Boletin Octubre de 2006 (pdf) - CVX Argentina

etener”, porque para todos aquellos que tuvimos la suerte de conocerlo, El Nico marcó nuestras
vidas.
Con él aprendimos como en la parábola del Buen Samaritano, a bajarnos del caballo para
estar con los que más nos necesitan, porque creo que de todas las enseñanzas que nos dejó, la
más importante fue la de entender “el poder al modo de Jesús"; que sólo quien se pone la toalla en
la cintura y lava los pies de la gente puede decir que comprendió el mensaje; que la Cruz fue, es y
seguirá siendo para muchos locura y escándalo, porque es imposible de comprender con la lógica
del mundo y a veces, lamentablemente, también con algunas lógicas eclesiales.
Sin embargo, me llena de alegría imaginar el oasis que va a significar su presencia, para la
gente de ese seco monte santiagueño. Conociéndolo, se que se va a sentir “como en su casa” y
seguramente, la gente disfrutará de ese pedazo de Dios que el Nico lleva en su corazón.
Me tomo el atrevimiento de decirte Nico desde este lugar, en nombre de tus amigos, de los
presos de la Comisaría, de los de la cárcel de Coronda, de los abuelos del hogar de anciano, de los
chicos de la calle, de la gente de la Pastoral de la Infancia, de los alumnos del colegio, de los
inundados, de los cartoneros, de los que cuidan autos, de las señoras de la Congregación, de los
carismáticos, de la CVX, de los pibes de pediatría del Hospital Iturraspe, de los que lloraron y rieron
con tus oraciones en los Ejercicios y de todos aquellos y aquellas que seguramente me estoy
olvidando: ¡GRACIAS!
Amigo de Sueños (Juanchi Trigatti, agosto de 2005)
Gracias me queda chico, se me escapa de las manos.
No podrás olvidarte de esta ciudad, porque ella tampoco se podrá olvidar de vos.
La sonrisa nunca escondida, las manos curtidas, las zapatillas embarradas.
La bicicleta que marcha sola, ni pedalearla necesita;
conoce ya los caminos, más la tierra que el asfalto, del lado del margen, de la orilla..
Coraje te sobra para no cerrar la boca frente a la injusticia y el sufrimiento.
Desordenar las Órdenes no es tarea fácil,
y ser piedra en algunos zapatos, no es tarea para cualquier cascote.
Gracias por arder, para los que necesitamos una llama.
Gracias por sonreír, para aquellos que están tristes.
Gracias por los plantines de flores, cuando todo olía a muerte.
Gracias por delirar, para los que se creen cuerdos.
Gracias por gritar, por los que son acallados.
Gracias por ignorar y ser cada vez más sabio.
Gracias por escuchar a los que les sobran palabras.
Gracias por mirar, donde otros no ven, o no quieren ver, o no quieren oír, sentir, compartir, sufrir,
palpar.
Gracias por no tener nada y darlo todo.
Gracias por llorar en nuestras lágrimas.
Gracias por poner a Dios entre nosotros y hacerlo sentir como en casa.
¡Qué loco sueño habrá tenido cuando te creó!, seguro ese día estaba de fiesta.
Hoy te mira y sigue soñando y su ilusión se agiganta.
¡Cómo te quiere y cómo te dejas querer por Él! ¡Qué envidia para el resto de los mortales!
“Tener el don”, que gracia y que responsabilidad. Ojalá tus amigos podamos devolverte algo y
ayudarte aunque sea un poquito; sino, sabrás perdonarnos, porque no todos tenemos alas, y aún
teniéndolas, sólo algunos saben usarlas para volar.
Juanchi Trigatti (Comunidad Sagrada Familia – Santa Fe)
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