strong>de</strong> esmeraldas, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces<br />

nuestras escasas riquezas convencionales<br />

apenas han servido para hacer opulento a un<br />

sector muy pequeño <strong>de</strong> la sociedad. Pero la<br />

verdad es que la mayor riqueza <strong>de</strong> un país no<br />

está ni siquiera en sus yacimientos <strong>de</strong> petróleo,<br />

ni en el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su gana<strong>de</strong>ría, ni en el<br />

esplendor <strong>de</strong> sus minas, sino en la fuerza <strong>de</strong><br />

su carácter. Cuando un país es capaz <strong>de</strong> creer<br />

en sí mismo, y <strong>de</strong> respetar a cada uno <strong>de</strong> los<br />

miembros <strong>de</strong> su comunidad humana, cuan-<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

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revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

do es capaz <strong>de</strong> dignificarlos y <strong>de</strong> engran<strong>de</strong>cerlos,<br />

ese país no sólo es in<strong>de</strong>structible sino que<br />

es capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir todas sus otras reservas,<br />

<strong>de</strong> convertir la inteligencia, la recursividad<br />

y el conocimiento en riquezas más gran<strong>de</strong>s<br />

que las minas y que los pozos <strong>de</strong> petróleo.<br />

A veces hablamos <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> reconstruir<br />

el país. Pero las valiosas experiencias<br />

<strong>de</strong> reconstrucción en nuestro país nos<br />

ayudan a todos a compren<strong>de</strong>r que la palabra<br />

reconstrucción tiene ciertas limitaciones históricas.<br />

Sólo la ciudad perfecta, si existiera,<br />

sólo la urbe que fuera una obra <strong>de</strong> arte admirable,<br />

podría ante la adversidad proponerse<br />

la tarea <strong>de</strong> una reconstrucción, es <strong>de</strong>cir<br />

<strong>de</strong> una restitución idéntica <strong>de</strong> todo lo que era.<br />

Las otras, ciuda<strong>de</strong>s y socieda<strong>de</strong>s, afectadas<br />

por la <strong>de</strong>strucción, por los acci<strong>de</strong>ntes, por las<br />

guerras, por la disociación, terminan comprendiendo<br />

que su verda<strong>de</strong>ra tarea no es la<br />

<strong>de</strong> reconstruirse sino la <strong>de</strong> reinventarse, <strong>de</strong><br />

volverse a soñar, <strong>de</strong> no repetir los errores que<br />

las hicieron tan frágiles y vulnerables, para<br />

no volverse a fundar sobre las mismas tierras<br />

blandas y en el filo <strong>de</strong> los mismos peligros.<br />

Y también es importante apren<strong>de</strong>r la lección<br />

<strong>de</strong> que si bien el país tiene arruinados<br />

sus campos, en bancarrota su industria, golpeado<br />

por la corrupción y la falta <strong>de</strong> rumbo<br />

su Estado, amenazada a la sociedad por la<br />

inseguridad y por el terror, y postradas en la<br />

miseria material a sus mayorías, tal vez eso<br />

no es lo más grave, eso es sólo la ruina <strong>de</strong> la<br />

ciudad material, <strong>de</strong> pare<strong>de</strong>s y ladrillos, <strong>de</strong> tejas<br />

y escaleras, <strong>de</strong> edificios y casas. Lo verda<strong>de</strong>ramente<br />

grave es que estén <strong>de</strong>spojados <strong>de</strong><br />

su orgullo y <strong>de</strong> su dignidad incontables ciudadanos,<br />

que hayamos <strong>de</strong>scuidado ese país<br />

humano sin el cual será imposible hacer renacer<br />

la economía, rediseñar el or<strong>de</strong>n social,<br />

reinventar la política.


Yo me atrevo entonces a <strong>de</strong>cir que en esos<br />

momentos, cuando lo que está quebrantado<br />

es la confianza, la fuerza <strong>de</strong> voluntad, la fe <strong>de</strong><br />

cada quien en sus propias posibilida<strong>de</strong>s, la<br />

capacidad <strong>de</strong> creer en los <strong>de</strong>más y <strong>de</strong> formar<br />

rondas <strong>de</strong> solidaridad, cuando más que la<br />

sensación <strong>de</strong> miseria la sociedad vive una<br />

angustiosa sensación <strong>de</strong> fracaso, a la orilla<br />

<strong>de</strong> un abismo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sesperación, lo que hay<br />

que reinventar primero no son las leyes, ni<br />

las instituciones, ni los partidos, lo que hay<br />

que reinventar es el lenguaje, ya que nadie<br />

ignora que es el lenguaje la sustancia que<br />

mantiene cohesionada a una comunidad, la<br />

que le da su sentimiento profundo <strong>de</strong> afinidad,<br />

la que le da su posibilidad <strong>de</strong> dialogar, y<br />

<strong>de</strong> proyectar un sueño compartido. Y es allí<br />

don<strong>de</strong> la política y la poesía bien podrían empezar<br />

a tener tareas comunes.<br />

Yo entiendo por poesía un or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l lenguaje<br />

don<strong>de</strong> las palabras tienen a la vez sentido<br />

profundo, armonía y belleza. <strong>No</strong> llamo<br />

poesía al lenguaje almibarado que busca efectos<br />

sensoriales pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ña la seriedad <strong>de</strong>l<br />

sentido, ni al lenguaje meramente rítmico que<br />

no trasmite hondas verda<strong>de</strong>s humanas, ni al<br />

discurso pedante que carece <strong>de</strong> humanidad<br />

y <strong>de</strong> belleza. Me es más fácil encontrar poesía<br />

en los <strong>de</strong>lirios <strong>de</strong> los mendigos que en la<br />

ari<strong>de</strong>z <strong>de</strong> los técnicos, en la conversación <strong>de</strong><br />

las personas humil<strong>de</strong>s que en el lenguaje almidonado<br />

<strong>de</strong> los académicos, en la indignación<br />

<strong>de</strong> los humillados que en el discurso interesado<br />

y cínico <strong>de</strong> los políticos. La principal<br />

sensación que nos produce en estos tiempos<br />

la política, la inercia <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicación<br />

y la mecánica <strong>de</strong> las burocracias es<br />

que el lenguaje que utilizan ha muerto, carece<br />

<strong>de</strong> gracia, <strong>de</strong> fuerza, <strong>de</strong> originalidad. Está<br />

hecho <strong>de</strong> repeticiones y <strong>de</strong> esquemas, <strong>de</strong> fatiga,<br />

<strong>de</strong> pesa<strong>de</strong>z y <strong>de</strong> tedio. Pero es <strong>de</strong>l lenguaje<br />

<strong>de</strong> don<strong>de</strong> brota otra vez la juventud <strong>de</strong><br />

las ciuda<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> las naciones, y por ello es<br />

preciso encontrar un lenguaje don<strong>de</strong> nos<br />

emocionen <strong>de</strong> nuevo la vida, la gracia, la imaginación,<br />

la capacidad <strong>de</strong> soñar, <strong>de</strong> amar y<br />

<strong>de</strong> creer.<br />

Recuerdo haber visto en Armenia, en tiempos<br />

<strong>de</strong> la reconstrucción, a una comunidad<br />

que no sólo celebraba la conquista <strong>de</strong> unas<br />

propieda<strong>de</strong>s y unos subsidios, sino sobre todo<br />

el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> que hay una fuerza y<br />

una alegría en la solidaridad, en la ronda <strong>de</strong><br />

las alianzas. Algo que es urgente reinventar<br />

en Colombia, la confianza, la capacidad <strong>de</strong><br />

estar juntos, <strong>de</strong> marchar en una dirección armónica.<br />

En los últimos tiempos en Colombia,<br />

a medida que se pier<strong>de</strong> el sentido <strong>de</strong> la justicia,<br />

que se vulnera la legalidad, todo es sustituido<br />

por un formalismo insensato <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l<br />

cual se escon<strong>de</strong>n no altas verda<strong>de</strong>s sino bajas<br />

pasiones, no un sentido <strong>de</strong> la historia sino<br />

una interpretación interesada <strong>de</strong> los hechos<br />

y un oscuro tejido <strong>de</strong> maquinaciones.<br />

Es posible saber, por los<br />

contrastes entre la opulencia<br />

y la miseria, si una sociedad<br />

se plantea o no<br />

un i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> justicia.<br />

En ese sentido es importante el aporte que<br />

la poesía podría darle hoy a la política. Recordarnos<br />

que la política es simplemente la<br />

vida <strong>de</strong> la polis, la vida <strong>de</strong> la comunidad. Que<br />

ser ciudadanos es <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> actuar como individuos<br />

aislados en intereses particulares, recuperar<br />

un sentido <strong>de</strong> compañía, la conmovedora<br />

alegría <strong>de</strong> estar juntos. Y ello supone<br />

también saltar <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la necesidad al<br />

or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la plenitud, compren<strong>de</strong>r que ser<br />

humanos es necesitar no sólo alimento y techo<br />

sino dignidad, belleza y armonía. Y el futuro<br />

<strong>de</strong>mostrará, y el presente ya nos lo está<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

27


28<br />

revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

probando, que sólo pue<strong>de</strong> haber verda<strong>de</strong>ra<br />

política cuando hay en ella i<strong>de</strong>alidad, espíritu,<br />

una mirada en perspectiva y un sentido<br />

musical <strong>de</strong> la vida. Veremos entonces la política,<br />

tal como hoy la conocemos, como esa<br />

ciencia o esa técnica exhausta, que se apartó<br />

<strong>de</strong>l manantial <strong>de</strong> la vida, <strong>de</strong>l amor verda<strong>de</strong>ro<br />

por una comunidad y la búsqueda <strong>de</strong> su felicidad,<br />

que <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> beber <strong>de</strong> esa agua pura, y<br />

vio secarse toda su elocuencia. Y <strong>de</strong>jaremos<br />

que la política verda<strong>de</strong>ra se nutra <strong>de</strong> un<br />

lenguaje que no nombre generalida<strong>de</strong>s sino<br />

hechos vivos, circunstancias conmovedoras,<br />

<strong>de</strong>talles precisos, cosas aparentemente insignificantes<br />

pero que son aquellas por las cuales<br />

en realidad se ama y se odia, se vive y se<br />

muere en el mundo.<br />

Somos una fusión tremenda <strong>de</strong> lo natural<br />

y lo artificial, pero sólo en el arte esas dos<br />

potencias humanas se alían. Buscar lo bello<br />

renunciando a lo necesario es frivolidad, buscar<br />

lo necesario renunciando a lo bello es sordi<strong>de</strong>z.<br />

Hace cien años el <strong>de</strong>safiante escritor<br />

Oscar Wil<strong>de</strong> escribió una <strong>de</strong> sus más rotundas<br />

provocaciones. En una cultura don<strong>de</strong> se<br />

tien<strong>de</strong> a pensar que ser realista es ser elemental,<br />

que ser sensato es limitarse a lo convencional,<br />

y que por el contrario todo lo sutil<br />

es superfluo, él construyó aquel epigrama<br />

aparentemente frívolo pero en realidad profundamente<br />

significativo: “sólo lo superfluo<br />

es indispensable”. Para nuestra realidad, digámoslo<br />

<strong>de</strong> un modo atenuado: sólo lo que<br />

parece superfluo para nuestro conformismo<br />

es fundamental para nuestro ambicioso proyecto<br />

humano. En suma: limitarse a lo indispensable<br />

es negarnos a lo <strong>de</strong>seable; limitar<br />

los horizontes <strong>de</strong> lo humano a lo que es fácilmente<br />

alcanzable es negarnos a lo más humano:<br />

a la exploración <strong>de</strong> lo mejorable, a la<br />

conquista <strong>de</strong> lo posible.


Globalizar la<br />

resistencia<br />

1 Profesor <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Geografía, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Glasgow, Escocia. Investigador asociado, ICANH.<br />

Ulrich Oslen<strong>de</strong>r 1<br />

La verda<strong>de</strong>ra resistencia es la que combate por valores<br />

que se consi<strong>de</strong>ran perdidos.<br />

Ernesto Sábato<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


30 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Hay una nueva dialéctica <strong>de</strong> preguntas globales y locales que no se <strong>de</strong>jan<br />

acomodar fácilmente en la política nacional –‘preguntas glocales’-.<br />

Sólo en el marco transnacional pue<strong>de</strong>n ser representadas y solucionadas<br />

a<strong>de</strong>cuadamente.<br />

Las nuevas guerras geoeconómicas<br />

En su libro Imperio, Hardt y Negri afirman<br />

que “la soberanía ha tomado una forma nueva,<br />

compuesta <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> organismos<br />

nacionales y supranacionales, unida bajo una<br />

sola lógica <strong>de</strong> mando. Esta nueva forma global<br />

<strong>de</strong> soberanía es lo que llamamos imperio”.<br />

Aunque este concepto ha sido criticado<br />

posteriormente (sobre todo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la guerra<br />

en Irak que reveló más fuerte que nunca<br />

la actitud neoimperialista <strong>de</strong>l actual Gobierno<br />

estadouni<strong>de</strong>nse), brinda un marco <strong>de</strong> análisis<br />

importante para enten<strong>de</strong>r lo que <strong>de</strong>nomino<br />

en este artículo las nuevas guerras<br />

geoeconómicas: guerras sobre el acceso a recursos<br />

económicos y el control territorial que<br />

le facilita a un capital globalizador la creación<br />

<strong>de</strong> nuevos espacios <strong>de</strong> intervención y<br />

apropiación para trascen<strong>de</strong>r la crisis <strong>de</strong> la<br />

superacumulación. Esto no quiere <strong>de</strong>cir que<br />

en las guerras contemporáneas no importen<br />

elementos políticos u otros motivos para la<br />

intervención; con el concepto <strong>de</strong> guerra<br />

geoeconómica resalto el impacto creciente <strong>de</strong><br />

la lógica agresiva y militarista <strong>de</strong>l capitalismo<br />

tardío <strong>de</strong> <strong>de</strong>rrumbar las barreras espaciales<br />

en su necesidad <strong>de</strong> expandir y usurpar nuevos<br />

espacios para su propia sobrevivencia.<br />

La lógica que subyace a la formación <strong>de</strong>l<br />

imperio es la marcha incansable <strong>de</strong>l capital<br />

por el mundo para crear re<strong>de</strong>s y caminos <strong>de</strong><br />

“un único sistema cultural y económico <strong>de</strong><br />

producción y circulación” que <strong>de</strong>struye las culturas<br />

tradicionales y organizaciones sociales.<br />

Ulrich Beck<br />

Esta lógica <strong>de</strong> un capital <strong>de</strong>sterritorializador<br />

penetra todos los rincones <strong>de</strong>l mundo; como<br />

dicen Hardt y Negri, “la <strong>de</strong>sterritorialización<br />

es la esencia <strong>de</strong>l aparato imperial”. Así, regiones<br />

y países enteros se ven sometidos a una<br />

lógica capitalista que agresivamente empuja<br />

unos intereses económicos específicos, a veces<br />

a través <strong>de</strong> procesos <strong>de</strong> cooptación y convencimiento,<br />

otras, <strong>de</strong> la fuerza y la guerra.<br />

Como apunta Serfati, quien consi<strong>de</strong>ra el militarismo<br />

como el brazo armado <strong>de</strong> la globalización<br />

neoliberal, el papel <strong>de</strong> la guerra en la<br />

coyuntura actual <strong>de</strong> la globalización <strong>de</strong>l capital<br />

ganará aún en importancia. Otro autor<br />

escribiendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una crítica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<br />

eurocentrista ha argumentado también que el<br />

<strong>de</strong>splazamiento masivo <strong>de</strong> poblaciones locales<br />

se presenta como el resultado final <strong>de</strong> procesos<br />

culturales, sociales y económicos <strong>de</strong> la<br />

consolidación <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad capitalista.<br />

A continuación abordaré la reciente guerra<br />

en Irak (que aún no termina a pesar <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>claraciones precoces <strong>de</strong> su final oficial el 1<br />

<strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2003) y los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sterritorialización<br />

y <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> poblaciones<br />

negras en la región <strong>de</strong>l Pacífico colombiano.<br />

Por diversas que parezcan estas dos situaciones,<br />

quiero mostrar que comparten un escenario<br />

don<strong>de</strong> las poblaciones locales están<br />

atrapadas en la mirada <strong>de</strong> un capitalismo global<br />

sediento <strong>de</strong> sus territorios y recursos.<br />

Si es cierto que el aparato imperial empuja<br />

procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sterritorialización y <strong>de</strong>splazamiento<br />

por el mundo entero, las resis-


tencias a este <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>ben también <strong>de</strong>sarrollar<br />

una estrategia global enfrentando al<br />

Imperio en su propio terreno. Es <strong>de</strong>cir, más<br />

allá <strong>de</strong> resistir en los campos locales y nacionales<br />

los conflictos, se les <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>r como<br />

un fenómeno que forma parte <strong>de</strong> un sistema<br />

global <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual no hay salida por fuera<br />

<strong>de</strong> su esfera; por en<strong>de</strong>, existe la necesidad <strong>de</strong><br />

globalizar la resistencia. Para Hardt y Negri<br />

este enfrentamiento se dará <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mismo<br />

sistema imperial: “La geografía <strong>de</strong> estos<br />

po<strong>de</strong>res alternativos, la nueva cartografía, aún<br />

está por escribirse o, en realidad, está siendo<br />

escrita hoy por las resistencias, luchas y <strong>de</strong>seos<br />

<strong>de</strong> la multitud”.<br />

En este sentido examinaré dos <strong>de</strong> estas<br />

resistencias: las protestas en contra <strong>de</strong> la<br />

guerra en Irak y las movilizaciones <strong>de</strong> comunida<strong>de</strong>s<br />

negras en Colombia en contra <strong>de</strong> la<br />

guerra en el Pacífico colombiano.<br />

La multitud se levanta<br />

(y se vuelve a sentar)<br />

El 15 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2003 marcó un hito en<br />

la historia <strong>de</strong> las movilizaciones en contra <strong>de</strong><br />

la guerra en Irak. Más <strong>de</strong> 40 millones <strong>de</strong> personas<br />

se manifestaron en las calles y plazas<br />

<strong>de</strong> todo el mundo. En Gran Bretaña hubo las<br />

manifestaciones más gran<strong>de</strong>s que se hayan<br />

visto en el país. Los manifestantes eran estudiantes,<br />

trabajadores, ejecutivos, pensionados,<br />

niños, anarquistas, comunistas, liberales,<br />

nacionalistas escoceses, cristianos,<br />

musulmanes, etc.; sus diferencias en la vida<br />

cotidiana <strong>de</strong>saparecieron ese día para afirmar<br />

una posición común: el rechazo a la guerra.<br />

En términos sociológicos, ese día se formó una<br />

posición <strong>de</strong> sujeto común que trascendió las<br />

i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s diferenciadas cotidianas <strong>de</strong> clase,<br />

género, etnia y edad; se sintió el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />

la multitud. <strong>No</strong> se respiraban aires <strong>de</strong> revolución,<br />

pero sí un anhelo <strong>de</strong> esperanza <strong>de</strong> que<br />

se podía hacer algo para frenar lo que la mayoría<br />

rechazaba: una guerra ilegal cuyo pretexto<br />

(las armas <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción masiva) era<br />

tan obvio como falso y un insulto a la inteligencia<br />

<strong>de</strong>l ser humano.<br />

Para los manifestantes (como para muchos<br />

que se quedaron en casa) era obvio que en<br />

esta guerra Estados Unidos trataba <strong>de</strong> afirmar<br />

su control en Oriente Medio, región <strong>de</strong><br />

vital importancia geopolítica por su explotación<br />

petrolera. Con el establecimiento <strong>de</strong> un<br />

régimen amistoso posterior a Hussein se esperaba<br />

po<strong>de</strong>r controlar esta fuente vital para<br />

la industria norteamericana. A la vez que se<br />

preparaba la guerra, se diseñaba un plan <strong>de</strong><br />

reconstrucción <strong>de</strong> Irak que beneficiaría a<br />

empresas norteamericanas en primera fila con<br />

contratos multimillonarios una vez las hosti-<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

31


32 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Con el concepto <strong>de</strong> guerra<br />

geoeconómica resalto el impacto<br />

creciente <strong>de</strong> la lógica agresiva y<br />

militarista <strong>de</strong>l capitalismo tardío<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>rrumbar las barreras<br />

espaciales en su necesidad <strong>de</strong><br />

expandir y usurpar nuevos<br />

espacios para su propia<br />

sobrevivencia.<br />

lida<strong>de</strong>s hubieran terminado. Po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r<br />

la actuación <strong>de</strong>l Ejército norteamericano<br />

en esa guerra como una fuerza <strong>de</strong>structora y<br />

<strong>de</strong> limpieza que prepara el terreno para la<br />

entrada <strong>de</strong>l capital. <strong>No</strong> obstante los discursos<br />

geopolíticos sobre el supuesto peligro <strong>de</strong><br />

Hussein para el mundo occi<strong>de</strong>ntal, esta guerra<br />

constituye una estrategia geoeconómica<br />

específica para Estados Unidos en la marcha<br />

constante para la acumulación <strong>de</strong>l capital. Por<br />

esta característica me refiero a la guerra en<br />

Irak como guerra geoeconómica.<br />

Sin embargo, las protestas contra esta guerra<br />

prácticamente <strong>de</strong>saparecieron en Gran<br />

Bretaña una vez comenzó. Con la invasión <strong>de</strong><br />

Irak cundió y se impuso sobre el rechazo a la<br />

guerra, un sentimiento nacionalista en la sociedad<br />

británica, que se pue<strong>de</strong> resumir en la<br />

frase que se oía esos días: “Ahora que estamos<br />

en guerra tenemos que apoyar a nuestras<br />

tropas”; negarles el apoyo a las tropas<br />

británicas mostraba falta <strong>de</strong> patriotismo. Consi<strong>de</strong>rando<br />

que las i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s se constituyen<br />

<strong>de</strong> una red compleja <strong>de</strong> posiciones <strong>de</strong> sujeto<br />

cambiantes (Laclau & Mouffe), po<strong>de</strong>mos afirmar<br />

que hubo un cambio en las articulaciones<br />

<strong>de</strong> estas posiciones <strong>de</strong> sujeto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo<br />

antiguerrerista hacia lo nacionalista británico.<br />

Este cambio fue constantemente motiva-<br />

do por discursos <strong>de</strong>l Gobierno y <strong>de</strong> los medios<br />

<strong>de</strong> comunicación, que efectivamente llevaban<br />

a la <strong>de</strong>sarticulación <strong>de</strong>l movimiento antiguerrerista<br />

en Gran Bretaña. La multitud se volvió<br />

a sentar (en sus camas, escritorios, colegios,<br />

universida<strong>de</strong>s, oficinas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo).<br />

Desterritorialización<br />

en el Pacífico colombiano<br />

La región <strong>de</strong>l Pacífico colombiano ha sido<br />

escenario en los últimos años <strong>de</strong> procesos<br />

complejos <strong>de</strong> territorialización y <strong>de</strong>sterritorialización.<br />

La Constitución <strong>de</strong> 1991 reconoció<br />

la diversidad cultural <strong>de</strong> la nación y con ella<br />

se preparó el camino para legislaciones siguientes<br />

que reconocían a las comunida<strong>de</strong>s<br />

negras en las zonas rurales <strong>de</strong> esta región<br />

<strong>de</strong>rechos colectivos a sus tierras anteriormente<br />

consi<strong>de</strong>radas baldías.


Sin embargo, la agudización <strong>de</strong>l conflicto<br />

entre guerrillas, paramilitares y ejército en la<br />

región <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1996 ha llevado a la expulsión<br />

forzosa <strong>de</strong> las poblaciones locales que están<br />

atrapadas entre el fuego y amenazadas,<br />

<strong>de</strong>splazadas y masacradas por los diversos<br />

actores armados. Resultado <strong>de</strong> un ataque<br />

coordinado entre grupos paramilitares y el<br />

Ejército colombiano en el municipio <strong>de</strong> Riosucio<br />

en diciembre <strong>de</strong> 1996, so pretexto <strong>de</strong><br />

combatir a guerrilleros, se inició el primer éxodo<br />

masivo forzado en la costa Pacífica <strong>de</strong> unas<br />

20.000 personas. Más atención mediática recibió<br />

la masacre <strong>de</strong> 119 afrocolombianos en<br />

el pueblo <strong>de</strong> Bellavista a orillas <strong>de</strong>l río Atrato<br />

en mayo <strong>de</strong>l 2002, cuando un cilindro <strong>de</strong> gas<br />

lanzado por las FARC durante combates con<br />

grupos paramilitares cayó sobre la iglesia <strong>de</strong>l<br />

pueblo don<strong>de</strong> los pobladores habían buscado<br />

refugio (ONU 2002). Estos hechos son apenas<br />

la punta <strong>de</strong>l iceberg <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sarrollo hacia<br />

la <strong>de</strong>sterritorialización masiva <strong>de</strong> la<br />

población <strong>de</strong>l Pacífico colombiano. De los más<br />

<strong>de</strong> 2 millones <strong>de</strong> <strong>de</strong>splazados se estima que<br />

30% son afrocolombianos. La región que hace<br />

diez años se consi<strong>de</strong>raba refugio <strong>de</strong> paz está<br />

ahora plenamente integrada en la cartografía<br />

<strong>de</strong> la guerra y las ‘geografías <strong>de</strong> terror’ en<br />

Colombia.<br />

Resalto una especificidad <strong>de</strong> la expresión<br />

regional <strong>de</strong> este conflicto en la costa Pacífica,<br />

don<strong>de</strong> se evi<strong>de</strong>ncia que intereses económicos<br />

específicos se están apropiando <strong>de</strong> la región:<br />

la extensión <strong>de</strong> cultivos <strong>de</strong> palma africana en<br />

los <strong>de</strong>partamentos <strong>de</strong> Nariño y Chocó, los planes<br />

para megaproyectos como la construcción<br />

<strong>de</strong> un canal interoceánico y la carretera<br />

Panamericana en el Chocó y, por supuesto,<br />

la más reciente expansión <strong>de</strong> cultivos ilícitos<br />

por toda la región. Estos proyectos vienen diseñados<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> afuera, pero requieren la colaboración<br />

<strong>de</strong> la población local o la expulsión<br />

<strong>de</strong> la misma. Los pobladores se ven someti-<br />

dos al empuje <strong>de</strong> una lógica capitalista que<br />

choca con sus intereses y proyectos <strong>de</strong> vida,<br />

y que les saca <strong>de</strong> sus tierras utilizando el paramilitarismo<br />

para tales fines. Esta lógica ha<br />

llevado a una perversión completa <strong>de</strong> la<br />

intencionalidad <strong>de</strong> la Ley 70 <strong>de</strong> 1993 que pretendía<br />

garantizar la sostenibilidad <strong>de</strong> la explotación<br />

<strong>de</strong> recursos, la conservación <strong>de</strong> la<br />

biodiversidad en la región <strong>de</strong>l Pacífico y la<br />

protección <strong>de</strong> la cultura afrocolombiana. Sin<br />

quitarle el carácter político y la complejidad<br />

al conflicto colombiano, se pue<strong>de</strong> afirmar que<br />

las comunida<strong>de</strong>s negras en el Pacífico están<br />

atrapadas en una guerra geoeconómica.<br />

Resistencias al <strong>de</strong>splazamiento<br />

Para enfrentar esta realidad <strong>de</strong> terror,<br />

masacres y <strong>de</strong>splazamiento forzado, las comunida<strong>de</strong>s<br />

negras han creado varios mecanismos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>nuncia. En 1999, por ejemplo,<br />

se fundó en Bogotá la Asociación <strong>de</strong> Afrocolombianos<br />

Desplazados que exige al Gobierno<br />

nacional cumplir su responsabilidad <strong>de</strong><br />

proteger las poblaciones afectadas por la violencia;<br />

también se trabaja con ONG nacionales<br />

para aliviar la situación <strong>de</strong> muchos <strong>de</strong>splazados<br />

en las ciuda<strong>de</strong>s. Sin embargo, frente<br />

al abandono por parte <strong>de</strong>l Estado, hay que<br />

preguntarse qué tan eficaces pue<strong>de</strong>n ser las<br />

<strong>de</strong>nuncias en el ámbito nacional, sobre todo<br />

si aceptamos que hay un número <strong>de</strong> interesados<br />

en la guerra en general y en las tierras<br />

<strong>de</strong>l Pacífico en particular. Si esta región forma<br />

parte <strong>de</strong> un aparato imperial global y <strong>de</strong><br />

su ten<strong>de</strong>ncia hacia la <strong>de</strong>sterritorialización y<br />

<strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> poblaciones locales, las<br />

resistencias contra estos procesos también se<br />

<strong>de</strong>ben formar a escala global; en otras palabras,<br />

es necesario globalizar la resistencia.<br />

Como ni la región <strong>de</strong>l Pacífico ni las comunida<strong>de</strong>s<br />

locales pue<strong>de</strong>n escapar <strong>de</strong> esta lógica<br />

capitalista <strong>de</strong>sterritorializadora, se tiene<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

33


Po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r la actuación<br />

<strong>de</strong>l Ejército norteamericano<br />

en esa guerra como una fuerza<br />

<strong>de</strong>structora y <strong>de</strong> limpieza<br />

que prepara el terreno<br />

para la entrada <strong>de</strong>l capital.<br />

que dar la lucha <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mismo terreno<br />

<strong>de</strong>l aparato imperial, <strong>de</strong>l cual forman parte<br />

las instituciones multilaterales, gobiernos y<br />

ONG internacionales. Afro<strong>de</strong>s ha aceptado<br />

este reto, entre otros, al abrir una oficina con<br />

un representante en Washington para sensibilizar<br />

a la sociedad civil y políticos en Estados<br />

Unidos hacia la lucha <strong>de</strong> comunida<strong>de</strong>s<br />

negras en Colombia.<br />

Dentro <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s<br />

negras para contrarrestar el terror al<br />

que han sido sometidas, vale la pena resaltar<br />

la importancia <strong>de</strong> las tecnologías <strong>de</strong> información<br />

en este proceso; el Internet y el correo<br />

electrónico son herramientas importantes<br />

para distribuir rápida y eficazmente las <strong>de</strong>nuncias<br />

sobre la pasividad <strong>de</strong>l Estado y la<br />

complicidad <strong>de</strong>l Ejército nacional con las fuer-<br />

zas paramilitares. Esto les permite a los amigos<br />

<strong>de</strong>l proceso en todo el mundo escribir y<br />

presionar a las autorida<strong>de</strong>s colombianas. Se<br />

trata <strong>de</strong> visibilizar la lucha <strong>de</strong>l pueblo negro<br />

en Colombia en el plano internacional para<br />

ejercer mayor presión a través <strong>de</strong> instituciones<br />

multilaterales, diferentes ONG <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos<br />

humanos y gobiernos involucrados con<br />

la administración colombiana. Una alerta es<br />

la noticia distribuida por correo electrónico<br />

el 1 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2004 por el PCN sobre<br />

la <strong>de</strong>tención <strong>de</strong> un lí<strong>de</strong>r comunitario <strong>de</strong>l río<br />

Yurumanguí (Valle <strong>de</strong>l Cauca) por parte <strong>de</strong> la<br />

Infantería <strong>de</strong> Marina, que da la posibilidad<br />

<strong>de</strong> protestar frente al Programa Presi<strong>de</strong>ncial<br />

<strong>de</strong> Derechos Humanos y la Procuraduría General<br />

<strong>de</strong> la Nación.<br />

Quizá nunca sepamos qué eficaz puedan<br />

ser nuestros mensajes <strong>de</strong> solidaridad y protestas<br />

frente al Gobierno colombiano; pero es<br />

evi<strong>de</strong>nte que estos actos significan mucho<br />

para los que están atrapados en esta guerra<br />

absurda, como lo muestra el siguiente correo<br />

electrónico distribuido por activistas <strong>de</strong>l PCN<br />

el 20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2002 refiriéndose a una<br />

acción colectiva <strong>de</strong> mandar cartas para pro-


testar contra la masacre <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 50 campesinos<br />

afrocolombianos e indígenas en la<br />

parte alta <strong>de</strong>l río Naya (Cauca) en abril <strong>de</strong>l<br />

2001: “Estos comunicados y correos tienen<br />

el valor <strong>de</strong> hacernos sentir que no estamos<br />

solos [...] Esta cercanía virtual es importante.<br />

Aunque el Gobierno no responda [...], queremos<br />

que sepan que en este caso sus mensajes<br />

han [...] impedido -en el caso <strong>de</strong> Naya y<br />

Yurumanguí- hasta ahora nuevas masacres<br />

y nuevos <strong>de</strong>splazamientos <strong>de</strong> la población.<br />

¿Hasta cuándo este tipo <strong>de</strong> presión pueda<br />

servir? <strong>No</strong> sabemos, pero por lo pronto hay<br />

que seguir intentándolo, abogando tercamente<br />

para que las comunida<strong>de</strong>s y sus territorios<br />

sean <strong>de</strong>jados por fuera <strong>de</strong>l tropel y <strong>de</strong> sus<br />

excesos, respetados sus proyectos <strong>de</strong> vida y<br />

su autonomía.”<br />

Cualquier esfuerzo <strong>de</strong> resistir a las formas<br />

<strong>de</strong> usurpación, expropiación y explotación<br />

también <strong>de</strong>be ser dirigido a escala global, más<br />

allá <strong>de</strong> las luchas inmediatas en los espacios<br />

locales y nacionales. Para muchos movimientos<br />

sociales que se enfrentan a estas nuevas<br />

guerras geoeconómicas, la opción <strong>de</strong> que su<br />

lucha sea global se vuelve una necesidad<br />

estratégica. Si la resistencia sigue siendo local<br />

no po<strong>de</strong>mos ignorar que las características<br />

globales <strong>de</strong> los conflictos contemporáneos,<br />

sean sobre acceso, control y explotación <strong>de</strong><br />

recursos concretos (petróleo en Irak / agroindustriales<br />

e ilícitos en el Pacífico colombiano)<br />

o sobre el control territorial más general para<br />

futuras intervenciones. Lo global <strong>de</strong>be ser<br />

entendido como oportunidad y no se le pue<strong>de</strong><br />

ignorar. Existe entonces una necesidad <strong>de</strong> articular<br />

una ‘política <strong>de</strong> escala’ que nos sensibilice<br />

hacia las implicaciones políticas <strong>de</strong> escala<br />

como relación. En palabras <strong>de</strong> Howitt,<br />

esto “brinda un camino para enmarcar respuestas<br />

estratégicas más efectivas a lo que<br />

parecen presiones ‘globales’ [...] Una geografía<br />

aplicada <strong>de</strong> los pueblos <strong>de</strong>be urgentemen-<br />

Los pobladores se ven<br />

sometidos al empuje<br />

<strong>de</strong> una lógica capitalista<br />

que choca con sus intereses<br />

y proyectos <strong>de</strong> vida<br />

y les saca <strong>de</strong> sus tierras, y que<br />

utiliza el paramilitarismo<br />

para tales fines.<br />

te tratar las cuestiones cruciales <strong>de</strong> cómo actuar<br />

simultáneamente a escalas múltiples;<br />

cómo pensar global y actuar localmente, y al<br />

mismo tiempo pensar local y actuar globalmente”.<br />

Para activistas <strong>de</strong> comunida<strong>de</strong>s negras es<br />

evi<strong>de</strong>nte el vínculo entre intereses <strong>de</strong>l capital<br />

y el <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> sus comunida<strong>de</strong>s en<br />

la región <strong>de</strong>l Pacífico a través <strong>de</strong>l paramilitarismo.<br />

Al sentirse abandonadas por un Estado<br />

en cuyo Ejército aún existen sectores colaborando<br />

con grupos paramilitares, esta<br />

opción por internacionalizar su lucha ha sido<br />

reconocida. Las movilizaciones <strong>de</strong>l 15 <strong>de</strong> febrero<br />

<strong>de</strong> 2003 en el mundo contra <strong>de</strong> la guerra<br />

en Irak también han mostrado que existe<br />

una conciencia global <strong>de</strong> resistencia. Aunque<br />

no tuvo éxito a corto plazo, sí hubo una guerra<br />

que está lejos <strong>de</strong> ser resuelta, vale la pena<br />

resaltar el legado <strong>de</strong> estas movilizaciones.<br />

Compartir esta experiencia con millones <strong>de</strong><br />

personas en el mundo produjo sentimientos<br />

po<strong>de</strong>rosos para muchos que sentían cerca la<br />

posibilidad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r cambiar el rumbo <strong>de</strong>l<br />

mundo. Ahora se trata <strong>de</strong> construir sobre esta<br />

experiencia, <strong>de</strong> no <strong>de</strong>jarla enfriar en los recuerdos,<br />

y <strong>de</strong> movilizar esta conciencia global<br />

para po<strong>de</strong>r seguir construyendo resistencias<br />

en todos los espacios posibles. Esto es<br />

construir la globalización <strong>de</strong> la resistencia.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

35


Refundar la<br />

política ´<br />

Lucía González D. 1<br />

Si algo gratifica el espíritu<br />

<strong>de</strong> quienes tenemos como<br />

propósito <strong>de</strong> vida avanzar<br />

en la construcción <strong>de</strong> un<br />

mundo más justo y aportar<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> cualquier esquina a<br />

la construcción <strong>de</strong> una sociedad<br />

capaz <strong>de</strong> reconocer<br />

la prevalencia <strong>de</strong> lo público<br />

sobre lo privado, es tener la<br />

posibilidad <strong>de</strong> ver a la ciudadanía<br />

en su pleno ejercicio,<br />

es verla actuante.<br />

1 Arquitecta. Asistente <strong>de</strong> Presi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> la Corporación Viva la Ciudadanía.


El 12 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2004, más <strong>de</strong> 60 000<br />

mujeres, hombres, niños, jóvenes y ancianos<br />

<strong>de</strong> 85 cabildos indígenas y comunida<strong>de</strong>s negras<br />

<strong>de</strong>l sur <strong>de</strong>l país, acompañados por organizaciones<br />

sociales y políticas que se unieron<br />

a sus reclamos, en una “Minga por la vida, la<br />

justicia, la alegría, la libertad y la autonomía”<br />

marcharon <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los territorios nariñenses y<br />

caucanos hasta la ciudad <strong>de</strong> Santiago <strong>de</strong> Cali<br />

para reclamar al Gobierno y a los grupos<br />

armados el respeto por sus culturas, sus territorios<br />

y sus vidas, mandato recibido en<br />

Congreso Indígena realizado en Cota, Cundinamarca,<br />

en el 2001. De esta gran marcha y<br />

<strong>de</strong>l Congreso que tuvo lugar en el Coliseo <strong>de</strong>l<br />

Pueblo <strong>de</strong> Cali, se concretaron posiciones frente<br />

al Alca y al TLC, al <strong>de</strong>smonte <strong>de</strong>l Estado<br />

social y <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho que buscan<br />

las reformas presentadas por el Gobierno nacional,<br />

frente a la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la autonomía y<br />

contra la reelección. <strong>No</strong> sólo se hicieron claramente<br />

públicas las posiciones y <strong>de</strong>mandas,<br />

sino que se construyeron propuestas concretas,<br />

como la <strong>de</strong> someter a consulta popular el<br />

proyecto <strong>de</strong> reelección, y se propusieron<br />

dotarse a sí mismos <strong>de</strong> escenarios e instrumentos<br />

que les permitieran <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> las<br />

violaciones a sus <strong>de</strong>rechos, avanzar en la negociación<br />

pacífica <strong>de</strong>l conflicto, y fortalecer los<br />

mecanismos <strong>de</strong> resistencia y <strong>de</strong>sobediencia<br />

civil para enfrentar la políticas <strong>de</strong> seguridad<br />

<strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong>l Gobierno actual, entre otros.<br />

Lo hicieron <strong>de</strong> manera pacífica, amorosa y rigurosa.<br />

Y todos sabemos que sus consignas<br />

no serán palabras al viento y que esa marcha<br />

que han iniciado, como ellos mismos lo dijeron,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace 500 años continuará porque<br />

“tienen más freno las aguas que van al río”,<br />

para hacerse cargo ellos mismos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa<br />

<strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos, ejerciendo el <strong>de</strong>ber y el<br />

<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> organizarse, proponer y aportar.<br />

Complace profundamente también ver que<br />

las comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Magdalena y <strong>de</strong>l Cesar,<br />

entre otras, se revelan contra la presión <strong>de</strong><br />

los grupos armados que han impedido la libre<br />

postulación a los cargos <strong>de</strong> elección popular,<br />

y haciendo uso <strong>de</strong> las herramientas que<br />

ha puesto a su disposición la Constitución y<br />

la ley, se imponen como mayoría a través <strong>de</strong>l<br />

voto en blanco, que esta vez es un grito contra<br />

la opresión.<br />

Sorpren<strong>de</strong> y anima ver y sentir que comunida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> municipios y regiones acosadas<br />

por la violencia, por la pobreza o la politiquería<br />

<strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n formar parte activa <strong>de</strong>l Gobierno<br />

y <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones sobre sus comunida<strong>de</strong>s y<br />

territorios, para hacer frente a los grupos armados<br />

o a las arbitrarieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sus propios<br />

gobernantes y se instituyen en Asambleas<br />

Constituyentes como fueron, entre otros, los<br />

casos ejemplares <strong>de</strong> Mogotes, <strong>de</strong> Tarso, <strong>de</strong>l<br />

Tolima, <strong>de</strong>l oriente antioqueño y posteriormente<br />

<strong>de</strong> la Asamblea Constituyente <strong>de</strong> Antioquia,<br />

que hacen explícita y responsable la<br />

conciencia <strong>de</strong> que lo público es un asunto <strong>de</strong><br />

todos, y que compete también a la sociedad<br />

civil tomar parte activa en la construcción <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>stino <strong>de</strong> sus pueblos.<br />

Puedo <strong>de</strong>cir que parte <strong>de</strong>l éxito <strong>de</strong>l proyecto<br />

<strong>de</strong> reconstrucción <strong>de</strong>l Eje Cafetero estuvo<br />

en esa manera <strong>de</strong> hacer partícipe a la ciudadanía<br />

<strong>de</strong> las soluciones, porque así lo reclamaron<br />

los ciudadanos y lo quiso enten<strong>de</strong>r la<br />

dirigencia <strong>de</strong>l Fondo para la Reconstrucción,<br />

entidad <strong>de</strong>legada por el Gobierno central para<br />

esa gran tarea. Es necesario reconocer que<br />

quienes reclamaron en primera instancia y<br />

con mayor contun<strong>de</strong>ncia la participación activa<br />

fueron las comunida<strong>de</strong>s más vulnerables,<br />

las más afectadas, obviamente las más pobres,<br />

que en una hermosa marcha, animada<br />

por los lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong> los alojamientos temporales,<br />

les hicieron saber a las autorida<strong>de</strong>s nacionales<br />

y locales que ellas “se sabían no sólo<br />

parte <strong>de</strong>l problema sino también <strong>de</strong> la solución”,<br />

y reclamaron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces partici-<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

37


38 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

pación en las <strong>de</strong>cisiones, exigieron subsidios<br />

para los no propietarios, animaron la <strong>de</strong>cisión<br />

<strong>de</strong> una feria inmobiliaria, que entregaba<br />

a cada quien la posibilidad <strong>de</strong> elegir para uso<br />

<strong>de</strong> su subsidio <strong>de</strong> vivienda, el lugar, el tipo, y<br />

el proyecto <strong>de</strong> vivienda en el que quería vivir.<br />

Se construyó entre todos la disposición para<br />

que tanto las inconformida<strong>de</strong>s como las propuestas<br />

tuvieran cauce, fueran escuchadas<br />

y, muchas veces, puestas en práctica, lográndose<br />

así un compromiso cada vez más colectivo,<br />

cada vez más claro <strong>de</strong> las organizaciones<br />

y personas en el proyecto <strong>de</strong> la reconstrucción.<br />

Construir ciudadanía fue el propósito<br />

que se puso en el centro <strong>de</strong> la agenda social<br />

<strong>de</strong> la reconstrucción, y se consi<strong>de</strong>ró que lo<br />

social <strong>de</strong>bía ser la esencia misma <strong>de</strong> la reconstrucción.<br />

La Ruta Pacífica <strong>de</strong> Mujeres y la Iniciativa<br />

<strong>de</strong> Mujeres por la Paz y Contra la Guerra libran<br />

en el país una batalla que se resume en<br />

este llamado a su último encuentro: “Mujeres<br />

<strong>de</strong> todos los colores, <strong>de</strong> todos los tamaños<br />

y con todos los dolores <strong>de</strong> una guerra que no<br />

queremos, que nunca hemos pedido y que sin<br />

embargo nos han impuesto, planteamos propuestas<br />

y estrategias sobre fundamentalismos,<br />

nacionalismos y militarismos; guerra,<br />

<strong>de</strong>sarrollo, feminización <strong>de</strong> la pobreza y ciudadanía<br />

<strong>de</strong> mujeres.”<br />

Pero no sólo los movimientos sociales han<br />

hecho gala <strong>de</strong> nueva condición <strong>de</strong> ciudadanos,<br />

también lo han hecho y <strong>de</strong> manera ejemplar<br />

en muchos casos, las instancias <strong>de</strong> la<br />

Iglesia católica en los últimos tiempos, haciéndose<br />

copartícipe en la <strong>de</strong>liberación y propuestas<br />

<strong>de</strong> la agenda pública, poniendo el <strong>de</strong>do<br />

en la llaga frente a temas <strong>de</strong> muchísima<br />

importancia para Colombia, como lo hace hoy<br />

acompañando los procesos <strong>de</strong> paz, como facilitadores<br />

o mediadores y como lo hizo en la<br />

Septuagésima Asamblea Plenaria <strong>de</strong>l Episcopado<br />

Colombiano <strong>de</strong> la que surge uno <strong>de</strong> los<br />

Y todos sabemos<br />

que sus consignas<br />

no serán palabras al viento<br />

y que esa marcha que han<br />

iniciado, como ellos mismos<br />

lo dijeron, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace 500 años<br />

continuará, porque "tienen más<br />

freno las aguas que van al río".<br />

más claros y contun<strong>de</strong>ntes documentos sobre<br />

la realidad agraria <strong>de</strong>l país. En este documento,<br />

la Iglesia interpela al Gobierno sobre<br />

sus políticas rurales y las garantías por el <strong>de</strong>recho<br />

a la tierra y al territorio, el reconocimiento<br />

y apoyo al campesinado, la protección<br />

a los mercados <strong>de</strong>l campo en las negociaciones<br />

internacionales, el <strong>de</strong>recho a la seguridad<br />

alimentaria, e interpela también a los<br />

grupos armados por el uso <strong>de</strong> la fuerza y la<br />

<strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l capital rural.<br />

Éstos son sólo algunos casos, ejemplares,<br />

para nombrar momentos muy cercanos <strong>de</strong><br />

nuestra historia local que tienen origen directo<br />

en movimientos como la Séptima Papeleta<br />

y la Asamblea Constituyente que dio origen<br />

a la Constitución <strong>de</strong> 1991, cuya mayor<br />

virtud es justamente ésa, creer en los seres<br />

humanos, conce<strong>de</strong>rles mayoría <strong>de</strong> edad, reconocerlos<br />

como constituyentes primarios,<br />

hacerlos ciudadanos, sujetos <strong>de</strong> <strong>de</strong>beres y <strong>de</strong>rechos,<br />

miembros actuantes <strong>de</strong> una sociedad<br />

y un Estado, miembros plurales, <strong>de</strong>liberantes,<br />

en ejercicio <strong>de</strong> sus liberta<strong>de</strong>s, pero también<br />

en el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> construir nación, es <strong>de</strong>cir,<br />

<strong>de</strong> construir comunidad <strong>de</strong> sentido, entre<br />

todos.<br />

A pocos se les ocurriría hoy <strong>de</strong>volver a esos<br />

clérigos a sus púlpitos, a las mujeres a las<br />

cocinas <strong>de</strong> sus casas, a los damnificados a<br />

sus cambuches y a los indígenas a sus cha-


gras. <strong>No</strong>s sabemos parte y beneficiarios <strong>de</strong><br />

cada batalla, <strong>de</strong> cada lucha social que se libra<br />

y sabemos que sus logros inci<strong>de</strong>n sobre<br />

la calidad <strong>de</strong> nuestras vidas.<br />

Es por eso que complace ver que hombres<br />

y mujeres <strong>de</strong> todas las eda<strong>de</strong>s, etnias y condiciones<br />

económicas, culturales, sociales y<br />

políticas estén comprometidos con algo que<br />

va mucho más allá <strong>de</strong> su propia vida y dignidad,<br />

porque lo que está puesto en juego es<br />

un nuevo sentido ético y político que habla<br />

<strong>de</strong> la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> esos sujetos, y el resultado<br />

obviamente es su crecimiento. Como todo ejercicio<br />

<strong>de</strong> lo sublime, <strong>de</strong> lo generoso, se <strong>de</strong>vuelve<br />

y engran<strong>de</strong>ce.<br />

Pero eso que parece tan sencillo, que parece<br />

fruto <strong>de</strong> volunta<strong>de</strong>s nobles, ha requerido<br />

<strong>de</strong> siglos para su maduración, para consti-<br />

tuirse en un propósito y en un <strong>de</strong>seo que se<br />

instala en el imaginario <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad y<br />

que, por ser novedoso, por ser revolucionario,<br />

no siempre cuenta con las condiciones<br />

políticas o culturales favorables para que se<br />

<strong>de</strong>sarrolle a cabalidad, para que crezca en libertad.<br />

La ciudadanía, esa categoría que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

Grecia antigua se viene construyendo en el<br />

Ágora y que se propone como una categoría<br />

requerida para acce<strong>de</strong>r a la mo<strong>de</strong>rnidad, resume<br />

la evolución <strong>de</strong>l ethos socio-cultural,<br />

entendido éste como el lugar <strong>de</strong> lo simbólico<br />

o el lugar don<strong>de</strong> se construyen y reconstruyen<br />

los imaginarios colectivos- y con ella, la<br />

ética y la política se encuentran en una nueva<br />

relación, más exigente, por ello también<br />

más productiva.<br />

Para que surja el ciudadano ha habido necesidad<br />

<strong>de</strong> que se reconozca al individuo -otra<br />

categoría <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad- ese sujeto fundado<br />

ante todo en su libre albedrío, en su<br />

capacidad para <strong>de</strong>cidir, para proponer. Y ha<br />

tenido que surgir y <strong>de</strong>sarrollarse a la par la<br />

<strong>de</strong>mocracia, ese or<strong>de</strong>n autofundado que permitió<br />

el paso <strong>de</strong> la enajenación popular <strong>de</strong>l<br />

po<strong>de</strong>r o la <strong>de</strong>legación inconsulta a una <strong>de</strong>legación<br />

consciente (la <strong>de</strong>mocracia representativa)<br />

e iniciar el tránsito hacia la participación<br />

activa (la <strong>de</strong>mocracia participativa)<br />

porque, en palabras <strong>de</strong> José Bernardo Toro<br />

“una <strong>de</strong>mocracia requiere ciudadanos, es <strong>de</strong>cir,<br />

sujetos sociales, y políticos, actores que<br />

puedan tomar <strong>de</strong>cisiones sobre su presente y<br />

su futuro, y hacer posible la convivencia pacífica”,<br />

y porque “las personas se hacen sujetos<br />

sociales y políticos cuando son capaces<br />

<strong>de</strong> crear, orientar y controlar organizaciones,<br />

or<strong>de</strong>namientos y relaciones sociales productivas<br />

económica, social y culturalmente”.<br />

Pero mucho antes en la historia fue necesaria<br />

una gran ruptura, la <strong>de</strong> la <strong>de</strong>stitución<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

39


40 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

<strong>de</strong> la religión o <strong>de</strong>l Dios como único referente<br />

<strong>de</strong> moral y <strong>de</strong> ética, y el reconocimiento <strong>de</strong> muchos<br />

nuevos centros <strong>de</strong> la esfera que pusieron<br />

en escena nuevas culturas, nuevos y múltiples<br />

valores, es <strong>de</strong>cir, la conciencia <strong>de</strong> un<br />

mundo inmensamente plural, divergente y<br />

muchas veces contrapuesto al or<strong>de</strong>n y a las<br />

verda<strong>de</strong>s instituidas, “la sociedad <strong>de</strong>scentrada”<br />

la llama Weber, para <strong>de</strong>signar ese largo y<br />

complejo proceso a través <strong>de</strong>l cual lo sagrado<br />

<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser el principio estructurante y totalizador<br />

<strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n social, su raíz y su fundamento,<br />

para dar paso a la formación <strong>de</strong> una constelación<br />

<strong>de</strong> significaciones y <strong>de</strong> universos<br />

simbólicos diferentes y a veces confrontados.<br />

<strong>No</strong>s sabemos parte<br />

y beneficiarios<br />

<strong>de</strong> cada batalla, <strong>de</strong> cada<br />

lucha social que se libra<br />

y sabemos que sus logros<br />

inci<strong>de</strong>n sobre la calidad<br />

<strong>de</strong> nuestras vidas.<br />

Aparece entonces la urgencia <strong>de</strong> reconocer<br />

y valorar al otro, distinto <strong>de</strong> uno, <strong>de</strong> mirar<br />

con <strong>de</strong>tenimiento y respeto otras maneras sociales<br />

<strong>de</strong> estar en el mundo, <strong>de</strong> refundar los<br />

mitos, <strong>de</strong> reconstruir los pactos que se consi<strong>de</strong>raban<br />

sagrados e intemporales en una ética<br />

civil que conce<strong>de</strong> al ser la capacidad <strong>de</strong><br />

garantizar un minimum ético que le permita<br />

vivir en comunidad y, finalmente, la urgencia<br />

<strong>de</strong> construir nuevas instituciones que dieran<br />

espacio a la expresión <strong>de</strong> las diferencias, garantizando<br />

a través <strong>de</strong> unas normas, unas<br />

leyes y nuevos escenarios la construcción <strong>de</strong><br />

los consensos, la expresión <strong>de</strong> los disensos y<br />

el trámite <strong>de</strong> los conflictos. Se hace necesario<br />

entonces también refundar la política.<br />

En esas nos hallamos en Colombia, tarea<br />

ardua que pocas veces ha encontrado un am-<br />

biente propicio en las élites que aún <strong>de</strong>finen<br />

nuestro <strong>de</strong>stino; pero por fortuna, la fuerza<br />

<strong>de</strong> los pueblos siempre es mayor que la <strong>de</strong> su<br />

dirigencia, que jamás ha querido un pueblo<br />

ilustrado y mucho menos <strong>de</strong>liberante y dueño<br />

<strong>de</strong> sus <strong>de</strong>cisiones, porque no está en su<br />

conciencia ni siquiera que construir entre todos<br />

una manera <strong>de</strong> vivir juntos es con seguridad<br />

mucho más rentable y más grato para<br />

todos. Pero suce<strong>de</strong> también que los atropellos,<br />

las guerras, las limitaciones que se imponen<br />

<strong>de</strong>satan en el seno <strong>de</strong> los pueblos nuevas<br />

fuerzas, conciencia renovada <strong>de</strong> que el<br />

futuro está en sus manos y no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>legarse.<br />

Frente al proyecto imperante <strong>de</strong> la dirigencia<br />

colombiana, autoritario, castrador,<br />

<strong>de</strong>spectivo <strong>de</strong> sus congéneres y, sobre todo,<br />

enemigo <strong>de</strong> todas las diferencias, se expresa<br />

cada vez con mayor claridad, con mayor autonomía,<br />

con mayor rigor, la ciudadanía.<br />

Si, como dice María Teresa <strong>de</strong> Hincapié, el<br />

ethos cultural “instituye el sentido <strong>de</strong> las acciones<br />

<strong>de</strong> los sujetos, los grupos, las asociaciones,<br />

las clases, los pueblos y las naciones,<br />

y con base en el cual operan las nociones<br />

primigenias <strong>de</strong> lo bueno y lo malo, lo lícito y<br />

lo prohibido, lo posible y lo utópico, perfila<br />

las actitu<strong>de</strong>s frente a lo sagrado y a lo profano,<br />

lo místico, lo mágico, lo trágico, la vida y<br />

la muerte y don<strong>de</strong> se arraiga la moral y la<br />

ética” es igual para todos, la pregunta entonces<br />

es ¿<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> se nutre ese aliento? ¿Por<br />

qué al lado <strong>de</strong> la barbarie, <strong>de</strong>l imperio <strong>de</strong> lo<br />

privado sobre lo público, <strong>de</strong> una política que<br />

favorece los intereses <strong>de</strong> unos pocos sobre los<br />

intereses comunes prospera entonces, y a pesar<br />

<strong>de</strong> todo, esa noción <strong>de</strong> lo público, ese ejercicio<br />

<strong>de</strong> ciudadanía?<br />

Si, como dice Toro, “el Estado es también<br />

factor pedagógico y constructor <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia,<br />

cuando es un Estado ético”, y si los referentes<br />

éticos se construyen con mucha fuerza<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la acción y los discursos <strong>de</strong> quienes


instituyen la ley y representan la autoridad,<br />

y esa autoridad hoy ni respeta ni valora ni<br />

cumple siempre la ley que imparte, ¿qué pue<strong>de</strong><br />

entonces estar pasando con nuestra sociedad<br />

y que pasará con ella en el futuro?<br />

Si algo se ha logrado en los dos años <strong>de</strong>l<br />

presente Gobierno es precisamente <strong>de</strong>construir<br />

ciudadanía generando miedo, <strong>de</strong>sconfianza,<br />

confrontación y nociones equivocadas<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber cívico. Ningún ejemplo más oportuno<br />

para <strong>de</strong>cir que no es promoción <strong>de</strong> ciudadanía<br />

que la política pública <strong>de</strong> hacer <strong>de</strong> un<br />

millón <strong>de</strong> congéneres <strong>de</strong>latores, informantes<br />

pagados por señalar, sin ningún compromiso,<br />

pagados como cualquier mercenario. En<br />

el alma <strong>de</strong>l estatuto ciudadano está contribuir,<br />

como <strong>de</strong>ber y como <strong>de</strong>recho al mantenimiento<br />

<strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n y unos principios pactados por<br />

todos, si se quiere, advirtiendo y <strong>de</strong>nunciando<br />

con valor civil y sin interés económico lo<br />

que no conviene a un sujeto o al conjunto <strong>de</strong><br />

la comunidad. Deconstruir ciudadanía es señalar<br />

<strong>de</strong> terroristas a quienes piensan distinto;<br />

instituir en enemigos a quienes reclaman<br />

sus <strong>de</strong>rechos; <strong>de</strong>tener arbitrariamente a quienes<br />

se asocian para disentir; contraponer o<br />

<strong>de</strong>liberar asuntos <strong>de</strong> interés común; hacer<br />

señalamientos públicos y privados a las organizaciones<br />

y movimientos <strong>de</strong> la sociedad civil<br />

y partidos políticos que se congregan para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r<br />

los <strong>de</strong>rechos adquiridos en su Carta<br />

Constitucional y el cumplimiento <strong>de</strong> pactos internacionales<br />

adoptados por la nación. Contribuyen<br />

a reducir los ámbitos <strong>de</strong> la ciudadanía<br />

los silencios <strong>de</strong>l Gobierno y <strong>de</strong>l Estado<br />

frente a los asesinatos selectivos <strong>de</strong> lí<strong>de</strong>res<br />

campesinos, sindicales, indígenas, mujeres; se<br />

constituyen en una esfera <strong>de</strong>l miedo creada<br />

en el mundo por los gran<strong>de</strong>s po<strong>de</strong>res para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r<br />

los privilegios adquiridos frente a ese<br />

reclamo legítimo <strong>de</strong> construir otro mundo en<br />

el que quepamos todos.<br />

Pero algo hay en el ser que lo lleva a ser<br />

corresponsable con sus congéneres, con el<br />

mundo que habita; como dice Humberto Eco:<br />

“La ética aparece cuando el otro entra en escena”.<br />

Algo hay en la cultura que nos permite<br />

sentirnos corresponsables <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino propio<br />

y <strong>de</strong>l <strong>de</strong> nuestros hermanos. Y algo viene <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

la Constitución <strong>de</strong>l 91 para acá que ha<br />

calado en el alma <strong>de</strong> los pueblos, que no va<br />

ser posible <strong>de</strong>rrotar a pesar <strong>de</strong> lo señalamientos,<br />

a pesar <strong>de</strong> las amenazas, a pesar <strong>de</strong> la<br />

ruptura <strong>de</strong> las re<strong>de</strong>s sociales activas por la<br />

vía <strong>de</strong> los asesinatos, <strong>de</strong> las <strong>de</strong>tenciones, <strong>de</strong><br />

las expropiaciones y <strong>de</strong>stierros, y precisamente<br />

por ello. Y porque a pesar <strong>de</strong> lo difícil que<br />

pueda ser actuar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las máximas <strong>de</strong>l<br />

pensamiento racional, como <strong>de</strong>cía Kant “pensar<br />

por sí mismo, pensar en el lugar <strong>de</strong>l otro<br />

y ser consecuente”, es necesario confiar en el<br />

progreso <strong>de</strong> la humanidad porque los hombres<br />

son más heroicos, audaces y creadores<br />

cuando luchan por un i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> justicia y libertad<br />

que cuando <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n intereses mezquinos<br />

y privilegios adquiridos.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

41


Filosofía indígena<br />

Declaración sobre<br />

<strong>de</strong>rechos colectivos<br />

y el conocimiento <strong>de</strong> los pueblos indígenas *<br />

Efrén Félix Tarapués Cuaical 1<br />

Los tratados son reglas <strong>de</strong> juego trazados<br />

por hombres. Para los pueblos indígenas<br />

<strong>de</strong> América el <strong>de</strong>recho no nace <strong>de</strong> las<br />

relaciones entre los seres humanos solamente,<br />

nace <strong>de</strong> la relación con la Madre<br />

Tierra y con la comunidad <strong>de</strong> los seres vivos<br />

que la habitamos. Tierra que, como<br />

ser viviente, forma parte <strong>de</strong> una pequeña<br />

comunidad <strong>de</strong> cuerpos celestes que en torno<br />

<strong>de</strong>l sol existe en un perdido rincón <strong>de</strong><br />

la galaxia. Por eso, para nosotros existe<br />

una ley, la Ley <strong>de</strong> Origen, que rige nuestra<br />

vida y nos hace hermanos <strong>de</strong>l agua, <strong>de</strong>l<br />

viento, <strong>de</strong> la tierra, <strong>de</strong> las plantas, los animales,<br />

<strong>de</strong> la noche y <strong>de</strong> la luz; nadie pue<strong>de</strong><br />

para nosotros proclamar un <strong>de</strong>recho<br />

que vulnere esa ley. Ley que no se encuentra<br />

en ningún libro, sino que guardada en<br />

la memoria primordial <strong>de</strong> nuestros mayores<br />

se encuentra en calendarios solares y<br />

lunares conforme a los cuales se or<strong>de</strong>naron<br />

territorios, conocimientos y prácticas<br />

sociales. Es <strong>de</strong>cir, que construimos culturas<br />

y lenguajes atados a una cosmovision<br />

que <strong>de</strong>scifra los ciclos (gran<strong>de</strong>s y pequeños)<br />

que marcan el origen y la reproducción<br />

<strong>de</strong> todas las formas <strong>de</strong> vida. Todas<br />

1 Honorable Senador indígena <strong>de</strong> Colombia.<br />

*Este documento fue presentado a la IV Ronda <strong>de</strong> Negociaciones <strong>de</strong>l Tratado <strong>de</strong> Libre Comercio, TLC, en la ciudad <strong>de</strong> San Juan, Puerto Rico.


Vuelven la Tierra mercancía<br />

que se compra y que se ven<strong>de</strong>,<br />

olvidan nuestro origen como seres<br />

vivos, nos separan <strong>de</strong>l cosmos y <strong>de</strong><br />

los espíritus invisibles que habitan<br />

en páramos, bosques, humedales<br />

y salados.<br />

nuestras culturas ancestrales, con variantes<br />

productos <strong>de</strong> su diversa localización geográfica,<br />

cumplen esa ley, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>riva que<br />

nosotros, los pueblos indígenas <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l sur-occi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Colombia, llamamos Derecho<br />

Mayor.<br />

De igual manera, taínos, aruacos y caribes<br />

arraigados profundamente en su universo<br />

natural crearon Puerto Rico antes <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>scubrimientos, antes que otros profanaran<br />

el territorio sagrado <strong>de</strong> “Nuestra América”<br />

como la llamó el poeta cubano José Martí.<br />

Sabemos que los indios <strong>de</strong> esta tierra, muy<br />

pronto en 1511, resistieron y protestaron por<br />

esa profanación; testimonio <strong>de</strong> ello es la lucha<br />

<strong>de</strong>l indio Guariney. Por eso es bueno que<br />

hoy, cinco siglos <strong>de</strong>spués, <strong>de</strong>spierte su palabra,<br />

para que todos los hombres y mujeres<br />

<strong>de</strong> esta isla maravillosa la hagan mestiza y<br />

vuelvan a proclamar la Ley <strong>de</strong> Origen para<br />

proteger la vida.<br />

Las convenciones y tratados que rigen los<br />

intercambios <strong>de</strong> productos <strong>de</strong> la tierra para<br />

ampliar el “mercado libre” <strong>de</strong>sconocen y se<br />

apartan <strong>de</strong> la relación vital <strong>de</strong> nuestros pueblos<br />

con la tierra, con el agua, con las especies<br />

<strong>de</strong> fauna y flora, con el viento, con la luna,<br />

con el sol. Vuelven la Tierra mercancía que<br />

se compra y que se ven<strong>de</strong>, olvidan nuestro<br />

origen como seres vivos, nos separan <strong>de</strong>l cosmos<br />

y <strong>de</strong> los espíritus invisibles que habitan<br />

en páramos, bosques, humedales y salados,<br />

lugares que para nuestros ancestros son y<br />

seguirán siendo sagrados. Se rompe la her-<br />

mandad entre el hombre y la naturaleza, por<br />

eso cuando se ven<strong>de</strong>n las especies y se crean<br />

<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad privada sobre ellas se<br />

socava la unidad <strong>de</strong> lo diverso; es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>l<br />

universo, <strong>de</strong> la trama que le da vida a la vida.<br />

Por todo lo anterior hago una pregunta:<br />

¿Hasta dón<strong>de</strong> llega nuestra libertad <strong>de</strong> comerciar<br />

con la trama <strong>de</strong> la vida a través <strong>de</strong> tratados?<br />

Poner precio y propiedad a la vida es<br />

reducirla y fragmentarla, es mirar sólo su<br />

valor <strong>de</strong> cambio ignorando su esencia<br />

invaluable. Poner precio al maíz por toneladas<br />

es reducir este alimento a las especies<br />

comerciales que ya tienen patentes <strong>de</strong> propiedad<br />

<strong>de</strong> multinacionales, <strong>de</strong> paso <strong>de</strong>saparecen<br />

varieda<strong>de</strong>s y semillas nativas, es <strong>de</strong>cir,<br />

que se empobrece la diversidad. <strong>No</strong>s con<strong>de</strong>nan<br />

a pa<strong>de</strong>cer las penurias <strong>de</strong>l monocultivo y<br />

el monopolio y con ello nos con<strong>de</strong>nan al sometimiento,<br />

la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y la indignidad.<br />

Nuestras culturas, lenguas y conocimientos,<br />

por esa vía, poco a poco quedan <strong>de</strong>rogados<br />

y así nos quitan el <strong>de</strong>recho a nombrar y<br />

or<strong>de</strong>nar nuestros territorios y nuestras relaciones<br />

<strong>de</strong> intercambio con base en la reciprocidad<br />

y la solidaridad. Empobrecimiento es<br />

la palabra que mejor <strong>de</strong>fine el resultado <strong>de</strong>l<br />

“mercado libre” que tenemos hoy, divorciado<br />

<strong>de</strong> los intercambios orgánicos que sustentan<br />

la vida y la rica diversidad que aún tenemos,<br />

a pesar <strong>de</strong> mutaciones genéticas que con sus<br />

inventos producen quienes por su <strong>de</strong>smedida<br />

ambición quieren dominar y profanar la<br />

tierra a costa <strong>de</strong> la vida.<br />

Veamos si no qué ha sucedido con las Plantas<br />

Sagradas <strong>de</strong> los indios <strong>de</strong> América, la coca,<br />

el tabaco. Sabemos que han sido <strong>de</strong>sintegradas<br />

y alteradas para aislar sustancias promisorias<br />

por su valor <strong>de</strong> uso, aunque por <strong>de</strong>sgracia,<br />

pronto comerciantes muy agudos<br />

<strong>de</strong>scubrieron que como esas substancias eran<br />

adictivas podían configurar un conglomerado<br />

<strong>de</strong> consumidores cautivos y con ellos un<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

43


44 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Poner precio y propiedad a la vida<br />

es reducirla y fragmentarla, es<br />

mirar sólo su valor <strong>de</strong> cambio.<br />

mercado seguro aunque “nocivo para la salud”.<br />

Y ya sabemos el costo en vidas, guerras<br />

y sufrimientos que por esa profanación nos<br />

ha tocado pagar. Claro está que no son las<br />

plantas sagradas las causantes <strong>de</strong>l mal, es<br />

su profanación y abuso el que se ha vuelto<br />

contra la sociedad, porque toda acción contra<br />

la Madre Tierra es tar<strong>de</strong> o temprano reclamada<br />

por ella.<br />

El mercado y las innovaciones hicieron que<br />

plantas usadas por culturas nativas para<br />

curar el mundo fueran transformadas en fuente<br />

<strong>de</strong> conflictos y enfermeda<strong>de</strong>s que afectan<br />

hoy a la humanidad. El mercado <strong>de</strong> licores, <strong>de</strong><br />

cigarrillos y <strong>de</strong> cocaína ha llevado a muchos<br />

campesinos e indígenas a participar para po<strong>de</strong>r<br />

sobrevivir, en la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> la naturaleza<br />

mediante el cultivo extensivo (no tradicional)<br />

<strong>de</strong> la coca en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> las selvas y<br />

los ecosistemas. La hoja <strong>de</strong> coca transformada<br />

en cocaína en laboratorios clan<strong>de</strong>stinos<br />

circula por seguros mercados y se ha vuelto<br />

seria amenaza para las frágiles <strong>de</strong>mocracias,<br />

genera múltiples formas <strong>de</strong> violencia y su propagado<br />

consumo amenaza sobre todo a los<br />

jóvenes <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s opulentas.<br />

Un mercado sin consi<strong>de</strong>ración por la vida<br />

elimina el valor ético, estético y <strong>de</strong> conocimiento<br />

que ha emanado <strong>de</strong> una larga interacción<br />

<strong>de</strong>l hombre con la naturaleza. El afán <strong>de</strong>smesurado<br />

por la riqueza ha eliminado la integridad<br />

<strong>de</strong> los valores. Historia que comenzó con<br />

el <strong>de</strong>scubrimiento; el oro, por ejemplo, fue reducido<br />

a su precio en el mercado sin importar<br />

el significado sagrado que lo vinculaba con<br />

el sol, fuente <strong>de</strong> la vida; ornamentos y esculturas<br />

<strong>de</strong> oro para el culto fueron fundidas y<br />

convertidas en lingotes. Esta profanación con-<br />

tinúa en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> las montañas, <strong>de</strong> los<br />

ríos y las culturas nativas que en esos parajes<br />

habitan.<br />

Frente al <strong>de</strong>bate sobre los <strong>de</strong>rechos y en<br />

particular sobre los <strong>de</strong> propiedad intelectual<br />

<strong>de</strong> los pueblos indígenas, proclamamos nuestra<br />

Ley <strong>de</strong> Origen y en consecuencia, proclamamos<br />

el <strong>de</strong>recho a que no sean objeto <strong>de</strong><br />

comercio el saber colectivo asociado a la biodiversidad<br />

y la tierra que les dio nacimiento.<br />

Nuestro saber que se origina en la tierra y en<br />

nuestra concepción <strong>de</strong> lo sagrado no tiene<br />

precio, no estamos en condiciones <strong>de</strong> ponerle<br />

precio y <strong>de</strong> someterlo al mercado a riesgo <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>svanecerlo y profanar su valor. ¿Qué precio<br />

pue<strong>de</strong> tener el soplo, el rezo o la danza <strong>de</strong><br />

un chamán cuando ofrece yagé para curar el<br />

mundo armonizándolo con el cosmos? ¿Qué<br />

precio pue<strong>de</strong> tener un ritual <strong>de</strong> curación espiritual<br />

a través <strong>de</strong> plantas sagradas como el<br />

yopo, el yagé, el peyote? Cualquier <strong>de</strong>recho<br />

<strong>de</strong> propiedad sobre un saber ancestral, nos<br />

pone en <strong>de</strong>sventaja y en peligro <strong>de</strong> per<strong>de</strong>rlo<br />

en los intríngulis <strong>de</strong> las leyes nacionales e internacionales.<br />

Proclamamos el <strong>de</strong>recho al intercambio <strong>de</strong><br />

saberes para la vida, para proteger los <strong>de</strong>rechos<br />

colectivos y <strong>de</strong>l ambiente <strong>de</strong> todos los<br />

pueblos <strong>de</strong>l mundo; para que el reconocimiento<br />

<strong>de</strong> la diversidad natural y cultural se materialice<br />

en la protección <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> todas las<br />

especies, <strong>de</strong>l paisaje y su belleza escénica. El<br />

planeta que hemos heredado, <strong>de</strong>bemos entregarlo<br />

a las nuevas generaciones mejor <strong>de</strong> como<br />

lo hemos recibido. Como el hombre blanco y<br />

sus leyes exigen tratados, proclamamos la<br />

necesidad <strong>de</strong> un tratado que respete los saberes<br />

y territorios tradicionales <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s<br />

raizales: negras, campesinas e indígenas.<br />

Un tratado que no permita la comercialización<br />

<strong>de</strong>l saber colectivo y que promueva el intercambio<br />

que nos haga mejores a todos sin <strong>de</strong>trimento<br />

<strong>de</strong> la naturaleza y su diversidad.


Carta a los<br />

“Hombres atados <strong>de</strong> sus manos y sus pies<br />

estaban encerrados en una caverna. <strong>No</strong> tenían<br />

conocimiento <strong>de</strong>l mundo exterior, no<br />

sabían <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> venían, no sabían a dón<strong>de</strong><br />

iban. Sólo veían unas pequeñas sombras, reflejadas<br />

por un fuego a sus espaldas, las cuales<br />

eran para ellos la realidad”. Este Mito <strong>de</strong><br />

la Caverna, <strong>de</strong> Platón, ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser un<br />

mito. La sociedad en la que vivimos se ha convertido<br />

en nuestra propia caverna, estamos<br />

amarrados por los paradigmas, por las reglas,<br />

los esquemas, el miedo y la misma ignorancia.<br />

Las distracciones como la moda, el qué<br />

dirán y la manipulación <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicación<br />

son nuestras sombras.<br />

¿Será que ansiamos salir <strong>de</strong> esa caverna?<br />

<strong>No</strong> lo sé. Tampoco sé si nos hemos dado cuanta<br />

<strong>de</strong> que hay una puerta, si nos hemos percatado<br />

<strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> un mundo exterior,<br />

<strong>de</strong> un mundo sin máscaras y sin disfraces.<br />

Los sueños han pasado a ocupar otro lugar.<br />

Nacemos y somos educados para triunfar, pero<br />

el mismo afán por vivir nos hace olvidar lo que<br />

verda<strong>de</strong>ramente importa. Olvidamos entonces<br />

la magia <strong>de</strong> una sonrisa, el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> una palabra<br />

y la importancia <strong>de</strong> un acto. Olvidamos<br />

por qué estamos aquí, olvidamos quiénes somos<br />

y para dón<strong>de</strong> vamos.<br />

Somos jóvenes. Para muchos somos el futuro,<br />

pero ellos están un poco equivocados. <strong>No</strong><br />

somos sólo el futuro, somos el presente, somos<br />

el ahora y estamos perdiendo mucho tiempo<br />

jóvenes ´<br />

1 Discurso <strong>de</strong> una estudiante <strong>de</strong> bachillerato el día <strong>de</strong> su graduación. Colegio Inglés <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s, Cali.<br />

Nathalie Olano D. 1<br />

mientras esperamos por los días que vendrán.<br />

Precisamente nuestra misión es enten<strong>de</strong>r que<br />

el futuro está en nuestras manos, pero es algo<br />

que <strong>de</strong>bemos sembrar día a día, que <strong>de</strong>bemos<br />

construir con amor, con convicción, con alegría,<br />

con disciplina y voluntad para po<strong>de</strong>r cosechar<br />

<strong>de</strong>spués buenos frutos.<br />

Compañeros, aquí nos han <strong>de</strong>jado en esta<br />

ocasión, ésta es la primera estación <strong>de</strong>l tren.<br />

<strong>No</strong> olvi<strong>de</strong>mos nunca que los héroes no son<br />

sólo aquellos que reposan en los libros <strong>de</strong> la<br />

mitología. Héroe es todo aquel que en la odisea<br />

<strong>de</strong> la vida diaria, lucha contra los cíclopes<br />

<strong>de</strong> la indiferencia, <strong>de</strong>l pesimismo y <strong>de</strong> la rebeldía.<br />

Lucha por ser él mismo en una sociedad<br />

en la que muchas veces no encaja. Pero<br />

ésa es su prueba, ésa es su misión. Vayamos<br />

a don<strong>de</strong> vayamos, no olvi<strong>de</strong>mos el puerto <strong>de</strong>l<br />

que partimos, no olvi<strong>de</strong>mos a quiénes nutrieron<br />

nuestro ser, a quienes permitieron que<br />

nuestras raíces se fortalecieran y que diéramos<br />

los mejores frutos.<br />

Seamos jóvenes, jóvenes sin importar la<br />

edad o las circunstancias. Jóvenes empren<strong>de</strong>dores<br />

que se <strong>de</strong>stacan por la lucha continua,<br />

por la perseverancia y el entusiasmo que<br />

ponemos a las cosas. Pase lo que pase, no<br />

permitamos que nos digan que nuestros sueños<br />

son gran<strong>de</strong>s o chicos. Sólo luchemos por<br />

ellos. Porque es entonces, cuando soñamos y<br />

tomamos riesgos que marcamos la diferencia,<br />

y que le damos sentido a lo que somos y<br />

hacemos.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


Muere<br />

un gran<strong>de</strong><br />

Jacques Derrida da la impresión <strong>de</strong> nunca<br />

haberse sentido a sus anchas en un papel<br />

simple. De mil maneras transformó en problemas<br />

lo que aparecía dado y sin dificultad.<br />

Con él, nada resultaba tan evi<strong>de</strong>nte como<br />

uno lo podía creer o lo pretendía <strong>de</strong>cir. Detrás<br />

<strong>de</strong> nuestros hábitos, nuestras referencias<br />

y criterios más arraigados, se empeñó en<br />

hallar hipótesis <strong>de</strong>sapercibidas y presupuestos<br />

por interrogar. Siempre, a sus ojos, se requería<br />

más cuidado, más tiempo, más matices...<br />

y más pru<strong>de</strong>ncia, paciencia, osadía y<br />

apertura <strong>de</strong> espíritu <strong>de</strong> lo que disponía nuestra<br />

época. Filósofo, quiso mirar la filosofía<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> afuera y cuestionarla sin complacencia.<br />

Escritor, nunca <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> injertar relato y<br />

concepto, <strong>de</strong> labrarlos, fecundarlos uno por<br />

otro. Profesor, interrogaba constantemente las<br />

instituciones <strong>de</strong> enseñanza y escrutaba el<br />

sentido tanto <strong>de</strong> la universidad como <strong>de</strong> la<br />

educación. Ciudadano, ha sido militante a su<br />

manera, criticando al tiempo las certezas <strong>de</strong><br />

las <strong>de</strong>mocracias actuales. ¿La razón <strong>de</strong> todas<br />

esas sutilezas? Para nada ansia <strong>de</strong> complicación<br />

sino una preocupación por preservar el<br />

Roger-Pol Droit 1<br />

porvenir. Jacques Derrida quería que se <strong>de</strong>jara<br />

<strong>de</strong> creer que todas las preguntas estaban<br />

resueltas, todas las palabras previstas o<br />

previsibles, todos los regímenes políticos vislumbrados.<br />

El eje principal <strong>de</strong> su obra: abrir el campo<br />

para la eventualidad <strong>de</strong> otro sentido, para algo<br />

inaudito. Reservar la posibilidad <strong>de</strong> un tiempo,<br />

<strong>de</strong> una escritura, <strong>de</strong> una forma <strong>de</strong> saber o<br />

<strong>de</strong> sensibilidad para los cuales no habría,<br />

hasta la fecha, mo<strong>de</strong>lo alguno. Empeñarse,<br />

para ello, en aflojar las evi<strong>de</strong>ncias antiguas,<br />

esmerarse a volver a introducir un juego en<br />

las construcciones existentes –<strong>de</strong> la metafísica<br />

a la lógica, <strong>de</strong> la psicología a la política- para<br />

que el futuro no que<strong>de</strong> cerrado <strong>de</strong> antemano.<br />

En una época en que las diversida<strong>de</strong>s tien<strong>de</strong>n<br />

a <strong>de</strong>saparecer, en que el mundo parece “sin<br />

afuera” y cada vez más carente <strong>de</strong> alternativas,<br />

su constante voluntad <strong>de</strong> propiciar un<br />

“lugar otro” pue<strong>de</strong> dar cuenta <strong>de</strong> su paradójico<br />

éxito: obra súperelitista, prestigio mundial.<br />

De no ser así, no podríamos enten<strong>de</strong>r cómo<br />

una prosa tan compleja, tan exigente y hasta<br />

oscura a veces haya podido suscitar en el<br />

1 Extractos <strong>de</strong>l artículo aparecido en Le Mon<strong>de</strong> el 12 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2004 a raíz <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> Jacques Derrida. Traducción: Tania Roelens.


mundo entero semejante fervor. Sin duda<br />

existen múltiples respuestas. Entre otras, el<br />

entusiasmo <strong>de</strong> los literatos norteamericanos<br />

(los filósofos anglosajones puros y duros resistieron),<br />

la supuesta posibilidad <strong>de</strong> aplicar<br />

un “método Derrida” en campos muy diversos,<br />

la fecundidad <strong>de</strong>l autor (no menos <strong>de</strong> unos<br />

50 libros publicados en 35 años), su carisma<br />

personal, la diversidad <strong>de</strong> los campos abordados,<br />

atravesados o puestos en relación (<strong>de</strong><br />

la poesía a la fotografía, <strong>de</strong>l psicoanálisis al<br />

estatuto <strong>de</strong> la universidad, <strong>de</strong> Europa a la<br />

diferencia <strong>de</strong> sexos, entre muchos más); todo<br />

esto contribuyó sin duda a su gloria. Pero no<br />

<strong>de</strong>jan <strong>de</strong> ser elementos exteriores a su obra.<br />

De manera más radical y más profunda, hubo<br />

en Derrida un gesto, un llamado, una espera<br />

que sensibilizaron su época. Se esforzó en<br />

volver a dar una oportunidad al porvenir, en<br />

estar pendiente <strong>de</strong> lo imprevisible.<br />

He aquí por qué, en unos veinte años, entre<br />

1970 y 1990, Derrida terminó por encarnar<br />

casi para el mundo entero la figura <strong>de</strong>l filósofo,<br />

incluso a los ojos <strong>de</strong> los que no habían leído<br />

una sola línea <strong>de</strong> su obra, <strong>de</strong> India a Estados<br />

Unidos, <strong>de</strong> América Latina a Corea <strong>de</strong>l Sur,<br />

Nadie sabrá a partir <strong>de</strong> qué secreto escribo.<br />

Jacques Derrida<br />

<strong>de</strong> los países bálticos a África. En los últimos<br />

años, su aura se volvió aun más amplia. Hemos<br />

visto florecer novelas, hasta películas, en<br />

las que Derrida o algún pensador que se le<br />

parece singularmente, es el protagonista. Una<br />

nebulosa <strong>de</strong> sitios Internet se <strong>de</strong>dica a su obra<br />

o, a veces, sólo a su imagen (una foto, algunos<br />

apartes <strong>de</strong> textos). En una palabra, el pensador<br />

difícil se volvió una especie <strong>de</strong> estrella.<br />

Dos series <strong>de</strong> tres libros lo hacen reconocer<br />

como un filósofo singularmente original.<br />

En 1967, La voz y el fenómeno, De la gramatología,<br />

y La escritura y la diferencia. En 1972,<br />

Posiciones, Márgenes <strong>de</strong> la filosofía y La diseminación.<br />

Lo principal <strong>de</strong>l “programa” <strong>de</strong><br />

Derrida, <strong>de</strong> sus tesis y <strong>de</strong> su estilo <strong>de</strong> intervención<br />

ya es entonces conocido.<br />

A pesar <strong>de</strong> su extraordinario éxito, Derrida<br />

nunca suscitó unanimidad en torno a su nombre.<br />

En Francia estuvo apartado <strong>de</strong> los altos<br />

honores y cargos universitarios: ni la Sorbona,<br />

ni el Colegio <strong>de</strong> Francia lo nombraron. En el<br />

mundo anglosajón en el que su prestigio es el<br />

más fuerte, no carece <strong>de</strong> adversarios tenaces<br />

que consi<strong>de</strong>ran su obra como un galimatías<br />

y su pensamiento como una impostura. En<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

47


48 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

1991, cuando la <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Cambridge<br />

propuso entregarle un doctorado honoris causa,<br />

se promovió una petición para impedirlo.<br />

La última década antes <strong>de</strong> su <strong>de</strong>saparición<br />

marca el tiempo <strong>de</strong> los retornos. Permanece<br />

más en Francia y, en todo caso se vuelve más<br />

visible. Se <strong>de</strong>ja invitar por la televisión <strong>de</strong> vez<br />

en cuando o por los periódicos, a pesar <strong>de</strong> su<br />

<strong>de</strong>sconfianza en el “simplismo periodístico”.<br />

Tal vez se trata también <strong>de</strong> un retorno a las<br />

cuestiones <strong>de</strong> lo político lo que prevalece en<br />

estos últimos años y probablemente nunca<br />

<strong>de</strong>sertó <strong>de</strong> la escena francesa ni <strong>de</strong> las luchas<br />

políticas. Miembro <strong>de</strong> la Asociación Jan Hus<br />

que ayudaba a los intelectuales checos disi<strong>de</strong>ntes,<br />

lo <strong>de</strong>tuvieron en Praga en 1981, inculpado<br />

<strong>de</strong> “producción y tráfico <strong>de</strong> drogas”<br />

(!) y finalmente liberado.<br />

A pesar <strong>de</strong> su extraordinario<br />

éxito, Derrida nunca suscitó<br />

unanimidad en torno a su<br />

nombre. En Francia estuvo<br />

apartado <strong>de</strong> los altos honores<br />

y cargos universitarios:<br />

ni la Sorbona, ni el Colegio<br />

<strong>de</strong> Francia lo nombraron.<br />

El giro político <strong>de</strong> sus intervenciones se<br />

vuelve sin embargo más explícito y más sostenido<br />

durante los últimos años. Con Espectros<br />

<strong>de</strong> Marx, subtitulado El estado <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda,<br />

el trabajo <strong>de</strong> duelo y la nueva internacional,<br />

<strong>de</strong>dicado a Chris Hani, un héroe <strong>de</strong> la lucha<br />

contra el apartheid asesinado por ser comunista,<br />

Derrida parece reanudar según el modo<br />

nostálgico con las esperanzas que animaron<br />

los siglos XIX y XX antes <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>sviadas. Se<br />

interroga esencialmente en este libro sobre<br />

“el cadáver <strong>de</strong> lo político”, cuyos rasgos constitutivos<br />

estarían en vía <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparecer. Esta<br />

reflexión se prolonga en Marx and sons, en<br />

que el pensador respon<strong>de</strong> a las discusiones<br />

abiertas por Espectros <strong>de</strong> Marx. Se encuentran<br />

las mismas preocupaciones políticas en<br />

su conversación publicada con Elisabeth<br />

Roudinesco, De quoi <strong>de</strong>main... así como en dos<br />

libros en que aborda el mundo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

11 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> una manera muy hostil<br />

a la política americana, Voyous y Philosophy<br />

in the Time of Terror.<br />

Esta reseña da una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la amplitud y<br />

la diversidad <strong>de</strong> las intervenciones <strong>de</strong> Jacques<br />

Derrida. Queda, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, lejos <strong>de</strong> abarcarlas<br />

todas. Tampoco <strong>de</strong>jó él <strong>de</strong> empeñarse<br />

en no po<strong>de</strong>r ser resumido. A sus ojos, al fin y<br />

al cabo, no <strong>de</strong>jarse encerrar en una sola <strong>de</strong>finición,<br />

una sola pregunta, un solo propósito<br />

era la misma cosa que preservar un porvenir.<br />

¿Los espíritus <strong>de</strong> mañana se reclamarán <strong>de</strong><br />

su pensamiento?


Mítica polifonía<br />

y <strong>de</strong>l pensar<br />

<strong>de</strong>l ser<br />

Jacob Jordaens, Los cuatro evangelistas<br />

Carlos Eduardo Satizábal 1<br />

Qué sea el ser para el pensar se ha querido<br />

agotar en los campos <strong>de</strong> la palabra, cual si<br />

la palabra fuera el don axial <strong>de</strong> los dones humanos.<br />

Así, algunas tristes mitologías contemporáneas<br />

al querer explicar el fundamento<br />

<strong>de</strong> lo humano imaginan que resi<strong>de</strong> sólo en<br />

la palabra, y argumentan que la asunción <strong>de</strong><br />

cada individuo al lenguaje humano y a la ley<br />

social <strong>de</strong> la cultura que le corona <strong>de</strong> símbolos<br />

y ritos para el goce <strong>de</strong> la vida en comunidad<br />

está fundada en la palabra <strong>de</strong>l padre. En ello<br />

esta pobre mitología sólo parece hacer eco <strong>de</strong><br />

la interpretación temprana <strong>de</strong>l logos heraclíteo<br />

creada por el joven cristianismo: el ser es en<br />

tanto el verbo <strong>de</strong>l Dios Padre se hizo carne.<br />

Para otear en aquellos campos que la palabra<br />

no alcanza a tocar con su voz, como aquellos<br />

diamantes <strong>de</strong> lenguaje y sentido que sólo<br />

con el gesto o con el canto o con los juegos suntuosos<br />

y ciegos <strong>de</strong> la luz se revelan, partamos<br />

aquí <strong>de</strong> una variación <strong>de</strong>l mito cristiano: la exigencia<br />

teológica <strong>de</strong> la omniscientia divina.<br />

1 Ensayista, actor, dramaturgo y director teatral en la Corporación Colombiana<br />

<strong>de</strong> Teatro. Hace diez años fundó y dirige con Patricia Ariza el grupo<br />

Rapsoda Teatro.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


50 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Con vastedad alucinada los padres teólogos<br />

han argumentado ese rasgo esencial <strong>de</strong> la<br />

divinidad, sugiriéndonos con él que al lenguaje<br />

<strong>de</strong> Dios no le es suficiente la palabra, que el<br />

lenguaje divino es más vasto, abarcador e inexplicable<br />

que el mero verbo humano: el lenguaje<br />

<strong>de</strong> la divinidad es imaginable sólo como un<br />

cierto lenguaje total o polifónico, tan plural y<br />

diverso como el ser, tan múltiple y proteico<br />

como parecemos hoy <strong>de</strong>sear el gran espectáculo<br />

teatral y musical y luminoso. De este lenguaje<br />

absoluto <strong>de</strong> Dios sólo unas pocas y<br />

torpes trazas se nos han concedido a los humanos.<br />

Esos <strong>de</strong>tritus son lo que llamamos<br />

nuestros sentidos: la voz, el oído, el tacto, el<br />

olfato, la visión en la luz, la intuición en la<br />

oscuridad iluminada, la imaginación...<br />

Así, si guardamos huellas <strong>de</strong> una arcana<br />

polifonía <strong>de</strong> lenguajes, ¿por qué <strong>de</strong> todos ellos<br />

la voz y su palabra se han entronizado como<br />

el fundamento <strong>de</strong> nuestro precario ser? Y si<br />

aún la misma voz pue<strong>de</strong> gemir y silbar y musitar<br />

e imitar el canto animal o simplemente<br />

callar guardando para sí algo semejante al<br />

silencio, ¿por qué sólo la palabra viene entre<br />

nosotros a erigirse en el fundamento <strong>de</strong>l ser y<br />

en el modo puro <strong>de</strong> expresión <strong>de</strong>l pensar?<br />

¿Qué hay en ella <strong>de</strong> principal o <strong>de</strong> esencial y<br />

único o <strong>de</strong> origen para las <strong>de</strong>más trazas <strong>de</strong><br />

lenguaje que nos dan gozo, para que ella gane<br />

ese elevado horizonte, y su trono nos lleve a<br />

olvidarnos <strong>de</strong>l lenguaje <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> los<br />

cuerpos y <strong>de</strong> la luz o <strong>de</strong>l pensamiento musical,<br />

al momento <strong>de</strong> pensar la rara puerta por<br />

la cual nos hundimos los humanos en el ser?<br />

¿En qué se fundan los mo<strong>de</strong>rnos y los antiguos<br />

intérpretes <strong>de</strong>l logos para afirmar que<br />

advenimos al ser sólo en la palabra? ¿Será<br />

acaso que sólo lo repiten para no caer a los<br />

abismos <strong>de</strong> quien abandona el antiguo mandamiento:<br />

magister dixit ? ¿O para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r<br />

la promesa y maldición <strong>de</strong> que somos la raza<br />

humana, y en especial los hijos <strong>de</strong> Yahvé, los<br />

Las inaugurales maldiciones<br />

<strong>de</strong> Jahvé Dios causaron<br />

a la humanidad dolorosas<br />

mermas <strong>de</strong> la potencia<br />

<strong>de</strong> actuar, <strong>de</strong> crear, <strong>de</strong> pensar<br />

y <strong>de</strong> entrar en relación.<br />

únicos here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> la tierra, por ser la única<br />

especie <strong>de</strong> la creación que conoce el secreto<br />

<strong>de</strong>l logos, el mito <strong>de</strong>l verbo hecho carne?<br />

San Agustín, siendo él mismo otro filósofo<br />

<strong>de</strong>l logos cristiano, afirmó en sus Confesiones<br />

que la naturaleza <strong>de</strong>l pensamiento es visual,<br />

que el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l lenguaje proviene <strong>de</strong> la<br />

concupiscentia: la pasión <strong>de</strong> los ojos. Siempre<br />

<strong>de</strong>cimos: mira cómo luce, mira cómo se ve,<br />

mira cómo relumbra, mira cómo suena.<br />

También los mitos miran a los ojos. Y los<br />

sueños. Y la magia. Incluso la poesía, arte<br />

máximo <strong>de</strong> la palabra, no se rige por la sola<br />

palabra y su verbo y su sentido. La poesía<br />

primero se gobierna por el oído, por el ritmo y<br />

la cantidad, por el sonido y el color, por el<br />

sentido <strong>de</strong>l equilibrio y la armonía, que es un<br />

sentido visual y sonoro al mismo tiempo. La<br />

poesía es música <strong>de</strong> palabras y sólo <strong>de</strong>spués,<br />

al llegar el poeta o el lector a la última sílaba<br />

y al último silencio <strong>de</strong>l último verso, llega el<br />

poema a los juegos <strong>de</strong>l sentido, que no son,<br />

por <strong>de</strong>más, meros juegos lógicos sino juegos<br />

musicales y estéticos, iluminaciones y resonancias<br />

que <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nan la lógica <strong>de</strong>l sentido<br />

lógico meramente racional. Son verda<strong>de</strong>ros<br />

juegos polifónicos que contienen en sí los diversos<br />

lenguajes: <strong>de</strong> la danza, <strong>de</strong>l canto, <strong>de</strong>l<br />

teatro, <strong>de</strong> la pintura, <strong>de</strong> la arquitectura, <strong>de</strong> la<br />

música. Por eso oímos <strong>de</strong>cir que la poesía es


Guido Reni, Susana y los viejos<br />

común a todas las artes. Y escuchamos al<br />

artista afirmar que aspira en su obra alcanzar<br />

lo poético.<br />

La primacía <strong>de</strong> la palabra como centro <strong>de</strong><br />

lo humano es sólo primacía como logos y ley,<br />

como nomos que rige la vida colectiva, ley escrita<br />

por la palabra <strong>de</strong>l padre en el cuerpo <strong>de</strong><br />

la estirpe, palabra como escritura <strong>de</strong> la herencia<br />

<strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n patriarcal. <strong>No</strong> palabra como<br />

palabra poética, pues la palabra poética aspira<br />

a inspirarse y ser iluminada en el polifónico<br />

<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los sentidos o en la polifónica<br />

diversidad <strong>de</strong> todos los lenguajes y formas <strong>de</strong><br />

pensamiento que aspira o recuerda la divina<br />

o arcana conjunción <strong>de</strong> todos los lenguajes<br />

en un mismo ser. “Seréis como dioses”, dijo<br />

la serpiente, cuando la humanidad por los<br />

oídos <strong>de</strong> Eva aún entendía el lenguaje <strong>de</strong> los<br />

seres <strong>de</strong> la naturaleza, cuando aún la cultura<br />

no había sido separada <strong>de</strong> la naturaleza<br />

por la ley <strong>de</strong>l logos y la iracundia <strong>de</strong>l verbo<br />

patriarcal; cuando la cultura aún se consi<strong>de</strong>raba<br />

a sí misma naturaleza.<br />

Otros pueblos no cristianos y no occi<strong>de</strong>ntales<br />

-incluso patriarcales- no vieron el origen<br />

en la voz <strong>de</strong>l padre. Los Desana, pueblo<br />

<strong>de</strong> la civilización <strong>de</strong>l Vaupés, ven el origen en<br />

la intención amarilla <strong>de</strong>l padre sol. Y ello hace<br />

tan refinada su sensibilidad que saben distinguir<br />

los colores <strong>de</strong> los rayos <strong>de</strong>l sol al mirar<br />

por entre las ramas altas <strong>de</strong> las inmensas<br />

ceibas <strong>de</strong>l Río Negro o <strong>de</strong>l Orinoco. Reconocer<br />

en los rayos <strong>de</strong> luz solar el especial brillo<br />

<strong>de</strong> la intención amarilla <strong>de</strong>l Dios le indica al<br />

sabedor indígena si es propicio sembrar o pescar.<br />

Así se hace sagrada la visión <strong>de</strong> la luz y<br />

su aprendizaje y la vida cotidiana en los bosques<br />

<strong>de</strong> lluvia.<br />

Para los Kogui la madre es el agua. Y para<br />

algunos antiguos patriarcas <strong>de</strong>l país <strong>de</strong><br />

Anáhuac, el origen es una guerra sangrienta<br />

por el retorno <strong>de</strong> la luz que hace crecer la<br />

vida, es un diario combate en los abismos <strong>de</strong><br />

la sombra entre dioses sanguinarios que al<br />

triunfar y ascen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> nuevo con la luz, esperan<br />

en la mañana victoriosa las ofrendas <strong>de</strong><br />

corazones <strong>de</strong> jóvenes vírgenes en las aras<br />

humeantes <strong>de</strong> las altas pirámi<strong>de</strong>s <strong>de</strong> piedra...<br />

¿Cómo creer que se nos ha concedido el<br />

don <strong>de</strong> la palabra como verbo inicial y creador<br />

<strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n humano y axis mundis sobre el<br />

cual levantamos nuestra astucia <strong>de</strong> seres<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

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52 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

dominadores <strong>de</strong> la creación y patriarcas <strong>de</strong><br />

este dilatado Jardín <strong>de</strong>l Dolor y <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r, sin<br />

aún recuperar nuestra antigua o mítica comprensión<br />

<strong>de</strong>l lenguaje animal, sin lograr enten<strong>de</strong>r<br />

el canto <strong>de</strong> los pájaros a la luz que<br />

agoniza o a la oscuridad que se pier<strong>de</strong>, sin<br />

saber oír la antigua voz <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s árboles<br />

o el canto <strong>de</strong>l viento en las piedras <strong>de</strong> los<br />

valles ni po<strong>de</strong>r ver <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la superficie <strong>de</strong> las<br />

olas los indicios <strong>de</strong> la luz que brota <strong>de</strong> los<br />

cuerpos que habitan el ciego mundo azul oscuro<br />

<strong>de</strong> las profundida<strong>de</strong>s oceánicas?<br />

El mito <strong>de</strong>l Génesis bíblico reconoce o supone<br />

que en el comienzo, antes <strong>de</strong> la expulsión<br />

<strong>de</strong> Eva y Adán <strong>de</strong>l Jardín y <strong>de</strong> las maldiciones<br />

que arrojara sobre ellos y sobre el<br />

mundo el Dios padre iracundo, Eva entendía<br />

el lenguaje <strong>de</strong> la naturaleza. El mito la muestra<br />

hablando con la seductora serpiente y<br />

cediendo a la curiosidad por encima <strong>de</strong> la<br />

prohibición <strong>de</strong>l Dios. Las inaugurales maldiciones<br />

<strong>de</strong> Jahvé Dios causaron a la humanidad<br />

dolorosas mermas <strong>de</strong> la potencia <strong>de</strong> actuar,<br />

<strong>de</strong> crear, <strong>de</strong> pensar y <strong>de</strong> entrar en<br />

relación, y atrajeron las <strong>de</strong>sgracias primordiales<br />

sobre la naturaleza, sobre la relación entre<br />

el hombre y la mujer y sobre el trabajo y el<br />

amor, al convertir a la especie humana en un<br />

ser colectivo que <strong>de</strong>sconoce los secretos <strong>de</strong> la<br />

naturaleza y a la vez se siente su dueño y<br />

dominador y al hacer <strong>de</strong>l hombre el patriarca<br />

que reina sobre la mujer y el mundo.<br />

La serpiente con su voz y su ofrenda <strong>de</strong><br />

sabiduría se hizo amiga <strong>de</strong> Eva, la que por<br />

soplo divino nació <strong>de</strong> una costilla <strong>de</strong>l hermafrodita<br />

dormido. Esa amistad es una puerta.<br />

Un umbral. El umbral <strong>de</strong>stellante <strong>de</strong> las re-<br />

velaciones: la serpiente le ofrece el conocimiento<br />

<strong>de</strong> los secretos <strong>de</strong> la naturaleza, <strong>de</strong>l<br />

Jardín <strong>de</strong> la Creación, y los secretos <strong>de</strong>l crear.<br />

La voz <strong>de</strong> la naturaleza le ofrece a Eva en la<br />

voz <strong>de</strong> la serpiente amiga el libro abierto <strong>de</strong> la<br />

sabiduría, la clara lectura, como agua mansa<br />

y transparente, <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong>l conocimiento, y<br />

le ofrece la sabiduría divina para la creación,<br />

el sagrado arte <strong>de</strong>l soplo. Creación y conocimiento<br />

-los dones divinos- se le darán a ella<br />

con el mero ver, tomar, probar y mor<strong>de</strong>r: “seréis<br />

como dioses”.<br />

Afirma el mito que al probar el fruto, Eva<br />

recibe <strong>de</strong> la misma naturaleza al menos dos<br />

dones: el don <strong>de</strong> la comprensión <strong>de</strong> la vida,<br />

<strong>de</strong> sus secretos y misterios y el don <strong>de</strong> crear<br />

la vida. La serpiente es la mensajera, la voz<br />

<strong>de</strong> la naturaleza que se ofrece en alimento<br />

místico a los humanos, la voz que borra las<br />

diferencias entre lo humano, lo sagrado y la<br />

naturaleza. La voz <strong>de</strong> la naturaleza parece<br />

revelar que ella, serpiente mensajera, y ella,<br />

Eva, la creada por el soplo divino, y él, el<br />

amante <strong>de</strong> ella y él, el Dios soplador son una<br />

y la misma: ella. Basta probar <strong>de</strong>l fruto que el<br />

Dios ha or<strong>de</strong>nado no comer para alcanzar esa<br />

unidad perdida entre los géneros <strong>de</strong> lo humano,<br />

la naturaleza y lo sagrado 2 .<br />

La serpiente habla y provoca la curiosidad,<br />

el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> ver, <strong>de</strong> tocar, <strong>de</strong> saborear, <strong>de</strong> comer,<br />

<strong>de</strong> saber, <strong>de</strong> ser el otro. Una curiosidad<br />

con la fuerza capaz <strong>de</strong> provocar un nuevo or<strong>de</strong>n:<br />

“Dios sabe que el día que comieres <strong>de</strong><br />

este fruto, se os abrirán los ojos y seréis como<br />

dioses, conocedores <strong>de</strong>l bien y <strong>de</strong>l mal...”<br />

Eva avanza su mano y se entrega al <strong>de</strong>seo<br />

<strong>de</strong> saber, <strong>de</strong> beber el agua <strong>de</strong>l entendimiento.<br />

2 Ella Eva, ella la serpiente, ella naturaleza: Marta Cecilia Vélez en su último e iluminado libro, Vírgenes energúmenas (<strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Antioquia, 2004),<br />

prefiere escribir el/la, en una reveladora separación visual y musical <strong>de</strong> los sonidos que contiene, oculto, el esquivo sentido <strong>de</strong>l pronombre femenino: la<br />

aspiración a la unidad <strong>de</strong> lo humano, lo divino y lo natural. Esta separación al pronunciarla en su particular sonoridad, provoca una extraña sensación, que<br />

quizás siente quien se queda casi mudo; entre uno y otro sonido hay el vacío que recuerda la precariedad <strong>de</strong>l lenguaje, el gemido, el gruñido, la unidad<br />

anterior a la separación entre el ser y la palabra...


En este mito <strong>de</strong>l Dios único y terrible,<br />

Dios <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto sin agua don<strong>de</strong><br />

nunca la arena florece, y en todo<br />

el ciclo mítico que empieza con sus<br />

maldiciones inaugurales, se fundan<br />

los principales valores <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte:<br />

la Herencia y el Po<strong>de</strong>r.<br />

Prueba. Bebe. Muer<strong>de</strong>. Y corre don<strong>de</strong> su amado.<br />

Y él guiado por ella ce<strong>de</strong> también al saber<br />

que se entrega abiertamente, al conocimiento<br />

puro que la voz <strong>de</strong> la naturaleza abierta y generosa<br />

les ofrece. (¿<strong>No</strong> están los árboles y el<br />

agua nemorosa, y las piedras y las hierbas<br />

olorosas ofrendando siempre al caminante su<br />

frescura y su sombra y el sabor diverso <strong>de</strong> sus<br />

flores, sus cortezas, sus hojas, sus frutos?)<br />

Pero consumada esta suma amistosa <strong>de</strong><br />

las más sublimes pasiones -el placer <strong>de</strong>l amor<br />

y el placer <strong>de</strong>l conocimiento y el placer <strong>de</strong> ser<br />

una y uno con los otros- el iracundo Dios<br />

único irrumpe en el Jardín con sus truenos.<br />

Y maldice cada don y cada ser. Y maldice y<br />

somete a un or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res e infamias las<br />

relaciones entre estos recién amigos y amigas<br />

amorosos. Y los expulsa <strong>de</strong>l <strong>de</strong>licioso jardín<br />

<strong>de</strong> los dones al fantástico mundo <strong>de</strong> la<br />

creación humana, <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong> la vida, <strong>de</strong>l<br />

trabajo y <strong>de</strong>l amor.<br />

Dice el Génesis en el relato <strong>de</strong> la expulsión<br />

<strong>de</strong> Adán y Eva <strong>de</strong>l Paraíso, que maldijo Jahvé<br />

Dios a la generosa serpiente, la mensajera <strong>de</strong><br />

voz meloDiosa: “Maldita seas entre todas las<br />

bestias y entre todos los animales. Sobre tu<br />

vientre caminarás, y comerás polvo todos los<br />

días <strong>de</strong> tu vida. Enemistad pondré entre ti y<br />

la mujer, y entre tu linaje y el linaje <strong>de</strong> la<br />

mujer. Y ella, tu amiga, aplastará con su pie<br />

tu cabeza mientras tú acechas su calcañal. Y<br />

dijo luego a la mujer: maldita seas, tantas haré<br />

tus fatigas cuántos sean tus embarazos. Su-<br />

frirás y parirás con dolor. Hacia tu marido irá<br />

tu apetencia, y él te dominará. Y dijo finalmente<br />

al hombre: Por haber escuchado la voz<br />

<strong>de</strong> la mujer y haber comido <strong>de</strong>l árbol <strong>de</strong>l que<br />

yo te había prohibido comer, maldito seas y<br />

maldita sea la tierra que siembres. Con fatigas<br />

sacarás <strong>de</strong> ella tu alimento todos los días<br />

<strong>de</strong> la vida, y espinas y abrojos cosecharás.<br />

Comerás la hierba <strong>de</strong>l campo. Y ganarás el<br />

pan con el sudor <strong>de</strong> tu frente. Hasta que vuelvas<br />

al polvo, porque polvo eres y al polvo regresarás”.<br />

Así maldijo este dios único el amor y el conocimiento,<br />

la relación humana <strong>de</strong> cercanía<br />

e intimidad con la naturaleza. Y maldijo el<br />

trabajo, convirtiéndolo en con<strong>de</strong>na y fatiga<br />

humana: el trabajo que es la fuerza o el don<br />

humano para crear, para multiplicar la vida,<br />

fuente <strong>de</strong> la felicidad creadora. Así lo que es<br />

gozo lo convierte el dios único en tormento,<br />

en dolor, en con<strong>de</strong>na.<br />

En este mito <strong>de</strong>l dios único y terrible, dios<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto sin agua don<strong>de</strong> nunca la arena florece,<br />

y en todo el ciclo mítico que empieza con<br />

sus maldiciones inaugurales, se fundan los<br />

principales valores <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte: la Herencia<br />

y el Po<strong>de</strong>r. La segunda imagen <strong>de</strong> este ciclo es<br />

el asesinato <strong>de</strong>l hermano, imagen que es el fundamento<br />

<strong>de</strong> la guerra. En estas dos imágenes<br />

iniciales se pue<strong>de</strong> ver que la <strong>de</strong>sobediencia a<br />

la prohibición <strong>de</strong> probar los frutos <strong>de</strong>l árbol y<br />

el asesinato <strong>de</strong>l hermano están psicológicamente<br />

motivados por el estilo <strong>de</strong>l dios único,<br />

por su perversidad y autoritarismo.<br />

En la entrega al placer y al gozo prohibidos<br />

como en el crimen <strong>de</strong>l hermano se olfatea una<br />

secreta provocación psicológica en lo dispuesto<br />

por el dios único: en su modo <strong>de</strong> hablar y prohibir<br />

y <strong>de</strong> disponer el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l ritual (porque<br />

sí, porque él es quien dispone y prohíbe) hay<br />

una cierta perversidad, un casi oculto <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />

ser <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cido y <strong>de</strong> <strong>de</strong>satar <strong>de</strong>sgracias. Así<br />

como la prohibición <strong>de</strong> probar el árbol <strong>de</strong> la<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

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54 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Masaccio, Adán y Eva expulsados <strong>de</strong>l Paraíso<br />

ciencia, prohibición meramente soportada en<br />

el trueno <strong>de</strong> su bondadosa palabra, es la causa<br />

psicológica que hace ce<strong>de</strong>r a Eva a la seducción<br />

<strong>de</strong> lo que brillante y bello y con hermosa<br />

voz la naturaleza le ofrece a sus ojos como<br />

fuente <strong>de</strong> sabiduría y <strong>de</strong> sabroso placer, así<br />

también el asesinato <strong>de</strong> Abel a manos <strong>de</strong> Caín<br />

esta motivado en la aviesa preferencia <strong>de</strong>l Dios<br />

único por las ofrendas <strong>de</strong> Abel, el pequeño <strong>de</strong><br />

los dos hermanos, y su insinuado <strong>de</strong>sprecio<br />

por las que le hiciera Caín:<br />

“Fue Abel pastor <strong>de</strong> ovejas y Caín labrador.<br />

Pasó algún tiempo y Caín hizo a Yahvé una<br />

oblación <strong>de</strong> frutos <strong>de</strong>l suelo. También Abel hizo<br />

una oblación <strong>de</strong> los primogénitos <strong>de</strong> su rebaño,<br />

y <strong>de</strong> la grasa <strong>de</strong> los mismos. Yahvé miró<br />

propicio a Abel y su oblación, mas no a Caín<br />

y la suya. Se irritó Caín en gran manera y se<br />

abatió su rostro. Y Yahvé le dijo: ¿Por qué<br />

andas irritado, y por qué se ha abatido tu<br />

rostro? ¿<strong>No</strong> es cierto que si obras bien podrás<br />

alzarlo? Mas, si no obras bien, a la puerta está<br />

el pecado acechando como fiera que te codicia,<br />

y a quien tienes que dominar. Caín dijo entonces<br />

a su hermano: ‘Vamos afuera’. Y cuando<br />

estaban en el campo lo mató.”<br />

Es más ominosa la perversidad y aviesa<br />

elección <strong>de</strong> Yahvé si pensamos que este dios<br />

con<strong>de</strong>nó con Adán a todas las generaciones a<br />

sembrar y cosechar abrojos y a ganar el pan<br />

con el sudor. Hizo <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> la tierra la<br />

con<strong>de</strong>na <strong>de</strong> cosechar abrojos.<br />

Caín con su arte <strong>de</strong> labrador había hecho<br />

florecer las piedras y la reseca tierra maldita,<br />

y ofrenda al dios con flores y frutos ganados<br />

al <strong>de</strong>sierto con su arte e ingenio. Abel, apenas<br />

un pastor que <strong>de</strong>ja a sus rebaños triscar<br />

entre las breñas, mató el más gordo <strong>de</strong> su<br />

grey y lo dio en ofrenda. Jehová se irrita con<br />

Caín porque no soporta que las artes <strong>de</strong> un<br />

muchacho labrador hayan logrado burlar el<br />

po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su maldición divina que con<strong>de</strong>nó al<br />

hombre al infértil trabajo <strong>de</strong> cultivar la tierra.


Con su predilección por Abel, inexplicable<br />

para Caín, logró el dios insuflar la mala saña<br />

en Caín, pues en un mundo sometido a la<br />

égida <strong>de</strong>l padre nada hay más terrible que el<br />

<strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong> un padre. Cuánto más si ese<br />

padre es dios mismo. El verda<strong>de</strong>ro culpable<br />

<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> Abel es sin duda el propio<br />

Jehová, que al percibir el encono <strong>de</strong> Caín en<br />

lugar <strong>de</strong> acogerlo y aconsejarle con dulzura,<br />

lo zahiere incitando su corazón a la más fatal<br />

<strong>de</strong> las acciones: matar al hermano.<br />

Así, siguiendo la lógica <strong>de</strong>l mito que entronizó<br />

al verbo y a la palabra <strong>de</strong>l padre como<br />

esencias fundadoras <strong>de</strong> lo humano, llegamos<br />

a <strong>de</strong>scubrir que en realidad la palabra <strong>de</strong>l<br />

padre sólo fundó la incomunicación, el <strong>de</strong>sconocimiento<br />

y la <strong>de</strong>sacralización <strong>de</strong> la naturaleza,<br />

trastornó la relación <strong>de</strong> amor por la<br />

sujeción <strong>de</strong> la mujer a la égida <strong>de</strong>l hombre,<br />

maldijo el trabajo e inauguró el <strong>de</strong>sprecio por<br />

el esfuerzo y la inventiva humanas y precipitó<br />

a las generaciones en el abismo <strong>de</strong>l odio y<br />

la guerra con el crimen <strong>de</strong> los hermanos. El<br />

or<strong>de</strong>n humano fundado en la palabra se nos<br />

revela como un caos <strong>de</strong>structivo.<br />

El gusto por conversar con los <strong>de</strong>más seres<br />

<strong>de</strong> la naturaleza es mostrado por el relato<br />

<strong>de</strong> las maldiciones bíblicas como un don o una<br />

inclinación femenina, al igual que la curiosidad,<br />

la seducción y la <strong>de</strong>sobediencia. La iracundia<br />

<strong>de</strong> Jahvé al saberse <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cido separa<br />

la naturaleza <strong>de</strong> la cultura y <strong>de</strong>spoja a la<br />

humanidad <strong>de</strong> varios dones: <strong>de</strong>l don <strong>de</strong> dialogar<br />

con la naturaleza, <strong>de</strong>l don <strong>de</strong> la seducción<br />

amorosa, <strong>de</strong>l don <strong>de</strong> amar y <strong>de</strong> crear amando,<br />

<strong>de</strong>l don <strong>de</strong> vivir sin sujeciones, <strong>de</strong>l don <strong>de</strong> gozar<br />

con el trabajo. Jahvé con<strong>de</strong>na la curiosidad y<br />

la rebeldía o el ansia <strong>de</strong> <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cer al sin<br />

sentido y a las ór<strong>de</strong>nes inexplicables.<br />

Se ha repetido que nada sabemos y que este<br />

mito <strong>de</strong>l dios que crea el mundo y or<strong>de</strong>na lo<br />

humano con el mágico rugir <strong>de</strong> su palabra,<br />

El gusto por conversar con los<br />

<strong>de</strong>más seres <strong>de</strong> la naturaleza<br />

es mostrado por el relato<br />

<strong>de</strong> las maldiciones bíblicas<br />

como un don o una inclinación<br />

femenina, al igual que<br />

la curiosidad, la seducción<br />

y la <strong>de</strong>sobediencia.<br />

éste, nuestro mito original, ha muerto; aunque<br />

algunos han recordado que aún el dios padre<br />

pervive en el mundo <strong>de</strong> la vida inconsciente y<br />

en el lenguaje: en la gramática <strong>de</strong> la lengua que<br />

hace <strong>de</strong>l sujeto el dueño <strong>de</strong> la acción.<br />

Otros dicen haber escuchado la voz <strong>de</strong>l poeta<br />

clamar que nuestra soledad central está<br />

buscando -como el ave en las flores busca su<br />

néctar- un nuevo mito, un nuevo origen para<br />

fundarnos sobre él y renovar nuestro canto,<br />

nuestra voz, nuestra mirada, nuestra respiración<br />

y volver a percibir la pasmosa pequeñez<br />

<strong>de</strong> los seres humanos arrojados sin culpa<br />

a una creación sin centro ni po<strong>de</strong>r, a un<br />

amoroso vacío <strong>de</strong> creatividad y polifonía <strong>de</strong><br />

lenguajes y encuentros y diálogos mestizos,<br />

entre pueblos, culturas, géneros y generaciones,<br />

entre la humanidad y el cosmos.<br />

Y hay quienes creen haber visto y oído en<br />

sueños iluminados, luego <strong>de</strong> años <strong>de</strong> silencio<br />

<strong>de</strong>dicados a lenta observación <strong>de</strong> los astros y<br />

a espirituales ejercicios musicales, que nuestros<br />

limitados sentidos -ahogados hoy en la<br />

fe <strong>de</strong> la razón y en el discurso <strong>de</strong> los patriarcas-,<br />

sólo son vanidad ante la música <strong>de</strong> las<br />

esferas que sostiene en sus órbitas sonoras<br />

constelaciones, soles e inmensas y pequeñas<br />

lunas que giran en sus planetas. Oye la hierba<br />

crecer, en ella resuena también el canto<br />

<strong>de</strong> los cielos y la voz <strong>de</strong>l Amor “que mueve al<br />

sol y a las <strong>de</strong>más estrellas”.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

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FOTOGRAFÍAS DE OLGA LUCÍA JORDÁN<br />

Pintores<br />

colombianos<br />

Luis Caballero


Luis Luna


Natalia Granada


Carlos Jacanamijoy


Ana Merce<strong>de</strong>s Hoyos


Diego Pombo


Ilustraciones <strong>de</strong> Carlos A. Cepeda<br />

Concepciones<br />

oriental


y occi<strong>de</strong>ntal<br />

<strong>de</strong>l conocimiento y la investigación<br />

Las profundas diferencias entre Oriente y<br />

Occi<strong>de</strong>nte no sólo existen en aspectos como<br />

sus costumbres y hábitos diarios, sino también<br />

en sus formas <strong>de</strong> pensar y <strong>de</strong> hacer ciencia.<br />

Pero como lo señala el epígrafe, los occi<strong>de</strong>ntales<br />

pecan <strong>de</strong> etnocentrismo al creer que<br />

los orientales se preocuparon por problemas<br />

poco significativos y que partieron <strong>de</strong> una<br />

racionalidad supersticiosa y con gran imaginación<br />

poética.<br />

Algunos consi<strong>de</strong>ran que el pensamiento<br />

filosófico <strong>de</strong> los orientales es menos riguroso<br />

y que su lógica se encuentra en <strong>de</strong>sventaja<br />

con la empleada por los occi<strong>de</strong>ntales.<br />

Jairo A. Romero Londoño 1<br />

La mayoría <strong>de</strong> las visiones <strong>de</strong>jan por fuera <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l pensamiento<br />

sistémico el aporte que nos ha hecho el mundo oriental. Des<strong>de</strong> que Grecia se<br />

levantó como cultura, el conocimiento <strong>de</strong> los orientales pasó a un segundo<br />

plano. Mejor dicho, se <strong>de</strong>jó en el olvido. Se hace entonces importante rescatar<br />

el valor que ellos tuvieron en su momento y aun lo que hoy en día nos<br />

pue<strong>de</strong>n aportar en lo que po<strong>de</strong>mos llamar problemas <strong>de</strong>l conocimiento.<br />

Gabriel A. Suárez<br />

El drama aceptado:<br />

El divorcio entre conocedor y conocido<br />

Los escépticos y los agnósticos al haber<br />

establecido una separación entre el explorador<br />

y la imagen pictórica que aquél se formaba<br />

<strong>de</strong>l mundo, y al haber <strong>de</strong>clarado que no<br />

se podía estar seguro <strong>de</strong> que la imagen así<br />

obtenida fuera verda<strong>de</strong>ra, crearon una serie<br />

<strong>de</strong> problemas, algunos <strong>de</strong> los cuales son tan<br />

complejos que aún hoy no han podido ser<br />

resueltos.<br />

Los racionalistas y los empírico-inductivistas<br />

complicaron más la cuestión. De acuerdo<br />

1 Administrador Público, ESAP; especializado en Desarrollo Humano, U. <strong>de</strong> Manchester; magíster en Filosofía, U. <strong>de</strong> Gales. Profesor invitado U. Chosun<br />

(Kwang-ju) Rep. <strong>de</strong> Corea. Profesor <strong>de</strong> Economía, U. Santo Tomás y <strong>de</strong> Ingeniería <strong>de</strong> Sistemas, U. <strong>Distrital</strong>.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


64 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

con el “principio <strong>de</strong> la no contradicción” el<br />

hombre conoce o por intermedio <strong>de</strong> la razón,<br />

como lo sostenían los primeros, o <strong>de</strong> la experiencia,<br />

como lo afirmaron los segundos; pero<br />

ambos no podían tener la razón. Por lo tanto,<br />

Kant rechazó ambas posiciones por ser extremas,<br />

ya que «...ninguno <strong>de</strong> los dos tiene la<br />

razón, pues no se pue<strong>de</strong> polarizar el conocimiento.<br />

Propone por el contrario que éste sólo<br />

se dará si se unen los juicios sintéticos a priori<br />

y la experiencia».<br />

Al quedar tanto el problema <strong>de</strong>l conocimiento<br />

como el metafísico sin solución, los<br />

discípulos <strong>de</strong> Kant se separaron en dos escuelas,<br />

los i<strong>de</strong>alistas y los positivistas. Hegel<br />

tratará <strong>de</strong> resolver el segundo problema diciendo<br />

que el espíritu es al que le correspon<strong>de</strong><br />

elevarse; y que sólo <strong>de</strong> esa forma se alcanzará<br />

una experiencia <strong>de</strong> tipo universal. Por<br />

su parte, A. Comte consi<strong>de</strong>rará que el problema<br />

metafísico se soluciona a través <strong>de</strong> los<br />

sentidos, pues éstos nos ponen en contacto<br />

con la realidad.<br />

Frente a quienes aceptan la existencia <strong>de</strong><br />

un or<strong>de</strong>n natural fijo y estable <strong>de</strong> acuerdo a<br />

unos principios <strong>de</strong>l entendimiento también<br />

fijos y estables, y ante quienes usaban un<br />

método que se calificara como “omnipotente,<br />

formalista y universal”, se levantó la escuela<br />

<strong>de</strong>l relativismo epistemológico, con Feyerabend<br />

a la cabeza, para quien todo método vale,<br />

sea científico o no.<br />

El problema <strong>de</strong>l conocimiento ha llegado a<br />

un callejón aparentemente sin salida.<br />

El paradigma <strong>de</strong> la inclusión,<br />

base <strong>de</strong>l pensamiento oriental<br />

Para todas las filosofías orientales, el principio<br />

lo uno-lo múltiple es la base <strong>de</strong> su visión<br />

<strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong> su racionalidad y <strong>de</strong> su<br />

forma <strong>de</strong> actuar. Al respecto, ha escrito Chica:<br />

«En un conjunto las filosofías orientales<br />

El problema <strong>de</strong>l<br />

conocimiento<br />

ha llegado a un callejón<br />

aparentemente sin salida.<br />

consi<strong>de</strong>ran que lo múltiple está subordinado<br />

a lo uno. <strong>No</strong> obstante, lo uno sólo tiene sentido<br />

cuando se le <strong>de</strong>scubre a través <strong>de</strong> lo múltiple.<br />

Por consiguiente, en China y Japón no<br />

hay lugar ni para el pluralismo ni para el<br />

dualismo. En otros términos todo es Uno y<br />

Uno es Todo».<br />

Frente a la pregunta: ¿Las cosas cambian<br />

o no?, y aquellas otras <strong>de</strong> igual formato a las<br />

que los filósofos occi<strong>de</strong>ntales dieron respuestas<br />

tan disímiles, los orientales, en especial<br />

los taoístas, primero, y la escuela <strong>de</strong>l Yin-<br />

Yang, <strong>de</strong>spués, han encontrado la respuesta<br />

y “solución”. Para Lao Tzu «el Tao produce lo<br />

Uno. Lo Uno produce, dos. El dos produce,<br />

tres. Y tres produce diez mil cosas. Las diez<br />

mil cosas traen el Yin [lo pasivo o el principio<br />

femenino] y el Yang [lo activo o el principio<br />

masculino] que por mezcla <strong>de</strong> la fuerza vital<br />

(Ch’i) producen la armonía».<br />

Los orientales observan que todos los cambios<br />

que se dan en el pensamiento, la naturaleza<br />

y la sociedad son manifestaciones <strong>de</strong> esas<br />

fuerzas cósmicas, opuestas pero inter<strong>de</strong>pendientes,<br />

Yin-Yang, y consi<strong>de</strong>ran que cualquier<br />

par opuesto constituye una relación polar<br />

don<strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los polos está dinámicamente<br />

integrado al otro, creencia que para los<br />

occi<strong>de</strong>ntales es difícil <strong>de</strong> aprehen<strong>de</strong>r.<br />

Una crítica corriente que hacen los filósofos<br />

occi<strong>de</strong>ntales a los pensadores orientales<br />

es que su teoría <strong>de</strong>l conocimiento es poco racionalista<br />

y muy simple. Sin embargo, sostiene<br />

Wing-Tsit Chang que sería <strong>de</strong>sastrosamente<br />

errado suponer que los chinos no estaban<br />

interesados en los problemas metafísicos y<br />

que eran incapaces <strong>de</strong> formularse preguntas


elacionadas con<br />

las categorías <strong>de</strong>l conocimiento.<br />

Al respecto,<br />

afirma que ya en el<br />

siglo II d. C. <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

que se realizaron estudios críticos<br />

<strong>de</strong> la historia, se a<strong>de</strong>ntraron en<br />

la filosofía <strong>de</strong>l pensamiento y que éste estaba<br />

íntimamente relacionado con el lenguaje y con<br />

la comunicación, pues para los chinos el lenguaje<br />

era tanto formador <strong>de</strong>l pensamiento<br />

como el medio que objetivaba aquello esencialmente<br />

subjetivo, el pensamiento.<br />

A partir <strong>de</strong> los anteriores razonamientos,<br />

los orientales <strong>de</strong>sarrollaron un sistema filosófico<br />

compuesto <strong>de</strong> dos clases <strong>de</strong> filosofías.<br />

Una correspondiente a este-mundo, que se<br />

refería a los problemas <strong>de</strong> cómo el hombre<br />

consigue i<strong>de</strong>ntificarse con el universo y la otra,<br />

<strong>de</strong>l otro-mundo, que discurre en lo que está<br />

en la sociedad. En la medida que pudieron<br />

refinar su sentido <strong>de</strong> razón <strong>de</strong>sarrollaron,<br />

como lo expresa R. G. Collinwood, una filosofía<br />

<strong>de</strong> segundo grado o <strong>de</strong> pensamiento acerca<br />

<strong>de</strong>l pensamiento. De ello se <strong>de</strong>sprendió un<br />

estilo <strong>de</strong> prosa característico que fue llamado<br />

las perlas atadas o <strong>de</strong> la escritura <strong>de</strong> doble<br />

yunta, lo cual obligaba a comenzar con una<br />

proposición afirmativa, que era seguida <strong>de</strong><br />

otra segunda negativa y se terminaba con una<br />

conclusión.<br />

La honestidad intelectual era, a<strong>de</strong>más, la<br />

parte importante <strong>de</strong> todo proceso <strong>de</strong> investi-<br />

gación. Por ello,<br />

Chu Hsi recomendaba<br />

que se <strong>de</strong>be empezar<br />

por <strong>de</strong>spegar la<br />

mente, para luego dar un<br />

paso atrás, y pensar nuevamente,<br />

o calmada y lentamente estudiar<br />

lo que tenían que <strong>de</strong>cir ambos lados.<br />

Sólo cuando el hombre pueda retirarse <strong>de</strong> las<br />

cosas las pue<strong>de</strong> ver con mayor claridad. Como<br />

el juez, uno <strong>de</strong>be mantener una mente abierta<br />

e imparcial y no <strong>de</strong>jar que sus propias inclinaciones<br />

o <strong>de</strong>s-inclinaciones influyan en su<br />

pensamiento.<br />

Superadas las fases durante las cuales los<br />

filósofos orientales se preocuparon por los problemas<br />

éticos, sociales y políticos, hacia el siglo<br />

III a. C. se dio una primera síntesis entre el<br />

taoísmo, la escuela <strong>de</strong>l Yin-Yang y la doctrina<br />

<strong>de</strong>l medio. Una segunda síntesis ocurrió por la<br />

unión <strong>de</strong> las diferentes escuelas <strong>de</strong>l budismo<br />

(nihilismo, realismo, i<strong>de</strong>alismo y negativismo)<br />

en el Totalismo <strong>de</strong> Hua-yen. La última síntesis<br />

tuvo lugar con el neoconfucionismo, al<br />

fundirse el taoísmo con el budismo.<br />

Pero más importante que la síntesis entre<br />

las escuelas fue la síntesis habida en las i<strong>de</strong>as.<br />

Para los orientales hay unidad entre el ser y<br />

el no-ser; entre el Li o el principio que está<br />

<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> todas las cosas y el Ch’i que es lo<br />

material, la concreción y lo operante <strong>de</strong>l Li;<br />

entre lo que tiene nombre y lo que no tiene<br />

nombre; entre lo conocido y lo no conocido.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

65


66 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

A<strong>de</strong>más, para los orientales no hay diferencia<br />

entre el hombre y el universo, como tampoco<br />

lo existe entre conocimiento y conducta.<br />

Wing Tsit Chan escribe «por virtud <strong>de</strong> la<br />

naturaleza común que existe entre el conocedor<br />

y lo conocido, los dos pue<strong>de</strong>n establecer<br />

una estrecha relación. En otras palabras, para<br />

conocer verda<strong>de</strong>ramente, el conocedor <strong>de</strong>be<br />

aproximarse a la cosa “con inteligencia simpática”<br />

y sentimientos <strong>de</strong> unidad. Para que<br />

sea posible, la mente <strong>de</strong>be tener claridad, calma,<br />

concentración y estar libre <strong>de</strong> prejuicios,<br />

y la persona <strong>de</strong>be ser moralmente robusta».<br />

La síntesis total se reduce a la expresión china,<br />

t’i-jen, que significa comprobación personal.<br />

Según Chan «esta experiencia involucra,<br />

primero que todo, la i<strong>de</strong>ntificación propia con<br />

el objeto <strong>de</strong> conocimiento, luego una preparación<br />

moral y en la acción, y por último, juntar<br />

el método racional con la intuición. En<br />

una palabra, combina en un todo armonioso<br />

la metafísica, la epistemología y la ética».<br />

Es gran<strong>de</strong> el contraste entre la filosofía, la<br />

epistemología y el método como se han entendido<br />

en Occi<strong>de</strong>nte y en Oriente. Mientras<br />

los primeros se han encerrado en el paradigma<br />

<strong>de</strong> la simplicidad y <strong>de</strong>l pensamiento dialéctico,<br />

contradictorio y disyuntivo, los orientales<br />

se han fincado en el pensamiento holista,<br />

complejo, <strong>de</strong>l término medio e inclusivo. Es<br />

<strong>de</strong>cir, han estado ubicados en otro paradigma<br />

que sólo hasta ahora se “<strong>de</strong>vela” a nuestra<br />

civilización.<br />

El problema epistemológico presentado por<br />

los filósofos occi<strong>de</strong>ntales que crearon al separar<br />

el sujeto <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> investigación hizo<br />

que se presentaran muy variadas interpretaciones<br />

en cuanto a la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l conocimiento<br />

obtenido respecto a la realidad, y a<strong>de</strong>más<br />

hizo que la filosofía, la ética, el conocimiento<br />

y la acción tuvieran vidas in<strong>de</strong>pendientes.<br />

Muy diferente fue la percepción <strong>de</strong> los filóso-<br />

Los orientales observan<br />

que todos los cambios<br />

que se dan en el pensamiento, la<br />

naturalezay la sociedad<br />

son manifestaciones<br />

<strong>de</strong> esas fuerzas cósmicas,<br />

opuestas pero inter<strong>de</strong>pendientes.<br />

fos orientales. Para ellos no existe separación<br />

entre los conceptos básicos <strong>de</strong>l reflexionar <strong>de</strong>l<br />

hombre, como tampoco entre la epistemología,<br />

la ética, la filosofía, el lenguaje y el método.<br />

De esa visión <strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong>l conocimiento<br />

y <strong>de</strong>l método <strong>de</strong>bemos apren<strong>de</strong>r.<br />

Un método que rompa con las falencias <strong>de</strong>l<br />

método científico es el llamado investigación<br />

acción participativa, que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> cancelar<br />

la brecha habida entre el sujeto y el objeto,<br />

permite que el conocimiento y su construcción<br />

<strong>de</strong>jen <strong>de</strong> ser monopolio <strong>de</strong> unos pocos y<br />

que su base social se amplíe; a<strong>de</strong>más, facilita<br />

que sean los grupos con problemas quienes<br />

entren a dar su propia solución, al po<strong>de</strong>r conocerlos<br />

y al i<strong>de</strong>ntificar sus priorida<strong>de</strong>s.<br />

<strong>No</strong> se pue<strong>de</strong> negar que el empírico-positivismo<br />

ha traído consigo gran<strong>de</strong>s avances tecnológicos<br />

y materiales, pero tampoco pue<strong>de</strong><br />

negarse que ha traído consigo gran<strong>de</strong>s paradojas<br />

como son las altas tasas <strong>de</strong> crecimiento<br />

junto con la generación <strong>de</strong> masas empobrecidas,<br />

el alto consumo <strong>de</strong> los recursos<br />

naturales y las amenazas que aquejan al<br />

medio ambiente, para mencionar unas pocas.<br />

De ahí que sea necesario utilizar otros<br />

enfoques metodológicos y marcos epistemológicos<br />

diferentes, que sin que se pierda el<br />

rigor científico abran las puertas a las gran<strong>de</strong>s<br />

minorías y así mismo les brin<strong>de</strong>n mayores<br />

oportunida<strong>de</strong>s para alcanzar el tan anhelado<br />

bienestar.


Escribir es como<br />

respirar<br />

1<br />

Fernando Duque: ¿Cuándo comenzó como<br />

escritor? ¿Cuándo <strong>de</strong>scubrió la escritura?<br />

Nahum Montt: Yo creo que siempre he sido<br />

un escritor natural. Que yo recuer<strong>de</strong>, siempre<br />

he estado escribiendo; entonces, <strong>de</strong> cierta<br />

forma, llevo más <strong>de</strong> 20 años <strong>de</strong> estar escribiendo.<br />

Cuando uno es muy joven es muy<br />

poético por naturaleza y sobre todo fantástico,<br />

escribe textos subjetivos, <strong>de</strong>lirantes, juegos<br />

<strong>de</strong> palabras, pirotecnia verbal que llama<br />

uno. Llevo alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 10 años asumiendo<br />

la escritura <strong>de</strong> manera más sistemática, ri-<br />

Entrevista por Fernando Duque *<br />

Nahum Montt, profesor <strong>de</strong> literatura <strong>de</strong> la<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Distrital</strong>, fue ganador <strong>de</strong>l Concurso<br />

Nacional <strong>de</strong> <strong>No</strong>vela Ciudad <strong>de</strong> Bogotá,<br />

uno <strong>de</strong> los más prestigiosos eventos literarios<br />

<strong>de</strong>l país y <strong>de</strong> Latinoamérica. Entre 110<br />

novelas El eskimal y la mariposa fue elegida<br />

como la más representativa <strong>de</strong> la nueva<br />

literatura.<br />

gurosa; <strong>de</strong> hecho, estudié literatura en la <strong>Universidad</strong><br />

Nacional.<br />

F.D. ¿Qué género le gustaba más en esa<br />

época?<br />

N.M. De todo un poco. A los 17 años me<br />

atreví a escribir una novela, malísima, a<strong>de</strong>más...<br />

Y por ahí conservo unas cajas que yo<br />

lo llamo «el museo <strong>de</strong> los esfuerzos inútiles»<br />

don<strong>de</strong> guardo todo lo que he escrito durante<br />

este tiempo. Siempre escribiendo en libretas.<br />

Al comienzo uno se atreve, creo que por ignorancia<br />

como dijo Hemingway o Faulkner, uno<br />

1 La primera parte <strong>de</strong> esta entrevista realizada por Fernando Duque* se publicó en el periódico <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong>, en octubre <strong>de</strong> 2004.<br />

* Filósofo, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong>l Valle, editor <strong>de</strong> nuestra revista.<br />

Fotografías <strong>de</strong> Silvia Paulina Valero.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


68 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

se atreve con la poesía, que es lo que ve más<br />

próximo, lo sentimental y emotivo; <strong>de</strong>spués<br />

uno ataca el cuento, pero el cuento es un género<br />

<strong>de</strong> los más rigurosos que hay... y siempre<br />

escribe uno cuentos fallidos. Cuando uno<br />

fracasa con el cuento ataca la novela, en medio<br />

<strong>de</strong> esa ingenuidad y candor <strong>de</strong>l comienzo.<br />

Después uno va adquiriendo la madurez necesaria...<br />

F.D. García Márquez dice que la más difícil<br />

es la poesía, y que él hubiera querido ser<br />

un poeta. Otros dicen que la novela es lo más<br />

difícil, Borges dice que la novela son palabras<br />

mayores...<br />

N.M. Sí, que era una habitación llena <strong>de</strong><br />

gente y toda <strong>de</strong>sconocida...<br />

F.D. Que lo que había que <strong>de</strong>cir en pocas<br />

páginas para qué gastarle 500...<br />

N.M. Sí. Borges, con su ironía que lo caracteriza,<br />

la <strong>de</strong>fine <strong>de</strong> esa forma. Pero, en realidad<br />

hay cosas que únicamente pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir<br />

la novela, como visión <strong>de</strong> mundo, como creación<br />

<strong>de</strong> mundo, en la creación y el manejo <strong>de</strong><br />

los personajes. En una novela sí emerge la<br />

condición humana. En el cuento es solamente<br />

un chispazo, un acontecimiento y a partir<br />

<strong>de</strong> allí se narra, por eso es tan riguroso. Pero<br />

en la novela tenemos una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> hechos.<br />

Lo más difícil es lograr hilarlos <strong>de</strong> una manera<br />

coherente y sobre todo atractiva para alguien<br />

que sea capaz <strong>de</strong> ver más <strong>de</strong> 100 páginas<br />

<strong>de</strong> un autor.<br />

F.D. ¿Por eso le gusta más la novela?<br />

N.M. . Siempre uno la piensa en términos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>safío, <strong>de</strong> algo difícil <strong>de</strong> alcanzar, y sí,<br />

llega un momento, como dice Wil<strong>de</strong>, en que<br />

uno tiene muchas cosas que <strong>de</strong>cir y no le alcanza<br />

el género <strong>de</strong>l cuento y empieza a ver<br />

que los personajes comienzan a cobrar vida y<br />

que los espacios se vuelven otros personajes<br />

que también regulan y condicionan las vidas<br />

<strong>de</strong> esos personajes. Entonces llega un momento<br />

<strong>de</strong> verdad en que es mucho lo que uno<br />

tiene por <strong>de</strong>cir y no mi<strong>de</strong> la novela en términos<br />

<strong>de</strong> espacio, <strong>de</strong> paginaje, sino que es un<br />

universo que se va construyendo poco a poco.<br />

F.D. ¿Cree que su novela El eskimal y la<br />

mariposa lo logra?<br />

N.M. Mi novela trabaja una estructura policiaca,<br />

que creo es <strong>de</strong> los géneros más exigentes<br />

<strong>de</strong> novela. Y por eso tardé cuatro años<br />

en construirla y creo que lo logra. Después<br />

<strong>de</strong> más <strong>de</strong> 3 años casi la quemo..., novela fallida,<br />

no había cierre, no había catarsis al final,<br />

hasta que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mucho divagar, <strong>de</strong><br />

estar como <strong>de</strong>rivando en alerta, con las antenas<br />

sintonizadas y captando señales me llegó<br />

una imagen para lograr cerrarla.<br />

F.D. Usted ha nombrado a Faulkner, Hemingway,<br />

Borges, Wil<strong>de</strong>, ¿cuáles son los que<br />

más lee, sus maestros?<br />

N.M. Creo que uno lee por contagio. Un<br />

autor lleva a otro. Gabo te lleva a Faulkner,<br />

Faulkner a Hemingway, Hemingway a Borges,<br />

Borges te manda a Calvino; es una ca<strong>de</strong>na<br />

casi infinita, un rizoma <strong>de</strong> lecturas que se van<br />

entrecruzando. Particularmente para la novela<br />

me sirvieron mucho los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong><br />

Chandler y Hammet, los fundadores <strong>de</strong>l género<br />

negro. El jurado vio una novela policiaca,<br />

pero también vio el género negro que se<br />

sirve <strong>de</strong> la estructura policiaca. Ha sido muy<br />

interesante como se ha asimilado en Latinoamérica<br />

el género, Paco Ignacio Taibo II (México)<br />

y Rubén Fonseca (Brasil) son dos autores<br />

representativos. Ellos lograron articular el<br />

género policiaco o ese género que era cerebral;<br />

inicialmente, el <strong>de</strong> Poe, <strong>de</strong>spués Sir<br />

Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes, que<br />

eran más abstractos, racionales. En Latinoamérica<br />

se asume <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo social y muestra a


través <strong>de</strong> su tratamiento la corrupción, la sordi<strong>de</strong>z,<br />

las paradojas que implica la condición<br />

humana. En Latinoamérica se ha trabajado<br />

<strong>de</strong> ahí sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> lado el sentido <strong>de</strong>l humor.<br />

Creo que ese género negro latinoamericano<br />

en la novela se inscribe particularmente en<br />

ese par <strong>de</strong> autores.<br />

F.D. ¿En Colombia existen escritores <strong>de</strong><br />

ese género?<br />

N.M. Hay escritores que han pretendido,<br />

pero es muy difícil lograrlo porque las fronteras<br />

son muy frágiles y uno está muy próximo<br />

a caer en lo pornográfico, en lo sórdido, en lo<br />

macabro.<br />

F.D. <strong>No</strong> hablemos <strong>de</strong> los que han fracasado,<br />

hablemos <strong>de</strong> los que están más cerca.<br />

N.M. Entre los autores contemporáneos<br />

que mejor trabajan el lenguaje está Enrique<br />

Serrano, uno lo lee y dice este tipo sí sabe, sí<br />

sabe lo que es escribir. Está, sin lugar a dudas,<br />

Jorge Franco con Rosario Tijeras. Por<br />

ejemplo, yo <strong>de</strong>screo <strong>de</strong> Fernando Vallejo en<br />

términos <strong>de</strong> estructura narrativa, él maneja<br />

un narrador <strong>de</strong>cimonónico, él asume un narrador<br />

que se <strong>de</strong>vora las voces <strong>de</strong> sus personajes,<br />

es un narrador que no <strong>de</strong>ja hablar al<br />

mundo, un narrador yoista. Eso es lo que le<br />

gusta a la gente.<br />

F.D. Es importante lo que está diciendo<br />

porque Fernando Vallejo es consi<strong>de</strong>rado uno<br />

<strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s escritores... A mí me encanta.<br />

N.M. Sí, pero yo siento que Vallejo es más<br />

un escritor escandaloso que un gran narrador.<br />

F.D. Espero que él lea esta entrevista y armemos<br />

la polémica.<br />

N.M. Sí, claro.<br />

F.D. Me llamó la atención cuando dijo que<br />

se tomaba unos vodkas y nombró a Hemingway<br />

también..., ¿necesita usted tomarse unos<br />

tragos para escribir?<br />

N.M. <strong>No</strong>, lo que necesito es tomarme unos<br />

tragos para calificar los trabajos <strong>de</strong> mis alumnos.<br />

Son tan <strong>de</strong>primentes que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los<br />

trabajos tomo aguardiente o cerveza, cuando<br />

hay trabajos muy bacanos que me hacen reir<br />

me tomo mis escoceses. El vodka lo <strong>de</strong>jo para<br />

momentos privilegiados, a mí me fascina la<br />

música <strong>de</strong> Joaquín Sabina, que es poesía cantada.<br />

<strong>No</strong> me embriago para calificarlos, en realidad<br />

me tomo un par <strong>de</strong> tragos para aguantar<br />

el sopor <strong>de</strong> la lectura.<br />

F.D. ¿Y para escribir literatura?<br />

N.M. <strong>No</strong>, no puedo escribir una línea. Si me<br />

llegan imágenes, escribo imágenes que <strong>de</strong>spués<br />

retomo completamente sobrio. Es más,<br />

cuando estoy enguayabado no puedo escribir.<br />

F.D. ¿Cuál es la necesidad profunda para<br />

que alguien escriba?<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

69


70<br />

revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

N.M. La necesidad humana vital es una necesidad<br />

fisiológica, es así <strong>de</strong> sencillo, es como<br />

respirar.<br />

F.D. ¿Entonces, usted cree que si no escribe<br />

no vive?<br />

N.M. Claro, es una forma <strong>de</strong> vida. Es más,<br />

me equilibra. Cuando gané el premio pasé una<br />

semana y media sin escribir y andaba <strong>de</strong>sequilibrado,<br />

neurótico. Escribir me sirve <strong>de</strong><br />

catarsis, casi <strong>de</strong> terapia. Me ayuda a manejar<br />

una cantidad <strong>de</strong> neurosis que uno maneja<br />

aquí en la ciudad.<br />

F.D. ¿O sea a que a usted no le cuesta escribir,<br />

como a otros?<br />

N.M. Creo que existen dos clases <strong>de</strong> escritores,<br />

como lo planteó Nietzsche en El origen<br />

<strong>de</strong> la tragedia: los escritores dionisíacos y los<br />

apolíneos. Yo creo que uno tiene un poco <strong>de</strong><br />

los dos. Uno escribe por impulso, por necesidad,<br />

pero también por la técnica, por pulir,<br />

perfeccionar y mejorar cada día.<br />

F.D. Yo conozco gente para la que escribir<br />

es muy fácil y le fascina, y conozco escritores<br />

buenos para quienes escribir es una lucha.<br />

N.M. Sí, está el caso <strong>de</strong> Monterroso. Pero<br />

yo creo que están más atrapados por la pereza<br />

soñadora, que es caer en un estado <strong>de</strong> ensoñación,<br />

<strong>de</strong> imaginación, empezar a soñar<br />

cosas y no pasarlas a lo escrito. Esto es como<br />

nadar, cuanto más nada uno más apren<strong>de</strong><br />

técnicas; cuanto más yo escribo más aprendo<br />

a escribir y es una lógica sencilla en el<br />

fondo.


Sobre el progreso<br />

<strong>de</strong>l arte<br />

Julio César Londoño 1<br />

Desafiando el consenso unánime <strong>de</strong> los críticos, Julio César Londoño<br />

sostiene que la historia <strong>de</strong>l arte es una espiral ascen<strong>de</strong>nte.<br />

Aquí están sus razones.<br />

Pablo Picasso, Mujer llorando Robert Campin, Retrato <strong>de</strong> una mujer<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


72 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Existe entre los críticos una creencia que<br />

ha ido ganando con el tiempo carácter <strong>de</strong> dogma:<br />

no hay progreso en arte. La <strong>de</strong>mostración<br />

es económica y persuasiva, y se presenta<br />

siempre en forma <strong>de</strong> enumeración <strong>de</strong> obras<br />

prestigiosas: «Las pinturas <strong>de</strong> Altamira, La<br />

Ilíada, el Partenón y el David no han sido superados<br />

en siglos <strong>de</strong> aplicación, y las mejores<br />

obras <strong>de</strong> los siglos posteriores son, si acaso,<br />

igual <strong>de</strong> notables a estas cimas <strong>de</strong> la creación<br />

humana».<br />

Yo no comparto esta conclusión. Para empezar,<br />

<strong>de</strong>bo reconocer que encuentro la literatura<br />

clásica 2 , comparada con la contemporánea,<br />

reiterativa, lenta, previsible, y facunda<br />

como un viejito parlanchín.<br />

<strong>No</strong> tengo vocación <strong>de</strong> iconoclasta ni <strong>de</strong> evangelista<br />

<strong>de</strong> un nuevo culto, el culto a todo lo mo<strong>de</strong>rno.<br />

Lo que quiero, antes que convertir a nadie<br />

a mi «herejía», es explicarme a mí mismo un<br />

hecho insoslayable: ninguna obra clásica me<br />

conmueve tanto como algunos libros <strong>de</strong>l siglo<br />

XX; los mejores libros <strong>de</strong>l siglo XIX me parecen<br />

superiores a los <strong>de</strong>l XVIII y, extrapolando,<br />

aventuro que las obras literarias <strong>de</strong>l siglo n son<br />

superiores a las <strong>de</strong>l siglo n-1.<br />

La <strong>de</strong>mostración cabe en dos líneas: en las<br />

obras distinguimos el tema y la técnica. Los temas<br />

son los mismos ahora que hace dos mil<br />

años. Las técnicas se <strong>de</strong>puran todos los días.<br />

Por lo tanto el conjunto tema-técnica tien<strong>de</strong> a<br />

ser mejor cada vez. Ergo, el arte progresa.<br />

Que los temas <strong>de</strong>l arte son esencialmente<br />

los mismos ahora que al principio es algo<br />

evi<strong>de</strong>nte. El amor, la muerte, la ambición, los<br />

viajes, los mitos, el po<strong>de</strong>r, la sabiduría, la ley,<br />

la naturaleza, el <strong>de</strong>stino, los fantasmas interiores...,<br />

son los temas que han preocupado a<br />

los creadores <strong>de</strong> todos los tiempos. Quizá tengamos<br />

ahora menos dioses y hayamos ganado<br />

en cambio uno o dos argumentos (la inteligencia<br />

artificial, el tema <strong>de</strong>l «doble»), pero en<br />

general es válido afirmar que los creadores<br />

siguen urdiendo variaciones sobre los mismos<br />

asuntos; <strong>de</strong> manera que, en lo que a temas y<br />

argumentos respecta, el arte contemporáneo<br />

no es inferior al antiguo.<br />

En las obras distinguimos el tema<br />

y la técnica. Los temas son los<br />

mismos ahora que hace dos mil<br />

años. Las técnicas se <strong>de</strong>puran<br />

todos los días.<br />

En lo que atañe a la forma, los progresos<br />

son evi<strong>de</strong>ntes. En pintura, el <strong>de</strong>scubrimiento<br />

<strong>de</strong> las leyes <strong>de</strong> la perspectiva por Paolo Ucello 3<br />

y Piero <strong>de</strong> la Francesca en el siglo XV le proporcionó<br />

a la pintura un instrumento <strong>de</strong> una<br />

agu<strong>de</strong>za nunca imaginada por los pintores<br />

antiguos. Y si la perspectiva añadió una dimensión<br />

espacial a la pintura, las obras <strong>de</strong><br />

Hyerónimus Bosch, Salvador Dalí y Renè<br />

Magritte le abrieron al túnel <strong>de</strong>l realismo ventanas<br />

hacia las vastas pra<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> la fantasía.<br />

El hiperrealismo <strong>de</strong> Alberto Vargas 4 y<br />

Darío Morales hace que la pintura figurativa<br />

1 Narrador y ensayista. Premio Juan Rulfo 1998. Ha publicado el libro <strong>de</strong> cuentos Los geógrafos y el volumen <strong>de</strong> divulgación científica ¿Por qué las moscas<br />

no van a cine? Colaboró con Cromos, El Espectador y El Malpensante. Es asesor <strong>de</strong> la Secretaría <strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong> Cali y escribe para la revista Número y el<br />

diario El País.<br />

2 Con esta palabra se <strong>de</strong>signarán aquí obras consagradas <strong>de</strong>l arte o la literatura <strong>de</strong>l siglo XIX hacia atrás.<br />

3 Pintor renacentista a quien, según la leyenda, los pájaros que pintaba le revelaron los secretos <strong>de</strong> la perspectiva.<br />

4 Vargas fue un célebre ilustrador peruano <strong>de</strong> Play Boy, cuyos <strong>de</strong>snudos competían exitosamente con las fotografías <strong>de</strong> la revista.


Wassily Kandinsky, Improvisación 31 (Batalla Naval)<br />

anterior a ellos nos parezca ahora <strong>de</strong> un<br />

primitivismo enternecedor. El arte abstracto,<br />

hijo radical <strong>de</strong>l impresionismo -modalidad que<br />

había liberado al dibujo <strong>de</strong>l yugo <strong>de</strong> la línealiberó<br />

al color <strong>de</strong> la forma y permitió esas fiestas<br />

cromáticas <strong>de</strong> M. K. Chiurlionis, Wassily<br />

Kandinsky y Joan Miró.<br />

Aclaro que las últimas líneas son una digresión<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mostración que me propongo.<br />

<strong>No</strong> estoy afirmando que el arte abstracto<br />

sea superior al figurativo ni pretendo <strong>de</strong>sconocer<br />

que en aquella escuela pululan, como<br />

en todas, las obras <strong>de</strong> dudosa calidad. Sólo<br />

quiero subrayar lo importantes que son para<br />

el arte los experimentos, las aventuras, las<br />

transgresiones. Negarle al pintor estas posibilida<strong>de</strong>s<br />

sería con<strong>de</strong>narlo al figurativismo, a<br />

repetir hasta el cansancio sedas, ojos y cabellos<br />

perfectos, en círculos exasperantes <strong>de</strong> virtuosismo.<br />

Si dar ilusión <strong>de</strong> profundidad sobre un plano,<br />

lograr que una pintura <strong>de</strong>safíe el realismo<br />

<strong>de</strong> la fotografía o mandar todo a la porra y hacer<br />

manchas o rectángulos <strong>de</strong> escueta belleza no<br />

es progreso, entonces no sé qué lo sea.<br />

El progreso técnico <strong>de</strong>l cine es tan obvio<br />

que da pereza <strong>de</strong>mostrarlo. Para no citar los<br />

avances tecnológicos en imagen, sonido y efectos<br />

especiales, po<strong>de</strong>mos pensar en los parlamentos,<br />

tan largos y retóricos en los comienzos<br />

<strong>de</strong>l cine y ahora cortos y fluidos. O el<br />

movimiento <strong>de</strong> la cámara, que hizo por el lenguaje<br />

cinematográfico casi tanto como la metáfora<br />

por el lenguaje verbal. O la actuación,<br />

rígida y exagerada al comienzo y luego flexible<br />

y natural.<br />

En arquitectura, basta nombrar el arco, invención<br />

que curvó la piedra, llenó <strong>de</strong> gracia<br />

los cielorrasos y las fachadas, aumentó la «luz»<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

73


74 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Detrás <strong>de</strong> ese viejo sofisma,<br />

no existe progreso en arte,<br />

acecha el viejo miedo<br />

a la muerte.<br />

entre las columnas, <strong>de</strong>spejó los interiores <strong>de</strong><br />

los gran<strong>de</strong>s edificios y permitió los templos<br />

góticos, esas construcciones magníficas que<br />

se sostienen sobre sí mismas, como la fe. (Resulta<br />

paradójico notar que los griegos, geómetras<br />

consumados y estudiosos <strong>de</strong> las curvas<br />

cónicas, no inventaran el arco, carencia<br />

que los obligó a llenar <strong>de</strong> columnas el Panteón,<br />

para citar un ejemplo caro a los <strong>de</strong>tractores<br />

<strong>de</strong>l progreso <strong>de</strong>l arte. El arco fue un invento<br />

<strong>de</strong> los romanos, que <strong>de</strong> matemáticas<br />

pocón pocón). De la arquitectura mo<strong>de</strong>rna,<br />

hay que agra<strong>de</strong>cer su sobriedad, su inclinación<br />

por lo liso y lo vacío, los largos «vuelos»<br />

<strong>de</strong> las cubiertas y los balcones, y su tino al<br />

suprimir las figuras alegóricas, todos esos<br />

cupidos y musas y bacos que infestan la arquitectura<br />

neoclásica.<br />

En literatura hay unos hitos, fáciles <strong>de</strong> enumerar,<br />

que han contribuido mucho a su <strong>de</strong>sarrollo.<br />

Hacia el 180 antes <strong>de</strong> Cristo los gramáticos<br />

<strong>de</strong> la biblioteca <strong>de</strong> Alejandría inventaron, adivinando<br />

la respiración <strong>de</strong> Homero, los signos<br />

<strong>de</strong> puntuación y pausaron las obras <strong>de</strong>l poeta.<br />

Sobra <strong>de</strong>cir que la versión resultante <strong>de</strong><br />

La Ilíada fue mucho más clara que la versión<br />

a renglón seguido que el tirano Pisístrato había<br />

hecho copiar cuatro siglos antes.<br />

A finales <strong>de</strong>l siglo XIX Edouard Dujardin 5<br />

y a principios <strong>de</strong>l XX Marcel Proust, James<br />

Joyce, Virginia Woolf y William Faulkner inventaron<br />

una manera inédita <strong>de</strong> narrar, el<br />

monólogo interior. Por primera vez el lector<br />

pudo escuchar los pensamientos <strong>de</strong> los personajes<br />

sin la intermediación <strong>de</strong>l narrador<br />

omnisciente y sin los artificiosos «apartes» y<br />

soliloquios <strong>de</strong> los dramaturgos. Para <strong>de</strong>cirlo<br />

con la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> Ernesto Sábato, «Joyce<br />

metió micrófonos en la cabeza <strong>de</strong> los personajes».<br />

En a<strong>de</strong>lante, las narraciones fueron<br />

íntimas, confi<strong>de</strong>nciales.<br />

Una <strong>de</strong> las cosas que entorpecen la narrativa<br />

antigua es la repetición innecesaria <strong>de</strong><br />

los parlamentos. Así, cuando Agamenón quiere<br />

sobornar a Aquiles para que regrese al combate<br />

manda una embajada al campamento<br />

<strong>de</strong>l pélida y le dice a Ulises que le ofrezca «siete<br />

trípo<strong>de</strong>s no expuestos aún al fuego, diez<br />

talentos <strong>de</strong> oro, veinte cal<strong>de</strong>ras relucientes y<br />

doce corceles rápidos y probados en las carreras.<br />

También siete mujeres lesbias, hábiles<br />

en labores primorosas, que yo mismo escogí<br />

cuando él tomó la bien construida Lesbos<br />

y que aventajaban en hermosura a todas las<br />

<strong>de</strong>más. Con ellas le entregaré a Briseida, que<br />

entonces le quité, y juraré solemnemente que<br />

jamás subí a su lecho». (La Ilíada, Canto IX).<br />

Como si fuera poco, y si los griegos alcanzan<br />

la victoria, le ofrece dotar a una <strong>de</strong> sus tres<br />

hijas, la que elija, para que la <strong>de</strong>spose, y siete<br />

ciuda<strong>de</strong>s ricas y populosas. Ulises va y repite,<br />

apenas dos páginas <strong>de</strong>spués, la larga lista<br />

<strong>de</strong> presentes. Duplicaciones semejantes se<br />

encuentran en La Biblia y El Ramayana, e<br />

incluso en obras medievales y renacentistas.<br />

Luego los narradores aprendieron a no<br />

malbaratar papel, a confiar en la memoria <strong>de</strong>l<br />

lector. También en su inteligencia. El autor<br />

contemporáneo sabe que <strong>de</strong>be pasar lo más<br />

inadvertido posible, y que no tiene que abundar<br />

en explicaciones porque hay cosas que<br />

todo el mundo entien<strong>de</strong> y otras que nadie<br />

5 Mediocre escritor francés que estrenó en Les lauriers sont coupés (Han talado los laureles, 1887) la técnica <strong>de</strong>l monólogo interior.


pue<strong>de</strong> explicar, por ejemplo el sabor <strong>de</strong> la<br />

naranja; o el <strong>de</strong> un beso. Entonces pone simplemente<br />

«naranja» –o «beso»– y el regusto<br />

memorioso <strong>de</strong>l lector hace el resto.<br />

Todo envejece, hasta la literatura. Sus metáforas<br />

se gastan, sus trucos se vuelven previsibles,<br />

y es <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> los autores renovarlos.<br />

Saben que ya no <strong>de</strong>ben equiparar los ojos a<br />

estrellas, ni el sueño a la muerte, ni el agua<br />

al tiempo, y crean nuevas metáforas y oxigenan<br />

el lenguaje.<br />

En el siglo XIX los poetas <strong>de</strong>cidieron que<br />

la poesía no tenía por qué cantar siempre cosas<br />

bellas o momentos sublimes ni estar escrita<br />

en lenguaje aséptico, y se atrevieron a<br />

cantar cosas prosaicas <strong>de</strong> manera franca (lo<br />

sórdido y hasta la carroña son <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces<br />

asunto poético) usando para ello todo el<br />

lenguaje, no sólo palabras bonitas, y el verso<br />

rompió límites y multiplicó su potencia 6 . (En<br />

Colombia, para que nos entendamos, esta<br />

revolución es lo que explica el afortunado salto<br />

que va <strong>de</strong>l cauto y culterano Guillermo Valencia<br />

al vital y tremendista Barba Jacob).<br />

Demostrar que la literatura progresa, que<br />

sus estructuras son cada vez más ágiles, que<br />

el lenguaje literario es cada vez menos redundante<br />

y que el autor contemporáneo aprovecha<br />

mejor la inteligencia y el acervo vivencial <strong>de</strong>l<br />

lector para alcanzar sus propios fines es algo<br />

sencillo. Basta comprobar que la gravitación<br />

y el espíritu <strong>de</strong> Roma están más vivos en una<br />

página <strong>de</strong> las Memorias <strong>de</strong> Adriano <strong>de</strong> Margarita<br />

Yourcenar que en los volúmenes <strong>de</strong> Declinación<br />

y caída <strong>de</strong>l Imperio Romano <strong>de</strong> Edward<br />

Gibbon; que la esencia <strong>de</strong>l carácter <strong>de</strong> Paolo<br />

Ucello está mejor atrapada en la poética biografía<br />

que hizo Marcel Schwob que en las arqueológicas<br />

páginas <strong>de</strong> Giorgio Vasari; que la<br />

crítica <strong>de</strong> Borges es mejor que la extraordinaria<br />

crítica <strong>de</strong> Valéry –que es superior a Wil<strong>de</strong>,<br />

que es superior a Saint Beuve–; o que, comparado<br />

con la amoralidad y la agu<strong>de</strong>za psicológica<br />

<strong>de</strong> A sangre fría, Crimen y castigo nos<br />

parece ahora un sermón <strong>de</strong>masiado obvio.<br />

Si progresan la medicina y la física, los textiles<br />

y la marroquinería, la cosmetología y la<br />

industria <strong>de</strong>l mueble, ¿por qué no habría <strong>de</strong><br />

hacerlo el arte? ¿Era el artista <strong>de</strong> ayer más<br />

inteligente que el <strong>de</strong> hoy? ¿Más sensible? ¿Tenía<br />

más recursos técnicos? ¿Más temas? Definitivamente<br />

no. ¿Entonces?<br />

Es una arrogancia vana <strong>de</strong> los artistas pensar<br />

que todo pue<strong>de</strong> progresar, ciencias y oficios,<br />

pero no el arte. En el fondo, sospecho,<br />

esa actitud revela la pretensión <strong>de</strong> encerrarse<br />

en una esfera sagrada, en un útero hermético<br />

y atemporal que garantice la eterna vigencia<br />

<strong>de</strong> sus obras y los salve <strong>de</strong>l olvido.<br />

Detrás <strong>de</strong> ese viejo sofisma, no existe progreso<br />

en arte, acecha el viejo miedo a la muerte.<br />

6 Ya François Villon había compuesto en el siglo XV poesía en esta dirección. Pero se consi<strong>de</strong>ra que es en el XIX, y concretamente con Bau<strong>de</strong>laire, cuando un<br />

grupo importante <strong>de</strong> poetas se rebela y se apo<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> todo el lenguaje y <strong>de</strong> todos los temas.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

75


Lo que dictan<br />

los fantasmas<br />

¿Quién escribe cuando un escritor escribe?<br />

La pregunta parece estúpida, pero tomada en<br />

su espesor, está lejos <strong>de</strong> serlo. En efecto, hay<br />

una porción sustanciosa <strong>de</strong> las mejores obras<br />

literarias que parece escapar a la autoría <strong>de</strong><br />

quien las firma. Esta zona hurtada a la atribución<br />

personal es especialmente evi<strong>de</strong>nte en<br />

la poesía, pero también existe en la narrativa<br />

cuando los personajes cobran vida y caprichos<br />

propios, fugándose <strong>de</strong> la menguada omnipotencia<br />

<strong>de</strong> su lánguido creador.<br />

El interrogante sobre la autoría se extien<strong>de</strong><br />

igualmente a los temas. ¿Quién escoge los<br />

contenidos que <strong>de</strong>sarrolla el escritor? Los<br />

autores con frecuencia se sorpren<strong>de</strong>n ante el<br />

resultado <strong>de</strong> sus obras, parecen no reconocerse<br />

en ellas, llegan incluso a <strong>de</strong>screer <strong>de</strong><br />

haber sido ellos los culpables <strong>de</strong> los textos.<br />

Sin duda, hay un misterio <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> toda<br />

escritura creativa y libre. Es importante subrayar<br />

que no estamos hablando <strong>de</strong> cualquier<br />

clase <strong>de</strong> literatura. Hay escritos por encargo,<br />

hay tareas académicas, hay documentos <strong>de</strong><br />

trabajo que <strong>de</strong> ninguna manera podrían<br />

enfilarse en el espectro <strong>de</strong> la genuina literatura.<br />

Son textos amarrados a una autoridad,<br />

a una urgencia, a un interés, es <strong>de</strong>cir, no son<br />

palabras libres. De ellos no hablamos aquí.<br />

Para que el misterio acuda al acto literario<br />

es preciso que éste se <strong>de</strong>sarrolle en un ámbito<br />

<strong>de</strong> libertad, gratuidad y creación. La palabra<br />

cuando navega en el cauce <strong>de</strong>l arte cobra<br />

su pura índole expresiva, y es en este momento<br />

cuando concita a los ángeles <strong>de</strong> la casualidad<br />

y <strong>de</strong> la belleza. Estos ángeles son<br />

ariscos, azarosos, cubiertos <strong>de</strong> velos y <strong>de</strong> vapores<br />

que no los <strong>de</strong>jan ver con claridad. De<br />

ahí que valga la pregunta sobre los cinco signos<br />

que acechan la escritura creativa: ¿qué,<br />

cuándo, dón<strong>de</strong> y cómo escribe quien escribe,<br />

y quién es realmente el que escribe?<br />

Qué: los temas<br />

Arturo Guerrero 1<br />

Se ha abundado en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la escritura<br />

es un dictado, y el escritor un médium<br />

<strong>de</strong> fuerzas o presencias que le dictan. Mu-<br />

1 Estudió filosofía. Es periodista y escritor; columnista <strong>de</strong> El Colombiano y colaborador <strong>de</strong> El Tiempo; miembro <strong>de</strong> la corporación Medios para la Paz. Ha<br />

publicado La manipulación <strong>de</strong> la información, Nuevos vientos sobre el Caribe, Anarcoiris: textos casuales, Trópico: visiones <strong>de</strong> la naturaleza colombiana<br />

y El amor bravío.<br />

Ilustraciones <strong>de</strong> Carlos A. Cepeda<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


78 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

chos autores reconocen que sus mejores obras<br />

son aquellas que no han sido producidas con<br />

sujeción a un plan racional, sino que han<br />

brotado <strong>de</strong> fuentes incógnitas. De estos manantiales<br />

parecen emanar no sólo las palabras<br />

exactas, los ritmos, las furias musicales,<br />

sino incluso los temas mismos.<br />

Casi no hay autor que no reconozca esta<br />

alquimia, cuando alguien le pi<strong>de</strong> formular su<br />

poética. Así en el chileno Antonio Skármeta<br />

leemos «escribo para saber qué quiero escribir<br />

y estoy absolutamente disponible para las<br />

palabras. Por eso nunca escribo primero mentalmente».<br />

Si usted no sabe sobre qué escribir, escriba:<br />

ésta podría ser la consigna <strong>de</strong> esta especie<br />

<strong>de</strong> escuela prometeica <strong>de</strong> conocimiento.<br />

Robarles el fuego a los dioses es un acto a la<br />

vez intrépido y confiado. Porque no basta con<br />

el esfuerzo y con la aplicación frente a la pantalla.<br />

Es preciso abandonarse al fluido casual<br />

<strong>de</strong>l verbo. Y este abandono es enteramente<br />

opuesto a la programación racional <strong>de</strong>l texto.<br />

Por supuesto no se trata <strong>de</strong> expulsar a la inteligencia<br />

<strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> la creación, para que<br />

la fertilidad sea exclusiva responsabilidad <strong>de</strong><br />

los rayos <strong>de</strong> los dioses. Pero sí hay un énfasis<br />

en otra suerte <strong>de</strong> prestidigitación, diferente a<br />

la marcha metódica <strong>de</strong> los silogismos y las<br />

categorías.<br />

Octavio Paz propone el símil <strong>de</strong> la penumbra:<br />

bajar las bujías <strong>de</strong> la luz para que otras<br />

iluminaciones inalámbricas hagan su labor<br />

Si el escritor produjera textos<br />

sobre lo que ya sabe,<br />

<strong>de</strong>gradaría el acto creativo<br />

literario a una mera<br />

función notarial.<br />

sutil. «Los poetas dicen la verdad -escribe el<br />

Nóbel mexicano- cuando dicen que al comenzar<br />

a escribir un poema no saben lo que van<br />

a <strong>de</strong>cir. Escribimos para <strong>de</strong>cir lo no dicho y<br />

para saberlo... El poeta escribe sin darse cuenta<br />

clara <strong>de</strong> lo que se propone, no a ciegas. El<br />

poeta no escribe con los ojos cerrados, sino<br />

entreabiertos, en una penumbra».<br />

Si el escritor produjera textos sobre lo que<br />

ya sabe, <strong>de</strong>gradaría el acto creativo literario a<br />

una mera función notarial. De ahí que se escriba<br />

sobre lo que se ignora, precisamente<br />

para <strong>de</strong>rrotar esta ignorancia gracias al po<strong>de</strong>r<br />

cognoscitivo <strong>de</strong> la palabra. ¿Acaso la crucificada<br />

mitología <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte no comienza<br />

con la celebérrima afirmación <strong>de</strong> que «Al principio<br />

era el Verbo... Todas las cosas fueron<br />

hechas por Él, y sin Él no se hizo nada <strong>de</strong><br />

cuanto ha sido hecho»?<br />

La literatura es creación y toda creación genuina<br />

parte <strong>de</strong> la nada. De ahí que el poema<br />

construya y constituya su propia verdad, y que<br />

para hacerlo escoja las exactas palabras. José<br />

Donoso ha <strong>de</strong>sentrañado este carácter a la vez<br />

<strong>de</strong>miúrgico y epistemológico <strong>de</strong> la escritura en<br />

la siguiente afirmación: «Uno no escribe para<br />

<strong>de</strong>cir algo que sabe. Escribe para saber algo.<br />

Escribir es un proceso <strong>de</strong> conocimiento. La escritura<br />

es un aprendizaje, tú vas enseñándote<br />

a ti mismo tus métodos, tus triunfos, tus<br />

obsesiones, tus motivos».<br />

Al lado <strong>de</strong>l camino categorial <strong>de</strong> la razón,<br />

se levanta entonces este método <strong>de</strong> conocimiento,<br />

el <strong>de</strong> la escritura creativa, mediante<br />

el cual la realidad se va revelando por la vía<br />

<strong>de</strong>l arte.<br />

Quiénes: los fantasmas<br />

¿De qué escondido origen provienen los<br />

aprendizajes <strong>de</strong> la literatura? ¿Si el autor no<br />

es el responsable completo <strong>de</strong> su producción,


quién o quiénes lo asisten, qué mentes insuflan<br />

lo que se conoce como inspiración? ¿Son<br />

las fuentes <strong>de</strong> este conocimiento interiores al<br />

hombre o se pue<strong>de</strong> conjeturar su existencia<br />

exterior e in<strong>de</strong>pendiente?<br />

Es evi<strong>de</strong>nte que éstas no son preguntas dirigidas<br />

a la ciencia. La vía intuitiva para apropiarse<br />

<strong>de</strong>l mundo, que correspon<strong>de</strong> al arte,<br />

escapa al contenido y al método <strong>de</strong> la vía argumental<br />

y experimental <strong>de</strong> las ciencias. De<br />

ahí que cada pueblo y cada edad <strong>de</strong> la humanidad<br />

haya resuelto el enigma apelando a las<br />

sutilezas <strong>de</strong>l mito, a pesar <strong>de</strong> que en el siglo<br />

XX se haya creído hablar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong><br />

los mitos y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la supremacía <strong>de</strong> la razón.<br />

En su prólogo a Obra Poética, 1923-1976,<br />

Jorge Luis Borges hizo un rastreo <strong>de</strong> los principales<br />

intentos <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte. «Toda poesía<br />

-escribió- es misteriosa; nadie sabe <strong>de</strong>l todo<br />

lo que le ha sido dado escribir. La triste mitología<br />

<strong>de</strong> nuestro tiempo habla <strong>de</strong> la subconciencia<br />

o, lo que aún es menos hermoso,<br />

<strong>de</strong> lo subconsciente; los griegos invocaban la<br />

musa, los hebreos el Espíritu Santo, el sentido<br />

es el mismo».<br />

Cinco <strong>de</strong> las nueve musas atendían los géneros<br />

literarios <strong>de</strong>l teatro, la poesía y la oratoria,<br />

conocidos por los griegos: Talía, la comedia;<br />

Melpómene, la tragedia; Erato la elegía;<br />

Polimnia, la poesía lírica; y Calíope, la épica y<br />

la elocuencia. Eran diosas con ubicación entre<br />

las trescientas cincuenta divinida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />

Panteón.<br />

El Espíritu Santo, en tanto tercera persona<br />

<strong>de</strong> la Trinidad, participa <strong>de</strong> la unicidad<br />

<strong>de</strong>l Dios cristiano. Su soplo es el agente <strong>de</strong> la<br />

inspiración <strong>de</strong> los hombres. Ahora bien, la<br />

tristeza <strong>de</strong> la mitología hoy vigente, a la que<br />

alu<strong>de</strong> Borges, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>berse a que el subconsciente,<br />

don<strong>de</strong> se escon<strong>de</strong> lo que escapa a<br />

la introspección consciente <strong>de</strong>l individuo, no<br />

tiene ante la imaginación el colorido, las pasiones<br />

ni la forma <strong>de</strong> los vetustos dioses griegos<br />

y judíos.<br />

Llámense como se llamaren las <strong>de</strong>ida<strong>de</strong>s o<br />

los fenómenos mentales que propician los conocimientos<br />

<strong>de</strong> la escritura, lo cierto es que<br />

en este ámbito reina el misterio. Porque entre<br />

los dioses y el subconsciente es poco lo que<br />

se logra iluminar <strong>de</strong> este proceso casual y<br />

variopinto. En este punto es todavía más cierto<br />

que el mayor patrimonio <strong>de</strong> los hombres es el<br />

misterio. Y tal vez el más bello, porque encierra<br />

al mismo tiempo todos los horrores y todas<br />

las maravillas.<br />

De ahí que el pintor y poeta Héctor Rojas<br />

Herazo prefiera referirse a ‘fantasmas’, para<br />

hablar <strong>de</strong> estas presencias. «Cualquier actividad<br />

con impulso creativo -afirma- está manejada<br />

por fantasmas. Ellos eligen y manejan a<br />

su antojo. Lo <strong>de</strong>más, por parte <strong>de</strong> la víctima,<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

79


80 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

no es otra cosa que temor en el <strong>de</strong>sarme».<br />

Víctima temerosa y <strong>de</strong>sarmada, eso es el escritor<br />

según este juicio. Y por encima <strong>de</strong> esta<br />

víctima, pululan los fantasmas, seres ululantes<br />

sin cara, escondidos <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> telas, que en<br />

la mayoría <strong>de</strong> los casos provocan pánico antes<br />

<strong>de</strong> plasmar su obra ajena.<br />

Cuándo: el abandono<br />

La llegada <strong>de</strong> los fantasmas es inescrutable.<br />

<strong>No</strong> se <strong>de</strong>jan manejar al arbitrio humano,<br />

ya que su ámbito es el <strong>de</strong> la gratuidad. <strong>No</strong><br />

obe<strong>de</strong>cen a intereses, a esfuerzos ni a merecimientos.<br />

Sus regalos vienen en forma <strong>de</strong><br />

dones, <strong>de</strong> dádivas insensatas. La palabra verda<strong>de</strong>ra<br />

exige, eso sí, la disponibilidad <strong>de</strong>l mediador,<br />

un estado <strong>de</strong> alerta y <strong>de</strong> preparación<br />

para su eventual acontecer.<br />

Álvaro Mutis, poeta y novelista, se refiere<br />

a esta exigencia en términos oníricos: «Escribo<br />

como sonámbulo. Van saliendo las cosas».<br />

El autor aparece sumergido en una pérdida<br />

<strong>de</strong> su conciencia, en una semivigilia. En cambio<br />

las cosas, los textos, cobran una subjetividad<br />

que las hace protagonistas <strong>de</strong> iniciativa,<br />

<strong>de</strong> conducción y <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

El tiempo <strong>de</strong> la inspiración es el <strong>de</strong>l abandono.<br />

El hombre baja sus armas inteligentes,<br />

se relaja y se entrega a la fatalidad. Él sabe<br />

que el acierto no es motivado por sus muchos<br />

sudores ni causado por sus habilida<strong>de</strong>s,<br />

sino por un <strong>de</strong>signio que le es arisco en<br />

sus conductas. «La palabra te la dan, no la<br />

mereces», respondió alguna vez el chileno<br />

Gonzalo Rojas, cuando le preguntaron ¿cómo<br />

le viene la poesía?<br />

<strong>No</strong> hay que creer, claro está, que el trabajo<br />

literario es inútil y que todo se resuelve acostándose<br />

en una hamaca con una botella <strong>de</strong><br />

ron y un tabaco, a la espera <strong>de</strong> los dardos <strong>de</strong><br />

las musas. En primer lugar, la escritura creativa<br />

supone que el autor ha alcanzado por<br />

parejo una estatura humana digna y una <strong>de</strong>streza<br />

<strong>de</strong>stacada con el instrumento <strong>de</strong>l lenguaje.<br />

Hay que ser hombre antes que escritor.<br />

Hay que dominar las técnicas <strong>de</strong> la lengua<br />

y <strong>de</strong> la escritura. Estas <strong>de</strong>nsida<strong>de</strong>s y habilida<strong>de</strong>s<br />

son prerrequisito <strong>de</strong>l abandono, son el<br />

otro polo <strong>de</strong> la creación.<br />

El novelista francés Olivier Rolin supo dibujar<br />

esta doble tensión en el siguiente texto:<br />

«El trabajo <strong>de</strong>l escritor implica una especie<br />

<strong>de</strong> abandono, <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarse ir hacia los <strong>de</strong>monios<br />

internos. Es lo contrario <strong>de</strong>l trabajo en<br />

sí. El escritor no tiene por qué trabajar. Tiene<br />

que <strong>de</strong>jarse ir en sus aspiraciones. Es un no<br />

trabajo, es un trabajo que requiere <strong>de</strong> disciplina,<br />

escritura y estilo. Esta es la polarización<br />

entre el abandono y la disciplina».<br />

El trabajo que no es trabajo es un pretrabajo<br />

y un postrabajo. Pretrabajo <strong>de</strong> preparación<br />

que pue<strong>de</strong> tomar media vida, durante la<br />

cual se ejercita una disciplina, se castiga un


El tiempo <strong>de</strong> la inspiración<br />

es el <strong>de</strong>l abandono. El hombre<br />

baja sus armas inteligentes,<br />

se relaja y se entrega<br />

a la fatalidad.<br />

estilo. Y postrabajo <strong>de</strong> corrección y estructuración,<br />

que hace pasar el material espontáneo<br />

<strong>de</strong> la creación por los filtros minuciosos<br />

<strong>de</strong> las exigencias formales, <strong>de</strong> las nomenclaturas<br />

rítmicas. Para el escritor el trabajo específico<br />

<strong>de</strong> creación no es un trabajo, dado<br />

que el trabajo real es un requerimiento. El<br />

nacimiento <strong>de</strong> la obra suce<strong>de</strong> en la hora <strong>de</strong>l<br />

abandono, que es lo contrario <strong>de</strong>l trabajo.<br />

Dón<strong>de</strong>: el silencio<br />

El escritor no es un aventurero, no es el<br />

que más países ha andado, el que ha hablado<br />

con más gentes, el que conoce innumerables<br />

historias ajenas. La escritura se resuelve<br />

más en los meandros interiores <strong>de</strong>l ser,<br />

que en los escenarios variados <strong>de</strong> la realidad<br />

exterior. Es posible que alguien muy experimentado<br />

en todas las latitu<strong>de</strong>s y muy mundano<br />

en sus relaciones sociales fracase al intentar<br />

el relato <strong>de</strong> sus hazañas. En contraste,<br />

un poeta logra adivinar el pasmo <strong>de</strong>l primer<br />

mongol que atravesó el estrecho <strong>de</strong> Behring<br />

hace veinte mil años, sin haber tenido contacto<br />

directo con ese hielo.<br />

Los fantasmas que dictan, si es que hay<br />

fantasmas y si los fantasmas dictan, prefieren<br />

una atmósfera para <strong>de</strong>jar caer sus punzadas.<br />

Es la atmósfera <strong>de</strong> la soledad, don<strong>de</strong><br />

es dable escuchar el silencio <strong>de</strong>l que surgen<br />

con mayor niti<strong>de</strong>z los bor<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l alma. Es en<br />

el aquietamiento interior don<strong>de</strong> se propicia el<br />

dardo azaroso <strong>de</strong> la palabra.<br />

Kafka lo experimentó <strong>de</strong> manera perentoria<br />

y <strong>de</strong>jó al respecto la siguiente expresión<br />

aleccionadora: «<strong>No</strong> hay necesidad <strong>de</strong> salir <strong>de</strong><br />

la habitación. Basta con sentarse a la mesa y<br />

escuchar. Ni siquiera hay que esperar, sólo<br />

apren<strong>de</strong>r a estar en silencio, quieto y solitario.<br />

El mundo se te ofrecerá libremente para<br />

ser <strong>de</strong>scubierto. Él no tiene otra alternativa;<br />

caerá en éxtasis a tus pies».<br />

El <strong>de</strong>spojo interior supone la confianza en<br />

la existencia <strong>de</strong>l dictado. Si se rin<strong>de</strong>n las armas,<br />

es porque se está seguro <strong>de</strong> que otras<br />

potencias más altas entrarán en acción para<br />

hacer <strong>de</strong>scubrir y conquistar nuevos continentes.<br />

En la soledad el escritor apela a instancias<br />

enigmáticas, a sabiendas <strong>de</strong> que éstas<br />

son generosas pero tienen sus propias<br />

reglas <strong>de</strong>sconocidas.<br />

Cómo: los milagros<br />

El procedimiento mediante el que operan<br />

los fantasmas, las musas, los dioses y el subconsciente<br />

es el <strong>de</strong>l milagro, es <strong>de</strong>cir, el ejercicio<br />

eficaz y secreto que provoca la admiración<br />

<strong>de</strong> la razón. Se admira aquello que escapa<br />

a los controles habituales <strong>de</strong> la facultad inteligente.<br />

La admiración es la contemplación<br />

arrobada <strong>de</strong> fenómenos que superan la estatura<br />

humana. Quien admira admite la carta<br />

<strong>de</strong> ciudadanía <strong>de</strong>l misterio en el orbe <strong>de</strong> las<br />

tareas <strong>de</strong>l hombre, reconoce que es imposible<br />

para las faculta<strong>de</strong>s terrestres abarcar con<br />

satisfacción las costuras <strong>de</strong>l universo.<br />

Uno <strong>de</strong> los campeones más lúcidos <strong>de</strong> la<br />

física mo<strong>de</strong>rna, Albert Einstein, reconoció que<br />

el misterio es una <strong>de</strong> las dimensiones más<br />

sugestivas <strong>de</strong> la realidad, y llegó a formular<br />

una división en la manera <strong>de</strong> habitar el planeta.<br />

«Hay dos formas <strong>de</strong> vivir la vida -sen-<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

81


82 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

tenció. Una es como si nada fuera un milagro.<br />

La otra es como si todo lo fuera».<br />

Bien vistas las cosas, cada ingrediente <strong>de</strong><br />

la gran sopa primordial, cada grano <strong>de</strong> la materia,<br />

cada onda <strong>de</strong> la energía, la enorme relojería<br />

<strong>de</strong> los cielos, la minúscula filigrana <strong>de</strong>l<br />

pensamiento son otros tantos prodigios, más<br />

antiguos, más extendidos, más intrincados<br />

que la presencia misma <strong>de</strong> los hombres en<br />

sus tacañas existencias individuales y en la<br />

suma <strong>de</strong> las gestas <strong>de</strong> los pueblos.<br />

La escritura, en tanto acto creativo, no escapa<br />

<strong>de</strong> esta ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> sortilegios. Un autor<br />

es un <strong>de</strong>miurgo <strong>de</strong> planetas espirituales, que<br />

<strong>de</strong>be su omnipotencia a factores ajenos a su<br />

arbitrio. De ahí que ante la obra final <strong>de</strong> sus<br />

palabras, muchos <strong>de</strong> ellos reaccionen con incredulidad,<br />

arrobo y agra<strong>de</strong>cimiento. Es la<br />

postura apenas obvia ante el milagro.<br />

Cuando Juan José Arreola dice que «escribo<br />

porque creo en milagros», está reconociendo<br />

en su ejercicio literario la índole escondida<br />

<strong>de</strong> la grafía fundamental. Y a la vez está<br />

admitiendo la entrega a uno <strong>de</strong> los motores<br />

<strong>de</strong>l oficio creativo, que consiste en experimentar,<br />

así sea como médium, la cercanía al pensamiento<br />

<strong>de</strong> Dios.<br />

M.C. Escher


Cuatro<br />

poetascolombianos<br />

NANA DE LOS GAMINES<br />

diego echeverry<br />

Diego Echeverry<br />

A Antonio Álvarez Caicedo, <strong>de</strong>saparecido<br />

en Colombia en marzo <strong>de</strong> 1999<br />

Bajo lunas bravías<br />

y lluvias salivosas<br />

los gamines se enroscan<br />

en camastros <strong>de</strong> asfalto.<br />

Ocupan los rincones <strong>de</strong> la noche,<br />

se hun<strong>de</strong>n <strong>de</strong> súbito en el vértigo.<br />

Mientras yacen dormidos,<br />

<strong>de</strong>sgonzados rastrean<br />

los ancestros <strong>de</strong> su tribu<br />

y dioses azarosos<br />

les conce<strong>de</strong>n frutos<br />

<strong>de</strong> un común árbol genealógico.<br />

Por un instante hallan<br />

su verda<strong>de</strong>ro rostro,<br />

el origen sagrado<br />

que guarda sus rebaños.<br />

Más tar<strong>de</strong> los <strong>de</strong>spierta<br />

el sobresalto.<br />

Un sol apátrida <strong>de</strong>güella<br />

las tímidas ovejas <strong>de</strong> su sueño;<br />

los lanza sin parientes<br />

por las calles <strong>de</strong>l mundo.<br />

FIGURA DE MUCHACHO<br />

CON REVÓLVER<br />

Por calles culebreantes<br />

mientras la luna trepa<br />

sobre el perfil <strong>de</strong>l barrio<br />

y grupos <strong>de</strong> muchachos<br />

corroen las esquinas<br />

toman cuerpo los crímenes.<br />

Obreros gastados por el uso<br />

mueven las poleas<br />

<strong>de</strong> su andar <strong>de</strong>rruido,<br />

autos fantasmas mero<strong>de</strong>an<br />

el dorso <strong>de</strong>l ocaso<br />

y sobre el aire<br />

polvosa y lenta<br />

la medianoche empluma.<br />

Barrio a<strong>de</strong>ntro<br />

entre parques baldíos<br />

y tapias inconclusas<br />

los muchachos insomnes<br />

aguardan, en cuclillas, la hora.<br />

Entonces<br />

una voz terca nombra<br />

al futuro difunto.<br />

Los muchachos fustigan<br />

la moto pedregosa.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


84 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Fernando Denis<br />

Fernando Denis<br />

POEMA DEL TALLADOR<br />

Cuando el momento más elevado <strong>de</strong>l color<br />

Del paisaje, su integridad en el tiempo,<br />

O su verbo cansado en metáforas<br />

Encien<strong>de</strong> todas las pupilas <strong>de</strong>l mundo.<br />

La luz irreverente <strong>de</strong> otros ojos subterráneos<br />

Te mirará<br />

Y ar<strong>de</strong>rás para siempre hasta el milagro.<br />

Esta piedra está llena <strong>de</strong> ojos.<br />

Des<strong>de</strong> su mar intenso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus bosques <strong>de</strong> asombro.<br />

Correrá el día y la noche.<br />

Inventará el <strong>de</strong>stino otros pinceles para Turner,<br />

Cantará el verano con ver<strong>de</strong>ante luci<strong>de</strong>z<br />

El nombre que pondrá la vida sobre tus hombros.<br />

¿Qué luz matará lo más ver<strong>de</strong>, qué relámpago?<br />

¿Qué incesante gota <strong>de</strong> mar borrará esta esmeralda?<br />

Amanece, la mano <strong>de</strong>l amor reinventa los colores,<br />

El cielo crece en la <strong>de</strong>licada boca <strong>de</strong>l verano.<br />

Arriba, impetuoso, el sol cambia la luz <strong>de</strong> las nubes<br />

Mientras tallo para ti su fuego entre mis manos.<br />

¡Menudo poeta tenemos en Fernando Denis! Pequeño <strong>de</strong> estatura, sobrio <strong>de</strong> carnes,<br />

errabundo sin consuelo por la Avenida 19, este cienaguero ha construido con <strong>de</strong>nsidad<br />

y esplendor una poética sin antece<strong>de</strong>ntes en el panorama latinoamericano, pues se trata<br />

<strong>de</strong> impulsar <strong>de</strong> nuevo el prerrafaelismo que nos legara el poeta inglés Dante Gabriel<br />

Rosetti. ¡Quién sabe qué crimen cometió este Dante en vida que reencarnó en Fernando!<br />

Ha publicado |La criatura invisible en los crepúsculos <strong>de</strong> William Turner. Denis, quien<br />

con un pie en el estribo nos dice que se siente —y es— un <strong>de</strong>splazado en Bogotá, nos<br />

cuenta otro sorpren<strong>de</strong>nte dato: ‘He escrito ensayos sobre literatura inglesa y traducido<br />

poemas <strong>de</strong> Derek Walcott, G.K. Chesterton, Robert Browning, T.S. Eliot, Dante Gabriel<br />

Rosetti, Ch.A. Swinburne, entre otros’. Jota Mario Arbeláez.


LOS QUE SE ENCONTRARON<br />

De una tela <strong>de</strong> Dante Gabriel Rosetti<br />

A Eduardo García Aguilar<br />

Buscando la última luz roja <strong>de</strong>l crepúsculo<br />

<strong>No</strong>s internamos en el bosque<br />

Dicen que en este árbol que ha crecido horizontal dormía Merlín,<br />

Y las más hermosas mujeres,<br />

Inclusive las que se <strong>de</strong>spertaban en sus tumbas<br />

Venían a ver su sueño.<br />

El árbol llovía en llamas azules como su traje,<br />

Como sus ojos.<br />

Arriba la luna se asomó como un espejismo<br />

Para guiarnos hasta el río inmenso<br />

Que dolía en nuestras pupilas.<br />

Las piedras que arrojamos no tenían más <strong>de</strong>seos<br />

Que nuestros rostros juntos esculpidos en una roca<br />

Hechos con esas piedras.<br />

Vimos a Orión, que nos <strong>de</strong>fendía con su espada <strong>de</strong> la soledad<br />

Y <strong>de</strong>jábamos atrás el mundo entero<br />

Cuando me tocaba su mano infinita…<br />

Y el óleo intenso <strong>de</strong> aquella noche<br />

Lo sentía en mis labios.<br />

Dibujé en bocetos, que el carbón corregía en mi memoria,<br />

La belleza que su rostro retenía.<br />

La brisa encendía sus cabellos en ese paisaje<br />

Que veíamos en los cuadros <strong>de</strong> Turner.<br />

Siéntate a contemplar el mar<br />

En sus orillas.<br />

Cortamos por el sen<strong>de</strong>ro más iluminado<br />

Pero el mundo se <strong>de</strong>tenía a cada paso suyo.<br />

De pronto, una imagen, un espejo<br />

Y ella se <strong>de</strong>smaya en mis brazos<br />

Mientras yo temblaba…<br />

Un hombre y una mujer idénticos<br />

Sonriendo, como si lo más hermoso<br />

Estuviera <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ellos.<br />

Fernando<br />

Aparecieron <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l árbol.<br />

Él era yo, ella era ella, mi amada;<br />

Y <strong>de</strong>spués todo se <strong>de</strong>tuvo en el asombro.<br />

Merlín, ¿dón<strong>de</strong> estabas, si no dormías<br />

En el tronco <strong>de</strong> ese árbol solitario?<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

85<br />

Denis


86 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

henry valencia<br />

Henry Valencia<br />

Borges <strong>de</strong>claró que el verda<strong>de</strong>ro sentido <strong>de</strong> la poesía se pier<strong>de</strong> cuando hablamos<br />

<strong>de</strong> ella y que el poema <strong>de</strong>be invadir nuestro espíritu <strong>de</strong> una manera<br />

incomprensible para la razón. Hablar <strong>de</strong> la poesía <strong>de</strong> Henry Valencia es como<br />

usurpar un espacio sagrado reservado para el puro goce <strong>de</strong> los sentidos. O<br />

<strong>de</strong>l primero <strong>de</strong> los sentidos, que es el alma. Nacidos <strong>de</strong> su inagotable y permanente<br />

sorpresa ante el mundo, <strong>de</strong> su extrañamiento y su maravilla ante<br />

cada uno <strong>de</strong> los hechos -a la manera <strong>de</strong> Clarice Lispector en que pensar es un<br />

acto, sentir es un hecho- <strong>de</strong> la naturaleza: la hoja <strong>de</strong>l árbol, el árbol todo, el<br />

vuelto perfil <strong>de</strong> la muchacha en el bar o la palabra mágica recién pronunciada,<br />

sus poemas tienen un tono íntimo, grave, apasionado. Y el murmullo <strong>de</strong><br />

sus músicas se instala en nuestros oídos hondamente, <strong>de</strong>licadamente, aún<br />

cuando a veces puedan, también, revelarnos el universo mismo “con toda su<br />

pesada carga <strong>de</strong> fatalidad”, como querría Hol<strong>de</strong>rlin. Claudia Gallego.<br />

TEOREMA<br />

Y entonces<br />

quemé <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> mí<br />

las naves, tus labios,<br />

para oponerme,<br />

para inventar <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> mí la<br />

otra orilla, tus labios,<br />

para creer en mí, y toda<br />

esta angustia<br />

<strong>de</strong>trás y sin orillas.<br />

Entonces<br />

alguien abrió la puerta<br />

oscura <strong>de</strong> mi cuarto<br />

y en mi pupila acostumbrada<br />

a la oscuridad<br />

hubo una grieta<br />

irrumpió una luz<br />

una flor.<br />

<strong>No</strong> hablo <strong>de</strong> Dios.<br />

Pero hay creyentes que<br />

escuchan con fervor<br />

tus labios <strong>de</strong>l ardiente o álgido<br />

color <strong>de</strong>l atar<strong>de</strong>cer,<br />

tus labios en nuestra orilla,<br />

y proclaman que Dios y la luz<br />

son percepciones caóticas,<br />

que no existe manera <strong>de</strong> equipararlos,<br />

que hay duda en Dios y vacilación<br />

y alre<strong>de</strong>dor que toda luz es faro<br />

es <strong>de</strong>cir cuerpo<br />

es <strong>de</strong>cir rumbo.


SIN TÍTULO II<br />

UN HAIKU<br />

Gotas <strong>de</strong> agua nocturna<br />

en las ramas <strong>de</strong>l ciprés<br />

gotas <strong>de</strong> agua al amanecer<br />

<strong>de</strong>l color <strong>de</strong> la luna redonda<br />

como diciéndonos<br />

<strong>de</strong> la brevedad, <strong>de</strong> la eternidad,<br />

<strong>de</strong> lo precioso <strong>de</strong> cada instante.<br />

Ante un árbol milenario,<br />

digamos una Ceiba,<br />

hecho <strong>de</strong> ramas<br />

que dan la impresión<br />

<strong>de</strong> sostener todo el cielo<br />

muchas pequeñas hojas<br />

según dicta la época <strong>de</strong>l año<br />

una Ceiba como un viejo sabio<br />

según dicta la cordura.<br />

Y pasa una muchacha<br />

y la Ceiba se <strong>de</strong>rrumba en mis ojos<br />

y es nada ante ese contoneo<br />

<strong>de</strong> sus ca<strong>de</strong>ras,<br />

y me pregunto,<br />

porque he oído el ritmo <strong>de</strong> la Ceiba,<br />

lo he oído,<br />

y he sentido el ritmo en las ca<strong>de</strong>ras<br />

<strong>de</strong> la muchacha,<br />

qué se <strong>de</strong>rrumba en mis ojos,<br />

oh Dios, qué.<br />

CARMEN ELVIRA<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

87<br />

Mira<br />

esta tar<strong>de</strong> se parece a otra<br />

más antigua<br />

tar<strong>de</strong>.<br />

Nada ha cambiado en ellas:<br />

hay árboles<br />

y el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> sus árboles es inefable<br />

y pájaros con su gorjeo<br />

y hojas i<strong>de</strong>adas por el aire<br />

<strong>de</strong>l algarrobo, <strong>de</strong> la araucaria,<br />

<strong>de</strong>l canelo,<br />

<strong>de</strong>l árbol milagroso <strong>de</strong>l saúco.<br />

Es, pues, la misma tar<strong>de</strong> con sus nubes<br />

<strong>de</strong> fuego<br />

<strong>de</strong>l color <strong>de</strong> la tierra <strong>de</strong>l atar<strong>de</strong>cer<br />

y <strong>de</strong> la frágil llovizna sin orillas<br />

a la madrugada<br />

y estos cerros, su presente perfil,<br />

que con los años no han cambiado<br />

como tu rostro que permanece y se modifica.<br />

Es igual esta tar<strong>de</strong>,<br />

<strong>de</strong>solada, fría, inapelable,<br />

y aquel día, ¿recuerdas?,<br />

<strong>de</strong> tu irreparable <strong>de</strong>cisión,<br />

la muerte<br />

que hirió sin compasión al día, a la carne,<br />

el día<br />

que me recuerda y que me hiere<br />

con nombres que lo habitan,<br />

y uno es el nombre, el tuyo.


88 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

andrea<br />

Andrea Cote<br />

cote<br />

(1) Ver llover<br />

Sé que la lluvia también es un dios, atroz como el otro,<br />

calmo como el otro. Lo sé porque veo a los hombres pronunciar<br />

alelados los dos nombres posibles <strong>de</strong> la lluvia en<br />

sus tar<strong>de</strong>s más grises, diciendo: ven y bórralo todo, ven y<br />

llénalo todo.<br />

Y siento la fe <strong>de</strong>l hombre que trabaja por el premio <strong>de</strong> la lluvia,<br />

que es el agua misma que la tocó a ella, que la bañó a ella,<br />

en la que ella ya durmió. Y sé que a todos les espanta ese rumor<br />

a cuentagotas <strong>de</strong> la lluvia que viene, con su misma cantata sin<br />

<strong>de</strong>suso y obliga a correr apresurados y cerrar las puertas <strong>de</strong> las<br />

casas que, <strong>de</strong> no ser así, se llenarán <strong>de</strong> lluvia y serán <strong>de</strong> la lluvia,<br />

como lo es el río que <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la lluvia está. Igual que todo sonido<br />

que no acaba <strong>de</strong> opacar su rumor, <strong>de</strong> <strong>de</strong>slucir su rumor.<br />

Corren por eso los hombres humillados a cerrar las puertas <strong>de</strong> las<br />

casas que guarecen la belleza <strong>de</strong> las mujeres, su belleza soleada, siempre<br />

menos clara que el agua.<br />

(3)<br />

En el fondo sé que la estrechez <strong>de</strong> nuestras calles es un anuncio <strong>de</strong> la noche<br />

que muere por contarte que cada día se va <strong>de</strong>finitivo, llevando un tren abarrotado<br />

<strong>de</strong> prodigios, que es el tren <strong>de</strong>l día que se cobra todas las cosas que ya<br />

no conocerás, las que nunca te harán mal; y por eso, tristemente intacto, vuelves<br />

a tu casa huyendo <strong>de</strong> la lluvia, soslayando la lluvia, pero sabiendo, al final,<br />

que esa mujer se adornaba con el agua, flor <strong>de</strong> marfil, pero sabiendo que ella era<br />

bella por la lluvia, pincel <strong>de</strong>l agua, y que el sonido repetido en cada calle era ella,<br />

rincón <strong>de</strong>l mundo, y que el rumor in<strong>de</strong>scifrable era su nombre aún sin pronunciar,<br />

porque al final, ese tren también es ella que se va con su beso <strong>de</strong>tenido, confundido<br />

entre las cosas que ya no suce<strong>de</strong>rán.<br />

(6) Desierto<br />

La tierra que jamás quiso tocar el agua es el <strong>de</strong>sierto que al <strong>No</strong>rte<br />

está creciendo como un estrago <strong>de</strong> luz.<br />

Pero los hombres que han visto el <strong>de</strong>spoblado -su amplitud sin sobresaltos-<br />

saben que no es cierto que la tierra esté reseca por capricho,<br />

o sin ninguna bondad, es nada más su manera <strong>de</strong> mostrar lo<br />

que transcurre bellamente sin nosotros.


Mutación<br />

mortal<br />

Hacía ya varios años que una nueva raza <strong>de</strong><br />

humanos había aterrizado en Marte, luego <strong>de</strong><br />

muchos fracasos con los intentos <strong>de</strong> hacerlo<br />

con el homo sapiens sapiens, creado pacientemente<br />

por la Madre Naturaleza luego <strong>de</strong><br />

cuatro millones <strong>de</strong> años <strong>de</strong> prueba y error; por<br />

no <strong>de</strong>cir, luego <strong>de</strong> tres mil millones <strong>de</strong> años <strong>de</strong><br />

evolución biológica <strong>de</strong>l planeta Tierra.<br />

Un clan<strong>de</strong>stino grupo <strong>de</strong> científicos a comienzos<br />

<strong>de</strong>l siglo XXI, a pesar <strong>de</strong> estar temerosos<br />

<strong>de</strong> las leyes <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> los hombres,<br />

se <strong>de</strong>dicó a criar unos engendros que muchos<br />

años <strong>de</strong>spués serían llamados homo miostatinos,<br />

logrando con los humanos lo que <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

varios años antes se hacía con varias razas<br />

<strong>de</strong> bovinos a los que provocaron una<br />

mutación genética que impi<strong>de</strong> que una sustancia<br />

llamada miostatina sea efectiva 2 y da<br />

como resultado un aumento dramático <strong>de</strong>l<br />

crecimiento muscular. Así produjeron una<br />

nueva raza <strong>de</strong> humanos todo músculos, sin<br />

un gramo <strong>de</strong> grasa y con una característica<br />

sobresaliente: un gran culo <strong>de</strong> pura fibra que<br />

los <strong>de</strong>lataba con el solo hecho <strong>de</strong> estar <strong>de</strong> pie.<br />

Los culones, como se les conocía en la jerga<br />

planetaria, para el año 2040 ya llegaban a<br />

varios millones concentrados principalmente<br />

1 Administrador público. Jefe <strong>de</strong> la Oficina Asesora <strong>de</strong> Control Interno, <strong>Universidad</strong> <strong>Distrital</strong> <strong>Francisco</strong> José <strong>de</strong> <strong>Caldas</strong>.<br />

Orlando Sierra Ordóñez 1<br />

en el sur <strong>de</strong> los Estados Unidos <strong>de</strong> <strong>No</strong>rteamérica<br />

y en Europa, <strong>de</strong> la que ya prácticamente<br />

se habían apo<strong>de</strong>rado por completo y habían<br />

generado la primera más gran<strong>de</strong> división <strong>de</strong><br />

la humanidad, pues a pesar <strong>de</strong> que la historia<br />

<strong>de</strong> la humanidad es la historia <strong>de</strong> las guerras<br />

y la exclusión por motivos raciales, religiosos<br />

y políticos, nunca antes se había<br />

producido una brecha tan enorme entre la<br />

antigua especie <strong>de</strong> los “hijos <strong>de</strong> natura” y los<br />

nuevos homo miostatinos.<br />

El asunto es que la discriminación nació<br />

tan pronto se dieron las primeras noticias por<br />

el año 2007 sobre la existencia <strong>de</strong> un grupo<br />

<strong>de</strong> más <strong>de</strong> mil niños menores <strong>de</strong> 10 años que<br />

habían sido sometidos a mutaciones genéticas<br />

que pretendían crear no sólo una nueva raza<br />

<strong>de</strong> hombres muy fuertes y resistentes, sino<br />

muy inteligentes y <strong>de</strong> gran capacidad <strong>de</strong> concentración<br />

inducida por drogas que intervenían<br />

directamente en la sinapsis <strong>de</strong> las células<br />

<strong>de</strong>l sistema nervioso, haciendo que el<br />

coeficiente intelectual <strong>de</strong> los culones estuviera<br />

muy por encima <strong>de</strong> aquel <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong><br />

Natura. A<strong>de</strong>más, estaban programados para<br />

vivir 120 años o más, en muy buenas condiciones<br />

físicas y mentales, lejos <strong>de</strong> los azotes<br />

2 Cuando las dos copias <strong>de</strong>l gen que codifica la miostatina (una proteína) están inactivadas, los animales (vacas o ratones) <strong>de</strong>sarrollan una capacidad<br />

muscular inusual que los convierte en una especie <strong>de</strong> superratones o superbovinos. Esto es hoy una realidad y muchos <strong>de</strong> nosotros ya nos hemos<br />

alimentado con la carne proveniente <strong>de</strong> algún ejemplar <strong>de</strong> vaca <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 800 kilos <strong>de</strong> peso.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


90 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

naturales <strong>de</strong>l mal <strong>de</strong> Alzheimer, el cáncer y<br />

otros flagelos impuestos por la madre naturaleza<br />

quizás para controlar el crecimiento<br />

<strong>de</strong>smedido <strong>de</strong> cualquier especie.<br />

Ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los juegos olímpicos <strong>de</strong> Beijing<br />

en el año 2008 se sospechaba que algunos<br />

<strong>de</strong>scomunales atletas habían sido sometidos<br />

a algún tipo <strong>de</strong> tratamiento genético, pues<br />

rompieron todos los récords olímpicos <strong>de</strong> atletismo,<br />

bajando el tiempo <strong>de</strong> los 100 metros<br />

a 7 segundos. Pero esto sólo era el comienzo<br />

<strong>de</strong> una nueva era <strong>de</strong> confrontación para los<br />

humanos.<br />

El primer intento <strong>de</strong> llegar a Marte en el<br />

año 2018 fue un enorme fracaso <strong>de</strong>bido al<br />

<strong>de</strong>bilitamiento extremo <strong>de</strong> los astronautas<br />

hijos <strong>de</strong> Natura, que perdieron tal cantidad<br />

<strong>de</strong> calcio y masa muscular en el trayecto <strong>de</strong><br />

ocho meses por el espacio, que cuando llegaron<br />

a la órbita <strong>de</strong>l planeta rojo no les fue posible<br />

intentar el amartizaje, pues se concluyó<br />

que si bajaban a la superficie marciana sus<br />

<strong>de</strong>bilitados miembros se doblarían a pesar <strong>de</strong><br />

la baja gravedad <strong>de</strong>l planeta. De hecho, regresaron<br />

a la órbita terrestre a la estación<br />

espacial internacional don<strong>de</strong> continuaron su<br />

proceso <strong>de</strong>generativo hasta morir unos tres<br />

años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su primer día en el espacio.<br />

En el año 2035 se hizo el primer intento<br />

con homos miostatinos y a pesar <strong>de</strong> mostrar<br />

algunos síntomas severos <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilitamiento<br />

en el viaje lograron el primer amartizaje y tras<br />

varias semanas expuestos a la gravedad <strong>de</strong><br />

Marte lograron recuperar su condición física.<br />

Ya para entonces, las mejores universida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l mundo estaban graduando alumnos<br />

que en su gran mayoría eran miostatinos con<br />

elevados coeficientes intelectuales que <strong>de</strong> una<br />

u otra forma se estaban apo<strong>de</strong>rando <strong>de</strong> los<br />

cargos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r en los gobiernos y en las gran<strong>de</strong>s<br />

corporaciones <strong>de</strong>l mundo.<br />

El caso es que todos los intentos por poner<br />

límites morales a la aplicación <strong>de</strong> la genética<br />

por parte <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Natura fueron neutralizados<br />

por los miostatinos, quienes sintiéndose<br />

víctimas <strong>de</strong> discriminación <strong>de</strong>sarrollaron<br />

su propio código ético en el que no había<br />

ninguna restricción para experimentar sobre<br />

asuntos genéticos o <strong>de</strong> drogas para incrementar<br />

la inteligencia en todos sus aspectos.<br />

A mediados <strong>de</strong>l siglo XXI ya eran los nuevos<br />

amos <strong>de</strong>l mundo y no trataban <strong>de</strong> ocultarlo. Al<br />

final, bastaron sólo ocho generaciones para<br />

que el homo sapiens sapiens fuera sólo un<br />

recuerdo <strong>de</strong> interés para los paleontólogos.<br />

Henri Rosseau, Niño en las rocas


Diez años <strong>de</strong> felices<br />

músicas ´<br />

<strong>No</strong> es un gran misterio que al referirnos al<br />

panorama <strong>de</strong> nuestra música, un recurrente<br />

aire <strong>de</strong> pesimismo impida darnos cuenta <strong>de</strong> lo<br />

que realmente se ha ido tejiendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace<br />

más o menos diez años en Bogotá, Cali y Me<strong>de</strong>llín.<br />

Ha sido una década (1994-2004) <strong>de</strong><br />

exploración <strong>de</strong> la riqueza folclórica colombiana,<br />

su asimilación y posterior puesta en escena<br />

a través <strong>de</strong> lenguajes urbanos contemporáneos<br />

que ha permitido no sólo la divulgación<br />

<strong>de</strong> la tradición sino también que actualmente<br />

se escuchen con más fuerza los pasos <strong>de</strong> gigante<br />

con los que la “música popular contemporánea<br />

colombiana” se abre camino en el congestionado<br />

espectro musical que día a día, y sin<br />

esperanza <strong>de</strong> cambio, nos ofrecen los medios<br />

visuales, escritos y radiales. Aunque es evi<strong>de</strong>nte<br />

el silencio con el que se ha con<strong>de</strong>nado a las<br />

ten<strong>de</strong>ncias folclóricas contemporáneas por<br />

parte <strong>de</strong> la reacia industria musical, la intención<br />

<strong>de</strong> las presentes palabras no es lamentarme<br />

ni <strong>de</strong>nunciar el mencionado mutismo. Todo<br />

lo contrario. El motivo que me estimula a escribir<br />

es celebrar la fiesta animada por artistas<br />

y proyectos que guiados por una osada<br />

curiosidad les han inyectado nuevos vientos y<br />

horizontes prometedores a la diversidad sonora<br />

<strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> las regiones colombianas.<br />

Dos colectivos<br />

Luis Daniel Vega 1<br />

A todos, en la diáspora.<br />

Aparte <strong>de</strong> la amplia producción musical con<br />

la cual nos hemos visto favorecidos en el 2004,<br />

el lanzamiento <strong>de</strong> dos colectivos <strong>de</strong>dicados a la<br />

proyección, investigación y grabación <strong>de</strong> las<br />

nuevas músicas colombianas es el punto <strong>de</strong><br />

partida que permite la retrospectiva <strong>de</strong> una generación<br />

en la que conviven armoniosamente<br />

los lenguajes <strong>de</strong> la experiencia y la juventud.<br />

Hablamos <strong>de</strong>l Colectivo Colombia y La Distritofónica.<br />

Lanzado a los medios el pasado 12 <strong>de</strong><br />

octubre en la sala Mallarino <strong>de</strong>l Teatro <strong>de</strong> Cristóbal<br />

Colón, el Colectivo Colombia, con el juicioso<br />

propósito <strong>de</strong> “...mejorar el panorama <strong>de</strong><br />

nuestra música en el mundo”, convocó a una<br />

amplia gama <strong>de</strong> agrupaciones en las que el<br />

folclor <strong>de</strong> nuestras dos costas, la riqueza cultural<br />

<strong>de</strong> la zona andina y el jazz propician un<br />

espacio <strong>de</strong> diálogo directo entre lo local y lo<br />

ajeno. Curupira, Guafa Trío, Palos y Cuerdas,<br />

1 Profesional en estudios literarios <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> Javeriana. Coordinador <strong>de</strong> la franja Sonidos contemporáneos y Música <strong>de</strong>l mundo, emisora Javeriana<br />

Estéreo. Colaborador <strong>de</strong> la revista Rolling Stones y coeditor <strong>de</strong>l magazín literario virtual Vuelta <strong>de</strong> Tuerca.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


92 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

A fuerza <strong>de</strong> creer en lo propio,<br />

alimentándolo <strong>de</strong> otras voces,<br />

los paisajes ya no son <strong>de</strong>soladores;<br />

al contrario, imprimen ese hálito<br />

<strong>de</strong> anhelo y felicidad<br />

tan necesario en estos tiempos<br />

en que la violencia nos somete<br />

a un estado <strong>de</strong> inevitable <strong>de</strong>sengaño.<br />

Puerto Can<strong>de</strong>laria, Polaroid, Hugo Can<strong>de</strong>lario<br />

y Delta Trío han generado una novedosa forma<br />

<strong>de</strong> comunicar en variados ambientes y espacios<br />

el profundo eclecticismo musical que se<br />

genera cuando los colores <strong>de</strong> lo tradicional se<br />

fun<strong>de</strong>n con las texturas <strong>de</strong> lo inmediatamente<br />

actual. Guiados por el bagaje étnico-musical<br />

<strong>de</strong>l saxofonista Antonio Arnedo, este particular<br />

crisol <strong>de</strong> artistas reivindica una gran<br />

porción <strong>de</strong> la memoria musical colombiana alejándose<br />

<strong>de</strong> falsos nacionalismos e infundadas<br />

filantropías.<br />

Similar en espíritu pero caminando el sen<strong>de</strong>ro<br />

<strong>de</strong> la experimentación, el colectivo La Distritofónica,<br />

lanzado cautelosamente a principios<br />

<strong>de</strong> este año, propone una reinvención <strong>de</strong><br />

los lenguajes locales a través <strong>de</strong> una necesaria<br />

contradicción. Del ambiente netamente<br />

académico, el sentido <strong>de</strong> la música tradicional<br />

se traslada al ámbito <strong>de</strong> la ciudad y el carnaval,<br />

es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> la teoría al cuerpo, <strong>de</strong>l aula <strong>de</strong><br />

clase a los bares y la <strong>de</strong>smesura <strong>de</strong> la noche<br />

citadina. Alentados no sólo por la juventud y<br />

la perspicacia, Alejandro Forero, Jorge Sepúlveda,<br />

Javier Morales e Iván Zapata (creadores<br />

<strong>de</strong>l colectivo) le apuestan a un proyecto en el<br />

que las agrupaciones y los compositores que<br />

se dan cita en él (Asdrúbal, Tumbacatre, Súbito<br />

Chigüiro, el sexteto La Constelación <strong>de</strong><br />

Colombia, Tamal, Eblis Álvarez y Ricardo<br />

Gallo) asumen la música tradicional colombia-<br />

na con mordaz sentido <strong>de</strong>l humor en medio <strong>de</strong><br />

las ten<strong>de</strong>ncias más avanzadas <strong>de</strong>l free jazz, el<br />

funk, el rock, la electrónica y la música erudita<br />

contemporánea.<br />

Tanto el Colectivo Colombia como La Distritofónica<br />

se han nutrido <strong>de</strong> esa fascinante<br />

travesía que supone el embriagarse <strong>de</strong> las voces<br />

ancestrales <strong>de</strong> nuestro país y la han nutrido.<br />

<strong>No</strong> sólo la motivación intelectual ha<br />

guiado el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> estos ilustres <strong>de</strong>sconocidos;<br />

la pasión <strong>de</strong>smedida, traducida en una<br />

cándida conmemoración, ha alimentado un<br />

oficio creativo en el que la recordación <strong>de</strong>l<br />

antiguo rito <strong>de</strong> la música autóctona cobra<br />

vali<strong>de</strong>z y se hace ineludible transmitir a las<br />

nacientes generaciones.<br />

Una provechosa provincia<br />

Aunque la <strong>de</strong>uda principal <strong>de</strong> estos diez<br />

años <strong>de</strong> felices músicas la tengamos con el<br />

maestro Antonio Arnedo –quien dicho sea <strong>de</strong><br />

paso enriqueció la década <strong>de</strong> 1990 con cuatro<br />

grabaciones imprescindibles en la historia musical<br />

<strong>de</strong>l país, Travesías (1996); Encuentros<br />

(1997); Orígenes (1998); Colombia (2000)– es<br />

claro que sin el fundamental aporte <strong>de</strong> artistas<br />

como Iván Benavi<strong>de</strong>s y Ernesto “Teto”<br />

Ocampo el panorama <strong>de</strong> lo que ha venido sucediendo<br />

no sería tan holgado en géneros y expresiones<br />

musicales. Dándose a conocer a<br />

través <strong>de</strong>l fenómeno comercial que propagó<br />

Carlos Vives y el lanzamiento <strong>de</strong> la grabación<br />

Clásicos <strong>de</strong> la Provincia (1994), estos dos<br />

músicos supieron aprovechar el estímulo que<br />

suponía trabajar al lado <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las figuras<br />

más prominentes <strong>de</strong> la canción popular en Colombia.<br />

Pero no sólo estar con Carlos Vives los<br />

dio a conocer; por <strong>de</strong>recho propio Iván Benavi<strong>de</strong>s<br />

y “Teto” Ocampo se ganaron el reconocimiento<br />

<strong>de</strong>l público produciendo e interpretando<br />

grabaciones que hoy en día son<br />

valoradas como verda<strong>de</strong>ros puntos <strong>de</strong> giro en


lo que se refiere a la intervención <strong>de</strong> “otras<br />

músicas” <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l folclor. En primera instancia<br />

hay que referirse a La tierra <strong>de</strong>l olvido<br />

(1995) disco que, no obstante subvalorado por<br />

la crítica purista, <strong>de</strong>mostró que era posible<br />

presentar un producto musical, en apariencia<br />

sólo lucrativo, alejado <strong>de</strong>l facilismo lírico y<br />

la ligereza musical. Un año <strong>de</strong>spués, y amparado<br />

bajo el extraordinario proyecto discográfico<br />

Gaira, la escena se conmovió con la aparición<br />

<strong>de</strong> Bloque <strong>de</strong> búsqueda (1996) quizás<br />

una <strong>de</strong> las experiencias sonoras más afortunadas<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l panorama musical colombiano.<br />

Inclasificable en su época, Bloque <strong>de</strong> búsqueda<br />

(posteriormente llamado Bloque cuando<br />

fue fichado por el prestigioso sello <strong>de</strong> World<br />

Music Luaka Bop) reconoció el folclor colombiano<br />

como un escenario cultural don<strong>de</strong> era<br />

posible hermanar, sin <strong>de</strong>jarse tentar por el engañoso<br />

crossover, idiomas tan lejanos como<br />

el rock, la cumbia y la champeta. De ese mismo<br />

año, y enmarcadas también bajo el velo <strong>de</strong><br />

Gaira, datan dos grabaciones significativas:<br />

Lucía (1996), álbum <strong>de</strong>but <strong>de</strong> la cantante Lucía<br />

Pulido, producido por el pianista Héctor<br />

Martignon y Documento (1996), ópera prima<br />

<strong>de</strong>l sonido folclórico con conciencia urbana <strong>de</strong>l<br />

trío <strong>de</strong> rock Distrito. La semilla sembrada por<br />

Benavi<strong>de</strong>s y Ocampo se fue extendiendo en el<br />

tiempo incentivando el sonido <strong>de</strong> Manguala,<br />

la caleña Liliana Montes y el experimento étnico-electrónico<br />

Si<strong>de</strong>stepper que, <strong>de</strong> la mano<br />

<strong>de</strong> Richard Blair, resultó venturoso en el sentido<br />

que pudo reconciliar la música <strong>de</strong> discoteca<br />

con los terrenos vedados <strong>de</strong> las emisoras<br />

especializadas.<br />

Como se pue<strong>de</strong> observar, la labor que algún<br />

día dos músicos inquietos iniciaran al<br />

lado <strong>de</strong> Carlos Vives, se alza como uno <strong>de</strong> los<br />

picos don<strong>de</strong> la originalidad, la eficacia y la<br />

calidad aún hoy, sigue recogiendo frutos jugosos<br />

en medio <strong>de</strong> la industria discográfica,<br />

caso este último representado en Dolor <strong>de</strong><br />

ausencia (2004), la nueva grabación <strong>de</strong> Lucía<br />

Pulido y Latonera (2004), <strong>de</strong>but <strong>de</strong>l multiinstrumentista<br />

Alejandro Aponte.<br />

Un bun<strong>de</strong> bullicioso<br />

Juan Sebastián Monsalve y Urián Sarmiento<br />

son dos nombres sinónimos <strong>de</strong> entrega y<br />

<strong>de</strong>dicación al estudio <strong>de</strong> la música colombiana.<br />

Des<strong>de</strong> sus comienzos en las bárbaras esferas<br />

<strong>de</strong>l hard core, el punk y el ska, el <strong>No</strong>rte<br />

que visualizaron este par <strong>de</strong> músicos fue claro.<br />

Juntar la expresividad <strong>de</strong> los géneros más<br />

fuertes <strong>de</strong>l rock, transmutarlos y <strong>de</strong>jarlos ha-<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

Marc Chagall, El violinista<br />

93


94 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

blar libremente en el campo <strong>de</strong> la tradición.<br />

Sintiendo un respeto profundo hacia ésta,<br />

Monsalve y Sarmiento abrieron el nuevo<br />

milenio presentando al público el que sería<br />

un lugar <strong>de</strong> convivencia entre la música <strong>de</strong><br />

gaitas, los porros, el currulao, el joropo y el<br />

jazz. <strong>No</strong>s referimos entonces a Curupira, agrupación<br />

que entre el 2000 y el 2003 nos regaló<br />

tres portentosas grabaciones don<strong>de</strong> la lozanía<br />

<strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> sus integrantes se vio fortalecida,<br />

a lo largo <strong>de</strong> su producción, por<br />

la lúcida veteranía encarnada en Malpelo y la<br />

voz <strong>de</strong>l “Cholo” Val<strong>de</strong>rrama.<br />

En el campo solista, y más cercano al jazz<br />

contemporáneo, Juan Sebastián Monsalve<br />

cristalizó <strong>de</strong> alguna manera el sonido expresado<br />

años atrás por Antonio Arnedo y consintió<br />

nuestros oídos con el sutil sonido <strong>de</strong> Bun<strong>de</strong> nebuloso<br />

(2001), grabación don<strong>de</strong> el virtuosismo<br />

no impidió la sana escucha <strong>de</strong> la emotividad y<br />

la fiesta <strong>de</strong> la cumbia alternada con el ca<strong>de</strong>ncioso<br />

ritmo <strong>de</strong> la música <strong>de</strong>l interior.<br />

Al igual que Benavi<strong>de</strong>s y Ocampo, Monsalve<br />

y Sarmiento también han incursionado<br />

en el campo <strong>de</strong> la producción. El primero al<br />

frente <strong>de</strong> artistas como Cabas y Victoria Sur,<br />

en tanto que el segundo se encauzó en la tarea<br />

<strong>de</strong> producir responsablemente al gaitero<br />

Jesús María Sayas Silgado que con Tradición<br />

negra en la gaita (2004) promete ser una <strong>de</strong><br />

las grabaciones más importantes en el terreno<br />

<strong>de</strong> lo estrictamente folclórico que el 2004<br />

ha traído consigo.<br />

Cali, Me<strong>de</strong>llín y Bogotá:<br />

Los sonidos <strong>de</strong> la esperanza<br />

En un reciente artículo para la revista Semana,<br />

el periodista y escritor Juan Carlos<br />

Garay realizó un atinado cuadro <strong>de</strong> la escena<br />

musical paisa. Al preguntarle a uno <strong>de</strong> los<br />

artistas por la naturaleza <strong>de</strong>l sonido que actualmente<br />

se expresa en la ciudad, respondió<br />

que se trataba nada más que <strong>de</strong>l “sonido <strong>de</strong><br />

la esperanza”. Iniciaba este artículo con la i<strong>de</strong>a<br />

<strong>de</strong> celebrar un espíritu en el que la música<br />

traduce vida. Tan noble afirmación proveniente<br />

<strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín, sólo resta exten<strong>de</strong>rla a las <strong>de</strong>más<br />

capitales <strong>de</strong>l país en un gesto en el que<br />

las quimeras ya no son abstractas. Pues, a<br />

fuerza <strong>de</strong> creer en lo propio, alimentándolo<br />

<strong>de</strong> otras voces, los paisajes ya no son <strong>de</strong>soladores;<br />

al contrario, imprimen ese hálito <strong>de</strong><br />

anhelo y felicidad tan necesario en estos tiempos<br />

en que la violencia nos somete a un estado<br />

<strong>de</strong> inevitable <strong>de</strong>sengaño.<br />

Portadores <strong>de</strong> tan fascinantes perspectivas,<br />

abrigadas ellas en el dulce seno <strong>de</strong> la música,<br />

ha llegado <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín y Cali un puñado <strong>de</strong><br />

músicos cuya propuesta se fusiona con la bogotana<br />

creando un imaginario <strong>de</strong> nación don<strong>de</strong><br />

lo importante es el diálogo pluricultural.<br />

Son Claudia Gómez, Polaroid y Puerto Can<strong>de</strong>laria,<br />

por el lado antioqueño y Hugo Can<strong>de</strong>lario,<br />

<strong>Francisco</strong> “Pacho” Dávila y La Mojarra<br />

Eléctrica <strong>de</strong> la vertiente caleña; estos dos<br />

últimos casos especiales, pues aunque provenientes<br />

en su mayoría <strong>de</strong> la capital <strong>de</strong> la<br />

salsa, han <strong>de</strong>sarrollado su trabajo en Bogotá<br />

contando con la ayuda <strong>de</strong> músicos <strong>de</strong> la capital.<br />

En contacto permanente con el mundo,<br />

la música que emanan estos artistas es prodigiosa<br />

en inspiración, interpretación y acatamiento<br />

<strong>de</strong>l bello transcurrir <strong>de</strong> la historia<br />

musical colombiana.<br />

Faltará espacio pero no palabras para festejar<br />

una década <strong>de</strong>udora <strong>de</strong> la notable visión<br />

vanguardista que tuvieran en sus años<br />

Pacho Galán, Lucho Bermú<strong>de</strong>z, Totó La<br />

Momposina, Petrona Martínez, entre muchos<br />

otros. Como es evi<strong>de</strong>nte que la <strong>de</strong>uda se está<br />

pagando con creces, continuemos halagando<br />

la virtud <strong>de</strong> lo que ha sucedido y sigue sucediendo<br />

esperando, por supuesto, que tamaña<br />

acción humana regale el bálsamo musical<br />

don<strong>de</strong> todas las balas sean silenciadas.


Jean Cocteau<br />

La poesía es un <strong>de</strong>stino. Nadie <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> ser<br />

poeta. Especie <strong>de</strong> elegido, éste recibe el don<br />

así como el estigma. Su tarea es seguir por<br />

aquella vía sembrada <strong>de</strong> sufrimiento e inquietud,<br />

ese camino que no permite vuelta atrás;<br />

ningún logro le satisface, pues a cada paso<br />

apunta aún más lejos. Trabajo ingrato e inagotable<br />

es, sin embargo, la única posibilidad<br />

<strong>de</strong> movimiento <strong>de</strong> quienes parece que fueran<br />

sólo alma.<br />

Como la poesía no se <strong>de</strong>ja confinar en formas<br />

rígidas ni <strong>de</strong>finitivas, es natural que también<br />

se <strong>de</strong>slice sobre ese arte enigmático que<br />

es el cinematógrafo. El término exclusivo y<br />

categórico <strong>de</strong> Cocteau y Bresson, en oposición<br />

a cine, subraya <strong>de</strong> entrada que se trata<br />

<strong>de</strong> servirse <strong>de</strong> una cámara, <strong>de</strong> su escritura y<br />

1 Estudiante <strong>de</strong> cine <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> La Sorbona <strong>de</strong> París.<br />

´<br />

<strong>de</strong>l cinematógrafo<br />

y la poesía<br />

León García J. 1<br />

Yo no soy un cineasta, querido amigo,<br />

ése no es mi oficio.<br />

Jean Cocteau<br />

faculta<strong>de</strong>s propias, con el fin <strong>de</strong> hacer poesía,<br />

en una palabra: alcanzar la especificidad<br />

y el carácter único <strong>de</strong>l arte cinematográfico,<br />

en el cual la poesía surge, emerge, vive y se<br />

<strong>de</strong>splaza con entera libertad.<br />

Con absoluta legitimidad se pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar<br />

la obra <strong>de</strong> cierto tipo <strong>de</strong> creadores como<br />

la prueba tangible <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r expresivo <strong>de</strong>l cinematógrafo<br />

en tanto arte autónomo e in<strong>de</strong>pendiente.<br />

Los verda<strong>de</strong>ros poetas <strong>de</strong>l cine:<br />

Vigo, Dreyer, Buñuel, Bresson, Bergman, Antonioni,<br />

Tarkovski y otros crearon un universo<br />

personal reconocible como una suerte <strong>de</strong><br />

marca in<strong>de</strong>fectible. Ahora bien, existe una<br />

cuestión fundamental a la hora <strong>de</strong> abordar el<br />

universo fílmico <strong>de</strong> Cocteau, a saber: la técnica.<br />

Los cineastas mencionados eran gran-<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005


96 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Incluso cuando se trata<br />

<strong>de</strong> cosas graves, Cocteau<br />

no se prohíbe ni el juego<br />

ni un cierto bromear.<br />

<strong>de</strong>s virtuosos, conocían y dominaban con maestría<br />

su arte. Pero ¿Qué suce<strong>de</strong> cuando un<br />

hombre venido <strong>de</strong> afuera busca componer y<br />

producir algo auxiliado por el cinematógrafo?<br />

¿Y si por añadidura es un poeta? La historia<br />

<strong>de</strong>l cine ofrece tres casos excepcionales:<br />

Cocteau, Passolini y Paradjanov. Sus trabajos<br />

en otros ámbitos como la pintura, el dibujo<br />

y el teatro hacen pensar en espíritus<br />

siempre en busca <strong>de</strong> nuevas formas, siempre<br />

inestables y como sedientos <strong>de</strong> expresión,<br />

presas <strong>de</strong> una fijación primordial: dar cuenta<br />

<strong>de</strong> lo que atraviesa su existencia. A sus obras<br />

las caracteriza un rasgo común: una suerte<br />

<strong>de</strong> reinvención <strong>de</strong> la técnica a su propio uso.<br />

Hallarse <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l objetivo sin ser técnico,<br />

como si la historia <strong>de</strong>l cine y su evolución<br />

no hubiesen existido nunca es un gesto que<br />

provoca la ira <strong>de</strong> los formalistas que atacan<br />

con severidad el aspecto dizque torpe, ridículo<br />

e ingenuo. Pero olvidan una verdad: la inocencia<br />

y la ligereza a veces son signo <strong>de</strong> profundidad.<br />

Mozart es el ejemplo perfecto. Por<br />

otra parte, Cocteau hacía la distinción entre<br />

los escritores que “dicen cosas profundas con<br />

simplicidad y aquellos que dicen simplezas<br />

con complicación”.<br />

El caso Cocteau es, pues, el <strong>de</strong> un hombre<br />

al margen; no hace falta ser cineasta en el<br />

sentido profesional <strong>de</strong>l término. Claro que esto<br />

no es más que el privilegio <strong>de</strong> una pequeña<br />

elite, pues no a todos les es dado saber filmar;<br />

“es preciso que el cine os ame” dice el viejo<br />

Godard. Y Cocteau forma parte <strong>de</strong> los tocados<br />

por la gracia, sin duda porque era un gran<br />

poeta y podía darse el lujo <strong>de</strong> aventurarse hacia<br />

nuevas experiencias, no por simple curiosidad<br />

o ejercicio práctico sino porque no podía ser <strong>de</strong><br />

otro modo: la necesidad interior, como se sabe,<br />

es la base <strong>de</strong> toda obra maestra.<br />

Un gran artista se sirve <strong>de</strong> lo que verda<strong>de</strong>ramente<br />

necesita; todas las tentativas y tanteos<br />

<strong>de</strong>svelan el combate ininterrumpido <strong>de</strong><br />

un espíritu en perpetuo movimiento. Crisis,<br />

inquietud, enfermedad, aburrimiento, siempre<br />

algo que superar: “es preciso que tenga<br />

algo que vencer para que el trabajo me interese”.<br />

Ninguna temeridad gratuita, pues no<br />

hay otra forma <strong>de</strong> hacerle frente al vacío inexorable.<br />

El arma secreta es la libertad, impracticable<br />

en la vida pero total e irreducible en el<br />

interior <strong>de</strong> la creación artística.<br />

En esta perspectiva no es riesgoso afirmar<br />

que los realizadores se divi<strong>de</strong>n en dos: los que<br />

saben filmar y los <strong>de</strong>más. Si no, ¿cómo no<br />

confesar nuestra sorpresa, nuestra maravilla<br />

frente a esas obras sin par que conquistan<br />

nuestra creencia sin trampas ni mentiras sino<br />

por una especie <strong>de</strong> magia innegable? En una<br />

escena <strong>de</strong> Orfeo, cuando Heustebise le dice a<br />

Eurídice que él murió hace ya algún tiempo,<br />

ninguna incertidumbre, ninguna duda aflora<br />

en la mirada <strong>de</strong>l espectador, se olvida el relato,<br />

la transposición <strong>de</strong>l mito, se asiste a una<br />

escena <strong>de</strong> la vida, tan real, tan verda<strong>de</strong>ra, que<br />

la separación tradicional entre sueño, imaginación<br />

y mundo sensible parece insensata,<br />

por no <strong>de</strong>cir malsana.<br />

Cuando la poesía no es artificio <strong>de</strong>l lenguaje,<br />

es siempre el instrumento esencial <strong>de</strong><br />

aquellos que <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>cirnos algo sobre ellos<br />

mismos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ellos mismos, con el fin <strong>de</strong> alcanzar<br />

aquella comunión más allá <strong>de</strong>l espacio–tiempo,<br />

la única comunicación posible <strong>de</strong>


hecho. <strong>No</strong> en vano Cocteau cita a Goethe:<br />

“Cuanto más se aprieta uno contra sí mismo,<br />

más riesgo hay <strong>de</strong> encontrar almas hermanas”.<br />

Salvo que esta zambullida en las profundida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l yo es más peligrosa en tanto<br />

pone al artista que allí se interna en franco<br />

peligro <strong>de</strong> muerte; la empresa pue<strong>de</strong> tornarse<br />

espantosa e insoportable.<br />

Si se suele consi<strong>de</strong>rar vanidoso al artista<br />

que habla <strong>de</strong> sí mismo es porque se olvida<br />

que él es el mensajero <strong>de</strong> un misterio, <strong>de</strong> las<br />

fuerzas que lo atraviesan. Frente a los jueces,<br />

in<strong>de</strong>fenso, frágil y solo, pero triunfante,<br />

Cocteau <strong>de</strong>clara: Somos los servidores <strong>de</strong> una<br />

fuerza <strong>de</strong>sconocida que nos habita, nos mol<strong>de</strong>a<br />

y nos dicta sus planes.<br />

Las analogías entre los rituales <strong>de</strong> chamanismo<br />

y el acto poético son incontestables.<br />

Cual un poseso, el artista es un emisario <strong>de</strong><br />

lo sagrado, un mo<strong>de</strong>sto secretario <strong>de</strong> lo divino.<br />

Lo cual revela ante todo un dispositivo <strong>de</strong><br />

liquidación <strong>de</strong>l sujeto; los bienpensantes ni<br />

siquiera lo sospechan y los psicoanalistas se<br />

contentan con hallar en la vida íntima secretos<br />

mezquinos e inconfesables. Para Deleuze<br />

un individuo adquiere un verda<strong>de</strong>ro nombre<br />

propio al cabo <strong>de</strong>l más severo ejercicio <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>spersonalización. Cocteau interpreta su<br />

propio papel en su última cinta, pero las cosas<br />

que allí dice borran discretamente la persona.<br />

El autorretrato está hecho, el hombre<br />

se ha vuelto estilo.<br />

La sangre <strong>de</strong> un poeta, Orfeo, y El testamento<br />

<strong>de</strong> Orfeo son las tres obras fundamentales<br />

para todo acercamiento a la poesía cinematográfica<br />

según Cocteau. <strong>No</strong> sólo porque<br />

ilustran las diferentes etapas en la vida <strong>de</strong><br />

un poeta, sino porque materializan plásticamente<br />

lo que la poesía implica en tanto <strong>de</strong>stino<br />

<strong>de</strong> un hombre; es <strong>de</strong>cir, que la poesía<br />

cinematográfica es ese algo que nace <strong>de</strong>l encuentro<br />

entre la intensidad <strong>de</strong> un alma y una<br />

posibilidad <strong>de</strong> imagen inconcebible en otro<br />

campo <strong>de</strong> la creación artística.<br />

“Cuánta sangre, cuántas lágrimas…” se<br />

anuncia en los créditos <strong>de</strong> su ópera prima;<br />

su visión <strong>de</strong> la iniciación poética presenta una<br />

sorpren<strong>de</strong>nte analogía con la Anunciación <strong>de</strong>l<br />

Arcángel Gabriel a María. El autor sabe lo que<br />

le espera; pero ello no impi<strong>de</strong> un espléndido<br />

giro a la Cocteau <strong>de</strong>l Fiat, la imagen <strong>de</strong> la<br />

virgen ante la prefiguración <strong>de</strong> la encarnación,<br />

por un rostro invertido, con los ojos pintados,<br />

en éxtasis… pero <strong>de</strong> amor sensual.<br />

Hace falta una sinceridad sin concesiones,<br />

una honestidad a toda prueba y una gran fineza<br />

para po<strong>de</strong>r erguir una profesión <strong>de</strong> fe<br />

tan sublime. Quizás únicamente el Passolini<br />

<strong>de</strong> Teorema y el Tarkovski <strong>de</strong> El espejo lo hayan<br />

logrado; la poesía comienza por el miedo<br />

y se termina con un grito.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

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98 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

Si Cocteau filma es porque está convencido<br />

<strong>de</strong> que las palabras, el drama, las líneas<br />

<strong>de</strong>l dibujo no bastan para representar lo que<br />

recorre su espíritu. La palabra es caprichosa<br />

y una cosa escrita permanece invariablemente<br />

un lenguaje <strong>de</strong> signos exterior a la realidad<br />

material. Tal vez el cinematógrafo, por su capacidad<br />

<strong>de</strong> mostrar las cosas tal y como son,<br />

se revela el medio i<strong>de</strong>al para dar cuenta con<br />

la mayor fi<strong>de</strong>lidad posible <strong>de</strong> un viaje a la inconsciencia.<br />

Puesto que el misterio, la noche,<br />

las tinieblas <strong>de</strong>l sueño, la muerte son inexplicables,<br />

hablar sería inútil;<br />

pero se pue<strong>de</strong>n mostrar sin<br />

nada que explicar. Una i<strong>de</strong>a<br />

se vuelve real cuando se ve:<br />

el “verismo” <strong>de</strong>l que habla<br />

Cocteau con respecto a la<br />

capacidad <strong>de</strong>l cinematógrafo<br />

<strong>de</strong> objetivar las verda<strong>de</strong>s<br />

interiores y otorgarles el estatuto<br />

<strong>de</strong> hechos.<br />

Incluso cuando se trata<br />

<strong>de</strong> cosas graves, Cocteau no<br />

se prohíbe ni el juego ni un<br />

cierto bromear; es su credo<br />

poético: no <strong>de</strong>tenerse frente<br />

a la ingenuidad ni la torpeza<br />

técnica; la dificultad <strong>de</strong><br />

ser, la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> morir varias<br />

veces con el fin <strong>de</strong> renacer,<br />

su rechazo <strong>de</strong> la razón, tan-<br />

tas imágenes como el pasar al otro lado <strong>de</strong>l<br />

espejo, metáforas visuales <strong>de</strong> un viaje al interior<br />

<strong>de</strong> sí, el penetrar en la inconsciencia<br />

que sentimos porque lo vemos <strong>de</strong>sarrollarse<br />

bajo nuestra mirada. La perplejidad frente a<br />

la muerte, el momento grave y solemne antes<br />

<strong>de</strong>l trámite <strong>de</strong>l abismo en el Testamento <strong>de</strong><br />

Orfeo está acompañado por la voz <strong>de</strong> una azafata<br />

recitando las precauciones a seguir para<br />

esta partida hacia lo <strong>de</strong>sconocido, ejemplo<br />

que ilustra su particular forma <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r<br />

como poeta.<br />

Cocteau amaba el mundo<br />

griego, y la poesía <strong>de</strong>l cinematógrafo<br />

le permitió<br />

hacer un llamado a los dioses<br />

evadidos. El paso <strong>de</strong>l<br />

mito a la realidad se da espontáneamente<br />

por intermedio<br />

<strong>de</strong> la imagen cinematográfica,<br />

ese “maravilloso<br />

en directo” como le gustaba<br />

<strong>de</strong>finirla.<br />

Pero en el fondo y <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> todo, lo que perdura<br />

es el gesto <strong>de</strong> un artista<br />

que no podía doblegarse<br />

ante el <strong>de</strong>sencantamiento<br />

<strong>de</strong>l mundo. El arte cinematográfico<br />

permanece gracias<br />

a su ejemplo, un campo<br />

<strong>de</strong> batalla.


El nuevo cine japonés<br />

Aguas oscuras<br />

Durante las dos últimas décadas<br />

el mundo ha fijado su<br />

atención en la nueva ola <strong>de</strong> producciones<br />

japonesas; títulos<br />

como El aro (1998), Ju-On (2003)<br />

y Pulse (2001) han hecho que la<br />

manera <strong>de</strong> contar historias <strong>de</strong><br />

horror se reevalúe para tomar<br />

nuevos rumbos. Si bien el género<br />

que llamamos cine <strong>de</strong> horror<br />

ha sufrido altibajos luego <strong>de</strong>l<br />

agotamiento <strong>de</strong> recursos temáticos<br />

y estructurales que sufrió<br />

en la década <strong>de</strong> 1980, los japoneses<br />

sorpren<strong>de</strong>n por su apropiación<br />

<strong>de</strong> técnica y <strong>de</strong> temas;<br />

<strong>de</strong>muestran que más que simples<br />

fábulas <strong>de</strong> asesinos enmascarados,<br />

sus filmes pue<strong>de</strong>n incluir<br />

la presencia <strong>de</strong> un temor<br />

metafísico, una belleza perfilada<br />

por lo macabro y un terror fino<br />

e intenso. Sus historias, lejos <strong>de</strong><br />

repetir los clichés instaurados<br />

por la reiteración <strong>de</strong> motivos (los<br />

adolescentes castigados por su<br />

extrema lujuria, el campamento<br />

<strong>de</strong> verano abandonado, la<br />

venganza <strong>de</strong> ultratumba, el<br />

hombre <strong>de</strong>l hacha, etc.), utilizan<br />

recursos clásicos como la importancia<br />

<strong>de</strong> los objetos cotidianos,<br />

locaciones perturbadoras, y largos<br />

y amenazadores silencios,<br />

logrando así hacer <strong>de</strong> su cine un<br />

verda<strong>de</strong>ro producto artístico.<br />

Sus nuevas incursiones al mundo<br />

<strong>de</strong> lo sobrenatural también<br />

sobresalen por involucrar elementos<br />

tecnológicos (teléfonos,<br />

vi<strong>de</strong>os, televisores, timbres,<br />

computadores, internet, etc.) y<br />

situaciones dramáticas <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> pequeños núcleos familiares.<br />

Aguas oscuras (título original:<br />

Honogurai mizu no soko<br />

kara 2002) es el octavo esfuerzo<br />

cinematográfico <strong>de</strong>l director<br />

Hi<strong>de</strong>o Nakata, joven creador que<br />

ya había sorprendido al mundo<br />

Óscar Adán Díaz 1<br />

con El aro (1998). En esta ocasión<br />

trae una historia que se<br />

ocupa <strong>de</strong>l tema <strong>de</strong> los fantasmas<br />

y la relación <strong>de</strong> éstos con el<br />

mundo <strong>de</strong> los mortales; tema<br />

que sigue apareciendo con frecuencia<br />

en el cine y la literatura,<br />

<strong>de</strong>mostrando que el miedo a<br />

lo <strong>de</strong>sconocido sigue siendo parte<br />

esencial <strong>de</strong> la cultura contemporánea.<br />

Des<strong>de</strong> siempre, el cine japonés<br />

se ha caracterizado por su<br />

<strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za y su manejo tradicional<br />

<strong>de</strong>l ghost-story. Recordando<br />

películas clásicas como Onibaba<br />

(1964) y Kwaidan (1964), enten<strong>de</strong>remos<br />

que en el cine japonés,<br />

la creación <strong>de</strong> atmósfera y la<br />

profundidad en la caracterización<br />

<strong>de</strong> sus personajes son elementos<br />

notorios; la estructura<br />

que utilizan es sugerir y no mostrar,<br />

plantear un misterio, relacionar<br />

a los personajes con él y<br />

1 Estudiante <strong>de</strong> literatura en la <strong>Universidad</strong> Nacional; editor <strong>de</strong> la revista Phoenix, colaborador en la revista Gritos y Susurros <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> Nacional;<br />

creador <strong>de</strong> ciclos <strong>de</strong> cine un<strong>de</strong>rground y <strong>de</strong> horror en la <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

CINE


100 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

conducir a personajes y espectador,<br />

paso a paso, a un clímax<br />

estremecedor.<br />

Hi<strong>de</strong>o Nakata cuenta ahora<br />

la historia <strong>de</strong> una madre divorciada<br />

que <strong>de</strong>be luchar por la<br />

custodia <strong>de</strong> su pequeña hija al<br />

tiempo que se <strong>de</strong>be enfrentar<br />

con lo sobrenatural en la forma<br />

<strong>de</strong>l espectro <strong>de</strong> una niña <strong>de</strong>saparecida.<br />

La cinta cautiva al no<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> imágenes borrosas<br />

o gritos angustiosos sino que, al<br />

contrario, se apoya en un drama<br />

familiar que junto a la siniestra<br />

atmósfera que enmarca<br />

el <strong>de</strong>venir <strong>de</strong> los personajes logra<br />

un efecto sugerente e intenso<br />

a la vez.<br />

Durante las primeras secuencias<br />

entramos al drama <strong>de</strong><br />

Yoshimi, (Hitomi Kuroki), una<br />

madre divorciada que <strong>de</strong>be librar<br />

una batalla legal con su ex<br />

esposo por la custodia <strong>de</strong> la pequeña<br />

Ikuko (Rio Kanno). Yoshimi<br />

es emocionalmente inestable<br />

y sufre <strong>de</strong> una ansiedad<br />

reflejada en una constante preocupación<br />

por su papel <strong>de</strong> madre.<br />

Sumándose a este componente<br />

psíquico, madre e hija<br />

<strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n alquilar un apartamento<br />

en un viejo edificio. El edificio<br />

-<strong>de</strong> inaudibles habitantes- se<br />

Sus filmes pue<strong>de</strong>n incluir la presencia<br />

<strong>de</strong> un temor metafísico, una belleza<br />

perfilada por lo macabro y un terror<br />

fino e intenso.<br />

convierte en un personaje más,<br />

haciendo <strong>de</strong> sus pasillos un entorno<br />

asfixiante y claustrofóbico:<br />

corredores <strong>de</strong>shabitados, techos<br />

húmedos, pare<strong>de</strong>s pálidas,<br />

su antiguo ascensor y un negligente<br />

supervisor hacen que <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el comienzo Yoshimi se sienta<br />

insegura y amenazada. Esta<br />

opresión es vivida tanto por los<br />

personajes como por la audiencia<br />

en una sucesión <strong>de</strong> episodios<br />

que lentamente se nos revelan,<br />

mientras nos hermanamos con<br />

el dolor <strong>de</strong> la madre y la ingenuidad<br />

<strong>de</strong> la hija.<br />

Con este marco, la historia<br />

transcurre entre los altibajos <strong>de</strong><br />

los aspectos judiciales <strong>de</strong> la custodia<br />

y las apariciones <strong>de</strong>l espectro<br />

<strong>de</strong> Mitsuko (Mirei Oguchi),<br />

la misteriosa niña que,<br />

vestida con un poncho amarillo<br />

y con un rostro cubierto por una<br />

cabellera negra, marca su presencia<br />

en los momentos más insospechados.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las<br />

apariciones <strong>de</strong> este personaje,<br />

tenemos la presencia <strong>de</strong> un objeto<br />

físico que crea el nexo entre<br />

lo material y lo espiritual;<br />

este objeto es una inocente maleta<br />

<strong>de</strong> colegiala que pertenecía<br />

a Mitsuko, pero que con el referente<br />

fantasmal, cobra una di-<br />

mensión macabra que constantemente<br />

perturba a Yoshimi y la<br />

hace interesarse más por la historia<br />

<strong>de</strong> la niña <strong>de</strong>saparecida.<br />

Junto al <strong>de</strong>terioro físico <strong>de</strong> la<br />

madre, el espectador presencia<br />

flashbacks que el director aprovecha<br />

para narrar la historia <strong>de</strong><br />

la <strong>de</strong>saparición y muerte <strong>de</strong> la<br />

misteriosa niña; piezas <strong>de</strong>l enigma<br />

que poco a poco se van<br />

<strong>de</strong>velando para que veamos en<br />

el pasado la fuente <strong>de</strong>l mal y entendamos<br />

su consecuente influencia<br />

en la vida <strong>de</strong> Yoshimi.<br />

Para mantener la tensión <strong>de</strong><br />

lo irreal, Nakata opta por hacer<br />

<strong>de</strong>l agua y la humedad los elementos<br />

siniestros. En forma <strong>de</strong><br />

cielos amenazadores, lluvia insistente,<br />

charcos y una terrible<br />

gotera, son estas Aguas oscuras<br />

las que dan ese tono triste y tétrico<br />

a la cinta. El agua satura<br />

la pantalla hasta estallar. Los<br />

objetos y los lugares cotidianos<br />

se convierten en entes amenazadores;<br />

así, la maleta roja, el<br />

baño, el jardín infantil, las habitaciones,<br />

el ascensor y la terraza<br />

<strong>de</strong>jan <strong>de</strong> ser los lugares<br />

comunes y se perciben como<br />

parte <strong>de</strong> los espacios en los que<br />

Mitsuko se paseaba mientras<br />

era mortal.<br />

<strong>No</strong>s preguntamos sobre las<br />

intenciones <strong>de</strong> Mitsuko y sólo<br />

hacia el final se aclarará el enigma.<br />

Cerca <strong>de</strong> la conclusión <strong>de</strong>l<br />

filme, conocemos todos los <strong>de</strong>talles<br />

<strong>de</strong> la extraña muerte <strong>de</strong>


Mitsuko y cuáles son sus planes<br />

respecto a madre e hija; sin<br />

embargo, Hi<strong>de</strong>o Nakata recurre<br />

a la estructura que ha utilizado<br />

en anteriores ocasiones y lleva<br />

al espectador a un momento <strong>de</strong><br />

real paroxismo: las escenas que<br />

nos revelan los <strong>de</strong>talles finales<br />

nos estremecen por su violencia<br />

y su tensión. Así las escenas<br />

nos confrontan y se da espacio<br />

para la <strong>de</strong>claración final.<br />

La conclusión nos lleva al<br />

presente/futuro en el que hija y<br />

madre se reúnen para el verda<strong>de</strong>ro<br />

adiós. <strong>No</strong> una conclusión<br />

satisfactoria o feliz, sino un final<br />

que coinci<strong>de</strong> con el tono <strong>de</strong> la película.<br />

Se conjugan lo sobrenatural<br />

y lo humano, el horror <strong>de</strong>l<br />

mundo fantasmal y la tristeza <strong>de</strong><br />

la horrible realidad. Las escenas<br />

finales, sugerentes y melancólicas,<br />

nos reiteran el carácter evocador<br />

que domina gran parte <strong>de</strong><br />

la cinta. En el filme la madre lucha<br />

contra adversida<strong>de</strong>s humanas<br />

y sobrenaturales; en ocasiones<br />

sentimos que presenciamos<br />

el horror <strong>de</strong> la realidad contemporánea<br />

y la fragilidad que los<br />

cambios abruptos crean en la<br />

vida contingente. De nuevo, los<br />

japoneses nos dan una lección<br />

<strong>de</strong> cómo hacer <strong>de</strong>l drama y <strong>de</strong>l<br />

horror un híbrido; la fuerza <strong>de</strong><br />

los intérpretes y las acciones<br />

perturbadoras nos hacen ir <strong>de</strong><br />

un lado a otro, <strong>de</strong> la angustia al<br />

miedo mientras sentimos que<br />

minuto a minuto el fin <strong>de</strong>l drama<br />

marcará la inclusión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>senlace<br />

fatal.<br />

En Colombia poco a nada llegamos<br />

a saber <strong>de</strong> las diferentes<br />

producciones asiáticas que<br />

inundan el mercado internacional;<br />

escasamente las distribuidoras<br />

nos traen las que son taquilleras<br />

o las que representan<br />

dinero. Es por esta razón que<br />

<strong>de</strong>sconocemos mucho <strong>de</strong> lo que<br />

ocurre en el mundo <strong>de</strong>l cine fantástico,<br />

y si acaso llegamos a ver<br />

estas cintas, lo hacemos en sistemas<br />

<strong>de</strong> vi<strong>de</strong>o casero. Dada<br />

esta situación, es difícil rastrear<br />

la carrera <strong>de</strong> varios directores y<br />

muchos permanecerán olvidados.<br />

Es indispensable aprovechar<br />

estrenos <strong>de</strong> este tipo en<br />

nuestra cartelera para apreciar<br />

cintas como Aguas oscuras y<br />

crearnos un panorama <strong>de</strong>l cine<br />

japonés actual o <strong>de</strong> la nueva ola<br />

japonesa, como algunos críticos<br />

la han bautizado.<br />

Como era <strong>de</strong> esperar, la industria<br />

norteamericana ya ha<br />

hecho varios remakes <strong>de</strong> las cintas<br />

japonesas y para diciembre<br />

se espera el estreno <strong>de</strong> Aguas<br />

oscuras versión Hollywood. Estos<br />

remakes explotan las i<strong>de</strong>as<br />

innovadoras que los directores<br />

japoneses constantemente proponen;<br />

es importante entonces<br />

saber que existen las fuentes<br />

originales y que por lo que vimos<br />

con el remake <strong>de</strong> El aro, éstos<br />

no se acercan a la calidad y<br />

al po<strong>de</strong>r sugerente <strong>de</strong> las producciones<br />

japonesas. El género<br />

en <strong>No</strong>rteamérica se ha agotado<br />

y son pocos los ejemplos <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ro<br />

cine <strong>de</strong> horror en los que<br />

presenciemos, más que sangre<br />

y tripas o bellos rostros y asesinos<br />

<strong>de</strong> adolescentes, verda<strong>de</strong>ras<br />

i<strong>de</strong>as y técnicas novedosas. Esperemos<br />

que las distribuidoras<br />

le <strong>de</strong>n un chance a este nuevo<br />

cine y permitan que el público<br />

colombiano se <strong>de</strong>leite con esta<br />

nueva alternativa.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

101<br />

CINE


El gris <strong>de</strong>be ser ruso<br />

Si el regreso fuera una mujer<br />

sería lejana y altiva, misteriosa;<br />

estaría siempre vestida <strong>de</strong> gris y<br />

llevaría los labios pintados <strong>de</strong> un<br />

profundo carmín. Se parecería a<br />

la María Iribarne <strong>de</strong> Sábato,<br />

aquella misteriosa hechicera<br />

cuya verda<strong>de</strong>ra i<strong>de</strong>ntidad no nos<br />

es dado conocer pero <strong>de</strong> quien<br />

nos enamoramos sin remedio.<br />

Sería como un cisne, a la manera<br />

<strong>de</strong> Truman Capote según la<br />

cual para serlo es necesario no<br />

saberlo. Esta mujer enigmática<br />

hablaría poco y cuando lo hiciera<br />

sus palabras tendrían el encanto<br />

estremecedor <strong>de</strong> una revelación.<br />

Sutil, en un palabra.<br />

Delicadamente sutil. Y sí, es válida<br />

la aparente redundancia.<br />

El regreso, la ópera prima <strong>de</strong>l<br />

director ruso Andrey Zvyagintsev<br />

nos <strong>de</strong>vuelve a un mundo<br />

don<strong>de</strong> el cine ruso se escribía<br />

con mayúsculas. Su estética<br />

minuciosa y perfeccionista, que<br />

no <strong>de</strong>scuida ninguno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>talles<br />

formales y sin embargo<br />

navega a través <strong>de</strong> la historia sin<br />

tropiezos, nos hace pensar en<br />

aquella frase <strong>de</strong> Susan Sontag:<br />

“la forma es el contenido”. La<br />

crítica ha consi<strong>de</strong>rado que Zvyagintsev<br />

es una promesa <strong>de</strong>l cine<br />

mundial. Temo no estar <strong>de</strong>l todo<br />

<strong>de</strong> acuerdo: Andrey Zvyagintsev<br />

es un genio y lo es ahora. Tal<br />

vez El regreso sea una película<br />

difícil <strong>de</strong> superar. Y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

elogio, el porqué.<br />

Claudia Gallego<br />

¿Quién <strong>de</strong>sata los cabos<br />

que ha ido atando el tiempo?<br />

Piedad Bonnett<br />

Un grupo <strong>de</strong> niños está jugando<br />

a tirarse por turnos <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

una torre <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra. El pequeño<br />

Iván no pue<strong>de</strong> hacerlo<br />

-por cobardía o exceso <strong>de</strong> sensatez<br />

para su edad- y tiene que<br />

esperar a que su madre venga a<br />

buscarlo para bajar amparado<br />

en su abrazo. Los <strong>de</strong>más lo<br />

tildan <strong>de</strong> gallina, entre ellos su<br />

hermano Andrey, un niño en esa<br />

edad ambigua entre la infancia<br />

y la adolescencia cuando la<br />

aprobación pública es necesaria,<br />

que se une al grupo para<br />

fastidiarlo. Pelean. Y la pelea<br />

acaba en una gran persecución<br />

hacia la casa. La casa es apacible<br />

como un convento y rigurosa<br />

como una cárcel.


Cuando llegan, se encuentran<br />

con que su madre (la hermosísima<br />

Natalia Vdovoina) <strong>de</strong><br />

la manera más casual les pi<strong>de</strong><br />

que no hagan ruido porque podrían<br />

<strong>de</strong>spertar a su padre que<br />

está durmiendo en una <strong>de</strong> las<br />

habitaciones. El problema es<br />

que el padre acaba <strong>de</strong> llegar a<br />

la casa <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 11 años <strong>de</strong><br />

inexplicada ausencia. Los niños<br />

corren a ver al individuo y se encuentran<br />

con un hombre con el<br />

torso <strong>de</strong>snudo durmiendo plácidamente.<br />

Necesitan una prueba<br />

y corren al zarzo a escarbar<br />

en un baúl una vieja fotografía<br />

que les ayu<strong>de</strong> a corroborar que<br />

en realidad sí, aquel hombre es<br />

su padre. A la hora <strong>de</strong> la cena,<br />

a la que también asiste una<br />

abuela, muda, se les informa<br />

que a<strong>de</strong>más, el recién llegado los<br />

llevará <strong>de</strong> paseo a los lagos al<br />

día siguiente. Y empieza un viaje<br />

a través <strong>de</strong> parajes sombríos<br />

y lluviosos, <strong>de</strong>solados pero hermosos,<br />

preciosamente iluminados,<br />

don<strong>de</strong> convergen por turnos<br />

todos los posibles grises que<br />

hay en el gris, como diciéndonos<br />

que es posible que cualquier<br />

cosa suceda. Y el autoritarismo<br />

<strong>de</strong>l padre comienza a enfrentarse<br />

con el afán <strong>de</strong> Andrey por lograr<br />

la aceptación <strong>de</strong> su Papá;<br />

aceptación que literalmente<br />

busca a cambio <strong>de</strong> lo que sea:<br />

llega incluso a mostrar satisfacción<br />

cuando el hombre lo golpea<br />

porque no ha sabido construir<br />

una palanca con hojas<br />

para <strong>de</strong>satascar el carro <strong>de</strong>l fango.<br />

Aceptación que contrasta<br />

con la rebeldía con la que se protege<br />

Iván para no <strong>de</strong>scubrir que<br />

también él quisiera un papá: ¿a<br />

qué has venido, para que volviste?,<br />

le grita entre lágrimas<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber estado esperando<br />

casi un día completo bajo<br />

la lluvia luego <strong>de</strong> que el papá<br />

quisiera darle una lección <strong>de</strong>jándolo<br />

solo por haberse atrevido a<br />

contrariarlo. El padre hace algunas<br />

llamadas sospechosas,<br />

no habla nada, no contesta<br />

nada. Exige como si siempre<br />

hubiera estado y sólo da a cambio<br />

unas lecciones <strong>de</strong> vida propias<br />

<strong>de</strong> los hombres en la calle.<br />

Y quiere hacerlo en unos días,<br />

que <strong>de</strong>ben reemplazar años.<br />

Pero es el padre y <strong>de</strong> eso se<br />

trata, <strong>de</strong> que ese lazo, sea como<br />

fuere, existe y es más fuerte que<br />

cualquier tejido <strong>de</strong> la cotidianidad.<br />

La magnífica cámara <strong>de</strong><br />

Mikhail Kritchman se <strong>de</strong>tiene en<br />

los <strong>de</strong>talles, y no obstante es<br />

también casual; ilumina la mirada<br />

<strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> ellos sobre<br />

ese ser misterioso que quisieran<br />

querer pero no pue<strong>de</strong>n y que<br />

también quisieran odiar pero<br />

tampoco logran. Se <strong>de</strong>tiene en<br />

la documentación <strong>de</strong>l lugar, <strong>de</strong><br />

los árboles, el agua y la arena,<br />

<strong>de</strong>jando que lo que ocurre tanto<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cuadro como <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> la cabeza <strong>de</strong> nosotros los<br />

espectadores ocurra fuera <strong>de</strong> él.<br />

Finalmente, Iván, <strong>de</strong>sesperado,<br />

agarra el cuchillo que su padre<br />

ha llevado todo el tiempo consigo<br />

(y que tal vez simbolice el po<strong>de</strong>r<br />

que él mismo parece tener<br />

sobre los asuntos <strong>de</strong>l mundo<br />

pero que no podría representar<br />

nunca un po<strong>de</strong>r moral sobre sus<br />

hijos) y busca liberarse <strong>de</strong>l yugo<br />

<strong>de</strong> ese lazo que no logra compren<strong>de</strong>r,<br />

para luego huir hacia<br />

una torre. Esta vez la torre promete<br />

la liberación, la <strong>de</strong>uda que<br />

<strong>de</strong>be saldar consigo mismo, la<br />

forma <strong>de</strong> poner a prueba su coraje.<br />

Nuevamente hay una persecución:<br />

su padre corre <strong>de</strong>trás<br />

y sube uno a uno los escalones<br />

para alcanzar a su hijo. Pero no<br />

lo logra.<br />

Y lo que sigue es el viaje <strong>de</strong><br />

regreso. Otro regreso. El regreso<br />

<strong>de</strong>l encuentro. El regreso <strong>de</strong>l<br />

regreso <strong>de</strong> un padre ausente.<br />

Una secuencia en primer plano<br />

<strong>de</strong> los hermanos llevando <strong>de</strong><br />

vuelta a su padre en una barca<br />

a lago traviesa en la más espesa<br />

bruma y el trepidar <strong>de</strong> las<br />

olas al fondo como único sonido<br />

y la cámara terca que persiste<br />

con ellos, como ellos, en<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

103<br />

CINE


104 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

llegar a la playa. Escalofriante.<br />

Cada uno poniendo en práctica<br />

lo que trae <strong>de</strong> su reciente y atropellado<br />

nuevo aprendizaje. Iván<br />

y Andrey (soberbias actuaciones,<br />

sobra <strong>de</strong>cir) van a los lagos<br />

y regresan convertidos cada uno<br />

en lo que estaban a punto <strong>de</strong><br />

ser. A las malas, como casi<br />

siempre ocurre. Afuera, la vida<br />

sigue igual.<br />

En un tono que se asemeja<br />

en la superficie a un thriller <strong>de</strong><br />

misterio, Andrey Zvyagintsev<br />

<strong>de</strong>buta en el cine con una película<br />

<strong>de</strong> corte psicológico en la<br />

que el aspecto visual se mezcla<br />

con el carácter emocional <strong>de</strong> la<br />

narración para lograr unas alegorías<br />

ambiguas si se quiere,<br />

pero que con sus múltiples po-<br />

Tic tac<br />

sibles lecturas plantean preguntas<br />

esenciales sobre las relaciones<br />

familiares, el abandono, la<br />

sumisión, el carácter, la reivindicación<br />

y las posibilida<strong>de</strong>s e imposibilida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l amor filial. Sobre<br />

lo complicado que es ser un<br />

niño y sobre lo complicado que<br />

es ser un padre.<br />

Esta película sabe que lo más<br />

importante <strong>de</strong> la vida no es lo<br />

que se dice sino lo que se sugiere<br />

apenas y que en eso consiste<br />

la verda<strong>de</strong>ra poesía, en su capacidad<br />

<strong>de</strong> sugerir, en lo que<br />

calla. Por eso el misterio que origina<br />

la tensión sobre la que se<br />

sostiene la película no consiste<br />

en <strong>de</strong>scubrir quién en realidad<br />

es ese hombre (¿es acaso un ex<br />

presidiario, un exiliado, un <strong>de</strong>-<br />

El porvenir es tan inevitable como el rígido ayer.<br />

Jorge Luis Borges<br />

Me interesa la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l<br />

cine argentino <strong>de</strong> hoy, me interesa<br />

sobre todo ver cómo los argentinos,<br />

ahora sí con dolor real<br />

y no heredado, no sólo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarraigo<br />

que los <strong>de</strong>fine -patria hecha<br />

<strong>de</strong> inmigrantes al fin y al<br />

cabo- sino dolor por su propia<br />

patria, le dan una vuelta <strong>de</strong><br />

tuerca a su mirada sobre la vida.<br />

<strong>No</strong> en vano ese país nos regaló<br />

a Borges y a Cortázar. Es reconfortante<br />

ver cómo están rescatando<br />

para su imaginario las<br />

lincuente?) ni qué hace ni qué<br />

contiene aquel cofre que guarda<br />

con sigilo y cuyo ocultamiento<br />

parece ser la verda<strong>de</strong>ra razón<br />

<strong>de</strong> la visita a la isla. El padre y<br />

su aparición ya son <strong>de</strong>masiado<br />

misteriosos para <strong>de</strong>tenerse en<br />

las minucias. Porque la sutileza<br />

<strong>de</strong> El regreso no nace en los<br />

hechos sino en aquello que compete<br />

al corazón, a la vida, y que<br />

no se dice con palabras porque<br />

tal vez sea <strong>de</strong>masiado pedir que<br />

también la historia –aparte <strong>de</strong><br />

la cámara- cuente en pantalla<br />

con todos los posibles grises que<br />

hay en el gris.<br />

Aunque si eso fuera posible,<br />

sería posible para un ruso. Un<br />

ruso, claro, <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong><br />

Andrei Tarkovsky.


cosas básicas y repensando su<br />

ser y su relación con la tierra<br />

que los parió.<br />

Bar El Chino es una mezcla<br />

<strong>de</strong> documental y película, o mejor,<br />

una película que, como algunos<br />

textos literarios, construye<br />

historias <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> otras<br />

historias, un homenaje al medio<br />

audiovisual <strong>de</strong> todos modos.<br />

<strong>No</strong> es <strong>de</strong> aquellas que nos <strong>de</strong>manda<br />

un juicio <strong>de</strong> valor <strong>de</strong><br />

buena o mala. Bar El Chino se<br />

compromete en cambio con una<br />

i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> veracidad. El reto será<br />

hacernos creer que las historias<br />

que se generan o se remueven a<br />

partir <strong>de</strong> la filmación <strong>de</strong> un documental<br />

(este sí con todos los<br />

testimonios y lugares reales) son<br />

o no verda<strong>de</strong>ras. Cuando Martina<br />

aparece llena <strong>de</strong> frescura,<br />

ganas y equipos (enamorado incluido)<br />

ya está superada la primera<br />

prueba. Pero la prueba no<br />

evita, porque no es <strong>de</strong> eso <strong>de</strong> lo<br />

que se trata, los lugares comunes.<br />

Al contrario, se rego<strong>de</strong>a en<br />

ellos y los llena <strong>de</strong> luz. Ya dijo<br />

alguien que la realidad suele superar<br />

a la fantasía y para este<br />

director eso parece ser un precepto<br />

<strong>de</strong> vida.<br />

Están pues, todos los lugares<br />

comunes; la promesa <strong>de</strong><br />

amor, el hijo preocupado que regresa,<br />

la presencia incondicional<br />

<strong>de</strong> los amigos entrañables,<br />

el novio reemplazado, el fracaso,<br />

el dolor <strong>de</strong> la separación, la<br />

reconciliación con la vida, la realidad<br />

política que aparece (otra<br />

vez) a través <strong>de</strong>l televisor. Pero<br />

todos ellos, con la gracia divina<br />

<strong>de</strong> la verdad. Y la película logra<br />

su victoria porque todo es creíble<br />

y sobre todo porque parece<br />

posible que exista un lugar en<br />

el mundo don<strong>de</strong> la gente sienta<br />

que pue<strong>de</strong> ser como es y como<br />

no pue<strong>de</strong> ser en ninguna otra<br />

parte.<br />

El encuentro fundamental a<br />

partir <strong>de</strong>l cual se teje la trama no<br />

es el obvio, el <strong>de</strong> Martina y Jorge,<br />

muy joven ella, llegando a los<br />

50 él, sino el que ocurre entre dos<br />

generaciones <strong>de</strong> argentinos a<br />

quienes los une (so disculpa <strong>de</strong><br />

la misma profesión) una misma<br />

mirada acerca <strong>de</strong> la vida. Y la<br />

metáfora <strong>de</strong> esa mirada es su<br />

interés por la magia que envuel-<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

105<br />

CINE


106 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

ve el Bar El Chino. Él, con un<br />

proyecto inconcluso <strong>de</strong> un documental<br />

sobre el lugar, aplazado<br />

por ocupaciones que nada tienen<br />

que ver con su sueño <strong>de</strong> «hacer<br />

lo que quiero»; ella, con su búsqueda<br />

<strong>de</strong> un proyecto que le<br />

permita salirse <strong>de</strong> la mediocridad<br />

<strong>de</strong> las notas <strong>de</strong> un programa<br />

farandulero <strong>de</strong> televisión. Él <strong>de</strong><br />

vuelta, ella <strong>de</strong> ida. Ésa es la cuestión.<br />

Cuestión por la cual, claro,<br />

la vida los <strong>de</strong>sencuentra (otro lugar<br />

común) y les pone el mar <strong>de</strong><br />

por medio. Sin embargo, la cita<br />

ha sido cumplida porque el proyecto<br />

que los une en ese pedacito<br />

<strong>de</strong> vía en que se cruzan les da<br />

sentido a sus vidas y enfatiza el<br />

tamaño y la diferencia <strong>de</strong> sus<br />

sueños, que son, como querría<br />

otro argentino, el material <strong>de</strong> que<br />

estamos hechos.<br />

Ella <strong>de</strong> ida, él <strong>de</strong> vuelta.<br />

Como las dos generaciones<br />

<strong>de</strong> argentinos. Una, que partió<br />

a vivir en sentido contrario<br />

el <strong>de</strong>sarraigo <strong>de</strong> sus padres,<br />

pero <strong>de</strong>cidió volver<br />

porque sus raíces ya estaban<br />

<strong>de</strong>l lado <strong>de</strong> acá, porque sus<br />

padres europeos ya habían<br />

tenido que vivir (como dice el<br />

español amigo <strong>de</strong> El Chino)<br />

con el corazón partido: tic<br />

acá, tac allá. Él <strong>de</strong> vuelta. La<br />

otra, la generación siguiente,<br />

la <strong>de</strong> Martina, la <strong>de</strong> Nacho<br />

y el hijo <strong>de</strong> Jorge, que continúa<br />

el ciclo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarraigo;<br />

quiere irse. Ella <strong>de</strong> ida. Tic<br />

acá, tac allá.<br />

Y en Bar El Chino, cuando<br />

la gente se reúne y oye el cantar<br />

sentido <strong>de</strong> los espontáneos<br />

siente que la historia<br />

seguirá pasando así, en tic<br />

tac por siempre, y que mientras<br />

haya corazones partidos<br />

habrá tango y nostalgia <strong>de</strong><br />

pasado (él) y nostalgia <strong>de</strong> futuro<br />

(ella).<br />

Por eso, porque Bar El Chino<br />

está llena <strong>de</strong> lugares comunes<br />

que no son otra cosa<br />

que la vida, porque esos lugares<br />

comunes han sido iluminados<br />

con la mirada <strong>de</strong>l<br />

alma, esta película es una<br />

película verda<strong>de</strong>ra.


Pensamientos <strong>de</strong> guerra<br />

¿Ópera o novela?<br />

De paseo por una <strong>de</strong> las tantas<br />

librerías que sobreviven en<br />

Bogotá vendiendo libros <strong>de</strong> segunda<br />

olvidados, a precios comparables<br />

con los <strong>de</strong> un almuerzo<br />

corriente, encontré una <strong>de</strong> las<br />

novelas más alucinantes que se<br />

han escrito en Colombia en los<br />

últimos cinco años y también la<br />

más <strong>de</strong>sconocida.<br />

Estando en la librería, el cigarrillo<br />

que por entonces se esfumaba<br />

<strong>de</strong> mi mano me dio la<br />

oportunidad <strong>de</strong> retardar un<br />

poco mi <strong>de</strong>spedida. En ese pequeño<br />

lapso <strong>de</strong> humo y espera,<br />

me agaché y en una <strong>de</strong> las esquinas<br />

<strong>de</strong>l estante <strong>de</strong> la literatura<br />

colombiana, tal vez organizado<br />

por apellido <strong>de</strong> autor,<br />

junto a las novelas <strong>de</strong> Rafael<br />

Humberto Moreno-Durán estaba<br />

la novela Pensamientos <strong>de</strong><br />

guerra <strong>de</strong>l escritor Orlando<br />

Mejía Rivera. Un libro pequeño,<br />

gris por un lado y ver<strong>de</strong> por el<br />

otro; curiosamente Premio Na-<br />

cional <strong>de</strong> <strong>No</strong>vela 1998 <strong>de</strong>l Ministerio<br />

<strong>de</strong> Cultura, ochenta y<br />

nueva páginas incluyendo el índice<br />

y editado por primera vez<br />

en junio <strong>de</strong>l 2000.<br />

El cigarrillo se acabó y tuve<br />

a disposición mis dos manos<br />

para abrirlo, concentrarme y<br />

leer un poco más <strong>de</strong> las primeras<br />

cuatro páginas. Una hora<br />

<strong>de</strong>spués lo había leído por completo,<br />

<strong>de</strong> pie, y sin mis anteojos.<br />

Cerré el libro y asumí que lo había<br />

entendido medianamente y<br />

<strong>de</strong> inmediato revisé <strong>de</strong>sesperadamente<br />

mis bolsillos sabiendo<br />

que la realidad era clara: no tenía<br />

ni un peso. Tuve que <strong>de</strong>jarlo<br />

sin mucha tristeza, pues algo<br />

estaba empezando a germinar<br />

en mí a propósito <strong>de</strong> esa fugaz y<br />

clan<strong>de</strong>stina lectura y la pronta<br />

alteración <strong>de</strong> mis sentidos así<br />

me lo hizo enten<strong>de</strong>r.<br />

El día continuó en vilo hasta<br />

la hora que por fin me <strong>de</strong>cidí a<br />

1 Graduado en Literatura, <strong>Universidad</strong> Javeriana; integrante <strong>de</strong> la Orquesta Sinfónica <strong>de</strong> Colombia hasta 1996.<br />

Luis Alejandro Díaz 1<br />

ir a una biblioteca pública a<br />

buscarlo, don<strong>de</strong> lo encontré y lo<br />

solicité en una <strong>de</strong> las salas. De<br />

nuevo volví a tenerlo entre mis<br />

manos y la aventura <strong>de</strong> su lectura<br />

me agarró con la misma velocidad<br />

con la que me puse los<br />

anteojos para no per<strong>de</strong>r tiempo.<br />

Al final <strong>de</strong>l día, y luego <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ambular por mi barrio en una<br />

especie <strong>de</strong> colecta pública sólo<br />

para amigos y conocidos, tuve<br />

los tres mil pesos que costaba<br />

el libro en aquella librería. Sin<br />

embargo, fue hasta el día siguiente<br />

que lo compré y <strong>de</strong> nuevo<br />

lo leí.<br />

“Un profesor universitario es<br />

plagiado, llevado a un lugar<br />

oculto y sometido a diversos<br />

martirios por parte <strong>de</strong> los secuestradores.<br />

Con los ojos vendados,<br />

<strong>de</strong>shidratado y esposado,<br />

vive su reclusión en una<br />

cárcel subterránea -don<strong>de</strong> no<br />

pue<strong>de</strong> estar <strong>de</strong> pie ni encoger las<br />

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LIBROS


108 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

piernas. De allí lo sacan con una<br />

cuerda una vez al día durante<br />

cinco minutos para que coma<br />

pedazos <strong>de</strong> plátano, beba algo<br />

<strong>de</strong> agua y cumpla con sus <strong>de</strong>más<br />

necesida<strong>de</strong>s fisiológicas.<br />

Durante su encierro, el profesor<br />

<strong>de</strong> filosofía recuerda episodios<br />

<strong>de</strong> su niñez, su vida laboral y<br />

sus divagaciones filosóficas, que<br />

entremezcla con escenas <strong>de</strong> su<br />

hogar cargadas <strong>de</strong> ternura, fantasías<br />

sexuales con su esposa<br />

Sandra o juegos con su pequeño<br />

hijo Sebastián. La inconsciencia<br />

humana sumada a la<br />

admiración <strong>de</strong>l profesor por<br />

Ludwig Wittgenstein lo llevan a<br />

crear en su mente un diario apócrifo<br />

en el que se encuentran<br />

consignados los años difíciles<br />

<strong>de</strong>l filósofo austriaco durante su<br />

participación en la Primera Guerra<br />

Mundial, su cotidianidad,<br />

sus miedos, sus pensamientos<br />

políticos o religiosos y las cartas<br />

a su amante, David. Los relatos<br />

se entrecruzan, se modifican,<br />

se retroalimentan y se<br />

completan tal y como suce<strong>de</strong><br />

cuando nos encontramos en el<br />

umbral <strong>de</strong>l sueño profundo”. 2<br />

Esta es la novela: el drama y<br />

el conflicto que vive un profesor<br />

universitario en Colombia que<br />

luego <strong>de</strong> formar parte <strong>de</strong> un comunicado<br />

público <strong>de</strong> protesta es<br />

secuestrado, y durante su cautiverio<br />

sufre el trastorno mental<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>lirio y su historia se convierte<br />

al mismo tiempo en la <strong>de</strong>l<br />

filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein.<br />

La novela refleja el diario vivir<br />

<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los muchos colombianos<br />

que pa<strong>de</strong>cen esta prisión,<br />

y aunque su máximo grado<br />

<strong>de</strong> actualidad es el fenómeno<br />

social <strong>de</strong>l secuestro en Colombia,<br />

la gran metáfora <strong>de</strong>l libro<br />

es la con<strong>de</strong>na. La con<strong>de</strong>na representada<br />

en el encuentro con<br />

el yo y el conflicto <strong>de</strong> la representación<br />

<strong>de</strong> otras vidas <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> una en crisis. Al mismo tiempo,<br />

la novela viaja <strong>de</strong> 1914 a<br />

1990, <strong>de</strong> Europa a América, <strong>de</strong><br />

Austria a Colombia, <strong>de</strong> la guerra<br />

a la guerra y siempre encuentra<br />

lo mismo: el hombre en<br />

una carrera contra el tiempo<br />

<strong>de</strong>cidiendo eternamente entre<br />

su felicidad y sus i<strong>de</strong>ales, entre<br />

el mundo y su vida, entre la<br />

humanidad y los seres que ama.<br />

Esta novela no sólo refleja<br />

una realidad brutal en Colombia<br />

que es la <strong>de</strong>l secuestro y<br />

muerte <strong>de</strong> miles <strong>de</strong> ciudadanos<br />

inocentes, sino que a<strong>de</strong>más<br />

pone en situación la única arma<br />

con la cual combatir esas realida<strong>de</strong>s<br />

extremas y mortales: las<br />

pasiones. Las pasiones y los recuerdos,<br />

el profesor y Wittgenstein,<br />

él y su esposa, el padre y<br />

su hijo. La novela resulta siendo<br />

un eje en el que giran muchas<br />

vidas alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> una<br />

sola: la <strong>de</strong> él.<br />

Al mismo tiempo, los personajes<br />

encargados <strong>de</strong> cuidar al<br />

prisionero reflejan la sabiduría<br />

que provoca un conflicto social<br />

extremadamente efervescente y<br />

carente <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ales. <strong>No</strong> obstan-<br />

2 Mejía Rivera Orlando, Pensamientos <strong>de</strong> guerra, Ministerio <strong>de</strong> Cultura, Bogota, 2000. <strong>No</strong>ta escrita en la contraportada <strong>de</strong>l libro.<br />

te, una mujer que forma parte<br />

<strong>de</strong> este grupo <strong>de</strong> guerrilleros, ve<br />

en el prisionero, <strong>de</strong> vez en cuando,<br />

un hombre tal y como los<br />

que con ella conforman el grupo<br />

rebel<strong>de</strong>.<br />

La novela encarna la velocidad<br />

con la que el caos rige el<br />

or<strong>de</strong>n mundial y cómo hace eco<br />

<strong>de</strong> distintas maneras en el diario<br />

vivir <strong>de</strong> sus habitantes. Así<br />

pues, este libro seguramente sea<br />

una <strong>de</strong> las partes <strong>de</strong>l rompecabezas<br />

que intentan armar los sociólogos,<br />

historiadores, psicólogos<br />

y otros acerca <strong>de</strong>l conflicto<br />

armado en Colombia y sus repercusiones<br />

en la vida diaria <strong>de</strong><br />

la población civil.<br />

Al final, quien habla es un<br />

esqueleto que se ha quedado en<br />

posición fetal y que al tocarse<br />

sólo reconoce huesos. Un hueco<br />

en la tierra se lo ha <strong>de</strong>vorado:<br />

el mundo se lo ha comido,<br />

lo ha <strong>de</strong>spellejado y <strong>de</strong> nuevo lo<br />

ha escupido. El diario imaginario<br />

<strong>de</strong>l filósofo austriaco es la<br />

manera más bella <strong>de</strong> morir,<br />

intercambiando una correspon<strong>de</strong>ncia<br />

amorosa con otro hombre<br />

igualmente en guerra y lejos,<br />

quien a su vez, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esa<br />

lejanía, ama y reza.<br />

Des<strong>de</strong> que poseo el libro lo<br />

releo y lo recomiendo. <strong>No</strong> sólo<br />

por su tema sino porque a<strong>de</strong>más<br />

está escrito impecablemente,<br />

ya que el hecho <strong>de</strong> entrecruzar<br />

dos vidas, dos diarios,<br />

dos épocas, dos países, dos guerras<br />

y dos muertes es trabajo <strong>de</strong>


poeta y para acce<strong>de</strong>r a cualquier<br />

cosa, el poeta hace <strong>de</strong> su existencia<br />

la mejor esponja: el escritor<br />

<strong>de</strong> esta novela es profesor<br />

universitario.<br />

<strong>No</strong> hace mucho vi que la novela<br />

se convirtió en una ópera<br />

con orquesta sinfónica, actores,<br />

coro y escenografita y me alegré.<br />

Pero me alegré aún más<br />

cuando <strong>de</strong>scubrí su segunda<br />

edición ya no <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong><br />

Cultura sino <strong>de</strong> una editorial<br />

privada.<br />

Finalmente, un aspecto más<br />

por recordar <strong>de</strong>l libro es el siguiente:<br />

el protagonista <strong>de</strong> la<br />

novela hace <strong>de</strong> la palabra su<br />

mejor compañía, al escuchar<br />

todo el tiempo la conversación<br />

que a propósito <strong>de</strong> él tienen sus<br />

captores y al imaginar las cartas<br />

y los diálogos bellamente escritos<br />

<strong>de</strong>l filósofo alemán. Es <strong>de</strong>cir, la<br />

palabra es quien finalmente le da<br />

vida en su cautiverio ya que nada<br />

más, absolutamente nada, prueba<br />

que está vivo.<br />

Todos los hombres<br />

LIBROS<br />

son infieles<br />

Edith Sánchez 1<br />

Todos los hombres son infieles<br />

es un libro que, por paradójico<br />

que parezca, colorea <strong>de</strong> esperanza<br />

el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> estos<br />

tristes “postmo<strong>de</strong>rnus sapiens<br />

sapiens”. Y esto por una razón<br />

muy simple: la lectura que hace<br />

<strong>de</strong> la infi<strong>de</strong>lidad <strong>de</strong>spoja a ésta<br />

<strong>de</strong> su fardo moral y, con ello, <strong>de</strong><br />

su enorme y telúrica carga pasional;<br />

el fenómeno aparece<br />

dibujado más bien como un escenario<br />

don<strong>de</strong> sorpresivamente<br />

se <strong>de</strong>vela el inconsciente con sus<br />

misterios, con sus caprichos <strong>de</strong><br />

crío <strong>de</strong>stetado. Ahora la palabra<br />

“traición” se relativiza; ya no es<br />

necesario cobrar venganza ni<br />

llorar hasta morir o matar ante<br />

la eventualidad <strong>de</strong> una <strong>de</strong> esas<br />

“cornadas”, <strong>de</strong> las que casi nadie<br />

se salva.<br />

1 Escritora, periodista y docente.<br />

Arturo <strong>de</strong> la Pava Ossa nos<br />

muestra cómo el discurso dominante<br />

ha impuesto un mo<strong>de</strong>lo<br />

i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> pareja que nos hace sufrir:<br />

nunca estamos a su altura<br />

durante más <strong>de</strong> tres meses. Y<br />

como los mo<strong>de</strong>los no pue<strong>de</strong>n ni<br />

<strong>de</strong>ben fallar, entonces transitamos<br />

por el dolor creyendo que<br />

somos nosotros quienes erramos.<br />

Así pues, lo que duele, a<br />

la hora <strong>de</strong> la verdad, no es la<br />

infi<strong>de</strong>lidad misma sino la mentira<br />

cultural, ese tal “ser el uno<br />

para el otro” o ese tal “hasta que<br />

la muerte los separe” <strong>de</strong> los dioses;<br />

el texto nos lleva a ver que<br />

el único dios capaz <strong>de</strong> unir lo<br />

que la naturaleza ha separado<br />

es la poesía, en sus múltiples y<br />

variadas formas.<br />

<strong>No</strong>. 1 · enero· abril <strong>de</strong> 2005<br />

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110 revista <strong>de</strong> la universidad distrital francisco josé <strong>de</strong> caldas<br />

El libro permite así una perspectiva<br />

renovada, en la que<br />

amor no tiene por qué escribirse<br />

en mayúsculas ni fi<strong>de</strong>lidad<br />

tiene por qué ir en negrilla, cursiva<br />

y subrayada. Es una obra<br />

profundamente humana que en<br />

ningún momento cae en la tentación<br />

<strong>de</strong> convertirse en manual<br />

<strong>de</strong> supermercado, <strong>de</strong> esos que<br />

ofrecen respuestas a problemas<br />

insolubles, para compradores<br />

<strong>de</strong>sesperados -yo diría, compradoras,<br />

básicamente-. En todo<br />

caso, no es un libro para comentar<br />

tomando onces con las amigas;<br />

seguro, el diálogo que propicia<br />

es íntimo, silencioso, un<br />

encuentro entre el autor y el lector,<br />

en el salón <strong>de</strong> los espejos y<br />

las revelaciones.<br />

Este libro nace con vocación<br />

<strong>de</strong> clásico porque aborda un interrogante,<br />

una hipótesis, una<br />

grieta milenaria: la insostenible<br />

levedad <strong>de</strong>l falo, <strong>de</strong> lo masculino.<br />

Porque apunta hacia una <strong>de</strong><br />

las fracturas fundamentales <strong>de</strong><br />

la posmo<strong>de</strong>rnidad: el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong><br />

la pareja y <strong>de</strong> la familia nuclear.<br />

Porque hace posible un encuentro<br />

fructífero entre psique, historia<br />

y sociedad. Pero, también<br />

tiene talante <strong>de</strong> clásico porque<br />

acu<strong>de</strong> a referencias con peso específico<br />

indiscutible <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />

panorama <strong>de</strong>l pensamiento<br />

humano: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Platón hasta<br />

Freud, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Lacan hasta Foucault,<br />

todo soportado a través <strong>de</strong><br />

una argumentación impecable,<br />

sin cabos sueltos, salvo los que<br />

ofrece la realidad misma.<br />

El texto, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la primera página,<br />

pone el <strong>de</strong>do en la llaga y no<br />

precisamente por su referencia al<br />

mundo privado <strong>de</strong> los “machos”;<br />

su gran acierto es mantener, a<br />

distancia pru<strong>de</strong>ncial y bien medida,<br />

un tema capital para la cultura<br />

contemporánea: el lugar <strong>de</strong><br />

lo femenino. Y lo mejor, es un<br />

hombre quien escribe, es un<br />

hombre quien interroga y le<br />

apuesta a respuestas sobre el<br />

lugar <strong>de</strong> la masculinidad y su<br />

correlato mujeril, como queriendo<br />

liberarse y liberar, como bus-<br />

cando un diálogo entre géneros<br />

que incluya la seductora propuesta<br />

<strong>de</strong> inventar caminos nuevos<br />

hacia esa felicidad con minúsculas<br />

y sin comillas, la única<br />

que nos es dada a los humanos.<br />

El libro muestra un esfuerzo<br />

<strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong>cisivo. El<br />

psicoanálisis sale por fin <strong>de</strong>l<br />

clóset en que lo guardan frecuentemente<br />

los especialistas,<br />

<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser el eterno neologismo<br />

y se atreve a juguetear con<br />

nuestra vida cotidiana. Así,<br />

Arturo <strong>de</strong> la Pava Ossa nos ubica<br />

en un espacio <strong>de</strong> negociación<br />

discursiva: sin menguar la rigurosidad<br />

<strong>de</strong> los conceptos institucionalizados<br />

establece el nexo<br />

posible y necesario con el lenguaje<br />

fresco y <strong>de</strong>sprevenido <strong>de</strong><br />

cualquier mortal, logrando así<br />

la profunda sencillez y sencilla<br />

profundidad que caracteriza<br />

toda obra <strong>de</strong>stinada a permanecer.<br />

En una palabra, Todos los<br />

hombres son infieles es un bocado<br />

<strong>de</strong> dioses para ser saboreado<br />

por mortales.


FACULTAD DE INGENIERÍA<br />

Electrónica<br />

Eléctrica<br />

Industrial<br />

Sistemas<br />

Catastral<br />

FACULTAD DE MEDIO AMBIENTE<br />

Y RECURSOS NATURALES<br />

Ingeniería Forestal<br />

Ingeniería Topográfica<br />

Ingeniería Ambiental<br />

Administración Deportiva<br />

Administración Ambiental<br />

Tecnología en:<br />

Topografía<br />

Gestión Ambiental y Servicios Públicos<br />

Saneamiento Ambiental<br />

MISIÓN<br />

La <strong>Universidad</strong> <strong>Francisco</strong> José <strong>de</strong> <strong>Caldas</strong>, con más <strong>de</strong> 20.000 estudiantes, es la <strong>de</strong>mocratiza-<br />

ción <strong>de</strong>l conocimiento para garantizar, a nombre <strong>de</strong> la sociedad y con participación <strong>de</strong>l Estado, el<br />

<strong>de</strong>recho social a una educación superior rigurosa y crítica, con calidad, equidad y competitividad<br />

social, mediante la investigación, la enseñanza y servicios a las comunida<strong>de</strong>s en el contexto local,<br />

nacional e internacional.<br />

FACULTAD DE CIENCIAS<br />

Y EDUCACIÓN<br />

Licenciaturas en:<br />

Física<br />

Biología<br />

Química<br />

Pedagogía Infantil<br />

Licenciaturas en Educación Básica<br />

con énfasis en:<br />

Matemáticas<br />

Ciencias Sociales<br />

Humanida<strong>de</strong>s<br />

Lengua Castellana<br />

Inglés<br />

Pedagogía Infantil<br />

Educación Artística<br />

CONVENIO<br />

INSTITUTO DISTRITAL<br />

DE CULTURA Y TURISMO<br />

•<br />

UNIVERSIDAD DISTRITAL<br />

•<br />

ACADEMIA SUPERIOR<br />

DE ARTES DE BOGOTÁ<br />

Artes Plásticas y Visuales<br />

Artes Musicales<br />

Artes Escénicas<br />

FACULTAD TECNOLÓGICA<br />

Tecnología en:<br />

Electricidad<br />

Electrónica<br />

Mecánica<br />

Industrial<br />

Sistematización <strong>de</strong> Datos<br />

Construcciones Civiles<br />

PROGRAMAS DE CICLO PROFESIONAL<br />

EN INGENIERÍA<br />

DE LA FACULTAD TECNOLÓGICA<br />

Ingeniería Civil<br />

Ingeniería <strong>de</strong> Producción<br />

Ingeniería Mecánica<br />

Ingeniería en:<br />

Distribución <strong>de</strong> Re<strong>de</strong>s<br />

Control Electrónico e Instrumentación<br />

Telecomunicaciones<br />

Re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Computadores<br />

Producción


Carlos Granada, pintor


Cafetería Facultad Tecnológica <strong>Universidad</strong> <strong>Distrital</strong>, Ciudad Bolívar

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