SERGIO VALVERDE - Bicentenario

SERGIO VALVERDE
PUNTES PARA LA HISTORIA DE LA REVOLUCION Y DE LA
POLITICA EN EL ESTADO DE MORELOS flFSDE LI UER
TE DEL GCBERNMUOR ALARCON. PRONUNCIAMIEN-
TO DE LOS GRALES. PABLO TORRES BURGOS Y
EMILIANO ZAPATA MARTIRES, HASTA LA
RESTAURACION DE LA REACCION. POR
VICENTE E SIR A D A CAJIGAL
IMPOSTOR.
Biblioteca Rafael Garcia Granadog
Instithto de 1nvestigaknes Iiistórieas
FONDO RESERVADO
MEXICO. D. F.
1933.

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SERGIO VALVERDE
I

A LOS CC. DIRECTORES DE LA POLITICA NACIONAL
PR ES E NT E
Después de una larga india armada, y cuando nos preparábamos
a saborear el fruto de tantos trabajos; después de tantas
lágrirnas y de tanta sangre derramada en aras de sagrados ideales,
y cuando nos disponIamos, en ocasión en que un paraninfo de nuestros
hombres pblicos, asegitrara que 'a revolución no darIa un paso
atrás, a disfrutar de los beneficios do un sol de justicia, pleno de
reivindicaciones, derechos y libertades, he aqul, que el vndaval de
las verdades aniargas, en forma despiadada, viene a cestruir confianza
e ilusiones, esperanza y optimismo.....
El zapatismo, triunfante en Treinta y Zacatepec; la revolución
victoriosa cii Torreón, Ceiaya, Rinconada y Aijibes, es acuch.i-
'Ilada en los cainpos de la poiltica, y la reacción, nlás afortunada
con el arte del disirnulo, que con las arunas en la mario, pretende ser
el árbitro de los destinos de la Nación!
Una casta do los detritus de aquéa, fracciones de los derrotados
huertjstas de 1913, los eternos acomodaticios, hãbiles on
adaptarse a todos los regImenes aubernamentales, con ci concursO
de la publicidad y la complicidad de algunos r.evolucionarios, que
ejercen Ia simonia y el trãfico c1 las cosas sagradas de la revolución
sorprendiéndoos han hecho aceptarse; ,cómo? a falta do mejores
meritos, ocuitando su c.alidad de perfectos sinvergüenzas haciéndose
pasar con el nombre d REVOLUCIONARIOS DE IDEAS, revolucionarios
que son la antItesis de los de acción, porque éstos hicieron 1a
revohución arm.ados, y aquellos procuran armarse de la revolución y%
en esta forma se han apoderado del Gobierno d1 Estado de Morcos,
y en la cuna de las reivindicacions agrarias la reacciOn, nonubro
genérico que les pertenece, 2stableciendo su sede allI, trata do lograr
er t1a la nación, la reconquista de Sn perdido poderlo.
9427

Lo que sucede en Morelos, solo tiene su explicación en el hecho
de que nadie hasta ahora, os habja, con toda clase de datos, puesto
al corriente ni de la historia de su revolución, iii menos, de sus antecedentes
politicos.
En un proceso de depuraciOn en las filas revolucionarias y en
defecto de un COMITE DE SALUD PUBLICA que tanta falta hac
para acabar con tanto mixtificador, pongo a vuesta alta consideradon
este puñado de verdades universales, y hoy si no podemos esperarnos
otra cosa, nos prometemos qua, en justicia al pueblo y a los
zapatistas de Morelos, barreréis con el Gobierno reacdonario que
allá nos avsrgiienza, y para siempre y en su lugar restal.eceréis un,
réginien que haga honor a la verdadera revoluciói
Mexico, D. F., 31 de mayo de 1933.
Atenta y respetuosamnte,
SERGIO VALVERDE

cm
Como un monumento de maldición al Gobierno más inmoral que
pesa sobre Morelos, desde que es Estado; y, como un honienaje de
adiniración, respeto y simpatIa, rendido desde EL OSTRACISMO,
escribo la presenbe, en gloria, no solo de los que murieron defendiendo
nuestro mejoramiento politico y social, sino también en honor,
de ese sufrido, abnegado y valiente pueblo qua, cumpliendo con su
deber, ayer con las arinas, y hey sin abdicar de su civismo substrayéndose
a las cátedras püblicas de bajeza y srvilismo que aiiã dan
los elementos oficiales dci. Estado, dernocrãticamente toma parte on
plcbiscitos y d.más actos comiciales, no para triunfar con los sufragios,
que allI priva la farsa y sla imposición, sino para demostrar con
su irnponente presencia, su descontento, y que Vicente Estrada
Cajigal, lo mismo que el Cajigalismo, estãn en Morelos, de puro
inverecundos, porque están apoyados por la fuerza bruta de las
circunst,ancias, pero no por que cuenten con el cariflo, ni menos
con el respaldo del mismo.
EL AIJTOR

PROEMIO
Mucho se ha escrito sobre el Gral, Emiliano Zapata, asi coniC)
sobre la revolución agrarista que acaudiló, y, hasta a fecha, ni
unos por mali iii otros por bien intencionados, han hecho honor
a la verdad histórica.
M.ientras que Melgarejo Randoif, alhagando los bajos fondos
de la corte de Victoriano Huerta, trata a nuestro héroe d.e baiididO,
y al zapatismo, de obra criminal, otros hay, que diciéndose partIcipes
de este movinuento libertario, escriben sobre esto, mal encubriendo
su afân de hacerse interesantes y crearse con lo mizmo, una'
personalidad, a costa de las legitimas glorias del mrtir de China-'
meca, una sarta do in.xactitudes, que de todas nianeras, aaI no se
escribb a historia. -
Cuando en calidad de maderista, el Gral. Emuliano Zapata,
atacó y por fin tomó la plaza de Jonacatepec, aMI estaba yo, quo enl
el Telégrafo por primera vez, después de ser meritorio en Jojutla,
se me habla dado empleo, y, con la curiosidad propi.a del cliamaCO
terminado que hubo el conibate, ãvido de. saber lo que era la revOlución,
me lance a l.a caMe y dándome cuenta de todo, ni hubo la
persona volada con el cartucho de dinamita a que en su obra se
refiere el primero, ni como dice el Lie. Octavio Paz en sit reseña
dominical, de este episodio de la revolución, la guarnición de aquella
plaza, la compusieron ochocierttos hombres, al mando de los cabos
Ponciano Romano y Bonifacio Herrera, ni mnos, que, muerto &..
General Emuliano Zapata, la revolucion d.c. Sur, tuvo mas .lete3
porque éste no fue, un hombre de mâs o menos prendas quePara
serb, Le bastó de 'a simple formula de un acta, sino que fue: ur
representativo del pueblo; un sImbolo de su club.
La revolución moreLnse, asI como su caudillo, no necesitar&
que riingtin escritor les haga, favor, ni menos que para poner de
relieve su bondad, se recurra a ;.as mentiras.
—5-

Con Is autoridad quo iie dá la circunstancia de s.er de More
loø, que sé de todos los sufriniientos, de todas las luchas, de toda
las ilusionas y de todos los desencantos de ese pueblo irredento
qua parece quo en vano sacrificó la ulor do su juventud, y generosamento,
derrochó los torrentes de sangre de lo mejor de su
hijos, en aras de unos ideales, hoy más vuinerados que nunca,
escribo este libro, no como coleccionador, ni come curioso compi
lador de datos, sino como humilde testigo presencial de la histo.
na de mi Estado, en sus tres ültimas décadas, entre otras cosas,
para dar al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios,
y tamblén para combatir a ese Gobierno de camarilla que hey pesa
sobre ml d.esventurado Estado, porque no es justo, que después do
haber luchado el pueblo morelense doce aflos con las armas en la
no para conseg-uir ci advnimiento de las clases populares, al
pder püblico, come para garantizar sus esfuerzos, qué ironia, hey'
c.ntemplemos en sit lugar un Goierno Constitucional, quo no ha
hecho más que restaurar en él, a todos los verthigos del citado, pueblo
morelense que derrotados en Treinta y Zacatepec, o abandonaron &.
Esbado bajo los fugitivos estandartes de Ojda, o se a.rrastrarc'fl
lloniqueantes a los pies del pueblo victorioso, pidiéndole perdón!
El pueblo de Morelos, compuesto en su mayor parte de descendientes
de razas africanas (ann se yen sus caracterIsticas en San Vicente,
Temixco, San Gabriel y otros muchos lugares) trasplantadas
a nuestro suelo, dejando en sus lares remotos Ao mas caro do sus:
afectos, que no por s er esciavos no lioraron en nuestra tierra lâgnimas
do dolor y desesperación, mezcladas a nuestros aborIgenes, para
mover los trapiches de nuestros conquistadores, quo hoy mueve el
vapor, era al estallar la revolución una coricresión de oclios, do
Mthelos, de ilusiones y rabia comprinnidos por los abusos de
poderoso.
Las hazaflas de Agustin Lorenzo, ci movimiento libertario de
1910, las revoluciones contra los P.amados imperios, y aun los pro-i
pios plateados que tantas simpatIas nianifestaran en favor di desvalido,
nada hicieron en beneficio de nuestro pueblo, que muera de
la verdad relativa, de que todo esciavo, que por ci s&o hecho de
pisar suelo mexicano, deja de sero, en Morelos, no tenla derecho a
la tierra, quo si por un sarcasmo de la suerte la posela, ya poniéndole
cercas por aquI, o mil trabas por ailá, era obligado a venderla,
a vii precio, y en virtud de este sistema, los poblados circunscrito
a su propio penImetro, destruidos corno Acatlipa o Tequesquitengo,

sin agua, sin tierra y sin derechos, es decir, parias, victimas del
ad.iiierado de quien recibian consignas las atitoridades, ea morelense,
o I ué el juguete de los ricos, o el canctidato de las levas.
Ante este desequihorio social, que logTo algunos pahativos,
durante c.: Gobierno uc Don Manuei AlarCófl, en que el sa.do Ilego
a su maximum de esplendor, el pueblo morelense como consciente
de su I uerza ante la, Iniposicioli de rab,o Escandón, rugió como 1e6n
herido y para castigar las mfanuas que le fueron interidas duranu
tantos siglos, solo esperaba im cauuulo identilicado con todas sus
ansias, con todos sus dolores, con toda su desesperación...
&I movimiento revolucionario que estalló en Puebla y que en
el Norte acaudillô don Francisco L Madero, tremolando a guisa de
bandera ci PLAN DE SAN LUIS POTOSI, levantO a los honibrs do
la tern-ida Mapaxtian, hoy Villa de Ayala, y nos dió un jefe, el GraL
Don Pablo Torres Burgos, quien por sit exagerado apego a los cã.nones
del orden, como pretenuiendo el aplauso de los oxponentes dc los
intereses que combatia, Con 'o cuaI poma en peligro a Ia propia Revo'
luciOn, pronto mereció la indiferenela de los revolucionarios y abandonado,
cayO con sus hijos bajo las balas asesinas de los esbirros del
Jefe Politico de Cuernavaca linrique Dabadié, y de los cuerudos d
Puebla de Javier Rojas.
Entonces fué cuando tomó cuerpo 'a verdadera revoluciOn en
Morelos. I
El General Einiliano Zapata, con recio brazo euarboló &. estandarte
qu por su muerte dejara de enipuflar Torres Burgos, y como
lo r.querian las reivincicaciones de su pueblo emprendió una guerra
de exterminlo.
Cuando el edificio de una civiización estã ya carcomido'
dice, Gustavo Lebón—" 4as muchedumbres son siempre las que doterminan
ci hundimiento. Entonces es cuando aparece sit papel princip&,
y, por un instaNte, la fiosofia del nümero, parece la filosoIIa
de la historia''.
Porque no me un ejército el que en Morelos combatió la dietadura
Porfirista, sino esas muchedumbres, de quien el mismo autor
se expresa en estos términos: "Las multitudes observadas en ia
mayor parte dc sus acciones, dan muy frecuentemente prueba de
una mentalidad inferior; pero .hay tambien otros actos en qu
parecen guiadas por esas fuerzas misteriosas que lOS antiguos hamaban
destino, naturaleza, providencia, etc., cuyo poder no puede ser
desconocido, aunque ignoremos su esencia. Parece a veces, que en
el sno de ilas naciones se encuentran fuerzas latentes que las gulan",
7-

quo ha.11ando en ci Gral. Emiliano Zapata, que ci despreclo y las
perseduciones no solo no Ic importaban, sino que mas Ic excitaban,
que ci interes personal, Iamitht, two 10 sacruicaba, que el irnsn
nstinto do conervación estaba anulado en él hasta ci punto que la
sola rcompeiisa que siempre des.aba y solicitaba era liegar a convertirse
en martir; de quien Ia gran intensidad de su íé claba a
pa.'a bras irna gran potencia sugestiva, vamos, que eucomrando en
el. al tipo do caiidillo que btscaban, haciéndolo su Jefe, con susi
r..SenLnhiientos desencadenaclos se ianzaron a Ia lucha, y arcliendY
Jos campos de Sta. Clara y Teiiango y dejando anonadacic. ci poder
secular de los privilegiados del oro, on Chiautla, y Jonacaepec, coil
Ia hecatombe Ue Cuautla, quedó concluido el primer episodio de Ia.
rvolnción.
Pero los Shylock de liii Estado apenas liegado a Mexico Don
Francisco I Madero, Jefe de la ItevcuciOii, poco dispuestos a conceder
nada al proletariaclo morelense, se trasladaron a ia capital
do la Iepubica, y, tejiendo la intria, que primero ditanció a
Grad.. Ambrosio Figueroa y al Gral Emiliano Zapata, ciespues a
éste, del Sr Madero, y , finalmente lograron que Hiierta con el.resto
de lit reacdión del pals asesiiara al apóstol de là Dinocracia,
convencidos de que del Jefe dc 'a Revolución nada favorable habian
de conseguir, 30 runieroii en ci Teatro Allende, de là Capital do Ia
Repübiica, y ultrajando a Zapata al par que a Don Francisco I. Mad.ro,
resolvieron ei-itendcrse directaniente con ci Ejecutivo dc la
Nación, Don Francisco Leon de là Barra, quien para proteger lc:
intereses de sus peticionarios, arn16 ci nombrannento de Jefe do las
Armas que en Morelos habia obt.nido ci caudillo ácrata y cnvi al2
a las fuerzas federa1e.
Fiel a sus promesas ci Gral. Erniliano Zapata respecto a la cuestión
c tierras contenidas ell Plan de San Luis, apnas posesio
nado de Morelos, y a reserva dc Menarse los tráinites depués, autorizó
los pueblos para qua desde luego entrasen en posesion de .eilas, sii1
que por conducto del Jefe d.. a Rvolución, dejara de recabar del.
Gobierrio Federal, la aprobacióri respectiva, hasta admitir on cambio
como eso se lograra, ci d2sarme de su gente.
No obstante las püblicas maniobras do los hacendados en 511u,
contra, y que en tru.que de su buena disposiciOn, Jos caioucs de
Victoriano Huerta, desde las Tetillas, intcrrunpieron ci licenciamiento
de Cuautla, dispuesto a agotar todos los recursos pacifistas,
condescendiente con su compadre Luis Cajigal, qu. le asegurO que
como Administrador GeneraI de las Haciendas dc Morelos, estaba
—8-

9,utori0 para arreglar con él ilL cueStiôn agraria, se rt1r6 a C1114
nameca' para seguir tratando este asunto, pro el albazo de que iU
objeto en esta finca, de la que paraa, salvarse, al igual que todos los1
suyos, tuvieron que salir salvando las bardas de la misma, dejand
su caballada en poder de Federico Morales, le dieron la, certeza y'
la conuirflló más tarde, de quo los hacendados, no solo buscaban su.
exteruhinio por medio de los federales, en lucha franca, sino también
valiéndose de la traición, explotando su iugenuiclad de campe
5jo, y
por esta razOn, el 13 de agosto de 1913, personahuente did
muerte a su pérfido compadre, al ref erido Don Luis Cajig&..
Viendo eel General Zapata qw el Sr. Madero, dentro del pesaclO
lastre do la reacciOn estaba inaniatado, y que no podia por ningüa
motiVO retroceder la revoluciOn, aceptO el reto de sus en.migos yb
entre los azares de una nueva lucha, redactó ci PLAN DE AYALA,
que a su conjuro, alzO en armas a todos los oprimidos, eutablándose
una lucha tanto inás encarnizada, cuanto que desaparecido Madero,
los hacendados otorgar..in a Victoriano Huerta un subsidio de mu
pesos diaries para e.1 sostenimiento do los cuerpos de voluntarios
que en Morelos formaron os de la c -las6 media de entonces; y 6stos
con los hacendados y los federales, contra el pueblo, y, ci pueblo',
contra los federales, los hacetidados y aque'ia abuiica clase media,
no tuvieron otro deseo que exterminarse ci uno al otro o viceversa.
La tea incendiaria de los federales y sits aliados puso fin a).
patrinlonio del pro]tariado niorelense; casas, ganaclos, honras, naia
fué respetado. Llegó un momento en que todo Morelos era una
inniensa hoguera; todo ardla dizque para poller fin a las madriguerras
zapatistas y sobre los poblados calcinados caIa aün despu6zi
una Iluvia de metralla para borrar todo vestigio viviente, y seguros,
de sit impunidad; finahnente, los Carton, los Rasgado, los Gamboa,
y los Garcia Lugo, Se precipitaban sobre sits indefensas vIctinias
que consig'imdas a filas o deportadas a Quintana Roo, en cantidades
sca1ofriantes, erari remesadas a Mexico. Ni las mujeres se ecapaban:
la señora Dolores Espejo, con tres do sits hermanas y su
propia mama, estuvieron presas en ci Cuartel de San leldelonso,
sujeta.s a toda daze de vejaciones y crimenes.
bQuién acusa a quién, de bãrbaro y dz salvaje? ,Qué ci pobre,
por ci hecho de ser pobre, no es digno de compasión, y, sus intere-4
ses por humilides que elelos scan, no han de nierecer rspcto?
La Cima, Ticumán, quo se pretende que son las manchas de
zapatismo, en la primera, solo se aniquilO a la escolta federal, y d
los pasajeros, ünicamente hubo lesionados, Pasada la acción, tuvieron
—9-

todos garantlas; de las informaciones de Za prensa con to-lo y estar
venuicta a la usurpación, circunscritas a eSte sinlestro, 110 se iL1re
otra cosa.
1n Ticumãn murieron jnocentes, como inocentes murieron en
los bombardeos de Carton por sus exjediciones de 1L J1LGUiRO,
Luz tiuNUS, k'OU UOLuAWO, huAvlLA Y jXFA, y entr;3
las victimas que recordamos, se euc11a una hijita ad &. Antoiu
lvLelgoza, y corno fiagralites mjusic1a, la 1usata de los rabajadoits
ud ia naciencta ae bali UaiAos, veulicacia por l capiLn GuerlP
on 'autepec; la ejecución de Amado Anonaics en lYLazaepec, por
ci Ural. iviartin Triana, y en fin, una larga lista, de irre;;ponsaol.
sacrificados, en aras de una pacificacón soio beiiéfica a -',na plutocracia
criminal.
,Qne se consiguió con todo esto? Que cuando aun ni en lass
serrarnas era posibie la libertad, ni alli estaba segura hi vida humaita,
ci puebo campesino mor.i1se, olgase y entiendase bitn, la soli
clase ctc2 pueblo, con unas contadas excepeines de la cbse media
Ue aque.a epoca, grito: UUA 0 1 ±Tji, y muitiicánUo
por todas partes, los federale, no iran due -nos, mas que del terrenot
que pisaban, y estrechândoseles cada dIa mãs, muero Alatriste en
Jojutla, capturaclo Maldonado en Treinta, con la fuga del Gra.
Ojeda, consuniada el 15 d.e agosto de 1914, la revolucióii tom.aba,
posesiOn de Morelos.
Nos preparábamos a saborear los frutos de una oranizaciOn
politica y social plasmada en las necesidades y aspiraciones de nit
pueblo vi.ipendiado, coino consecuncia de la revolucion triunfante,
cuando ci horizonte de la Patria sübitamente se ensoinbrece y la
guerra civil nuevamente hinca sus garras en las ciitraflas de la Nación
dolorida.
La r.eacción rehacia a perder SUS antiguos privilegios y no
conformánclose que, de su mano se desprenthera ci poder, con la
mism.a facilidad con que armó los brazos homicidas contra Madero
para nulificar has coriquistas de la revolución, lanzó los revolucionarios
contra los revoluciollarios, y la sangre de éstos empurpurô
nuestros campos.
For lo quja a ml toca, tan revoiucioiiarios me eran unos, como
lo eran los otros, pero el paisanaje, y que la causa de los del Sur, la,
L1evaba yo en la sangr, me hicieron tomar particlo por ésta, y,
sacriticando mi privilegiada posición de Constitucionalista de entoiices,
ful a mi tierra, para que solidarizado con los mios, corriira

la incierto suerte por la qu.e descie anuel dIa los morcenses vePiWO.
atravesall(.10.
For Ir dorrot.a de Celava, coiu1edos por On los CONITENOIO.
visTAS al fracaso irilitar. el Fctado de Mcrelos N A inva
clido v el aso es, no cine ilo hava siclo malo por el hecho mismo de
Ia invasion, sino quo nuestros ono citores nor odio contra nosotros,
no se fijron que en sys fi 1 as br-,-6 refivrio li. venciia reacelón
nioreleilse quien dificult.endo con r1o, to.a nosjb l a reco11ciiia66,
no s6lo ercoiió la pelea porque nor sus COTISCiOS imulantaron a.dno
lbs ci criminal plan do camp%fii do 3'UveTlcio Robles, siro one pot
su aiisa, al fin a cnbr iercrn ch nnrohin. ciincln ritincbo
pérfida iv'onosición. acMron eon el eandillo agrarista, no en cam
paiba leal sirio nor medio & la traicióm
Nadi que fuera honrado aplauthó la cawI1nd2 de arcO.
como no f'ieran los ffitsos cue creveron one 'a revoh'ción do Morelos
pra mia lucha personalista, y, el sncrificio del nnrtir, oner5 Pl.
rnu1arrO fli alcanzar cadaver la defi'itiva victoria, norcue ic's nal:i.
dines de Sonora, conw'rtnios coino Sanlo. a"t" 'o ub1i'-no de - nu
-Va. ofrena oc'nerosa. hicieror ccrn'rlcta justicia ai r2l.
Zanath. y el PLAN DE AYAT,A. trinfó con ni PLAN DE A(tTTA
PRIETA. lazo do union do t,orbos los verdaderos revol''ionprioc.
Después de taiitas altern2tivas eerno ha tenido a revnluciOi' v
al eaho d once afios de Gobi eruoc Provisiorales cuando el iwbbO,
de Morelc, entonces si vern llerad g el térnii po do sus sufrimientos,
y cue un porvenir de felicicird se i vliciaria al volv'r ci Et:do at
orcien Constituciomil, por te"cera vez nos encontrninos con otrai
terrible decenciOii. rn.s brribie to' 1avui, nor enaiito c'1 (Thhrmi
f!or0ifuchiia1 del 1ni r,1 e, e'vi l ,i. t"tiea
3v lnnz ' r ditirrnhc a
In revriic6n. no solo ha nuiieado n. ins rvol imiarirs. er'rdãi
dos' P11 i. I.nv. o rc'mirrier,do d'ndam putn • lo g con
P li CARR( I CoMpr,ETO. con su noiiti"a de PTJEiTA (EERADA.
la m7n es,q' destr'nvondo a Ia famili q rnoreiei's', shin one tamblén
dcsvir f.iiardo o aho1icnco las conn pisfn,s de la revoluciOn, em su
Jiicrnr ha :c'stauracbo con todos sns arihiitoc. 2 todoc Inq sprviciores
de la reac'.ión, que dsde la primera iefatura do arnins d' .Tnvc'iicin
Rebbes. v. hasta la fiura del primer Jefe Politico del TERPITORTO
DE MORLOS, se jactaron de sus hazaflas baio las Ordenes ib
semej ante crimiriaIas, y dc perseguir a las hordas vandálicas de
Zapata, ccmo entonces las titraron.
Total, qu,e en Morelos no hemos poclido disfrutar de los beneficios
de un Gobierno n&,amente rEvolucionario.
=1=

Esta, que no es una traición. tenla que haher sido asi: quiefl
no solo no ha senticlo las aspiraciones de los de abajo. sino quc'
pertneciendo por abolengo a los explotadores del pueblo, y anTi
por encima de todo esto, se mueve en derredor de una secreta vem
gaiza, es natur ue so inspire en Ta ética de Vict.oriano Huerta,
y. por lo tanto, nadie .debe extrañarse do que eiitre el usurpador y
ci Gobernador de nuestro Estado, .xista tan estrecho paralelo. E
discurso de Caii'. del 3 de marzo de 1931, y ci discurso de VictOriano
Huerta del 22 de sent.iemhre de 1913. jm one thio: "DES.O
QUE LA NACION DEMUESTRE SU VOLUNTAD. V DESIGNE
A LOS MANDATAB TOS QUE RIJAN SUS DESTINOS", es ci mismo,
enterarnente ci mismo, sobre todo por su sinceridad, y resptt
al SUFRAGIO...
Es por esto por To que Cajioo. que se gula de la poiltica Thieftiana.
participanclo del criterio de nu ilustre parlamentario que en,
acnielia época aciaa. dclaró qiie Huerta era insubstitulbie en
gran obra dc la po cificación r.eioi'nl. v one sentó tambiên este
prececleute: OUE EL (OBIEPNO TNT1GR ADO POR FT,EMN-
TOS DF, DIFEREN' 11E COLORES POLITICOS ES UN FRACA-
SO. pisoteando 1i Ccristitución do un pals de institucionS, ha eucii
p do una OLIG-AROTTIA dc excluvos serviles one, vrnevando todos
log preceptes que ori r. inaron ci PLAN DIE SAN LUIS. ha snubradc
en mi Estao tal deentento, que violentamente reclan'a Ia intervenciOn
del cobierno Federal, no para r.osnaldar al ridIcro V repUnaute
siiltarcillo, sino para remover los obtc'iios cine irmiden que,
ci pueblo do Morelos vrelva nor 'os fueros d. Ia revolució" y do la
traauiilidad dc esnlrit,i. tanto nar evitarle cue nor niedlo dc 1
violencia se haga iusi&a, coino tamhén come medio para alc.anzar
0 verciaci. 'ma prâ.ctica y efectiva paz orgânica.
Este libro que no es propiamente irna obra literaria, sino que
estâ formaclo con anortaciones iórieas de testgos preseTiciales, con
reporta.zgos. neriódicos, gráficas y prr'ehas que existen en ci Departamento
de Hemerotera do nuestra Bib'ioteca Nocional, quo no se
pueden destruir, no solo sale a luz para hacer las siguicntes adaraciones
histOricas:
la.—Que ci Sr. Francisco I. Madero y ci c-raT. EmilianoZapata,
si estuvieron perfectamente de acuerclo en Ia cuestióri araria. Que
si este fiie urn dusidente del ftobi'rno dc amid, ello me la resultante
dc las intrigas de la rcacción morelense que, por este medio, dividiendo
a Fio,ueroa de Zapata; a, éste de Madero: aDartahldo a Orozco
y a todos lo g revolucionarios dc sits deberes, se pronorila estorbar
no solo tan importante jeonquista, sine ;quc unida tamblén a la reac-
--12—

c,ión nachnal, acabar con Ta revolución, acabando como acabó coT
la vida dl apóstol de la democracia y
2a.—QUe el movimiento social y libertario de Morelos, lo Ilevo
a cabo Ithicaniente la sufrida class canipesina, salvo muy contada
exCePC1O fl , pues que a clase media de aquella época, se solidarizO
constitulda en cuerpos do voluntarios. con los hacendados, que pazan.
dolos. en esta farina, estas dos clases do la sociedad moelense. buscaron
la consoliclación del usurpador gobierno de Victoriano Huerta,
por To qi.ie el gobierno debe de estar en manos de la referida clast
camp esina revcuciOnara.
Sino quo también este libro que no solo es un volurnen de narraciOfleS
guerreras, es también un proc.eso abierto que se impone contra esa ciase
social que aver combatiendo a la revohición y hay, usurpando unos
puestos que solo pueden estar en manos de quienes. sintiéiidola, defendieron
a la revolucióm para hacer obra revolucionaria. nara qufl
par loss crimefleS que aqur7la ha conietido en contra dA hi vida, de la
propieda.d y de la libertad morelense, ante tanta sriolación a la
garantIas individuales, tanto coma por Ia obra de sunercheria qw ha
consmado, claudo un toque de atención, tienc la mira de q ue si en
verdad impera la justicia, Ia sola pub]icación dc. 1 pressntc sirva para
que ncr las pruebas que aporta. se declaren dcsapareidos los poclere
del Estado do Morelos, o cuando menos. excitando el celo de los verdaderos
revolucionarios, en preudas do one .1as ceromonias ante la
tiunba del Gral. Emiliano Zapata, nacen del corazón y son sinceras,
determinen ci total aniquilamiento del caiialismo, tanto nara corregir
un error politico, conietido par ci absoluto fdesconociniiento cIa
hombres y antccoclentcs p&Iticos moreleiises, conio para quo no s.'afl
una piadosa y bella mentira, tanta oratoria grastada on bar d1 la
revolución!
EL AUTOR
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Lucio Moreno, 1 er. Jefe maderista que entró a Yautepec, Mor.