Siempr e Unidos A ño 14 - Hoy en La Salle - Universidad La Salle

14
julio
agosto
2010
Aprender a emprender
Importancia de la
formación emprendedora
Orly Betsabé Manjarrez Salazar *
El espíritu y la iniciativa de los emprendedores son pilares esenciales del crecimiento sostenido de una
economía, por lo que es imprescindible integrar y desarrollar el espíritu emprendedor en la educación.
Ejemplo de esto es lo que la Unión Europea plantea en el Libro verde, el espíritu empresarial en Europa, donde
subraya que las competencias personales relacionadas con el hecho de emprender, deberían enseñarse desde
una fase temprana de la trayectoria académica y hasta el nivel universitario y profundizar en la formación
de la capacidad de gestión. En este sentido podemos considerar a la educación y a la formación como principales
impulsoras del espíritu empresarial en los sistemas educativos.
¿Qué es emprender?
Emprender significa acometer y comenzar una obra, un negocio,
un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro,
definición que nos da la Real Academia Española. Por lo
tanto, podemos definir al emprendedor, como el individuo
que identifica una oportunidad de negocios, reúne los recursos
necesarios y crea con ellos una empresa. El término entreprenur
se utilizó por primera vez en Francia en el siglo XVIII,
por lo que esta palabra empezó a asociarse con los elementos
de riesgo y administración de recursos.
Es esencial ayudar a desarrollar el espíritu emprendedor
para favorecer la creación de empresas que diversifiquen,
innoven y creen riqueza, ya que un emprendedor no sólo
contribuye con los efectos económicos de la creación de su
propia empresa, sino que también es alguien capaz de
aumentar la capacidad productiva de una economía y de
crear oportunidades para otros empresarios. Cada vez que
un emprendedor impulsa un nuevo producto o servicio está
con ello abriendo la posibilidad de diseñar y lanzar nuevos
productos o servicios complementarios que hacen crecer a la
economía.
¿Los emprendedores nacen o se hacen?
La respuesta resulta compleja y controversial. Ante esto
podemos sugerir que algunos individuos son más capaces
de identificar oportunidades de negocios que otros, ya que
poseen una inclinación especial hacia la búsqueda de innovación,
hábitos de trabajo, tolerancia a la toma de riesgos y
talento para resolver problemas. Estos factores contribuyen
en gran manera a tomar la decisión de crear una empresa, a
convertirse en emprendedor y buscar así obtener éxito en los
negocios. Como lo afirma Peter Drucker: “Todo aquel que
sabe hacer frente al proceso de toma de decisiones puede
aprender a ser un emprendedor y comportarse como un
empresario”. La tendencia a ser emprendedores es más una
conducta que un rasgo o una característica de nacimiento.