Testimonios Para la Iglesia 9 - Iglesia Adventista Agape
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Pág. 26<br />
mover su obra? ¿Pueden hacer eso sin cortar su conexión con él? Puede ser que piense de ese modo para<br />
economizar, pero es una terrible economía que los hace quedar separados de Dios.<br />
Hermanos y hermanas, es demasiado tarde para dedicar vuestro tiempo y energía al servicio personal<br />
egoísta. Que el último día no os encuentre desposeídos del tesoro celestial. Procurad promover los<br />
triunfos de <strong>la</strong> cruz, buscad iluminar a <strong>la</strong> gente, trabajar por <strong>la</strong> salvación de vuestros semejantes, y vuestra<br />
obra soportará <strong>la</strong> prueba del fuego.<br />
Cada obrero auténtico y abnegado de Dios está dispuesto a gastar y gastarse en el servicio por los demás.<br />
Cristo dice: "El que ama su vida, <strong>la</strong> perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida<br />
eterna <strong>la</strong> guardará" (Juan 12:25). Por medio de esfuerzos fervientes y (46) bien p<strong>la</strong>neados por ayudar<br />
donde se necesite ayuda, el verdadero cristiano demuestra su amor a Dios y a sus semejantes. Puede ser<br />
que pierda su vida en el servicio, pero volverá a encontrar<strong>la</strong> cuando Cristo venga a reunir sus joyas para<br />
tener<strong>la</strong>s consigo.<br />
Hermanos y hermanas, no gastéis grandes cantidades de tiempo y dinero en vosotros mismos, por amor<br />
a vuestra apariencia personal. Quienes lo hacen se ven obligados a dejar sin hacer muchas cosas que<br />
habrían reconfortado a otros y enviado cálidos sentimientos a sus agobiados espíritus. Todos necesitamos<br />
aprender cómo aprovechar fielmente <strong>la</strong>s oportunidades que con tanta frecuencia nos salen al paso<br />
para llevar luz y esperanza a <strong>la</strong>s vidas de otras personas. ¿Cómo podemos aprovechar estas oportunidades<br />
si nuestros pensamientos se encuentran centrados en nosotros mismos? El egoísta pierde incontables<br />
oportunidades de hacerlo que habría podido llevar bendición a sí mismo y a los demás. Es deber<br />
del siervo de Dios, en toda circunstancia, preguntarse: ¿Qué puedo hacer para ayudara otros? Después<br />
de haber hecho lo mejor posible, debe dejar <strong>la</strong>s consecuencias con Dios.<br />
Dios ha provisto para todos un p<strong>la</strong>cer del que pueden disfrutar los ricos y los pobres: el p<strong>la</strong>cer que se<br />
encuentra en el cultivo de <strong>la</strong> pureza de pensamiento y de <strong>la</strong> acción abnegada, el p<strong>la</strong>cer que se obtiene al<br />
pronunciar pa<strong>la</strong>bras de simpatía y al llevara cabo acciones bondadosas. La luz de Cristo bril<strong>la</strong> de los<br />
que prestan esta c<strong>la</strong>se de servicio e ilumina <strong>la</strong>s vidas oscurecidas por muchas aflicciones.<br />
Podéis sentiros tentados a invertir vuestro dinero en <strong>la</strong> adquisición de terrenos. Tal vez vuestros hijos<br />
os aconsejarán que lo hagáis. ¿Pero no podéis mostrar un procedimiento mejor? ¿No os ha sido confiado<br />
vuestro dinero para que lo invirtáis sabiamente y lo pongáis a interés, para que cuando venga el Señor<br />
encuentre duplicados los talentos? ¿No podéis comprender que él quiere que uséis vuestros recursos<br />
para ayudara edificar casas de culto y sanatorios?<br />
Necesitamos ahora estimar <strong>la</strong>s almas por encima del dinero. Si conocéis un trabajo más elevado en este<br />
mundo que <strong>la</strong> obra de ganar almas, una obra que produzca mejores resultados en <strong>la</strong> inversión de recursos,<br />
¿no nos hab<strong>la</strong>ríais de el<strong>la</strong>, para que justifiquemos su valor?<br />
Temo que muchos de nuestro pueblo no comprendan <strong>la</strong> importancia de <strong>la</strong> obra de Dios. Una persona a<br />
quien escribí para solicitar dinero me contestó: "Recibí su carta en <strong>la</strong> que me pide que le preste dinero.<br />
(47) Pero había un terreno que mis hijos consideraron aconsejable comprar, por lo que invertí mis ahorros<br />
en <strong>la</strong> adquisición de ese terreno". Cuánto mejor habría sido para este hermano invertir su dinero en<br />
el establecimiento de sanatorios donde se diera testimonio de <strong>la</strong> verdad para este tiempo, o en escue<strong>la</strong>s<br />
que proveerán para nuestros jóvenes <strong>la</strong>s mejores influencias, y en <strong>la</strong>s cuales pudieran ser preparados<br />
para ser misioneros para Dios.<br />
Hermanos y hermanas, invertid vuestros recursos en establecer misiones cristianas, desde <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong><br />
luz de <strong>la</strong> verdad brille y atraiga <strong>la</strong>s almas hacia Dios. Un alma, totalmente convertida, que se convierta<br />
en misionera para Dios, ganará a otras almas para el Salvador.<br />
Dios mismo organizó p<strong>la</strong>nes para el progreso de su obra, y ha provisto a su pueblo con abundancia de<br />
recursos, para que cuando él pida ayuda, ellos puedan responder: "Señor, tu dinero ha ganado más dinero".<br />
Si <strong>la</strong>s personas a quienes se ha confiado el dinero de Dios fueran fieles en llevar a <strong>la</strong> tesorería del Señor<br />
los medios que les fueron prestados, su obra avanzaría con rapidez. Mucha gente sería ganada para <strong>la</strong><br />
causa de <strong>la</strong> verdad, y el día del regreso de Cristo se apresuraría. Hombres y mujeres deben colocarse