Revista Por ellos, por todos - Asociación Víctimas del Terrorismo
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<strong>Por</strong> <strong>ellos</strong>, <strong>por</strong> <strong>todos</strong><br />
Marzo 2010<br />
rialidad, el mo<strong>del</strong>o normativo de reconocimiento<br />
y de solidaridad se extiende y aplica íntegramente<br />
“como si” el atentado hubiese sucedido en España:<br />
iguales indemnizaciones, condecoraciones y<br />
pensiones extraordinarias, sin distinguir entre españoles<br />
o extranjeros (desde 2005, éstos tienen<br />
derecho además a la ciudadanía española), apoyo<br />
psicosocial, etc; en suma, respuesta integral tal y<br />
como la venimos definiendo desde 2004 y sobre<br />
todo desde 2006.<br />
II<br />
La conclusión o el balance que podemos<br />
hacer es, sin duda, positivo<br />
en términos de reconocimiento a<br />
las víctimas <strong>del</strong> terrorismo aunque<br />
queden algunas dimensiones<br />
<strong>por</strong> desarrollar y lagunas <strong>por</strong> cubrir.<br />
La futura ley de víctimas, desde<br />
la unidad y el consenso, debe<br />
ser el instrumento para hacerlo. En<br />
este sentido, podemos y debemos<br />
estar orgullosos, <strong>todos</strong> los españoles<br />
y <strong>todos</strong> los Gobiernos de la democracia,<br />
<strong>por</strong> haber ido construyendo,<br />
entre <strong>todos</strong>, uno de los mejores<br />
sistemas <strong>del</strong> mundo (<strong>por</strong> no decir el<br />
mejor) en la atención, en la solidaridad<br />
y en el reconocimiento a las<br />
víctimas <strong>del</strong> terrorismo.<br />
Soy consciente de que <strong>todos</strong><br />
hubiéramos preferido no<br />
tenerlo, <strong>por</strong> no haber<br />
sufrido el terrorismo,<br />
interno o<br />
i n t e r n a -<br />
cional. Y es verdad también que algunas situaciones<br />
<strong>del</strong> pasado, incluso hasta finales de los años 90<br />
y primeros de este siglo, no se resolvieron bien o<br />
todo lo bien que merecían. Pero hoy estamos en<br />
otro momento, que puede ser óptimo si somos<br />
capaces de estar unidos -sin sembrar polémicas<br />
estériles y contraproducentes en la lucha antiterrorista,<br />
o en la atención a las víctimas, que nos<br />
enfrentan a los demócratas y nos debilitan frente<br />
al enemigo común-, y si erradicamos de una vez<br />
<strong>por</strong> todas el principio nefasto<br />
de la sospecha y<br />
confiamos en las<br />
instituciones<br />
que nos rep<br />
re s e n t a n<br />
y que gar<br />
a n t i z a n<br />
nuestros<br />
derechos<br />
a u n q u e<br />
no sean<br />
p e r -<br />
f e c t a s<br />
( n a d a<br />
humano<br />
lo es).<br />
Además,<br />
una filosofía<br />
común<br />
nos debe<br />
unir más allá<br />
de la voluntad<br />
compartida de acabar con el<br />
terrorismo, con los terrorismos, y<br />
afecta a la otra cara de la moneda: a<br />
las víctimas. Es la filosofía que busca<br />
darles memoria, justicia y reparación.