26. ¿En qué aspectos –positivos o negativos– es más fundamental la intervención del criador? En dos. Por una parte –la primordial– en la selección de miembros de la pareja de progenitores, de la que dependen las cualidades o defectos de color, dibujo, talla, forma, postura y ciertos aspectos del plumaje. Por otra, el cuidado y preparación del ejemplar obtenido, que influye decisivamente en lo concerniente a postura, plumaje y condición. 27. ¿Qué factores deben tenerse en cuenta a la hora de elegir los reproductores? En primer lugar, que ambos estén perfectamente sanos y que sean de la máxima calidad dentro de sus standards correspondientes. Existe, con excesiva frecuencia, la mala costumbre de utilizar para hibridaciones, el primer ejemplar que se tiene a mano, o bien –con más frecuencia y, en especial, ocurre con las hembras del canario– los ejemplares sobrantes o que, por su escasa calidad, no se dedican a la reproducción de <strong>canarios</strong>. Es un gravísimo error: en la obtención de híbridos hay que tener siempre en cuenta que manifestarán el 50%, con sus cualidades y sus defectos, de sus progenitores. 28. ¿Pueden darse algunas normas a este respecto? Más que normas, unos consejos orientativos que, posiblemente, sean innecesarios para los criadores avezados, pero que pueden tener una cierta utilidad para aquellos que se inician en esta apasionante parcela de la Ornitología. 1. Para obtener buena talla y forma, no utilicemos ejemplares con defectos en estos apartados de su standard –exceso o defecto de talla, desproporciones entre las diversas partes del cuerpo (cabeza, pecho, patas, etc.), anomalías en la línea general o de silueta. 2. Respecto del dibujo, no utilicemos ejemplares en que estos sean borrosos, incompletos o asimétricos sosteniendo especial cuidado en este apartado con los indígenas europeos o exóticos, por su habitual dominancia en este terreno sobre el canario. 29. ¿Y en lo referente al color? Ya hemos dicho que el color debe ser puro, nítido, uniforme y natural. 1. No utilicemos ejemplares con los colores apagados, mortecinos o sin nitidez o uniformidad en su distribución sobre la superficie corporal. 2. No utilicemos ejemplares melánicos con manchas lipocromas en plumas –aunque sea una sola–, patas, pico o uñas, si queremos evitar los híbridos manchados. En este aspecto, hay que tener especial cuidado con las canarias ya que, aunque algunas ve- 36 | el canario ces existe, este problema no es frecuente en los indígenas europeos y exóticos. 3. No utilicemos pigmentantes puramente químicos que, aparte de alterar la naturalidad del color, puedan hacer aparecer éste en zonas inadecuadas. 4. No utilicemos canarias de “Factor Rojo”, por dos razones: no es una especie pura, –condición básica en la definición de híbrido–, sino que siempre es un híbrido continuo (F-1 más X). Y otra, lógicamente derivada, porque nos hará aparecer este factor en zonas donde no debería existir. La utilización de estas hembras con “Factor Rojo” –aun sin ser aceptables desde el punto de vista genético– debe limitarse a la hibridación con el Cardenalito de Venezuela, por dos razones: por una parte, porque éstos, con un F-1 más X (no puede ser un F-1 genéticamente puro), buscamos una de las metas marcadas en la hibridación: la mejora de unas cualidades ya existentes –rojo, manto melánico y mosaico–; y, por otra, porque el nivel técnico de apreciación del fenotipo, debido a que a partir de F-4 o F-5 en que, salvo el color, todas las características externas son las del canario, es imposible distinguir un auténtico F-1 de un F-47, a título de ejemplo. 30. ¿Y qué influencia puede tener la elección de la pareja sobre el plumaje? Ya hemos dicho que el plumaje debe ser liso, brillante y bien adherido al cuerpo, por lo que un nevado basto o excesivo, es penalizable. No utilicemos, sobre todo en las hibridaciones de indígena europeo por hembra canaria, canarias nevadas. En el indígena europeo –el camuflaje de defensa que les permite pasar más desapercibidos a unos depredadores– es siempre nevado. El acoplamiento de indígena europeo –nevado– con hembra canaria nevada, nos dará ejemplares, naturalmente con excepciones, con grandes posibilidades de excesiva nevazón. Utilizaremos hembras intensas, cuyas características de brillantez, lisura y adherencia, harán destacar más al ejemplar competitivo. 31. ¿Y las restantes características? En lo referente al plumaje, condición y postura, ya no influyen tanto los progenitores como el continuo y exquisito cuidado del criador. Un pájaro sano, limpio, gallardo, confiado, alegre y perfectamente cuidado en lo referente a plumas, pico, patas, uñas, etcétera, será siempre superior a otro que no posea estas características. Rechacemos la costumbre de llevarlo a concursar recién metido en la jaula desde el volador. El híbrido de concurso –como cualquier otro pájaro– debe no sólo ser cuidado con exquisito esmero, debe también ser entrenado para esta finalidad, habituándolo perfectamente tanto a la jaula cuanto a la próxima presencia humana.
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