Descarge la antología de estos cuentos. - Conafor
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Pero estaba envejeciendo y sus fuerzas ya no daban para más y aunque se empeñó<br />
en enseñarle música a su único hijo, éste por más que se esforzaba no tocaba una<br />
so<strong>la</strong> nota.<br />
El viejo murió sin cumplir su sueño. Su joven hijo se quedó solo con un sin número<br />
<strong>de</strong> instrumentos que no sabía tocar y partituras que no podía leer, luego <strong>de</strong> un<br />
tiempo <strong>de</strong> tenerlos arrumbados, llegaron los días difíciles y tuvo que ven<strong>de</strong>rlos<br />
todos y ponerse a trabajar en una mina <strong>de</strong> sol a sol.<br />
Un buen día en el camino <strong>de</strong> regreso a su casa se sentó a <strong>de</strong>scansar a <strong>la</strong> sombra <strong>de</strong><br />
un árbol, y pensando en su padre se quedó dormido.<br />
Despertó muy confundido <strong>de</strong>scubriendo que le habían salido raíces en los pies,<br />
asustadísimo trató <strong>de</strong> zafarse pero fue imposible.<br />
-‐ ¿Qué me pasa?, ¿Cuánto tiempo he dormido?-‐, se preguntó.<br />
Pero <strong>de</strong> pronto escuchó una melodía fascinante que emanaba <strong>de</strong> su cabeza-‐tronco.<br />
El muchacho no comprendía lo que le pasaba, pero no le importaba, sentía un gozo<br />
extraordinario que se le salía <strong>de</strong>! corazón y literalmente le salían ramas <strong>de</strong>l<br />
corazón, <strong>de</strong> los pulmones, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s orejas…<br />
Y fue así como el hijo <strong>de</strong>l mejor músico <strong>de</strong> San Cristóbal al agitar sus ramas con e!<br />
ritmo <strong>de</strong>l viento logró cumplir el sueño <strong>de</strong> su padre convirtiéndose en un árbol.