El Dulce Nombre
El Dulce Nombre
El Dulce Nombre
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Dulce</strong><strong>Nombre</strong><br />
pide nuestra colaboración<br />
y, nuestra respuesta, como<br />
la de <strong>El</strong>la, debe ser gozosa,<br />
valiente y decida.<br />
Reina enjoyada con<br />
las joyas de las mejores<br />
virtudes: <strong>El</strong>la fue la tierra<br />
buena en la que la semilla<br />
produjo el ciento por uno.<br />
Escuchó la Palabra, la<br />
meditó en su corazón y<br />
la puso en práctica. Supo,<br />
como nadie, cumplir<br />
fielmente la enseñanza<br />
del Maestro: no he venido<br />
a ser servido, sino a<br />
servir. De la Mano de<br />
María participamos de la<br />
realeza de Cristo sirviendo<br />
a nuestros hermanos,<br />
sacándole el máximo<br />
rendimiento para el bien<br />
común a todos los dones<br />
y cualidades con que Dios<br />
nos ha enriquecido.<br />
inmaculada: por un<br />
don singular y para ser<br />
Madre de su Hijo Dios la<br />
preservó de la mancha<br />
del pecado original, la<br />
hizo Pura y Limpia; pero<br />
esto no coartó su libertad.<br />
Al don divino respondió<br />
siempre con la santidad<br />
de su vida. Nosotros por<br />
el Bautismo hemos sido<br />
limpiados también del<br />
pecado original. Como<br />
<strong>El</strong>la queremos que la<br />
gracia no quede infecunda<br />
en nuestra vida, pues<br />
hemos sido llamados en<br />
Cristo para ser santos e<br />
irreprochables ante Él.<br />
Amor: como decía anteriormente<br />
toda su vida fue<br />
un canto al amor de Dios.<br />
En los Evangelios María<br />
siempre aparece intercediendo<br />
y sirviendo: en las<br />
bodas de Caná, en el Cenáculo<br />
con los discípulos...<br />
De su corazón Inmacula-<br />
do, la fuente más hermosa,<br />
siempre brotó la ternura<br />
divina. Glorificada en los<br />
Cielos sigue derramando<br />
su amor y su protección<br />
sobre nosotros. Pronunciar<br />
el <strong>Dulce</strong> <strong>Nombre</strong> de la Virgen<br />
es ser también nosotros<br />
las fuentecitas repartidas<br />
por el mundo de las<br />
que brotan la misericordia,<br />
la compasión, la fuerza, la<br />
esperanza, la alegría y el<br />
amor que Dios derrama<br />
continuamente en nuestros<br />
corazones.<br />
En el año 1992 se celebró<br />
en Huelva un Congreso<br />
Mariano y para esa ocasión<br />
se compuso un himno<br />
que decía: “...y cuando por<br />
la marisma los romeros<br />
pronuncian la palabra Rocío,<br />
el eco responde amor”.<br />
Que cada vez que nosotros<br />
invoquemos a María<br />
todo lo que hagamos personal<br />
y comunitariamente<br />
resuene siempre con este<br />
eco, dejando con nuestras<br />
palabras y obras en buen<br />
olor del <strong>Nombre</strong> Santísimo<br />
de Dios. Para ello continuamente<br />
recurrimos a la<br />
protección de La Santísima<br />
Virgen con la confianza de<br />
ser confortados por la invocación<br />
de su SANTO Y<br />
DULCE NOMBRE<br />
De Nuestro Párroco<br />
“Y la Virgen se llamaba<br />
María”<br />
(Lc. 1, 27)<br />
MARÍA DEL DULCE NOMBRE<br />
<strong>Nombre</strong> almenado en auras de ternura,<br />
de regalado aroma y de oro viejo,<br />
en gesto dulce y en cordial reflejo<br />
la clave de su altísima hermosura.<br />
<strong>El</strong> rubor de los cirios transfigura<br />
la palidez más rosa, y un bosquejo<br />
de llanto y del bordado más bermejo<br />
enmarca tan granada arquitectura.<br />
La fuerza del Amor, honda eficacia,<br />
vuelve misericordia tanta pena<br />
pues cerca del ultraje está la Gracia.<br />
<strong>Dulce</strong> <strong>Nombre</strong> bruñido de amargores,<br />
que resguarda el dolor en su alacena<br />
de terciopelo, plata, cera y flores.<br />
Ignacio Montaño<br />
5