CAPÍTULOS - El CRISTO, Instructor de humanidades
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calvario2<br />
Libre ya el Maestro <strong>de</strong> aquel peso excesivo para su en<strong>de</strong>ble y <strong>de</strong>licada naturaleza, su cuerpo se<br />
irguió <strong>de</strong> nuevo y continuó caminando al lado <strong>de</strong> Faqui.<br />
EL GÓLGOTA<br />
Los últimos en conocer la triste noticia fueron los discípulos venidos <strong>de</strong> la lejana Galilea.<br />
La promesa <strong>de</strong> Jhasua hecha esa misma noche a María <strong>de</strong> Mágdalo, <strong>de</strong> que antes <strong>de</strong> ponerse el<br />
sol él sería libre, les mantuvo arrullados por la esperanza, hasta que llegó Nico<strong>de</strong>mus <strong>de</strong>solado,<br />
pálido como un muerto a llevarles la dolorosa verdad.<br />
La dolorida madre <strong>de</strong>l Mártir como la estatua viva <strong>de</strong> la angustia, no se movió ni para exhalar<br />
un grito en aquel terrible momento. <strong>El</strong> supremo dolor <strong>de</strong> su alma parecía paralizar todos sus<br />
movimientos. Se sentía morir junto con él, y esperaba a la muerte en una quietud que<br />
espantaba.<br />
Los discípulos se volvieron contra la castellana <strong>de</strong> Mágdalo, para increparla duramente por el<br />
engaño que les había hecho.<br />
-¡Tú siempre viendo visiones! -le <strong>de</strong>cía Juan con su voz entrecortada por los sollozos.<br />
-Algún mal genio se te presentó, mujer, para engañarte, y lo tomaste por el Maestro -<strong>de</strong>cíale<br />
Tomás ásperamente. Una tempestad <strong>de</strong> censuras se levantó contra ella, que anonadada y sin<br />
compren<strong>de</strong>r lo sucedido, se apoyó contra el marco <strong>de</strong> la puerta para no caer. Sentía que todo<br />
daba vueltas alre<strong>de</strong>dor suyo y un temblor convulsivo estremecía su cuerpo.<br />
La dulzura <strong>de</strong> Pedro volvió en su ayuda.<br />
-No habléis así sin saber lo que <strong>de</strong>cís. No es justo per<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l todo la esperanza. Si como dice<br />
Nico<strong>de</strong>mus, el príncipe Judá manda la guardia, me parece que no será para llevar al Maestro a<br />
la muerte.<br />
"¿Qué sabemos nosotros <strong>de</strong> la forma en que él subirá a su Reino?".<br />
Estas palabras <strong>de</strong> Pedro, calmaron aunque levemente la agitación <strong>de</strong> todos aquellos amigos <strong>de</strong>l<br />
Maestro, que en número mayor <strong>de</strong> un centenar se hallaban en aquel recinto.<br />
Allí estaba Felipe el griego como le llamaban, y <strong>de</strong>bido a su temperamento vivo y ardiente, fue<br />
uno <strong>de</strong> los primeros en reaccionar y dijo resueltamente:<br />
http://elcristoes.net/calvario2.htm (27 <strong>de</strong> 36) [14/04/2004 21:20:51]